Documentos
Gustavo Buntinx (ed.)
DOI: 10.4000/books.ifea.4716
Editor: Institut français d’études andines, Centro Cultural de España en Lima, Museo de Arte de Lima-
MALI
Año de edición: 2005
Publicación en OpenEdition Books: 17 diciembre 2015
Colección: Travaux de l'IFEA
ISBN electrónico: 9782821844131
http://books.openedition.org
Edición impresa
Número de páginas: 323
Referencia electrónica
BUNTINX, Gustavo (dir.). E.P.S. Huayco. Documentos. Nueva edición [en línea]. Lima: Institut français
d’études andines, 2005 (generado el 31 mars 2020). Disponible en Internet: <http://
books.openedition.org/ifea/4716>. ISBN: 9782821844131. DOI: https://doi.org/10.4000/books.ifea.
4716.
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Una inflexión decisiva para el arte peruano es la que se define en la experiencia de E.P.S. Huayco
(1980-1981) y sus antecedentes remontables hasta el año 1976. Así lo evidencia en este volumen el
rescate y publicación de las fuentes primarias que dan además sustento a un extenso estudio
preliminar. Reunidos aquí por vez primera, los documentos orgánicos de ese taller y otros grupos
relacionados ofrecen un testimonio impresionante de las tensiones que hacen de aquel cambio de
década un decisivo cambio de época. Materiales que marcaron polémica y brillantemente el
ingreso del arte peruano a una (post)modernidad distinta y propia.
La serie "Fuentes para la historia del arte peruano", iniciativa del Instituto Francés de Estudios
Andinos y del Museo de Arte de Lima, está dedicada a rescatar escritos y documentos de
importancia para el estudio de las artes en el Perú, desde el siglo XVI hasta nuestros días.
2
ÍNDICE
Prefacio
Estudio introductorio
I. INTRODUCCIÓN
Definiciones
La utopía socialista
«La Revolución Peruana»
«La unificación del arte»
IV. LA DIÁSPORA
«Otro nivel, otras formas» (La encuesta de preferencias estéticas urbanas)
La politización terminal (El mural de Vitarte)
Religión y fractura (La carpeta inconclusa)
Escombros en la sala (La sobrevida)
3
BIBLIOGRAFÍA
LA REFORMA DE LA ENBA
CONCEPCIÓN Y DESARROLLO DE PROYECTOS DE ARTE Y COMUNICACIÓN
Francisco Mariotti
ANTECEDENTES Y OBJETIVOS
METODOLOGIA
PARÉNTESIS: MECENAS
DECLARACIONES
Luis Freire, Lucy Angulo y Javier Salazar
TRES AVISOS
PINTORES BUSCAN MECENAS CON AVISO EN UN DIARIO: TIENEN YA VARIAS LLAMADAS
PINTORES PERUANOS BUSCAN MECENAS
DIÁLOGO CON EL ARTE: LUCY ANGULO Y [JUAN] JAVIER SALAZAR
SIGNO X SIGNO
Giuseppe Manigrasso, Patricia López Merino, Hugo Salazar del Alcázar y Armando Williams
TRES TEXTOS INÉDITOS
SIGNO X SIGNO: CATÁLOGO
CONTACTA 79
Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar
VOLANTE-MANIFIESTO
AFICHE-MANIFIESTO
Obras
Prefacio
8
E.P.S. Huayco frente a Sarita Colonia. 1980. De izquierda a derecha: Charo Noriega, Mariela Zevallos,
Herbert Rodríguez, María Luy y Francisco Mariotti flanqueado por sus hijas. No aparecen Juan Javier
Salazar y Armando Williams.(Fotografía: ¿AW?).
9
Diecinueve anos después. De izquierda a derecha: Armando Williams, Francisco Mariotti, Charo
Noriega y Juan Javier Salazar. (Fotografía: GB).
1 Correctamente asumida, sin embargo, esta cercanía personal puede ser favorable para
la reconstrucción minuciosa no sólo de los hechos sino además de las ideas y de los
sentidos –en todos los sentidos– que hicieron del tránsito cultural a la década de 1980
un desplazamiento también hacia una (post)modernidad distinta y propia. En sus logros
y dificultades: es una decisión deliberada la que en este volumen lleva a analizar tanto
la plenitud de ese fenómeno como sus precarios orígenes. Y sus gestos agónicos.
Percibido como historia –y no tan sólo como estética– el proceso artístico se nos ofrece
tan revelador en sus balbuceos iniciales y en sus gestos de agotamiento y crisis –hasta
de enmudecimiento–como durante su culminación expresiva.
2 El riesgo que mi proximidad agrava, no obstante, es el de la subjetivización de un
terreno ya severamente lacerado por ella. De allí el interés puesto en la descripción
factual de los hechos, aunque procurando no perturbar demasiado la intensidad
afectiva y teórica de la mirada que así se moviliza. Ante lo contencioso de algunos de los
temas, he intentado consultar e identificar la fuente específica de cada versión,
señalando también el carácter conjetural de aquéllas sobre las que no queda rastro
documental o testimonios adicionales que las corroboren.
3 Pero la profusión de datos y citas responde de igual manera a la necesidad de poner
cierto orden en un tema sobre el que se vienen multiplicando publicaciones
apresuradas, con una acumulación impresionante de errores. A veces de un modo
inexplicable: aún después de inaugurada la reciente retrospectiva de E.P.S. Huayco –
donde se hizo disponible un amplio despliegue de materiales e informaciones
fehacientes– otros libros y exposiciones han perpetuado toda suerte de
tergiversaciones, equivocando hasta responsabilidades, autorías, fechas, títulos,
nombres. Se adjudican a ese colectivo, por ejemplo, piezas anteriores a su existencia,
minimizando en cambio una producción madura que además otros desubican
cronológicamente: en algunos casos Sarita Colonia aparece fechada en 1981,
10
***
7 La publicación de este volumen está asociada con la retrospectiva de E.P.S. Huayco que
tuve oportunidad de curar e inaugurar en el Centro Cultural de España el 20 de abril de
2004. Concebida varios años atrás, esa exposición logró por fin materializarse gracias,
primero, al especial interés de Teresa Velásquez, y luego al compromiso
entusiastamente asumido por Ricardo Ramón, quienes ejercieron la dirección de
aquella entidad durante la gestación y concreción del proyecto.
8 Tal como se desprende de la bibliografía y otros elementos en este volumen, sin
embargo, el trabajo que ahora se publica lleva a una suerte de culminación inquietudes
e investigaciones que se remontan hasta los inicios de la década de 1980, abarcando
conversaciones e investigaciones en lugares tan disímiles como Lima, Buenos Aires,
11
Nueva York y Zürich. Reconozco gustoso la enorme deuda contraída, en cada uno de
esos espacios, con todos aquéllos que generosamente dispusieron de su tiempo para
hacerme accesibles obras, documentos, opiniones, recuerdos.
9 La lista es inabarcable pero, a riesgo de cometer varias omisiones injustas, debo
explicitar el aporte de virtualmente todos los artistas comprometidos con las
experiencias de Paréntesis y E.P.S. Huayco. Y muy en particular las continuas
conversaciones y materiales compartidos –en uno u otro continente– con Francisco
Mariotti y María Luy. En Lima me han sido de especial utilidad los archivos de Lucy
Angulo, Charo Noriega, Herbert Rodríguez y Armando Williams, así como los elementos
reunidos para el proyecto de Micromuseo («al fondo hay sitio»). Emilio Tarazona
colaboró con diligencia en la ubicación de ciertos títulos en las bibliotecas públicas y
Jesús Varillas prestó apoyos en la organización de los documentos. Paolo de Lima
desinteresadamente revisó las pruebas de imprenta.
10 De especial interés han sido los matices introducidos por el testimonio de otras
personas cercanas a los procesos artísticos bajo discusión, como Roberto Cores, Merli
Costa, Luis Freire, Wiley Ludeña, Óscar Luna Victoria, Herman Schwarz y el
desaparecido Hugo Salazar del Alcázar. Me importa sobremanera evocar aquí también –
más allá de eventuales discrepancias– los diálogos críticos mantenidos a lo largo de los
años con Alfonso Castrillón, Mirko Lauer, Reynaldo Ledgard, Roberto Miró Quesada (+),
Francisco Stastny, Augusto del Valle, Jorge Villacorta, Luis Eduardo Wuffarden. Y –por
supuesto– Natalia Majluf, cuyo empeño en propiciar el rescate y publicación de nuestra
historia documental es en sí histórico. Honor al mérito.
NOTAS
1. Lucien Febvre. Combates por historia. Barcelona: Planeta Agostini, 1993. (Primera edición en
francés: Combats pour l'histoire. París: A. Colín, 1953).
12
Estudio introductorio
13
I. INTRODUCCIÓN
Definiciones
1 Tras años de soslayamiento y olvido, cuando no de tergiversación o rechazo, se ha
vuelto ya indiscutible la inflexión decisiva para el arte peruano que se define en la
experiencia del taller E.P.S. Huayco (1980-1981). También, aunque con perfiles menos
precisos, en la del grupo Paréntesis (1979) y otros antecedentes remontables hasta los
esfuerzos por regenerar a la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) entre 1976 y 1977.
La densidad histórica de aquellos años se traduce en la densidad cultural de una escena
conflictiva y diversa, pero finalmente entrelazada por un compartido horizonte de
época.
2 Sin una comprensión amplia y contextual de esos procesos se tornan inexplicables
desarrollos tan cruciales como los que permiten a nuestro arte transitar del festivo pop
internacional al pop achorado («salvaje» y mestizo, insolente y crítico); de la
apropiación a lo inapropiado; de la desconstrucción a lo reconstructivo. De las pérdidas
cosmopolitas del aura a sus restauraciones provincianas. Y la vinculación compleja de
todo ello con una utopía socialista articulada en términos culturales como el encuentro
áspero pero fecundante entre lo pequeño-burgués-ilustrado y lo popular-emergente.
3 Un proyecto de sinergias inéditas cuya radicalidad e ironía se anuncia en las propias
asociaciones del nombre grupal escogido. Connotaciones políticas y telúricas: «E.P.S.»
eran las siglas que identificaban a las Empresas de Propiedad Social creadas como
cooperativas por el gobierno del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975), en una
denominación lúdicamente asumida por los artistas como «Estética de Proyección
Social». «Huayco» es el término quechua alusivo a las avalanchas que descienden
impetuosamente de las alturas sobre las tierras bajas –Lima, por ejemplo– con una
violencia regeneradora que fecunda la tierra a la vez que la devasta. 1
4 A esa terrible carga semántica hay que añadirle el sentido adicional que, desde por lo
menos 1955, la palabra podía adquirir en relación a las migraciones urbanas, como lo
demuestra el hallazgo de un iluminador comentario publicado a principios de ese año
ante el surgimiento de una de las primeras grandes barriadas de la capital. Un escrito
profético también en el énfasis allí otorgado a la libérrima inventiva del reciclaje como
14
medio constructivo motivado por necesidades prácticas que derivarían, sin embargo,
en insólitas posibilidades creativas:
«Como un aguinaldo de Pascua, ha aparecido de repente en los arenales de
Atocongo, nada menos que una ciudad. Una ciudad donde hay mucha libertad para la
construcción, pues mientras en el Cuzco se está debatiendo todavía la conveniencia o
inconveniencia del uso del adobe, [...] en la Ciudad de Dios, como se llama a la que
ha surgido en Atocongo, se construye alegremente con latas, con petates, con quincha y
con cartones. No se negará que esa ciudad tiene algo de la magia de la escena. Una
marcha de diez mil personas ha determinado la aparición súbita de esa ciudad. Se ha
producido un verdadero huayco demográfico».2
5 Hasta en su denominación, E.P.S. Huayco anunciaba el desembalse final de ese torrente
popular sobre lo que Ángel Rama llamaría la ciudad letrada: los lugares y actores y
relaciones que organizan la escena cultural erudita. Pero en la praxis del taller se
anunciaba también el advenimiento de una nueva ciudad icónica, proyectada a la propia
materialidad y circulación de las obras distintivas del colectivo, intentando vincular las
sensibilidades mesocráticas con la sensorialidad emergente de una urbe trastornada.
Es, de hecho, una ciudad nueva la que se funda sobre el desplazamiento aluvional de
oleadas de campesinos andinos que han transformado irreversiblemente a la capital
«criolla» (blanca de origen español) estableciendo las bases sociales para el surgimiento
de lo que ya en 1976 Mirko Lauer llamaba «una conciencia cultural popular autónoma;
una nueva modernidad sustentada en el poder económico de los millones de personas
que pueblan la barriada».3
6 Para 1980 esta idea había adquirido entre ciertos sectores de la plástica peruana la
fuerza casi de una revelación. La libido que así se desborda redefine incluso la
territorialidad artística, desperdigando en el espacio social más amplio tanto imágenes
como actos –gestos y textos culturales directa o desplazadamente vinculados a los
sentidos más profundos de la política. Y a los efectos dispersivos de sus eventuales
derrotas.
7 Una relación en la que lo social y lo artístico se energizan recíprocamente. Así
procurará entenderlo este ensayo al entrecruzar su formato narrativo con
especulaciones teóricas y lecturas detalladas de obras específicas. La idea es abordar los
textos culturales desde los contextos que le dan sentido, pero también hacer el
recorrido inverso: aprehender la exterioridad social desde la subjetividad de sus
procesos íntimos, artísticamente revelados. El texto como síntoma, si se quiere. Como
registro sensible de una época. Y al mismo tiempo como acto, como operatividad simbólica
sobre la realidad. Se trata de fijar la mirada en aquel inasible punto donde lo lingüístico
y lo social se articulan.4
8 La historia diferente que así procuro componer empieza y termina con la experiencia
central de E.P.S. Huayco, pero en realidad aborda toda aquella franja de la plástica
peruana que entre 1976 y 1981 se ve atravesada por el impulso radical de la utopía
socialista. El resultado es efectivamente una «estética de proyección social» que
distingue y recorre la producción más intensa de aquel cargado lustro.
9 Crucial para la propuesta así construida es el rescate y publicación de las fuentes
primarias que dan sustento a esta reflexión preliminar y ojalá motiven otras
discrepantes por venir. Reunidos aqui por vez primera, los documentos orgánicos de
E.P.S. Huayco y sus antecedentes ofrecen –junto a sus obras completas– un testimonio
impresionante de las tensiones que hacen de ese cambio de década un decisivo cambio
15
La utopía socialista
11 Pocas fechas como 1980 han sido tan marcantes para la historia contemporánea del arte
en el Peru. También para nuestra historia a secas: es un prolongado cambio cultural y
político el que ese año se anuncia en las manifestaciones del taller E.P.S. Huayco,
haciendo coincidir el ingreso del país a cierta (post)modernidad con el inicio
simultáneo de una guerra civil milenarista y una democracia tullida. La República de
Weimar peruana, prolongada agónicamente hasta el auto-golpe de estado que en 1992
daría inicio a la dictadura de Fujimori y Montesinos. 5
12 Por un significativo azar (pero el azar no existe) la primera exhibición de aquel
colectivo se inaugura –el 14 de mayo de 1980– apenas tres noches antes de una doble
ruptura epocal para el país: el estallido de la insurgencia maoísta de Sendero Luminoso
en la víspera misma de las elecciones convocadas para poner fin al régimen militar
iniciado en 1968 por el general Juan Velasco Alvarado con un signo reformista que otros
generales revertirían a partir de 1975. La coherencia oculta tras aquella superposición
de comicios y violencias queda insinuada si se entienden las transformaciones
impuestas por el velasquismo –en particular la Reforma Agraria– como la culminación y
crisis –la realización fallida– de la gran promesa desarrollista en el Perú. Y si
percibimos a Sendero Luminoso como el precipitado traumático de todas las
modernizaciones fracasadas del país.6
13 Entre uno y otro horizonte –contra uno y otro autoritarismo– se extiende la utopía
socialista de un poder ejercido por los trabajadores mismos, en relación estratégica con
sectores medios radicalizados. Un ideal de democracia extrema que adquiere
características históricas propias al propagarse en la sociedad peruana a partir del paro
nacional del 19 de julio de 1977, hasta alcanzar su culminación fugaz durante el verano
de 1980 en la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI) compuesta principal –pero no
exclusivamente– por grupos trotskistas y clasistas de la entonces llamada Nueva
Izquierda. Un conglomerado de partidos cuyas cambiantes conformaciones podían, sin
embargo, abarcar otras franjas de la muy nutrida izquierda peruana de aquellos años –
aunque por cierto no las fundamentalistas concentradas en Sendero Luminoso. 7
14 En varios aspectos (no en todos), la experiencia de E.P.S. Huayco actúa como la
cristalización artística de esos procesos –sin duda no la única pero probablemente la
que mejor pone en escena la complejidad y contradicción de un momento transicional e
incierto. Es así factible leer en sus obras y en sus gestos la culminación simbólica
(eventualmente la frustración) de una coyuntura revolucionaria tan intensa como
efímera: la articulación radical de la pequeña-burguesía-ilustrada y lo popular-
emergente que se proyectó en la lucha anti-dictatorial de los finales años setenta para
luego diluirse bajo las presiones cruzadas de la lógica electoral y la lógica de la guerra.
15 En efecto, la debacle de esa izquierda radical y los errores históricos de la derecha
dejaron el campo abierto a la expansión de la violencia fundamentalista. Tras el
16
estallido y fragmentación del ARI buena parte de sus integrantes compondrían con
otros grupos la moderada Izquierda Unida, pero a pesar de algunos logros electorales la
iniciativa política fue crecientemente tomada por los sectores violentistas, enfrentados
a su vez con políticas de represión indiscriminada. Complementarios en su
antagonismo, el terrorismo subversivo y el terrorismo de estado clausuraron el espacio
vital de la utopía socialista y condicionaron gravemente la subsistencia de cualquier
proyecto crítico.
16 Es importante destacar, sin embargo, cómo –salvo alusiones marginales– la radicalidad
de E.P.S. Huayco se manifestaba en términos culturales antes que estrictamente
políticos. Casi podría argumentarse que el sentido principal de sus acciones giró en
torno a la urgencia sentida de no meramente redefinir sino incluso rearticular la idea
misma de modernidad desde un concepto nuevo de lo popular. «Sólo lo popular es
realmente moderno hoy en el Perú», declaraba desafiantemente Arte al paso, el volante
de Lauer que acompañó aquella exposición del 14 de mayo y perdura hasta hoy como el
documento más parecido a un manifiesto programático para el colectivo. 8 Y, sin
embargo, es ese mismo autor quien, menos de un año después, se preguntaría,
incisivamente, «¿cual cultura es efectivamente popular?»9
17 Por largos momentos la respuesta de E.P.S. Huayco pareció apuntar a la experiencia
masiva y callejera de la ciudad. Pero en las propias obras del taller –en su propio
nombre compartido– ésta se manifiesta atravesada por las fracturas étnicas y sociales
que hacen de Lima –del país entero– un archipiélago de tiempos dislocados y
ásperamente superpuestos. Quiebres y fragmentos paradójicamente entrelazados por
las grandes migraciones campesinas que descienden sobre la capital integrando
marejadas cosmopolitas y resabios andinos. O al menos así intentó ser románticamente
asumido. A través del arte, a través de la política. A través incluso de la religión –
cuando todo lo demás falla.
18 El resultado social y complejo de todo ello es esa transformación histórica que aquí
resumo bajo los términos de una (post)modernidad popular –con estratégicos
paréntesis para resaltar el carácter incipiente e incluso incierto de los tránsitos nuevos
que lleva implícitos. En sus diversos registros, la producción plena de E.P.S. Huayco
podría percibirse como un juego libidinal de aproximaciones a esa fantasía holística de
totalidad recuperada. Pero es preciso comprender las obras que así se generan como
huellas de una búsqueda plagada de ansiedades tanto como de entusiasmos y
revelaciones. Afirmaciones pero también cuestionamientos: a la política, a la cultura, al
quehacer artístico mismo.
Francisco Mariotti. Izq.: El movimiento circular de la luz. 1969. Materiales industria les varios: 500 cm.
(diámetro). (X Bienal de Sao Paulo). Der.: Emblema de Contacta 71. 1971. Offset sobre papel: 23 x 18.5
cm., aprox.
Francisco Mariotti. Escultura de humo. 1971. Offset sobre papel: 16 x 10 cm., aprox.
Izq.: Francisco Mariotti. Contacta 72. 1972. Offset sobre papel. 170 x 150 cm. aprox. Der.: José
Bracamonte. Contacta 72. 1972. Offset sobre papel: 100 x 70 cm.
NOTAS
1. Otro término significativo, –yawar mayu, río de sangre– se relaciona con el color rojizo que
adquieren las correntadas de verano por el lodo y demás materias orgánicas que arrastran. Pero
la expresión es más metafórica que descriptiva: «Río de sangre [...] que arrasa y da alimento»,
exclama el Padre Cardozo, uno de los personajes paradigmáticos de la apocalíptica novela
póstuma de José María Arguedas (El zorro de arriba y el zorro de abajo. Buenos Aires: Losada, 1971).
2. Anónimo. «La ciudad hongo». Cultura Peruana 79. Lima: enero de 1955. s.p. (El énfasis es mío).
La pluma señorial de este texto oscila entre la actitud comprensiva y la convención racista, para
terminar en una nota tal vez demasiado elocuente: «El resultado de este impromptu urbanístico,
es que las cocineras ya no quieren trabajar. Todas escapan lo más temprano que pueden de sus
casas, porque se les ha dicho que pueden tener su casa. Ojalá no sean víctimas del espejismo del
desierto». (El énfasis es mío).
22
3. Mirko Lauer. Introducción a la pintura peruana del siglo XX. Lima: Mosca Azul, 1976. p. 64. (El
énfasis es mío). Para otras constataciones sobre el tema, véase: José Matos Mar. Desborde popular y
crisis del Estado. El nuevo rostro del Perú en la década de 1980. Lima: Instituto de Estudios Peruanos,
1984. (Veinte años después el Fondo Editorial del Congreso de la República del Perú publicó una
segunda edición ampliada y comentada).
4. Retomo aquí planteamientos y términos que vengo manifestando desde por lo menos 1987.
Unos diez años después otros derivaron de ellos la idea del arte como «radiografía sensible» del
momento histórico –una metáfora demasiado mecánica que parece remontarse a las teorías del
reflejo. Reivindico aquí la complejidad mayor en las insinuaciones indiciarias –también afectivas–
de la categoría «registro sensible». El arte es acción y huella, expresión y marca –no un
dispositivo óptico.
5. Sobre el concepto de una «República de Weimar peruana», véase: Buntinx 1995a, 1995b, 1995c,
2001b.
6. Al igual que en otros contextos, el fundamentalismo en el Perú no fue un simple rechazo a la
modernidad, sino un producto de las modernizaciones colonizadas. La consecuencia negada, el
hijo maldito, la reprimida escena primaria del nacionalismo sin nación en repúblicas sin
ciudadanos. Y del modernismo sin modernidad en las culturas oficiales que lo sustentan.
7. El término Nueva Izquierda aludía en sus orígenes a organizaciones no surgidas del tronco
tradicional de los partidos comunistas y su herencia estalinista. Últimamente la expresión ha
perdido su utilidad en el Perú por la apropiación que de ella viene haciendo el autodenominado
Movimiento de la Nueva Izquierda (MNI), controlado por Patria Roja y otros grupos de
inspiración pekinesa. En su momento también ellos se incorporaron al ARI, pero las tendencias
socialistas a las que aquí intento aludir –y las que más interesaron a los artistas– estuvieron
definidas por organizaciones como el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de Hugo
Blanco, el Partido Obrero Marxista Revolucionario (POMR) de Ricardo Napurí, el Partido
Socialista de los Trabajadores (PST) de Fernández Chacón, el Movimiento Revolucionario
Socialista (MRS) de Aníbal Quijano, Mirko Lauer, César Germaná y Rodrigo Montoya. Muy
importante era también Vanguardia Revolucionaria (VR) de Javier Diez Canseco y otros grupos
vinculados a la Unidad Democrático Popular (UDP) que luego confluyeron en el Partido Unificado
Mariateguista (PUM). La lista podría continuar. Requerimos un análisis crítico de las ideologías
(en plural) de la izquierda peruana durante aquellos complejos años.
8. Lauer 1980.
9. Mirko Lauer. Entrevista inédita con Marianne Ryzek. Lima: s.f. [enero-febrero de 1981].
(Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti. Fragmentos reproducidos en E.P.S. Huayco
1981a. Véase el anexo documental de este volumen).
10. Peter Bürger. Theory of the Avant-Garde. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1984. Para
una visión apreciativa pero al mismo tiempo crítica de ese libro fundamental, véase: Hal Foster.
The Return of the Real. Cambridge, Mass. y Londres: MIT Press, 1996.
11. Juan Acha es sin duda la figura trágica –también una de la más destacadas– del vanguardismo
de los años sesenta en el Perú. Al respecto, véase: Gustavo Buntinx. «‘La guerrilla cultural’: Juan
Acha y la crítica de arte en el ocaso del Perú oligárquico». Lima: 2004. (Ms.). También Buntinx
1997 y 2003.
12. Para una presentación más contextual de estas y otras ideas vinculadas, véase: Buntinx [1984]
1983, 1985a, 1997, 2003.
13. Sintomáticamente, durante el segundo belaundismo ambos proyectos fueron destruidos.
(Fietta Jarque. «¿Mural que muere?: En Villa El Salvador». Carteles, suplemento de El Observador.
