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CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

Consejero ponente: MAURICIO FAJARDO GOMEZ

Bogotá, D.C., veintitrés (23) de septiembre de dos mil nueve (2009)

Radicación número: 76001-23-25-000-1997-04468-01(17986)

Actor: MARIA DE JESUS CORTES Y OTROS

Demandado: NACION-MINISTERIO DE SALUD Y OTRO

Referencia: APELACION SENTENCIA DE REPARACION DIRECTA

Procede la Sala a resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte


demandada contra la sentencia dictada por el Tribunal Administrativo del Valle del
Cauca, el día 17 de septiembre de 1999, mediante la cual se resolvió:

“1.- Declarar probada la excepción de falta de legitimación por pasiva,


propuesta por la Nación – Ministerio de Salud.

En virtud de lo anterior, se absuelve a la Nación-Ministerio de Salud- de


todos los cargos formulados en la demanda.

2.- Declarar administrativamente responsable al MUNICIPIO DE


SANTIAGO DE CALI – HOSPITAL PRIMITIVO IGLESIAS - de la
totalidad de los daños y perjuicios, ocasionados a las demandantes,
como consecuencia de la muerte del señor ENEVIED CORTES,
acaecida en esta ciudad, el día 21 de Mayo de 1995.

3.- Como consecuencia de la declaración anterior CONDENASE al


MUNICIPIO DE SANTIAGO DE CALI – HOSPITAL PRIMITIVO
IGLESIAS- a pagar por concepto de perjuicios morales subjetivos, a la
señora MARIA CORTES en su carácter de madre el equivalente a UN
MIL GRAMOS ORO (1000); para la menor YURANI CORTES en su
condición de hermana, por este mismo concepto, el equivalente a
QUINIENTOS (500) GRAMOS ORO.

Los anteriores valores se tasarán según certificación del banco de la


República, sobre el precio del oro a la fecha de ejecutoria de esta
providencia.

4.- Esta condena se cumplirá en los términos previstos en los artículos


176 y 177 del C.C.A.
5.- Expídanse copias para el cumplimiento de lo aquí resuelto a la parte
demandante.

6.- No se accede a las demás pretensiones de la demanda”.

I. A N T E C E D E N T E S :

1.- La demanda.

En escrito presentado el día 1° de abril de 1997, los ciudadanos Javier Obregón


Camacho, María Cortés, en nombre propio y en el de los menores Yurany Cortés,
Javier Obregón Cortés y Mayerlin Obregón Cortés, a través de apoderada judicial,
formularon acción de reparación directa contra la Nación – Ministerio de Salud y el
Municipio de Santiago de Cali (Hospital Primitivo Iglesias), con el fin de que se les
declare administrativa y solidariamente responsables por los perjuicios materiales
e inmateriales a ellos ocasionados, como consecuencia de la muerte del joven
Enevied Cortés, ocurrida el 21 de mayo de 1995 (fls. 8 a 21 c 1).

En este sentido, la parte actora formuló las siguientes pretensiones:

“PRIMERA: LA NACION-MINISTERIO DE SALUD, MUNICIPIO DE


SANTIAGO DE CALI Y EL HOSPITAL PRIMITIVO IGLESIAS SON
SOLIDARIAMENTE RESPONSABLES DE LA MUERTE DEL JOVEN
ENEVIED CORTES OCURRIDA EN ESTE MUNICIPIO EL DIA 21 DE
MAYO DE 1995.

Como consecuencia de la anterior declaración, LAS ENTIDADES


DEMANDADAS SOLIDARIAMENTE DEBEN SER CONDENADAS A
PAGAR:

A.- DOS MIL GRAMOS DE ORO PARA CADA UNO DE LOS


DEMANDANTES:
1. JAVIER OBREGON CAMACHO, mayor de edad,
2.- MARIA CORTES, mayor de edad,
3.- YURANY CORTES
4.- JAVIER OBREGON CORTES, menor de edad, Y
5.- MAYERLIN OBREGON CORTES, menor de edad.

Vecinos de Cali, para resarcir en algo los daños morales que la


desaparición de su joven hijo y hermano único, apoyo moral y material
de esa familia, pobre de solemnidad.

