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6. CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO. AVANCES DE INVESTIGACION SOBRE PROYECTOS DE INNOVACION EDUCATIVA Lidia M. Fernandez INTRODUCCION En los términos genéricos de una primera aproximacién, la ilabra “crisis” ubicada en el campo de lo institucional alude sin duda las condiciones 0 caracteristicas de una situacidn de excepcién en el anscurrir de la vida social. El planteo de su status como nocién —por consiguiente, medio e strumento- para el andlisis de materiales que se consideran produc- de ese transcurrir se hace en general con la intenci6n de aclar: en lo fenomenoldgico, la indole de los hechos que se pueden codi- ficar como crisis y en ellos las relaciones que los ubican en posi- cién de antecedentes, micleo dramatico y consecuentes; en lo referencial tedrico, el conjunto de conceptos con los que se procura dar cuenta del movimiento institucional, y dentro de ellos el papel o la funcién que puede jugar la nocién de crisis; en lo referencial técnico, el conjunto de principios que pueden orientar el uso de esta noci6n al decidir el diagnéstico y desde él la intervencidn, y aquellos que permiten alertar sobre sus riesgos. Por supuesto, la tematica es muy amplia y excede el espacio de te trabajo. Sin embargo, es lo suficientemente importante en el campo tual de la educacién como para intentar el planteo de algunas cues- ones que parecen cruciales. Es un momento en el que —en condiciones de un cambio estructu- 1 global que provoca la extensién y el aumento de la pobreza, la PENSANDO LAS INSTITUCIONES entonces los embates de to- dias las formas de recuperacién, desde la destruccién por interrupeién hasta el cambio de signo por coptacisn En estos tiltimos altos hemos las vicisitudes en las que se verin €n los casos en que efectivamente institucionales, latigidizacién y adecuada com- GRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO. 18s Por afiadidura, una infeliz difusién de la psicologfa social en as- Pectos banalizados del trabajo grupal ha provocado la intensificacién reactiva a estos enfoques. La critica oficial actual a la escuela como el “lugar donde se ha producido un vaciamiento de contenidos” junto a esa reaccién ha levado a muchos a suponer una relacién causal entre a mirada a las dimensiones psicosociales peor si la mirada se hace desde el psicoandlisis~ y la desatenci6n al tema de los contenidos, Asf se ha aumentado con efectos fuertemente dafinos la omisién de a que hablo." En muchas ocasiones se hacen intentos de preparacién —a veces haciendo fuertes inversiones en capacitacién y sensibitizacién~ pero ¢l andlisis muestra que las caracteristicas y las dinamicas de la misma, innovacién en sus dimensiones institucionales permanecen sin consi derar, o son consideradas en un nivel de simplificacién casi absurda.? Las mas de las veces quedan en un paquete confuso de cosas envuel- {as en concepciones implicitas: “Son temas de los que mejor no ha- blar porque no se van a entender”, “an a provocar miedo” o “van a conmover la fe en la propuesta”. El aspecto més diffcilmente incluido en los andlisis es la indole critica de las condiciones en que debe insertarse la innovacién y los efectos de intensificacién que ésta va a provocar, sobre todo si efec. tivamente esta planteando cambios en componentes institucionales de las propuestas vigentes. Es mi intencién ofrecer en este trabajo un material que colabore con el pensamiento sobre estos asuntos. Como ya lo he reiterado en ‘muchos otros, es demasiado alto hoy el sufrimiento institucional en los espacios educativos para que, por imprudencia o desestimacién de a complejidad, agreguemos suftimiento innecesario. |. Probablemente se trata de explicaciones parcialmente vies para entender ciertos fenémenos, pero que, tal como han sido usadas, pecan de simplficadoras, favore ciendo la diffcultad para devela el conjunto de determinantes que concurren a ellos ¥ terminan factitando su mis acabado encubrimiento. Todas las explicaciones uss, {as desde los centros de por téznico y académico (mucho més cuando surgen de figuras con ambos poderes) producen efectos de este tipo. Reslta indispensable que «sias explicaciones sean puestas en cuestién para develar su uso y sus efectos 9 Permiti un avance real en el andliss de los problemas que nos preocupan, 2. Gran parte de esta inadmisible simpliticacién se hace en nombre de “facliar 8 las personas la comprensién de ta teoria” o aluidiendo a la “inconveniencia" o wplicabilidad” de ciertostipos de andliss, Wo PENSANDO LAS INSTITUCIONES He tenido oportunidad de acompafiar desde 1984— varios proyec- {0s genuiinamente innovadores, y desde el lugar de consultor externa ine ¥icxigida a sostener ~en muy dificiles circunstancias— un espacio Iiberado para pensar y en él, a introducir herramientas que aumenta, fan la lucidez eritica del pensamiento y lo hicieran orientador de la accion colectiva; ambas, tareas profundamente complejas, 5 dar cuenta de la experiencia de estos grupos requiere un trabajo imdis extenso que aquel en el que estoy comprometida, También lo 08 cl detalle del encuadre y las estrategias de trabajo utilizadas en cada oportunidad y la evaluacién de su potencial de elucida ci6n. Sin embargo, algunos resultados de avance de e den ser itiles ahora Atenigndome al marco que fija el tema y su presentacién tal como ‘se enuncia al principio y con ese propésito, voy a describir algunos ‘asgos recurrentes en el surgimiento y la puesta en marcha de proyec- {os que dentro del sistema procuran instalar formas institucionales alternativas, He organizado el trabajo en tres