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PRIMER EJERCICIO

GRUPO A - ADMINISTRACIÓN Y LEGISLACIÓN

TEMA 9: Ley de 29 de abril de 1964 sobre Energía Nuclear.


Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas.
Régimen de autorizaciones de estas instalaciones: Inspección de
las mismas. El personal de operación. Reglamento sobre
Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes. El Plan
Básico de Emergencia Nuclear. La protección física de materiales
nucleares.

1.- LA LEY DE 29 DE ABRIL DE 1964 SOBRE ENERGÍA NUCLEAR.


La Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre Energía Nuclear (en adelante LEN), recoge
los principios fundamentales sobre la energía nuclear y protección contra el peligro
de las radiaciones ionizantes. En su elaboración se tuvieron en cuenta las leyes de
otros países, así como los convenios internacionales en materia de
responsabilidad civil por daños nucleares, y las recomendaciones del Organismo
Internacional de Energía Atómica.
La LEN se desarrolla en tres disposiciones normativas de carácter reglamentario:
el “Reglamento sobre Cobertura de Riesgos Nucleares” aprobado por el Real
Decreto (en adelante RD) 2177/1967; el “Reglamento sobre Protección
Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes” (en adelante RPSRI, aprobado
inicialmente por el RD 53/1992, que posteriormente fue derogado por el RD
783/2001) y el “Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas” (en
adelante RINR, aprobado inicialmente por el RD 2869/1972, que posteriormente
fue derogado por el RD 1836/1999, y que ha venido a ser recientemente
modificado por el RD 35/2008).
La LEN ha sido parcialmente modificada en diversas ocasiones, la última a través
de la Ley 33/2007, de 7 de noviembre, de reforma de la Ley 15/1980, de 22 de
abril, de creación del CSN (en adelante LCSN). Algunos artículos de su contenido,
si bien no han sido derogados expresamente, han dejado de tener vigencia por
haberse modificado la estructura del Estado a la que hacen referencia y han sido
múltiples las reestructuraciones orgánicas y de competencias, siendo en la
actualidad, el Ministerio competente en materia de energía nuclear, el de Industria,
Turismo y Comercio (en adelante MITyC) y el Organismo regulador independiente
el CSN.
La LEN consta de 97 artículos, agrupados en 15 capítulos.
CAPÍTULO I: OBJETO Y DEFINICIONES (Artículos 1 y 2)
Especifica en su artículo primero el objeto de la Ley, que, tras la última
modificación, es el siguiente:

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a) Establecer el régimen jurídico para el desarrollo y puesta en práctica de las
aplicaciones pacíficas de la energía nuclear y de las radiaciones ionizantes en
España, de manera que se proteja adecuadamente a personas, cosas y medio
ambiente.
b) Regular la aplicación de los compromisos internacionales adquiridos por el
Estado en materia de energía nuclear y radiaciones ionizantes.
Por su parte, el artículo segundo señala las definiciones, 21 en total. Este es un
artículo que ha ido siendo modificado con el transcurso de los años, para
adaptarse a la evolución del léxico asociada a los avances tecnológicos. Como
novedad, sólo destacar que la definición de «Residuo radiactivo» fue modificada
por la Disposición Adicional Cuarta de la Ley 54/1997 de 27 de Noviembre,
reguladora del Sector Eléctrico y la de «Otros dispositivos e instalaciones
experimentales», que ha tenido una nueva redacción dada por el apartado 2 de la
Disposición Adicional Segunda de la Ley 33/2007 de 7 de Noviembre. Con ello se
incluyen en la regulación relativa a instalaciones nucleares, otros dispositivos de
producción energética que no podían estar previstos en el año 1964, pero que son
posibles hoy en día con el actual nivel de la tecnología nuclear.
CAPÍTULO II: DE LAS AUTORIDADES Y ORGANISMOS ADMINISTRATIVOS
(Artículos 3 al 15)
En este Capitulo se definen los Organismos con competencia en la ejecución de
esta Ley. Así establece el artículo 3 que su ejecución corresponde al hoy MITyC, a
través especialmente de la Dirección General de Política Energética y Minas (en
adelante DGPEyM), sin perjuicio de la competencia específica de otros
Ministerios, y a partir de 1980, con la Ley 15/1980, de 22 de abril, de creación del
CSN, éste tiene las competencias antes atribuidas a la extinta Junta de Energía
Nuclear en materia de Seguridad Nuclear (SN) y Protección Radiológica (PR).
A lo largo del articulado de este Capítulo II se delimitan las responsabilidades y
competencias de cada uno de los Organismos competentes.
CAPÍTULO V: DE LAS AUTORIZACIONES PARA LAS INSTALACIONES
NUCLEARES (IINN) Y LAS INSTALACIONES RADIACTIVAS (IIRR) Y DE LA
TENENCIA Y UTILIZACIÓN DE MATERIALES RADIACTIVOS (Artículos 28 al
35)
Establece el artículo 28 de la LEN que la construcción y montaje de II NN ó RR
requerirá autorización del MITyC, siendo preceptivo el informe del CSN,
señalando el artículo 32 de las autorizaciones caducarán por incumplimiento de
las condiciones y plazos señalados en las mismas, y también podrán quedar sin
efecto por acuerdo del Consejo de Ministros, a propuesta del MITyC, cuando
concurran razones excepcionales de interés nacional, indemnizando en tal caso al
explotador de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Expropiación Forzosa.
El Capítulo VI de la LEN trata de las medidas de seguridad y protección
contra las radiaciones ionizantes abarcando los artículos 36 al 44.

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La reciente modificación de la LEN, por el apartado 3 de la Disposición Adicional
Segunda de la Ley 33/2007, de 7 de Noviembre, da una nueva redacción a los
artículos 36 y 37, añade un nuevo párrafo al artículo 38, suprime el párrafo
segundo del artículo 43 y añade un nuevo artículo 44 bis.
La nueva redacción del artículo 36 pretende que quede explicito que el titular de
las II NN o RR o de las actividades relacionadas con radiaciones ionizantes es el
responsable de su seguridad por lo que deben ser tales titulares los garantes de la
seguridad de las actividades y de la protección de sus trabajadores, del público y
del medio ambiente.
La nueva redacción del artículo 37 abunda en esta responsabilidad de los titulares,
indicando que son estos los que deben disponer de los recursos humanos,
técnicos y económicos adecuados para mantener las condiciones de SN y PR.
El artículo 38 inicialmente establecía de manera genérica que “las II NN y RR que
trabajen con sustancias radiactivas quedan obligadas a contar con instalaciones
especiales para almacenamiento, transporte y manipulación de residuos
radiactivos”.
El nuevo párrafo añadido al artículo 38 extiende la responsabilidad de los titulares
a todas las etapas de la gestión del combustible irradiado y de los residuos
radiactivos y a la minimización en la generación de residuos, de forma que quede
garantizada, tanto en el presente como en el futuro, la protección de las
personas y del medio ambiente.
La experiencia ha hecho necesaria la inclusión de un nuevo artículo, el 44 bis, que
extiende la necesidad de someterse al control regulador a aquellas actividades
industriales no reguladas como II NN o RR que generen, o puedan generar,
materiales residuales con contenido radiactivo en forma de subproductos, cuando
así lo determine el MITyC o el CSN. Quedan así contempladas actividades o
industrias convencionales, cuando su actuación pueda presentar algún tipo de
consecuencia radiológica para las personas o el medio ambiente.
CAPÍTULO VII: De la responsabilidad civil derivada de daños nucleares,
(artículos 45 al 54), CAPITULO VIII De la cobertura del riesgo nuclear.
(artículos 55 al 64), CAPÍTULO IX. De la reclamación de indemnización por
daño nuclear. (artículos 65 al 67) y CAPÍTULO X. De la intervención del
Estado en la reparación de daños nucleares. (artículo 68)
Estos cuatro Capítulos regulan el tema de los posibles daños producidos por las
Instalaciones Nucleares y Radiactivas, (en adelante II NN y RR) sobre la base de
que ha de ser el explotador de una instalación nuclear o de cualquier otra
instalación que produzca o trabaje con materiales radiactivos o que cuente con
dispositivos que puedan producir radiaciones ionizantes, el que será responsable
de los daños nucleares.
Esta responsabilidad será objetiva y estará limitada en su cuantía hasta el
límite de cobertura que se señala en la propia LEN.