Lima: 1 de setiembre de 1982. p. IV). El mural de Bolaños y Falcón se encontraba en el local de la
Cooperativa de la Promoción Tawantinsuyo del Ejército Peruano, en el distrito limeño de San
Isidro. El artista mexicano abandonó el país en 1977 para evadir las crecientes medidas represivas
tras el paro nacional del 19 de julio de ese año.
23
visión impresionante de una tanqueta derribando la puerta lateral del claustro –y con
ella a un enorme calco de la Victoria de Samotracia.3 La imagen demasiado real –y
curiosamente kitsch al mismo tiempo– del arrollamiento de las aladas ilusiones del arte
(en reproducción) por el metal motorizado de la política (en presencia demasiado
auténtica).
4 Tras los habituales vejámenes y maltratos, la mayoría de los detenidos logró una pronta
liberación. Sin embargo la inesperada violencia de aquella intervención y la
permanencia en la cárcel de una veintena de alumnos catalizó durante semanas
frustraciones acumuladas, motivando reuniones de estudiantes ansiosos por adoptar
formas de trabajo que les permitieran divulgar sus demandas y las de otras escuelas de
formación artística.4 Esta determinación acentuó y generalizó los anteriores
acercamientos políticos a las organizaciones de izquierda. Una actitud ya evidente en la
fundación del Comité de Trabajadores del Arte y de la Cultura en Apoyo al FOCEP. Junto
con otros sectores radicalizados –incluso de la Universidad Católica– esta asociación dio
forma a la Coordinadora Cultural 19 de Julio y realizó ocasionales manifestaciones
artísticas tanto en barrios tradicionales (Breña) como en nuevas barriadas (el Pueblo
Joven Néstor Gambeta), intentando vincular a las clases medias empobrecidas con los
migrantes de provincia.
5 La muy diversa conformación de esos grupos reproducía las fricciones y diferencias que
continuamente fracturaban al frente popular en la práctica política. Tal como lo
señalaba la revista Marka –entonces la principal publicación de izquierda– el voto de
1978 fue una manifestación aluvional de protesta antes que una propuesta
programática: un estado de ánimo que con facilidad fluctuaba entre las distintas
organizaciones de vocación contestataria.5 Y eventualmente fuera de ellas.
Movimiento de Arte Realista Manuel Ruiz. Despedidos reposición, ca. 1977. Xilografía sobre papel: 47 x
42.5 cm. (Fotografía: dg).
26
Izq.: Anónimo. Está rota. 1977. Xilografía sobre papel: 27 x 20.5 cm., aprox.
Der.: Anónimo. No a la intervención. 1977. Xilografía sobre papel: 21 x 16 cm., aprox. (Fotografías: DG).
Armando Williams. Sin título. 1977. Grabado en linóleo sobre papel: 27 x 20.5 cm., aprox.
(Fotografía: DG).
8 Para nuestros propósitos, sin embargo, es de particular interés el hallazgo de dos obras
de parecida técnica y vocación, reproducidas aquí por vez primera pero realizadas muy
a fines de 1977 por artistas que luego integrarían E.P.S. Huayco. En una de ellas
Williams estampa con una matriz de linóleo barrotes sanguinolientos sobre la imagen
dramatizada de la fachada de la ENBA. En la otra Juan Javier Salazar (n. 1955) realiza en
xilografía un afiche que intenta articular el conflicto de la ENBA con las demandas
similares de otros centros de enseñanza artística dependientes del Estado. «Escuelas en
lucha», reza en negros texturados el lema principal del grabado, mientras la palabra
«arte» se resalta mediante un rojo encendido que la vincula con la figura erguida de
una flor transformando dinámicamente sus pétalos en puños. La metamorfosis de la
belleza en militancia.
9 O al menos la de las simbologías más convencionales de ambas categorías. Hay aquí sin
duda un fuerte elemento retórico que remite a toda una larga tradición de gráfica
expresionista y social –particularmente en sus variantes mexicanas– cuando no al
panfleto mismo: para las celebraciones de ese 1o de mayo Salazar había impreso cien
xilografías con un solo puño fálicamente erecto. Estos tempranos grabados y el de
Williams resultan así documentos excepcionales por poner en contrastada evidencia lo
profundo y drástico de las mutaciones que la experiencia de E.P.S. Huayco luego
implicaría. Transformaciones decisivas tanto para los integrantes juveniles de ese taller
como para un medio artístico súbitamente confrontado, en menos de dos años, con los
primeros y radicales atisbos de nuestra (post)modernidad desconcertante.
28
Izq.: Juan Javier Salazar. Escuelas en lucha. 1977. Xilografía sobre papel: 58.5 x 35 cm., aprox.
Der.: Juan Javier Salazar. 1 de mayo. 1977. Xilografía sobre papel: 61 x 42.5 cm. (Fotografías: DG).
10 La intensidad de ese cambio de época queda inscrita en los tránsitos vitales y estilísticos
de quienes en su renovada praxis colectiva pasan rápidamente del expresionismo y
otras convenciones plásticas a un lúdico y achorado pop de actitudes libérrimas e
inéditas ante la idea misma de cultura, ante lo social mismo. 7 La radicalidad de ese
desplazamiento de estilos guarda relación estrecha con el desplazamiento de circuitos:
obras y materiales que se trasladan de las galerías y los espacios establecidos a las calles
y a la naturaleza –a un sentido ampliado del arte que explora y transforma las fronteras
del sistema plástico y de la visualidad urbana. Un viraje tan decisivo no puede
explicarse en términos de voluntades personales. Es en realidad una escena entera, una
sociedad casi, la que confronta durante esos años críticos el reto abismal de redefinirse
a sí misma en el vacío dejado por la debacle del reformismo militar. Una situación pre-
revolucionaria en la que cierta pequeña-burguesía radicalizada sintió el Poder (y la
esperanza de operar una transformación histórica en el país) deslizarse por entre sus
dedos –sin atinar a cerrarlos.
de relieve, en una desdichada coyuntura, no sólo la aguzada crisis del campo artístico
convencional, sino también el fracaso de los mejores esfuerzos asumidos desde el
velasquismo por refuncionalizar los anacrónicos programas de una institución
empantanada en enseñanzas mediocres y concepciones académicamente trasnochadas
del arte. Cuando, en 1972, la ENBA perdió su autonomía y pasó a depender del recién
formado Instituto Nacional de Cultura (INC), ella ingresó también a un limbo de
indefiniciones institucionales y programáticas, con permanentes pugnas internas y
medidas de fuerza que desvirtuaron aún más las actividades lectivas. Juan Manuel
Ugarte Elespuru había permanecido en la Dirección de la Escuela diecisiete años cuando
fue retirado de ese cargo en 1973. Tras algunos meses de interinato con una comisión
transitoria encabezada por Armando Sánchez Málaga, la conducción de la ENBA recayó
sobre Teodoro Núñez Ureta, un muralista épico y acuarelista tradicional desligado de
cualquier noción ágilmente contemporánea de la producción artística. 8 Desligado
también del manejo político más inmediato, hasta el punto de quedar neutralizado por
las intrigas que lo empujaron a renunciar en abril de 1976. 9
13 El verdadero intento de ruptura llegaría demasiado tarde, en coincidencia
desafortunada con la decadencia del reformismo militar que empezaba ya el
desmantelamiento de sus propias propuestas económicas y sociales, pero
paradójicamente mantenía aún una inercia radical en los ámbitos controlados desde el
INC.10 Así lo puso en afirmativa evidencia la designación de José Bracamonte Vera como
nuevo Director de la Escuela. Ya a mediados del año anterior una comisión de siete
especialistas, incluyendo a Alfonso Castrillón, había emitido un informe devastador
sobre la educación artística en el país, denunciándola por propiciar «una interpretación
del arte y del artista en la sociedad, que está en desacuerdo con las exigencias
actuales».11 En coherencia con lo allí planteado, y con su propia trayectoria dentro de
algunas de las iniciativas artísticas del velasquismo, Bracamonte procuró una brusca
actualización de los programas y del sentido de esa academia. Con una vocación
exigente de apertura y aggiornamento, incorporó a profesores renovadores asignándoles
temas de enseñanza en extremo inquietantes para las esclerosadas tradiciones de la
ENBA: diseño industrial (a cargo de Teresa Gianella), diseño gráfico (a cargo de Claude
Dieterich), nuevos materiales (a cargo de Gastón Garreaud), cerámica escultórica (a
cargo de Félix Oliva), estética y teoría del arte (a cargo de Alejandro Romualdo y Leslie
Lee).
14 Pero tal vez el más polémico de aquellos cursos fue el asumido por Francisco Mariotti
sobre «Concepción y Desarrollo de Proyectos de Arte y Comunicación». El último
término era probablemente decisivo para una materia cuya sumilla empieza
reivindicando el «trabajo de investigación racional y objetivo dentro de las artes
plásticas», para evitar «la producción de obras de arte puramente estéticas» o «como
manifestaciones subjetivas de liberación individual». Concebido, por el contrario, como
«ciencia de comunicación social», el arte «deduce sus medidas y criterios entre otros de
la sociología, antropología y cibernética». La propuesta demostró ser demasiado
avanzada para un medio aún empantanado por las ideologías anacrónicas (o
sencillamente cursis) del arte mistificado como creación «original», «inspirada»,
«única». Saboteada por los elementos más retardatarios de la ENBA, la experiencia no
llegó a consolidarse y el propio Mariotti fue sintomáticamente acusado de introducir
«técnicas imperialistas» por sugerir la implementación de talleres de fotografía y video.
12
Sin embargo, la propuesta original de aquel curso –y la sumilla que es su excepcional
30
25 En efecto, sobre esas paredes ensayaron sus primeros esfuerzos pictóricos varios
artistas luego significativos. Y desde allí Herman Schwarz (n. 1954) fue perfilando el
oficio y la mirada con que luego aportaría una sensibilidad nueva al periodismo gráfico.
Y en aquellos apuntalados ambientes Wiley Ludeña (n. 1955) y Hugo Salazar del Alcázar
(¿1954? - 1996) elaboraron con Armando Arteaga, Ricardo del Castillo y Mauro Llerena
el segundo número de Tramma, la revista que más explícitamente intentó formalizar
para la arquitectura un cierto discurso marxista.18
26 La nómina podría continuar, pero sería un error explicar a partir de una suma de
individualidades la complejidad de los procesos que así se iniciaron. El catalizador allí
actuante fue la intensidad de los entrecruzamientos personales hecha posible por una
concentración espacial e ideológica claramente excepcional en nuestra historia –y en la
de una pequeña-burguesía-ilustrada que intentaba asumir en válidos términos propios
el protagonismo cultural de las transformaciones enfrentadas por el país entero.
27 Todo ello desde un desborde libidinal con un sello claramente juvenil. Tal como lo
sugiere el propio Ludeña, lo decisivo de aquella experiencia de 1978 fue sencillamente
la «fiesta de ideas» encarnada por el proyecto de creación y de vida compartida en una
casa ocupada.19Una suerte de Bateau Lavoir limeño, por decirlo con peruana
desproporción.
32 Todavía en octubre de 1982, Ludeña prolongaría hacia otros rumbos esta línea de
trabajo dirigiendo al grupo Gesto Vivo (Milagros Campos, Gladys Moreano, Mary
Oscátegui y Adolfo Peredo) en una propuesta que se anunciaba insólita desde su propio
título: Micaela 3 x 3 x 5 era una performance desconstructiva que utilizaba la épica de la
esposa de Túpac Amaru para proyectar cuestionamientos reflexivos sobre la estructura
del formato teatral y escénico. Entre los varios sentidos de esa (res)puesta podría
resaltarse el giro desconcertante que allí se le daba a las figuras históricas más
retorizadas por el velasquismo, confrontando los discursos agotados de la llamada
Revolución Peruana con una radicalidad otra, igualmente política pero más
críticamente articulada a la propia materialidad artística. 26Sin embargo, es interesante
recordar que en el debate abierto incorporado como «tercer acto» de la obra se
manifestaron las reacciones contrariadas de Víctor Zavala Cataño, dramaturgo
conocido por sus propuestas de un «teatro campesino» que lo llevarían a ocupar cargos
dirigenciales en Sendero Luminoso.27Zavala era entonces profeso de la Universidad
Nacional de Educación en La Cantuta pero también de la Escuela Nacional de Arte
Dramático donde se realizó aquella performance, y su oposición abierta bien podría
marcar las nuevas restricciones para el experimentalismo –y para la utopía socialista–
en un medio crecientemente polarizado por la guerra civil.
«Mecenas» (y me almuerzas)
33 Nada hacía prever esos entrampamientos futuros en la escena casi eufórica que se
multiplicó y diseminó durante el cambio de década. Aunque esporádica, la línea de
trabajos paralelos que acabo de reseñar, complementaba y en algunos casos
(particularmente el de Williams) entrecruzaba la que simultáneamente se venía
configurando desde los talleres de Barranco. De hecho, los espacios abandonados
durante 1978 en el local de la avenida Pedro de Osma no tardarían en ser ocupados por
presencias nuevas. Entre ellas es necesario destacar las de Fernando Bedoya y Mercedes
Idoyaga (más conocida como Emei).
34 Nacido en 1952, Bedoya arrastraba unos pocos años más de experiencia que casi todos
los jóvenes con los que luego alternaría en Barranco. Ya poseía algunos estudios de arte
34
Fernando Bedoya. La pasteleada. 1979. Pastel y collage sobre papel: 115 x 129 cm.
36 Al igual que en los grabados antes discutidos –pero con una vocación distinta– es un
registro expresionista el que domina al estilo de esta pieza, aunque su clave germánica
(justamente) se vincula al aquietamiento de esa tendencia bajo aquel «llamado al
35
Paréntesis. Primer y segundo avisos publicados como parte del proyecto Mecenas. El Comercio. Lima:
10 y 18 de marzo de 1979.
Paréntesis. Tercer aviso publicado como parte del proyecto Mecenas. El Comercio. Lima: 25 de marzo
de 1979.
41 Se aglutinó también de ese modo una nueva identidad que adquiere incluso su primer
nombre corporativo. Es en el último de aquellos avisos que aparece por primera vez la
denominación de Paréntesis, aunque interesantemente no como palabra sino como
signo: «Grupo de Arte ( )». Una codificación ortográfica que reivindica mediante lo
críptico de su marca visual una sutil diferencia para el espacio alquilado en las
fronteras comunicativas que separan y al mismo tiempo articulan arte y comercio.
42 El Comercio es precisamente el nombre del importante periódico peruano en el que los
artistas escogieron ubicar sus intervenciones, sobre tres páginas culturales siempre
amagadas –y en un caso totalmente tomada– por caóticos desbordes publicitarios. Las
intervenciones de Paréntesis aparecían así entre notas convencionales sobre «La
actividad cultural en Venezuela» o el «Salón de Verano 1979» y el despliegue esquizoide
de avisos con frecuencia chabacanos para «clases de tiro» y cursos que alternaban el
ballet clásico con la gimnasia rítmica (en el mismo «centro de danza») –o, más
políticamente, para ciclos del mejor cine latinoamericano promovidos junto a
espectáculos de vodevil con nombres tan demostrativos como «Travestis en la
prostituyeme».38
38
Algunos miembros del grupo Paréntesis fotografiados para la revista Mujer. De izquierda a derecha:
Noriega, Salazar, Angulo y Morales.
Arriba: Examen de ingreso a la ENBA. Abajo: el grupo Paréntesis en el patio de la avenida Pedro de
Osma 112 en Barranco. Fotografías publicadas en la misma página cultural del diario La Prensa. Lima:
4 de abril de 1979.
Verso y reverso del volante-manifiesto de Contacta 79. 1979. Fotocopia sobre papel.
Afiche-manifiesto de Contacta 79. 1979. Offset sobre papel: 58.5 x 35 cm. (Diseño: Eliseo Guzmán).
(Fotografía: DG).
Izq.: María Luy organizando el encuentro de pintura infantil durante Contacta 79. 1979. Der.:
Intervención callejera durante Contacta 79. 1979. (Fotografías: ¿RK?).
54 También las gallinas jerárquicamente organizadas por Emei en tres niveles de jaulas
superpuestas donde las aves en las posiciones más altas acaparaban todo el alimento y
la mayor parte del agua, excretando alegremente sus residuos sobre las demás. En
compensación, aquéllas ubicadas al medio contaban al menos con líquidos, pero eran
sólo las inferiores –carentes tanto de éstos como de maíz– las que ponían huevos (de
inmediato robados por el público, junto con alguna de las tres radios que entrecruzaban
sus emisiones para mejor aturdir a las prisioneras). «La ley del gallinero», explicaba la
artista: «la de más arriba caga a la de más abajo».
55 En actitud comparable se encontraba el inodoro intervenido por Bedoya con el rostro
de Manuel Prado (un ilustre aristócrata que gobernó el país dos veces, entre 1939 y
1962). O las banderas peruanas de cal endurecida sobre las que el mismo artista
reconfiguró con sorna un escudo nacional sin otra cornucopia que la insinuada por el
defecar monetario de la vicuña intentando devorar al árbol de la quinua. 50
44
Izq.: Juan Javier Salazar. Sillón de tres patas. 1979. Der.: Emei. La ley del gallinero. 1979. Intervenciones
callejeras durante Contacta 79. (Fotografias: ¿RK?).
56 Juegos escatológicos a los que aún más acentuadamente apeló Mariotti para la
producción y venta ambulatoria del «Cacalcol», un supuesto vino de materia fecal
anunciado por la prensa sensacionalista como insólito «elixir de juventud». Es uno de
esos recortes periodísticos51el que le sirvió al artista de cartel para el triciclo desde
donde circulaba y ofrecía por quinientos soles de la época (diez veces el precio del
diario) excrementos sintéticos envasados entre líquidos amarillentos en bolsas
traslúcidas exhibiendo el logotipo sardónicamente modificado de la Coca Cola. (Todos
los mojones se vendieron).
57 En el pasquín, la noticia y el nombre del «Cacalcol» aparecían jerarquizados como el
titular más exclamativo de una primera plana compartida por semi-desnudos
chabacanos, relatos de corrupción, comentarios deportivos, avisos... También el
anuncio de la gravedad terminal de Víctor Raúl Haya de la Torre, el líder aprista que a
los ochenta y cuatro años de edad actuaba como el Presidente de la Asamblea
Constituyente y el representante más evidente de ciertas tradiciones políticas aún
supérstites entre las convulsiones de un país en redefinición brusca. Al incorporar a su
acción precisamente ese despliegue periodístico, Mariotti operaba una lúdica pero
implacable puesta en escena del histórico cambio de época. Una paradójica puesta en
abismo, tan sutil como grotesca.
45
Francisco Mariotti. Cacalcol.1979. Intervención callejera durante Contacta 79. (Fotografías: ¿RK?).
58 Ese eje político que recorría a Contacta 79 se vio ocasionalmente tensionado por otro eje
ritual –verbigracia en la cruz de materiales orgánicos ubicada por Rodríguez sobre la
ermita del Puente de Los Suspiros. Pero la energía religiosa desplegada en el festival
podía también ser paródica, como en la procesión del becerro de oro concebida por
Bedoya como «performance pagana» y transgresión litúrgica: al anochecer del domingo
28, en coincidencia con la última misa celebrada en la iglesia que domina al parque
central de Barranco, él y varios artistas más pasearon en andas por sus alrededores un
ídolo informe cubierto de falsos dorados y monedas, en tanto una sonora comparsa
teatral del grupo Cuatrotablas los precedía con batido de tambores y otros
instrumentos. Los participantes iban entonando mugidos y cánticos diversos (incluso
deportivos) hasta llegar a las puertas mismas del templo, donde quedaron pasivamente
detenidos por la salida de los fieles. Finalmente la pieza fue abandonada y anónimos la
incendiaron en la glorieta de la plaza, como en un inconsciente remedo de los
holocaustos bíblicos.52
46
Fernando Bedoya. El becerro de oro. 1979. Intervención callejera durante Contacta 79. (Colaboradores
en la fotografía derecha: Martín Biduera, Charo Luza, Mariela Zevallos y Lucy Ángulo). (Fotografías:
¿RK?).
62 Ludismos de una experiencia que apostaba a colectivizaciones a veces algo forzadas por
los imperativos ideológicos de la época. Una ética socialista en busca de la estética
instrumental para articularse corporativamente. Expresión sintética de todo ello
pudiera ser la secuencia fotográfica de las excursiones compartidas a las playas del
vecino pueblo de Huacho, al norte de Lima, donde las corrientes suelen devolver los
desechos que la gran ciudad expulsa al mar. Restos recuperados por los artistas –y muy
particularmente por Mariotti– en la búsqueda de materialidades nuevas para una
plástica renovada desde la experiencia popular del reciclaje. El más preciso de esos
registros muestra juntos a cuatro integrantes del núcleo original de Paréntesis (Angulo,
Bedoya, Emei, Morales) y a quienes (Luy, Mariotti, Noriega, Salazar) desde comienzos de
1980 se desligarían de esa experiencia para cristalizar con otros la de E.P.S. Huayco.
Tomadas a mediados de 1979 por el francés Jacques Dumont, esas instantáneas marcan
el momento utópico de una libre confluencia que los rigores prácticos de una nueva
etapa rápidamente deslindarían.54
48
Excursión a las playas del norte en busca de materiales para reciclajes artísticos. 1979.
De izquierda a derecha: Luy, Morales, Noriega, Salazar, Mariotti, Ángulo, Emei. Bedoya.
(Fotografía: JD).
Bedoya, la laceración de las relaciones se veía exacerbada por sus propias prácticas de
modificación inconsulta de obras que terminaban siendo trasgredidas –sin permiso de
los autores– mediante lo que él mismo reivindica como «un intervencionismo
ultraviolento». En el relato de Emei, ella llegó a colgar puertas entre los distintos vanos,
pretendiendo simbolizar la caotización del espacio con un gesto que sin embargo
acentuaba ese proceso al dificultar el tránsito. Salazar recuerda la impresión sentida
ante la araña que le fue dejada en una caja de fósforos: «trabajar allí», comenta ahora,
«era divertido y era peligroso».55
66 La convivencia se tornaba inviable y –en un hito decisivo– hacia fines de 1979 se decidió
prohibir el uso de la casa como vivienda. En la práctica, esa posición afectaba sobre
todo a Bedoya y Emei, quienes se mudarían a ambientes otra vez proporcionados por
Bolaños. Esto no necesariamente implicaba su desvinculación total del colectivo, pero el
distanciamiento devino en ruptura ante la subjetivización creciente de las
discrepancias también surgidas por el nuevo rigor que la experiencia de Mariotti logró
finalmente introducir en el propio sistema de trabajo: desde inicios de 1980 se
acordaron responsabilidades como el cumplimiento de horarios, la asistencia a
reuniones, el pago de cuotas, la distribución equitativa de gastos. A la larga se
estableció incluso un «reglamento para la utilización del taller de serigrafia». Y –desde
el primer momento– un insólito, un crucial libro de actas.
67 Una revolución en la revolución que el propio Mariotti definiría luego como el
necesario tránsito de una experiencia de grupo («un asunto cerrado y elitista») a una
disciplina de taller –palabra jerarquizada con mayúscula inicial en la transcripción de
ese balance interno, cuya recomendación final no podía ser más elocuente:
«hagan del Taller [sic] un verdadero centro de trabajo, traten que no se convierta
en un salsódromo, en un burdel, en un fornicódromo, en un tragódromo –y
tampoco en un vacilódromo o en esteticódromo. Realmente no perdamos de vista la
idea de que el Taller [sic] debe ser básicamente un lugar de trabajo colectivo, un
centro de información básicamente de asuntos relacionados con la comunicación
visual».56
68 Aunque en otros términos, una idea similar fue también formulada en Arte al paso, el
virtual manifiesto de Lauer incorporado a la primera y determinante muestra de E.P.S.
Huayco en mayo de 1980. Un texto programático donde el concepto mismo de taller es
definido como «una nueva relación de los creadores entre sí y con su oficio. No el grupo
de membrete adocenado bajo una ficción de lo colectivo, sino efectiva división del
trabajo y un proceso de debate que llega hasta la modificación de las líneas
individuales».57Un quiebre traumático que algunos no dudarían en calificar como
«cisma».58
70 Más allá de cualquier interés artístico, ese último y dispar conjunto actúa como
documento excepcional de los alejamientos y tensiones –también de algunas
reconciliaciones– que redefinían entonces la composición y la identidad misma del
colectivo. Aunque Bedoya figuraba todavía en el portafolio, ya no habría lugar en éste
para Angulo y Emei. Noriega y Salazar, por el contrario, no llegaron a producir a tiempo
el tiraje requerido, pero sus piezas eventualmente circularon como parte de la carpeta,
anunciando la reintegración de sus autores al taller que empezaba a reconstituirse en
torno a un ya claro pero tácito liderazgo de Mariotti. Por cierto tanto éste como Luy
aportarían a la carpeta sendos grabados, a los que se le sumaron también otros de
Rodríguez y Zevallos, quienes formalizaban así su inserción en la nueva dinámica
colectiva. Ramos, por su parte, aparecía como una presencia diferenciada, al imprimir
su colaboración en el gran cartón que sirve de sobre a la carpeta, pero sin incorporarse
al contenido de la misma –como tampoco lo haría a los procesos centrales que sólo
después determinaron la identidad específica de E.P.S. Huayco. 59
71 Paradójicamente es la ausencia de una identidad compartida la que identifica a este
primer esfuerzo por crear y circular de modo conjunto una producción serigráfica. La
dispersión temática y formal de lo así reunido pone en escena lo aún tentativo del
trabajo grupal, sus relaciones todavía inciertas con las fricciones políticas y culturales
de un país en transformación.
