Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
gastronomía elaboración
MANUAL DE prevención
HIGIENE Y SEGURIDAD
EN LA PRODUCCIÓN
alimentos hábitos ALIMENTARIA
plan de acción equipos
conservación almacenamiento refrigeración
GASTRONOMÍA INTERNACIONAL Y
TRADICIONAL CHILENA
higiene seguridad gastronomía
elaboración prevención alimentos hábitos
ÁREA GASTRONOMÍA Y TURISMO
INTRODUCCIÓN
Uno de los aspectos más importantes en la elaboración de productos alimenticios, es la higiene rigurosa que debe
mantenerse siempre, tanto en la manipulación como en el ambiente que rodea al alimento al momento de elaborarlo.
Entendiéndose la higiene como el conjunto de principios y reglas destinadas a prevenir enfermedades y conservar la
salud de la población, y considerando que el actor principal en la elaboración de productos alimenticios es el manipulador
de alimentos; se hace necesario que éste tome conciencia de su responsabilidad en garantizar la salud del consumidor
de sus productos alimenticios, es decir, en la prevención de las enfermedades de transmisión alimentarias.
Cada año, millones de personas son afectadas por enfermedades transmitidas por los alimentos, lo que constituye un
problema mundial que en los últimos años ha ido en aumento como consecuencia de los cambios en el sistema de vida,
en los hábitos alimentarios; emergencia y reemergencia de patógenos.
Pese a que la mayoría de los casos de enfermedades de transmisión alimentaria (ETAS) no son reportados, son
precisamente aquellos casos que sí lo son, los que al ser debidamente investigados, ayudan a comprender algunas de
las causas que provocan tales enfermedades, así como los métodos posibles de aplicar para su prevención.
Afortunadamente, todos los establecimientos del área gastronómica: restaurantes y/o servicios de alimentación, por
ejemplo; por pequeños o grandes que sean, pueden tomar medidas para garantizar la seguridad de los alimentos que
preparan y sirven a sus clientes y evitar de ese modo, posibles ETAS.
La ocurrencia de un brote de enfermedad transmitida por los alimentos en los clientes de un establecimiento
gastronómico, puede costarle a este último miles de dólares, pudiendo incluso ser la razón que obligue a cerrar un
establecimiento. En la Figura 1 se destacan los costos adicionales de un brote de enfermedad transmitida por los
alimentos.
La mayoría de las enfermedades de este tipo son consecuencia del consumo de comidas o bebidas contaminadas con
microorganismos, siendo los más comunes: Salmonella, Campylobacter, Clostridium perfringens y Staphylococcus
aureus.
Los contaminantes físicos consisten en objetos extraños que llegan a los alimentos por accidente, como
pelos, suciedad, vidrios, etc.
Los contaminantes químicos incluyen pesticidas, aditivos alimentarios, conservantes, productos de limpieza
y metales tóxicos, desprendidos de los recipientes, el equipo y los utensilios para cocina.
Los contaminantes biológicos incluyen algunas bacterias, virus, parásitos y hongos, así como ciertas plantas
y peces que transportan toxinas perjudiciales.
Sin duda los contaminantes biológicos presentan la mayor amenaza para la seguridad de los alimentos, dentro de los
cuales los microorganismos que causan enfermedades -especialmente bacterias- son los responsables de la mayor
parte de los brotes de ETAS (incidente en el cual dos o más personas experimentan la misma enfermedad después de
comer el mismo alimento), es decir, consumir alimentos contaminados con patógenos o sus toxinas es su causa
principal. Los microorganismos son seres vivos pequeños que solamente pueden verse con un microscopio. Sólo
algunos microorganismos causan enfermedades, a éstos se les llama patógenos; existen también los denominados
microorganismos saprófitos que son aquellos que causan el deterioro de los alimentos.
Tipos de Microorganismos
Existen cuatro tipos de microorganismos que pueden contaminar los alimentos y causar ETAS: bacterias, hongos, virus y
parásitos.
Bacterias
Importante: Una forma alternativa de algunas bacterias son sus esporas, algunas poseen la capacidad de formar gruesas
membranas que protegen las bacterias de las condiciones adversas, como temperaturas altas y bajas, poca humedad y
elevada acidez. Las esporas son capaces de convertirse de nuevo en un microorganismo vegetativo cuando las
condiciones vuelven a ser favorables para el crecimiento.
Se clasifican en mohos y levaduras pero hasta la fecha sólo los primeros han dado cuenta de ETAS, las levaduras sólo
se han asociado con deterioro de alimentos.
Mohos
Virus
Parásitos
Los microorganismos necesitan ciertas condiciones para crecer y si no disponen de esas condiciones adecuadas, su
crecimiento será lento o nulo. El control del crecimiento microbiano en los alimentos supone controlar las siguientes
condiciones para su crecimiento:
Nutrientes del alimento.
Agua, actividad de agua o agua disponible en el alimento.
Tiempo necesario para crecer.
Temperatura a que se almacena o mantiene el alimento.
Acidez o pH del propio alimento.
Oxígeno en la atmósfera que rodea al alimento.
Para crecer, los microorganismos asociados a los alimentos necesitan nutrientes, especialmente proteínas las que se
encuentran normalmente en alimentos de origen animal: carne y productos cárnicos; leche y productos lácteos y huevos.
Es así como son éstos los alimentos principalmente asociados a las ETAS y por lo tanto, son llamados Alimentos
Potencialmente Peligrosos.