apartados. El primero estd destic nado a presentar muy sintéticamente el concepto de crisis en algunas nolas de su evolucién y estado que me parecen de interés; a plantear algunas ideas sobre fendmenos de crisis en los espacios educativos también algunos ras '20s de contexto que permiten significar este tipo de proyecto. El segundo, el mas extenso, dedicado a presentar avances del and lisis de casos® desde esta perspectiva, El tercero, por tltimo, ubicado para dar lugar a algunas reflexiones de indole metodolégica y al plan. {eo de algunos interrogantes que creo que merecen la pena, ‘Ha sido un esfuerzo importante para mi decidirme a presentar es- {as ideas, puesto que sin un avance mayor en los anzlisis en los que estoy trabajando las circunstancias actuales reclaman de los investi. adores e1 méximo de disponibilidad para dar a conocer su trabajo, aun provisional y siempre inacabado, cin y anima- fe trabajo pue~ ww? CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO sfuerz0 con No podemos hacer menos, por otra parte frente ale a nt 2 s iversida s ue tantos grupos en muesto pas, a peste de Ia aversidad y a veoes S5t0 con coraje,estin logrando para sus aluranos que el s6lo e ie, es para viven sea efectivamente mejor: = “Mpa todos los centros educativos que conforman a fente de tos ara est trabajo a pesar de vicsitudes¢ interrapeiones han sucedido Stan soeseno experiencia que merecen ser cnocds En tos ellos hay gente que debiera ser escuchada. ¥ son, segu . pocos de los que existen. PLANTEO CONCEPTUAL i i juicos La nocién de crisis y los acontecimientos sociales y psig a: ie la Real Del an erste y del ee arid a Ra sano un eam cousiertbe'y ttm cine lenin on un cnbio conse y bo {etvrable yo adver ques cesta en ua enfemelad Tani Soe! nmeto cumin aco en negocio grave como Tr pal Hac Sepa ON eta HE decisién 0 juicio hecho : Saeed ‘ El término proviene del campo de la medicina y serait mera vez en el Tratado hipocrdtico de las enfermedades ta un exacerbamiento o debilitamiento, Seana Ae ae i el Ral eo cage cep sve waved del uso que hace Tucidides en su relato de he gue? ae ree 1eso, y con é1 la historia, hasta entonces narrada como ae ol ane ter el detalle de bechos en los que el histor wiecinier vi ‘| conocimiento sobre estos asumtos, S ira el cual espero que la presente conceptualizacin si sons ‘Behe Ea cs ve forma ms de devoloin eect dea wh PENSANDO LAS INSTITUCIONES. nora del médico~ pone un orden, encuentra antecedentes y conse- ‘uentes, halla puntos cruciales en los que los acontecimientos cam- bian de signo (Starn, 1979), | avance produce, entonces, un cambio sustantivo que s6lo va a ser retomado francamente en el siglo XIX, pero Tucfdides agrega a él ‘tro mérito que lo emparienta ~sin saberlo- con el anilisis institucio- nal Gustador del relato dramatizado propio de los historiadores ante- riores ~en realidad, casi poetas— Tucfdides ubica en é1 las situaciones que considera crisis dandoles la jerarqufa de puntos clave del aconte- cer en los que se iluminaba la importancia, la signifieacién, de hom- bres y acontecimientos, y en los que se dirimia se resolvia el con- flicto entre fuerza antag6nicas (provenientes de fenémenos, perso- nas, grupos, pueblos). A Io largo de la historia, el término parece haber pasado largos petiodos de olvido, junto a largos perfodos de utilizacién generaliza- da ¢ inespecifica. De todos modos y en todos los campos ~el del litigio juridico, el del conflicto bético, el de la lucha entre la enferme- dad y ia salud-, el término es utilizado para designar la intensidad de ‘unos acontecimientos en los que se produce un cambio cualitativo de 1a situaci6n preexistente. Se trata en todos sus usos de un concepto con el que se procura dar cuenta de un tipo de fenémenos vinculados al movimiento, acudiendo a un tipo de racionaliiad que se encuentra cn el andlisis de los hechos mismos, El estudioso abandona con él la cexplicacién magica, mitica o religiosa y ala manera del médico busca Ja raz6n de los hechos, poniendo en ellos un orden temporal que le resulta sugerente. Después de las miltiples restricciones y ampliaciones que impone cl transcurri hist6rico a la nocién, en la actualidad, dice Morin (1979), hos enffentamos a un concepio molar que alude a un conjunto de nociones: + lanocién de perturbaci6n y ausencia de soluci6n: se trata de acon- tecimientos, accidentes o anomalfas externos que producen la so- brecarga del sujeto y lo enfrentan a situaciones que no puede re- solver con las pautas habituales; Ia idea de desorden e incertidumbre asociada a pardlisis: rewoce- den la estabilidad, las restricciones, los determinismos y avanzan la inestabilidad, el desorden, la incertidumbre. CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO 189 + la idea de bloqueo y desbloqueo: quedan bloqueados los mecanis- ‘mos que controlan los desvios y, en cambio, se destraban las res- {riceiones sobre los componentes y procesos constituyentes del sistema: aumentan las desviaciones, las caracteristicas polémicas, Tos dobles vinculos. Se desencadenan movimientos de investiga- cin y ereacién, pero también se genera gran cantidad de produc cién mitica e imaginaria investida de poder de solucién; + la nocién de transformacién: la accién ordenada est reprimida y hay condiciones favorables para la novedad; + la nocién de contradiccién y paradoja: ta crisis lleva en sf al mis- ‘mo tiempo el potencial del retomno al statu quo; el potencial de la desintegracién del sistema y el potencial del cambio. Dentro del campo de las ciencia sociales, y atendiendo a la nec: dad de dar cuenta de fenémenos vinculados a diferentes formas y amplitudes