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Igualmente la LEN distingue entre daño inmediato y daño diferido, según el
mismo se produzca, advierta o se conozca al responsable dentro del plazo de diez
años, a contar desde que el accidente tuvo lugar, o fuera de dicho plazo,
respectivamente.
Para el desarrollo de cualquier actividad de tipo nuclear, además de obtener la
previa autorización, deberá establecer una cobertura de los riesgos que puedan
producirse en relación con la responsabilidad.
El artículo 56 recoge que la cobertura del riesgo nuclear para cubrir los daños
inmediatos debe quedar garantizada por el titular hasta un máximo fijado, que,
evidentemente, ha ido actualizándose con los años.
La cobertura de los posibles daños nucleares es un tema objeto de preocupación
internacional, habiendo firmado España todos los convenios internacionales, por lo
que la situación actual es equiparable a la existentes en los países de nuestro
entorno.
El artículo 57, en la redacción dada al mismo por la Disposición Adicional Primera
de la Ley 17/2007, de 4 de Julio (por la que se modifica la Ley 54/1997, de 27 de
Noviembre, reguladora del Sector Eléctrico para adaptarla a lo dispuesto en la
Directiva 2003/54/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de Junio de
2003 sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad), trata de
la cobertura mínima exigible para la responsabilidad civil por accidente nuclear
que ”En el caso de II NN, la cobertura exigible, de acuerdo con el artículo 55 de la
Ley, será de 700 millones de euros. No obstante, el MITyC podrá imponer otro
límite, no inferior a 30 millones de euros, cuando se trate de transportes de
sustancias nucleares o de cualquier otra actividad, cuyo riesgo, a juicio del CSN,
no requiera una cobertura superior...”
Por último, el artículo 93.2 de la Ley 62/2003, de 30 de Diciembre, de medidas
fiscales, administrativas y del orden social añade a la Len su Disposición adicional
primera relativa a <<Otros dispositivos e instalaciones experimentales>> cuyo
tenor literal es:
1. La regulación contenida en esta Ley, cuando se refiere de forma común a
II NN y RR, se entenderá igualmente referida a los dispositivos e instalaciones
experimentales definidos en el apartado 12 bis del artículo 2 de esta Ley, salvo
que legalmente se establezca para ellos un régimen distinto.
2. Para los citados dispositivos e instalaciones experimentales, la cobertura
de seguro exigible será la establecida para las II NN en el artículo 57 de esta Ley.
La citada Ley 17/2007 de 4 de Julio, en su Disposición Adicional segunda
viene a añadir una Disposición Adicional nueva, (que pasa a ser la segunda), a la
LEN, que contempla la responsabilidad civil nuclear por daños
medioambientales.

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Esa responsabilidad civil está prevista para cubrir el coste de las medidas de
restauración del medio ambiente degradado, el lucro cesante, y el coste de las
medidas preventivas.

CAPÍTULO XIII. De los delitos y penas. (artículos 84 al 90).


El apartado f) de la disposición derogatoria única del Código Penal, aprobado por
la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de Noviembre, derogó los artículos 84 a 90, que
ocupaban el Capítulo XIII “De los delitos y penas”, y cuyos tipos pasaron
sustancialmente a integrarse en el nuevo Código.

Diez años más tarde, el artículo 16 de la Ley 24/2005 de 18 de Noviembre, de


Ordenación Económica y Reformas para el impulso a la productividad, vino a
modificar el Capítulo XIII de la LEN, que estaba vacío de contenido desde 1995, y
que pasó a llamarse << De la no proliferación nuclear y protección física de los
materiales nucleares >>, con un único artículo, el 84, al que se le dio el título de
<<Obligaciones en materia nuclear y protección física de los materiales
nucleares >> y la siguiente redacción: <<Toda persona física o jurídica queda
sujeta al cumplimiento de las obligaciones derivadas de los compromisos
contraídos por el Estado español o del propio ordenamiento interno en materia de
no proliferación nuclear y protección física de los materiales nucleares y, en
particular, a realizar las actividades de seguimiento, control y custodia de los
materiales nucleares, a permitir las inspecciones y comprobaciones que fueran
precisas en lugares o instalaciones y a informar a las autoridades competentes».

CAPÍTULO XIV. De las infracciones y sanciones en materia nuclear. (artículos 91


al 95)
Por último, la corrección de situaciones insatisfactorias desde el punto de vista de
la SN y la PR ha sido, desde el principio, motivo de preocupación del legislador
nuclear. Y, de hecho, este es uno de los Capítulos de la LEN que más
modificaciones ha sufrido.
Así pues, el Capítulo XIV de la LEN, trata de las infracciones y sanciones en
materia nuclear, abarca los artículos 85 al 93 ambos inclusive y su última
redacción le ha sido dada por el apartado 12 del artículo único de la Ley 33/2007,
de 7 de Noviembre, que añade una disposición adicional nueva a la misma,
dando una nueva redacción a todo el Capítulo XIV que ha quedado integrado
ahora por los artículos 85 a 93.
En cualquier caso el detalle del mismo es objeto del tema 11 que está dedicado
explícitamente a esta materia.
Por último en el Capítulo XV comprensivo de las Disposiciones finales de la ley,
los artículos 96 y 97 han sido renumerados como 94 y 95, por el apartado 8 de la
Disposición Adicional segunda de la Ley 33/2007, de 7 de Noviembre.

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2.- REGLAMENTO SOBRE INSTALACIONES NUCLEARES Y RADIACTIVAS.
RÉGIMEN DE AUTORIZACIONES DE ESTAS INSTALACIONES. INSPECCIÓN
DE LAS MISMAS. EL PERSONAL DE OPERACIÓN.
El Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas (en adelante RINR)
fue aprobado por RD 1836/1999, de 5 de diciembre y ha sido modificado
recientemente por el RD 35/2008, con el fin de recoger las modificaciones
introducidas en la LEN y actualizar su contenido en base a la experiencia en su
aplicación.
El RINR comprende 7 títulos, y totaliza 81 artículos, 4 disposiciones adicionales, 4
transitorias y 2 anexos.
El RINR tiene por objeto la regulación del régimen de autorizaciones
administrativas, tanto para las II NN y RR, como para otras actividades específicas
relacionadas con la aplicación de radiaciones ionizantes. Asimismo, integra el
régimen de las acreditaciones de personal, de las obligaciones de los titulares de
dichas instalaciones y de las actividades de inspección y control.
La aplicación del RINR corresponde al MITyC y al CSN, sin perjuicio de las
competencias de otros departamentos y de las CC AA (en adelante CC AA)
TITULO I Disposiciones generales (Artículos 1 a 10)
• Delimita las autoridades competentes, teniendo en cuenta la estructura
administrativa del Estado
• Especifica el procedimiento de presentación de solicitudes,
• Detalla las evaluaciones realizadas por la Administración para verificar el
cumplimiento de la legislación aplicable y de los requisitos en materia de SN y
PR. Entre las Administraciones competentes, se incluye la necesidad de que el
MITyC remita una copia de la documentación que acompaña a una solicitud a
las CC AA con competencias en ordenación del territorio y medio ambiente
para que puedan formular alegaciones.
• Establece el procedimiento de concesión de autorizaciones
• Regula la responsabilidad del titular de la instalación.
• Lista el contenido mínimo de las autorizaciones. En ese listado se incluyen los
titulares y las características de la instalación que se autorizan, los documentos
oficiales de explotación (que son los que se han servido de base para hacer la
evaluación de la seguridad de la misma), las garantías en materia de
responsabilidad civil y los límites y condiciones en materia de SN y PR.
Esos límites son los que aparecen en el informe del CSN.
Un nuevo artículo, el 3 bis, establece que las Administraciones competentes en la
concesión de otras autorizaciones que, por sus características o actividad
pudieran afectar a una II NN ó RR deben pedir informe del CSN a fin de que éste
pueda valorar si debe establecerse alguna restricción para evitar que la instalación
convencional pueda interferir en la seguridad de la II NN ó RR. Si tal solicitud de
informe al CSN no se produjera, el RINR faculta al CSN para pedir a la