72 El caso de Ramos es demostrativo, por la importancia de las obras anteriores con que él
había trasladado al arte cierta emoción velasquista, mimetizando la plástica llamada
erudita con las formas y técnicas campesinas más tradicionales. El propio título de su
intervención en la carpeta –Masa– podría así sugerir una intencionalidad que la imagen
en realidad diluye entre la muchedumbre de personajes –ahora urbanos– perfilando
con sus siluetas (y las de sus mascotas) una plácida geografía viva de convivencias
sencillas y amables. Una grata composición en armonía incluso con el enternecedor
lacillo de plástico rosado que atraviesa los bordes de la estampa para cerrar la carpeta.
73 El Yan-ken-po de Bedoya, en cambio, aprovecha la variable gestualidad de un popular
juego de manos para desplegar ademanes emblemáticos de la contienda partidaria –
peruana y argentina: el puño trotskista, la «V» peronista, la mano alzada del fascismo y
la roja piedra del proletariado quebrando las tijeras inscritas con una diminuta pero
explícita esvástica. Todo en un torbellino de grafismos enfrentados y efectos de
texturas que subvierten la apariencia pop del conjunto.
74 Las tres intervenciones femeninas, por otro lado, prefieren cifrar su comentario social
mediante erotismos diversamente codificados. Como en las perforaciones y suculencias
frutales que Luy extiende, con estilo deliberadamente pueril, sobre un mantel de vagas
reminiscencias patrias (Retrato de una joven dama). O en los orificios y protuberancias
que Zevallos configura entre cervezas y columnas muy sueltamente (cali)grafiadas
(Glorieta). Sexualidad y socialidad se confunden también en el Conejillo de indias
metaforizado por Noriega en la compenetración de dos lagartijas totémicamente
resueltas como símbolos y colores planos vinculados tanto a la pintura de Miró como a
ciertas iconografías mágicas: ese reptil suele ser un animal sagrado en las sociedades
campesinas, tanto por las propiedades regenerativas de ciertas partes de su cuerpo
como por alimentarse de insectos que acaban con las cosechas.
75 Aunque muy en otro estilo, es también una vocación ritual la que se manifiesta en la
enmarañada construcción atávica elaborada por Rodríguez bajo el curioso nombre de
Niño. Un abigarramiento aún mayor desborda la serigrafía sin título de Salazar, entre
51
Fernando Bedoya. Dos de las láminas del proyecto Coquito. 1980. Collage sobre papel: sin medidas
disponibles. (Destruido).
Alusiones al «gallinero» y a los proyectos Mecenas y Coquito, entre otros detalles de Agenda, serigrafía
de Emei.
NOTAS
1. Todavía en 1982 el principal suplemento cultural del país publicaba una encendida crónica de
aquella jornada, evocada como gesta heroica –e histórica– del nuevo movimiento popular urbano:
Gregorio Martínez. «Horas de lucha». El Caballo Rojo 114, suplemento de El Diario de Marka. Lima:
18 de julio de 1982. pp. 4-5.
Aunque boicoteada por algunos maoísmos, esa paralización contó con el apoyo no sólo de los
socialistas sino también de la Central General de los Trabajadores Peruanos y el Partido
Comunista pro-soviético, antes más bien vinculados a un régimen que percibían como
progresista.
2. Es una misma empresa periodística la que, a través de sus dos medios, proporciona la cifra de
ochenta detenidos (véanse las breves noticias sobre el tema publicadas en Ojo y Correo el 17 de
diciembre de 1977). El testimonio de los estudiantes tiende a elevar esta cifra, hasta el punto de
duplicarla en algunas versiones (Lama [1984] 1983). Según El Comercio fueron más de
cuatrocientos los estudiantes implicados en la toma («Alumnos de Bellas Artes capturan local y
toman de rehén a Director». El Comercio. Lima: 16 de diciembre de 1977. p. 12). Es necesario
precisar que en el momento de los hechos todos los periódicos de Lima estaban intervenidos por
el gobierno militar.
3. Conversaciones varias con Juan Javier Salazar. Lima: 1981-2004. Salazar, sin embargo, no se
encontraba físicamente en la ENBA al momento de los hechos, aunque cursaba entonces estudios
en esa academia. También lo hacían otros futuros integrantes de Paréntesis y/o E.P.S. Huayco:
Lucy Angulo, José Antonio («Cuco») Morales, Charo Noriega, Carlos Enrique Polanco y Armando
Williams. El único que estuvo presente durante la toma fue este último, quien no obstante se
hallaba convaleciente y abandonó el local poco antes de la intervención policial. Entre los que allí
permanecieron y fueron luego arrestados figura Herman Schwarz, a quien agradezco por su
inteligente testimonio sobre la totalidad de la experiencia.
55
abismales, sobre todo tras la restitución hacia 1983 de una malentendida autonomía que
efectivamente entregaba la institución al autismo burocrático. La escandalosa decadencia de su
funcionamiento pedagógico y administrativo fuerza en 2002 la intervención del Estado
propiciada por una última toma estudiantil, exigiendo esta vez apertura y renovación tras
décadas perdidas en enclaustramientos incestuosos. (Para una visión distinta de estos procesos,
véase: José Huerto Wong. Huellas de Bellas Artes. Reseña histórica 1917-1999. Lima: Editora
Magisterial, 2000).
16. Conversaciones con Charo Noriega. Lima: verano de 2004.
17. Entre las ventajas derivadas de la condición de alumno se encontraban precios muy reducidos
de transpone público, espectáculos y comidas. Al sumarse a la carencia de controles serios, ello
naturalmente propiciaba la explosión demográfica de un estudiantado sin vocación por sus
estudios ni demasiado interés en culminarlos –al costo terrible de una juventud desperdiciada.
Este problema generalizado de la educación pública en el Perú fue particularmente grave en la
ENBA. La evidencia de las cifras resulta por sí sola aplastante: de los ciento noventa y dos
ingresantes en 1973, siete años después sólo catorce alcanzan a graduarse. «Han quedado en el
camino 178 alumnos», es cómo uno de ellos resume la inevitable sensación generacional de vacío
y pérdida, aún en el momento celebratorio de la graduación finalmente lograda por los
sobrevivientes. («Promoción 1979 expone». El Comercio. Lima: 2 de marzo de 1980. p. 27).
18. Ya en la concepción del primer número había intervenido Rossana Agois. Sobre Tramma,
véase: Elio Martuccelli. Arquitectura para una ciudad fragmentada. Lima: Universidad Ricardo
Palma, 2000. pp. 225-233. Es interesante la presencia reiterada de jóvenes vinculados a la
arquitectura en la conformación de esa escena. Juan Javier Salazar había estudiado esa carrera
con Ludeña y Salazar del Alcázar en la Universidad Ricardo Palma. También eran arquitectos
otros colaboradores de E.P.S. Huayco como Eliseo Guzmán y Franco Vella. Y por su entorno
circulaban –además de todos los ya nombrados– los arquitectos Eleonora Patiño, Luis Tagle,
eventualmente Reynaldo Ledgard. Et altere.
19. Conversaciones con Wiley Ludeña. Lima: marzo de 2004.
20. Conversaciones con Herman Schwarz. Lima: marzo de 2004. Aunque los detalles varían, casi
todos los testimonios coinciden en las dificultades provocadas por el caos y los excesos.
21. La nómina exacta de los expositores en Signo x signo abarca así a López Merino, Ludeña,
Salazar del Alcázar y Williams. Son erróneas las versiones que incluyen a Rossana Agois en esta
experiencia específica.
22. Manigrasso 1979. La de Mamgrasso es otra de las tantas historias de olvidadas intervenciones
críticas en la escena local. Nacido en 1946 en Taranto, tenía ya una trayectoria europea como
arquitecto, performer y conceptualista cuando el 16 de diciembre de 1977 inauguró una
instalación desusada en el Museo de Arte Italiano (Lima mare) y un año después publicó sobre el
mismo tema un libro de poesía concreta (Limitudes. Lima: edición del autor, 1978). El interés
despertado por esas propuestas lo vincula a los jóvenes que publicarían Tramma, en cuyo segundo
número aparece un artículo suyo (Giussepe Manigrasso. «La caverna urbana». Tramma 2. Lima:
setiembre 1978. p. 52. Traducción: José Canziani). Según ciertas versiones, Manigrasso participó
en alguna de las excursiones grupales en busca de materiales a ser artísticamente reciclados,
pero éste podría ser un falso recuerdo. (Conversaciones con Juan Javier Salazar: marzo de 2004).
23. [La Torre] 1979b.
24. Aunque se presentó como «acción teatral», este llamado Homenaje procuraba articularse
también como performance. El catálogo consigna entre sus responsables a Patricia Moyano,
Milagros Campos, Maritza Gutti, Susana Neyra y Dante Verechel, quienes portaron en andas una
gran tabla con la palabra «Lima» configurada por innumerables clavos que la penetraban. La
frase citada proviene del texto de Salazar del Alcázar que –junto con otros de López Merino y
Williams– fue especialmente preparado para ese catálogo. Aunque no llegaron a publicarse, el
57
archivo de Micromuseo preserva sus manuscritos originales, cuyo contenido íntegro reproduzco
en el anexo documental de este volumen.
25. La nómina exacta de los participantes en Lima en un árbol abarca así a Agois, Ludeña, Salazar
del Alcázar y Williams. Sobre Lima en un árbol y Acción furtiva, véase: Ludeña 1982 y Castrillón
1982. También Castrillón 1981. Este último texto fue concebido como ponencia para el Primer
Coloquio Latinoamericano de Arte No-Objetual, organizado en el Museo de Arte Moderno de
Medellín en mayo de 1981, encuentro que motivó la realización de estas dos experiencias. El
Centro de Teleducación de la Universidad Católica del Perú (CETUC) editó un video de Lima en un
árbol, cuyo único registro supérstite fue recuperado y restaurado en 2002 por Alta Tecnología
Andina (ATA) y Micromuseo («al fondo hay sitio»), dando lugar a su presentación y discusión
pública en el Centro Cultural de San Marcos.
26. Al respecto, véase Ludeña 1983. También [Buntinx] 1982c.
27. Víctor Zavala Cataño. Teatro campesino. Lima: Ediciones Escuela Contemporánea, 1983.
(Primera edición: 1969).
28. Conversaciones con Fernando Bedoya y Emei. Buenos Aires: 1983. En diversas ocasiones
Bedoya ha reivindicado la experimentación con sustancias psicotrópicas y alucinógenas. Nos urge
cada vez más una reflexión crítica sobre las relaciones peruanas entre el arte y las drogas, una
fría mirada analítica libre tanto de moralismos represivos como de exaltaciones complacientes o
ingenuas.
29. Entre los demás retratados aparecen un conocido músico peruano, sus dos compañeras y un
teatrista argentino.
30. También Jorge Villacorta ha sabido percibir esa relación. (Conversaciones con Jorge
Villacorta. Lima: verano de 2004).
31. Schad no fue exactamente un pintor de izquierdas, pero lo que aquí se está sugiriendo es una
libre-asociación cultural y no estrechamente política. Por cierto de igual manera podrían
establecerse relaciones con otras imágenes de la misma época, como el retrato de la periodista
Sylvia von Harden, realizado en 1926 por Otto Dix (él sí un artista radical).
32. En diversas ocasiones Bedoya, Emei y Williams me han proporcionado testimonios
coincidentes sobre esa reunión de enero de 1979. Bedoya ha insistido en reivindicar la iniciativa
allí surgida como la primera aparición de la lata de leche evaporada como significante artístico.
Queda aquí registrada esa opinión, a la que sin embargo otros contraponen la valoración del
proceso material y social del arte por encima de la idealidad de conversaciones vagas sin
concreción aparente en obras o acciones específicas.
33. Las notas de Daniel Caballero Lastres (1979) en la revista Gente y Luis Eduardo Wufiarden
(1979) en el diario Última Hora son amables pero cautelosas. El tono es parecido en las muy
escuetas líneas anónimas con que El Comercio (1979c) arriesga una opinión sobre la exposición de
Bedoya, limitándose por lo general –al igual que el periódico Ojo– a difundir los datos de las
muestras y las declaraciones de los expositores.
34. Bedoya, por ejemplo, sólo vendió uno de los «paisajes humanizados» exhibidos en su muestra,
pero fuera de galería y sintomáticamente a un diplomático extranjero. Cabe resaltar la opción de
términos academizantes en el texto suelto que acompañó a esas obras remitiéndolas a «un
posible ‘impresionismo contemporáneo’» y exaltando su «maestría de ejecución (técnica mixta y
pastel), seriedad de compromiso artístico (temática ecológica), sensibilidad de composición
(armonía de formas, planos y volúmenes), riqueza de colorismo (brillos fotográficos y tonalidades
neocezanianas)». (José de Souza Rodríguez. Fernando Bedoya y el rescate de la naturaleza. Lima: 1979.
1 p.).
35. La nómina ampliada de los integrantes iniciales de Paréntesis abarca así a Ángulo, Bedoya,
Emei, La Hoz, Morales, Noriega, Salazar y Villavicencio. Son erróneas las versiones que incluyen
en esa instancia a Luy, Mariotti, Williams y Zevallos.
58
36. [Freiré 1979a]. Bedoya reivindica para sí la concepción original del proyecto, y así parece
confirmarlo este reportaje, en el que también se recogen opiniones de Salazar. La referencia
explícita a un «Centro de Arte y Comunicación» parece inspirada en la entidad de mismo nombre
(CAYC) que entonces definía un espacio controladamente alternativo en Buenos Aires, aunque
podría remitir también al frustrado curso de Mariotti en la ENBA. Para otros comentarios sobre el
tema por parte de los demás artistas involucrados, véase: Mujer 1979.
37. Este último comentario y el alusivo a la lotería provienen de conversaciones con Fernando
Bedoya y Emei (Buenos Aires: 1983). Para una transcripción literal de los avisos, véase el anexo
documental de este volumen.
38. La alusión era a la Asamblea Constituyente, pero no había intencionalidad crίtica en tales
denominaciones, sino sencillamente un uso efectista de referentes de actualidad para despliegues
de fácil picardía sexual.
39. «[E]s evidente que se trata de una acción original, hasta cierto punto», acota Mariotti en un
recuento grabado hacia marzo de 1981, «pero con una ideología todavía muy reaccionaria y que
en realidad lo que busca, es el acercamiento al mercado convencional y clásico de la obra de arte
en vista de que las galerías no se preocupan lo suficientemente por la comercialización de las
obras de jóvenes artistas». (Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S. Huayco]. Locarno: s.f.
[marzo de 1981]. Véase el anexo documental de este volumen). Bedoya discrepa con esta
interpretación, resaltando el aspecto más lúdico de la propuesta, aunque admitiendo su
ambigüedad final. (Conversaciones varias con Fernando Bedoya. Buenos Aires: 1983-1996).
40. «[E]sta reorientación del campo estético podrá cumplirse cabalmente en una sociedad que no
se base en la explotación mercantil de los hombres y de sus obras. [...] Si conseguimos que el Arte
contribuya a alcanzarla, que se mezcle con las batallas comunes de la vida, tendremos el orgullo
de poder escribirlo con minúscula. Será la única manera de no acabar escribiéndolo entre
comillas». Néstor García Canclini. «La participación social del arte: El porvenir de una ilusión».
Hueso Húmero 5/6. Lima: abril / setiembre de 1980. p. 74.
41. [Freire] 1979a, vs. «No he venido a innovar sino a recuperar el nivel: Declara A. Dávila, nuevo
Director de ENBA». La Prensa. Lima: 4 de abril de 1979. (Entrevista). La designación de Dávila
confirmó la alianza establecida por el gobierno militar con el APRA buscando frenar el auge de las
izquierdas tras las elecciones para la Asamblea Constituyente de 1978.
42. Todavía a principios de ese mes Bedoya y Salazar hablaban de las iniciativas de Paréntesis en
terminos de concursos artísticos y «un espectáculo en la calle» concebido para el distrito de
Miraflores, pero cancelado por la negativa municipal a conceder las autorizaciones necesarias.
([La Torre] 1979a). Una propuesta cuya sustancia parece muy distinta a lo finalmente logrado en
Contacta 79.
43. [Freire] 1979b. Para otras noticias similares, véanse: Ojo 1979a, Expreso 1979, El Comercio 1979d,
Lente 1979a.
44. El sello de esa representación aparece estampado a mano en el afiche-manifiesto de Contacta
79 (Varios 1989b). Para una lista de la veintena de otros auspiciadores que allí se consignan, véase
la transcripción recogida en el anexo documental de esta publicación. Interesa aquí destacar la
presencia de Intipharma, fábrica en la que entonces trabajaba Mariotti: son precisamente sus
relaciones las que facilitan la cooperación de esa y varias de las demás entidades, actuando así
como una suerte de intermediario concreto para el mecenazgo distinto intuitivamente buscado
por los artistas.
Castrillón (2004) reconoce sólo la ayuda en materiales proporcionada por apenas dos empresas, y
sostiene en cambio que fue un aporte económico de Angulo el que financió al festival. Sin duda
cada participante contribuyó en la medida de sus posibilidades, pero nada en la documentación
existente o en las entrevistas realizadas para el actual libro da sustento a esa versión
desmesurada, que además contradice las evidencias contenidas en el afiche-manifiesto.
45. Nava 1979, La Prensa 1979, Lente 1979b, Ojo 1979b.
59
60. Se trata, probablemente, de la primera aparición del código de barras en la plástica peruana.
Un elemento que luego tendría presencia marcante en desarrollos críticos para el arte local,
como los del taller NN durante los finales años ochenta. En una variante de este grabado, Mariotti
hace claramente visible el código de barras, al igual que la interpretación facial de la
empaquetadura mecánica. Este detalle último refuerza la lectura aquí ensayada de Cuatro
cilindros. Cabe anotar que el artista además incorpora una porción del rostro de su esposa (María
Luy).
61. La serigrafía se practicaba en el Perú con fines publicitarios tal vez desde los años sesenta,
pero ya en junio de 1957 el Art Center de Miraflores había intentado demostrar sus posibilidades
estéticas con una exposición internacional auspiciada por la Sociedad Serigráfica Americana y el
Servicio de Informaciones de los Estados Unidos. (Véase: Cultura Peruana 108. Lima: 1957). Sin
embargo, fue Mariotti quien más claramente propició una labor sistemática de ese tipo cuando,
en 1972, colgó en el taller de Víctor Delfín varios de los grabados que entre 1967 y 1968 había
realizado en Europa. Y casi de inmediato inició en el Cusco las colaboraciones con el SINAMOS
que le permitieron socializar entre las organizaciones campesinas técnicas serigráficas adaptadas
a la precariedad local de medios y materiales. En los hechos, no obstante, es sólo a partir de la
experiencia de E.P.S. Huayco que este medio expresivo adquiere plena divulgación y –
eventualmente– legitimación artística en el país.
62. Esta descripción resume los términos utilizados en manuscritos sueltos conservados por
Angulo. El autor de la edición utilizada por los artistas es Everardo Zapata Santillana. Bedoya
reivindica para sí la responsabilidad principal de este proyecto, cuyo nombre por cierto coincide
con el pseudónimo que él utilizaría en círculos partidarios de izquierda. En la elaboración de los
collages habrían además colaborado Angulo y Emei, en menor medida Bolaños. Knipenberg
realizó registros fotográficos de algunos procesos de su producción. Biduera Luna fue un
acompañante de la experiencia. (Conversaciones separadas con Lucy Angulo, Martín Biduera
Luna y Guillermo Bolaños: Lima: marzo-mayo 2004. Conversaciones con Fernando Bedoya y Emei.
Buenos Aires: 1983).
63. Emei 1999. En realidad el retorno a Buenos Aires se dio en 1980. La «complicidad desde
adentro» podría aludir a los materiales serigráficos presumiblemente proporcionados por
Bedoya.
64. El fragmento dice, a la letra: «BUSCA / PLASTICOS MECENAS / CAR. TA / FINANCIA /
ENCUENTRAN». Los puntos suspensivos en la tercera línea podrían insinuar las letras necesarias
para completar la palabra «CARPETA».
61
después la casa, ésta quedaría exclusivamente identificada con el colectivo, que además
en esa misma ocasión adoptó un criterio de unanimidad para cualquier incorporación o
exclusión futura. La evidente búsqueda de una identidad compartida se confirmaba en
el postulado de un manifiesto cuya redacción, sin embargo, quedó postergada por
percibirse desniveles intelectuales entre sus integrantes. Al llamado consecuente de
una disciplina de lecturas se le sumaron otros planteamientos ordenadores, incluyendo
la clasificación de los documentos de Contacta 79 y la realización de trámites para la
obtención de una personería jurídica (nunca concretados).
5 Aunque sin contar todavía con un nombre colectivo o la participación de Zevallos y
Williams (quienes recién se integrarían el 29 de febrero y el 5 de julio,
respectivamente),7E.P.S. Huayco había sido fundado.
9 En efecto, tal como otros apuntes dejan entrever, es en apenas poco más de dos meses
que el taller concibió, investigó y produjo la totalidad de las obras para lo que sería una
de las exposiciones marcantes de nuestra contemporaneidad plástica. Pero no se
trataba, por supuesto, de un súbito arranque de inspiración pura, sino de una
decantación final: la cristalización de búsquedas y experiencias largamente acumuladas
desde las luchas por la renovación de la ENBA (incluyendo el frustrado curso de
Mariotti y otras iniciativas surgidas de la saboteada gestión de Bracamonte). Y la
sinergia de recursos humanos finalmente articulados en una praxis compartida que
capitalizaba incluso aportes ajenos al núcleo original del taller: aunque disminuido por
el retiro temporal de Rodríguez, el colectivo logró captar los apoyos de fotógrafos como
Roberto Cores (n. 1945) y Guillermo Orbegoso, así como la estratégica colaboración –la
complicidad– de Mirko Lauer(n. 1947).13
Primera alusión al «proyecto latas» en el libro de actas de E.P.S. Huayco (11 de marzo de
1980).
Izq.: Volante-manifiesto de Mirko Lauer circulado en la exposición Arte al paso. 1980. Der: Carátula de
Marka 88. Lima: 14 de setiembre de 1978.
11 Una lógica de formas y conceptos anunciada desde el propio soporte físico de la pieza
central de aquella exposición. Se trataba de un mosaico de diez mil latas de leche
evaporada –obvia pero sugestivamente vacías– sobre cuyos aproximadamente
cincuenta y dos metros cuadrados de superficie fue pintada, sin concesiones estéticas,
una porción gigantesca de salchipapas: ese popular alimento callejero que combina
papas refritas con embutidos de dudoso origen para el consumo apresurado de quienes
no pueden pagarse el asiento en un restaurante («la misma gente que tampoco va a una
galería», como señaló después el propio Mariotti).15Y al mismo tiempo el snack de moda
entre una clase media-baja ansiosa por asimilarse al estilo globalizante del fast-food. En
cualquier caso, la expresión gastronómica de una modernidad miserable. (Y fugaz). 16
12 Denominada Arte al paso, la obra jugaba con el contrapunto entre la rebosante pero
ilusoria imagen del alimento instantáneo y la realidad demasiado concreta de los
envases vacíos. Fricciones acentuadas por los claveles impresos y las connotaciones
místicas en el nombre y emblema de la marca comercial «Gloria», asociando a esta
alfombra de latas con las alfombras rituales de flores que en la sierra suelen ornar el
recorrido de las procesiones: un detalle sutilmente incisivo en esta pieza era la
preservación de los rótulos sobre los envases que, sin embargo, habían sido todos
pulcramente lavados.17
13 El juego de contrastes se veía reforzado por los grabados y fotografías que completaban
la exposición, junto con seis punzantes citas de investigadores vinculados a la teoría
social del arte. Algunas exclamaban contra «las multinacionales en el mercado de arte»
(Federico Morais) y «el esteticismo de las bellas artes» (Néstor García Canclini). Otras se
pronunciaban a favor del develamiento de las «ideologías en imágenes» (Nicos
Hadjinicolaou) y la «división de clases» (Alfonso Castrillón) implícitas en la producción
artística. Las dos finales exigían el quiebre de la dependencia mantenida por la teoría y
la historia del arte hacia las obras artísticas mismas (Juan Acha), y una comprensión
65
15 Así lo documentan fotografías posteriores como aquélla de Susana Pastor en que una
mujer posa con sus cuatro hijos inquieta, inquietantemente dichosos frente a una
precaria vivienda hecha con esteras y cajas de leche Gloria cuyas latas asoman apiladas
hacia un rincón.20O esos otros registros de la barriada pioneramente realizados por Bill
Caro en 1971 para una tesis de arquitectura que un par de años después él convertiría
en propuesta plástica, cuando empezó a incorporar los espacios marginales de la ciudad
a su pintura notablemente hiperrealista. Todavía en 1989 Caro realizó una exposición
con obras basadas en esas tempranas fotografías, incluyendo una acuarela desbordada
por la acumulación impresionante de basura y de latas sobre las que se erige la
miserable covacha de quienes viven de su acopio y procesamiento. Estos últimos, sin
embargo, se encuentran escrupulosamente omitidos de la representación, como en toda
66
17 Hay, tal vez, una insinuación excesiva en la última frase. Pero el taller sentía entonces
necesario disociarse de otras estrategias de vinculación artística con lo popular,
enfatizando para ello la distancia entre la captura y reinterpretación de imágenes y la
incorporación de materiales y procedimientos: la diferencia entre la pintura (o la fotografía
misma) y el reciclaje –palabra que incluso daría título a los trabajos personales
realizados por Mariotti con los elementos recuperados durante esas excursiones.