del movimiento o la dindmica social, la nocién de crisis parece concentrar: «+ significados ligados a las ideas de perturbacién; conmocién, ines tabilidad, agudizacién de tensiones, exacerbacion; «+ significados igados a la elucidacién, develacién, desocultamiento descubrimiento; + significados ligados a las ideas de transforma de lo viejo, salto cualitativo, progreso. Gn, sacudimiento Las posturas erfticas seftalan la presencia latente de una ilusion en el uso del término. Corresponderia a la ligaz6n que se establece cnire Ia idea de crisis y Ia idea de mejorfa, cuando se retoman los aantiguos sentidos médicos del término y se adopta Ia concepci6n de Gque la crisis precipita la muerte de los elementos enfermos ¥ Por Consiguiente salva la salud, favorece 1a innovacién y posiblita el crecimiento. Parece existir actualmente un acuerdo: aunque ambigua, la nocién posee un valor operative. Sin embargo, con respecto aeste valor ha bria dos posiciones: Para unos: «Ja nocién permite un avance elinico: : © ayuda a organizar los materiales historicos de un modo dinmico: 10 PENSANDO LAS INSTITUCIONES permite dar cuenta de las, le las perturbaciones 6 ora Ps ‘ones en relacién con el cambio. supone la existencia de “no dichos” y su posible develacién; permite identificar bifurc reaciones que cambii “pas ies que cambian el sentido de los ‘umenta la capacidad de prediccién, Para otros: 1a nociéi 1a nocign Bropone un esquema interpretativo que ubica los deter lc la perturbacién en el interior de los procesos: oculta Jas causas externas que operan fragmentando los espacios mas. que of fr igmentando Los espa eneubre que el poder se vale de Ia generacién de crisis para a de cris Dentro del cam; r campo de las ciencias psicol6gicas el térmi b Des aa icol6gicas el término sealant de ic dsrgatiants gt art: conn ci ipo social producen sobre k cioaalic ta ‘ 1 sobre la vida de los sujetos. wee Ease Gonsderacin de las acepciones con que la Encl 1% lia Internacional de Ciencias Sociales (Robi acter e dl ‘obinson, 1968) cara el término serviré para precisar esta significacién: Cuno punto de bifurcacion e in en una secuencia de acontecimientos situacién que mueve a a acciGn meal situacién que amenaza : naza la consecucién de fi situacién decisiva; Daun oo sito eu ea eonvergencia de acont sini estate acontecimientos; situacidn qu trainer la vac de as situaciones yl ulaciOn de reacciones posibles; pol situacion que red 4 situacin qe reduce I regulrdad de acomtcinietos ets ue exaspera sentimientos de urgencia, estrés, angusta situacién en la que no se cuenta con inform: pa no se cuenta on informacién adecuada para Pvaepe situaci6n en la que hay aun 6 pci \y aumento de presién sobre los partici- situacién en sitwacin en Ia que se modiican las relaciones entre par cidn en la que aumentan la tensiones. aie CORISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO wi El listado muestra que en la totalidad de las acepciones se alude circunstancias excepcionales 0 que se han apartado de 1a regularidad de los hechos, y que en por Jo menos cuatro de elas se hace referen~ ‘Gia directa a la forma en que los sujetos viven estas circunstancias. En fesos casos Ia cualidad de la vivencia la vincula a tensién, desorgani- yacin del comportamiento, angustia, incertidumbre, dificultad para ‘anticipar, amenaza en los proyectos. S6lo en un caso (situacion que nueve a la acci6n) el impacto que se enuncia tiene un valor newtro. El empleo de 1a nocién, cuando se inserta en Ia explicaci6n del comportamiento de las personas, se hace para dar cuenta de algtin estado particular de quiebra o ruptura en Ia capacidad de organizat ta relacién con el medio. Es de interés ver esto con mayor detalle; por tee motivo tomaré.las ideas centrales de algunos autores que me re- sultan de particular utiidad, pues permiten adentrarse en la dinamica de los procesos psicosociales que habitualmente quedan designados como eriticos. Sobre 1a base de una diferenciacién entre catdstrofe y crisis, René “Thom sostiene el cardcter subjetivo de la crisis. Mientras la catistrofe ‘es un fenémeno visible, una ruptura, una discontinuidad observable, la crisis, dice, puede permanecer latente 0 disimulada. Bs estéril bus- ‘car su definicién en el nivel morfol6gico: “Ia crisis debe definirse en El nivel de la subjetividad”, pues no existe sino ligada a un ser con Conciencia, Hay erisis, dice Thom, cuando un sujeto sufre un estado Ge debilitamiento aparentemente inmotivado de sus mecanismos de regulacién y percibe ese estado como una amenaza a su existenci ‘Ubicada en el dominio de lo biolégico, la crisis se presenta ya por falta de los objetos necesarios para la vida 0 por abundancia y con seouente necesidad de elegir-, ya por algin tipo de “desmesura en la propia accién” que lleva al sujeto a hacerse consciente de mecanis: nos de regulacién que hasta ese momento le pasaban inadvertidos {un exceso de movimiento que produce taquicardia, por ejemplo), En ote sentido, a crisis tiene siempre un signo benéfico, pues permite al sajeto pecibir sts puntos débiles y buscar mejores adaptaciones ala realidad de su ambiente. “No hay ninguna duda de que la crisis ha desempeiado un papel fundamental en la evolucisn biol6gica (1 para el individuo la crisis es una catéstrofe psfquica que a menudo le permite evitar Ia catéstrofe fisica o fisiolégica que anuncia” (Thom. 1979). ‘Resultante de una pérdida de regulacién y ~por la posibilidad de wm PENSANDO LAS INSTITUCIONES Conelencia~ sefial de alarma que desencadena un movimiento defen= sivor dos nuevos sentidos que se adscriben al término cuando la perse pectiva se centra en el sujeto, Vale