Y los estúpidos muchachos más idiotas sonsos y pendejos. Alabo su vacía promiscuidad, chicas de sonrisa hueca Y maldigo, me cago, vomito y escupo en ustedes supuestos hombres. Que de hombres no tienen sino la cédula Y de mujeres el mundo de idiotas para comerse. Aborrezco los “valores” de mis congéneres, Pisoteo su falaz alegría y su demacrada alegría Ausente casi siempre en el pequeño potrero De su capacidad mental. Me lavo las manos en tu sonrisa fingida, “Milenial” De la gran puta mierda Mientras beso y abrazo con fuerza a quien no es presa Del miedo. Tu “correcta” moral o más bien cuadriculada institucionalidad Me sabe a lo que puede mal saberme El excremento de tu ficticio amor de unas semanas. Versos cargados de asco y vendidos solo a quien los merece Al precio único de no temer, de vivir saboreando cada instante Que es lo único eterno que se encuentra en este mundo- Pocilga decaída en los brazos frágiles y jóvenes Llenos de miedo, poseídos por normas ficticias Enfermas mentes que se creen correctas Evitando vivir con ahínco el dolor el llanto el amor El canto y con pasión entregarse a los senderos de la vida Que frente a mil pantallas se pasa temerosa estúpida Vacía de emociones fuertes que buscan evitar, zoquetes. Versos impublicables en días años de miedo mierda Masiva pobreza de las mentes Que elimina el alma o la esencia y se creen máquinas, Las malditas máquinas Y ni siquiera máquinas de follar y ni siquiera máquinas de matar. Me cago en el mundo segunda década del milenio maldito Podrido en una supuesta perfección. Admiro a quien odia, a quien ama y a quien se entrega Pisoteando la inacción establecida, el miedo de los granputos “Correctos”. No sufren, no beben, no se exaltan ni lloran con fuerza; Se victimizan y son abofeteados por una pantalla. Resumiendo, desde mi palacio ficticio de parientes blandengues A mierda me sabe ésta, mi generación de pendejos.