Durante las últimas décadas la educación se ha enfrentado a cambios en sus
procesos pedagógicos y educativos debido a las transformaciones que se reflejan
al querer nivelarse o incorporarse a los nuevos sistemas financieros (globalización), estos nuevos fenómenos financieros demandan programas pedagógicos fáciles y mediocres a las instituciones educativas, demandas que no permiten enfatizar en la calidad de la educación, investigación y conocimiento, por lo cual los nuevos profesionales o graduados de educación media ya no tienen un buen nivel de conocimiento o competencias.
El mercantilismo educativo ha generado mediocridad en los estudiantes hasta el
punto de querer obtener un título profesional no por crecer como profesional o adquirir conocimientos sino solo con el objetivo de adquirir algún puesto de trabajo con un salario muy bien remunerado, este problema causa que el trabajo o competencias no sean las más optimas en el momento de poner en práctica lo aprendido; y para colmo el estado no es de gran ayuda en el desarrollo y crecimiento educativo ya que hace implementar procesos donde los docentes de una institución se concentren más en realizar procesos administrativos y subir notas que en enseñar y sacar el mejor provecho de sus conocimientos para compartirlos en una clase, convirtiéndose así en mayor objetivo de una institución educativa que un estudiante se vea como cliente con el fin de adquirir muchos ingresos para competir con otras instituciones sin importar el verdadero objetivo de la educación.