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RESUMENES LECTURAS OBLIGACIONES II

Lectura 1 – Ubicación del Negocio Jurídico dentro de las figuras afines – Hinestrosa
El Hecho Jurídico
La norma establece una hipótesis (supuesto de hecho), el cual puede ocurrir y previene sus consecuencias
cuando ocurre. Para que la norma actúe (consecuencia), es necesario que se dé el movimiento.
Los hechos que establece la norma son jurídicos y son, hechos individualizados por la norma que al ocurrir
tienen efectos jurídicos. En otras palabras, el supuesto de hecho es el conjunto de elementos necesarios
(circunstancias) para que ocurra una determinada situación fáctica que cuando ocurre produce efectos
jurídicos.
Las circunstancias para que ocurra la situación fáctica pueden ser positivos o negativos. Dentro del supuesto
de hecho se encuentran los hechos que son las modificaciones del mundo material. Los hechos jurídicos es
toda modificación al mundo exterior que acarrea cambios en la situación jurídica, es el hecho que produce
efectos jurídicos. El hecho que no se prevea en la norma, no es jurídico. Es el hecho en sí.
El hecho jurídico es un hecho individualizado, abstracto (no importa quien lo ocasionó ni su origen), que este
contenido en la norma.
De aquí se deriva la causalidad jurídica, es relación entre el supuesto y la realidad + la aplicación de la sanción.
Clasificación hechos jurídicos
Positivos y negativos
Esto se refiere a la forma como acontecen. Positivo: la realización objetiva de una circunstancia (situaciones de
hecho). Negativo: No realización de actos – omisión. Ejemplo, quien paga el precio de una cosa, adquiere el
dominio en el pacto de reserva.
Simples y complejos
Los simples consisten en el acontecer puro como el transcurso del tiempo, el nacimiento, la muerte, la
ocupación, etc. Los complejos para que se den deben ocurrir una pluralidad de sucesos o circunstancias, como
el aluvión, la prescripción; por lo que, en estos el efecto solo se dará cuando se produzcan todas las
circunstancias y/o elementos facticos (ex nunc), y solo excepcionalmente se retrotraigan a un momento
anterior (ex tunc), ejemplo la sentencia declaratoria de nulidad o la convalidación del negocio nulo.
La complejidad puede también, en algunas ocasiones, requerir la presencia de varios sujetos como en la
solidaridad.
Instantáneos y continuados
Los instantáneos son los que se consideran completos y eficaces con su sola ocurrencia, con una sola
ocurrencia, o con el lleno de los elementos que lo componen, como la derelicción o el abandono, la renuncia o
la interrupción de la prescripción. Continuados son los que se prolongan, es decir consisten en la repetición del
mismo hecho en el transcurso del tiempo, como la posesión, agregación de posesiones, usucapión.
Constitutivos, modificativos y extintivos
Se refieren a los efectos que produce el hecho. Constitutivos son los que conforman una situación jurídica o el
surgimiento de un derecho, por ejemplo, las fuentes de las obligaciones, o la tradición en cuanto se adquiere
un derecho real. Modificativos son los que alteran una situación jurídica, como la accesión. Extintivos, aquellos
que eliminan el estado de las cosas precedentes, por ejemplo, la desaparición del derecho en la destrucción de
un bien.
En sentido lato y en sentido estricto
Lato sensu es cualquiera que modifique el mundo exterior, como el transcurso del tiempo, puede ser positivo
o negativo. Otro ejemplo es toda norma. En otras palabras, en sentido lado es todo acontecer que genere un
resultado jurídico, sin embargo, algunos autores dicen que todo hecho imaginable es jurídico por su previsión
e inclusión en un supuesto de hecho, o incluso por su no inclusión – juridicidad por exclusión.
Stricto sensu son los actos que el ordenamiento jurídico toma en consideración (los importantes y que
individualiza en la norma). Son indeterminados y tienen un tratamiento político.
Diferencia entre hecho y acto
Por los voluntaristas el hecho no es producto de la voluntad humana y el acto lo es, pues el hecho es producto
de factores naturales que no están ligados a la voluntad, por ejemplo, el nacimiento, la muerte, el transcurso
del tiempo, etc. Es decir, la voluntad no es un elemento en el supuesto de hecho según estos, pues la voluntad
como requisito impuesto por la norma sería del acto. Si tal voluntad está dirigida a la producción de efectos
jurídicos, estamos frente a un negocio jurídico.
Hinestrosa dice que lo anterior es simplista y la diferencia recae en como la intervención humana es tenida en
cuenta por la norma, por ejemplo, en la accesión de mueble a inmueble lo que importa es que algo la haya
producido y la cosa se haya juntado, no importa indagar quien las sembró (ejemplo plantatio); sin embargo,
ese hecho produce otras consecuencias como el deber del dueño frente a quien la sembró de reconocerle
algo, por lo que el ordenamiento tiene en cuenta si el hecho fue natural o humano, pero la diferencia no recae
en eso, sino en que el acto jurídico es el acto humano que el ordenamiento jurídico toma y disciplina en
cuanto tal, es decir, en cuanto proviene del hombre, lo recibe y gobierna la razón.
Hecho Jurídico: Acontecer, natural o humano, tomado como mero suceso
En el hecho jurídico stricto sensu (suceso de la naturaleza o humano, que se puede atribuir a alguien singular o
anónimo o social), no importa el origen ni la manera como ocurrió el supuesto, solo de su sola ocurrencia, el
ordenamiento los recoge como supuesto de hecho. Entre el acontecimiento del hecho y la norma existe una
relación directa, pues el hecho y la novedad del mismo están prevenidos por la norma y valorado
jurídicamente.
Los hechos jurídicos propiamente dicho son los fenómenos naturales y obras humanas que la ley no recoge
como conducta, y tienen como resultado la transformación material. La inundación, el vendaval, el paso del
tiempo, son fenómenos naturales con significado de derecho, son hechos jurídicos. La concepción, el suicidio,
son sucesos en los que el hombre interviene, pero en los cuales su participación no es tomada en cuenta por la
ley, pues es jurídicamente indiferente, pues solo se observa el hecho y no de donde provino o como se
produjo, se consideran simples hechos, por lo que sobre estos no recae calificación política.
Acto Jurídico
Se contraponen a los meros hechos jurídicos y son los cambios obra del hombre y que el ordenamiento
previene y disciplina. La noción es genérica y sería toda expresión humana prevenida normativamente, aquella
que es relevante para el ordenamiento jurídico.
Las doctrinas jurídicas tienen varias acepciones de lo anterior, por ejemplo, en el derecho francés, acto jurídico
es todo hecho del hombre, diferente esto, la definición de negotium como operación jurídica, que es una
manifestación de la voluntad (autonomía de la voluntad), que tiene por objeto y por efecto producir un efecto
jurídico. A lo anterior, agregándole nociones del derecho alemán e italiano, podemos decir que acto jurídico es
todo comportamiento humano voluntario y se circunscribe en una disposición de intereses.
El acto jurídico stricto sensu, como concepto que se contrapone al negocio jurídico, es un mero supuesto de
hecho, donde se sigue frente a él, la sola alternativa de su ocurrencia completa o la deficiencia de su acaecer.
Clasificación de los Actos Jurídicos
Están:

- Las que los distingue por su conformidad o contraposición con los dictados del ordenamiento.
- Aquella que, dentro de los actos lícitos, contrapone a los demás (actos lato sensu), los que son actos de
disposición de intereses, o sea los negocios jurídicos.
- Todos aquellos actos que, teniendo que ver con situaciones económicas reguladas, son jurídicamente
indiferentes, pues su ocurrencia no implica creación, variación o extinción de situación presente, como
los actos de goce de un bien.
Actos lícitos e ilícitos
Esta distinción obedece a un criterio político. Los lícitos son conforme al Derecho. Los ilícitos son los que se
separan del derecho, lo opuesto al ordenamiento. Los dos actos son jurídicos porque están formulados por la
norma, la distinción está en cómo se ajustan a los mandatos de la norma o se contrarían.
Actos y Negocios Jurídicos
El acto jurídico en sentido estricto es aquel acto humano conforme a derecho con el que su autor no se
propone alcanzar un determinado efecto jurídico, y al que el ordenamiento le atribuye ciertos efectos, si el
autor los quiso o imagino siquiera, por ejemplo en el caso del requerimiento, donde el acreedor cuyo deudor
no ha ejecutado la prestación, puede requerirlo judicial o privadamente para que cumpla, ese es el supuesto
de hecho normativo que al darse implica constitución en mora del deudor y con ella una obligación
resarcitoria; también, en la accesión de mueble a inmueble por edificación o plantación.
En el acto jurídico no media la autonomía privada que sí media en el negocio jurídico. En el negocio jurídico
los particulares disponen de sus propios intereses y la ley les asigna efectos que mejor se ajusten a la finalidad
del autor (essentialia negotii) y asumen las obligaciones consiguientes, además de todos aquellos que surjan
de su iniciativa a propósito (accidentalia negotii), en cambio, en el acto jurídico, la ley toma el acto como un
supuesto de hecho y le atribuye consecuencias jurídicas predispuestas.
DIFERENCIA ENTRE LAS DOS NOCIONES

El acto jurídico en sentido estricto y en derecho privado: Es una actuación humana, que la ley toma como
mero supuesto de hecho y la dota de efectos precisos.
 Su diferencia radica en la esencia dinámica de la figura, a su eficacia jurídica, puesto que, “el acto
jurídico no crea un reglamento, o una situación juridica, sino que lo presupone”.

El negocio no constituye solo la hipótesis de hecho (condición, cuya ocurrencia está subordinada a la
producción de efectos jurídicos), sino que también determina sus efectos (negociales), y según la
presentación tradicional, es el acto voluntario, enderezado a producir determinados efectos jurídicos.