«Aprovechar las fuerzas que se dan por perdidas», es cómo un comentarista de la época
relaciona ese término experimental con el concepto de la realimentación en la
electrónica.24Noción fundamental en sociedades como la peruana, económica y
políticamente desperdiciadas pero siempre culturalmente recompuestas. Como en los
dantescos basurales de Lima, habitados de manera infrahumana por cientos de
personas que hacen de la selección y reutilización de los desechos un diario sobrevivir.
18 Un revivir diario: para E.P.S. Huayco, tan importante como la obra acabada en sí era el
proceso de vida por el que pequeños-burgueses-ilustrados se desclasaban al internarse
en barriadas y rellenos sanitarios buscando las latas necesarias para su trabajo artístico.
Como el creciente número de desposeídos que en todas partes de Lima trabajan
hurgando la basura ajena. Una actividad en la que el concepto de apropiación adquiere
su más grave sentido.
19 También su sentido más actual. «Esta combinación de serigrafía, detritus industrial,
fórmulas teóricas, fotos y expendio de salchipapas, nos sugiere a gritos que la realidad
del arte es más compleja que la realidad de las ‘Bellas Artes’ y las Artes Plásticas’»,
elabora el volante de Lauer en un juego sardónico con las denominaciones oficiales de
las dos academias que definían los límites de la formación artística en la capital. Todo
un sentido adicional para la decisión de también incluir en la muestra las fotografías de
Cores y Orbegoso que explicitaban la ardua recopilación y limpieza de los miles de
envases obtenidos en los interminables botaderos y zonas marginales de Lima. Los
artistas aparecen recorriendo esos arrabales entre cerros de latas, o laboriosamente
68
La inauguración de Arte al paso fotografiada por Mariella Agois. 14 de mayo de 1980. Pueden
distinguirse, entre los expositores y el público, a Mirko Lauer, la artista Johanna Hamann y el poeta
Mario Montalbetti.
Blades entonces tan celebrada por casi todos los públicos de la capital. Una «salsa»
narrativa sobre vidas –y muertes– del lumpen callejero en la comunidad latina de
Nueva York, pero asimilada en Lima a sentidos y experiencias locales. «Armando
Navaja», indica precisamente el texto tipografiado a un costado de la imagen, en
alusión discreta al historial de matonerías y violencias que se le adjudicaba a Armando
Villanueva, entonces candidato presidencial del AFRA, el partido más identificado con
el último tramo del régimen de Morales Bermúdez y por lo tanto muy enfrentado a la
izquierda.
Proceso de impresión de ...Oh, cultura, en el taller de serigrafía de E.P.S. Huayco. (Fotografía: ¿GO?).
31 Es, sin embargo, el estribillo final de la canción –Sorpresas te da la vida– el que sirve de
título a un grabado cuya principal carga política está en su radicalidad estética: la
reivindicación sin concesiones del lenguaje más grotescamente caricaturesco, casi
adolescente o pueril incluso en el uso de recursos escolares como el recorte de papel
dorado para mejor resaltar el molar distintivo con que la sonrisa del delincuente «iba
alumbrando toda la avenida» (Blades). Un collage primarioso –primoroso– que hace de
esta elemental técnica mixta una mixtura compleja de lenguajes y culturas,
cuestionando desde su artificio a la propia noción de artisticidad: «el arte me llega», es
precisamente el lema despectivo que se derrama desde las encías con un desorden casi
musical de las letras apenas contenidas por el globo informe que empuja a la
composición hacia una estética comic.36
32 Esta última opción resulta aún más explícita en el grabado de Zevallos, quien
llanamente reproduce –sin reelaboraciones ni concesiones «artísticas»–una de las
agresivas calcomanías publicitarias que solían entonces verse en los vehículos de
transporte público. Es justamente el interior de un microbús el que aparece
representado en la estampa, donde una joven de exhuberante pelo naranja y brillosas
73
botas negras hace salivar con su cortísima minifalda al chofer y los pasajeros que la
miran con ojos desorbitados.
33 En la calcomanía original la limeñísima coqueta ruega –radio en mano-cerrar despacio
la puerta para no interferir la audición de su emisora favorita (Radio Mar). En la
serigrafía de Zevallos el mensaje publicitario es sustituido por un anuncio insólito:
«¡Bajan en el Museo de Arte Moderno!». La frase desconcierta no sólo por el curioso
contexto en que es pronunciada sino además por la inexistencia absoluta de un museo
de ese tipo en el Perú. (Nuestro gran vacío museal).37
34 El grabado sin duda resume la exigencia de una institucionalidad nueva que apoye las
manifestaciones visuales contemporáneas. Pero esta demanda –consuetudinaria en el
medio– implica aquí sobre todo un cuestionamiento crítico al circuito artístico
existente y a la colonizada noción de lo moderno que allí predomina. Lo demuestran los
personajes y el ambiente insólitamente vinculados por esta serigrafía a una musealidad
que se les supondría ajena. Un contraste que se prolonga, de otra manera, en el morado
predominante de la imagen, en alusión acaso al color del hábito del Señor de los
Milagros cuyo culto identifica a la Lima tradicional.
35 Es esa convencional dialéctica entre tradición y modernidad la que el conjunto de estas
imágenes perturba con tanta extremidad en su opción por un estilo que subvierte ambas
categorías, pateando violentamente el tablero al incorporar las formas y contenidos de
una modernidad popular que la migración va generando desde la capital y sus barriadas.
Una (post)modernidad propia y nueva, tan transgresora de los modelos internacionales
como de la tradición local. Transgresora incluso de cierta noción de vanguardia
establecida desde modelos cosmopolitas y aquí subvertida desde la experiencia más
inmediata de lo popular. «No formamos parte de una moda de vanguardia más»,
Mariotti se preocupaba en precisar: «Tendemos hacia la integración con nuestra
realidad. En el arte popular, el artista está integrado con su medio. Todavía se puede
salvar aquí esta situación».38«Las obras de esta muestra», abunda en otra entrevista,
«tratan de reflejar la cultura que se le impone y obliga a consumir a nuestro pueblo.
[...] Queremos expresar los verdaderos contenidos que debe tener la plástica, salidos
de las masas, de las experiencias cotidianas, del quehacer colectivo; queremos llegar
a la masa, obtener de ella experiencias y participar con ellas en la búsqueda de
auténticas formas culturales propias».39
36 «Este Mariotti está cargado de optimismo», comentaría el entrevistador. Pero lo que en
realidad asomaba tras aquellas palabras era una intensidad histórica.
Manco Cápac en el microbús (enmarcado por momias). Detalle del grabado Algo va’ pasar de Juan
Javier Salazar. 1980.
descubierto que las montañas son simples promontorios de tierra y no dioses. Hasta
ellos ya no ha llegado el legado de Inkarri. No necesitan ese dios. Van a conquistar
el poder».41
42 Es sugerente la idea de una resurrección mítica que se niega a sí misma, una profecía
que se autocancela para dar lugar a una mitología nueva. Se trasvasaba así la utopía
andina del retorno de Inkarri a la utopía socialista de un poder ejercido por los
trabajadores mismos. Y en un contexto de insolencias populares que es imposible no
asociar aquí con el remoto origen del «achoramiento» de la sociedad peruana.
43 En tal propuesta parecían desembocar las más profundas transformaciones
experimentadas por el país durante el siglo XX. Una esperanza parecida había sido
insinuada desde los años 20 en revistas como Amauta. Pero es José María Arguedas
quien le da expresión fundamentada, al estudiar la ciudad andina de Puquio como «una
cultura en proceso de cambio» antes que como un universo antropológico cerrado.
Resulta significativo que el texto de Salazar haya sido adaptado (con modificaciones
ligeras pero importantes) de aquel escrito profetice.42Quizá lo sea también el que otras
interpretaciones de la década del setenta reiteren los términos aquí empleados. Pero en
ellas la lectura es lineal, casi la constatación de un hecho irreversible. 43En Arguedas, por
el contrario, hay un elemento de paradoja, una dimensión ambivalente en la que el
proceso descrito se nos ofrece en toda su incertidumbre y tensión históricas.
44 Es al asumir estos rasgos que la versión artística de Salazar adquiere matices cruciales.
Como la presencia perturbadora de momias repartidas en el marco de la estampa,
donde comparten un connotativo espacio con la figura del propio artista. O la ominosa
frase «algo va’ pasar» repetida hasta constituir la espesa trama de amarillos en el fondo
del grabado. En azul cerúleo irrumpe el término «inmediatamente», caligrafiado
sucesivas veces. Tales palabras evidencian una expectativa ideológica al mismo tiempo
que componen el sentido plástico de la obra. Pero su reiteración obsesiva sugiere
además un ritual, un acto de magia. Salazar ha reconocido que en la confección del
grabado no pretendió tan sólo comentar una realidad, sino influir directamente sobre
ella con una obra que –sin dejar de ser arte– fuera talismán y panfleto a la vez. 44
Engarzaba así el discurso político moderno a una invocación de oscuras fuerzas que
intuía vivas en el complicado nudo de nuestra historia.
45 Vivas e inquietas. Conviene recordar que la inauguración de Arte al paso en Lima
coincide casi con la insurrección fundamentalista iniciada por Sendero Luminoso en el
remoto poblado ayacuchano de Chuschi el 17 de mayo de 1980. Eran las vísperas del
proceso electoral que terminaría con doce años de gobierno militar. Un cruce de
coordenadas históricas que marcó el quiebre de la utopía socialista surgida a finales de
los años setenta en oposición a ambos proyectos autoritarios. Tras un auge tan
impresionante como fugaz, la crisis de este proyecto radical implicó también el gradual
agotamiento de todo un horizonte revolucionario (no el único) para el país.
46 Algo iba a pasar. Inmediatamente.
50 Pétrea y sin embargo recorrida de latencias: entre las varias intervenciones de los
artistas asoma, como una energía soterrada pero secretamente actuante, la presencia
77
apenas discernible del billete de cinco soles que entonces exhibía el paisaje imponente
de los muros de Sacsayhuaman –y la efigie de Pachakútec, el gran Inka refundador cuyo
nombre se asocia a la catástrofe redentora y mesiánica. El inconsciente primitivo de las
imágenes –y de las palabras– reprimido en su circulación monetaria o afichesca, pero
devuelto por el arte a su actualidad más arcaica. Telúrica y magnética. 45
51 Sin necesariamente percibir esta insinuación chamánica, E.P.S. Huayco decide asumir
como colectivo el contrapunto esencial entre el estereotipo y el exabrupto, tal vez
identificando allí esa representación irónica del arte instrumentalizado por el poder
que el taller venía solicitando para la realización de un volante. 46Tras dos meses de
pruebas –y ya sin la participación de Salazar– el proyecto logra una culminación
paradójica: hacia la última semana de octubre se serigrafían sobre papeles precarios
centenares de réplicas diminutas en secuencias de siluetas luego recortadas para su
distribución individual como autoadhesivos anónimos, cada uno montando el insulto
sobre la rigidez del retrato. El efecto warholiano de la imagen de conjunto, sin
embargo, deriva en un notable grabado de tiraje limitado impreso sobre un soporte
especial: con un rutilante fondo plateado, treinta y cinco impecables Vallejos posando
idénticos para la fotografía, y apenas uno invertido que en amarillos sobre vivos rojos
les grita a todos –y al espectador, y al arte mismo– «COJUDOS».
52 Una pulsión que se rescata del sujeto reprimido en la semblanza capturada por los
poderes retorizantes de la lírica y la política. Como una energía liberadora liberada por
el vituperio que desestabiliza tanto la pacatería de la plástica local como las
trasgresiones demasiado elegantes del domesticado pop cosmopolita. Y subvierte a la
subversión artística misma: el tránsito decisivo de la apropiación a lo inapropiado. 47
78
58 En realidad, más allá del volante de Lauer, en 1980 fue sobre todo Luis Eduardo
Wuffarden quien –desde Última Hora– abierta aunque brevemente asumió los
planteamientos de la exposición, resaltando incluso su crítica implícita al
vanguardismo, «entendido como importación de la modernidad». 57«Hay intentos de
ecología urbana del subdesarrollo y métodos expropiados al ‘pop’, dotados de otro
signo ideológico», concluye meses después en un balance de fin de año donde llega a
privilegiar esa experiencia como «la única que vislumbra una plástica nueva, al margen
de las retóricas en uso». Incluso en esa reflexión, sin embargo, se impone al final una
nota de cautela.58
59 Por otro lado, es de interés el que no hubiera lugar en la prensa para rechazos tajantes.
Pero en su mayor parte ésta se encontraba todavía bajo el régimen estatizante iniciado
durante el velasquismo, sobreviviendo en sus páginas culturales cierta presencia de
intelectuales progresistas, aún cuando las secciones políticas habían sido ya puestas al
servicio de las posiciones regresivas y represivas del gobierno de Morales Bermúdez.
Más revelador, en ese sentido, puede resultar el sonoro silencio que se erige alrededor
de Arte al paso tras el agotamiento de su impacto inmediato: en por lo menos quince
años no se publica casi nada específicamente interpretativo –o al menos valorativo–
sobre esa experiencia crucial, fuera de varios textos míos y algunas evocaciones
periodísticas o poéticas de Róger Santiváñez.59
60 Una posible excepción son los breves comentarios de un intelectual orgánico de
Izquierda Unida, Roberto Miró Quesada, que parecen aludir favorablemente a E.P.S.
Huayco pero finalmente denuncian a la «estética de la barriada» como una propuesta
ilusa y reaccionaria –en el mismo artículo que reivindica los refinamientos de la pintura
de Julia Navarrete, una reconocida discípula de Fernando de Szyszlo cuya pintura más
destacada recurre a un complejo trabajo de veladuras para insinuar atmósferas
vagamente ancestrales y abstractas.60
61 Cabe precisar, sin embargo, que las opciones artísticas más frecuentes en la izquierda
partidaria tendían hacia propuestas realistas o expresionistas de perfilada vocación
social: a pocos días de clausurarse Arte al paso en Miraflores, la Asociación Trabajo y
Cultura inauguró en el Centro Histórico de Lima una exhibición-venta de obras con
temáticas vinculadas al movimiento popular. La ocasión fue marcada por una charla
sobre «Mariátegui y el arte», a cargo de Alfonso Barrantes, quien tres años después
sería elegido alcalde de Lima Metropolitana por la Izquierda Unida. Entre los
expositores se encontraban el ya comentado Movimiento de Arte Realista «El Artista y
la Época», el grupo «Realidad», el grupo «Tres en Contra». También el muy reconocido
reportero gráfico Carlos Domínguez junto al «fotógrafo obrero» Eduardo Durand y
«David, artista autodidacta de origen obrero (Junín)».61
62 Ésas y otras evidencias hacen palpables las dificultades de la mirada convencional
limeña –incluso aquélla de izquierda– para asimilar en su momento las peculiares
altisonancias de representaciones como las de los grabados de Arte al paso. En principio
ellos fueron reproducidos sólo en publicaciones de corte analítico (acompañando textos
míos en Márgenes y Cuadernos de Museología) o de abierta vocación contracultural:
Asaltoalcielo, por ejemplo, gozosamente utilizó a mediados de los ochenta el desnudo de
Luy (...Oh, cultura) como distintivo para su sección de comentarios artísticos, en un gesto
de deliberada provocación que buscaba diferenciar a ese semanario de toda otra
publicación parecida, apostando por una imagen de agresiva marginalidad.
80
63 La agresividad era, de modo explícito, uno de los valores nuevos que E.P.S. Huayco
intentaba desplegar como «contenido necesario en una obra creativa y artística». Una
violencia plástica que, sin embargo, se define como reflexiva, proyectándose más allá de
la representación misma para cuestionar al propio sistema y a la función del arte en la
sociedad peruana.62
64 Cuestionar también a sus circuitos comerciales de galerías, convertidas por el vacío
museal peruano en un sucedáneo equivocado del espacio histórico y reflexivo para el
arte.63De allí, sin duda, cierta insistencia de E.P.S. Huayco en gestos de señalamiento
para una musealidad alternativa. De allí también, sin embargo, la extrañeza generada
entre algunos por la decisión que al poco tiempo lleva a Mariotti a exponer sus
reciclajes personales en la sala Camino Brent, identificada entonces con cierta imagen
de exclusividad y refinamiento. En Arte al paso, comentaría Lauer,
«[n]o se supo bien [...] si se trataba de cuestionar el sistema de las galerías y tratar
de abrir caminos alternativos. A mí, al momento de escribir el manifiesto, me
parecía que sí, y me sigue pareciendo. Pero semanas después, cuando Francisco
Mariotti exhibió sin problemas en una de las galerías más elegantes de Lima, pienso
entonces que aquel acto no fue un corte con el sistema de galerías, sino
simplemente una pequeña palmadita en la mano».64
65 Mariotti respondió a esas observaciones reivindicando la necesidad de acceso a espacios
de experimentación que permitieran además alcanzar el estatus necesario para
legitimar y desarrollar propuestas más radicales. «No tiene sentido», concluía, «asumir
actitudes suicidas cuando se hace trabajo de penetración o de Terrorismo Cultural [sic],
si así queremos llamarlo». La propia exhibición en Fórum es explicada como una
decisión consciente de «no pecar [...] de heroísmo y [...] hacer uso de una cierta libertad
de especular y penetrar el poder cultural utilizando un medio de difusión a nivel de
burguesía de clase media. [...] Nosotros hemos dicho: bueno, vamos a la galería, pero
vamos a hacer algo que permita remover toda esta vaina».65
66 Aunque distanciada e indirecta (las opiniones fueron grabadas por separado) esa
discusión es de nítido interés histórico: en ella se resumen las exigencias –también las
ansiedades– de una situación artística marcada por la política y el continuo
autocuestionamiento. Hasta el punto de frecuentemente derivar los escasos recursos
del taller hacia la impresión de afiches vinculados a causas como la revolución
sandinista y la lucha antidictatorial en Bolivia. O incluso convertir a un reportaje
periodístico motivado por la exposición individual de Mariotti en una reflexión crítica
sobre los códigos visuales equivocadamente utilizados por la izquierda durante el
proceso electoral.66Sin olvidar situaciones de militancia personal como las que por
momentos involucraron a Lauer en el MRS. O en organizaciones trotskistas a Salazar–y
antes a Bedoya, y a Bolaños, y a Emei.67
81
Centro de Comunicación Martín Cruz. Bolivia será libre. 1981. Serigrafía sobre papel. (Afiche impreso
en el taller E.P.S. Huayco). (Fotografía: DG).
67 Todo ello en el contexto más específico de la creciente influencia de la teoría social del
arte y su clara atención puesta sobre los circuitos de producción, difusión y consumo de
las obras plásticas. Una propuesta de alto rigor cuyo principal agente reflexivo en el
medio era precisamente Lauer, quien aglutinó en torno a esas ideas nuevas a una masa
crítica interesante en la que también participaban los miembros de E.P.S. Huayco. 68La
complejidad así surgida devenía frecuentemente en ambivalencias. Cuando, en ese
mismo mes de julio, Williams obtiene el premio anual de pintura entonces otorgado por
la galería Fórum, una lúdica anotación en el libro de actas propone imprimir serigrafías
con una proclama que es también una parodia:
«Felicitamos solidariamente al compañero Williams por su combativa y efectiva
actuación en el campo enemigo donde ha acestado [sic] un histórico golpe a la
reacción en su propio sótano escribiendo otra página gloriosa en el libro de la
revolución de las ideologías estéticas».69
68 La manipulación auto-irónica del discurso estereotipado de cierta izquierda habla de
una tensión entre el arte y la política, una intensidad bajo continua negociación
creativa. Juego de contradicciones acentuado por las gestualidades semi-abstractas que
resumen la formalidad plástica del lienzo de Williams, desligándolo de cualquier
insinuación pop. (Pero extrañamente premonitorias de las violencias por venir, incluso
sobre el propio cuadro).70
69 Contra lo sugerido en otros sitios, sin embargo, la plena integración de Williams a la
praxis de E.P.S. Huayco es indiscutible.71 Él venía participando en sus reuniones desde el
12 de junio y el 5 de julio se decidió su incorporación formal al colectivo. 72Intervino así
en la redacción final del volante «contra el oscurantismo y la reacción» en la ENBA
firmado a título personal tanto por él como por Lauer, y de modo corporativo por el
provisoriamente llamado «Taller de Arte Experimental de Barranco». 73
82
70 El documento puede ser leído como un segundo manifiesto de E.P.S. Huayco en relación
a sus propias prácticas, por alentar la transformación revolucionaria de la Escuela
desde una perspectiva «capaz de plantearse el problema del arte y del artista dentro y
fuera de la ENBA, dentro y fuera del llamado ‘arte culto’, en sus intentos de construir un
arte de vanguardia política y también su defensa de la condición de los cientos de miles
de creadores populares de este país».74
71 La argumentación se extrema al definirse la ENBA como «un sistema de enseñanza
montado desde 1919 [fecha de su fundación] para convertir a [los] estudiantes en
decoradores de casas y locales públicos de la burguesía». Casi lógicamente, las tareas
del momento son resumidas como «la asunción del arte de las culturas oprimidas del
campo y de los sectores proletarios de la ciudad, el trabajo por una teoría de clase en el
terreno de la creación, el rescate de un ‘imaginario colectivo’ distinto del racionalismo
estrecho de las clases dominantes». En definitiva: «liberar al arte y a los artistas de los
cepos de la alineación a las ideas del ‘gran arte’, del ‘arte de la burguesía’, como único
arte realmente válido, de los esquemas estalinistas de un arte dirigido por cúpulas
burocráticas».
72 La última alusión es de interés especial, por deslindar con tendencias de izquierda bajo
la influencia moscovita o maoísta, optando indirectamente por el socialismo de
renovado cuño. Aquel manifiesto marcó el momento de más explícita definición política
para el colectivo –y el de más estrecha relación corporativa con la teoría social del arte.
Pero también fue una instancia final para las colaboraciones directas con Lauer que tan
impresionantes resultados habían arrojado.
73 E.P.S. Huayco, sin embargo, iniciaba recién sus procesos más radicales. Y culminantes.
había planteado esa necesidad pero fue recién en la reunión del 4 de julio que al final se
adoptó uno de los apelativos entonces sugerido –Huayco– friccionando sus
connotaciones telúricas con las abiertamente políticas de las siglas utilizadas por las
Empresas de Propiedad Social (E.P.S.) propiciadas por el sistema cooperativista del
velasquismo. Una denominación distintiva que los artistas subvierten y transforman en
«Estética de Proyección Social», escogiendo entre por lo menos otros diez lemas
lúdicamente sugeridos que iban de lo erótico («Entra Pero Sale») a lo político
(«Entusiasta Patria Socialista», «Es Para Sindicatos»), a lo mágico y a lo religioso («Es
Para Sustos», «Es Palo Santo»).77
Registro en el libro de actas de la reunión en que se define el nombre del taller E.P.S.
Huayco. (14 de julio de 1980).
Izq.: Jesús Ruiz Durand. Afiche de la Reforma Agraria, ca. 1970. Offset sobre papel: 100 x 70 cm. Der.:
Emilio Hernández. Twiggy. 1967. Látex sobre tela: 154 x 140 cm.
Detalles de las latas pintadas en Arte al paso (Izq.) y Sarita Colonia (Der.).
90 Es sin duda el registro en el que progresivamente se ubica la labor de E.P.S. Huayco. Así
lo demuestra el instructivo contraste ofrecido por la relación figura/soporte en las dos
obras culminantes del taller. En Sarita Colonia cada lata no necesariamente corresponde
a un punto cromático, pudiendo reunir varios colores que además se ofrecen matizados,
como en la estampa popular pero muy a diferencia de lo que sucede en los cuadros de
Lichtenstein. En cambio la anterior Arte al paso opta por colores enteramente planos y
rigurosamente organizados en relación a la trama de latas. Esta alternativa acentúa la
materialidad del soporte –tan cargado de connotaciones– y genera un efecto tramado –
hoy diríamos pixelado– evitando la asimilación de la imagen a la ilusión pictórica. Una
radicahdad formal relacionada al público ilustrado de galerías para el que fue
concebido esa insólita representación de salchipapas. En cambio la imagen lograda por
Sarita es menos disonante y más orgánica, fusionándose casi con las alfombras
procesionales de flores antes sólo elípticamente aludidas.
91 Una evolución en la que la permanencia de los rótulos impresos con claveles completa
su sentido. Y donde se termina de explicar la recuperación de la imagen por parte de
los sectores populares.
92 Es poco probable que sea involuntaria la diferencia entre el tratamiento plástico de
Sarita Colonia y Salchipapas: Mariotti solía argumentar que el puntillismo de nuestra era
es el que se construye sobre la pantalla reticulada del televisor 86–un recurso que
además le sirve de trama para todas las reproducciones en el catálogo del taller que
luego él mismo publicaría en Suiza. Por otro lado, una escueta pero crucial anotación en
el libro de actas consigna la decisión de que Sarita «se dibuja sobre puntos» para lo cual
se requiere «cuadricular la estampa».87Se trataba, sin duda, de una creciente aspiración
simbólica, patente también en el gran marco confeccionado por los artistas con
cactáceas propias de la zona que acentúan el vínculo casi telúrico de la obra con el
paisaje: un significativo esfuerzo adicional, imitado luego por devotos anónimos que,
utilizando la misma técnica, sembraron el nombre de la santa al lado de la efigie en el
desierto.