preguntarse acerca de esta pérdida en la capacidad de regulae ci6n y sus caracteristicas y condiciones. Lacrisis, dice Kaés (1979) es una experiencia de ruptura en el trans: ‘curso de las cosas, vivida como una quiebra imprevista y masiva de los Iazos que unen al sujeto con sus apoyaturas (el cuerpo, el grupo. sus identiicaciones, el encuadre que recepta sus partes indiferenciadas), En general, aparece como una perturbacién connotada amenazadoramente ~s¢ vive como una muerte~ y en relacién con una conmocién del ame biente. En ella el sueto pierde o ve seriamente comprometida su capac Cidad de simbolizar—por ende, de pensar y se encuentra en un estado de sumisién extrema, de necesidad imperiosa de continencia. La desorganizacién proveniente de la liberacién de aspectos Sineréticos de la personalidad que invaden originando confusién y Pardlisis (Bleger, 1965, 1979) se vincula estrechamente a las caracte- risticas del ambiente, al grado de dindmica de los grupos e institucio. nes que constituyen el continente externo de los sujetos. Algunos casos son ejemplos clasicos dentro de los estudios Psicosociales de estos fenmenos: las vicisitudes de los migrants; las que suften los que son victimas de catéstrofes fisicas 0 sociales y Tas que acaecen en circunstancias en que las normas y los modelos de referencia instituidos sufren modificacién brusca En todos ellos el impacto eritico denuncia el fracaso de los “con- tinentes” sociales (el grupo, la organizacién de pertenencia, las instic tuciones que regulan la vida social). Bl sujeto entra en crisis cuando, dlice Ka&s, estos continentes han dejado de serlo y no proveen a los individuos de soporte y apuntalamiento suficientes, Cuando el continente en que hallamos a los individuos en crisis es Una particular unidad institucional, la incapacidad de tomar en cuenta {a realidad psiquica de los individuos ~de funcionar como espacio de Contencién, conexién y transformacién— se vincula siempre para el mismo autor—a tres tipos de fallas: fas relacionadas con las funciones contractuales que ligan al sujeto con la institucién; las relacionadas won trabas que dificultan la posibitidad de realizar, y realizar bien, la tarea primaria, y las que tienen que ver con la instauracién y el man- tenimiento del espacio psiquico. CRISIS Y DRAMATICA DEL. CAMBIO 193 La institucién ha dejado de ser confiable y los sujetos fink dificultad para restablecer por sf el apuntalamiento de una institucién able” (Kaés, 1979). a euentra al sujet sin us apoyaturashabituaesy sin capardad para organizar su comportamiento en un movimiento de recuperacién q| e permit las. "Fema condetOn de maxima inefension es df de sbrllvar sin que provoquedafosimevesibles. En buena priedelos caso8—y 8 falta de condiciones gemsinas de recuperaién- Tos sujetosdispo- nen de un repertorio de comportamientos-algunos de ellos avala- dos culturalmente~ que sirven para recuperar un cierto gobierno d nina siranién con localiza dechivosemisarioa ea une dean da ene iadas. La introduccién de la sospecha de intenci6n hostil, dice Frew (1979) bipalarza la relacionss cna, oposcion amigoensmigo:y Toga ess efecto, La lcalzacién de Ia angustia el desconcieno, et sufrimiento en defiiiva en alguien o en algo externo provoca un inmediato efecto tranquilzador. Ubicado el supueso causante del ialestar, es posible, rdpidament,diigrhacia la hostilidady ba- cerlo funcionar como depositario de los contenidos que desorgani . sa ol ” ° Conti! arg deans son amos 197 permite procesamiento de los contenidoseniens a un trabajo de duelo y recuperacién (Schlemenson, 1987). En sitesi, parece que ns hallamos frente una nocinuilzadaen pare como herramienta para organiza una serie de hecos seg wna trama de sentidos y determinaciones que el inraiinadooaie ices car, yen parte como concepto cos referenexemprricas sone pari lar nex de relacén y determinacion etre iets acntecinietos Be Udgicos, naturales, sacilesintereubjevosointrasubjetvos la expex rlencia de quit o rapture de a capacidad de un suet. Sr colectivo institucional para seguir regulando su stuacin de vida En exe kimo sentido, in nocién de crisis resulta til para dap cuenta de a poencia de cierto fenémenos sociales qe nose mes tran evidentemente disrptvos como las etistrofes— sobre la capac dad de respuesta organizada de los sujetos. El conocimiento del q io PENSANDO LAS INSTITUCIONES isponemos hoy sobre esos efectos permite llamar la atencién -y por ‘consiguiente anticipar- el desarrollo de proyectos y propuestas con los que se procura responder a condiciones dificiles. Mas atin ~y a la manera de Tucfdides- el relato que de las crisis hacen los que las viven en el espacio de grupos o instituciones opera como un analizador de alto poder. Humina frecuentemente aquellos miicleos draméticos de la trama que los une —unos a otros y a cada uno con su mismidad y el grupo~ constituyendo en términos de Kags parte de las apoyaturas que justifican la pertenencia, Las crisis en los espacios educativos Vengo trabajando desde hace tiempo con una serie de ideas que resumen los que pueden considerarse rasgos idiosincrésicos de las organizaciones de la educacién (Fernéndez, 1992a, 1992b). Se hace necesario puntualizar aqui algunas de ellas, aunque de un modo ultra somero, para precisar el sentido de los apartados que siguen. Las organizaciones de la educaci6n formal, las escuelas, son espa- cios que habitualmente y como parte de su naturaleza sufren las vici- situdes de intensos intercambios emocionales. Por un lado, los que vehiculizan la tarea de formaci6n y se ven en un permanente trabajo alrededor del mantenimiento del significado que