Agua
La mayoría de los microorganismos asociados a los alimentos, necesitan agua para crecer. El factor crítico para el
crecimiento microbiano no es la cantidad de agua presente en el alimento, sino la fracción de la misma que se encuentra
disponible. La disponibilidad del agua es llamada actividad de agua y se indica con el símbolo Aw. Esta fracción varía
desde 0, cuando el alimento no contiene nada de agua, hasta 1 cuando el ―alimento‖ es agua pura.
La digestión y la descomposición de los alimentos se produce fuera de las células microbianas. Las soluciones muy
concentradas de sal o de azúcar determinan que el agua salga de las células por el proceso de ósmosis y los
microorganismos pueden experimentar un colapso y morir. El agua en tales soluciones concentradas es mucho menos
disponible para ser utilizada por los microorganismos. Las bacterias patógenas prefieren valores Aw próximos a 0,99.
Generalmente no pueden crecer por debajo de Aw 0,95, aunque una bacteria cutánea (Staphylococcus aureus) puede
tolerar valores inferiores a 0,75. Los alimentos potencialmente peligrosos normalmente tienen una actividad de agua de
0,85 o más. La Tabla 1 incluye algunos valores típicos de Aw.
Tiempo
El tiempo es probablemente el factor más importante en el crecimiento bacteriano, porque disponiendo de tiempo, la
mayoría de las especies pueden crecer incluso en condiciones desfavorables. Las bacterias pueden duplicar su
población cada veinte minutos.
Temperatura
Existen especies patógenas que pueden crecer entre los 5°C y 65ºC, zona de temperatura conocida como Zona de
Peligro para los Alimentos. La mayoría de las bacterias patógenas prefieren una temperatura entre 20°C y 40ºC, es
decir, próxima a la del cuerpo humano, siendo la óptima para el crecimiento de la mayoría de las bacterias de 37°C,
denominándose ésta Temperatura Óptima de Crecimiento Bacteriano. La temperatura ambiente de cocinas cálidas suele
proporcionar unas condiciones particularmente buenas para el crecimiento microbiano.
Por encima de los 65ºC la mayoría de las células vegetativas son destruidas rápidamente, siendo la temperatura óptima
los 73°C. Por debajo de los 5ºC estas células no mueren, aunque la mayoría no puede alimentarse ni multiplicarse y se
mantienen latentes, siendo la temperatura óptima los 4°C (para los alimentos almacenados en refrigeración) y -18°C
Acidez y pH
Los microorganismos asociados a los alimentos, típicamente no crecen en alimentos muy ácidos o alcalinos como las
galletas saladas o los limones. Sin embargo, la acidez solamente tiende a inhibir el crecimiento bacteriano; no las
destruye necesariamente y no son tan efectivos contra mohos y levaduras. Se encuentra presente en los alimentos con
sabor ácido: frutas, tomates, encurtidos, vinagre, yogur, etc. Los productos que tienen cierto grado de acidez tienden a
conservarse mejor y pueden mantenerse más libres de contaminación que los alimentos con sabores neutros y es así
como el empleo de saborizantes ácidos: vinagre, zumo de limón, tamarindo o crema de tártaro, por ejemplo en adobos,
ayudará a conservar los alimentos.
El grado de acidez se mide y expresa a través de una escala de pH que va de 0 (ácido) a 14 (alcalino) y donde 7
corresponde a neutro. La mayoría de los alimentos consumidos son ligeramente ácidos o neutros (con pH que van de 4,6
a 7,5 aproximadamente), siendo éste un rango apropiado para el crecimiento de las bacterias patógenas. Por ejemplo,
las bacterias patógenas no pueden crecer con pH 4,5 (el pH de los tomates y de la salsa de tomates) y los
microorganismos que alteran los alimentos difícilmente pueden crecer por debajo de pH 3,5 (el pH del vino).
Oxígeno
Una enfermedad de transmisión alimentaria, es una enfermedad transportada o transmitida a las personas por los
alimentos que consumen. Esta enfermedad se puede producir cuando un microorganismo patógeno llega al tracto
gastrointestinal y continúa reproduciéndose en él hasta alcanzar una cantidad determinada y suficiente que le causa
daño al consumidor, en este caso la enfermedad se conoce como infección alimentaria, en ella típicamente los síntomas
asociados no aparecen inmediatamente. Por otra parte puede tratarse de una enfermedad producida por una toxina
sintetizada por los microorganismos, las que contaminan al alimento consumido y causan por tanto las llamadas
intoxicaciones alimentarias; estas últimas también pueden producirse por que la toxina puede ser una parte natural de
una planta o animal consumida, o bien un contaminante químico. Los síntomas en este último caso aparecen en forma
inmediata.
Origen
Los centros para el control y prevención de enfermedades, constantemente trabajan para descubrir las razones por las
cuales los alimentos pueden llegar a ser peligrosos para el consumidor y es así como se han identificado factores
comunes responsables de las ETAS. Entre ellos están:
Cada uno de estos factores comunes (excepto el comprar alimentos a proveedores con seguridad deficiente) está
relacionado al abuso de tiempo y temperatura, la contaminación cruzada o la falta de higiene personal.
Fuente:
Dada las características de los microorganismos, ellos están presentes en todas partes donde sea posible la vida.
