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Problema éticos Medio-ambiental desde Aristóteles y Kant

En primer lugar, desde un punto racional, suscitaremos a promover desde la Ética


Aristotélica el cuidado del medio ambiente, puesto que es de suma importancia que la
Ética se apropie de estas contrariedades absurdas de nuestra época, ya que si bien, se
conoce y se vociferan alegatos en contra la “explotación y el dominio” que se tiene de los
bienes del planeta, se establece un doble discurso hipócrita en su actuar. Así pues es
menester pensar los problemas medio ambientales desde una postura filosófica Aristotélica
que demanda juicios apropiados para tomar decisiones ambientales -buenas y precisas- que
ayuden a consolidar un porvenir para el ser humano y para la vida en general.
Por lo tanto Aristóteles desde su entendimiento racional logra otorgar criterios
sólidos y claros, que impulsen al hombre a actuar desde la praxis (praktiké), en la vida
cotidiana. Esto quiere decir que desde los hábitos de nuestras vidas vamos adquiriendo la
experiencia, a partir de esta nos vamos convirtiendo, según Aristóteles en seres prudentes.
Así pues la prudencia es el cálculo metódico humano que tiene su germen en la experiencia,
ya que uno no nace prudente, sino que va haciéndose prudente a lo largo de la vida.
-------------De esta manera la prudencia (phrónesis) es una actitud que es fundamental en la
misma ciencia (epistéme) y en la vida cotidiana, pues especialmente, se busca proteger la
apertura de la acción humana en el “futuro medio ambiental” capacitándonos y
ayudándonos a entender sobre los cambios ambientales que se están aconteciendo, entre
tanto, podríamos precisar que la prudencia Aristotélica se centra en el principio de
precaución como condición de protección de la apertura de la acción humana ambiental.
Eventualmente podríamos citar a Aristóteles que caracteriza a la prudencia como;
-------------------------“Una disposición racional verdadera y practica respecto de lo que es
bueno y malo para el hombre” (Aritoteles, 1982)-

Pues Aristóteles, logra una integración entre el “conocimiento y la acción” que puede
conducir y servir de utilidad para diversos problemas actuales, por lo tanto, la prudencia es
una virtud (arethé), ya que “es imposible ser prudente no siendo bueno” la prudencia pues
constituye el criterio de aplicación, interpretación y, en su caso, modificación o derogación
de normas y principios. Más aun, estas normas y principios actuales de la democracia como
de los mercados que ostentan el poder, deben estar puestas a un criterio de valoración. De
esta forma la prudencia debe de estar cimentada en la responsabilidad indelegable de cada
ser humano, pues la responsabilidad esta constituida por la educación que viene a lo largo
de la vida, tanto que la educación es una acción guiada por alguien prudente, mientras uno
mismo no haya adquirido la prudencia, no puede hacer uso de su conciencia y por ende de
su responsabilidad.
------------------------------------------------------------------------------------------ En general,

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podemos decir que la prudencia busca la sabiduría (sophía), y la sabiduría potencia la
prudencia humana. La prudencia es una virtud que permite elegir el accionar que está
ligado al término medio, pues según Aristoteles es “un hábito selectivo que consiste en un
término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquélla regla por la
cual decidiría el hombre prudente” De esta manera no se quiere que el hombre se contenga
ante los beneficios que dan los placeres del consumo de los recursos medio ambiental,
tampoco se desea un abuso desmesurado de ellos (consumismo) de esta manera podemos
afrontar la función social que nos atañe, de manera sensata y prudente en un término
medio, así pues nos convertimos en virtuosos pasando por los extremos.

Por otro lado, pasamos de la acción a la teoría Aristotélica de la felicidad, que de


igual manera constituye un punto crucial para la ética ambiental. Por lo que el ser humano es
inteligencia deseosa, tiene la función de cumplir sensatamente a los deseos de un ser
inteligente, cuyo deseo se alimenta en el conocer, pero, más precisamente en el de convivir
socialmente, dado que el ser humano es un “animal político” que necesita de una familia,
amigos para tener un cierto bienestar, esta convivencia no es meramente con sus conciudadanos
sino también con la conservación del mundo natural entendiendo adecuadamente a las
(especies, géneros, organismos, ecosistemas que en ella habitan), por ende al reconocer el valor
objetivo de los seres vivientes que tienen valores en sí mismos, de esta manera podemos
reflexionarla dado a que poseemos, según Aristóteles el alma intelectiva que no se encuentra
en los vegetales ni en los animales, y que por esto nos marca como ser superiores, no en
términos presuntuosos, sino como seres que debemos proteger a los seres vivientes, tanto que
Aristóteles, manifiesta que los seres vivos son portadores de un valor fundamental; la
vida.------------- Este valor no puede ser excluido de modo arbitrario, pues es necesario
adjudicar una buena razón que justifique dicha acción. En general podemos decir que la ética
de ser pensada desde un postulado -subjetivo a una intersubjetiva- en la búsqueda de un bien
concebido, en construcción de un dialogo comunitario entre hombres y seres vivientes. Puesto
que todos los hombres tienen como fin último la felicidad, la vida es praxis y debe estar
conducida por la prudencia para convertimos en hombres justos.