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Administración competente los datos necesarios para elaborar su preceptivo
informe.
Uno de los aspectos que la última redacción del RINR ha reforzado es la de la
asunción completa de las responsabilidades de una instalación por parte del
titular de la misma. No se trata de establecer una nueva responsabilidad, porque
esto ya era legalmente así, sino de explicitar esa responsabilidad y detallarla a
nivel reglamentario.
La modificación del RINR efectuada en enero de 2008, también añade un artículo
8 bis, para regular las previsiones del artículo 13 de la Ley del CSN, en relación
con la obligación de las personas al servicio de una Instalación nuclear o
radiactiva (así como al personal de las empresas contratadas por la instalación),
de “poner en conocimiento primero del titular, y (si considera que su denuncia no
ha sido adecuadamente atendida), del CSN, cualquier hecho que pueda afectar a
la SN o la PR”; igualmente, regula la obligación de los titulares de estas
instalaciones de establecer un mecanismo que permita comunicar tales hechos a
los responsables de la propia instalación. Todo ello sin que pueda producirse
ningún tipo de efectos adversos para el trabajador en su puesto de trabajo.
TÍTULO II.- DE LAS INSTALACIONES NUCLEARES (Artículos 11 al 33)
Este título se divide en los siguientes seis CAPÍTULOS:
El artículo 11 define como instalaciones nucleares, las ya definidas como tales en
la LEN:
a) Las centrales nucleares: cualquier instalación fija para la producción de
energía mediante un reactor nuclear.
b) Los reactores nucleares: cualquier estructura que contenga combustibles
nucleares dispuestos de tal modo que dentro de ella pueda tener lugar un proceso
automantenido de fisión nuclear sin necesidad de una fuente adicional de
neutrones.
c) Las fábricas que utilicen combustibles nucleares para producir sustancias
nucleares y las fábricas en que se proceda al tratamiento de sustancias nucleares,
incluidas las instalaciones de tratamiento o reprocesado de combustibles
nucleares irradiados.
d) Las instalaciones de almacenamiento de sustancias nucleares, excepto los
lugares en que dichas sustancias se almacenen incidentalmente durante su
transporte.
e) Los dispositivos e instalaciones que utilicen reacciones nucleares de
fusión o fisión para producir energía o con vistas a la producción o desarrollo de
nuevas fuentes energéticas.
Por su parte, el artículo 12 describe las autorizaciones requeridas, a saber:
a) previa o de emplazamiento, que faculta al titular para solicitar la autorización
de construcción e iniciar las obras de infraestructura preliminares que se
autoricen. En la concesión de esta autorización es donde se valora si el

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emplazamiento elegido es adecuado para la instalación y el diseño propuesto y
donde se realizan los estudios ambientales previos, que servirán de base para
el seguimiento de cualquier posible impacto radiológico de la instalación.
b) de construcción, que faculta al titular a solicitar la autorización de explotación
e iniciar la construcción de la misma. En esta etapa, la valoración de detalle se
centra en el análisis del diseño, de los sistemas, equipos y componentes, los
esquemas de funcionamiento de los sistemas de seguridad, etc. Igualmente se
analizan el sistema de calidad empleado por el titular de la autorización para
controlar que la construcción se ajusta a lo requerido.
c) de explotación, que faculta al titular para cargar el combustible, realizar el
programa de pruebas nucleares y a operar la instalación. Se concede primero
provisionalmente, hasta que finalicen de forma satisfactoria las pruebas
nucleares. También es esta la autorización que faculta al titular a realizar las
operaciones requeridas por la Administración, una vez la instalación haya
cesado de forma definitiva en sus actividades, y hasta la concesión de la
autorización de desmantelamiento.
d) de modificación, que faculta al titular a introducir modificaciones en la
instalación, cuando tales modificaciones no alteren los criterios, normas y
condiciones de seguridad.
e) de ejecución y montaje de la modificación. Si la modificación a introducir en
la instalación es de gran alcance, o suponen obras o montajes significativos, el
titular debe solicitar la autorización de ejecución y montaje de la modificación,
de forma que el análisis de seguridad efectuado será de mayor detalle y
profundidad que el que se realizaría en la evaluación de una de las
autorizaciones previstas en el apartado anterior.
f) de desmantelamiento; una vez extinguida la autorización de explotación,
faculta al titular a iniciar las actividades de descontaminación, desmontaje de
equipos, demolición de estructuras, etc. de forma que el final del proceso de
desmantelamiento sea el cese de la responsabilidad del explotador y la
liberación (total o parcial) del emplazamiento.
Adicionalmente, deberá ser autorizado:
g) El almacenamiento temporal de sustancias nucleares en una instalación en
fase de construcción que no disponga de autorización de explotación.
h) El cambio de titularidad de las instalaciones nucleares, en cualquier caso.
Finalmente, concluye el artículo 12, en su apartado tercero, regulando los órganos
competentes para la concesión de las anteriores Autorizaciones, así corresponde
al MITyC la concesión de todas las autorizaciones anteriores, excepto las referidas
en las letras d) –modificación-, e) –ejecución y montaje de la modificación- y g) –
almacenamiento temporal de sustancias nucleares-, que corresponden al Director
General de Política Energética y Minas.
En la modificación del RINR de 2008, se indica que con carácter previo a la
concesión de las autorizaciones recogidas en este artículo, excepto las referidas
en las letras e) – ejecución y montaje de la modificación- y g) – almacenamiento

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temporal de sustancias nucleares-, se dará traslado de la documentación
correspondiente a la CC AA, por el plazo de un mes, para alegaciones, de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 4.2 de este Reglamento, al que antes se ha hecho
referencia.
.

Esta modificación adecua el texto del RINR a la estructura competencial existente,


dando audiencia a las CC AA, competentes en materia de medio ambiente, antes
de la concesión de todas las autorizaciones relevantes de una instalación
nuclear.
El artículo 13 establece que, ya desde el inicio de la construcción de una
instalación nuclear, debe constituirse un Comité de Información cuya
composición y funciones detalla.
El resto del articulado de este Capítulo describe con detalle la relación y contenido
de la documentación a presentar acompañando a cada una de las autorizaciones
reguladas. Entre esa documentación, sólo señalar que en la modificación del RINR
se ha incorporado expresamente el Plan de Protección Física, como documento
a aportar en la solicitud de construcción, haciendo explícito un requisito que ya
venía aplicándose de facto. También especifica que este documento tiene un
carácter confidencial.
Destacar el tratamiento graduado que se da a las autorizaciones de modificación
de instalaciones nucleares, según queda establecido en el artículo 25. Así, el
tratamiento de las mismas supone:
a) cualquier modificación en el diseño, en las condiciones de operación que
afecten a la SN y la PR, así como la realización de pruebas en la misma,
debe ser analizada previamente por el titular.
b) Si del análisis se concluye que se siguen garantizando los requisitos de
seguridad, el titular podrá efectuar la modificación o realizar la prueba,
informando periódicamente al MITyC y al CSN.
c) Si la modificación supone una variación en los criterios, normas y
condiciones en que se basa la autorización de explotación, la modificación
deberá ser autorizada expresamente antes de su entrada en servicio.
d) Si la modificación es de gran alcance, a juicio del Ministerio o del Consejo,
o implique obras de construcción y montaje, además de la autorización de
modificación descrita en el apartado c) anterior, la modificación debe ser
sometida a una autorización de ejecución y montaje de la instalación.
Esta graduación de autorizaciones, sobre la base de su relevancia para la
seguridad, agiliza la obtención de permisos para las modificaciones que se llevan
a efecto durante toda la vida útil de una instalación nuclear, y facilita a la
Administración, al Consejo y al titular la gestión de las mismas.
El tema 9 del grupo C del primer ejercicio contempla la evaluación de seguridad de
instalaciones nucleares, su régimen de autorizaciones y documentación.

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TÍTULO III: DE LAS INSTALACIONES RADIACTIVAS (Artículos 34 al 42)
El artículo 34 establece qué se entiende por instalaciones radiactivas, (en adelante
II RR) a saber:
a) Las instalaciones de cualquier clase que contengan una fuente de radiación
ionizante.
b) Los aparatos productores de radiaciones ionizantes que funcionen a una
diferencia de potencia superior a 5 kV.
c) Los locales, laboratorios, fábricas e instalaciones donde se produzcan, utilicen,
posean, traten, manipulen o almacenen materiales radiactivos, excepto el
almacenamiento incidental durante su transporte.
Estas II RR se clasifican en tres categorías,
Primera categoría:
a) Las fábricas de producción de uranio, torio y sus compuestos.
b) Las fábricas de producción de elementos combustibles de uranio natural
c) Las instalaciones que utilicen fuentes radiactivas con fines de irradiación
industrial
d) Las instalaciones complejas en que se manejen inventarios muy elevados
de sustancias radiactivas o se produzcan haces de irradiación de muy
elevada fluencia de energía.
Las instalaciones de los puntos a) y b) se definen en este mismo artículo como
instalaciones del ciclo del combustible
Segunda categoría:
a) Las instalaciones donde se manipulen o almacenen nucleidos radiactivos
que puedan utilizarse con fines científicos, médicos, agrícolas, comerciales
o industriales, cuya actividad total sea igual o superior a mil veces los
valores de exención que se establecen en la Instrucción IS-05 del CSN.
b) Las instalaciones que utilicen aparatos generadores de rayos X que puedan
funcionar con una tensión de pico superior a 200 Kilovoltios.
c) los aceleradores de partículas y las instalaciones donde se almacenen
fuentes de neutrones.
Tercera categoría:
a) las instalaciones donde se manipulan o almacenen nucleidos radiactivos
cuya actividad total sea superior a los valores de exención establecidos en
la Instrucción IS-05 del CSN e inferior a mil veces los mismos.
b) las instalaciones de rayos X de tensión de pico inferior a 200 Kilovoltios.
Finalmente, el artículo 36 establece las autorizaciones requeridas, a saber:
1. Las II RR del ciclo del combustible nuclear requerirán las siguientes
autorizaciones: autorización previa, autorización de construcción, autorización
de explotación, autorización de desmantelamiento y declaración de clausura
y, en su caso, autorización de modificación y de cambio de titularidad.