Poseen una gran capacidad de adaptación y tolerancia a las adversidades del medio, lo que les permiten sobrevivir y
desarrollarse donde no lo pueden hacer otros tipos de organismos.
Debido a la facilidad de los microorganismos para ser transportados de un lugar a otro por diferentes agentes (insectos,
animales, el hombre, corrientes de aire, humedad ambiental, etc.) y de su pequeño tamaño, los alimentos pueden
contaminarse fácilmente con ellos.
Para prevenir las ETAS se deben considerar varios aspectos en forma integral:
Identificar aquellos alimentos con más probabilidad de causar una ETA, es decir los alimentos potencialmente
peligrosos.
Comunicar a los consumidores de alto riesgo el peligro de ingerir alimentos crudos o poco cocinados.
Identificar los posibles peligros y/o fuentes de contaminación a través de los cuales se pueden llegar a
contaminar estos alimentos.
Entrenar a los empleados para manipular con seguridad los alimentos.
Implementar y trabajar bajo las Buenas Prácticas de Higiene y Manipulación de Alimentos (BPM)
Establecer sistemas de seguridad alimentaria: Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP).
La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) identifica como potencialmente peligrosos los siguientes alimentos:
(Información Esencial de ServSafe, 2004)
Se debe tener cuidado para prevenir la contaminación al manipular alimentos listos para comer, que son alimentos que
se van a ingerir sin lavarlos ni cocinarlos más. Los alimentos listos para comer incluyen frutas vegetales lavados enteros
o cortados; carnes frías; y alimentos apropiadamente cocinados.
Las personas con alto riesgo de contraer una enfermedad transmitida por los alimentos y que a veces tiene
consecuencias graves, comprende:
Niños pequeños y niños en edad preescolar que no han desarrollado un sistema inmunológico (el sistema de
defensa del cuerpo contra enfermedades) adecuado.
Las mujeres embarazadas.
Las personas ancianas cuyos sistemas inmunológicos se han debilitado con la edad.
Las personas que están tomando ciertas medicinas, tales como antibióticos y medicamentos para el sistema
inmunológico.
Las personas enfermas (quienes han tenido una operación grave recientemente, han recibido el transplante de
un órgano o tienen un padecimiento o enfermedad pre-existente).
Puesto que estas poblaciones son susceptibles a las enfermedades transmitidas por los alimentos, es especialmente
inquietante cuando consumen alimentos (o ingredientes) potencialmente peligrosos crudos o que no han sido cocinados
a las temperaturas internas mínimas.
Objetivos:
Sanidad de los alimentos
Alimentos salubres
Protección del negocio
Protección del consumidor
Prevención de la adulteración
Protege la imagen pública
El manejo de los alimentos es una de las funciones más importantes de todos los aspectos del proceso de producción
gastronómica, por lo tanto, la higiene personal, la salud de los empleados y los hábitos personales deben ser los
adecuados y oportunos para disminuir o prevenir la presencia de agentes nocivos (contaminantes biológicos, químicos y
/ o físicos). Es responsabilidad de la gerencia de todos los establecimientos de producción de alimentos, estimular y
exigir actitudes seguras y correctas de higiene y proporcionar las condiciones e insumos necesarios para las buenas
prácticas de limpieza y desinfección (Reglamento Sanitario de los Alimentos de Chile).
La correcta presentación del manipulador de alimentos, refleja la preocupación por la higiene de los alimentos,
resultando más confiables y seguros para el consumidor.
Una adecuada vestimenta de trabajo tiene como finalidad proteger los alimentos de los contaminantes presentes en la
ropa de uso diario y también reflejan la preocupación del manipulador de alimentos por la higiene y la prevención de las
ETAS. Al respecto, el RSACH en su artículo 56 del párrafo VI establece: ―Los manipuladores deberán mantener una
esmerada limpieza personal mientras estén en funciones debiendo llevar ropa protectora, tal como: cofia o gorro que
cubra la totalidad del cabello, y delantal. Estos artículos deben ser lavables, a menos que sean desechables y
mantenerse limpios. Este personal no debe usar objetos de adorno en las manos cuando manipule alimentos y deberá
mantener las uñas de las manos cortas, limpias y sin barniz‖.
El RSACH en su artículo 52 dice ―la dirección del establecimiento será responsable de que todas las personas que
manipulen alimentos, reciban una instrucción adecuada y continua en materia de manipulación higiénica de los mismos e
higiene personal.
Cualquier persona que trabaje a cualquier título y, aunque sea ocasionalmente, en un establecimiento donde se
elaboren, almacenen, envasen, distribuyan o expendan alimentos, deberá mantener un estado de salud que garantice
que no representa riesgo de contaminación de los alimentos que manipule‖.
Por otra parte, en su artículo 53 establece que ―la empresa tomará las medidas necesarias para evitar que el personal
que padece o es portador de una enfermedad susceptible de transmitirse por los alimentos, o tenga heridas infectadas,
infecciones cutáneas, llagas o diarrea, trabaje en las zonas de manipulación de alimentos en las que haya probabilidad
que pueda contaminar directa o indirectamente a éstos con microorganismos patógenos. Toda persona que se encuentre
en esas condiciones debe comunicar inmediatamente al supervisor su estado de salud‖.
Hábitos Personales
Los hábitos personales son normas de conducta relacionadas con la limpieza y desinfección, que deben practicarse
habitualmente para proteger y mantener la salud. Los correctos hábitos de higiene del personal que manipula alimentos
constituye una importante medida de prevención de ETAS.