debe poser el sutti- miento provocado por la socializacién. Por otro, los cambios provo- cados por la fuerte activacién de conflictivas vitales que -segtin la edad de los alumnos- funcionan al modo de organizadores privilegia- dos de sus tramas draméticas. Por tltimo, los que responden a una tensién estructuralmente instalada en su dindmica -con mucho mayor potencial conilictivo en épocas de mandato democritico—: los de la extensi6n o limitacién 0, dicho de otro modo, el de la aceptacién o la exclusién Es probable que existan pocas organizaciones institucionales de cardcter existencial (Enriquez, 1989) en las que el temor y la ame~ naza de exclusi6n tengan tan larga vigencia y estén jugados dramé. ticamente en cada momento del trayecto del sujeto, como las educa- tivas. Con mas fuerza, por supuesto, cuando se trata de escuelas que responden a mandatos explicitamente selectivos 0 cuando el sujeto pertenece a sectores sociales desfavorecidos y esta en situacién de mayor indefensi6n para responder a las exigencias de logro, pero f caisis YORAMATICA DEL CAMBIO ws 108 con: ‘gualmente presentes en aquellas que se definen por os si Ros tet nos OCUPA, angina posible considerar, en el sentido del a a que las dindmicas en estas instituciones estan ni psi ee Gal erftico constante, siempre operante y posible de 3 circunstaneias : ae renee condiciones y Jos funcionamientos escolares en el Se escuelas ubicadas en condiciones desfavorecidas. ae iste potencial eric esté compuesto or un conjunto de tensiones ue porta regularidad de presenea podemos considerarconsttivas 4 ote ‘consiguiente vinculadas a la idiosinerasia de la tare formacién: aes eee + la tensin que sufre el sujeto en formacién por la operacién de St ia intenci6n y resistencia ala socializaci6n y las que se agrees vite con mayor 0 menor intensidad, segan Ia etapa vital en sae ajeto realiza su pertenencia institucional: las vinculadas Sie a orechazar, a mostrar u ocultar, a ver, saber u omitir; @ h 0 fracasar; confiar 0 desconfiar; a lograr <— vonriatensién que sufre el maestro, enfrentado por una rae o resistir la violentacién que necesariamente ee ee ‘i Te provocan otras decisiones ig Jumno, y por otra, a las que ; iesniee oneete (Enriquez, 1994), entre ellas una que ieee a roblemética privilegiada en nuestras circunstancies Tesi er y generar un rival regarse a entregar su saber y generar i ie ies i me dtm sadas através de algunas disyuntivas privilegiadas: Tbesat, Soret ‘control; credibilidad versus desconfianza: ayuda versus obs sn elen= En rigor, estos espacios requierenestructuras due reheat : de contener la turbulencia emocional: Ls 1adre (Bleger, 1979) eapaz oc cousin de Ia organizaci6n con los guiones culturales? que leg nes regutadoras de 1a asignacién de 5. Conepuaizndlos como consis reulaors SNR wohl unio eons en ¥en opi de eh A or camino de axes 108 lors; t as aera dl cin dl conic tomo y apc de referee) temp dete caren prior os personas su lon 4) Si ivi, laren) a ensean)e esi Ineo; soe PENSANDO LAS INSTITUGIONES man el va, rope elas é #06 py Hansformacion y que garantizan la bondad de os ra pana 0% Ue 8 produce ia inevitable violentaciGn configu, s6l0 ec gg Constucién de exe refuerzo, Aparenemente modelo ing tbilidad de Tos vatores caltural’p ‘ que el guidn cultural ; a es que ral presta al casionadg posible a atribucién de sent ‘ sentido al suftimiento proteccin pr “Allastensiones y ta liberacién d'un espacte ty Cuan ga SE, ener y aprender kl instituciog qya Tebilkdad entra en cuestin, cuando el modelo 128 © Cling fet las cosas se muestra incoher nd ° sta incoherente con esos valo- tucisn pie gy *Sltaos que se obtienen no los expresan la inst tension sida para ofrecer significado (y continencia), as instituciony pgyhtien y su potencial critio opera sobre el espacio sams Ta devagn"°°ando organizaciones defensives na gi as, y, si ella fraca- jt by intr: orgy Aci: 1) as relations eon el avery iar tat tina time des oon ed tipo 4° Fis. py M8 forma; m) Ia solucién a aad) 8 rt pn sna on elas sin, UE expresgn Se completa con la eis SS eomcameats sad taco os nc me Yel cng ie cabo 13 oan ite I binctn, eles dempe ei a oe esulltdos ¥ Tani 9: 108 recursos, el tema de la autoridad y ef poer La conceptaa, ei stiento psicosocial considerado dptima, Patt OS _gss veg ta on dts de ignin 6. Us ety rede, 1994, cap. IV, pags. 152 4 188). mune pi pin On promi dea yndaciGn: b) la pge,,. TM" Y presentan las que propuse como cris ge Wont ¥Sngge Macha y nprinrnerne case Se mer05 €8tesidoy "© Petiodo de ex is orale «Steg 0 Pio de esplnlntegunds oe ae a icotamiliares:) a. 010 Por la “pequenta” institucién, pérdida de clemenen semen (10) Say, ceca ene! islet 20250 Ws scones po sitendica¢ oman yet Por tena 5) Pétdida de fundadores, duclaredetniciGn def a gntos CTItEDS espe) diversificacion. Sobre estos perfodos se han instalada a peta S00Te 1S men, 5% PTOVoeados por los acontecimi ated cag ects organizand el pasado en tes Ramey ea cal en es omen een encen eet Malia por car arene ma a ia; ey ae tite ea a cone Eo ‘nl 22lasadorecte ome gee te min cn a am taf ere ipcdn de los dos modelos en vigen jomes: las “escuelas cenéculo” y las 1a forma como tos guiones dan sen os mis (entre 20 y 9¢ CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO wr La situacion actual y los proyectos que nos ocupan Una combinatoria de variables hace posible definir la situacién ‘actual de las escuelas como una en la que ha ocurrido la conmocién profunda de los patrones de asignacién de sentido. Los espacios escolares sufren Ia méltiple expresién de la draméti- ‘ca social en condiciones de escasez de recursos y de respuestas