B. DOS MIL GRAMOS DE ORO FINO PARA cada uno de los


demandantes citados para resarcir en algo los daños sicológicos que la
desaparición de su hijito, hermano les causó y les seguirá causando.
C. TODO EL DAÑO MATERIAL – LUCRO CESANTE Y DAÑO
EMERGENTE QUE LA DESAPARICION DEL HIJO CAUSO A LA
DEMANDANTE MARIA CORTES, Y QUE ES EL DINERO CON QUE EL
FALLECIDO CONTRIBUIA AL SOSTENIMIENTO DE SU ENFERMA
MADRE Y QUE SE LIQUIDARA DESDE LA MUERTE DEL JOVEN
ENEVIED CORTES Y HASTA LA VIDA PROBABLE DE SU
PROGENITORA.

ESTOS PAGOS SE DEBERAN HACER EN PESOS QUE TENGAN EL


MISMO VALOR ADQUISITIVO DEL TIEMPO DE LA MUERTE DEL
JOVEN ENEVIED CORTES, ES DECIR TENIENDO EN CUENTA LA
VARIACION DE PRECIOS AL CONSUMIDOR.

…(…)…”.

2.- Los hechos.

La parte actora narró, en síntesis, los siguientes:

El 20 de mayo de 1995, el joven Enevied Cortés se dedicaba a la venta de


“comestibles callejeros” en frente de su residencia; aproximadamente a las 11:00
de la noche fue asaltado por unas personas, quienes le propinaron múltiples
golpes y heridas con arma corto punzante en una de sus piernas, razón por la cual
fue conducido por sus vecinos al Hospital Primitivo Iglesias con el fin de que fuese
atendido.

Horas más tarde la víctima pretendió salir del hospital, pero una vez descendió de
la camilla perdió el conocimiento, cuestión que dio lugar a solicitar una nueva
atención, pero dos médicos que en ese momento salían del centro asistencial le
manifestaron a la madre de la víctima que éste se encontraba borracho y, por lo
tanto, que lo trasladare a su casa y en ocho días retornara para retirarle los puntos
con los cuales le habían sido suturadas las heridas.

Por consiguiente, la víctima fue conducida por su madre hasta su residencia pero
la situación del herido se agravó y aproximadamente a las 4:00 a.m., de 21 de
mayo de 1995, el joven Enevied Cortés falleció; el resultado de la necropsia arrojó
que la causa del deceso fue la destrucción de la arteria femoral, razón por la cual
presentó hemorragia y anemia.

3.- Contestación de las entidades demandas.


Notificadas del auto admisorio de la demanda, las entidades demandadas
procedieron a contestarlas en los siguientes términos:

La Nación (Ministerio de Salud) edificó su defensa mediante la proposición de la


excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva, toda vez que señaló que
no existe relación causal alguna entre su actividad y el daño causado a la parte
actora, a lo cual añadió que el hospital demandado no depende en modo alguno
del referido Ministerio (fls. 40 a 48 c 1).

Por su parte, el Municipio de Santiago de Cali solicitó desestimar las pretensiones


de la demanda, por considerar que a la víctima sí se le brindó una atención
adecuada, correspondiente a la de primer nivel, como lo fue la atención del
respectivo médico y de las auxiliares de enfermería en virtud de la urgencia
requerida, puesto que el paciente fue valorado, se determinaron sus signos vitales,
se procedió a la curación de las heridas y se dejó en observación por un término
de dos horas para finalmente darle de alta mediante las recomendaciones
pertinentes a través de un primo y un amigo de la víctima, quienes lo trasladaron
al centro hospitalario (fls. 52 a 61 c 1).

4.- Alegatos de conclusión en primera instancia.

4.1. El Municipio de Santiago de Cali reiteró que actuó en forma diligente y prestó
el servicio médico de primer nivel de manera adecuada y oportuna; luego se refirió
a los presupuestos de la responsabilidad extracontractual del Estado para
sostener que éstos no se cumplen en el sub lite.

Aludió al historial clínico de la víctima para señalar que existieron unos factores
externos que llevaron a la muerte del paciente como lo fueron el estado de
alicoramiento y drogadicción con los cuales contaba.

Indicó que mientras el paciente se encontraba en estado de atención y valoración,


éste se quitó en reiteradas ocasiones los líquidos endovenosos que le habían sido
suministrados, por lo cual causó problemas en la asistencia médica.