Las manos son un medio de difusión de microorganismos potencialmente importante y por lo mismo debe tenerse sumo
cuidado para asegurarse que la transmisión de contaminantes a través de esta ruta se reduce al mínimo.
Es por ello que el lavarse las manos correctamente consiste en una serie de pasos:
1)
2)
Arremangar hasta el codo, enjuagar hasta el
Aplicar jabón, frotarse vigorosamente las manos
antebrazo y mojarse con abundante agua, tan
y los antebrazos por lo menos por 20 segundos.
caliente como pueda soportar
4)
3)
Secarse las manos y los brazos con toalla de
Limpiarse debajo de las uñas y entre los
papel para un solo uso, o con un secador de
dedos. Enjuagarse bien bajo agua corriente
manos de aire caliente
Limpieza y Desinfección
Detergentes
Los detergentes han de poder eliminar muchos tipos de suciedad bajo circunstancias distintas. Algunas definiciones que
se manejan: agente limpiador que remueve la suciedad (visible e invisible), sustancia química que facilita la limpieza;
sustancia que disminuya las necesidades energéticas de trabajo o calor que se requiere para remover las impurezas.
Los detergentes se clasifican de acuerdo a la carga que lleva la cabeza hidrofílica de la molécula.
Los detergentes aniónicos tienen carga (-) en su cabeza hidrofílica y los catiónicos tienen carga (+) en su cabeza
hidrofílica.
•Tienen propiedades de dispersión de natas y pueden ser usados con detergentes aniónicos para elaborar productos con
baja producción de espuma (lavadoras automáticas y limpieza con máquinas limpiadoras de piso).
• En algunos polvos para lavado biológico se añaden enzimas proteolíticas (pueden generar alergias) para eliminar
proteínas en la mugre (sangre, huevos, salsas, etc.) a baja temperatura. Las telas basadas en proteínas (lana, seda, no
deben remojarse en polvos biológicos).
• pH 9 a 12 en agua
•.Se usan para eliminar grasa de hornos, para destapar w.c. a concentración alta.
• Los álcalis más comunes son: NaOH ( en forma cristalina, en soluciones o en aerosol), Metasilicato de Na y carbonato
de Na.
•.Los detergentes no deben usarse en superficies de Al, dañan la piel, seda, algodón, lana, etc
Detergentes Ácidos
• pH 1 a 3
• Se usan para eliminar residuos calcáreos
• Nunca debe usarse junto con limpiadores de excusados y desinfectantes que entregan hipoclorito, pues producen un
gas muy tóxico.
• Los ácidos más usados son: sales ácidas de bisulfato de Na o persuiflito de Na, con liberación de ácido sulfúrico con
contacto con agua, ácido Fosfórico, sulfámico.
5. Detergentes Solventes
Desinfectante
Es un producto químico que persigue la destrucción de microorganismos pero no las esporas, su reducción a niveles en
los cuales no es nocivo para la salud o la calidad del alimento.
YODO
• Indicado para alimentos y superficie en contacto directo con los alimentos
• Diluir en agua fría o levemente tibia
• Uso recomendado: 25 a 50 ppm por 5 minutos
CLORO
• Usar en vajilla y utensilios
• Diluir en agua fría o levemente tibia
• Uso recomendado: 60 a 100 ppm por 15 minutos
AMONIOS CUATERNARIOS
• Usar en baños, pisos, basureros
• No usar con alimentos
• Uso recomendado: 200 a 300 ppm por 20 minutos
Nota:
Algunos agentes desinfectantes son tóxicos y por lo tanto sólo pueden utilizarse en superficies que no están en contacto
con alimentos.
Otros, imparten sabores y olores desagradables : no usarse en establecimientos de preparación de alimentos.
• Al exponer un objeto limpio a una temperatura suficiente alta y durante un tiempo necesario, se le desinfecta.
Ejemplo: Sumergir platos o utensilios a 82 °C por 0,5 minuto
• Otro método consiste en utilizar vapor vivo o agua caliente corriente.
Al respecto leer párrafo V del RSACH: ―de los requisitos de higiene de los establecimientos‖
El diseño de las instalaciones y de los equipos, las prácticas y procedimientos de limpieza y desinfección ayudan a
prevenir la contaminación de los alimentos, así como también a la prevención de plagas, otra fuente potencial de
contaminantes.
Estas áreas deben estar bien diseñadas y construidas, deben limpiarse con frecuencia y de manera adecuada. En
términos generales, un diseño correcto permite la separación de las áreas de preparación en ―Zonas Limpias‖ (es decir
las áreas en las que los alimentos casi listos para consumirlos reciben la preparación final, por ejemplo alimentos
cocidos, decoración de pasteles, etc.) y ―Zonas Sucias‖, donde los alimentos crudos se preparan. La distribución en
zonas limpias y sucias implica que hay una organización de flujo de trabajo lógico, esto es que el trabajo progresa en una
sola dirección, del material crudo al producto terminado, lo que evita el ―flujo invertido‖, o que los alimentos preparados
regresen a áreas usadas para alimentos crudos. Los flujos invertidos incrementan la posibilidad de contaminación
cruzada.
