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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

CARRERA DE INGENIERÍA MECÁNICA


ÉTICA

Nombre: Anthony Alexis Quinga Guamán


Nivel: Sexto_2
Fecha: 2019-04-13
Tema: Clases de ética.
Docente: Jeverson.Quishpe

Personas virtuosas.
Mahatma Gandhi.
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en Porbandar (actual estado
de Gujarat), India. Se convirtió en uno de los más respetados líderes espirituales y políticos
del siglo XX. Gandhi ayudó a la liberación del pueblo hindú del gobierno colonial inglés a
través de la resistencia pacífica
Gandhi introdujo la ética en el dominio a través de la predica y el ejemplo.
Vivio en una pobreza sin lujos, rechazo siempre el poder político antes y después de la
libreacion de la india y este rechazo le convirtió en el líder de la no violencia [1].

Ilustración 1. Mahatma Gandhi

Jesucristo.
Jesús, predicador judío y fundador de la religión cristiana el nombre de cristo significa en
griego el Mesías.
Nacido en una familia pobre.
Jesús llevó la intención virtuosa al extremo de jamás haber pecado. Y si bien Él es Dios,
también fue hombre. Y como tal estuvo sometido a la tentación: recordemos los cuarenta
días en el desierto, y tantas otras veces en que los hombres lo sometieron a presiones e
intentos de engaño. Sin embargo, en treinta y tres años de vida ¡jamás pecó! [2].
Madre Teresa de Calcuta
La Madre Teresa de Calcuta, nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu (Skopje, el 26 de agosto
de 1910, y falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, india. Fue una religiosa católica
albanesa célebre por su labor humanitaria en la India [3].
e vistió con ropas blancas bordadas de azul, y a partir de entonces, se internó en los barrios
más pobres de Calcuta para ayudar a los hambrientos, a los enfermos de lepra, a los niños
abandonados, a los tuberculosos… Se mezclaba con todos ellos para proporcionarles ayuda
y consuelo [3].
Teresa siguió ayudando sin descanso a miles de personas que vivían en la miseria, hasta el
final de sus días.
Personas Hedonistas.
Aristipo.
fue un filósofo griego fundador de la escuela cirenaica que identificaba el bien con el placer.
La felicidad para Aristipo consiste en el placer; a mayor placer, mayor felicidad; y, como el
placer más intenso es el sensible, éste es el que hay que perseguir. Dentro del placer sensible
sólo interesa el placer presente (parón páthos), sin que tengamos que preocuparnos por el
futuro, ya que éste es incierto.
Epicuro.
La filosofía de Epicuro consta de tres partes: la Gnoseología o Canónica, que se ocupa de
los criterios por los cuales llegamos a distinguir lo verdadero de lo falso; la Física, que
estudia la naturaleza; y la Ética, que supone la culminación del sistema [4].
Según Epicuro, la sensación es la base de todo el conocimiento y se produce cuando las
imágenes que desprenden los cuerpos llegan hasta nuestros sentidos. Ante cada sensación,
el ser humano reacciona con placer o con dolor, dando lugar a los sentimientos, que son la
base de la moral [4].

Lucrecio. Ilustración
(99 a. C. – 55 a. C.), poeta y filósofo romano. 2.Epicuro.

Lucrecio no era sólo un físico de la antigüedad, Lucrecio era un poeta; y un poeta hace
metáforas. Así que Lucrecio, en una aparente contradicción con sus creencias de que los
dioses son indiferentes a lo humano. La vida en la tierra es todo lo que los humanos tenemos,
decía Lucrecio. No hay vida después de la muerte. Cuando estés muerto, las partículas que
te componían se separarán, no habrá ni placer ni dolor [5].

Ilustración
3.Lucrecio.
Bibliografía:
[1] M. Gandhi, “Mahatma Gandhi quotes,” p. 2013, 2013.
[2] J. Costadoat, “Características y alcances de la humanidad de Jesucristo,” Teol. y
Vida, vol. 38, pp. 163–174, 1997.
[3] M. T. D. E. Calcuta, “Cronología Reconocimientos,” 2003.
[4] R. Román Alcalá and M. del M. Montero Ariza, “Repensar el hedonismo : de la
felicidad en Epicuro a la sociedad hiperconsumista de Lipovetsky = Re-thinking
hedonism : an approach to Epicurus’ conception of happiness from the point of view
of hyperconsumer society,” Endoxa, vol. 1, no. 31, p. 191, 2014.
[5] T. L. Carus, “De la naturaleza de las cosas de Tito Lucrecio Caro,” p. 487, 1958.

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