89
Detalle del nombre de Sarita Colonia, sembrado con cactáceas junto a la obra de E.P.S.
Huayco por devotos anónimos. Registro realizado en 1992. (Fotografía: GB).
93 A pesar de sus aspectos modernos, Sarita puede ser así entendida en los términos casi
medievales (o coloniales) del exvoto: «todos los cuadros que hacen milagros son
anónimos», solía decir Salazar. Una fe religiosa en trance de convertirse en fe política.
Ésta última pronto demostraría ser demasiado frágil, sin embargo. Muy a comienzos de
los ochenta una profunda crisis empezó a socavar la visión unificadora que le
proporcionó tanta credibilidad y convición a la utopía socialista en el Perú. Otras
utopías procuraron después reemplazarla, y algunas llegaron incluso a relacionarse con
los nuevos proyectos separadamente asumidos por los antiguos integrantes de E.P.S.
Huayco. Pero aquélla más precisamente vinculada a la esperanza revolucionaria
despertada por el paro nacional del 19 de julio de 1977 quedó cancelada por las
violencias y desconciertos de los años por venir.
94 Los desarrollos artísticos son bastante transparentes en relación a este tema. El propio
E.P.S. Huayco se disolvería conforme su comunidad ideológica iba desapareciendo.
Durante un buen tiempo muchos de los más importantes trabajos individuales de sus
distintos miembros ofrecieron melancólicas imágenes de ilusiones fracasadas y utopías
perdidas.88Un proceso con frecuencia culminante en el abandono del país. Pero ninguna
de esas obras resulta tan elocuente al respecto como el deterioro que fue avanzando
sobre su excepcional versión de Sarita, hasta convertirla en una sombra de sí misma.
Bien podría servir como ilustración para un libro de texto sobre las íntimas relaciones
entre soporte social y soporte físico.
95 Queda el aura, sin embargo. Esa energía simbólica que durante dos décadas impulsó a
migrantes y a pequeños-burgueses-ilustrados –separadamente, es cierto– a subir la
dura cuesta de arena, buscando en los restos oxidados de la Sarita Colonia de E.P.S.
Huayco algo de inspiración para tan confusos y cargados tiempos. Otro sentido en el
que esta ruina prematura puede también ser vista como una huaca (post)moderna,
vagamente asociable a tantas otras –prehispánicas– que al erosionarse mimetizan sus
formas con las del desértico paisaje costeño. El tiempo la carga así de una densidad que
90
NOTAS
1. Castrillón 2004.
2. Estatuto de la Asociación Cultural Estética de Proyección Social Huayco. Lima: 3 de abril de 1981.
(Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti. Véase el anexo documental de este
volumen). El trámite nunca fue elevado a registros públicos.
3. Libro de actas, p. 1.
4. Libro de actas, p. 3.
5. Conversaciones con Fernando Bedoya. Buenos Aires: 1983. Me ha sido imposible confirmar esta
versión, que sin embargo también aparece recogida en «Proyectos». U-tópicos 2. Lima: 1983. (Por
error en esa publicación se consigna julio de 1979 como la fecha en que se realiza la acción, a la
que además se le adjudica el nombre de la exposición de Ramos: Las fuerzas vivas. La imagen que
allí se utiliza como ilustración es una recreación imaginaria proporcionada por Salazar del
Alcázar). Szyszlo era entonces el artista más identificado con la galería 9 y con el cstablishment
plástico del país. La edificación de su casa en Barranco dio lugar a controversias por el estilo
francamente modernista con que se violentaba el tradicional entorno arquitectónico del distrito.
6. Registros correspondientes a la reunión del 17 de enero de 1980. (Libro de actas, pp. 1-3). Pero
es recién el 2 de febrero que «Bedoya retiró sus cosas», de acuerdo a los registros del 7 de febrero
(p. 6).
7. Libro de actas, pp. 6 y 31. Williams participó regularmente en las reuniones del taller desde el
12 de junio (p. 21). La nómina exacta de los integrantes de E.P.S. Huayco durante la plenitud de su
experiencia abarca así a Luy, Mariotti, Noriega, Rodríguez, Salazar, Williams y Zevallos. En
momentos diversos de la etapa final del taller se integrarían Bolaños, Lee, Polanco y Ryzek. Son
erróneas las versiones que consideran como parte de E.P.S. Huayco a Angulo, Bedoya, Morales,
Ramos e incluso a otros artistas apreciables pero sin mayores relaciones con procesos colectivos,
como Hernán Pazos y Esther Vainstein.
8. También se consignan allí propuestas que no lograrían plasmarse y cuyas características se
diluyen en la propia memoria de los protagonistas. Una de ellas implicaba un proyecto con el
sindicato de canillitas. Otra se relacionaba al aniversario de Industrial Gráfica, la empresa que
donó la impresión del afiche de Contacta 79. Una tercera planteaba la reedición de ese festival a
mediados de 1980.
9. Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S. Huayco]. Locarno: s.f. [marzo de 1981). Documento
mecanografiado. Véase el anexo documental de este volumen.
10. Ibidem.
11. Libro de actas, pp. 10, 11.
12. «A diferencia de los grupos o movimientos artísticos a los que estamos acostumbrados,
‘Paréntesis’ es un equipo que no se mueve en grupo, ‘porque perderíamos nuestra concepción
individual’». (Declaraciones recogidas en Mujer 1979).
13. La nómina exacta de los expositores en Arte al paso abarca asi a Luy, Mariotti, Noriega, Salazar
y Zevallos, con la colaboración conceptual de Lauer y la fotográfica de Orbegoso y Cores, quien
había participado en Contacta 79 y fue tal vez el primero en entrevistar a Mariotti a su arribo en
91
Lima a fines de 1969. (Roberto Cores. «Francisco Mariotti: La vida común... El retorno de un
hombre inquieto». 7 Días, suplemento de La Prensa. Lima: 16 de noviembre de 1969. p. 39).
También escribió el texto para el catálogo de la exposición de Ramos en la que periféricamente
intervinieron Bedoya y Rodríguez. Este último no formó parte de Arte al paso por haber dejado de
asistir a las reuniones del colectivo por lo menos desde el 28 de marzo, reintegrándose a ellas
recién a partir del 12 de julio (libro de actas, pp. 15, 37). Ese alejamiento estuvo motivado por
otras obligaciones antes que por diferencias personales o artísticas, lo cual luego facilitó su
reinserción en el taller. (Conversaciones con Herbert Rodríguez. Lima: marzo de 2004).
14. La frase se ve acompañada por un esquemático dibujo del envase y anotaciones que explicitan
lo incipiente del proyecto: «Sábado [...], traer nuevas propuestas y/u [sic] ideas para las latas».
(Libro de actas, p. 14).
15. Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. Lima: s.f. [diciembre de 1980]. (Documento
mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti. Véase el anexo documental de este volumen). «La otra
Nicovita popular», es como Freire (1980b) define las salchipapas al introducir una entrevista con
E.P.S. Huayco. Nicovita es un alimento balanceado para aves que la crisis de los finales años
setenta incorpora a la dieta de los pobladores marginales de Lima: así lo registra –artísticamente–
una xilografía de 1978-1979 y otras obras en que Noriega articula esa denominación comercial a
la palabra «PAN» o a representaciones esquemáticas de la bandera del Perú y sus pobladores.
16. En pocos años las salchipapas pasarían de moda para ser sucesivamente reemplazadas por los
«pollos broaster» y las hamburguesas.
17. «La idea de hacer algo en el piso», explicaría luego Mariotti, «se nos ocurrió por las alfombras
de flores que justamente pensamos era una forma de crear cuadros que la gente –la gente sobre
todo andina– sí la conoce y es una forma utilizada por ellos». (Francisco Mariotti. [Memoria 1980].
op. cit. Véase el anexo documental de este volumen). «Teníamos conciencia de eso», añade en otra
entrevista: «En Lima no hay ñores, pero sí muchas latas» ([Freire] 1980b).
18. Las citas fueron también publicadas en E.P.S. Huayco 1981a. Para su versión completa, véase
el anexo documental de este volumen.
19. «Gloria» era la marca local utilizada por la Carnation, en tanto que la Nestlé empleaba un
nombre igualmente connotativo: «Ideal». El tema de la leche evaporada era motivo frecuente de
publicaciones y denuncias en la prensa de izquierda. Véase, por ejemplo: «La mala leche de
Gloria». Marka 64. Lima: 9 de marzo de 1978. pp. 12-13. O: «La danza del arroz con leche». Marka
88. Lima: 14 de setiembre de 1978. pp. 11-12. Este últim artículo incluye una muy gráfica
ilustración en la portada. El anterior concluye con un frase decisiva: «¿Por qué se subsidia el
precio del insumo importado [la leche en polvo] no el insumo nacional [la leche fresca]?».
20. La imagen fue captada en 1986 en terrenos invadidos del fundo Bocanegra del puerto de El
Callao. Ésa y otras tomas acompañaron el rodaje de un documental sobre el sistema d
comercialización de la leche. La película se llamaba precisamente Nileche, ni gloria y fu dirigida
por Alejandro Legaspi con la producción del grupo Chaski. La toma final mostrab a uno de
aquellos niños lanzando con su honda hacia la cámara piedras que aciertan sobr una de esas latas.
En 1983 el único número publicado de la revista Pankarte abre su páginas con «El futuro de
Pedrito», poema de Yullo Allaín sobre un guerrillero surgido «de barrio de las latas» y muerto en
su empeño por transformar «un mundo de latas». Bolaño era miembro de la plana editorial de ese
folleto de inspiración trotskista.
21. «Bill Caro o la vanitas en el mundo moderno», es el titulo del texto en que Francisco Stastny
interpreta otros cuadros en los que el artista retrata el deterioro casi poético de vehículos
abandonados. En: Cementerio de automóviles. Lima: Galería Camino Brent, 1976. (Catálogo de la
exposición individual de mismo nombre). Véase también: Emilio Harth-Terré. Carta analítica al
pintor Bill Caro. Lima: 1973. Y Majluf 1996: 198.
22. Conversaciones separadas con Bill Caro y Francisco Mariotti. Lima: marzo de 2004.
92
23. [Freire] 1980b. Aunque la entrevista implica al taller en su conjunto sin especificar el nombre
del interlocutor especifico, éste sin duda era Mariotti. «Se hubiera podido hacer una cosa
parecida con otro material, mucho más sencillo de conseguir», abundaría él meses después, «pero
estas latas sugieren mucho y permiten –sobre todo como asunto conceptual– tocar una serie de
temas interesantes del Perú». (Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. op. cit. Véase el anexo
documental de este volumen).
24. La Torre, Alfonso. «Francisco Mariotti». Dominical, suplemento de El Comercio. Lima: julio de
1980. (Sección «Diálogo con el arte»).
25. [Freire] 1980b. Es interesante cómo el catálogo oficial que resume la experiencia plena de
E.P.S. Huayco reproduce precisamente una de las imágenes de ese lavado superponiéndole un
cuadro estadístico sobre la «evolución de la producción y consumo de la leche en el Perú» (E.P.S.
Huayco 1981a. s.p.).
26. «No se podría hacer una obra de arte tan perfecta como ésa», explica Mariotti.
(Conversaciones con Francisco Mariotti. Zürich: diciembre 2003). Tanto esta pieza como «esas
canastillas que venden en [el mercado informal de] La Parada, fabricadas con latas de leche» son
reivindicadas por el taller como «expresiones de la creatividad popular», cuyo ejemplo da
respuesta a la percepción crítica del uso artístico de los mismos materiales como «una posibilidad
burguesa» (Freire 1980b).
27. [Freire] 1980b.
28. «El achorado [...] es aquél que insurge abierta o subrepticiamente contra las normas legales,
negándose a aceptar su autoridad y rechazando las obligaciones que éstas pretenden imponer: en
suma, desconociendo los derechos de los demás». (Oswaldo Medina. El achoramiento: Una
interpretación sociológica. Lima: Universidad del Pacífico, 2000).
29. Carta de Charo Noriega a María Luy y Francisco Mariotti. Lima: setiembre de 1982. (Archivo
Luy / Mariotti).
30. La frase aparece en el testimonio entonces inédito que yo había solicitado al autor para el
número en preparación de una revista de la que fui editor: Jesús Ruiz Durand. «Afiches de la
Reforma Agraria: Otra experiencia trunca». U-tópicos 4. Lima: diciembre de 1984. Para una
interpretación histórica y estilística de aquellos carteles, véase: Buntinx 1997 y Buntinx 2003.
También Buntinx [1984] 1983. Las primeras dos publicaciones son fragmentos de un estudio
mayor sobre las vanguardias de los años sesenta aún sin publicar.
31. Buntinx [1984] 1983: 71, 78.
32. Freire 1980b.
33. Lauer 1980.
34. «La idea era que la gente no haga lo que está acostumbrada a hacer: entrar y mirar las
paredes. Queríamos que la gente esté en las paredes y tenga que mirar al centro, al piso. Entonces
pusimos las latas en medio del piso de la galería y la gente se sentía obligada a circular alrededor.
Algunos pisaban las latas, pisaban el mosaico. La mayoría entraba por la puerta y estaban
chocados porque se encontraban, pues, con que no había dónde caminar». (Francisco Mariotti.
[Memoria 1980]. op. cit. Véase el anexo documental de este volumen).
35. Conversaciones con Francisco Mariotti. Zürich: diciembre de 2003.
36. «Me llega» es un apócope de «me llega al pincho», expresión vulgar utilizada en el Perú para
descalificar aquello que provoca profundo desinterés o abierto fastidio. Una actitud similar es la
manifestada en otros países por dichos como «me vale madre».
37. Sobre el tema, véase Buntinx 2001a, versión ligeramente modificada de Buntinx 1989.
38. [Freire] 1980b.
39. Fernández Arce 1980.
40. Auquénido y fuego al mismo tiempo: una popular anécdota (tal vez apócrifa) explica en esa
confusión de sentidos la presencia de una llama animal y no una llama votiva sobre la cabeza
alegórica de la Gloria (la Gloria) en el monumento al general San Martín en Lima.
93
fuerza debe tener agresividad, si quieres en un sentido muy abstracto, muy amplio [...]. La
agresividad, si la entienden, es en contra de todo el sistema y posiblemente no es agresividad
simple, que tiene la función de ser agresiva y querer lastimar, sino de cuestionar ciertos
esquemas de consumo del arte, la función del arte». (Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. op. cit.
Véase el anexo documental de este volumen).
63. «El problema es que en el Perú, como no existen museos, entonces la galería –y posiblemente
esto es lo que a nosotros nos fastidia– [...] viene a reemplazar la función del museo: ellas
determinan cuál es la cultura que debe consumir el público. Se encuentran entre dos frentes:
entre que quieren determinar qué es el arte y por el otro lado que tiene que ser una cosa
vendible. Y no funcionan estas dos cosas juntas», (lbidem).
64. Mirko Lauer. Entrevista inédita con Marianne Ryzek. op. cit. (Véase el anexo documental de
este volumen).
65. «[C]onscientes de esto se idea una muestra dirigida a ese público [...] pero con un mensaje
agitador, con un mensaje de apertura hacia la cultura urbana, renunciando hasta cierto punto a
la especulación estética, descartando casi totalmente la posibilidad de venta –efectivamente no se
ha vendido nada en esta exposición [Arte al paso]». (Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S.
Huayco]. op. cit. Véase el anexo documental de este volumen). Como viene dicho, en realidad se
llegó a vender apenas una serigrafía de Salazar. También en la exposición de Camino Brent la
única pieza adquirida fue un grabado. Por otro lado, es factible argumentar la presencia de una
alta reflexión estética también en Arte al paso (véanse los acápites anteriores de este mismo
ensayo). La frase «Terrorismo Cultural» no debe aquí asociarse, por supuesto, a los sentidos que
años después ella podría asumir entre nosotros. Un referente más aproximado sería aquel
«terrorismo de las vanguardias» comentado por Marta Traba (con otras intenciones) en relación
a las prédicas y las prácticas del experimentalismo artístico en América Latina durante los años
sesenta. (Marta Traba. Dos décadas vulnerables en las artes plásticas latinoamericanas. México: Siglo
XXI, 1973).
66. «Los códigos visuales de la izquierda tienen que ser los que usa y conoce espontáneamente la
masa popular», argumentaba el artista en esa ocasión, descuidando la promoción de su propia
muestra. Aunque publicada en la víspera misma de la inauguración en Camino Brent, la
entrevista omite toda alusión a ella, pues «Mariotti se refirió siempre a la utilización del arte y las
técnicas de comunicación, aplicadas a un resultado práctico y concreto, como es el político». (Luis
Freire. «Artista plástico: Izquierda usó mal el lenguaje visual –En campaña electoral». El Diario de
Marka. Lima: 14 de julio de 1980. p. 16).
67. Todavía en 1983 Salazar accedió a ser «secuestrado» durante tres días para pintar unos veinte
murales de propaganda en las barriadas de Lima durante las elecciones municipales que el
trotskismo perdería ante la candidatura moderada de Alfonso Barrantes. (Conversaciones con
Juan Javier Salazar. Lima: marzo de 2004).
68. En julio de 1981 Lauer organizó un Seminario de Teoría Social del Arte en cuyas discusiones
internas participaron tanto Williams como Castrillón, Ludeña, Miró Quesada, Salazar del Alcázar,
el estudiante sanmarquino Óscar Luna Victoria, los sociólogos Aníbal Quijano y Lola Salas. La
experiencia culminó durante la primera semana de agosto en un ciclo de conferencias entre
cuyos asistentes se encontraba además Rodríguez y a las que Freire otorgó puntual cobertura.
(Verbigracia: «Teoría social del arte supera estética marxista tradicional». El Diario de Marka.
Lima: 8 de agosto de 1981. p. 18). Apenas un año después Lauer publicó uno de los libros
culminantes y más influyentes dentro de esa tendencia: Crítica de la artesanía. Lima: DESCO, 1982.
En octubre de ese mismo año empezó a circular U-tópicos, revista concebida por un comité editor
integrado por Castrillón, Buntinx, Ludeña y Salazar del Alcázar, cuya relación creciente con la
teoría social del arte queda marcada en sus tres sucesivos números. Para un testimonio de parte
sobre la evolución de esos procesos teóricos, véase: IGustavo Buntinx] Sebastián Gris. «Está
96
naciendo algo: Una entrevista con Mirko Lauer». Quehacer 19. Lima: DESCO, octubre de 1982. pp.
118-127.
69. Registros correspondientes a la reunión del 19 de junio de 1980. Libro de actas, p. 33. La
galería Fórum está ubicada en el subsuelo de un edificio de la cotizada avenida Larco en el
distrito de Miraflores.
70. En la imagen algunas cuadriculas y manchas parecen sugerir edificios desmoronándose entre
humaredas. La obra fue vendida por Fórum al Banco de la Nación, donde terminó destruida
durante el incendio provocado por la dictadura de Fujimori y Montesinos el 28 de julio de 2000.
Para una fotografía de la obra, véase: «Obtuvo el Premio Fórum». El Comercio. Lima: 20 de julio de
1980. p. 73.
71. «Miembro, aunque tardío, de Huayco», lo llama Castrillón (2004: 32). Sin embargo, con la sola
excepción de Arte al paso (donde tampoco intervino Rodríguez), Williams fue parte activa de todas
las producciones del colectivo. Salazar, por su parte, no estuvo directamente involucrado en los
proyectos relacionados a Sarita Colonia y la encuesta de preferencias estéticas urbanas, pero eso
no ha impedido considerarlo integrante pleno del colectivo. (Castrillón equivoca también la edad
de Williams, quien nació en 1956, no en 1957).
72. Libro de actas, pp. 21, 31.
73. Lauer, et altere. 1980. (Véase el anexo documental de este volumen). El volante se empieza a
discutir el 6 de junio y es impreso el viernes 13, pero aparece fechado el 15 para facilitar su
circulación en la ENBA el lunes 16 del mismo mes. (Libro de actas, pp. 20-22). La nómina exacta de
los participantes en la redacción de este manifiesto abarca a Lauer, Luy, Mariotti, Noriega,
Salazar, Williams y Zevallos. No así a Rodríguez, quien había temporalmente dejado de asistir a
las reuniones del taller, como viene dicho.
74. El énfasis es mío.
75. Conversaciones con Juan Javier Salazar. Lima: marzo de 2004. Recuérdense las declaraciones
de Dávila al asumir la Dirección de la Escuela, ya aludidas en este mismo ensayo. (La Prensa, op.
cit.).
76. En aquella ocasión tuve el privilegio de ser personalmente vetado y confrontado, aunque el
epíteto iba sobre todo dirigido a Castrillón por su participación en los proyectos de reforma
estructural de la ENBA durante la llamada Revolución Peruana. Su respuesta: «En los tiempos de
Velasco, contra los que Aitor Castillo tanto despotrica ahora, él tuvo oportunidad de hablar hasta
por los codos contra la Comisión de la que formé parte y que otorgó el premio nacional de artes
plásticas a López Antay. Ahora, como representante del actual gobierno, nos pretende negar la
palabra en un arrebato de típico corte fascista. Ésta es la naturaleza de la democracia que se
pretende imponer en la ENBA bajo el segundo belaundismo». Cit. en: Tomás Azabache (pseud.).
«Oscurantismo en la ENBA». El Caballo Rojo 108, suplemento de El Diario de Marka. Lima: 6 de junio
de 1982. p. 14. (Columna «El bostezo del lagarto»). Para otros comentarios, véase: Luis Lama.
«Personas no gratas». Caretas 701. Lima: 7 de junio de 1982. También dos notas de Luis Freire:
«Director de Bellas Artes impidió disertar a critico». El Observador. Lima: 29 de mayo de 1982. p.
VIII. Y «Gris y Castrillón se declaran honrados por censura de Director de Bellas Artes». El
Observador. Lima: 1 de junio de 1982. (Mis artículos sobre arte todavía aparecían bajo el
seudónimo de Sebastián Gris).
77. Otras propuestas surgidas en aquella tormenta de ideas: «Estética de Propiedad Social»,
«Estética de Programación Social», «Es Para Soñar», «Excelente – Perfecto – Soberbio», «Es Poco
Seguro». En el libro de actas (p. 30) no se consignan a los participantes en aquella reunión
decisiva, pero quienes estuvieron presentes en la de febrero fueron Luy, Mariotti, Rodríguez,
Salazar y Zevallos. Los nombres entonces contrapuestos al de Huayco eran «Poco» (?),
«Enrojecido» y «Los Perros Hambrientos» (p. 9). Este último es el título de una novela de Ciro
Alegría para cuya versión cinematográfica se imprimió en el taller un afiche diseñado por Eliseo
Guzmán.
97
78. La nómina exacta de los participantes en las decisivas reuniones del 12 y el 14 de agosto de
1980 –y en el proyecto Sarita Colonia– abarca a Luy, Mariotti, Noriega, Rodríguez, Williams y
Zevallos. No así a Salazar, quien se encontraba temporalmente distanciado del colectivo, como
viene dicho. Libro de actas, pp. 37-39.
79. Para una interpretación detallada de la iconografía cambiante de Sarita Colonia y sus vínculos
con las transformaciones de la cultura de la migración, véase: Buntinx 1992.
80. «Huaca» es el término quechua alusivo a una presencia sagrada. Por extensión, suele ser
popularmente utilizado en referencia a las ruinas prehispánicas, generalmente asociadas a fines
rituales.
81. Las versiones sobre el número exacto de latas utilizadas para Sarita Colonia oscilan entre once
mil cuatrocientos sesentidos y doce mil. No es verosímil el área de noventa y nueve metros
cuadrados que se le adjudica en la sección «Proyectos» de U–tópicos 1, en contradicción con la
proporcionalidad que se deriva de las dimensiones allí mismo atribuidas a Arte al paso
(cincuentiseis metros cuadrados).
82. El proyecto Sarita Colonia fue anunciado en El Diario De Marka ([Freire] 1980d) y comentado por
primera vez (aunque tardíamente) en la revista Marka (Diez Astete 1981). Como ya se ha señalado,
éstos eran los principales medios vinculados a la izquierda. La discusión histórica sobre el tema
empieza un año después con un artículo mío (Buntinx 1982b) luego desarrollado en varias
ponencias y ensayos recogidos en publicaciones culturales o académicas, cuya culminación es
precisamente este libro. (Véase el anexo bibliográfico de este volumen).
83. El símbolo «era, en los griegos, un signo de reconocimiento (por ejemplo, entre miembros de
una misma secta) formado por las dos mitades de un objeto roto que confrontaban. Así en su
origen, puede verse la idea de que es el nexo lo que da sentido a la palabra». (Jean Laplanche y
Jean-Bertrand Pontalis. Diccionario de psicoanálisis. Buenos Aires: Labor, 1981: 410. Segunda edición
revisada, en francés: 1968).