técni- cas y psicosociales. Son espacios estructuralmente pobres en todas Jas dimensiones de la tarea para responder a los efectos de una violen- cia que los centros de poder ejercen de forma creciente sobre las poblaciones. ‘Ademis, soportan la exigencia de mejorar la calidad de su trabajo, yy al mismo tiempo son fuerte e indiscriminadamente cuestionadas en ‘su conocimiento, La critica que emana de los centros de poder técni- co invalida las culturas del trabajo y la seguridad que éstas ofreefan, ¥y en muchos casos provoca su quicbra, En este panorama la circulacién del juicio “Hay perturbaciones porque la escuela esta en crisis” tiene un efecto obturante, Del modo como lo sefialan las posiciones criticas, lleva a silenciar el suftimien- to institucional y, sobre todo, a no disponer de escucha para lo que este sufrimiento dice del suftimiento social que lo provoea, En gene- ral, el juicio se acompafa con la difusin de un diagndstico de causas y el privilegio de algiin tipo de soluci6n, En este momento, por ejem- plo, la presentacién del “vaciamiento de contenidos” como diagndsti- co y la insistencia en “la capacitacién de los docentes” como la solu- cién, no acompaitadas por una escucha y atencién real a ambos sufri- mientos, potencian la obturacién y el encubrimiento. Las brutales condiciones de inseguridad que sufren los sectores sociales a los que pertenecen los educadores permiten una presién ‘mayor hacia la aceptaci6n sumisa de este suftimiento: la pérdida de empleo esti presente como un peligro real, una angustia de muerte, ‘que compulsa a aceptar el vaciamiento de contenidos, como proble- trata de andlisis diagndstics (del tipo “estados de siwaci6n institucional”) en los que se incluy6 sisteméticamente la reconstruccin de la historia a través de entre- vistas y anlisis de documentos y producciones cuturales que fueron realizados en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires en la eétedracitada, ¥y, aungue no se trata de estudios de verfieacin, sus resultados sirven como marco hipotético para el andlisis, Véase mayor detalle en Feméndez, L. M. (1988 y 1994), i) PENSANDO LAS INSTITUCIONES ‘ma, Ia capacitacién como la solucién y la obediencia como tinica Fespuesta. El discurso oficial silencia el impacto de las politicas de ‘ajuste sobre las poblaciones que atiende la escuela, sobre los educa- dores y sobre las dinsimicas escolares, y en la profunda situacién de indefensién (Kaés, 1979) que genera ta crisis los que, desde el poder ‘écnico, dicen el discurso y ofrecen las respuestas quedan investidos de poder auxiliador y desde ese investimiento cierran el cfrculo de la violencia social. Los proyectos que nos ocupan en este articulo son -o han sido, segtin su momento histérico~ alternativos en doble sentido, Por una parte, son proyectos que procuran generar un espacio institucional de formacién y de participacién que es efectivamente diferente -muchas veces de signo opuesto- del espacio convencional. Por otta, en el planteo de su mismo modelo -cuando no explicitamente~ muestran su punto de partida en diagnésticos alternatives al de los discursos oficiales. Sin embargo, todos ellos surgen y se desarrollan dentro del siste- ‘ma, en los mérgenes de libertad que éste ofrece y, casi siempre, fun- dandose en el discurso explicito de sus fines formales convocan a alcanzar esos fines para poblaciones que sufren, aunque en diferen- tes grados, franca marginacién social. Son proyectos que a poco de andar y —es una de las hipotesis~ justamente por estos rasgos alternativos, sufren las vicisitudes de los ‘movimientos desviantes: generan fuerte resistencia, son hostilizados, originan criticas y desconfianzas. Muchas veces y con diferentes argumentos, son interrumpidos abruptamente. Otras, son sostenidos con ingentes sacrificios de las personas que los Hevan adelante. Las mas, presentan en la breve his- loria de sus dos o tres primeros afios, el trauma de la pérdida abrupta de sus fundadores, y en todas, desde su gestaci6n, dan cuenta de una vida convulsionada desde afuera y desde adentro por hechos caracte- {sticos de las situaciones de crisis. En definitiva, puede decirse que se trata de proyectos que emergen tn situaciones criticas como parte de un movimiento de recuperaci Je la institucién escolar como tal y en su ~profundamente conmov' a= capacidad formadora, pero que por proponer un modelo alterna- ivo de hacer las cosas y por 1a poblacién a la que explicitamente Itiieren servir promueven de hecho nuevas formas de definir su fun- ‘idn social. mn CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO wo Signados por esta contextualizacién institucional, las personas que los Hlevan adelante sufren intensamente condiciones de inseguridad provenientes de tres fuente: + Ta dinémica del grupo en su vineulo con el proyecto (en sus ce y su modelo y en sf mismo como objeto) y en la trama de relacio in para Hlevarlo adelante; resade su propio pasado (su experiencis, la cultura del trabajo apren- el ieaeiptci, reniega de él y se enfrenta con un camino plaga- Efectivamente, crea para sf -tal vez con el significado de un pri- ‘mer sacrificio ritual Ja necesidad de una renuncia a la identidad an- terior y el mandato de un nacimiento. En consecuencia Peto sf inevitable el pasado interior ~hecho de habits, juicios, va res y criterios— se convierte en el primero y mas peligroso enemigo. Pactenas nadie es confiable, no existe seguridad ni siquiera en uno Los primeros tiempos ~mientras el proyecto no se ha puesto en marcha— las dificultades que esto va a acarrear no parecen posibles de prever. En el nivel de la proyeccién y de los planes, la discusién y el intercambio resultan apasionantes y allanan las dificultades, El inten- so clima de la creaci6n no permite pensar. Mas atin, el que pudiera Pensar en este sentido seria acallado, pues el momento no deja lugar ala duda y su efecto debilitante. ; no buscada los hace olvidar”; se refieren a lo aprendido en el pro i sented agotador!”