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2. Las demás II RR requerirán una autorización de funcionamiento, una
declaración de clausura y, en su caso, una autorización de modificación y de
cambio de titularidad.
El resto del Capítulo se dedica a delimitar y detallar la documentación a aportar
por el solicitante de cada una de las solicitudes reguladas.
En el caso de instalaciones del ciclo del combustible, la documentación se
referencia, con la ya descrita en el capítulo anterior, relativo a las instalaciones
nucleares, con la adaptación de los documentos a las especiales características
de estas instalaciones del ciclo.
También para estas instalaciones y, en concreto para las instalaciones de primera
categoría, se ha añadido un nuevo documento oficial a aportar con la solicitud, el
ya mencionado Plan de Protección Física que, al igual que para instalaciones
nucleares, recibe el carácter de documentación confidencial.
En el caso de las II RR, se hace una descripción expresa de cada documento.
Se ha introducido, en la última revisión de 2008, una modificación del artículo 40,
referente a cambios y modificaciones de II RR; este cambio lista una serie de
modificaciones que deben ser autorizadas por el mismo trámite por el que fue
autorizada la instalación, indicando que otras modificaciones, de menor
trascendencia para la seguridad, requerirán únicamente la aceptación expresa del
CSN y, por último, las modificaciones de aún menor trascendencia, que pueden
ser realizadas directamente por el titular de la instalación, existiendo solamente la
obligación de comunicarlas al MITyC y al CSN.

TÍTULO IV: INSPECCIÓN DE LAS INSTALACIONES NUCLEARES E


INSTALACIONES RADIACTIVAS (artículos 43 al 46)
Comienza el artículo 43 señalando que el personal facultativo del MITyC y del
CSN designado para realizar la inspección y verificación de las II NN y RR será
considerado como agente de la autoridad en todo lo relativo al ejercicio de su
cargo.
Por su parte, el artículo 44 señala que el titular de una I N o R vendrá obligado a:
a) Facilitar el acceso de los inspectores a las partes de la instalación que
consideren necesarias para el cumplimiento de su labor.
b) Facilitar la colocación del equipo e instrumentación que se requiera para
realizar las pruebas y comprobaciones necesarias.
c) Poner a disposición de los inspectores la información, documentación y medios
técnicos que sean precisos para el cumplimiento de su misión.
d) Permitir a los inspectores la toma de muestras suficientes para realizar los
análisis y comprobaciones pertinentes.
e) Facilitar el acceso de los inspectores a los centros de trabajo de los
suministradores de equipos y servicios relacionados con la seguridad de la
instalación y el desarrollo de sus actividades.

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La modificación del Reglamento de 2008 amplía las obligaciones establecidas en
los apartados a), b), c) y d) al responsable de cualquier establecimiento donde se
puedan encontrar equipos generadores de radiaciones ionizantes o materiales
radiactivos, sin que puedan eludir dicha responsabilidad por carecer de
autorización como instalación regulada.
El artículo 45 regula las actas de Inspección, estableciendo al efecto que el
resultado de las inspecciones se hará constar en acta, copia de la cual se
entregará al MITyC y al titular de la instalación.
En todo caso, se invitará al titular a que presencie la inspección y firme el acta.
Con su firma puede hacer constar las manifestaciones que estime pertinentes. La
negativa a hacerlo no afectará a la tramitación y conclusiones que se establezcan
posteriormente, ni se tomarán en consideración las manifestaciones que haya
hecho sin firmarla.
Las actas de inspección que se levanten gozan de la presunción de veracidad
respecto a los hechos que en la misma se constaten, sin perjuicio de las pruebas
que en defensa de sus derechos e intereses pueda aportar el titular de la
instalación.
El artículo 46 regula las actuaciones en caso de riesgo. Prevé que, en tales casos,
tanto el MITyC, como el CSN o sus inspectores acreditados podrán exigir el
inmediato cese de las obras, funcionamiento u operaciones en una I N o R.
La modificación del RINR aprobada en 2008, amplia estas facultades a situaciones
excepcionales o de emergencia que puedan darse en instalaciones, equipos,
empresas o actividades no sujetas al régimen de autorizaciones de la legislación
nuclear, cuando tales situaciones puedan afectar a la SN o la PR.
TÍTULO V: DEL PERSONAL DE LAS INSTALACIONES NUCLEARES Y
RADIACTIVAS (artículos 47 al 68)
En este título se describen las licencias de personal necesarias para la operación
de las II NN y RR, las condiciones para la concesión de títulos y diplomas y las
responsabilidades de las personas que lo poseen, distinguiendo entre II NN y RR
del ciclo del combustible, por un lado, y, por otro II RR con fines científicos,
médicos, agrícolas, comerciales o industriales.
El texto anterior, describía, en su punto segundo, las dos clases de licencias:
supervisor y operador. El texto vigente no lo hace, siendo la delimitación de las
funciones entre uno y otro la establecida en la Instrucción, IS-11, de 21 de febrero
de 2007 del CSN, sobre licencias de personal de operación de centrales nucleares
(BOE, 26 de abril de 2007).
En enero de 2008 se ha añadido el párrafo 3 al artículo 47, en el que se establece
que, en el caso de instalaciones en desmantelamiento, el CSN definirá las
actividades de operación y supervisión de sistemas y la manipulación de
materiales radiactivos que deberán ser realizadas o dirigidas por personal con

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licencia; en cada fase del desmantelamiento se determinará el número y tipo de
licencias requeridas.
Se requiere, por el artículo 47, que las II NN y las RR del Ciclo del Combustible
deben disponer de un Servicio de PR autorizado por el CSN, al frente del cual
estará una persona acreditada con un diploma de Jefe de Servicio de PR expedido
por el CSN.
La modificación del Reglamento de 2008, en su artículo 47, contempla ya la
ampliación de la necesidad de disponer de licencia, que podrá ser limitada
exclusivamente a este fin, para la supervisión de las alteraciones del núcleo de
centrales nucleares, incluyendo la carga y descarga del combustible, licencia que
ya estaba requerida por la Instrucción IS-11 de 21 de febrero de 2007 del CSN,
sobre licencias de personal de operación de centrales nucleares (BOE, 26 de abril
de 2007).
El artículo 55, a semejanza de lo establecido en el artículo 47 con respecto a las II
NN y del Ciclo, establece que el personal que manipule material o equipos
radiactivos y el que dirija dichas actividades en una I R deberá estar provisto de
una licencia específica concedida por el CSN.
Existirán dos clases de licencias: la de operador, que capacita para la
manipulación de materiales o equipos productores de radiaciones ionizantes
conforme a procedimientos e instrucciones preestablecidos, y la de supervisor,
que capacita para dirigir y planificar el funcionamiento de una I R y las actividades
de los operadores.
En el artículo 56 se señala que las licencias de operador y supervisor para este
tipo de instalaciones tendrán un plazo mínimo de validez de cinco años, serán
personales e intransferibles y específicas por campo de aplicación, establecidos
por la Instrucción IS-07 de 22 de junio de 2005 del CSN, sobre campos de
aplicación de licencias de personal de II RR (BOE, 20 de julio de 2005).
En la modificación del reglamento de enero de 2008, se ha añadido una nueva
sección a este capítulo, la 3ª para reunificar lo previamente establecido sobre
término de la vigencia y suspensión de las licencias y diplomas.
Se establece en el artículo 63 que una licencia o diploma dejará de tener vigencia
por caducidad, si no ha sido debidamente renovada. También puede ser revocada
por:
a) Pérdida o disminución sustancial de la salud física o estabilidad psíquica
b) Actuación u omisión grave, voluntaria o negligente, en el desempeño de
sus funciones
c) No someterse voluntariamente a la realización de las pruebas que se le
indiquen por parte del titular o del CSN para comprobar sus condiciones de
aptitud.
d) Haber finalizado la relación contractual, en el caso de licencias relativas a
las II NN y RR del ciclo del combustible nuclear.