Agregó que en este caso se configuró una causal eximente de responsabilidad


consistente en la culpa exclusiva de la víctima, pues el paciente actuó en forma
agresiva y, por tanto, no acató las recomendaciones médicas que le habían sido
prescritas, a lo cual agregó que el señor Enevied Cortés llegó al centro asistencial
con un primo y un amigo y no con sus familiares, razón por la cual asumió la
responsabilidad frente a su propios actos.

Señaló, de otro lado, que según la historia clínica el paciente ingresó al hospital
con 2 heridas en su pierna izquierda y según la necropsia practicada a la víctima,
ésta presentaba 4 heridas con arma corto punzante, lo cual permite inferir que
murió como consecuencia de otras lesiones y no por la deficiencia en la prestación
del servicio médico asistencial.

Por consiguiente sostuvo que no existe nexo de causalidad entre las imputaciones
hechas a la entidad demandada y el daño producido a la parte demandante.

4.2. La Nación (Ministerio de Salud), por su parte, ratificó la excepción propuesta


de falta de legitimación en la causa por pasiva, a lo cual adicionó que en el
proceso se acreditó que el centro hospitalario le suministró al paciente una
atención adecuada de acuerdo con las heridas que en esa oportunidad
presentaba, las cuales eran dos que no revestían de mayor gravedad pero según
la necropsia la víctima presentaba más de 2 heridas, lo cual permite concluir que
fue atacado nuevamente y, en virtud de ello, falleció.

4.3. La parte actora guardó silencio en esta oportunidad procesal.

5.- La sentencia apelada.

El Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, mediante sentencia proferida el 17


de septiembre de 1999, accedió parcialmente a las pretensiones de la demanda,
razón por la cual condenó al Municipio de Santiago de Cali a pagar a algunos de
los actores las indemnizaciones por perjuicios morales, descritas en la parte inicial
de este proveído.

El a quo declaró la falta de legitimación en la causa por pasiva frente a la Nación –


Ministerio de Salud.

Y para declarar la responsabilidad patrimonial del Municipio de Santiago de Cali, el


Tribunal de primera instancia consideró que en virtud del acervo probatorio se
pudo determinar la existencia de una falla en el servicio, pues el centro
hospitalario no proporcionó a la víctima el tratamiento, la atención y el cuidado
necesarios que las lesiones demandaban.

6.- La apelación.

Inconforme con la anterior sentencia, el Municipio de Santiago de Cali interpuso


recurso de apelación (fls. 172 y 186 c ppal), y reiteró exactamente los argumentos
expuestos en sus alegatos de conclusión en primera instancia, esto es que el
centro hospitalario actuó en forma diligente y prestó el servicio médico de primer
nivel de manera adecuada y oportuna; luego se refirió a los presupuestos de la
responsabilidad extracontractual del Estado para sostener que éstos no se
cumplen en el sub lite.

También aludió al historial clínico de la víctima para sostener que existieron unos
factores externos que llevaron a la muerte del paciente como lo fueron el estado
de alicoramiento y drogadicción con los cuales contaba.

Indicó que mientras el paciente se encontraba en estado de atención y valoración,


éste se quitó en reiteradas ocasiones los líquidos endovenosos que le habían sido
suministrados, con lo cual causó problemas en su asistencia médica.

Agregó que en este caso se configuró una causal eximente de responsabilidad


consistente en la culpa exclusiva de la víctima, pues el paciente actuó en forma
agresiva y, por tanto, no acató las recomendaciones médicas que le habían sido
prescritas, a lo cual agregó que el señor Enevied Cortés llegó al centro asistencial
con un primo y un amigo y no con sus familiares, motivo por la cual asumió la
responsabilidad frente a su propios actos.

Señaló, de otro lado, que según la historia clínica el paciente ingresó al hospital
con 2 heridas en su pierna y en virtud de la necropsia practicada a la víctima ésta
presentaba 4 heridas con arma corto punzante, lo cual permite inferir que murió
como consecuencia de otras lesiones y no por la deficiencia en la prestación del
servicio médico asistencial.

Por consiguiente, sostuvo que no existe nexo de causalidad entre las


imputaciones hechas a la entidad demandada y el daño producido a la parte
demandante, razón por la cual solicitó la revocatoria del fallo impugnado.
7.- Alegatos de conclusión en segunda instancia.