84. Al respecto, véase: Buntinx 1997 y Buntinx 2003.
85. O sí. Hay una dimensión significativa en la obra de Warhol que no debe ser soslayada. Así lo
sugieren estudios varios, incluyendo los más importantes publicados en el catálogo de la
retrospectiva organizada en 1989 por el Museum of Modern Art (MoMA). Sólo es de lamentar que
en ninguno de éstos se haga un uso riguroso de la categoría alegórica, tan necesaria para la
comprensión de buena parte de esa producción. Y que tampoco se reconozca en su justa medida
el sugerente ensayo de Crow, centrado en el lugar de la muerte y del duelo –los lugares de la
memoria– en la temprana obra de Warhol: su carácter sutilmente luctuoso. Y fuertemente
político. Algo de todo ello fue percibido –o intuido– por la aguda mirada de E.P.S. Huayco.
(Thomas Crow. «Saturday Disasters: Trace and Reference in Early Warhol». Art in America. Nueva
York: mayo de 1987. pp. 128-136. Véase también la discusión recogida en Art in America. Nueva
York: octubre de 1987. p. 21).
86. Conversaciones varias con Mariotti y Salazar. Lima: década de 1980.
87. Registros correspondientes a la reunión del 16 de agosto de 1980, con la asistencia de Luy,
Mariotti, Noriega, Salazar, Williams y el estudiante sanmarquino Óscar Luna Victoria. Libro de
actas, pp. 40-41. (El énfasis es mío).
88. Buntinx 1987.
89. «La palabra ‘historia’ está escrita en la faz de la naturaleza con los caracteres de la caducidad.
La fisonomía alegórica de la naturaleza-historia [...] está efectivamente presente en forma de
ruina. Con la ruina la historia ha quedado reducida a una presencia perceptible en la escena. Y
bajo esta forma la historia no se plasma como un proceso de vida eterna, sino como el de una
decadencia inarrestable. Con ello la alegoría reconoce encontrarse más allá de la categoría de lo
bello. Las alegorías son en el reino del pensamiento lo que las ruinas en el reino de las cosas».
(Walter Benjamin. El origen del drama barroco alemán. Madrid: Taurus 1990: 171). Rescato esta cita –
ya clásica– por lo que ella ofrece de fricción, tanto como de soporte, para mi argumento.
98
Podría plantearse que el deterioro de Sarita Colonia estaba inscrito en la propia estructura y
proyecto de la obra, en su especificidad situacional. «La obra situacionalmente especifica [site-
specific]», recuerda Craig Owens, «con frecuencia aspira a una monumentalidad prehistórica;
Stonehenge y las líneas de Nazca son tomados como prototipos. Su ‘contenido’ es frecuentemente
mítico. [...Tales trabajos] rara vez son desmantelados sino más bien simplemente abandonados a
la naturaleza. Smithson consecuentemente reconoció como parte de sus obras a las fuerzas que
las erosionan y eventualmente las reclaman para la naturaleza. En esto, la obra situacionalmente
específica deviene en emblema de transitoriedad, de lo efímero de todos los fenómenos: es el
memento mori del siglo XX». (Craig Owens. «The Allegorical Impulse: Toward a Theory of
Postmodernism». En Owens. Beyond Recognition: Representation, Power and Culture. Berkerley y Los
Angeles: University of California Press, 1992. pp. 55-56. Primera publicación en October 13 y 14.
Cambridge: MIT Press, primavera y verano boreales, 1980. pp. 67-86 y 58-80).
Parte del tema, sin embargo, es la medida en que tal deterioro alcanza incluso a la fortuna crítica
de una realización de ese tipo. Su memoria artística. En ese terreno la diferencia entre los
reputados trabajos de Smithson y la labor casi marginal de E.P.S. Huayco resulta elocuente.
También esa diferencia es histórica: de haber triunfado la utopía socialista en el Perú la situación
sería probablemente muy otra.
99
IV. LA DIÁSPORA
crítica y la prensa. Y a pesar de los logros concretos en el trabajo colectivo, sus efectos
parecían ser cada vez más ignorados: la reacción inmediata a Sarita Colonia es un gran
silencio. El primer texto apreciativo saldría publicado recién siete meses después de su
realización, equivocando fechas y cerrando el ciclo pleno de la presencia pública de
E.P.S. Huayco a un año exacto de la inauguración de Arte al paso (justicia poética). 3
4 Agobiado de tantos agobios, tras cinco años de subsistir en trabajos industriales, el 10
de diciembre de 1980 Mariotti inició un viaje de exploración a Europa buscando
alternativas de desarrollo profesional. De inmediato logró vender toda la exposición
que en la galería Camino Brent permaneció virtualmente intocada y firmó además
contrato para hacerse cargo de los talleres gráficos de la Galería Flaviana y del Festival
Internacional de Videoarte en Locarno. Se rearticulaba así con esa franja tecnológica
del arte internacional en la que ya diez años atrás había logrado una presencia
relevante. Un giro significativo y un reconocimiento necesario que sin embargo
catalizarían las tendencias hacia la dispersión ya actuantes en E.P.S. Huayco, como en
todo el frente cultural de la izquierda. Era el inicio de una diáspora que luego afectaría
a la casi totalidad del taller, sin que la incorporación temporal de nuevos miembros –
Guillermo Bolaños, Leslie Lee (n. 1932), Carlos Enrique Polanco (n. 1953), Marianne
Ryzek– pudiera contrarrestarlo.4
5 Tras un breve reencuentro en Lima, a mediados de marzo de 1981 Luy se radica con
Mariotti en Suiza. Dos meses después también Ryzek abandona el país por Alemania.
Ambas llevan consigo los materiales que servirían para el video recopilatorio de la
experiencia de E.P.S. Huayco editado en los siguientes meses por Mariotti y Lorenzo
Bianda, en lo que constituye el producto conclusivo de la experiencia plena de E.P.S.
Huayco. Es interesante, sin embargo, que el registro predominante en esta recopilación
de los momentos más notables de esa trayectoria colectiva sea finalmente ecléctico.
Sobre todo en sus latinoamericanos fondos musicales, oscilantes entre las melancolías
de Alfredo Zitarrosa (Adagio en mi país) o Toña La Negra (Angelitos negros) y los ritmos
casi festivos de Rubén Blades y Víctor Jara. Sonoridades mixtas donde la única nota
local es la ofrecida por las voces y notas campesinas grabadas en el festival Inkari
organizado por Mariotti durante su paso por el SINAMOS en el Cusco.
101
Exhibición y venta de las serigrafías de Arte al paso en las calles del centro histórico de Lima. Junio de
1980.
referentes reproducidos por los miembros del taller de manera individual pero con una
técnica serigráfica deliberadamente uniforme y plana en la que todo matiz quedaba
anulado. Se fragilizaba así no sólo cualquier noción de autoría personal, sino incluso la
especificidad plástica de las representaciones originales. 15
14 Esto último, por cierto, puede percibirse como una opción en sí artística. También, en
realidad, la acción entera. Ante el entrampamiento discursivo del proyecto, recuerda
Mariotti, tras «las muchas asambleas, las muchas reuniones [..., fjorzamos un poco la
situación e hicimos la encuesta como se hizo. [...N]o se trata de pretender que con ese
trabajo se ha hecho un trabajo científico, no necesariamente tampoco se pretende decir
que los resultados alcanzados sean resultados que fijen definitivamente algunas leyes
sobre la producción, el consumo de imágenes. Quién sabe lo más interesante [...] es ese
intento de trabajar artísticamente a otro nivel, en otras formas». 16
15 Otras formas, otro nivel. Concebida en algún momento como registro de reacciones
populares a los grabados de Arte al paso, la encuesta intentó luego abarcar obras
originales de plásticos eruditos tan disímiles como Ugo Camandona, Ramiro Liona y
José Carlos Ramos.17La opción final por reproducciones de imágenes con amplia
tradición local y otras masivamente circuladas en fascículos o textos escolares
insinuaba un tránsito importante del arte a la visualidad –y viceversa. Un salto que
carga de nuevos sentidos el uso reiterado de la palabra «afiches» por parte de E.P.S.
Huayco al referirse a los grabados expuestos en Fórum. Una degradación nominal que,
sin embargo, energiza a los objetos mismos en la búsqueda de un lenguaje y una técnica
en que arte y publicidad –incluso arte y pornografía– se friccionaran.
16 Esa última palabra podría ser decisiva para la comprensión profunda de algunas de las
propuestas en las que se articulaba la plenitud de E.P.S. Huayco: no la desaparición del
arte en lo social, sino el tensionamiento mutuo de ambas categorías. Como en la
confrontación de las salchipapas pintadas y el salchipapero real durante la
inauguración de Arte al paso. O en el encuentro de citas e imágenes sobre las paredes de
Fórum. O en las referencias cruzadas a Warhol y a los exvotos religiosos en Sarita
Colonia.
17 Poco de eso queda en la encuesta misma, cuyos propios resultados estadísticos parecen
inciertos. En efecto, el equipo de la Universidad de Lima no llegó a completar el análisis
de las opiniones recogidas, y hay versiones encontradas sobre los datos obtenidos: para
Stastny, la expectativa «ingenua» de que los sectores populares optarían
«instintivamente» por las representaciones «autóctonas» se vio defraudada. 18Pero el
catálogo que resume la experiencia de E.P.S. Huayco indica, en cambio, que los
encuestados en el Parque Universitario prefirieron precisamente las imágenes
«nativas», privilegiando entre ellas el tema «religioso», seguido del «figurativo» y por
último el «abstracto». En Miraflores, por el contrario, los modelos «foráneos» habrían
logrado la mayor aprobación, aunque sin predilección marcada por alguno de los
temas.19
18 Desde un punto de vista artístico, sin embargo, el problema no estaba estrictamente en
la indeterminación o escasa representatividad de las cifras, sino en su representación
incierta. No en las deficiencias estadísticas sino en su incompleta voluntad de forma. El
dilema de las objetualizaciones del arte no-objetual. Es significativa, en ese sentido, la
experiencia contrastante de dos artistas relacionadas a las vanguardias locales de los
años sesenta, quienes realizan otra encuesta casi al mismo tiempo que la de E.P.S.
105
Huayco y con un interés análogo –pero con resultados muy distintos– por el
entrelazamiento de la sociología y el arte.
Fotografías de la toma de la fábrica Cromotex, utilizadas por E.P.S. Huayco como modelos
para el mural de Vitarte. (Rep. en: Sindicato Cromotex [¿1981?]. Véase n. 196).
E.P.S. Huayco. Detalle inacabado del sol crístico en el mural de Vitarte. 1981.
30 Así pudieron percibirlo los artistas conforme a los problemas de financiación y apoyo
técnico (la municipalidad demoró días en colocar los andamios requeridos) se le
sumaron las demandas cruzadas de distintos grupos partidarizados exigiendo
protagonismos diversos en las imágenes, así como representaciones distintas y hasta
opuestas. El resultado fue desmoralizante para los integrantes del taller, quienes
finalmente abandonaron el proyecto declarándolo terminado aún encontrándose
visiblemente inconcluso.26Como la utopía socialista misma. Como la propia esperanza
de una (post)modernidad popular, cuya manifestación regresiva puede tal vez intuirse
en el perfil inacabado del sincrético sol andino que domina la composición. Aquella
figura crística que se articula a la divinidad incaica intentaba iluminar con sus rayos
faltantes esa otra y decisiva ruta de la migración que es la Carretera Central. A
diferencia de lo sucedido con Sarita Colonia en la Panamericana Sur, sin embargo, nadie
percibiría ese fulgor ausente.
31 Tras un deterioro largo y penoso, el mural terminó borrado al perder la izquierda la
alcaldía de Vitarte, en lo que sería otro revés emblemático. Durante sus varios años de
abandono, la descascarada presencia de aquellas figuras proletarias fue la alegoría
demasiado fáctica de la desobrerización creciente con que la crisis de los ochenta
fragmentaba las tácticas de supervivencia, devastando a la utopía socialista en tanto
Sendero Luminoso avanzaba sobre el vacío social e ideológico que así quedaba
110
E.P.S. Huayco visitando el mausoleo de Sarita Colonia. 1980. Mariotti aparece a la extrema
derecha. (Fotografía: ¿MR?).
33 Así queda sugerido en la interpretación que el trabajo de Rodríguez hace de una Sarita
literalmente angelical: recortada sobre un fondo celeste por el típico marco
tetraovalado de las estampas, la niña santa sobrevuela con verdes y plateadas alas un
desmoronamiento de líneas en cruz bajo el caos explosivo de rojos contrastados por el
111
blanco del papel. Un disgregado emblema patrio que se reconfigura en una máscara de
la diablada puneña, confundiendo sus arabescos con los pliegues de encendidas rosas: el
atributo paradigmático de Sarita, relacionado por el propio artista con ciertos bordados
kitsch,30pero también asociable en su estilización gráfica a los claveles de la Carnation.
Otras Glorias.
34 Ritualidades otras, interesantemente vinculadas con un imaginario altiplánico que se
expandía ya por toda la capital mediante las tropas de sicuris y demás integrantes de
esas comparsas tan representativas de una tradición andina que se renueva. O renace.
En Amuleto –el grabado de Williams– Sarita aparece aureolada desde un fondo rosa
sobre el que se extiende, al modo de una gasa prehispánica, la trama azulina obtenida
de un sencillo pañal. Como en esas momias ancestralmente identificadas con la idea del
feto y la semilla reunidas por la cosmovisión quechua en una misma palabra y concepto
–mallki– que el propio Williams luego trabajaría con aún más perturbadora intensidad.
31
Connotaciones aquí reforzadas por los grafismos encarnados y el brillo de las siluetas
en que se configura la energía mágica atribuida a las plantas de ruda.
35 Una energía tradicional que pugna por expresarse en términos actuales. Metamorfosis
explícitamente asumida por la serigrafía de Noriega: una imagen [p. 316] de Sarita que
literalmente se desdobla en su propio bosquejo desconstructivo, rodeado de soldados y
perseguidos, campesinos y obreros, personajes dentro y fuera de la cárcel. «Salir de mí
buscarme entre los otros», es la expresión de Octavio Paz utilizada como epígrafe de ese
último detalle y otras porciones de la estampa,32articulando liberaciones políticas y
personales, sexuales incluso: el terso pero sensualizado trazo de la artista transforma
las balas en armas cosméticas (el lápiz labial) o abiertamente fálicas, en tanto dos
gruesas líneas ondulantes de sangre recorren en diagonal la porción inferior del
grabado como una irrupción violenta y menstrual al mismo tiempo. Huaycos que la
artista torna mesiánicos al inscribir también la frase «Lima es su boca», en alusión
directa al mito de Inkarri. O al reiterar letanías como «Colonia sin ser colonia» y «ya no
somos colonia».
36 Desdoblamientos ahora textuales cuyos juegos onomásticos alcanzan al título mismo de
la estampa: «Sara da amor», reza (reza) la frase caligrafiada a lápiz que completa el
sentido de la pieza al devolverle identidad adulta al culto originalmente infantilizado
de una santa siempre identificada con el hipocorístico. Adulta y bíblica: al igual que el
Génesis en la esposa de Abraham, Noriega encarna en Sarita la fertilidad renovada de
una matriz anciana que se creía marchita. Como la cultura andina.
37 Como el Perú todo: aquel flujo de rojos insinúa también una bandera nacional,
vinculando más estrechamente al grabado con el despliegue de violencias en que el país
empezaba a verse sumergido. Con cierta justicia, la artista interpreta ahora esas
imágenes sexuales como sexuadas, «porque la referencia es a la actuación de la mujer
con su tiempo de manera activa y no pasiva». La alusión es al protagonismo creciente
de militantes femeninas en las luchas políticas de aquellos años, e incluso Noriega
asocia a esta serigrafía con Edith Lagos en un anacronismo interesante que habla del
avance de los imaginarios de la violencia sobre los vacíos dejados por la dispersión de la
utopía socialista.33
38 La inquietud por lo que surgiría de todo ello encuentra su manifestación más gráfica en
la estampa de Zevallos: un enorme, un informe signo de interrogación configurado por
la acumulación ascendente de escenas cuya representación de base es una violación
anónima –la de Sarita, la del país– sobre la que se elevan hileras de mujeres gestantes,
112
campesinas con niños a cuestas, fieles con la efigie de la santa, aviones en línea de
despegue. Un sólido despliegue de azules recorta esta narrativa alegórica en el gran
fondo rosa de aves puerilmente desdibujadas hasta confundir sus líneas con formas
protoplásmicas en las que se mimetizan signos matemáticos, monetarios, musicales. Y
otra vez Sarita presidiendo el caos y flujo de cuerpos desde el centro mismo de la
composición. Su rostro, extrañamente recio, parece identificarse con el de la propia
artista, cuestionándonos y cuestionándose su lugar –el de la pequeña-burgesía-
ilustrada– en nuestra migración incesante de culturas y de seres y de tiempos.
39 Aunque con otro lenguaje, hay también un registro personal en el grabado de Luy y su
compleja superposición de expresiones varias: campesinas y urbanas; [p. 3181 políticas
y sexuales; religiosas incluso cuando más profanas. La asepiada fotografía del busto de
la santa en el cementerio del Callao domina en tamaño, pero no en colores, a lo que una
leyenda nítidamente señala como «las flores buenas de Sarita»: un conjunto abigarrado
de imágenes fragmentadas de las luchas populares en la ciudad y en el campo –
principal entre ellas, las de una marcha por la reposición de los despedidos tras el paro
nacional del 19 de julio de 1977.
40 Es sugerente el que la artista evoque ese momento fundacional y paradigmático de
nuestra utopía socialista en el momento de su crisis definitiva, relacionándola además
con una emoción religiosa también utópica. Sobre las estridencias cromáticas de esa
mitad inferior de la obra, Luy deja caer desde el pulquérrimo cielo blanco una lluvia
lustral y milagrosa de «milagros» de plata con nazarenas cintas moradas. Exvotos
exquisita y fantasmáticamente intervenidos con relieves visibles sólo desde ciertos
ángulos. La delicadeza de la técnica contrasta con la vocación panfletaria y casi grosera
de algunos de los mensajes así cifrados: puños trotskistas alternando con las siglas del
chileno Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en torno a una ametralladora
casi infantil. O las siglas de Izquierda Unida en el corazón que es también una vulva
irradiante. O un erecto pene grafitero. Y balas. Y cuchillos. Y los versos de Javier
Heraud, el poeta mártir y guerrillero. Y la silueta de Túpac Amaru en la versión de Ruiz
Durand que dio emblema al SINAMOS, aquel órgano del velasquismo que dio cabida a
Contacta 72 y tantas otras iniciativas de Mariotti.
41 SINAMOS: la carga autobiográfica se acentúa por la presencia diminuta, casi escondida,
de una caricaturizada lata de leche entre el fragor de los manifestantes, junto al
distintivo lema «¡No más Nicovita!». O las frases «Km. 45 al sur» y «el mar en azul»,
camufladas entre varias más que provienen del anecdotario proverbial de la santita. 34Es
un lapsus interesante el que Luy haya trastrocado los guarismos que ubican el
emplazamiento de Sarita Colonia hacia el kilómetro 54 de la carretera Panamericana.
Una inversión numérica acaso sugestiva de otras inversiones –personales, históricas–
en las que es el sentido mismo el que se transforma: Luy termina esta pieza decisiva
sobre el filo de un agotamiento político que es también el de una vivencia colectiva a
punto de colapsar, tras la inminente mudanza de la artista a Suiza.
42 Allí la esperaba ya Mariotti, y es sin duda su serigrafía la que pone esa crisis en más
flagrante evidencia al asumir una actitud desmitificante y hasta sacrίlega hacia la
imagen reverenciada de Sarita. Una vocación iconoclasta cuyo diálogo implícito con las
observaciones de Lauer marca distancias sustanciales con el tratamiento respetuoso,
por momentos devoto, que caracteriza a los demás grabados. Mariotti, por el contrario,
proyecta sobre una estampa religiosa la imagen pornográfica de un coito more ferarum.
Decisivo aquí es que se trate de la fotografía intervenida de un circuito cerrado de video
113
realizado por el artista con dos monitores JVC y una mezcladora claramente
reconocibles. Un efecto tecnológico acentuado por la trama informática que recubre a
la composición entera y refuerza el juego verbal en el título: TVoción. La explicitación de
la fuerte carga sexual reprimida en un culto marginal de una periferia extrema, da así
lugar a un comentario distinto sobre la obscenidad creciente en sociedades opulentas
donde colapsa toda distancia entre lo público y lo privado, lo sagrado y lo profano.
43 Si bien la influencia de Baudrillard puede parecer visible, lo es aún más el tajante corte
que para la experiencia de E.P.S. Huayco marcó el traslado a Europa de Mariotti –y al
poco tiempo de Luy. Un quiebre personal sin embargo ya inscrito en el quiebre social
más amplio de las ilusiones que habían dado tan intensa aunque fugaz identidad
cultural al proyecto socialista.
44 Así lo testimonia la dispersión nueva de lenguajes y perspectivas en esta última carpeta,
tan distanciada de la homogeneidad antes ofrecida por Arte al paso. También su
dispersión material: pese a reiteradas propuestas al respecto, el taller no logró armar
con estas seis serigrafías un conjunto coherente embalado en un contenedor físico que
las vinculara además a una reflexión teórica articuladora de sus diferencias. Tampoco
se las incluyó en el video que resume la experiencia del colectivo. Y en nada quedaría la
propuesta interesante de acompañar al conjunto con un sobre de «milagros» o
amuletos populares. Tal vez porque los propios artistas se mostraban escépticos e
incluso desconcertados ante formas y sentidos para cuya diversidad extrema no
estaban ya preparados. Perturbadora en especial era la cruda irreverencia ensayada por
Mariotti: «tu Sarita es de una frialdad totalmente chocante», le escribe Rodríguez,
«verdaderamente no resulta un trabajo estético de contemplación, desconcierta». 35En
otra misiva a Luy, Zevallos lleva su desazón más lejos: «Estamos tratando de vender las
Saritas, pero están horribles, creo que nadie las va a comprar, también el grabado de
Pancho, dile a Pancho una sugerencia que nos dé, de a quién podemos venderlo OK?» 36
45 No debe quizá sorprender que fracasaran casi todos los intentos de exhibición o venta,
incluso de las piezas ofrecidas por separado. A pesar de varios esfuerzos, no se pudo
colgar las serigrafías en algún espacio institucional de El Callao, puerto particularmente
identificado con la vida y devoción de Sarita. A fines de julio se logra programar su
exposición en Rama Dorada –una sala alternativa en la que tanto Rodríguez como
Salazar montaron muestras individuales. Pero también esa oportunidad excepcional
queda clausurada al cerrarse la galería apenas unas semanas antes de la inauguración
provista para el 24 de setiembre, en lo que puede interpretarse como un nuevo síntoma
del colapso general de los espacios autónomos para la radicalidad artística. 37
46 Durante la segunda quincena de noviembre el conjunto fue por fin montado en
Propuestas II, un ambicioso proyecto que pretendió reunir en el Museo de Arte Italiano a
la plástica reflexiva y experimental del momento. Luy había viajado especialmente para
la ocasión con una copia del video editado en Suiza sobre la experiencia general de
E.P.S. Huayco, pero la cinta no pudo proyectarse junto a los grabados por la
incompatibilidad del sistema europeo PAL con el norteamericano NTSC de uso
generalizado en Lima: un signo adicional de la fractura y el aislamiento del taller. 38
47 En una conjunción particularmente desfavorable, todo parecía conspirar contra la
materialidad y el ánimo mismo del trabajo colectivo. La recepción poco generosa de
aquella muestra culminó en una crítica de Luis Lama en Caretas, quien ya había
denostado la exposición anterior de Salazar y esta vez lamentaba la «actitud
irresponsable» de E.P.S. Huayco por participar con obras que consideraba inactuales.
114
39
La respuesta redactada por los artistas precisaba que su intervención en Propuestas II
respondía a un proceso continuo de investigación cuyos resultados no habían sido
anteriormente expuestos, y «una obra comienza a existir en el momento que es
presentada al público». La revista, sin embargo, demoró más de tres semanas en
publicar una versión abreviada de aquella réplica,40incrementado las tensiones que en
esos precisos días venían acumulándose por el entrampamiento artístico en la
realización del mural en Vitarte –además de las dificultades que impedían la
recuperación de los materiales de la encuesta entregados a los universitarios,
abortando la expectativa de publicar sus resultados en alguna revista cultural de
izquierda.41
48 Bajo la presión de esas y otras frustraciones, E.P.S. Huayco se torno inoperativo. Cuando
los organizadores de Propuestas II decidieron no exhibir varias de las pinturas
presentadas por Bolaños, el colectivo planteó descolgar todas sus obras, circular un
volante, protestar ante la prensa– pero en la práctica nada de todo ello llegaría a
concretarse. El taller mismo se transformó cada vez más en un espacio de alquiler y
servicios para otros artistas (Chichi Benavides, Johanna Hamann, Gam Klutier, Cecilia
Paredes) o de vivienda y uso personal para los propios miembros de un grupo que
abandonaba toda labor compartida y distanciaba cada vez más sus reuniones,
crecientemente convertidas en intercambio de recriminaciones.42
49 También las actitudes hacia el entorno más amplio se tornaron exasperadas y agresivas:
en diciembre de 1981 Rodríguez fue suspendido de la Escuela de Artes Plásticas de la
Universidad Católica por propiciar desórdenes, bajo los efectos del alcohol, en la
exposición anual de los alumnos de esa academia.43Pocas semanas después, el 13 de
enero de 1982, arranques similares de Polanco provocaron escándalo e intercambio de
golpes en la galería Fórum durante la inauguración de Alfredo Ruiz Rosas, un pintor de
la década del cincuenta cuyo social-realismo de impronta expresionista define
horizontes retóricos claramente opuestos a las propuestas plenas de E.P.S. Huayco. Pero
sería exagerado leer en estas situaciones una confrontación estética o incluso política
(también Polanco puede ser considerado expresionista, a su personal manera) antes que
un síntoma adicional de descomposiciones mayores. Así pareció intuirlo el propio
colectivo, al discutir el último exabrupto durante por lo menos dos reuniones, en las
que el pintor se sintió llamado a ofrecer disulpas.44
115
Anuncio de subasta de obras publicado sin firma por los artistas de E.P.S. Huayco en El Observador.