El imperativo categórico, con respecto a las leyes ambientales

Es necesario tener en cuenta, que muchos de los problemas ambientales que encontramos,
ya sea en Colombia o en cualquier parte del mundo, de poseer una buena voluntad en
términos Kantianos, sería de mucha ayuda para actuar con el fin de solucionar esas
problemáticas y se preservaría de una forma eficiente a la naturaleza. Pues en este caso
muchas de las personas que se comportan de una forma displicente frente a los problemas
medioambientales, puede ser debido a que opinan que no pueden sacar algún provecho de
la misma o el deseo que quieren suplir no tiene nada que ver con la naturaleza; antes todo lo

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contrario, dichos deseos suelen desgastar al medio ambiente, por lo tanto es mejor evitar o
cerrar los ojos frente a este tipo de problemáticas.

No es posible pensar nada dentro del mundo, ni después de todo tampoco fuera del
mismo, que pueda ser tenido por bueno sin restricción alguna, salvo una buena voluntad.
[CITATION Kan05 \p 79 \l 9226 ]. Kant nos pone unos parámetros para saber si una “acción es
buena por sí misma”, y si se encuentra en ella una buena voluntad o algún contenido moral,
de acuerdo a estas tesis que nos propone el autor, se podrá evidenciar que aplicándolas
correctamente o haciendo la relación pertinente, es fácil llegar a una relación coherente de
acuerdo a la aplicación del imperativo categórico, con respecto a las leyes que se encargan
de preservar el medio ambiente. Este tema es de mucha importancia debido al el lugar en
donde habitamos, (Colombia). Dado que es un lugar rico en biodiversidad y con una gran
variedad de ecosistemas que en la actualidad están pasando por una serie de problemáticas,
las cuales nos dejan “al borde de un desastre ambiental”.1
Sería importante aplicar este concepto a la ley del medio ambiente de este país, pues
la situación en la que se encuentra es deplorable; el deterioro de los ecosistemas se ha
venido llevando a cabo al pasar de los años, de hecho las noticias que encontramos en los
diarios año tras año nos vienen alertando de esta problemática, que ha ido creciendo, cada
vez de forma más acelerada, debido al desinterés que se muestra, ya sea por parte del
estado, o por parte de todos los habitantes del país. Consideramos importante que en la
preservación de los entornos naturales se haga de acuerdo a las consignas que nos propone
Kant¸ pues la mayoría de las veces las causas de el desapego que se tiene hacia la
naturaleza, se debe a que las personas suelen tener intereses que medían las disposiciones
que nos permitirían darle un uso pertinente a la naturaleza. Dichos intereses, casi siempre se
enfocan en objetos que promueven la destrucción desmedida de nuestros entornos, por tal
razón es importante lo que nos dice este filósofo que debemos tener en cuenta a la hora de
actuar. “El deber significa que una acción es necesaria por respeto a la ley” [CITATION
Kan05 \p 91 \l 9226 ].

Vale la pena hacer la distinción que nos expone Kant, de acuerdo al concepto del deber.
Este concepto lo delimita en dos formas de implementarse: una conforme al deber, que
contrastándolo con el problema medioambiental; sería el querer preservarla por alguna otra
inclinación; en este caso se promovería la preservación, ya sea porque queremos obtener un
beneficio de ello o alguna satisfacción. La siguiente y la que se debería tener en cuenta
para, para que la “buena voluntad sea estimable por sí misma sin un propósito ulterior”
[CITATION Kan05 \p 85 \l 9226 ] . Acá es cuando se actúa por deber, esta sería la acción que
se libra de todo deseo, sensación o inclinación interna que pueda tener cualquier sujeto.
Este punto es importante para el tema a tratar, pues al actuar de esta manera, es posible que

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Así fue dicho por la contralora general de la nación Sandra Morelli, en una entrevista que llevo a cabo para
el periódico El tiempo, el día 12 de octubre del 2012.