Sólo intervino en esta oportunidad la Nación – Ministerio de Salud, para señalar


que el recurso de apelación está encaminado a que se revoque la sentencia
proferida, porque según la parte recurrente no le asiste responsabilidad alguna por
el hecho que le fue imputado en la demanda, razón por la cual el recurso de
alzada, en modo alguno, ataca la decisión que declaró probada la excepción de
falta de legitimación en la causa por pasiva respecto de la Nación, motivo por el
cual ese tema no debe ser objeto, según su juicio, de pronunciamiento en esta
instancia.

II. C O N S I D E R A C I O N E S :

La Sala no se detendrá en el análisis de la falta de legitimación en la causa por


pasiva declarada por el a quo frente a la Nación – Ministerio de Salud, comoquiera
que ese aspecto no constituye cargo alguno dentro del recurso de apelación
interpuesto por el Municipio de Santiago de Cali.

1.- Régimen de responsabilidad aplicable:

Hecha la anterior precisión y para efectos de proceder con el estudio de fondo del
caso, la Sala considera pertinente precisar que en el sub iudice es la falla probada
del servicio el régimen bajo el cual se debe estructurar la responsabilidad del
Estado en estos casos, tal y como lo ha venido reiterando la Sala 1:

“… en la medida en que el demandante alegue que existió una falla


del servicio médico asistencial que produjo el daño antijurídico por el
cual reclama indemnización … deberá en principio, acreditar los tres
extremos de la misma: la falla propiamente dicha, el daño antijurídico y
el nexo de causalidad entre aquella y ésta…”.2

1
Ver, entre otras, las sentencias del 31 de agosto de 2006, exp. 15.238; del 30 de
noviembre del mismo año, expedientes 15.201 y 25.063; del 1° de octubre de 2008,
expedientes 16.843 y 16.933 y de febrero 11 de 2009, exp. 15.975.
2
Sentencia del 11 de mayo de 2006, expediente 14.400.
Así las cosas, será a partir del acervo probatorio debidamente allegado al proceso
que la Sala determinará si se encuentra configurada, o no, la responsabilidad
patrimonial deprecada, aspecto que constituye el objeto central de la impugnación
presentada por la entidad pública demandada.

2.- Análisis de las pruebas y los hechos probados:

- Copia auténtica del registro civil de defunción del señor Enevied Cortés cuyo
deceso se produjo el 21 de mayo de 1995, a causa de “HIPOVOLEMIA” (fl. 4 c 1).

- Copia auténtica del acta de necropsia de la víctima, practicada el 21 de mayo de


1995 (fls. 28 a 30 c 2), según la cual:

“DIAGNOSTICO:

1. Hipovolemia.
2. Trauma vascular en muslo izquierdo.
3. Herida por arma blanca.

OPINION Y CONCLUSIONES:

Hombre que fallece por hipovolemia secundar a trauma vascular en


muslo izquierdo secundarios a heridas por arma blanca.

“……………………………………..

HERIDAS POR ARMA BLANCA

1.1. orificio de entrada, herida suturada en región anterior de muslo


izquierdo a 70 cms del talón, mide 2.5 x 1.5 cms.
1.2. Profundidad de 6 cms.
1.3. Lesiones piel, tejido subcutáneo, plano muscular secciona vaso
femoral venoso de mediano calibre con respecto a la femoral
común en un 30%. Hay hemorragia en plano muscular y tejido
subcutáneo en tercio distal y posterior del muslo izquierdo con
volumen moderado de más o menos 1000 cc.
1.4. Trayectoria de adelante atrás a atrás, de arriba a abajo y de
izquierda a derecha.
2.1. Herida suturada en región anterior de muslo izquierdo a 70 cms.
Del talón, mide 2.5 x 1.5 cms.
2.2. profundidad de 28 cms.
2.3. Lesiona piel, tejido subcutáneo no compromete tejidos
profundos.
2.4. Trayectoria de adelante a atrás y de arriba abajo.
3.1. Herida suturada en región posterior del muslo izquierdo, mide
3.5 cms., está a 57 cms. del talón.
3.2. Profundidad de 4 cms.
3.3. Lesiona piel, tejido subcutáneo, plano muscular, se involucra
con la hemorragia de la lesión 1.
3.4. Trayectoria de atrás hacia delante, de izquierda a derecha.
4.0. Presenta 3 pequeñas heridas que solo comprometen parte mas
superficial de la piel, localizadas en cara, nariz y región glútea
posterior no penetra a tejidos profundos”.