13
e) Renuncia del titular de la licencia
f) Inhabilitación derivada de cualquier expediente sancionador
g) Cualquier otra circunstancia en que se considere necesario, previa
tramitación del correspondiente expediente.
Además de la revocación, la modificación del Reglamento prevé los casos en los
que el CSN podrá suspender las licencias o diplomas:
a) Razones de seguridad
b) Pérdida de las cualificaciones técnicas
c) Como medida cautelar, cuando se haya iniciado un expediente sancionador
d) Inactividad, cuando no se desempeñe el puesto de trabajo en las
condiciones y plazos que establezca el CSN.
En el resto de esta Sección, se recogen las obligaciones de los supervisores y
operadores.
El último artículo de esta Sección, el 68, define que el Jefe del Servicio de PR es
el responsable de velar por el cumplimiento de las normas de PR, informando al
supervisor de lo procedente en cada momento.
En el tema 10 del grupo D del primer ejercicio se trata específicamente de
“formación en materia de PR del “Personal de II NN y RR. Licencias de personal”.

TÍTULO VI: DEL DIARIO DE OPERACIÓN, ARCHIVOS E INFORMES (artículos


69 al 73)
Este Título detalla la obligación de los titulares de II NN y RR de llevar un diario de
operación donde se registren todos los hechos relevantes del funcionamiento de
su instalación, y enumera y describe los informes que está obligado a presentar en
la Dirección General de Energía y en el CSN.
El TíTULO VII, ha quedado ampliamente modificado en enero de 2008, habiendo
pasado el anterior Capítulo Único a ser el Capítulo I Autorización de otras
actividades y habiéndose añadido un Capítulo II Áreas contaminadas, integrado
por un único artículo, el 81 y un Capítulo III relativo a la apreciación, certificación y
convalidación de diseños.
El reglamento de II NN y RR tiene dos Anexos, el primero se refiere a las II RR, su
clasificación y exención y el segundo de ellos a la aprobación de tipos de aparatos
radiactivos.
En una disposición transitoria, la quinta, se concede un plazo de seis meses para
la adaptación de los titulares a los nuevos requisitos establecidos en la revisión del
Reglamento. Como la modificación del Reglamento se publicó el 18 de febrero de
2008 y entró en vigor al día siguiente, este plazo de adaptación finaliza el 19 de
agosto de 2008.

14
3.- REGLAMENTO SOBRE PROTECCIÓN SANITARIA CONTRA
RADIACIONES IONIZANTES
El vigente Reglamento sobre Protección Sanitaria contra las Radiaciones
Ionizantes (en adelante RPSRI), es aprobado por RD 783/2001, de 6 de julio y
surge de la necesidad de revisión del anterior, con el fin de que contemplar las
normas básicas de PR, y supone la transposición de la Directiva
96/29/EURATOM.
Este Reglamento contiene, en esencia, todas las normas de protección de las
personas (de los trabajadores y del publico en general) y del medio ambiente
contra los efectos de las radiaciones ionizantes. Se complementa y desarrolla por
el RD 413/1997 de 21 de marzo, (BOE de 16/4/97) de Protección Operacional de
los Trabajadores Externos con riesgo de exposición a radiaciones ionizantes por
intervención en zona controlada, que a su vez fue desarrollado por Resolución de
la Presidencia del CSN de fecha 16 de Julio, (BOE de 4 de Octubre de 1997)
mediante la cual se constituye el Registro de Empresas Externas.
El TÍTULO I.- Disposiciones generales, se divide en dos Capítulos, el Capítulo I
que se refiere al objeto y ámbito de aplicación del Reglamento y el Capítulo II
donde se delimitan las autoridades competentes (artículo 3).
El artículo 1, expresa el objeto del Reglamento: establecer las normas relativas a
la protección de los trabajadores y de los miembros del público contra los riesgos
que resulten de las radiaciones ionizantes.
El artículo 2 define su ámbito, que se aplica
1. A todas las prácticas (ver la definición dada en el Anexo I del mismo). Esto
es:
a) la explotación de minerales radiactivos, la producción, tratamiento,
manipulación, utilización, posesión, almacenamiento, transporte, importación,
exportación, movimiento intracomunitario y eliminación de sustancias
radiactivas.
b) La operación de todo equipo eléctrico que emita radiaciones ionizantes y que
contenga componentes que funcionen a más de 5 kV.
c) Comercialización de fuentes radiactivas y asistencia técnica a equipos que
incorporen fuentes radiactivas o sean generadores de radiaciones ionizantes.
d) Cualquier otra práctica que la Autoridad competente, previo informe del CSN,
considere oportuno definir.
Igualmente, se aplica a las actividades de las empresas externas a las que se
refiere el RD 413/1997, de 21 de marzo, sobre protección operacional de los
trabajadores externos con riesgo de exposición a las radiaciones ionizantes
por intervención en zona controlada.

15
2. A toda intervención en caso de emergencia radiológica o en caso de
exposición perdurable, en los términos previstos en el Título VI del este
Reglamento.
3. En los términos previstos en el Título VII de este Reglamento, a toda
actividad laboral no contemplada en el apartado 1, pero que suponga la
presencia de fuentes naturales de radiación y dé lugar a un incremento
significativo de la exposición.
4. No se aplicará este Reglamento a la exposición al radón en viviendas o a los
niveles naturales de radiación.
El Capítulo II, con un solo artículo, el 3, define las Autoridades y organismos
administrativos competentes, siéndolo el CSN y los que lo sean por razón de la
materia.
TÍTULO II.- Justificación, optimación y limitación de dosis para prácticas
(artículos 4 a 13) y consta de dos Capítulos.
El Capítulo I: Principios generales (artículo 4) fija los principios generales de la PR
que son la justificación (punto 1 de este artículo), la limitación (punto 3), y la
optimización (punto 2, que, de hecho, supone la aplicación legal del criterio
ALARA).
El punto 4 de este artículo establece que los principios de justificación y
optimización se aplicarán a todas las prácticas, incluidas las exposiciones médicas
como pacientes, mientras que el principio de limitación no se aplicará a:
- la exposición de personas en el marco de su propio tratamiento médico
- la exposición deliberada y voluntaria para ayudar o aliviar a pacientes en
tratamiento o diagnóstico médico
- la exposición de voluntarios que participen en programas de investigación
médica o biomédica.
El artículo 6 establece el concepto de restricciones de dosis, que establecerá el
titular de la práctica en el contexto de la PR y el 7 delimita la responsabilidad del
titular de la práctica en la aplicación de los principios contenidos en el
Reglamento.
Capítulo II: Limitación de dosis (artículos 8 a 13).
Dado que el tema 4 del grupo D del primer ejercicio primero trata de “El sistema de
protección radiológica. Principios de justificación y optimización. Limites de dosis”
no se va entrar en más detalle en el desarrollo de este tema.
Título III. Dosis efectivas y equivalentes (artículos 14). Establece los criterios
de estimación de dosis, tanto para irradiación externa, como para exposición
interna por referencia a los métodos de cálculo establecidos en los Anexos II y III.