La construcción y el diseño correcto de las áreas de preparación de los alimentos son esenciales para facilitar la limpieza
completa y adecuada. Las paredes, pisos y techos deben construirse de modo que puedan limpiarse rápidamente y que
no permitan la entrada o la anidación de plagas. Para facilitar la limpieza, los materiales de paredes, pisos y techos y
superficies de trabajo deben ser lisos, impermeables al agua, resistentes a las sustancias de limpieza y tan durables y
económicos como sea posible en la instalación y en el mantenimiento.
Todas las máquinas para lavar deben utilizarse de acuerdo a las instrucciones del fabricante, sin embargo hay algunos
procedimientos generales que deben seguirse para limpiar y desinfectar utensilios:
Comprobar que la máquina esté limpia con la frecuencia necesaria, dependiendo del uso que ésta tenga y
limpiarla con la frecuencia que sea necesaria.
Asegurarse que los dispensadores de detergentes y desinfectantes se hayan llenado correctamente.
Remojar los utensilios que tengan alimentos secos; frotar y enjuagar antes de lavarlos.
Cargar correctamente la máquina y los bastidores.
1.- Apagar el equipo, desconectar el suministro de energía eléctrica y retirar las piezas removibles del equipo.
2.- Lavar, enjuagar y desinfectar las piezas removibles. Dejarlas secar al aire.
4.- Lavar y enjuagar las superficies fijas que tienen contacto con los alimentos y luego rociarlas con una solución
desinfectante. Dejar secar (aplicar detergente y desinfectante de acuerdo a las indicaciones del fabricante).
5.- Después de armar el equipo, desinfectar nuevamente las superficies que tienen contacto con los alimentos y que
fueron manipuladas al armar el equipo.
Recepción
El uso del termómetro es indispensable en esta etapa y las subsiguientes, debido a que permite mantener a raya el
crecimiento desproporcionado de los microorganismos. El termómetro de cocina consta de un vástago metálico de
aproximadamente 12 cm para poder introducirlo en la parte más gruesa del alimento o entre los alimentos y tomar la
lectura de ese momento. Para asegurarse de que la lectura es la correcta, se debe calibrar diariamente o más veces en
el día según su uso y tipo de termómetro. (conforme lo indica el fabricante)
Después de cada uso del termómetro se debe limpiar y desinfectar para evitar contaminación cruzada.
Jamás dejar el termómetro dentro de un alimento que se está cocinando o dentro de un horno (excepto que sea un
termómetro apropiado para soportar altas temperaturas).
No utilizar termómetros de cristal porque se rompen.
Se sugiere llevar registros de temperaturas, anotando el día y la hora, así se aplica un control minucioso a los alimentos
y por ende se evitará llegar a la zona de peligro. Se recomienda consultar Reglamento Sanitario de Alimentos para
confeccionar listado de temperaturas de los alimentos más perecibles y de mayor riesgo sanitario.
1) Solicitar que las entregas no se realicen en las horas de mayor movimiento, para que la inspección se realice en forma
minuciosa.
2) Planificar la llegada de los alimentos, asegurándose que el lugar de almacenamiento esté disponible y que éste se
pueda realizar inmediatamente.
3) Los alimentos deben cumplir con ciertas características (sensoriales) de olor, color, sabor y textura, por lo que se debe
llevar a cabo una inspección sensorial de acuerdo a las características de cada alimento recepcionado. Cada
establecimiento debería confeccionar Fichas de Evaluación Sensorial, para los alimentos de mayor empleo y mayor
riesgo sanitario. Ver figura 3.
4) Se debe verificar las temperaturas de los alimentos cuando llegan al establecimiento para asegurar que son las
apropiadas, dependiendo si son refrigerados o congelados.
5) Almacenar inmediatamente los alimentos recepcionados a las temperaturas apropiadas para cada alimento.
Almacenamiento
Refrigeración
Congelación
Nota: las mismas recomendaciones del almacenamiento refrigerado, con respecto al mantenimiento, uso y
consideraciones en general, se deben tener presente en el almacenamiento congelado.
1) Verificar que la temperatura del lugar se encuentre entre los 10 °C y los 15 °C.
2) El sector de almacenamiento en seco, al igual que el de refrigeración y de congelación debe estar físicamente en
perfectas condiciones (baldosas bien adheridas al piso, cierre de puerta hermética, etc.)
3) Comprobar que los alimentos a almacenar no presenten cortaduras, orificios, humedad.
4) Cerciorarse que el área esté ventilada para evitar el crecimiento de mohos.
5) Colocar los alimentos fuera de la luz directa para evitar decoloración o rancidez.
6) Verificar que los alimentos estén separados de la pared y que los estantes tengan una separación del piso de por lo
menos 15 cm de altura para facilitar la limpieza y evitar que se formen resguardos para las plagas.
7) Colocar la fecha de entrada de cada producto, de tal forma que los primeros en entrar sean los primeros en salir y la
rotación de alimentos sea adecuada.
8) No tener paquetes de alimentos abiertos dentro de la bodega. Trasvasijar a recipientes con tapa para evitar la
presencia de plagas.
9) Practicar periódicamente limpieza profunda en el sector de almacenamiento en seco a la estructura y los estantes u
otros muebles y/o equipos. Lo mismo para el almacenamiento en frío.
10) Los productos que no son alimentos, deben almacenarse en otras zonas para evitar accidentes e impedir la
posibilidad de que los alimentos adquieran los aromas de los detergentes, desinfectantes, insecticidas, etc.