 La voluntad individual productora de efectos jurídicos constituye la esencia de la categoría de los


negocios, sin embargo, esta sola

La diferencia entre acto en sentido estricto y negocio consiste en la distinta relevancia del querer, es decir,
en cuanto medie o no una voluntad dirigida a la producción de efectos jurídicos.

 Por lo tanto, la distinción entre negocio jurídico y acto jurídico, depende siempre de qué carácter tenga el
supuesto de hecho normativo configurado por el ordemaniento jurídico.

En la contraposición entre hecho y acto jurídico, lo definitivo no es la voluntad, sino la actitud del
ordenamiento frente al comportamiento humano y la forma como lo recibe y administra.

 Acto jurídico: Es un acto de la voluntad con el fin de crear una situación jurídica.
 El negocio jurídico: Es un acto de autonomía privada jurídicamente relevante, sin enmbargo, crea una
situación jurídica sin que la intervención de la voluntad haya tenido por objeto crearla.

 Al que el derecho le atribuye efectos destinados a realizar la función socialmente relevante que
caracteriza su tipo.
 La ley no delimita totalemnte su contenido, sino que señala orientaciones y límites a la actividad
dispositiva e indaga sobre su observancia.

RAZÓN DE SER DE LA DIFERENCIA.

ACTO JURÍDICO NEGOCIO JURÍDICO


Autonomía privada No media Si media

Toma el acto como un Recibe la conducta humana, la toma


La ley simple supuesto de hecho y como efecto del poder reconocido a los
le atribuye consecuencias particulares para disponer de sus
jurídicas predispuestas. propios intereses, y le atribuye los
efectos que mejor se ajusten a la
finalidad del autor.

La doctrina en general en forma esquemática, cifra la diferenciación entre hecho, acto y negocio, fenómenos todos
pertenecientes al genero supuestos de hecho, en la intervención humana, y la voluntariedad de ella, de modo de
practicar la especificación atendiendo únicamente a la estructura de la categoría correspondiente y dejando de lado su
eficacia y su funcionalidad, es decir como es que incluye el fenómeno en la respectiva norma y como es que le atribuya,
o concede, o reconoce efectos.

LA PARTICULAR NATURALEZA DINÁMICA DEL NEGOCIO JURÍDICO


El negocio produce los efectos queridos por el o los agentes, un sector pone el acento en la decisión particular; otro,
sostiene que los efectos se producen mediante una colaboración o concurso entre la iniciativa y la actuación particulares
y la ordenación normativa.

 La ley es la que dota de eficacia a la voluntad del hombre, por eso no puede decirse que es la
voluntad la que produce efectos jurídicos, ni que la fuerza generadora de estos es el ordenamiento, sino que hay
que afirma que la ley autoriza la autonomía privada, haciendo posible que el negocio produzca por si los
efectos jurídicos al dotarlo d eficacia.

DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS:

1. Competencia dispositiva de los particulares.


2. Ordenación normativa.
En la práctica los particulares se preocupan por alcanzar resultados prácticos o empíricos que tienen en mente,
así en muchos casos no este a su alcance.

No es menos cierto que usualmente, dentro de a libertad de que suelen disfrutar para la determinación del
contenido negocial, acuden a estipulaciones, clausulas, pactos, que les permiten ajustar los “essentialia
negotii” y alterar los “naturalia negotii” de modo de acomodarlo mejor a sus propósitos concretos y por ese
medio sabedores de la relación directa e inmediata que hay entre contenido y efectos, intervenir en el
desencadenamiento de estos, hasta cierto punto “quod inter se placerum”.

La peculiar esencia dinámica del negocio jurídico, que lo señala como única figura que demanda una disciplina
legal, entendiendo por esta la actitud que el ordenamiento adopta frente a la conducta del individuo.

Cabe observar, entonces, que tan solo a propósitos del negocio se tienen la interpretación, los vicios de la
voluntad, la ineficacia en sus distintos grados (nulidad, anulabilidad, rescisión, reducibilidad, imponibilidad), y
que dentro de las distintas clases de actos, únicamente el negocio es susceptible de una valoración amplia y
detenida por parte de la ley.

Se puede afirmar que la ocupación y el abandono son negocios jurídicos, y en nuestra legislación el pago
consistente en la tradición del dominio sobre un objeto, dado el distingo romántico entre titulo y modo es
también un acto de disposición.

La dificultad que surgía de la definición tradicional para incorporar a la teoría del negocio los actos dispositivos
de actuación, o sea aquellos en los que no se presenta declaración alguna sino un simple comportamiento, que
bien puede ser un acto de ejecución, desaparece al concentrarla mirada en el funcionamiento y las
consecuencias del acto, por lo cual se elimina los negocios de voluntad surgida al suprimir en la expresión
“declaración de voluntad” aquello que no presentaba la declaración y se explica el fenómeno de los negocios de
actuación.

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