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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Psicología

Materia: Tasmi II
Trabajos pendientes

Nombre: Miguel Angel Salazar Treviño


Grupo: 007 Aula: 216

Monterrey N. L. a 21 de noviembre de 2019


Reinserción social ¿Cómo entendemos la Reinserción Social?
Es entendida como un proceso sistemático de acciones orientado a favorecer la
integración a la sociedad de una persona que ha sido condenada por infringir la
ley penal. Buscan abordar la mayor cantidad de factores que han contribuido al
involucramiento de una persona en la actividad delictiva, con el objetivo de
disminuir sus probabilidades de reincidencia y promover el cambio hacia
conductas prosociales.
La reinserción social como proceso se inicia durante el periodo de cumplimiento
de una condena, y continúa cuando la persona retorna a su vida en la comunidad.
Se caracteriza por el desarrollo de competencias en el ámbito individual, social y
laboral; y por el fortalecimiento de los aspectos protectores que facilitan la
integración a la sociedad.
Ejes de la reinserción social
Alianzas público – privadas para el fortalecimiento de la reinserción. Entendiendo
que la reinserción social y la reincidencia deben ser abordadas desde una
perspectiva integral, se requiere que no solo el Estado promueva espacios de
reintegración social y laboral, sino que adicionalmente es necesaria la
participación del sector privado y la sociedad civil, junto con promover la
intersectorialidad y la coordinación con otros actores públicos.
El respeto y garantía a los derechos humanos. Los derechos humanos se
fundamentan en el reconocimiento de la dignidad de todas las personas y el
respeto y garantía de sus derechos. Cuando se trata de personas que se
encuentran en una especial situación de vulnerabilidad, por ejemplo, por sus
condiciones de vida al interior de recintos penales, el Estado debe tomar medidas
especiales para resguardas los derechos fundamentales de ellos.
Condiciones de vida dignas. El que una persona haya sido condenada a una pena
no la excluye de su dignidad y del ejercicio de derechos –salvo los limitados en la
condena-. Para ello es necesario contar con una infraestructura adecuada, buenas
condiciones de habitabilidad y espacios menos violentos, todas condiciones que
apuntan a que los internos e internas cumplan sus sanciones en espacios que
realmente posibiliten la reinserción social.
Reinserción social desde un enfoque local. El apoyo postpenitenciario es
fundamental en el proceso de integración en la comunidad de las personas que
han cometido delito. En este proceso son importantes los esfuerzos del gobierno
central y los privados, pero además es sustantivo el apoyo de los gobiernos
locales, ya que es en el municipio donde el Estado ofrece la mayor gama de
prestaciones y servicios sociales, y es por tanto, un espacio fundamental para que
quienes hayan cometido delito se integren a la sociedad vía el acceso a estas
prestaciones.
Violencia en el noviazgo

La violencia en el noviazgo puede ser


física o emocional:
Las parejas violentas pueden ser tanto los chicos como las chicas. Por lo general tienen un
temperamento explosivo, son celosos, desdeñan a su pareja, aíslan a su pareja de sus
amigos y familiares, hacen acusaciones falsas, sufren cambios de humor, suelen ser
posesivos o mandones y presionan a su pareja para que haga cosas en contra de su
voluntad.

Los medios sociales pueden complicar la situación


Las parejas celosas pueden mandar mensajes de texto, llamar o enviar correos electrónicos
constantemente o pedirle a su pareja que les de las contraseñas y mirar por encima de su
hombro para ver quién envía mensajes. Una encuesta reveló que más de uno de cada tres
estudiantes de la escuela media han sido víctimas de este tipo de violencia psicológica en el
noviazgo.

Los adolescentes que son víctimas de la violencia en el noviazgo tienen más probabilidad
de tener problemas en la escuela, de abusar de sustancias, de sufrir depresión y experiencias
sociales negativas, de acuerdo con un estudio de investigación reciente. Los patrones de la
violencia en el noviazgo por lo general se inician temprano.

Lo que los padres pueden hacer:


La AAP urge a los padres a que  hablen con sus niños sobre las relaciones sanas en la
escuela media, antes de que empiecen los noviazgos. Esto es de particular importancia para
los pre-adolescentes que viven en su casa íntimamente la violencia entre parejas. Estos
niños tienen un riesgo mayor de involucrarse en actos de abuso y de ser traumatizados en
sus propias relaciones, de acuerdo con la AAP.

Los padres pueden desempeñar un papel importante en la prevención siendo modelos


positivos. Cuando los niños saben lo que es una relación sana, tienen menos probabilidad
de aceptar la violencia en el noviazgo y muy probablemente tener actitudes positivas hacia
la igualdad de género, de acuerdo con un estudio de investigación reciente. Las relaciones
sanas entre padres e hijos también pueden conducir a una mayor satisfacción en las
relaciones románticas.