. Una antigua directora a quien convocan a un cambio ‘constructvista” te diga... Nosotras somos conductistas, nos formamos asi ce, es dificil luchar contra eso, a bat fs atari orate CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO 200 Por otra parte, el medio extemno ofrece amenazas disponibles para acallar las propias dudas. El medio institucional desde el que se diferenci ‘conmocionado por los preparativos de la fundacién. Como estos proyectos se originan dentro del sistema y -como se planteé al principio~ tienen como objetivos parte de los que son pro- puestos formalmente, es obvio que no surgen sin el apoyo y a veces el liderazgo de personas con un grado importante de poder institucional ‘0 con gran capacidad de negociacién. Esto determina dos condiciones clave en el transcurrir de estas experiencias. Por una parte, y aunque la iniciativa se haya autogenerado en algiin grupo 0 unidad institucio~ nal en forma esponténea, el nacimiento, la fundaci6n, estin “atados™ al destino de una gesti6n politica y, por consiguiente, se ven apremia~ dos por los “tiempos de esa gestiGn”. Por otra parte, por ese mismo hecho tienden a ser protegidos con medidas especiales con las que se los quiere asegurar de esa transitoriedad. Ambas cosas no resultan del todo claras si no ineluimos un rasgo {que viene presentando la vida politica del sector educativo en nuestro pafs, responsable de buena parte de los inconvenientes que sufren estas experiencias. Me refiero a la inestabilidad de los funcionarios con capacidad de decisién, a su cambio a causa de las diferentes vicisitudes del movimiento interno del partido gobernante y, por su~ puesto, de los cambios de partido y la tendencia ~aun en gestiones muy breves~ a detener los proyectos comenzados © en marcha para volver a empezar: a veces para iniciar procesos de signo contrario; las ifs, para recambiar las personas en funcién de criterios ajenos a sus capacidades profesionales. Respondiendo a estas y probablemente otras caracteristicas, cuan- do un funcionario decide apoyar o generar un proyecto innovador se ve inmerso en la misma sensacién de apremio y amenaza que ya he sefialado. La vida de la propuesta se sabe desprotegida. Una larguisima lista de graves interrupciones casi no asombra en un pafs con 30 afios de interrupcidn de facto en su vida politica, pero sf opera provocando un aumento de los sentimientos de incerti- dumbre y tensién. ‘A falta de un adecuado trabajo de preparacién -que involucre tanto a los que deben Ilevar adelante el proyecto como a aquellos que son destinatarios~, se deciden una serie de medidas “protecto- ras” que en la prctica aumentan la inestabilidad del proyecto: el proyecto esté no PENSANDO LAS INSTITUCIONES + La innovaci6n se dela isla de la estructura del sistema. Se la “saci” fluencia de personas que estin en la linea jerénquica (habitual- sto se hace respect de los supervisores, cuya posicién se institucionalmente conservadora), con la idea de protegerla de la burocratizacién y el control. En realidad éstos se intensifican, y de este modo se genera un frente de ataque interno cuando no Io habia. Efectivamente, puesta la innovacién en manos de equipos ajenos al sistema (consultores 0 equipos contratados al efecto) 0 de grupos en situacién excepcional (en comisién en la unidad central 0 bajo reglamentacién especial como “escuela experimental”, por ejemplo, fuera del ambito de decisién de las posiciones de las que hubiera debido depender), su mera existencia se erige como una descalifica- cién, a veces una verdadera afrenta, para las personas que pueden mostrar una hoja de vida dentro del sistema. Autométicamente, el éxito del proyecto queda significado como la prueba de esa descalifi- cacién (“el proyecto hace lo que antes no se pudo hacer”). Del mismo modo, su fracaso la refutarfa. Asf, la innovacién queda a merced de sus propias fuerzas, pues seria ilusorio que esperara ayuda de sus futuras victimas, Es habitual que estos sectores desplazados de la posibilidad de intervenir en el proyecto, aislados como elementos que pueden conta- minarlo 0 corromperlo, permanezcan en la observacidn o en el ataque activo, cumpliendo asf la profecia que llev6 a excluirlos. + Se genera para el proyecto un espacio institucional cerrado, de absoluta proteccién (normas y recursos especiales concurren al artifi- cio) y desde los sectores mismos que le dan origen o apoyo este espacio se diferencia al modo de una fortaleza. Afuera esté el imagi- nario espacio enemigo del que defiende la fortaleza, adentro se da origen al mundo nuevo." Este movimiento aumenta la irritacién de “los que estan afuera” y la irritacién se expresa frecuentemente con una fuerte critica por los privilegios. El proyecto queda colocado asf en el bando contrario al que se compone de “los que luchan desde la trinchera” y se ve ex- puesto a su hostilidad, envidia y combate ideol6gico. mente consider 1, Véase Ferindez, L., 1994, parte segunda, 1 CRISIS Y DRAMATICA DEL. CAMBIO au La existencia misma en un medio especial y el aistamieh Et genera la oposiciOn externa ~provocatla por 1a pina aug fensifican Tos riesgos a que est sometido el grupo de) Pome intensificacién de la omnipotencia, el ineremento de 10s fe n i i tantes.. aranoides, el pasaje a dindémicas mi x af rare aintesis, la