Lima: 19 de diciembre de 1981.
51 El año terminó con una fracasada subasta de obras concebida para resolver esos y otros
apremios (a las pocas semanas hasta la energía eléctrica les seria cortada). Con ese fin
se acondicionaron especialmente varias salas y se colocó un aviso en el diario El
Observador, encabezado por la frase «arte contemporáneo» y sin otro contenido que el
anuncio de la «exposición venta grabados y pintura» con el horario de atención y la
dirección de la avenida Pedro de Osma 112. Una reiteración invertida –e inconsciente–
del proyecto Mecenas que casi dos años antes había dado inicio a las dinámicas
colectivas en aquel mismo espacio.
52 Con ese acto fallido –también en el sentido freudiano del término– y el abandono del
mural en Vitarte, la experiencia propiamente orgánica de E.P.S. Huayco llega a su fin. 46
balance interno, buscando propuestas puntuales para salir del entrampamiento final.
47
Se llegaron a plantear incluso estatutos que contemplaban sanciones y una comisión
de vigilancia para corregir la «falta total ? [sic]de disciplina». Pero no había ya, en
realidad, forma alguna de revertir el creciente desánimo y dispersión que asediaban a
toda la franja social comprometida con una utopía socialista cuya abierta crisis
desarticulaba aceleradamente cualquier proyecto colectivo inscrito en ese horizonte.
54 E.P.S. Huayco no pudo ser la excepción. Todavía en las semanas de sobrevida que le
restaban algunos de sus miembros –sobre todo Noriega y Zevallos– lograron mantener
la producción de afiches comerciales para las subculturas de izquierda, con que desde
hace un tiempo venían promoviendo producciones como la Feria de la Mujer
Campesina, el concierto de politizados ritmos urbanos a cargo de Kiri Escobar o la
película de Luis Figueroa basada en una novela indigenista. Incluso se imprimió un
cartel que Eliseo Guzmán diseñó para el homenaje a Esteban Pavletich organizado por
el comité distrital de Izquierda Unida en Barranco –y otro ya mencionado contra la
dictadura en Bolivia, colaborando para ello con Solón Romero, pintor exiliado de ese
país. Pero no llegaron a nada los esfuerzos corporativos por realizar con él un mural o
restablecer vínculos de trabajo con arquitectos y teóricos como Ludeña y Salazar del
Alcázar. Tampoco el intento de obtener apoyos para nuevas experiencias callejeras en
espacios confrontados de la capital como el Jirón de la Unión (en el Centro Histórico) y
el Centro Cultural Beltroy Vera (entre Miraflores y Barranco).
55 La articulación desfalleciente con el entorno social agravó las relaciones internas del
colectivo, lastradas por rencillas personales en que, inevitablemente, también las
desavenencias afectivas tuvieron su cuota.48Durante todo febrero de 1982 el colectivo
logró reunirse en sólo dos ocasiones, y apenas una tanto en marzo como en abril y en
mayo –con frecuencia para discusiones inconsecuentes, centradas cada vez más en
resolver problemas prácticos y asegurar el pago de alquileres.
56 Resulta sugestivo cómo las anotaciones del libro de actas durante este periodo final
continuamente equivocan y corrigen los días e incluso los meses y hasta la paginación
misma, insinuando una desubicación temporal que es tal vez histórica. Un malestar con
la historia: como tantos de su generación y convicción, estos artistas compartieron la
esperanza de que cierta pequeña-burguesía –ilustrada y radical– pudiera encarnar la
nacionalidad misma integrando las culturas dislocadas del país bajo el discurso
unificador del socialismo. Tras alcanzar una inusitada vigencia, esa utopía –como otras
similares en la agrietada historia peruana– sucumbió a contradicciones propias y
ajenas. Sobre esos escombros la guerra civil erigió sus violencias múltiples, empujando
a muchos hacia un proceso de introspección y conflicto íntimo con la política,
apreciable también en el retorno a las galerías y a los formatos artísticos más
individuales.
57 Es, sin embargo, necesario entender que nada de todo ello implica un retroceso en la
calidad de una producción plástica personal que –por el contrario– continúa y madura
crucialmente, dolorosamente, en esos difíciles años. Lo que más bien se pierde en el
camino es la dimensión colectiva que hacía de esa experiencia artística una agresiva
propuesta social. El resultado es un repertorio fascinante de imágenes y gestos que se
ubican en el quiebre mismo de las ideologías antes que en cualquiera de sus
fragmentos.
58 Varios de los signos más graves de la post-modernidad, agravados por una extremidad
histórica. Cuando, el 29 de diciembre de 1982, el presidente Belaúnde abdica en las
117
NOTAS
1. Mirko Lauer. Entrevista con Marianne Ryzek. op. cit. (Véase el anexo documental de este
volumen).
2. [Buntinx] 1983a. Véase además Luis Freire. «Mercado artístico en crisis». Carteles, suplemento
de El Observador. Lima: 25 de setiembre de 1982. p. VI. También los comentarios de Lauer en la
entrevista ya citada [Gustavo Buntinx] Sebastián Gris. «Esta naciendo algo», op. cit.
3. Diez Astete 1981. El autor era un exiliado boliviano que frecuentaba al taller. En el artículo se
ubica erróneamente la realización de la obra en el mes de enero de 1981. Las fotografías de
Herman Schwarz que le sirven de anexo se ven acompañadas por varias de Gilberto Hume en que
el Presidente Belaúnde engulle canapés marinos durante una recepción opípara. «No tienen
pan...», reza el epígrafe, «¿y por qué no comen conchas?». En el mismo despliegue otra fotografía
de Schwarz contrasta la miseria de una barriada con el consumismo inverosímil de los carteles
publicitarios que la rodean. Un preciso contexto gráfico para algunas de las connotaciones
cifradas en Sarita Colonia.
4. La incorporación de Ana María McCarthy (n. 1955), aprobada en octubre de 1980, no llegó a
concretarse. Polanco empieza a asistir a las reuniones de E.P.S. Huayco el 3 de setiembre de 1981
y el 29 del mismo mes es integrado al taller, permaneciendo en él hasta su última asamblea
registrada el 13 de mayo de 1982. La incorporación de Bolaños se formaliza el 10 de noviembre de
1981, pero sus asistencias van desde por lo menos el 19 de octubre de ese año hasta el 11 de
febrero de 1982. Ryzek colabora intensamente con el colectivo desde por lo menos octubre de
118
1980 pero recién el 19 de febrero de 1981 se integra formalmente a él. En esa fecha lo hace
también Lee, quien ya frecuentaba el taller y participa durante seis meses de sus reuniones hasta
el 18 de agosto. Al respecto, ningún testimonio o evidencia da sustento a la versión de Castrillón
(2004: 27) según la cual «Mariotti dejó el taller en manos de Leslie Lee», una frase cuyas
connotaciones son rechazadas incluso por el propio aludido (conversaciones con Leslie Lee. Lima:
agosto de 2004). (Todas las fechas citadas corresponden a los respectivos registros en el libro de
actas).
5. Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S. Huayco]. Zürich: s.f. [marzo de 1981]. (Véase el
anexo documental de este volumen).
6. Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. op. cit. (Véase el anexo documental de este volumen).
«Cholo» es el término más frecuentemente utilizado en el Perú para la población mestiza. Aníbal
Quijano y otros han desarrollado teorías importantes sobre la «cholificación» del país, cuya
influencia se deja también sentir en el ámbito de las artes plásticas a partir –justamente– de la
experiencia fundante de E.P.S. Huayco. Propuestas pictóricas posteriores como las de Piero
Quijano (hijo de Aníbal) así lo ponen en evidencia.
7. Registros correspondientes a la reunión del 28 de junio de 1980. Libro de actas, pp. 26-30.
Algunas de estas preguntas podrían vincularse con la difusión que Lauer realizaba de la teoría
social del arte y de libros tan polémicos como El arle: Un enemigo del pueblo, de Roger Taylor.
(Barcelona: Punto y Línea, 1980. Primera edición en inglés: 1978).
8. [Freire] 1980b.
9. Hoy el Museo de Arte de San Marcos. También en este edificio histórico se encuentra un museo
de arqueología y antropología, así como grupos de banda, coro, ballet, folklore, teatro. Éstas y
otras entidades forman ahora parte del Centro Cultural de San Marcos, cuya sede principal es
justamente la casona del Parque Universitario.
10. «No asistieron los patitas [amigos] de San Marcos y de la U. de Lima», consignan las
anotaciones en el libro de actas correspondientes al 5 de julio de 1980 (p. 31). Y el 13 de diciembre
(p. 55): «Proyecto Encuesta ha sido postergado por objeciones de parte de J. Protzell por
problemas de metodología». Et ceterae.
11. Aunque sin firma, entre sus autores probablemente figuran el ya mencionado Luna Victoria y
Merli Costa, además de Caridad Hidalgo, Óscar Jaimes y Rodrigo Orellana. Es interesante la
referencia que allí se hace al accionar de E.P.S. Huayco «en la vanguardia de asimilación de
códigos populares». ([Óscar Luna Victoria, et altere]. Cohesión ideológica: Unificación del grupo. 1980.
Véase el anexo documental de este volumen).
12. «Se ha discutido mucho sobre los posibles pasos a seguir –demasiado. Finalmente decidí
proponer un plan de trabajo por escrito. Era necesario evitar la dispersión. Tuvimos muchas
sesiones de discusión y cada vez teníamos que empezar de cero». (Francisco Stastny. Entrevista
inédita con Marianne Ryzek. Lima: s.f. [enero–febrero de 1981]. Documento mecanografiado.
Archivo Luy / Mariotti). Motivado por las investigaciones propias que había efectuado para la
preparación de su libro Las artes populares del Perú (Lima: Edubanco, 1981), Stastny asesoró y
realizó gestiones importantes para la concreción de la encuesta. Otros profesores sanmarquinos
consultados para ese sondeo fueron Castrillón y –en menor medida– Sara Acevedo y María Luisa
Saco Miró Quesada. Entre los apoyos obtenidos en la Universidad de Lima destacan los de los
profesores Óscar Quesada, Javier Protzell y César Zamalloa, con el aval de autoridades como
Desiderio Blanco y la propia rectora Ilse Wisotzki. Aparentemente también hubo un cierto interés
por parte del sociólogo Julio Cotler. (Conversaciones con Armando Williams. Lima: marzo de
2004).
13. [Freire] 1981a y 1981b. No llegó a realizarse la encuesta complementaria planteada para la
populosa Plaza Unión del Centro Histórico vs. las inmediaciones de la galería 9 y la sala de
exposiciones del Banco Continental en Miraflores. Sin embargo, el 7 de febrero se logró un tercer
sondeo en el Óvalo Balta, una zona obrera del puerto de El Callao, donde también se exhibieron
119
los grabados de Arte al paso y se incorporaron preguntas específicas sobre el culto a Sarita
Colonia. La nómina exacta de los participantes en este proyecto abarca a Mariotti, Luy, Noriega,
Rodríguez, Williams y Zevallos, además de los colaboradores de la Universidad de San Marcos y
de la Universidad de Lima. No asi a Salazar, quien se encontraba temporalmente distanciado del
colectivo, como viene dicho. Aunque Mariotti se hallaba fuera del país al momento de realizarse
los sondeos, él tuvo un papel importante en la elaboración de la encuesta e imprimió una de las
serigrafías utilizadas.
14. Los términos están tomados de la descripción de la encuesta en el catálogo oficial de E.P.S.
Huayco (1981a). (Véase el anexo documental de este volumen).
15. Castrillón ha sido muy crítico de este tratamiento, por considerar que desdibujaba las
diferencias estéticas entre las distintas imágenes, invalidando los juicios comparativos emitidos
sobre ellas por los encuestados. Conversaciones con Alfonso Castrillón: Lima, 1982.
16. Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S. Huayco]. Zürich: s.f. [marzo de 1981]. (Véase el
anexo documental de este volumen).
17. También Milner Cajahuaringa, Oka, Ciro Palacios, Juan Pastorelli, Luis Zevallos... (Registros
correspondientes a la reunión del 21 de octubre de 1980. Libro de actas, p. 51).
18. Francisco Stastny. Entrevista inédita con Marianne Ryzek. op. cit.
19. E.P.S. Huayco 1981a. (Véase el anexo documental de este volumen). Estas conclusiones no se
ven acompañadas por soportes estadísticos concretos.
20. El debate fue dirigido por Luis A. Meza y su transcripción aparece en el libro que resume toda
la experiencia: Teresa Burga y Marie-France Cathelat. Perfil de la mujer peruana. Lima:
Investigaciones Sociales Artísticas y Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú, s.f. [¿1982?].
pp. 257-274.
21. Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. op. cit. (Véase el anexo documental de este volumen)
22. Libro de actas, p. 67.
23. [Freire]1981c.
24. Uno de los sobrevivientes del conflicto en Cromotex fue Néstor Cerpa Cartolini, quien luego
asumió posiciones de liderazgo en el MRTA hasta su muerte durante la retoma de la residencia
del Embajador del Japón en 1997. Para un testimonio de parte sobre los hechos de 1979, véase:
Sindicato Cromotex. Compañeros, tomen nuestra sangre. Lima: Sindicato Obrero Textil Industrial
Cromotex, s.f. [¿1981?]. Para una reflexión sobre otras consecuencias artísticas de estos hechos,
véase: Gustavo Buntinx. «La tentación autista. Notas a una instalación de Carlos Runcie Tanaka».
En: Marta Cisneros, Johanna Hamann y Miguel Mora, eds. Homenaje a Anna Maccagno: I simposio
sobre la escultura peruana del siglo XX. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, 2003. pp. [203]-[223]. (Una versión anterior del ensayo fue publicada por Runcie Tanaka en
1997).
25. La nómina de los participantes en el diseño o realización del mural de Vitarte abarca a
Guillermo Bolaños, Charo Noriega, Carlos Enrique Polanco, Herbert Rodríguez, Armando Williams
y Mariela Zevallos, pero las intervenciones concretas fueron muy desiguales. «Desgraciadamente
el mural no quedó bien», le escribiría Noriega a Luy, «ni siquiera se llegó a acabar en realidad,
[por motivos de salud] yo ya no podía ir y la única realmente interesada fue Mariela, aparte de
que toda la parte de la pared donde está la olla común se cambió (entraron a pintarla, Quique,
Herbert y Bolaños, que tienen una manera diferente de usar el color y la composición). El
resultado ha sido que el lado izquierdo ha quedado sin terminar (toda la parte de arriba) porque
se dedicaron a pintar el otro lado. Y el lado derecho que está terminado tiene miles de colores,
formas y tipos de pincelada; cada lado tiene características totalmente # s y sólo se entienden por
separado. Es una pena, hubo esfuerzo de todos modos». (Carta personal de Charo Noriega a María
Luy. Lima: 22 de enero de 1982. Archivo Luy / Mariotti)
Zevallos fue aún más tajante: «El mural lo ‘terminamos’, y quedó muy mal, sí, quedó horrible. La
verdad es que nadie tuvo mucho interés, como tú te acuerdas. En fin, para mí fue una mala
120
experiencia que me ha deprimido hasta ahora». (Carta personal de Mariela Zevallos a María Luy.
Lima: 8 de febrero de 1982. Archivo Luy / Mariotti).
26. «Mural: Mañana se tratará de terminarlo», es la última y escueta anotación sobre el tema en
el libro de actas (p. 89), correspondiente a una reunión del 4 de enero de 1982. En realidad todo
hace suponer que ese trabajo quedó definitivamente abandonado unos pocos días antes, a finales
del año anterior. Noriega ha insistido en el «desencanto» provocado entre los artistas por las
propuestas y exigencias enfrentadas que les hacían llegar los sindicalistas. (Conversaciones con
Charo Noriega. Lima: marzo de 2004).
27. Buntinx 1987. Se trataba, en realidad, de una situación de época. En algunos casos el
horizonte antes edificante de lo popular se desdibujó hacia la fantasía a veces anómica de la
marginalidad como el espacio nuevo para la contestación cultural. Hasta en su nombre mismo, el
Movimiento Kloaka expresó –entre varias otras cosas– el filo más polémico y cortante de esa
propuesta. Y sobre todo en 1983 Polanco contribuyó decisivamente a darle su distintivo perfil
visual a lo que esencialmente era un colectivo de narradores y poetas (Buntinx 2004b). Sobre la
desobrerización y sus consecuencias, véase: Jorge Parodi. Ser obrero es algo relativo. Lima: Instituto
de Estudios Peruanos, 1986. Para las derivaciones más específicamente políticas de todo ello,
véase: Luis Pasara «¿Qué pasó con Hugo Blanco?». El Caballo Rojo, N° 114, suplemento de El Diario
de Marka. Lima: 18 de julio de 1982. p. 7.
28. Corrijo aquí un antiguo texto mío (Buntinx 1987), en el que erróneamente adjudiqué esa
responsabilidad a Noriega, por haber ella trabajado la figura del sol crístico en obras personales.
En cambio reivindico el título de Charito para el cuadro de esta última artista que allí se analiza
como sutilmente revelador de estos y otros procesos. Sin explicación alguna, Max Hernández
Calvo y Jorge Villacorta (2002) han intentado corregir ese nombre, reemplazándolo por otro
meramente descriptivo: Retrato de una familia obrera. Una arbitrariedad insostenible ante las
complejas evidencias ofrecidas por la propia obra y por el testimonio concluyente de los que en
esos años frecuentaron a la artista y a su taller. (Incluyéndome).
29. La nómina exacta de los participantes en la carpeta Sarita Colonia abarca a Luy, Mariotti,
Noriega, Rodríguez, Williams y Zevallos. No así a Salazar, quien se encontraba temporalmente
distanciado del colectivo, como viene dicho. Es en una reunión del 3 de febrero de 1981 que se
decide la realización de la carpeta. (Libro de actas, p. 62). El aporte final a ella fue el grabado que
Mariotti realiza en Suiza y remite a Lima hacia fines de abril.
30. Conversaciones con Herbert Rodríguez. Lima: abril de 2004.
31. Véase Buntinx 1987 y Buntinx 2000a. A la espera de su publicación se encuentra el libro
concebido en torno a la exposición Mallki: La exhumación simbólica en el arte peruano (1980-2000), que
a fines de 2002 tuve oportunidad de curar en el Centro Cultural de San Marcos. por la
acumulación ascendente de escenas cuya represen
32. «Soy otro cuando soy», transcribe Noriega a un costado del grabado, «los actos míos son más
míos cuando son también de todos, para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre
los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia».
33. Conversaciones con Charo Noriega. Lima: marzo 2004. El grabado se realizó en el verano de
1981 y la identidad de esa militante senderista no sería reconocida en Lima hasta su captura,
liberación y muerte en 1982. Muy pronto, sin embargo, su nombre y semblanza se vieron
identificados con los de Sarita Colonia en algunos versos de Santiváñez («¿Y Edith Lagos? /
¿Quién es Edith Lagos? ¿Sarita Colonia? El rostro / de ella me hace recordar al de ella, / el mismo
trazo oval, el mismo pelo lacio / en los costados de la frente») y otras manifestaciones
contraculturales cuya complejidad amerita un estudio aparte. Para una interpretación inmediata
de la fascinación entonces ejercida por la imagen de Edith Lagos, véase Rolando Ames. «Porqués
de un camino equivocado». Páginas 48. Lima: octubre de 1982.
121
34. «Sarita Colonia le gusta hacer milagros a toditos», «símbolo popular», «zona pobre del
Callao», «barracones», «los ricos no la conocen», «era muy buena con los pobres», «protectora de
los marginados».
35. Carta personal de Herbert Rodríguez a María Luy y Francisco Mariotti. Lima: 21 de abril de
1981. (Archivo Luy / Mariotti).
36. Carta personal de Mariela Zevallos a María Luy. Lima: 29 de agosto (?) de 1981. (Archivo Luy /
Mariotti).
37. Registros correspondientes a las reuniones del 27 de julio, 18 de agosto, 25 de agosto y 1 de
setiembre de 1981. (Libro de actas, pp. 70, 71, 74).
38. Durante años ese documento fundamental pudo ser visto en el Perú solamente por los propios
integrantes del colectivo y en una sola ocasión –entre el 25 y 30 de noviembre de 1981– en que se
logró un permiso especial para utilizar los equipos de la representante local de la empresa
alemana Bayer.
39. En su comentario Lama critica a algunos artistas individuales por «participar con obras
similares a las ya conocidas en galerías, sin hacer ningún aporte». «A esta actitud irresponsable»,
agrega, «se sumaron otros, como el taller Huayco, que presentó un antiguo trabajo sobre Sarita
Colonia, aparentemente lo único bueno que han hecho. Con esto demuestran que sin Mariotti,
que bien los supo orientar, el grupo parece haberse diluido y sin un líder que los guíe, este
huayco, ahora bastante endeble, fácilmente puede terminar sepultándose a sí mismo» (Lama
1981b). Esa opinión sería reiterada pocas semanas después (Lama 1982).
40. E.P.S. Huayco 1981b. (Véase el anexo documental de este volumen).
41. El proyecto era difundirlos a través de El Caballo Rojo, Hueso Húmero o Quehacer. Los materiales,
sin embargo, no llegaron a ser debidamente procesados y terminaron perdidos. (Registros varios
en el libro de actas).
42. «Queda en claro que las reuniones se van a llevar a cabo sólo con la gente que tiene interés».
(Registros correspondientes a la reunión del 21 de enero de 1982. Libro de actas, p. 95. Énfasis en
el original).
43. En cartas y panfletos Rodríguez admite esos hechos e intenta justificarlos como una
propuesta política cuya premisa es la insolencia.
44. Registros correspondientes a las reuniones del 14 y el 21 de enero de 1982. Libro de actas, pp.
94-95. El incidente llegó a la prensa: «¿Cuadros o cuadriláteros?» El Comercio. Lima: 24 de enero de
1982. (Columna «Los Cuatro Vientos»).
45. Registros correspondientes a la reunion del 3 de noviembre de 1981. Libro de actas, pp. 80-81.
46. «[Y]a no existe taller huayco, se ha disuelto, a mi no me parece raro. Trabajar en grupo es una
de las cosas + difíciles de hacer y no se tiene la madurez para hacerlo». (Carta personal de Mariela
Zevallos a María Luy. Lima: 8 de febrero de 1982. Archivo Luy / Mariotti).
47. «En los días de año nuevo, recién dejado de trabajar el mural de Vitarte y en una crisis de
relajo del taller, crisis de relajo por disgusto e insatisfacción por los conflictos personales y la
incapacidad de acabar ‘bien’ el mural, Juan Javier propuso que no se debía abandonar la idea de
taller, al menos no de esa manera, dejándola morir, cada cual estaba por su lado y siempre con el
signo de las fiestas el ambiente con ese carácter especial, melancólico, en suma decadente. Todos
estuvimos de acuerdo en hacer el balance del año 81 con la idea de la reorganización del taller».
(Carta de Herbert Rodríguez a María Luy. Lima: 3 de marzo de 1982. Archivo Luy / Mariotti).
48. La lectura secuencial de la correspondencia supérstite del periodo pone en conmovedora
escena el progresivo deterioro de las relaciones personales al interior del taller, agravado en
algunos casos por el manejo descarriado de las energías afectivas. Omito las citas directas por
razones obvias de privacidad, pero también porque lo aquí importante es comprender a ese
descontrol íntimo como parte de una crisis más amplia.