Producción
Alimentos Crudos
Descongelación de Alimentos
Nunca se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente ya que tardan demasiado tiempo en descongelarse,
permitiendo así el desarrollo de bacterias nocivas.
Cocción de Alimentos
Una cocción adecuada desde el punto de vista de la seguridad sanitaria, depende de cuatro consideraciones:
Es importante que los alimentos, al momento de su cocción, lleguen a las temperaturas de seguridad:
1) Las aves y carnes rellenas se deben cocinar hasta que el centro llegue a 74 °C.
2) La carne de cerdo se debe cocinar hasta que alcance 66 °C en el centro o en la parte más gruesa del alimento.
3) El resto de los alimentos por seguridad deben ser cocinados hasta alcanzar 65 °C en el centro.
Para que durante el enfriamiento los alimentos pasen lo más rápido posible por la zona de peligro, se sugiere lo
siguiente:
1) Colocar los alimentos en recipientes pocos profundos.
2) Introducir el recipiente caliente que contiene los alimentos en otro que se encuentra con hielo y agua.
3) Agitar con un utensilio la comida que se encuentra caliente.
4) Verificar con el termómetro constantemente cómo va el descenso de la temperatura.
5) Colocar el recipiente con la comida tibia en el refrigerador.
6) Cuando los alimentos lleguen a 4 °C, tapar y dejar en refrigeración.
Los alimentos que se prepararon y serán vueltos a utilizar deben manejarse de la siguiente forma:
1) Los alimentos se cocinan y se enfrían rápidamente para ser almacenados a una temperatura entre O °C y 2 °C.
2) El proceso de enfriar rápidamente debe iniciarse dentro de un período de 30 a 60 minutos. Este tipo de alimento se
prepara en forma muy higiénica y segura y tiene una vida de 5 días.
3) La regeneración segura debería ser a 74 °C (temperatura interna del alimento) y consumirse en un periodo no mayor
a 2 horas.
4) Los alimentos que no se consumen deben eliminarse.
5) El personal que cocina y enfría rápidamente los alimentos debe ser personal plenamente capacitado.
Servicio
1) Antes y durante el servicio, los alimentos que se sirven calientes deben estar realmente calientes: 65 º C y los que se
sirven fríos deben estar realmente fríos; 4 º C o menos.
2) En el servicio de buffet, se deben mantener las temperaturas de seguridad recién señaladas, para lograrlo se debe
verificar las condiciones de funcionamiento de los mecheros antes de utilizarlos en el evento.
3) Los alimentos fríos como cremas, quesos, aderezos, carnes frías, salsas, etc. deben mantenerse a 4 º C o menos.
4) Las manos y dedos no deben tocar nunca las superficies que vayan a tener contacto con el alimento o con la boca del
cliente.
5) en esta etapa son fundamental los buenos hábitos higiénicos y presentación personal de los empleados.
Aseguramiento de Calidad
Todas aquellas acciones planificadas y sistemáticas necesarias para proporcionar la confianza adecuada de que un
producto o servicio satisface los requisitos de calidad establecidos.
En la actualidad el reto es la producción de alimentos sanos y seguros.
Reglamentación Vigente
El RSACH es un Decreto que establece las condiciones sanitarias a que deberá ceñirse la producción, elaboración,
almacenamiento, distribución, venta, importación, envase de alimentos para el uso humano, con el objeto de proteger la
salud y nutrición de la población y garantizar el suministro de productos sanos e inocuos.
• Título preliminar
• Título I: Principios generales de higiene de los alimentos
• Título II: De los alimentos
• Título III: De los aditivos alimentarios
• Título IV: De los contaminantes y residuos
• Título V: De los criterios microbiológicos
• Título VI: De la irradiación de alimentos
• Título VII: De la congelación de los alimentos
• Título VIII: De la leche y productos lácteos
• Título IX: De los helados y mezclas de helados
• Título X: De las grasas y aceites comestibles
• Título XI: De los alimentos cárneos
• Título XII: De los pescados
• Título XIII: De los mariscos
• Título XIV: De los huevos
• Título XV: De los alimentos farináceos
• Título XVI: De las levaduras de panificación y de los agentes leudantes
• Título XVII: De los azúcares y de la miel
• Título XVIII: De los productos de confitería y similares
Sistema de análisis de peligros y de puntos críticos de control (HACCP) – Directrices para su aplicación.
Esta norma se estudió para especificar los principios y requisitos aplicables a las empresas de la industria alimentaria
que implementen un sistema HACCP.
HACCP
El Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point) es un sistema
preventivo de control de los alimentos que pretende garantizar la seguridad de los mismos. Abarca todas las áreas de la
higiene, es decir, instalaciones, personal y proceso de una forma sistemática, de manera que no se deja nada que sea
esencial. Recalca la relación directa entre higiene y sanidad del producto.
Es una forma de conseguir una producción higiénica de alimentos previniendo sus problemas. No incluye la calidad del
producto.
Se evalúan los peligros del proceso de producción y sus riesgos relativos. Después se establecen los procedimientos de
control y verificación para mantener la elaboración de un producto aceptable higiénicamente, controlando para ello las
etapas claves del proceso de producción en las que se hayan identificado peligros.
La implementación del plan HACCP constituye un mecanismo que asegura que se mantiene en todo momento la
seguridad del producto.
Objetivos:
Producción de alimentos y la distribución de comidas preparadas con estándares de higiene altos.
Medio de asegurar la calidad de la producción alimentaria aceptado internacionalmente.