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atrás de nuestras “buenas” acciones no se escondan otros propósitos que puedan
acondicionar la forma de actuar; y mucho más con la problemática que nos compete, dado
que en lo que tiene que ver en el actuar para conservar la naturaleza, sería importante que
nos rigiéramos de esta manera, sin embargo existen varias inclinaciones que hacen que se
tome como más factible la explotación de la misma para suplir una serie de necesidades sin
importancia o fácilmente prescindibles.
No obstante esto es sólo una parte, no debemos detenernos acá, pues todavía faltan
unos pasos a clarificar, lo que es actuar siguiendo el imperativo categórico, para preservar
el medio ambiente. La siguiente tesis que compone este imperativo, es esta: “una acción por
deber tiene su valor moral no en el propósito que debe ser alcanzado, sino en la máxima 2
que decidió tal acción”[CITATION Kan05 \p 90 \l 9226 ] . Según esta afirmación, cualquier
propósito que se tenga al realizar una acción le extrae contenido moral a la misma, por ende
no debe depender de ahí el realizar la acción, debe ser un principio admitido por nosotros
mismos. “No depende de la realidad del objeto de la acción, sino simplemente del principio
del querer.”[CITATION Kan05 \p 91 \l 9226 ] . En este sentido, el tomar acción en beneficio de
la naturaleza debería hacerse por este principio; no es necesario poner a la naturaleza como
el fin por el cual se hace la acción, porque considero que al hacer eso, es posible perder el
interés en esta empresa, pues puede ser una tarea larga y extenuante; y quizás al ver que su
trabajo no avanza a la velocidad que se desea es posible dejar esta preocupación.

En esta instancia podemos explicar la tercera tesis, que es la de que es necesario en el


momento de actuar que sea por respeto a la ley. “Ninguna otra cosa, salvo esa
representación de la ley en sí misma que solo tiene lugar en seres racionales, en tanto que
dicha representación, y no el efecto esperado, es el motivo de la voluntad”. [CITATION
Kan05 \p 92 \l 9226 ]. Esa ley en sí misma en el caso de los problemas ambientales que nos
han acompañado en el país, no parece que la posean los seres racionales, antes todo lo
contrario, pues esos problemas en vez de irse solucionando, cada año empeoran. A pesar de
poseer una serie de parámetros o leyes a seguir, se evita tenerlas en cuenta por inclinaciones
o algún motivo oculto. Por esta razón, el desear seguir estas leyes por lo que son en sí
mismas, haría del trabajo de cuidado de la naturaleza algo que debe realizase por deber para
cada individuo del país.
Así pues para Kant, la voluntad está determinada por la ley y a la conciencia la
determina el respeto, esta última es la representación de un valor que doblega al amor
propio. “Así pues, el objeto del respeto es exclusivamente la ley, aquella ley que nos
imponemos a nosotros mismos como necesaria”[CITATION Kan05 \p 93 \l 9226 ]. Y estas
consideramos que podrían ser la una que se enfoque en preservar medio ambiente, la cual
es difícil percibir en los habitantes de este país o no tienen en cuenta, es más, es posible que
ni siquiera conozcan. Este interés hacia el respeto a la ley es lo que cargaría de contenido

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Con máxima, Kant, se refiere al principio subjetivo del querer. Que es la ley práctica.

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moral a nuestro actuar, con respecto al cuidado de la naturaleza, el actuar de esa forma con
ella, el querer preservarla sería una acción realmente buena para Kant.

Por último, es el deber de todo ser humano el hacer que sus acciones sean legítimas
universalmente. “Yo nunca debo proceder de otro modo salvo que pueda querer ver
convertida en ley universal a mi máxima”[CITATION Kan05 \p 94 \l 9226 ]. Según Kant de no
ser así es reprochable, pues no sería un principio en una legislación universal, este principio
del querer debe ser el primer paso a tener en cuenta a la hora de actuar, y más cuando se
tiene en frente el paulatino deterioro de nuestro entorno. Y esto nos lleva a la última
sentencia la cual articula toda esta parte del escrito, y es que:
La necesidad de mi acción a merced al puro respeto hacia la ley práctica es aquello que
forja el deber, y cualquier otro motivo ha de plegarse a ello, puesto que supone la condición
de una buena voluntad en sí, cuyo valor se halla por encima de todo. [CITATION Kan05 \p
96 \l 9226 ].

En conclusión debemos hacer del actuar para preservar el medio ambiente una ley
universal, para que sea tomada así por el resto de personas, pues de ser así es posible que
se haga una labor competente de acuerdo a este fin. Consideramos de esta forma una
alternativa para acabar o simplemente disminuir los problemas ambientales que nos
aquejan. La razón por la cual ponemos al imperativo categórico de Kant, como algo a
seguir en esta empresa, se debe a la problemática que cada vez es peor y la respuesta que
se tiene al respecto, es cada vez menos competente; por consiguiente una alternativa para
actuar sería tener como ley universal la preservación del medio ambiente. Pueden que
existan más alternativas para enfrentar la situación, no obstante debido a la situación algo
desesperada en este aspecto en la que se encuentra el país, no es descabellado tener en
cuenta cualquier alternativa.

Bibliografía

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