etapa del nacimiento es un dificil proceso itt) por estos fensimenos. Inmerso en el esfuerzo de BETTS eel i atractivo para detener las eriticas ¥ : fundacional y hacerlo atractivo Par sted A dor olvida las més de las cias externas, el grupo funda d nig i satorio para la insercién wuntos cruciales: el trabajo prepa ccs ecto en el medio social y el trabajo interno de preparacion de uipos. caaspornitchas ocasiones esto se hace. Se organizan Prosraaek iS capacitacién interna y de informacion y sensibt baa eee i seristicas y dindmicas el andlisis muestra que las carac paseiey . titucionales permanecen s innovacién en sus dimensiones inst dace Es Jonfuso de cosas sobre las ql siderar. Entran en un paquete c ; e mejor no hablar” para que no haya painico o no decaigan lafey fuerza. i ‘Fata dinémica fue sefialada ya por Bleger y Ulloa en la om ey 60 en la consideracién sobre el destino de silencio ait Sr leos preins- i istri enquistamiento en nicl diferencias prehist6ricas y st reablieen titueionales fallas sobre las que se vuelve en los posteriores 08 de cris al 10 ata altura del trabajo institucional, hay acuerdo en cues et smoros tiempos se consotida el pacto de negacién'® que To Pistento del contrato de 10s sujetos con ia institucién. sm yan el material de los casos en que me baso ea a “ ” tiempo que, la debili ‘onvierte en “no dicho” al mismo y cot uno, la duda sobre Ia validez del proyecto y sobre 12 fuerza de 0 para Tlevarlo adelante. Sen srupo para eva igen haga en empos de bonanza, much nds cuando se constituye en épocas de escase7, el nacimietiy Cor mitjomal de un proyecto educativo de esta idole se da en Xa Hi puesta de un camino heroico que supone ¢ silenciamiento debilidad y la duda. 14, Puede verse el trabajo de Kas, 1989. an PENSANDO LAS INSTITUCIONES Suma, desde el momento del origen la necesidad de silenciar bloguea el pensamiento sobre sf -grupo y proyecto—en aquellos as. bectos que pudieran invalidarlo 0 dar razones a la duda. Desde el mismo instante de la creaci6n, queda instalada una prohi- bicién —Ia de pensar la institucién— que en si es la fuente de invali. dacién de la funcién educativa misma, por lo menos tal como la deft nen con énfasis 1a mayoria de los proyectos de los que nos estamos ‘cupando.!® Como consecuencia, igualmente decisiva, queda bloqueada o fuer- Kemente perturbada la posibilidad de Hlevar adelante en forma ge. hnuina una serie de comportamientos que son parte habitual de estas Propuestas y que dependen en buena medida de la capacidad institu, cional para pensar la dificultad que se instala en el niicleo de la pertenencia, Como he sefialado en otros trabajos, y en este libro trata Alicia Mezzano, en el momento de la ereacién formal objeto siempre de un tipo de celebracién que luego se recuerda— comienza la historia {pstitucional. De algtin modo, los actos inaugurales expresan la par. ticular situacién de transaccién que el grupo fundador ha hecho eon Si medio institucional externo y su medio interno, asi como el tipo de solucién que ha dado a algunas contradicciones que le son cone, {itutivas, Haya elaborado su modelo fundacional sobre el guidn mi. 1ie0 0 61 guiGn ut6pico, la fundacién propone un camino heroico y {as vicisitudes de esta propuesta signan los primeros tiempos del trayecto, La puesta en marcha: primera concrecién del modelo fundacional y preparacion de su replanteo En las primeras etapas de la Vida institucional, la tarea nuclear esté absorbida por la de coneretar el modelo fundacional. El grupo estd fbremiado por su capacidad para demostrar la tesis y probar que la forma propuesta es efectivamente una garan JS; [a libertad, ta solidaridad, el trabajo con otros, el respeto mutuo... son en general los valores que portan estos proyectos. La acciGn conseeuente con esos val es estd dificultada, obviamente, por las prohibiciones que seislamos CRISIS Y DRAMATICA DEL CAMBIO. 213 ‘Tratandose ademds de transitar un camino heroico, ed tad se vive como on cbstévlo pligroso. En cada uno se juoge It fortaleza de a jramentacin la vigencia del proyecto y su conve: SESE Se ere ea UY Stipa debe exfenalaifonnagirion del fecaio,poot caddie alg rebate ln esis y desartcala el proyecto, Obviamente, la tensién de Ios primero tempos'es muy ality se scompata en general por tnd versibles puede ser tomado come la expresion rmdximna de ta pérdicha de la capacidad de regulacién de los grupos que Hevan adelante tos proyectos que nos ocupin. Tal vez. sea posible decir que este desenlace estd prenunciado por Ja particular intensidad de la vivencia y por aquel “vivir en alarma” al que aludt al caracterizarlo. ‘La exposicién hecha hasta aguf ~a pesar de ta provisoriedad de la propuesta interpretativa que se ha delineado- hace posible sostener algunas preguntas: ,cudles son posibles explicaciones del precipitado de hechos que acabo de describir?; «de qué modo comprender el in- tenso sufrimiento ~desgarrante a veces— en el que se debaten estos grupos creadores de alternativas?; ,c6mo significar la profundidad de la desilusi6n y las pérdidas en que se resuelven la mayoria de estas crisis? Por supuesto que hay mucha teoria disponible para ensayar res puestas a estas preguntas. La misma conceptualizacién de la crisis nos seftala la fuerte exposicidn de los sujetos, su indefensidn, frente al accionar convulsivo del mundo interno y de los autoritarios exter- ros disponibles. También es posible pensar en el precio inevitable de institucionalizaciones libertarias 0 en Tas violentas transacciones con que los proyectos se salvan a costa de la renuncia silenciada a parte

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