Ayuda a los fabricantes de alimentos a identificar los aspectos claves de sus procesos de elaboración y a
controlar la carga microbiana del producto final, mediante una técnica preventiva y no mediante el
procedimiento tradicional del análisis del producto final.
Para implementar el sistema HACCP en cualquier establecimiento gastronómico es necesario cumplir con ciertos Pre-
Requisitos, es decir procedimientos y prácticas que controlan las condiciones operacionales dentro del establecimiento
de alimentos y son la base para la aplicación de sistemas de aseguramiento de la calidad e inocuidad, como HACCP y
de programas de certificación; los que se muestran en figura 4 y que se detallan a continuación:
Dirección Gerencial
Es primordial el compromiso de la gerencia y considerar los siguientes aspectos:
Declaración de políticas de inocuidad
Asignación de recursos
Objetivos:
Estandarizar el procedimiento de alguna operación específica en forma escrita, de tal forma de instruir a los operarios
para realizar dicha actividad.
Propósitos
Especificar:
Define modos de realizar correctamente las operaciones
Entrega información de lo aceptable y no aceptable
Simplificar:
Unificar:
Evita realizar una misma operación de distinta forma.
Incluyen:
Manejo de reclamos de clientes
Seguimiento de los productos (trazabilidad)
Recuperación de productos
Capacitación
Mantención preventiva de equipos e instalaciones
Calibración de equipos e instrumentos
Control de procesos
Control de proveedores
Control de registros
Transporte.
Objetivos:
Prevenir la contaminación por microorganismos.
Prevenir contaminación microbiológica, química y/o física
Permitir el monitoreo y verificación de aspectos de las BPM (que son necesarios para controlar en forma
permanente la inocuidad de los alimentos)
Incluyen:
Limpieza y desinfección
Disposición desechos
Aspectos del personal
Suministro agua/hielo
Manejo químicos
MIP, manejo integrado de plagas
Una vez cubierto el 100% del programa de Pre-Requisitos se puede implementar el HACCP.
Un sistema HACCP se concentra en identificar los puntos específicos dentro del recorrido de los alimentos por la
operación que son esenciales para prevenir, eliminar o reducir los peligros biológicos, químicos y físicos a niveles
aceptables.
Ejemplo:
Medida de Control: controlar proliferación a lo largo del proceso, a través del control del tiempo que permanecen los
ingredientes, productos intermedios y finales a temperaturas que permitan el crecimiento de los microorganismos
Para obtener un producto alimenticio seguro con recuentos microbianos y concentraciones de toxinas despreciables
deben establecerse tres principios de control fundamentales:
Prevenir la contaminación microbiana de los alimentos con medidas de protección higiénicas, entre las que se
incluyen el examen de los ingredientes, de los locales, del equipo y los protocolos de limpieza y desinfección
general y del proceso.
Eliminar cualquier microorganismo productor de toxiinfecciones alimentarias. Ejemplo por empleo tiempo
temperatura de procesado necesarios.
Estos controles son fundamentales para el HACCP y se alcanzan en 7 fases o principios. Estos principios han sido
establecidos por la Comisión del Codex Alimentarius (1993) y por el Comité Nacional Asesor de Criterios Microbiológicos
de los Alimentos (NACMCF, 1992)
Principio 1:
Establecimiento del análisis de peligros. Se prepara una lista de las fases del proceso en las que hay peligros
significativos y se describen las medidas preventivas. Se establecerá un diagrama de flujo del proceso en el que se
identifiquen los riesgos o peligros.
Principio 2:
Identificar los puntos de control críticos del proceso PCC. El equipo de HACCP debe identificar las etapas del
proceso de producción que son esenciales para eliminar o reducir significativamente los peligros encontrados en el
principio 1.
Estos PCC se establecen mediante árboles de decisión.
Un PCC debe ser un procedimiento cuantificable que establezca los límites y el control que deben conseguirse en los
principio 3 y 4.
Principio 3:
Establecer los límites críticos de las medidas preventivas que corresponden a cada PCC identificado. Los límites
críticos marcan la diferencia entre producto seguro o inseguro en los PCC. Tienen que incluir un parámetro medible.
Principio 5:
Establecer las acciones correctoras que deben tomarse cuando el control indique una desviación del límite crítico
establecido.
Principio 6:
Establecer procedimientos de verificación encaminados a confirmar que el sistema HACCP funciona correctamente.
Principio 7:
Crear el sistema de documentación relativo a todos los procedimientos y registros apropiados para estos principios y su
aplicación. . Deben conservarse los registros para demostrar una elaboración segura del producto y la toma de
decisiones apropiadas ante cualquier desviación de los límites críticos.
Donde:
Punto Crítico de Control (PCC): subsistemas en el seno del proceso de producción/servicio de alimentos en los que la
pérdida de control provocaría un peligro inaceptable de enfermedad transmitida por alimentos.
Límites Críticos: son los criterios que deben cumplirse en toda medida preventiva de un PCC. Deben ser medibles en
tiempo real y por tanto son parámetros físicos y químicos. La determinación microbiana es demasiado lenta para
utilizarla en la estimación de un PCC.
6
Verificar que el sistema funcione:
Ejemplo: Verificar que el plan está
funcionando como se pretende, analizando y
revisando los registros.