- Copia autenticada de la historia clínica de la víctima (fls. 48 y 49 c 2), de la cual


se extrae la siguiente información:

“HISTORIA CLINICA DE INGRESO:

FECHA: 20 MAYO 1995.


HORA: 11:00 P.M.

TIPO DE CONSULTA: MÉDICA URGENCIA

ENFERMEDAD ACTUAL: Paciente con alto grado de drogadicción que


presenta dos heridas en M izquierdo ha tenido vómito y relajación de
esfínteres.

ANECEDENTES: Laparotomía (los demás es ilegible).

EXAMEN FISICO: ASPECTO GENERAL: Paciente que no colabora para


la curación (ilegible) no hace caso (ilegible) un primo y un amigo lo
ayudaban a tener para curarlo (ilegible).

IMPRESIÓN DIAGNOSTICA: Herida por arma corto punzante en muslo


anterior y posterior del M izquierdo.
Sin daño vascular aparentemente. (Negrillas de la Sala).

“………………………………

CONDUCTA: Limpieza de herida – sutura y recomendación a casa.

FECHA DE SALIDA: 20 MAYO 1995.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS: Paciente que ingresa con


alto grado de alcoholemia y drogadicción con heridas en M izquierdo, lo
trajeron un amigo y un primo los cuales lo ayudaban a tener para
suturarlo (lo demás es ilegible).

DESCRIPCION DE LESIONES Y ESTADO DEL PACIENTE: herida en


M izquierdo y (ilegible) en muslo anterior y posterior sin compromiso
vascular.

TRATAMIENTO: casa con recomendación.

REMITDO A: casa con recomendación.

OBSERVACIONES: se ordena recomendación al primo y al amigo”.


- Testimonio de la señora Flor Rovia Cortés de Vásquez (fls. 1 a 5 c 2), quien
señaló:

“(…) nos fuimos para el Hospital Primitivo Iglesias donde lo atendieron a


él. Cuando llegamos nosotras él estaba en una camilla y nos lo
entregaron, al salir del puesto de salud él se nos desmayó afuera y
entonces yo le dije al Portero del puesto de salud, por favor ábrame por
favor, que él se nos desmayó y yo creo que él está mal, no nos lo
podemos llevar para la casa así, entonces el señor Portero dijo que no,
ya el médico lo vio y se le aplicó una inyección, llévenselo, llévenselo y
entonces nosotros nos lo llevamos para la casa, nos dieron una fórmula
para que le compráramos la droga y nos dijeron que no se la fuéramos a
aplicar todavía, porque ya le habían puesto una droga ellos allá.
Entonces nosotros nos lo trajimos para la casa, y comenzó a ponerse
pálido, y él me dijo ‘tía, acuésteme que estoy cansado’ y nosotros lo
acostamos y al otro día amaneció muerto (…)”.

- Declaración de la señora Genis Elena Arias Cortés (fls. 8 a 1 c 2), quien sostuvo:

“(…) Enevied fue herido en una pierna y tenía una pequeña heridita aquí
en la cara … luego fue trasladado al Hospital Primitivo Iglesias donde lo
atendió el médico y luego lo mandó para la casa. En el momento en el
que él salía del Hospital, se nos desmayó y nos dijeron que lo
lleváramos a la casa y entonces mi mamá … le estaba diciendo al
portero que lo dejaran entrar para hablar con el médico. Entonces no la
dejaron entrar, y en ese momento salían dos médicos de turno y mi tía
les dijo a ellos, y entonces ellos le respondieron que lo lleváramos que él
estaba bien, que de pronto era que él estaba borracho, que dentro de
ocho días lo trajera para quitarle los puntos que le habían cogido en la
pierna, entonces nosotros lo llevamos le habían dado una fórmula que
no la alcanzaron a comprar y lo acostaron y al rato después de que
estaba acostado la pierna se le empezó como a hinchar un poquito,
luego yo me fui a dormir y cuando me levanté él ya estaba muerto”.

