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Resúmenes de los textos: “The Transition from Traditional to Broker Clientelism in

Colombia” Archer, Ronald (1990); y “El derrumbe parcial del Estado” Oquist, Paul
(1978)
En la sección titulada Derrumbe parcial del Estado, Paul Oquist (1978) ofrece una
descripción detallada sobre como los acontecimientos que agudizaron la agitación social y
política en Colombia durante la década de 1940 desembocaron en última instancia en una
contracción y un debilitamiento del poder estatal. Desde principios de 1946, el derrumbe
parcial del Estado (producido por la lucha partidista entre conservadores y liberales) devino
por un lado de la agudización de la violencia, y por otro, debido al conflicto entre las élites
de la clase dominante. Para Oquist, en el periodo de 1946 a 1952, ninguno de los partidos
estaba dispuesto a ceder el poder a su rival a razón de que, durante ese tiempo, el aparato
estatal colombiano se había fortalecido enormemente, convirtiéndose así en el más
importante instrumento para alcanzar los intereses de las élites de ambas facciones. Debido
a que la lucha por el acceso al poder entre ambas facciones se había convertido en un
asunto de vida o muerte para la mayoría de colombianos, se registra una gran intensidad del
elemento ideológico durante el periodo de La Violencia. La disminución del poder estatal, a
consecuencia de la sangrienta rivalidad entre ambos partidos, se materializó en el colapso
del funcionamiento de las instituciones políticas, en el no reconocimiento de la legitimidad
estatal a través de la desobediencia civil, en la pérdida del control del monopolio de la
violencia y en la pérdida de influencia estatal en muchos sectores del agro.

De su parte, Archer (1990) se propone en su texto describir y explicar cómo se produjo


la transición de las relaciones tradicionales cliente-patrón hacía nuevos tipos de relaciones
clientelares (brokers) en Colombia, durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del
siglo XX. Para Archer, a principios del siglo XX, el clientelismo tradicional -construido a
partir de las relaciones tradicionales de servilismo- fue particularmente fuerte en Colombia
debido a la existencia de un Estado débil y ausente y la falta de canales de comercio con
enclaves externos a la comunidad. Para este autor, las redes clientelares tradicionales eran
escasas, pero tenían una amplia extensión vertical que abarcaba el nivel más bajo del
sistema político (la relación cliente-patrón) hasta el nivel de las élites nacionales. Estas
redes trabajaron principalmente por el beneficio de los patrocinadores, en detrimento de las
necesidades del campesinado. Sin embargo, hacía 1965, las redes clientelares tradicionales
perdieron prevalencia y dieron paso al clientelismo de corretaje (bróker). Esta transición
responde a que, desde 1930, ocurrieron cambios significativos en el tejido social
colombiano: como el fortalecimiento del estado y la expansión de los mercados, el boom
económico de la década anterior a la gran depresión, la intensificación del conflicto
partidista por el control del poder estatal (produjo migraciones masivas del campo a la
ciudad que dejaron sin clientes a la relación tradicional cliente-patrón), y la formación del
Frente Nacional

Jonathan Tapia (2020)

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