Se identifican las operaciones del proceso de elaboración de pollo asado y se estudian en detalle todos los aspectos
relacionados. Luego se confecciona un diagrama de flujo general del proceso, tal como se ve en la figura 6.
En éste se indica:
i. Temperaturas de procesado/almacenamiento
ii. Tiempos de procesado/almacenamiento
iii. Vías probables de contaminación; y
iv. Oportunidades probables para el crecimiento bacteriano
Identificación de PCC
Se examinada cada etapa del proceso planteándose la siguiente pregunta: ¿cuál sería el resultado de la pérdida de
control del proceso en este punto? Un punto crítico de control PCC, es aquél en el que la pérdida de control
acarrearía consecuencias inaceptables. En la figura 6, un cocinado a menos de 180 º C (temperatura del horno) puede
permitir que sobrevivan gérmenes de salmonella en el pollo.
Vigilancia
La vigilancia constante y el control de los PCC son muy importantes para que no hayan desviaciones en tales controles.
En la mayoría de los casos, la inspección visual es adecuada para la vigilancia de los estándares de higiene, la
contaminación se determinará usando técnicas de análisis microbiológico, etc.
Existirá un sistema de informe de tal manera que pueda ser reconocido un fallo en un PCC en el momento de la
comprobación y, si es necesario, rechazar la partida de producto terminado. Dichos sistemas dependerán generalmente
de una documentación eficaz de los PCC. En el ejemplo, la vigilancia se realiza en el primer caso con un termómetro que
demuestre la temperatura del horno y en el segundo caso con termómetro y reloj para medir tiempo y temperatura a
cumplir según receta.
COMPRA
Comprobar la calidad
ALMACENAMIENTO
No más de 28 días a -18°C
DESCONGELACIÓN
dentro del refrigerador
(comprobra T interna)
RECORTE
Contaminación por las
manos del manipulador
PCC COCINADO
180°C (tiempo/Temperatura
según receta)
BPM
HIGIENE
PERSONAL
REPARTO
Limpieza de las manos del
manipulador
LAVADO
DE PLATOS
BPM
SERVICIO
Utensilios limpios,
Marisco crudo (moluscos): Ostras, almejas han sido identificadas frecuentemente como el vehículo de brotes de
enfermedades transmitidas por alimentos. (ej, hepatitis, gastroenteritis por el virus Norwalk, fiebre tifoidea, cólera y
gastroenteritis por vibrio spp)
Las operaciones que se realizan en el servicio de estos alimentos se muestran en figura 7son:
PCC
Adquisición y recepción (*)
Servicio
donde:
o, punto de contaminación poco importante
*, punto de contaminación importante
PCC es un punto crítico de control
Especificación:
Punto de contaminación importante porque las materias primas tienen distintos gérmenes y se puede así causar
contaminación cruzada.
Control:
El marisco será adquirido a proveedores fiables.
Al recibirlo, su T será la correspondiente a la refrigeración
Sin presentar signos manifiestos de alteración y estar vivos
Vigilancia:
Confirmar que el proveedor del marisco es digno de confianza
Especificación:
Las materias primas por ser alimentos de alto riesgo deben ser almacenadas a temperatura de refrigeración para su
conservación óptima.
Control:
Mantener la temperatura próxima de 0ºC
Realizar la rotación de existencia, de forma que se de salida primero al producto que llegó antes.
Vigilancia:
Medir la temperatura de la cámara frigorífica
Observar la rotación de las existencias
Es un punto probable de contaminación ya que existe manipulación de por medio, pero se puede controlar con buenas
prácticas de manipulación GMP.
Especificación:
En este proceso, el marisco se abre apalancando con un cuchillo y puede contaminarse:
Por las manos del manipulador
Por el cuchillo
Los microorganismos presentes en las valvas pueden ser transferidas a la carne
Especificación:
Los mariscos han sido sometidos a manipulación y además han sido retiradas una o ambas valvas las que los protegen
del medio contaminante por lo cual deben ser conservadas a temperaturas apropiadas.
Control:
Si los moluscos desprovistos de una de sus valvas no se sirven inmediatamente, serán mantenidos en hielo
procedente de agua potable.
El producto carente de sus 2 valvas se mantendrá en recipientes introducidos en hielo picado.
Vigilancia
Inspección visual
Especificación:
Cuando se sirve marisco con una de sus valvas, es mínimo el riesgo de contaminación
Suele tocarse la valva no el cuerpo del molusco
Se debe controlar minuciosamente las GMP asociadas al manipulador.
Forsythe S. y Hayes P. (2002): ―Higiene de los Alimentos, Microbiología y HACCP‖. España, Zaragoza: Editorial Acribia,
S.A.
Hazelwood D. y McLean A. (1994): ―Curso de Higiene Para Manipuladores de Alimentos‖. España, Zaragoza: Editorial
Acribia, S.A.
Johns N. (2000): ―Higiene de los Alimentos: Directrices para Profesionales de Hostelería, Restauración y Catering‖.
España, Zaragoza: Editorial Acribia, S.A.
Moreno B. (1991): ―El Sistema de Análisis de Risgos y Puntos Críticos. Su Aplicación a las industrias de Alimentos‖.
CMSF, The International Commission on Microbiological Specifications for Foods of the International Union of
Microbiological Societies. España, Zaragoza: Editorial Acribia, S.A.
Mortimore S. y Wallance C. (2001): ―HACCP Enfoque Práctico‖. España, Zaragoza: Editorial Acribia, S.A.