16
Título IV. Principios fundamentales de protección operacional de los
trabajadores expuestos, personas en formación y estudiantes para la
ejecución de las prácticas (artículos 15 a 48)
Este Título consta de cinco Capítulos.
En el Capítulo I: protección operacional de los trabajadores expuestos, detalla los
principios generales para la protección de los trabajadores, entre las que señala:
- La evaluación previa de las condiciones laborales para determinar el riesgo
radiológico y asegurar el principio de optimización.
- La clasificación de los lugares de trabajo, (zonas controlada, vigilada y de
libre acceso),
- La clasificación de los trabajadores en dos categorías (A y B), por razones
de vigilancia y control radiológico
El resto de los Capítulos trata de: Capítulo II, prevención de la exposición, Capítulo
III, evaluación de la exposición, Capítulo IV vigilancia sanitaria de los trabajadores
expuestos y Capítulo V: normas de protección para personas en formación y
estudiantes.
En ellos se detalla los requisitos sobre historial dosimétrico, el historial médico, la
clasificación de los trabajadores, tras los reconocimientos médicos, en tres
categorías: aptos, aptos en determinadas condiciones y no aptos. El tema 5
del grupo B del tercer ejercicio tiene por título “Vigilancia dosimétrica de los
trabajadores profesionalmente expuestos. Servicios de dosimetría. Vigilancia
médica” por lo que debe consultarse para más detalle de estos aspectos.
TÍTULO V.- Protección radiológica de la población en circunstancias
normales (artículos 49 a 57).
Este Título establece que la protección de los miembros del público y de la
población en su conjunto se realizará mediante las medidas y controles necesarios
para que las operaciones se lleven a cabo con las adecuadas garantías. La
vigilancia se basará en la evaluación de las dosis que pudieran ser recibidas
por la población y estará adecuada al riesgo que impliquen las actividades. Para
ello:
- La contribución de las prácticas a la exposición de la población en su conjunto
se mantendrá tan baja como sea posible.
- El titular de la práctica realizará los estudios adecuados par confirmar que el
riesgo de exposición a que pudiera estar sometida la población no es significativo
- Las prácticas han de estar diseñadas para evitar o reducir al mínimo la
evacuación al medio ambiente de efluentes radiactivos.
- Sobre la base de los estudios anteriormente citados, se especificará si la
práctica debe disponer de un sistema específico de vigilancia para evaluar y
controlar las dosis que pudieran ser recibidas por el público, durante el ejercicio de
la actividad.

17
La evacuación de residuos radiactivos al medio ambiente requerirá autorización
expresa del MITyC, previo informe del CSN (artículo 51). El resto del articulado de
este Capítulo regula los niveles de emisión de efluentes, la estimación de las dosis
recibidas por la población, el archivo de la documentación relativa a estos temas,
el equipamiento necesario en relación con los efluentes y residuos sólidos, el
almacenamiento por el titular de los residuos y las responsabilidades del titular en
relación con estas actividades de vigilancia.
TÍTULO VI.- Intervenciones (artículos 58 a 61)
Este Título establece los requisitos para toda intervención en caso de emergencia
radiológica o en caso de exposición perdurable.
Especifica claramente que solo se emprenderá una intervención cuando la
reducción del detrimento de la salud debido a la radiación sea suficiente para
justificar los efectos nocivos y los costes de la intervención, incluidos los costes
sociales.
Detalla los criterios a aplicar en caso de emergencia radiológica (artículos 59 y
60) y de exposición perdurable (artículo 61).
TÍTULO VII.- Fuentes naturales de radiación (artículos 62 a 64)
Este Título, con un único Capítulo, recoge los requisitos de protección en
actividades laborales, no reguladas por la legislación nuclear, cuando existan
fuentes naturales de radiación, si existe un incremento significativo de la
exposición de los trabajadores o de los miembros del público que no pueda
considerarse despreciable, desde el punto de vista de la PR.
Esto cubre:
- Actividades laborales en las que los trabajadores, y en su caso miembros del
público, estén expuestos a la inhalación de descendientes del torón y el radón o a
la radiación gamma, o a cualquier otra exposición en los lugares de trabajo, tales
como establecimientos termales, cuevas, minas, etc.
- Actividades laborales que impliquen la manipulación o almacenamiento de
materiales que, habitualmente, no se consideran radiactivos, pero que contengan
radionucleidos naturales
- Actividades laborales que generen residuos que, habitualmente, no se
consideran radiactivos, pero que contengan radionucleidos naturales.
- Actividades laborales que impliquen la exposición a la radiación cósmica
durante la operación de aeronaves.
En esos casos, las autoridades competentes, con el asesoramiento del CSN,
requerirá a los titulares de esas actividades la realización de los estudios
necesarios para conocer si existe un incremento significativo de la exposición de
los trabajadores o de los miembros del público por las actividades de las que son
titulares.

18
TÍTULO VIII.- Inspección (artículos 65 a 68)
Este Título regula las actividades de inspección y control ejercidas por el CSN de
las actividades contempladas en este Reglamento (y detalladas en el artículo 2),
así como las actuaciones en caso de riesgo a que quedan facultados los
inspectores del Consejo.
TÍTULO IX.- Régimen sancionador
El régimen sancionador previsto en este reglamento ha quedado derogado por la
modificación de la LEN, efectuada por la Ley 33/2007.

4.- EL PLAN BÁSICO DE EMERGENCIA NUCLEAR (en adelante PLABEN), es


aprobado por el RD 1546/2004, de 25 de Junio, y vino a sustituir al aprobado el 3
de Marzo de 1989.
Se estructura en cinco títulos.
Los planes de emergencia nuclear del nivel de respuesta exterior que han de
derivarse del desarrollo de este Plan Básico se denominarán: PENBU de Santa
María de Garoña (Burgos); PENCA: de Almaraz (Cáceres); PENGUA: de José
Cabrera y Trillo (Guadalajara); PENTA: de Ascó y Vandellós (Tarragona); PENVA:
de Cofrentes (Valencia) y PENCRA: plan de emergencia nuclear del nivel central
de respuesta y apoyo.
Dado que el tema 12 del grupo C del ejercicio primero “Planes de emergencia
interior y exterior en Instalaciones Nucleares y radiactivas. El Plan Básico de
Emergencia Nuclear. Planes Provinciales de Emergencia Nuclear. Simulacros.”
contempla de manera específica estos aspectos, sólo se entrará en una visión
general de este RD.

El Título I del PLABEN contiene las Disposiciones Generales en ocho artículos.


Las normas y criterios esenciales que establece el PLABEN se circunscriben a los
planes de emergencia nuclear del nivel de respuesta exterior que han de
elaborarse, implantarse materialmente, y mantenerse en un adecuado grado de
eficacia, para atender las situaciones de grave riesgo colectivo, catástrofe o
calamidad pública que puedan derivarse de accidentes en centrales nucleares en
operación, o en parada mientras almacenen combustible gastado.
A los efectos de la planificación de la respuesta ante estas emergencias, se
distinguen dos fases temporales: fase de emergencia y fase de recuperación.
Los Objetivos y niveles para la planificación ante emergencias nucleares se
detallan en el artículo 4 y son:
a) Reducir el riesgo o mitigar las consecuencias de los accidentes en su
origen.
b) Evitar o, al menos, reducir en lo posible los efectos adversos de las
radiaciones ionizantes sobre la población y los bienes.

19
De acuerdo con el ordenamiento jurídico, el primer objetivo es responsabilidad
del titular de la central nuclear, mientras que el segundo es responsabilidad
conjunta del titular y de las entidades y organismos públicos que tienen
competencias y funciones de protección a la población frente a los riesgos
nucleares y radiológicos.
En consecuencia, la planificación de emergencias en centrales nucleares se
organizará en dos niveles distintos y complementarios:
a) Nivel de respuesta interior o de autoprotección corporativa. Las
actuaciones a desarrollar se contienen en el plan de emergencia interior (PEI) de
cada central nuclear.
b) Nivel de respuesta exterior. Las actuaciones de preparación y respuesta a
situaciones de emergencia en este nivel se establecen en:
1º Los planes de emergencia nuclear, exteriores a las centrales
nucleares (PEN), que a su vez incluirán los planes de actuación de los grupos
operativos y los planes de actuación municipal en emergencia nuclear (PAMEN).
2º El Plan de emergencia nuclear del nivel central de respuesta y
apoyo (PENCRA) a los anteriores, que incluirá la solicitud de la prestación de
asistencia internacional.
El artículo 7 contiene las Bases para la planificación de emergencias nucleares
que serán las siguientes:
a) Principio de precaución: las decisiones y medidas que se adopten en
emergencia se situarán siempre del lado de la seguridad.
b) Principios radiológicos: las medidas de protección y otras actuaciones que se
lleven a cabo para afrontar las emergencias nucleares tienen la consideración de
«intervenciones», (título VI del Reglamento sobre protección sanitaria contra
radiaciones ionizantes).
c) Evaluación técnica previa de sucesos y estimación de sus consecuencias
su evolución previsible, y de los efectos radiológicos sobre la población y el medio
ambiente.
d) Pronta notificación y alerta temprana: las notificaciones entre los
responsables se realizarán tan pronto como sea posible.
e) Medidas de protección: que se clasifican en urgentes y de larga duración.
f) Situaciones de emergencia: que serán distintas en función de los niveles de
riesgo para la población.
g) Zonas de planificación: las medidas de protección y otras actuaciones de
emergencia se planifican con un alcance geográfico, limitado a unas áreas
exteriores a la central nuclear, denominadas «zonas de planificación».
h) Mando único y estructura operativa, en la persona del director del PEN.
i) Activación de los planes de emergencia nuclear: la activación de un PEN
conlleva la declaración formal de las situaciones de emergencia y las medidas de
protección que se vayan a adoptar, en cada zona y supondrá, también, la
activación de sus planes integrados y del PENCRA.