- Testimonio de la señora Martha Lucía Ramírez Escobar (enfermera), quien


indicó:

“(…) Yo me acuerdo de él sobre todo, porque llegó en un estado muy


agresivo, grosero, patán, llegó acompañado por dos hombres, uno era
primo de él y el otro un amigo. Ellos dos lo entraron a urgencias, él tenía
una herida en la parte de acá de la rodilla en la parte anterior y posterior
de la rodilla de la pierna izquierda … el doctor ahí mismo vino y lo
examinó, tomó presión y le tomó todos sus signos … el doctor ahí mismo
ordenó colocarle líquidos en la vena, lo supervisó bien, le miró bien la
herida, ahí mismo el doctor dijo ‘hay que suturar este paciente’ entonces
le canalizamos la vena … después de mirarle bien la herida, miró bien,
porque no estaba sangrando bien, él le miró, le exploró y después de
mirarle bien la herida que no tuviera ningún problema, lo suturó…
después de que lo suturó el Dr. Les dijo a las dos personas que lo
acompañaban que él lo iba a dejar en observación para observarlo,
porque siempre se acostumbra que cuando llevan estos heridos, ellos
acostumbran a dejarlos en observación para observarlos, pero ahí
mismo el primo dijo que no … que ellos se lo llevaba y se lo llevaron y él
salió con las personas que lo acompañaban, pero iba bien, porque él
tenía la herida saturada (sic) no se le veía ningún problema de sangrado
ni nada y se lo llevaron … allá no se le hizo rayos x, porque rayos x no
hay de noche en el hospital. Lo único es que el doctor lo examinó muy
bien, le exploró muy bien la herida … él entró a las once de la noche y
estuvo hora y media, mientras se lavó, se le canalizó luchando con él se
le saturó y salió caminando por sus propios medios … los líquidos que él
[médico] le ordenó colocarle, era Arman para ayudarle a hidratar al
paciente, cuando ellos llegan heridos ellos siempre ordenan canalizarle
vena o coger la vena para pasarle líquidos. El médico le dio su fórmula
médica para que continuara tomando droga en su casa, o sea la droga
que se les manda para evitar infecciones y todo (…)”. (fls. 13 a 18 c 2).

De conformidad con el conjunto probatorio antes descrito, la Sala encuentra


probado que el señor Enevied Cortés falleció el día 21 de mayo de 1995, a causa
de una hipovolemia secundar a trauma vascular en muslo izquierdo, derivada de
las heridas causadas con arma corto punzante, tal como se desprende de la copia
autenticada del acta de necropsia y del registro civil de defunción de la víctima.

También está acreditado que las referidas heridas con arma corto punzante le
fueron propinadas a la víctima por terceras personas en horas de la noche del día
20 de mayo de 1995, razón por la cual fue trasladado al Hospital Primitivo Iglesias
de la ciudad de Santiago de Cali con el fin de que fuese atendido en dicho centro
asistencial.

Según reporta la historia clínica del paciente, al menos en aquello que aparece
legible e interesa al proceso, Enevied Cortés ingresó a las 11:00 p.m., del día 20
de mayo de 1995 con 2 heridas en su muslo izquierdo, sin daño vascular aparente
cuya atención consistió en la respectiva limpieza de las heridas y suturas de las
mismas, para posteriormente ser dado de alta mediante algunas recomendaciones,
las cuales no quedaron consignadas en el historial clínico.

A juicio de la Sala, en el presente caso se encuentra probada la falla en el servicio


por parte de la entidad demandada y, por tanto, le asiste responsabilidad
patrimonial por la muerte del joven Enevied Cortés, tal como se pasa a exponer.

Como se dejó indicado anteriormente, la víctima ingresó al centro hospitalario con


dos heridas por arma blanca ubicadas en su muslo izquierdo y, en virtud de las
mismas, la atención médica se limitó a la respectiva valoración, su correspondiente
limpieza y sutura de las heridas, sin que se hubiere practicado algún otro examen a
través del cual se pudiere contar con un diagnóstico más preciso.

En efecto, ello no ocurrió, pues según la historia clínica del paciente, éste fue dado
de alta una vez se limpiaron y suturaron las heridas, lo cual se corrobora con el
testimonio rendido por una de las enfermeras que asistió al paciente, quien señaló
que el doctor “… miró, le exploró y después de mirarle bien la herida que no
tuviera ningún problema, lo suturó … no se le hizo rayos x, porque rayos x no hay
de noche en el hospital…”.

Así las cosas, el paciente fue remitido a su casa en virtud de que se consideró que
las heridas no ameritaban la práctica de una evaluación más precisa, pues la
valoración efectuada arrojó la inexistencia, aparente, de daño vascular; sin
embargo, el paciente murió en su casa horas más tarde como consecuencia,
precisamente, de un trauma vascular en su muslo izquierdo, producto de las
heridas causadas con arma blanca, lo cual dio lugar a que la víctima presentare un
shock hipovolémico3.