Señales de una relación sana:


 Respetarse el uno al otro
 Saber que cada uno contribuye a que el otro sea una mejor persona
 Compartir intereses comunes, pero tener también otras actividades y amigos fuera de la
relación
 Resolver los desacuerdos de manera pacífica, con respeto
Violencia Familiar
La violencia familiar o doméstica es un tipo de abuso que se presenta cuando uno
de los integrantes de la familia incurre, de manera deliberada, en maltratos a nivel
físico o emocional hacia otro.
La violencia familiar ocurre generalmente en el entorno doméstico, aunque
también pueden darse en otro tipo de lugares, siempre y cuando se encuentren
involucradas a dos personas emparentadas por consanguinidad o afinidad.
En las situaciones de violencia familiar existen dos roles, uno activo,
del maltratador, y otro pasivo, de quien sufre el maltrato. El maltratador suele ser
una persona que impone su autoridad, fuerza física o poder para abusar sobre
otro miembro de su familia.
Los abusos, por lo general, están constituidos por agresiones
físicas, imposiciones o malos tratos, y pueden ocasionar daños físicos, como
hematomas o fracturas óseas, o psíquicos, como depresión, ansiedad, baja
autoestima o aislamiento social.
Como tal, está catalogada como un problema de salud pública y, en
consecuencia, requiere políticas, programas y campañas emanadas de los
organismos competentes para prevenir y concientizar a la población sobre las
consecuencias de la violencia intrafamiliar.
Tipos de violencia familiar
Violencia física
La violencia física es aquella donde un individuo se impone a otro por el uso de la
fuerza, infringiéndole daños corporales leves, que no requieren atención médica, u
otros más graves, como fracturas óseas, hematomas, hemorragias, quemaduras,
etc. Es un tipo de violencia muy grave, ya que atenta contra la integridad física de
la persona y en casos extremos puede conducir a la muerte.
Violencia emocional
La violencia emocional implica una serie de conductas que pueden incluir el
maltrato verbal, el abandono, el rechazo, la intimidación, el chantaje, la
manipulación o el aislamiento. Por lo general, la víctima es sometida a fuertes
regímenes de humillación, insultos o descalificación, afectando su autoestima y su
autoconfianza, y generando comportamientos depresivos.
Violencia sexual
La violencia sexual ocurre cuando una persona es forzada a tener, contra su
voluntad, cualquier tipo de contacto o relación sexual. Se manifiesta a través del
acoso, el abuso, la violación o el incesto. Este tipo de agresión es muy grave, pues
perjudica fuertemente la estabilidad emocional de quien la padece.
Co dependencia emocional
La codependencia o dependencia emocional hace referencia al trastorno de la personalidad
que padecen aquellos individuos que organizan o vinculan su comportamiento entorno a
otra persona, llegando incluso a alcanzar límites patológicos. Esta situación establece un
círculo vicioso que puede causar una gran infelicidad en la persona dependiente.

Características de la codependencia emocional


Si bien es cierto que la codependencia emocional más conocida es aquélla
que se da en las relaciones de pareja, también puede existir dependencia en
relaciones familiares, de amistad, de compañeros… En definitiva, siempre que
haya un vínculo de afecto y cercanía con la otra persona. 

¿Cómo identificar la dependencia emocional?


Las personas que padecen codependencia emocional viven con miedo a
ser rechazadas y suelen preocuparse en exceso por complacer a quienes
les rodean, puesto que se sienten responsables de la felicidad de los
demás y con la obligación de contentarles. Por este motivo, rara vez
expresan sus preferencias o presentan su disconformidad ante algo.

Con frecuencia, las personas con dependencia emocional suelen presentar los
siguientes rasgos y trastornos:  

 Baja autoestima
 Miedo al abandono y la soledad.
 Dificultad para tomar de decisiones.
 Comportamiento sexual reprimido e inseguro.
 Trastornos depresivos.
 Trastornos alimentarios compulsivos, como la anorexia y la bulimia.
 Sentimiento de insatisfacción permanente.

Psicoterapia
Tras la finalización (indeseada) de una relación, es importante que la persona
con codependencia emocional busque ayuda para aliviar los síntomas de
dolor o “abstinencia” a través de la psicoterapia.

El refuerzo de la autoestima y la autonomía, así como la reversión de las creencias


erróneas del paciente sobre sí mismo y sobre sus relaciones deben estar en el
epicentro de la terapia.  La liberación de la codependencia emocional implica un
cambio en las prioridades de la persona dependiente, ya que ésta aprende a
valorarse y respetarse más a sí misma. Esto modifica radicalmente el tipo de
relaciones que establece con aquéllos que le rodean. Esta situación responde a la
afirmación de que para respetar a los demás y ser respetado, primero te tienes que
respetar a ti mismo. 

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