20
j) Corresponsabilidad interadministrativa: se asegurará la necesaria
colaboración y participación en los planes de emergencia nuclear del nivel de
respuesta exterior.
k) Colaboración de los titulares de las centrales nucleares: colaborarán con
las autoridades competentes en la implantación y mantenimiento de la eficacia de
los planes de emergencia nuclear, así como en la puesta en práctica de las
medidas de protección y otras actuaciones de emergencia.
l) Actuación coordinada: todas las actuaciones se desarrollarán de manera
coordinada y de acuerdo con los procedimientos de actuación operativa,
m) Garantía de información en emergencia: quedará garantizada la cobertura
informativa a la población efectivamente afectada, a las Administraciones públicas
implicadas y al resto de la población.
n) Suficiencia de medios y recursos: los recursos a movilizar serán suficientes
para la adopción de las medidas de protección.
ñ) Implantación material y mantenimiento de la efectividad: los planes de
emergencia mantendrán un adecuado umbral de operatividad.
A estos efectos, se establecerán programas de información previa a la población,
de formación y capacitación de actuantes, de catalogación y dotación de medios y
recursos, así como los apropiados instrumentos financieros que permitan
desarrollar estos programas.
El TÍTULO II está dedicado a los Criterios radiológicos:
El punto 1 del Título II fija los Niveles de intervención para medidas de
protección que son valores de referencia de determinadas magnitudes
radiológicas a partir de los cuales se considera que es adecuada la aplicación de
una medida de protección. El CSN ha establecido niveles de intervención
genéricos para la aplicación de las medidas de protección urgentes
(confinamiento, profilaxis radiológica y evacuación), y de las medidas de
larga duración (traslado temporal y traslado permanente). Estos niveles tienen
carácter genérico y han sido calculados utilizando hipótesis conservadoras. Se
detallan en el anexo II.
En el punto 2 del Título II se habla de los Niveles de dosis de emergencia para
el personal de intervención del nivel de respuesta exterior que son
indicadores para asegurar la PR y facilitar el control radiológico del personal de
intervención, en función de las tareas que tiene asignadas.
Todo el personal que intervenga en el área afectada por una emergencia estará
sometido a control dosimétrico y a vigilancia sanitaria especial. Dicho personal se
clasifica, en función de las actuaciones que deba realizar, en tres grupos:
• personal que deba realizar acciones urgentes para salvar vidas, prevenir
lesiones graves o para evitar un agravamiento de las consecuencias del
accidente
• personal involucrado en la aplicación de medidas de protección urgentes
y otras actuaciones de emergencia.

21
• personal que realice operaciones de recuperación, una vez se haya
controlado plenamente la situación tras el accidente y se hayan restablecido
los servicios esenciales en la zona afectada.
El punto 3.del Título II contiene las Categorías de accidentes, medidas de
protección y situaciones de emergencia, clasificándose los accidentes
previsibles en centrales nucleares en cuatro categorías en función de la
gravedad del suceso y de la naturaleza y cantidad de material radiactivo que se
pueda liberar al exterior. Las categorías de accidentes se enumeran de la I a la IV
en orden creciente de gravedad.
Para aplicar las medidas de protección de forma que se garantice una respuesta
rápida y eficaz se establecen cuatro situaciones de emergencia, que se
clasifican de la 0 a la 3 en función del tipo y alcance de las medidas de
protección que se vayan a adoptar.
Por último el punto 4 del Título II contempla las Zonas de planificación que de
acuerdo con las bases para la planificación establecidas en el título I, se definen
las siguientes zonas:
a) Zona bajo control del explotador.
b) Zona I o zona de medidas de protección urgentes: es el círculo de 10 Km.
de radio, concéntrico con la central nuclear, que incluye a la zona 0.
La zona I se divide en tres subzonas, I A, I B y I C, atendiendo al nivel de
riesgo esperable en cada una de ellas:
c) Zona II o zona de medidas de protección de larga duración. Es la corona
circular comprendida entre las circunferencias de radios de 10 y 30 Km.,
concéntricas con la central nuclear.
El TÍTULO III habla de la Organización, estructura y funciones para los planes
del nivel de respuesta exterior y su objetivo es establecer una estructura
jerárquica y organizativa básica para los planes del nivel de respuesta exterior
que permita, en caso de emergencia nuclear, la intervención ordenada y la
aplicación eficaz de las medidas de protección a la población y otras actuaciones
de emergencia.
El punto 1 del Título III trata de la Organización, estructura y funciones para el
plan de emergencia nuclear, exterior a la central nuclear (PEN). La Dirección
del PEN estará a cargo del Delegado del Gobierno en la CC AA donde se
encuentre ubicada la central nuclear. Además, existirá un Órgano ejecutivo y un
Gabinete de información y comunicación.
La organización de emergencias, incluyen los denominados Grupos operativos,
que son cinco: el de de coordinación y asistencia técnica, el radiológico (que
operará en colaboración permanente con la organización de respuesta ante
emergencias (ORE) del CSN), el de seguridad ciudadana y orden público, el
sanitario y el de apoyo logístico. Para cada uno de estos grupos, la norma
detalla su composición, servicios en los que se estructura y funciones.

22
Se incluye también una organización, estructura y funciones para los planes
de actuación municipal en emergencia nuclear (PAMEN); igualmente se
determinan cuales son los municipios de la zona I, municipios de la zona II,
municipios sede de estación de clasificación y descontaminación (ECD),
municipios con funciones de área base de recepción social (ABRS).
estableciéndose para cada uno de ellos, cuales deben ser las funciones a cubrir
con el plan de emergencia municipal.
El punto 2 del Título III contempla la Organización, estructura y funciones para
el plan del nivel central de respuesta y apoyo (PENCRA), cuya función básica
es dar soporte extraordinario al director del PEN, informar a las autoridades
estatales y gestionar la información, en su caso, a las autoridades de los países
fronterizos, así como a las organizaciones internacionales con las que España
tenga suscritos acuerdos en esta materia, así como al público en general y a los
medios de comunicación social de difusión nacional.
La organización del PENCRA, se estructurará, básicamente, en una dirección,
un comité estatal de coordinación (CECO), un gabinete central de
información y comunicación y un grupo de asistencia técnica y operativa. A
semejanza de lo especificado en el punto anterior, también se regulan en este
título la organización y funciones de cada grupo del PENCRA.
Por último, los Centros de coordinación operativa del nivel de respuesta
exterior, son aquellos que necesariamente se deban poner en funcionamiento
cuando se active un PEN, para que se puedan ejercer las funciones y tareas de
dirección, coordinación y gestión eficaz de las operaciones de emergencia.
El TÍTULO IV está dedicado a la Preparación para la respuesta en emergencia
nuclear: implantación material efectiva de los planes del nivel de respuesta
exterior y mantenimiento de su eficacia.
En el TÍTULO V se tratan los Procedimientos de actuación operativa de los
planes de emergencia nuclear del nivel de respuesta.
Ya para terminar el PLABEN contiene seis Anexos:
En el ANEXO I se contemplan las Definiciones y acrónimos, en el II los Niveles
de Intervención, en el III encontramos las Normas y Modelo de notificación de
emergencia nuclear, en el IV figuran las Medidas de Protección, entre las que
se encuentran las urgentes como el confinamiento, la profilaxis radiológica,
evacuación, control de accesos descontaminación de personas, estabulación de
animales, etc., y las de larga duración como el control de alimentos y agua y la
descontaminación de áreas, en el V las figuras de las zonas de planificación,
sector y zona de atención preferente, y por último en el Anexo VI figuran los
medios materiales y recursos.