Para la Sala, la falta del tratamiento pertinente en el paciente constituye una


evidente falla del servicio, puesto que al no ser sometido a los exámenes
necesarios para determinar la gravedad de la lesión, la cual finalmente se
determinó únicamente en la necropsia, llevó a la muerte de joven Enevied Cortés,
la cual, de haberse descubierto y tratado a tiempo, podría haberse evitado.

En relación con este punto debe precisarse que según la respectiva acta de
necropsia, las heridas encontradas en el cadáver de la víctima –y que dieron lugar
a su muerte–, coinciden con aquellas que aparecen determinadas en la historia
clínica, consistentes en 2 heridas en el muslo izquierdo a causa de arma blanca, a
saber: 1). Herida suturada en región anterior de muslo izquierdo (profundidad de 6
cms); 2). Herida suturada en región anterior de muslo izquierdo (profundidad de 28
cms.); si bien se alude a una tercera herida (aquella descrita en el numeral 3.5. del
acta de necropsia), lo cierto es que ésta, como allí se dice, se involucra con la
primera, lo cual permite inferir que no se trata de una nueva herida o lesión.

3
La hipovolemia es una disminución del volumen circulante de sangre debido a múltiples
factores como hemorragias, deshidratación, quemaduras, entre otros.
De esa manera, no es acertado el argumento planteado por la parte impugnante
según el cual el deceso de la víctima se habría producido por lesiones diferentes,
pues, sostuvo que dentro del acta de necropsia se habría determinado la
existencia de unas heridas distintas de aquellas por las cuales se le brindó
atención al paciente en el Hospital Primitivo Iglesias, toda vez que, según se
indicó, las heridas encontradas en el cadáver de la víctima –por las cuales se
produjo su muerte–, coinciden con aquellas que aparecen determinadas en la
historia clínica y frente a las cuales no se le brindó una atención debida en el
centro hospitalario, adscrito al ente demandado.

Agréguese a lo anterior que según la necropsia, las heridas que presentaba el


cadáver de la víctima se encontraban todas suturadas, razón adicional para
concluir que se trataba de las mismas lesiones que habían sido tratadas en el
centro hospitalario.

También debe destacarse que según los testimonios de las señoras Martha
Arboleda (fls. 1 a 5 c 2) y Genis Elena Arias Cortés (fls. 8 a 1 c 2), una vez dado
de alta el paciente, éste fue conducido a su residencia por ellas mismas donde
posteriormente falleció.

Otro aspecto que constituye una razón adicional para predicar la falla en el
servicio en cabeza de la entidad demandada, por razón de la ya advertida
asistencia médica deficiente, dice relación con la negativa de los integrantes del
centro asistencial en brindar una segunda atención al paciente, luego de que éste
presentare nuevas deficiencias en su salud, como lo fue el haberse desmayado
antes de abandonar el hospital sin que se le hubieren suministrado los servicios
médicos que en ese segundo momento fueron requeridos por quienes asistían y
acompañaban al entonces paciente.

En efecto, según las declaraciones de las señoras Martha Arboleda Genis y Elena
Arias Cortés, una vez se disponían a retirarse del centro asistencial, el paciente se
desmayó, razón por la cual solicitaron una nueva atención médica, la cual les fue
denegada tanto por el vigilante del lugar quien les impidió su ingreso como por los
propios médicos, cuestión que impone concluir que la entidad demandada no
prestó el servicio en forma adecuada en la medida en que si se le hubieren
practicado al paciente unos exámenes más especiales y, por ende, una valoración
médica mucho más precisa cuando pidió ser atendido por primera vez, única en la
cual le fueron brindados los servicios requeridos, así como si se le hubiese
atendido en una segunda oportunidad y no se le hubiere denegado la prestación
del servicio cuando acudió a él en una segunda oportunidad, muy próxima en el
tiempo a la finalización de la primera, cuestión que impide aceptar la
argumentación de la defensa encaminada a sugerir que después de abandonar el
centro de salud el paciente posiblemente habría realizado otras actividades y que
como consecuencia de ellas habría recibido nuevas heridas, como resulta apenas
natural y obvio el desenlace fatal podría haberse evitado mediante un tratamiento
adecuado.

