Armonía a cuatro partes

Una gran parte del estudio de la armonía tiene que ver con los principios de la

realización a cuatro partes o “voces”, aunque este último término no significa

necesariamente que las partes sean cantadas, sino que, para determinar las cuatro partes,

nos referiremos a ellas según las cuatro voces del canto: soprano, alto, tenor y bajo.

Duplicación

Ya que la tríada contiene solo tres notas, resulta evidente que necesitamos otra para

la armonía a cuatro partes, en estado fundamental, la cuarta nota es normalmente una

duplicación de la tónica una o dos octavas más arriba, incluso al unísono, siendo la

duplicación de la fundamental la más usual, sin embargo y bajo ciertas reglas se puede

llegar a duplicar la tercera y la quinta.

La disposición (orden, distribución) más común de un acorde, tiende a situar los

intervalos amplios en la parte inferior y los más pequeños en la superior, evitando

intervalos mayores a una octava a excepción entre tenor y bajo.

MIDE. Carlos Rodríguez

Posición cerrada y abierta

Se denomina posición cerrada, cuando las tres voces superiores se encuentran dentro

del ámbito de una octava, por el contrario, si existe un intervalo mayor a una octava

entre soprano y tenor, la denominaremos como posición abierta.

Partiendo desde una nota dada en la soprano, el alto dispondrá de la nota inmediata

del acorde, si es que se desea la posición cerrada, de lo contrario ocupará la siguiente

por debajo, al tenor le corresponde la única nota libre ya que el bajo estará en estado

fundamental.

La elección de una disposición u otra, va a depender siempre del movimiento

melódico de la voz superior, ya que si la soprano se encuentra en un registro muy

agudo, una disposición cerrada corre el riesgo de que alto y tenor queden a una altura

fuera de rango, en todo caso convendría una disposición abierta. Lo ideal siempre es

construir un acorde bien equilibrado, donde todas las voces se encuentren en su registro

correspondiente.

MIDE. Carlos Rodríguez