23
5. –EL REAL DECRETO 158/1995, de 3 de Febrero, sobre PROTECCIÓN
FÍSICA DE LOS MATERIALES NUCLEARES
Se publicó en el BOE de 4 de Marzo de 1995 y vino a crear las bases para
establecer, poner en práctica y mantener un sistema completo de control y
protección física de las instalaciones y materiales nucleares del Estado español.
La Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares, hecha en
Viena y Nueva York, el 3 de marzo de 1980, entró en vigor el 8 de febrero de 1987
y fue firmada por España en Viena el 7 de abril de 1986 y ratificada, como Estado
miembro de EURATOM, el 6 de septiembre de 1991. De acuerdo con la misma,
cada Estado debe adoptar las medidas apropiadas en el marco de su legislación
nacional que garanticen que los materiales nucleares quedan protegidos de
acuerdo con los niveles del anexo I de dicha Convención,
El RD 158/1995 de 3 de febrero consta de 18 artículos, divididos en Cuatro
Capítulos, una disposición adicional, una transitoria y tres finales.
El Capítulo I del RD, bajo la rúbrica de Disposiciones generales, abarca los
artículos 1 y 2, estando dedicado el primero de ellos a su ámbito de aplicación y el
segundo a las definiciones.
A los efectos de este RD se definen los «materiales nucleares», el «uranio
enriquecido», y el «material irradiado».
El Capítulo II, bajo la rúbrica De las autorizaciones, contiene los artículos 3,4, 5 y
6 que tratan, respectivamente, de la solicitud de autorización, resolución, vigencia
y modificación de los datos de la misma.
Las actividades de importación y exportación de los materiales nucleares, precisan
de una autorización específica que, a solicitud del interesado, será otorgada por la
DGPEyM, previo informe del CSN.
La solicitud de autorización deberá contener, además de los datos del solicitante,
la documentación justificativa de su aptitud para ejercer las actividades previstas,
la naturaleza de las mismas y la organización y medios disponibles que garanticen
el cumplimiento de las obligaciones previstas en el Capítulo III.
Será precisa una autorización por cada instalación, y podrá darse para uno o
varios de los materiales nucleares y para una o varias de las actividades,
entendiéndose que, transcurrido el plazo de seis meses sin que hubiese otorgado,
se entenderá desestimada la solicitud.
En lo no previsto en el RD el procedimiento para el otorgamiento, modificación y
extinción de las autorizaciones se regirá por lo dispuesto en el RD 1778/1994, de 5
de agosto
La autorización tendrá un período de validez de dos años, prorrogable por iguales
períodos de tiempo a petición del solicitante, y podrá ser suspendida
cautelarmente en caso de infracción de la normativa del RD, tras la incoación del

24
procedimiento sancionador correspondiente. La decisión de suspensión o
revocación deberá indicar el destino a dar a los materiales nucleares en poder del
titular de la autorización suspendida o revocada, sin perjuicio de su eventual
intervención inmediata en aplicación del artículo 43 de la LEN.
El Capítulo III titulado De las obligaciones del titular de una autorización
abarca los artículos 7 al 17 y está dividido en tres secciones:
1ª del seguimiento y contabilidad de los materiales nucleares.
2ª del confinamiento, vigilancia y protección física de los materiales nucleares en
los centros e instalaciones.
3ª de la protección física de los materiales nucleares durante el transporte.
Coherentemente, el artículo 7 “Control de los materiales nucleares” dispone que el
titular de una autorización está obligado a tomar medidas sobre: el seguimiento y
contabilidad especificados en la sección 1. ª, el confinamiento, vigilancia y
protección física especificados en la sección 2. ª y la protección de los materiales
nucleares durante el transporte según se especifica en la sección 3. ª del presente
RD.
En cualquier caso, el titular de una autorización deberá tomar todas las medidas
para:
a) Registrar de forma precisa, en cantidad y calidad, todas las entradas y salidas
de materiales nucleares de su centro o instalación.
b) Asegurar el seguimiento de los materiales nucleares presentes en su
instalación, debiendo constar documentalmente en todo momento su localización,
uso, movimiento y, transformación.
c) Subsanar sin retraso todas las anomalías que pudieran darse en el
seguimiento de los materiales nucleares informando de ello a la DGPEyM.
d) Verificar, mediante inventarios periódicos, que la situación física de los
materiales nucleares es conforme con la contabilidad llevada a cabo en el centro o
instalación y, en caso de anomalía, informar a la DGPEyM.
e) Poner inmediatamente en conocimiento de las fuerzas de seguridad que los
materiales nucleares han sido sustraídos, perdidos o desviados cuando existan
indicios racionales de ello.
En cualquier momento o circunstancia la DGPEyM podrá ordenar un inventario
físico de los materiales nucleares comparándolo con los asientos contables.
El objeto de la adopción de medidas de confinamiento, vigilancia y protección
física de los materiales nucleares en los centros e instalaciones es evitar los
movimientos no autorizados de materiales o no justificados por las actividades
autorizadas; por su parte, las medidas de vigilancia tendrán por objeto garantizar
la integridad del confinamiento, verificar la ausencia de salidas de materiales
nucleares por vías anormales, la ausencia de falsificaciones y el funcionamiento
correcto de los equipos utilizados para la contabilidad y la propia vigilancia; y las
medidas de protección física tendrán por objeto proteger los materiales nucleares
contra los actos mal intencionados o improcedentes.

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Tal como dispone el artículo 11, el titular de una autorización deberá asegurar,
bajo su responsabilidad, el confinamiento, la vigilancia y la protección física de los
materiales nucleares elaborados, contenidos o transformados en su centro o
instalación.
Por su parte, el artículo 12 fija los criterios para la adopción de medidas de
protección física que deberán responder a niveles mínimos y carácter confidencial.
Niveles mínimos. Según su naturaleza y cantidad, los materiales nucleares se
clasifican en las categorías I, II y III, de acuerdo con la tabla del anexo, de forma
que:
a) Para materiales pertenecientes a la categoría III, procede su utilización y
situación en una zona cuyos accesos estén controlados.
b) Para materiales pertenecientes a la categoría II, procede utilizar una zona
protegida cuyos accesos estén controlados y bajo vigilancia constante de
personal de guarda o dispositivos de seguridad, rodeada de una barrera física
con un número limitado de puntos de entrada vigilados de manera adecuada.
c) Para materiales pertenecientes a la categoría I, debe utilizarse una zona
altamente protegida, cuyos accesos estén controlados y vigilados tal como se
establece para los materiales de la categoría II, y donde el personal de guarda
estará conectado convenientemente con las fuerzas de seguridad
correspondientes. El acceso queda limitado a las personas expresamente
autorizadas por el titular.
2. Carácter confidencial. Las medidas de vigilancia, confinamiento y protección
física aplicadas sobre un centro o instalación, no deberán ser conocidas más
que por las personas que a este efecto determine el titular de la autorización
correspondiente.
El artículo 13.”Alcance del término transporte de materiales nucleares”
enumera los supuestos que se considerarán como transporte de materiales
nucleares a los efectos de su protección física, fijando, el artículo 14, la
responsabilidad del titular en la adopción de medidas.
En el artículo 15 figuran las autoridades que deben ser informadas del
transporte de materiales nucleares y de sus incidencias.
Así, para el transporte de los materiales pertenecientes a las categorías I, II y III de
la tabla del anexo del RD serán precisas las siguientes medidas:
a) Antes del inicio del transporte, y con antelación suficiente, se informará, con
carácter confidencial, por parte del titular, a la DGPEyM, al CSN y al Ministerio de
Interior.
b) Todo incidente o accidente, que afecte al transporte, deberá ponerse en
conocimiento, a la mayor brevedad posible, de la autoridad gubernativa de la
provincia donde haya ocurrido el hecho, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
más próximos, de la DGPEyM y del CSN.

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Matiza el artículo 16 determinadas “Exigencias en el transporte de materiales de
las categorías I y II.”, disponiendo que para el transporte de los materiales
pertenecientes a las categorías I y II de la tabla del anexo será precisa una
autorización expresa de los medios de transporte y que este siga uno de los
itinerarios aprobados previamente. Además, durante el transporte deberá estar
asegurada la protección física en todo momento por la empresa responsable del
mismo.
Termina la Sección 3ª del Capítulo III con el artículo 17, que viene a matizar
determinadas “Exigencias en el transporte de materiales de la categoría I” diciendo
que todo el transporte de los materiales pertenecientes a la categoría I de la tabla
de anexo requerirá una protección particular, asegurada por una escolta a
cargo de la empresa titular de la autorización.
El Ministerio de Interior decidirá, en cada caso, la necesidad o no de la
participación de la fuerza pública en tal escolta.
Termina el RD con el Capítulo IV bajo la rúbrica de De las infracciones y
sanciones con un único artículo el 18 que contiene la normativa aplicable en las
sanciones de los hechos constitutivos de infracciones, y que dispone que serán
sancionables de conformidad con lo establecido en el capítulo XIV de la LEN.
Por último, en el ANEXO del mismo encontramos una Clasificación de los
materiales nucleares en categorías para su protección física figurando el material,
su forma y su pertenencia a la categoría I, II ó III.

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