De otro lado, la Sala estima que en el presente caso, producto de la referida


valoración médica inapropiada, se produjo un doble error en el diagnóstico del
paciente comoquiera que, en primer lugar la falta de práctica de una nueva
evaluación técnica especializada y ni siquiera ser dejado en observación en el
centro asistencial, dio lugar a que se le diera de alta porque se consideró que no
existía trauma vascular alguno cuando lo cierto es que fue precisamente la
existencia de dicho trauma lo que le significó horas más tarde su muerte; en
segundo lugar, el diagnóstico que de manera irresponsable y temeraria realizaron
los dos (2) médicos que sin siquiera efectuarle examen alguno al paciente y sin
realizarle valoración de alguna índole –puesto que en realidad se negaron a
prestarle los servicios profesionales que los acompañantes en ese momento
pidieron para el paciente que se encontraba en estado de inconciencia–, se
aventuraron a asegurar que no era una dolencia fisiológica resultante de las
heridas recibidas aquello que pudiere estar afectando en ese momento al señor
Enevied Cortés sino que su desmayo obedecía, exclusivamente, a su avanzado
estado de alicoramiento.

Al respecto debe precisarse que si bien en la demanda se imputó falla en el


servicio derivada de la inadecuada prestación del servicio médico asistencial a la
víctima, la cual fue acreditada en el proceso por las razones antes expuestas, el
hecho de que la Sala advierta igualmente la existencia de un error en el
diagnóstico, no constituye una modificación a la causa petendi de la demanda,
toda vez que al llevar a cabo una interpretación armónica de los cargos expuestos
en el libelo demandatorio –denominados por la parte actora como fallas atribuibles
a la entidad demandada– se encuentra que, entre éstos, se alude al descuido de
las autoridades médicas al dejar morir al paciente por no brindarle “un poco mas
de atención”, circunstancia que se encuentra ligada con el diagnóstico determinado
a la víctima, puesto que, se reitera, si se hubiere producido una valoración más
detallada, el resultado (diagnóstico) de la misma hubiere sido más preciso y, por lo
tanto, su tratamiento habría sido otro a aquel que se le terminó practicando, esto
es una simple limpieza y sutura de las heridas cuando en realidad sí existía un
daño vascular, lo cual constituyó la causa directa del deceso del señor Enevied
Cortés.

Por consiguiente, la Sala mantendrá la decisión de primera instancia en cuanto


declaró la responsabilidad patrimonial del Municipio de Santiago de Cali por la
muerte del señor Enevied Cortés, ocurrida el 21 de mayo de 1995 debido a que la
prestación del servicio fue inadecuada, todo como consecuencia de la falta de una
valoración más cuidadosa y precisa de las heridas del paciente; por la negativa en
brindarle una segunda valoración médica y por haber concluido de manera
precipitada, sin examen o valoración médica o científica alguna que le pudiere
servir de soporte, que la pérdida de conocimiento que efectuó el paciente en
cuanto abandonó el centro de salud obedecía únicamente al estado de ebriedad
en el cual aquél se encontraba, lo anterior además del error en el diagnóstico en el
cual se incurrió, pues se consideró que no existía trauma vascular cuando lo cierto
es que por esa clase de lesión la víctima sufrió un shock hipovolémico que le
produjo su muerte; se modificará el fallo apelado para reconocer la indemnización
de perjuicios morales en salarios mínimos.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la República
de Colombia y por autoridad de la ley,

FALLA:

PRIMERO: Modifícase el numeral tercero de la sentencia dictada por el Tribunal


Administrativo del Valle del Cauca el 17 de septiembre de 1999, el cual quedará
así:

3.- Condénase al Municipio de Santiago de Cali a pagar a la señora


María de Jesús Cortés, en su condición de madre de la víctima, el monto
equivalente a 100 S.M.L.M.V.; a favor de Yurani Cortés, el monto
equivalente a 50 S.M.L.M.V., en su condición de hermana de la víctima,
por concepto de perjuicios morales.

SEGUNDO: Ejecutoriada esta providencia devuélvase el expediente al Tribunal de


origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

ENRIQUE GIL BOTERO RUTH STELLA CORREA PALACIO


Presidente de la Sala
Con aclaración de voto

MAURICIO FAJARDO GÓMEZ MYRIAM GUERRERO DE ESCOBAR

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