49. Sobre esa exposición pionera, véase: Luis Freire. «Derechos Humanos por correo». El
Observador. Lima: 28 de setiembre de 1983. También: Gustavo Buntinx. «Entre la
122
1 Unos pocos días antes de esas últimas inscripciones, E.P.S. Huayco había sido
oficialmente notificado de que en un plazo de dos meses el inmueble de la avenida
Pedro de Osma tendría que ser devuelto a sus propietarios. Aunque la entrega
demoraría en realidad más de un año, era el inicio de las transformaciones que
convirtieron al taller en un pub de moda (La Estación) y a Barranco en el centro de la
vida nocturna de Lima. También de un nuevo estilo, un urbanismo nuevo, para sectores
medios ilustrados que masivamente se radican allí buscando conciliar su vocación
política de otrora con espacios nuevos para la diversión y el refinamiento. Un proceso
en el que se desplaza a los sectores populares y medios-bajos que le dieron una
consistencia y textura muy especiales a ese barrio, cuya identidad política y social,
incluso arquitectónica, quedaría trastornada para siempre.1
2 Las contradicciones resultantes en algunas subculturas de izquierda no tardarían en ser
dramatizadas por creaciones como la puesta teatral –en el propio Barranco– de El que se
fue a Barranco...2O caricaturizadas por publicaciones tan influyentes entre los
intelectuales como El Caballo Rojo, mediante las ironías que «Tomás Azabache» desliza
tras la protección de un pseudónimo colectivo. Además de continuas puyas contra el
casi emblemático colegio Los Reyes Rojos, su columna acoge las supuestas angustias
románticas de «un artista plástico muy superado» («voy a ‘Las Mesitas’ todos los días»,
explica en alusión al café más elegante de la zona), confundido en sus sentimientos
amorosos por las discusiones de pareja sobre «el carácter que tendría la revolución
barranquina pues [...] dadas nuestras peculiaridades de fauna no podemos imitar las
revoluciones ni los procesos de otros distritos». Caricatura tanto más devastadora por
aparecer –injustamente– en la página misma que anunciaba una exposición de
Rodríguez en Fórum.3
124
3 Los tiempos no podían ser más desalentadores para artistas que habían asumido la
utopía socialista con integridad y coherencia. Como en una premonición de lo que
vendría, el abandono gradual del taller se vio acompañado por el saqueo, conforme
conocidos o vecinos aprovechaban el desencanto para retirar todo lo que pareciera útil
y desmontable: maderas, sanitarios, algún escalón de mármol. Deambulando por entre
esas ruinas me tocó encontrar un olvidado y excepcional resto de las extremidades
recorridas por E.P.S. Huayco. Apenas una fotografía, en realidad. Quebradiza, mal
recortada, sucia. Un descarte de las varias en que se registran los recorridos artísticos
por el basural a la búsqueda de los materiales utilizados en las obras más radicales del
taller. En sus reciclajes: una arqueología de lo contemporáneo donde tan importante
como las piezas generadas era el proceso vital de su elaboración –y los procedimientos
que remitían a la cultura material de la apropiación y el bricollage, del «mestizaje»
mismo. En la barriada y en la historia toda de un país de tiempos dislocados y
yuxtapuestos.
4 Así supo percibirlo el colectivo. Y muy particularmente Mariotti, quien no vaciló en
trasladar al relleno sanitario su propia producción artística, señalando a esos infinitos
basurales como el único y verdadero y fáctico museo de arte moderno del Perú. En otra
fotografía –publicada a todo color en el catálogo de su muestra en la galería Camino
Brent– el expositor aparece en gesto hamletiano entre las humeantes colinas de
desechos, reflejado por un gran e insólito espejo que reproduce así, en un registro
«artístico», el hiperrealismo brutal de lo que marse, formulada por Salazar momentos
antes de tomar la fotografía.4Algo en esta instantánea –en la fragilidad física de su
soporte, en la social de su imagen y circunstancia– nos habla de las intensidades y
dificultades de la utopía socialista desde los cifrados términos de aquella tensión
dialéctica entre proximidad y distancia que para Benjamin articula la condición
aurática del arte. Esa «manifestación irrepetible de una lejanía, por cercana que pueda
estar», puesta modernamente en crisis por la reproducción técnica. 5Un problema no
estrictamente de representación sino de presencia y experiencia. El aura no se origina en la
imagen sino en el ritual que la incorpora a un valor de culto.
125
Repintes y reconstrucciones con piedras de Sarita Colonia, realizados por manos anónimas. 1999. Al
fondo, Noriega y Salazar.
(Fotografía: GB).
Efigie del Inca Pachakútec elaborada con cactáceas por el ejército al lado de Sarita Colonia en la
carretera Panamericana Sur. 1999. Abajo, ex-integrantes de E.P.S. Huayco en peregrinaje a la imagen
realizada por ellos casi veinte años atrás. (Fotografía: GB).
NOTAS
1. Aunque las transformaciones aludidas respondían a circunstancias muy variadas, entre
algunos de los antiguos integrantes de E.P.S. Huayco persiste un cierto sentido de culpa por haber
involuntariamente contribuido a la reputación «artística» que aceleró este proceso, quizá
127
inevitable. «Hoy queda allí ‘La Estación’», se lamenta el poeta Santiváñez al evocar
nostálgicamente el espacio y el espíritu de E.P.S. Huayco: «Y así seguirán cayendo los talleres
presionados por el dólar que todo lo corrompe. Para condominios y locales ‘bohemios’. Poderoso
caballero don dinero» (Santiváñez 1990).
2. El título alude a un refrán muy popular: «El que se fue a Barranco, perdió su banco». Escrita
por Fédor Larco y Rafael León, la obra describe los trastornos de una «comunidad marginal que
convive en una pension barranquina próxima a desaparecer». Entre los personajes: «una
estudiante ‘pituquita de artes’, una exiliada montonera que no es exiliada ni es montonera, un
periodista (quizá de El Diario), un economista ‘de izquierda’, una señora-señorita descasada, un
corrosivo actor homosexual, una brillante exbecaria en el extranjero, la querida de un militar, la
administradora de la pensión y un sobrino de la administradora de la pensión». (Oswaldo Núñez.
«El que se fue a Barranco...». El Caballo Rojo 142, suplemento de El Diario de Marka. Lima: 30 de
enero de 1983. p. 7)
3. Tomás Azabache (pseud.). «Lagarto sentimental». El Caballo Rojo 159, suplemento de El Diario de
Marka. Lima: 29 de mayo de 1983. p. 12. (Columna «El bostezo del lagarto»).
4. Conversaciones con Juan Javier Salazar. Lima: marzo de 2004.
5. Walter Benjamin. «La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica». En Discursos
interrumpidos I. Buenos Aires: Taurus, 1989. pp. 24-25. (Primera publicación: 1936).
6. Buntinx 1995a.
128
BIBLIOGRAFÍA
Esta bibliografía incluye sólo materiales vinculados o alusivos a las dinámicas colectivas de la
entrecruzada escena de vanguardia que se articula en torno a las experiencias del taller E.P.S.
Huayco y otras manifestaciones afines: el grupo Paréntesis, el festival Contacta 79, las exposiciones
Signo x signo y Propuestas II, las performances Lima en un árbol, Acto furtivo y Micaela 3 x 3 x 5. En
coherencia con ese criterio general, no se consignan aquí textos relacionados a las trayectorias
personales de los artistas, salvo cuando ellos incluyen informaciones u opiniones sobre esas
situaciones, o cuando implican iniciativas de carácter grupal, como en el caso de las exposiciones
individuales organizadas desde el núcleo de Paréntesis.
Con un par de excepciones, se han considerado únicamente materiales éditos publicados entre
1979 y setiembre de 2004. El ordenamiento sigue criterios cronológicos. El resultado es una
nómina que puede también ser leída como un registro histórico de la variable atención pública
prestada a esa escena. Cabe precisar, sin embargo, que esta intención exhaustiva ha impedido
suprimir los muchos materiales lastrados por graves errores, incluyendo datos cruciales sobre
fechas, nombres, obras. Se remite, por lo tanto, a las demás secciones de este libro para todos los
fines de información precisa y factual que sean requeridos.
La presencia de asteriscos indica que el ítem así señalado se encuentra reproducido en el anexo
documental de este volumen.
1979
* PARÉNTESIS
1979a. «Plásticos buscan mecenas». El Comercio. Lima: sábado 10 de marzo de 1979. (Aviso
económico en la sección «Cultural»).
* 1979b. «Plásticos buscan: Mecenas». El Comercio. Lima: domingo 18 de marzo de 1979. p. 31.
(Aviso económico en la sección «Avisos»).
* 1979c. «№ 3 Plásticos buscan: Mecenas». El Comercio. Lima: domingo 25 de marzo de 1979. p. 39.
(Aviso económico en la sección «Cultural»).
* [FREIRE, Luis] L. F.
1979a. «Pintores buscan mecenas con aviso en un diario: Tienen ya varias llamadas». La Prensa.
Lima: 4 de abril de 1979. p. 17. (Comentario y entrevista al grupo Paréntesis).
129
* MUJER
1979. «Pintores peruanos buscan mecenas». Mujer 37. Lima: abril de 1979. (Sección «Estrellas»).
(Comentario y entrevista al grupo Paréntesis).
EL COMERCIO
1979a. «Muestra abren dos integrantes del grupo ‘Paréntesis’». El Comercio. Lima: 10 de abril de
1979. (Sobre la exposición de Lucy Angulo y Juan Javier Salazar).
EL COMERCIO
1979b. «Inauguraron muestra en ‘Trapecio’ artistas del Grupo ‘Paréntesis’». El Comercio. Lima: 12
de abril de 1979. (Sobre la exposición de Lucy Ángulo y Juan Javier Salazar).
* [LA TORRE, Alfonso] Seymour
1979a. «Lucy Angulo y [Juan] Javier Salazar». Dominical, suplemento de El Comercio. Lima: 15 de
abril de 1979. pp. 23-24. (Sección «Diálogo con el arte»). (Entrevista con la intervención adicional
de Fernando Bedoya).
D.B.
1979. «Artista pinta la vida en los micros». Ojo. Lima: 15 de abril de 1979. (Sobre la exposición de
Lucy Angulo).
[WUFFARDEN, Luis Eduardo] W.R.
1979. «Fernando Bedoya, Andrés Zevallos, Angulo Lafosse, Juan Javier Salazar». Última Hora. Lima:
28 de abril de 1979. (Columna «Pintura fresca»).
CABALLERO LASTRES, Daniel
1979. «Exhibiciones». Gente 315. Lima: 30 de abril de 1979. (Sobre la exposición de Lucy Angulo y
Juan Javier Salazar).
GÁLVEZ, Elvira
1979 «Collage». Contacto 50. Lima: mayo de 1979. (Sobre la exposición de Lucy Angulo y Juan
Javier Salazar).
EL COMERCIO
1979c. «Clausuran muestra de pinturas del artista Fernando Bedoya: Fórum». Lima: 2 de mayo de
1979. p. 19.
OJO
1979a. « ‘Contacta’ revivirá este año en Barranco». Ojo. Lima: 8 de julio del979.
EXPRESO
1979 «Arte total: Festival». Expreso. Lima: 10 de julio de 1979. (Convocatoria para Contacta 79).
EL COMERCIO
1979d. «De nuevo Contacta». El Comercio. Lima: 14 de julio de 1979. p. 23.
[FREIRE, Luis] L.F.
1979b. « ‘Contacta’ resucita en Barranco». La Prensa. Lima: 14 de julio de 1979. p. 11.
LENTE, Mario
1979a. «Contacta 79». El Comercio. Lima: 15 de julio de 1979. p. 36. (Columna «Mundo artístico»).
* MANIGRASSO, Giuseppe
1979. «Signo x signo». En: Signo x signo. Lima: Instituto Italiano de Cultura, julio de 1979. (Catálogo
de la exposición de mismo nombre).
EL COMERCIO
1979e. «Muestra de arte ‘Signo x signo’ inaugura Instituto Italiano hoy». El Comercio. Lima: 16 de
julio de 1979. p. 9.
130
1980
* LAUER, Mirko.
1980. «Arte al paso: Tome uno». Lima: s.f. [mayo de 1980]. 1 p. (Volante circulado en la exposición
Arte al paso).
CARETAS
1980. «Imogen Sieveking y grupo experimental». Caretas 599. Lima: 14 de mayo de 1980. pp. 76-77.
(Sobre la exposición Arte al paso).
[FREIRE, Luis]
1980a. « ‘ARTE AL PASO’ desde esta noche». El Diario de Marka. Lima: 14 de mayo de 1980. p. 19.
(Columna «Galerías secretas»).
* [FREIRE, Luis]
1980b. «¿Es arte popular o ‘Pop Art’?: La alfombra de latas de ‘Fórum’». El Diario de Marka. Lima: 18
de mayo de 1980. p. 19. (Comentario a la exposición Arte al paso y entrevista a los expositores).
[FREIRE, Luis]
1980c. «La propuesta de ‘Arte al paso’». El Diario de Marka. Lima: 18 de mayo de 1980. p. 19.
EXPRESO
1980. « ‘Arte al paso’ en Fórum». Expreso. Lima: 23 de mayo de 1980.
[WUFFARDEN, Luis Eduardo] W.R.
1980a. «Arte al paso». Última Hora. Lima: 24 de mayo de 1980. (Columna «Pintura fresca»).
* FERNÁNDEZ ARCE, Antonio
1980. «‘Arte al paso’ en Miraflores: Viene del pueblo, va hacia el pueblo». Expreso. Lima: 26 de
mayo de 1980. (Comentario y entrevista a los expositores de Arte al paso).
131
CASTRILLÓN, Alfonso
1980. «Arte al paso o la crítica al paso». El Caballo Rojo 3, suplemento de El Diario de Marka. Lima: 1
de junio de 1980. pp. 8-9.
* LAUER, Mirko, et altere
1980. Mirko Lauer, Armando Williams y Taller de Arte Experimental de Barranco. Sin título
[Contra el oscurantismo y la reacción]. Lima: 15 de junio de 1980. 2 pp. (Mímeo). (Manifiesto al
estudiantado de la Escuela Nacional de Bellas Artes).
* FALLA, Ricardo
1980. «El artista y la época: Un ‘huayco’ de creación colectiva». Crónica Cultural 4, suplemento de
La Crónica. Lima: 21 de setiembre de 1980. p. VI. (Comentario y entrevista al taller E.P.S. Huayco).
[FREIRE, Luis]
1980d. «La Empresa de Propiedad Social Huayco [...]». El Diario de Marka. Lima: 16 de octubre de
1980. p. 16. (Columna «Galerías secretas»). (Sobre un sorteo de obras para la financiación del
proyecto Sarita Colonia).
WUFFARDEN, Luis Eduardo
1980b. «Artes plásticas en 1980: Balance». La Prensa. Lima: 21 de diciembre de 1980.
1981
[FREIRE, Luis]
1981a. «Los miembros del taller ‘Huayco’ E.P.S. llevarán a cabo [...]». El Diario de Marka. Lima: 10 de
enero de 1981. p. 18. (Columna «Breviario»). (Sobre la encuesta de preferencias estéticas de un
público urbano organizada por E.P.S. Huayco).
[FREIRE, Luis]
1981b. «Trece fueron las preguntas [...]». El Diario de Marka. Lima: 14 de enero de 1981. p. 18.
(Columna «Breviario»), (Sobre la encuesta de preferencias estéticas de un público urbano
organizada por E.P.S. Huayco).
DIEZ ASTETE, Álvaro
1981. «La imagen milagrosa». Marka 204. Lima: 14 de mayo de 1981. pp. 26, 33, 34. Reproducido
en: E.P.S. Huayco 1981. (Sobre Sarita Colonia en la religiosidad popular y en la obra de E.P.S.
Huayco).
CASTRILLÓN, Alfonso
1981. «Reflexiones sobre el arte conceptual en el Perú y sus proyecciones». Revista. Medellín:
1981. pp. [41]-44. Reproducido en: Lienzo III, 3/4. Lima: Universidad de Lima, abril de 1982. pp.
65-75. También en: Letras 48 (88-89). Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1985. pp.
21-29. También en: Castrillón 2001: 181-190.
* E.P.S. HUAYCO
1981a. Arte al paso. Locarno: Edizioni Flaviana, octubre de 1981. s.p. [12 pp.]. (Catálogo que
acompaña al video de mismo nombre, dirigido por Francisco Mariotti y Lorenzo Bianda:
recopilación en veintiocho minutos de los principales proyectos de E.P.S. Huayco. Edición
bilingüe, castellano/aleman. Incluye: Introducción. «Manifiesto del festival de arte total Contacta
79 realizado en Barranco, julio de 1979, Lima-Perú». Manuel Lajo L., «Trasnacionales y
alimentación en el Perú: El caso de la leche». «Opina Mirko Lauer sobre Arte al paso». «Encuesta
sobre preferencias estéticas de un público urbano». Alvaro Diez Astete, «La imagen milagrosa».
También las citas de Juan Acha, Alfonso Castrillón, Néstor García Canclini, Mirko Lauer, Federico
Morais y Nicos Hadjinicolau incorporadas a la exposición Arte al paso de 1980).
132
[FREIRE, Luis]
1981c. «Artistas barranquinos harán mural en Vitarte: Como parte del Festival Arte Total». El
Observador. Lima: 31 de octubre de 1981.
VARIOS
1981. Propuestas II. Lima: noviembre de 1981. (Catálogo de la exposición colectiva de mismo
nombre. Incluye textos de Alfonso Castrillón, Wiley Ludeña, y las organizadoras de la muestra:
Lucy Angulo, Nana de la Fuente y Charo Luza).
LA REPÚBLICA
1981. «Propuestas II en el Museo de Arte». La República. Lima: 18 de noviembre de 1981.
(Entrevista a las organizadoras de Propuestas II).
LAMA, Luis
1981a. «Ver para creer». Caretas 674. Lima: 23 de noviembre de 1981. p. 71. (Sobre Propuestas II).
[SALAZAR DEL ALCÁZAR, Hugo y Gustavo Buntinx] Desidero Sue y Sebastián Gris
1981. «¿Qué se propone Propuestas II? El Observador. Lima: 27 de noviembre de 1981. p. VI.
ROMUALDO, Alejandro
1981. «Por amor al arte: Propuesta II». La República. Lima: 27 de noviembre de 1981. (Columna
«Comentarios Reales»).
FREIRE, Luis
1981d. «Incendiar el museo, poner pornografía». El Observador. Lima: 28 de noviembre de 1981.
(Crónica e interpretación del libro de comentarios de Propuestas II).
LAMA, Luis
1981b. «Aquí y ahora». Caretas 675. Lima: 30 de noviembre de 1981. p. 68. (Sobre Propuestas II y la
intervención de E.P.S. Huayco en esa muestra).
JARQUE, Fietta
1981. «Debate: Nuevas tendencias en la plástica peruana». El Observador. Lima: ¿2 de diciembre de
1981? (Informe no siempre exacto sobre la mesa redonda organizada por Propuestas II con Jorge
Bernuy, Gustavo Buntinx (Sebastián Gris) y Pablo Macera.
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1981. «Propuestas II: Un balance». El Observador. Lima: 6 de diciembre de 1981. p.12.
SANTIVÁÑEZ, Róger
1981. «Propuestas 11 para una ruptura». El Diario de Marka. Lima: 15 de diciembre de 1981.
* E.P.S. HUAYCO
1981b. «Huayco encontrado». Caretas 678. Lima: 21 de diciembre de 1981. pp. 17, 81. (Carta de
E.P.S. Huayco en respuesta a la crítica de Luis Lama sobre Propuestas II [Lama 1981b]. Texto y
título modificados por los editores de la revista).
1982
LAMA, Luís
1982. «Crisis». Caretas 681. Lima: 18 de enero de 1982. pp. 58-59. (Sobre la escena artística y E.P.S.
Huayco).
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1982a. «Reencuentros y alternativas». Testimonio 2. Lima: 22 de marzo de 1982. p. 59. (Sobre la
exposición individual de Armando Williams, con referencias a E.P.S. Huayco).
JARQUE, Fietta
1982a. «Armando Williams: A cada público lo que corresponde». El Observador. Lima: 24 de marzo
de 1982. (Entrevista).
133
ROBERT, Susana
1982. «Das andere Gesicht Amerikas». Neue Zürcher Nachrichten. Winterthur: 26 de mayo de 1982.
p. 23. («La otra cara de América»: sobre la exposición de arte latinoamericano en la Rote Fabrik -
Fábrica Roja- de Zürich con participación de E.P.S. Huayco).
KILLER, Peter
1982. «Weit von ‘neuer Wildheit’ weg: ‘Bilder aus & über Lateinamerika’ in der Roten Fabrik».
Tager Anzeiger. Zurich: mayo de 1982. p. 23. («Lejos del ‘nuevo salvajismo’»: sobre la exposición de
arte latinoamericano en la Rote Fabrik-Fábrica Roja— de Zürich con participación de E.P.S.
Huayco).
BUNTINX, Gustavo
1982b. «Huayco de ilusiones». U-tópicos 1. Lima: octubre de 1982. p. 5. (Título original: «Huayco:
Una experiencia a rescatar»).
E.P.S. HUAYCO
1982a. «Proyectos: ‘Arte al paso’». U-tópicos 1. Lima: octubre de 1982. p. 8. (Ficha técnica).
E.P.S. HUAYCO
1982b. «Proyectos: ‘Sarita Colonia’». U-tópicos 1. Lima: octubre de 1982. p. 8. (Ficha técnica).
LUDEÑA, Wiley
1982. «Proyectos: ‘Lima en un árbol’». U-tópicos 1. Lima: octubre de 1982. p. 8. (Ficha técnica).
CASTRILLÓN, Alfonso
1982. «Proyectos: ‘Arte furtivo’». U-tópicos 1. Lima: octubre de 1982. p. 8. (Ficha técnica).
FREIRE, Luis
1982. «Sarita Colonia y la Mujer Maravilla». Carteles, suplemento de El Observador. Lima: 6 de
octubre de 1982. p. V. (Sobre las calcomanias populares con breves alusiones a E.P.S. Huayco).
[BUNTINX, Gustavo] Rubén Armagno
1982c. «Otras subversiones a ‘Micaela’». Carteles, suplemento de El Observador. Lima: 13 de octubre
de 1982. p. V. (Título original: «Nuevas subversiones de Micaela»).
JARQUE, Fietta
1982b. «Herbert Rodríguez: ‘Me gusta la anarquía’». Carteles, suplemento de El Observador. Lima: 17
de noviembre de 1982. p. IV. (Entrevista).
1983
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1983a. «Un orden nuevo y restaurado». U-tópicos 2/3. Lima: enero de 1983. p. 15. (Balance artístico
de 1982 con alusiones a la experiencia anterior de E.P.S. Huayco).
LUDEÑA, Wiley
1983. «Proyectos: ‘Micaela: 3 x 3 x 5’». U-tópicos 2/3. Lima: enero de 1983. p. 15. (Ficha técnica).
FREIRE, Luis
1983a. «El carro achorado del corso 83». El Observador. Lima: 9 de marzo de 1983. p. 22. (Sobre la
participación de artistas antes vinculados a E.P.S. Huayco en las festividades de carnaval
propiciadas por la Municipalidad de Lima).
FREIRE, Luis
1983b. «De cómo el Gral. Velasco reventó el ‘¡Pop! Art». El Observador. Lima: 23 de marzo de 1983.
p. 21.
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1983b. «Un sendero crí(p)tico en el grabado». La República. Lima: 12 de abril de 1983.
134
VARIOS
1983. «Guerra barranquina». Caretas 753. Lima: 20 de junio de 1983. (Carta al Director sobre el
destino de un inmueble en el distrito de Barranco. Entre los firmantes aparece el ya inexistente
E.P.S. Huayco).
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1983c. «Una experiencia extrema en nuestro arte». El Caballo Rojo 172, suplemento de El Diario de
Marka. Lima: 28 de agosto de 1983. pp. 10-11. (Sobre el grupo Chaclacayo, con referencias a E.P.S.
Huayco).
1984
FREIRE, Luis
1984. «Charo Noriega: Violencia con sordina». El Observador. Lima: 22 de enero de 1984. p. XII.
BUNTINX, Gustavo
1984. «Lo popularen la pintura: Charo Noriega en Fórum». La República. Lima: 29 de enero de 1984.
BUNTINX, Gustavo
[1984] 1983. «¿Entre lo popular y lo moderno? Alternativas pretendidas o reales en la joven
plástica peruana». Hueso Húmero 18. Lima: Mosca Azul, [julio de 1984] julio-setiembre de 1983. pp.
[61]-85.
FREIRE, Luis
[1984] 1983. «Herbert Rodríguez, azote y azucar con el sistema». Hueso Húmero 18. Lima: Mosca
Azul, [julio de 1984] julio-setiembre de 1983.pp.168-175.
LAMA, Luis
[1984] 1983. «Los años de la resaca». Hueso Húmero 18. Lima: Mosca Azul, [julio de 1984] julio-
setiembre de 1983. pp. [134]-146.
LEDGARD, Reynaldo
[1984] 1983. «La pintura de Charo Noriega: Una poética de la conciencia». Hueso Húmero 18. Lima:
Mosca Azul, [julio de 1984] julio-setiembre de 1983. pp. 176-183.
SALAZAR DEL ALCÁZAR, Hugo
[1984] 1983. «Veleidad y demografía en el no-objetualismo peruano». Hueso Húmero 18. Lima:
Mosca Azul, [julio de 1984] julio-setiembre de 1983. pp. [112]-121.
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BUNTINX, Gustavo
1985a. «Arte joven peruano: El post-velasquismo pictórico». Arte en Colombia 26. Bogotá: febrero
de 1985. pp. 42-47. (Versión de Buntinx [1984] 1983).
SANTIVÁÑEZ, Róger
1985. «El arte pop-conceptualista». Oiga, 216 V etapa. Lima: 4 de marzo de 1985. p. 72.
FERNÁNDEZ, Carlos y María Germana
1985a. «Patear el tablero cultural: Entrevista a Sebastián Gris». El Diario de Marka. Lima: 5 de mayo
de 1985. (Primera parte de una entrevista a Gustavo Buntinx, con referencias a E.P.S. Huayco).
FERNÁNDEZ, Carlos y María Germaná
1985b. «Arte y no arte». El Diario de Marka. Lima: 12 de mayo de 1985. p. 10. (Segunda parte de una
entrevista a Gustavo Buntinx, con referencias a E.P.S. Huayco).
135
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Nuevo Diario. Lima: 31 de agosto de 1986.
[BUNTINX, Gustavo] Sebastián Gris
1986. «¿Modernidad o nostalgia?: Museo de Arte Contemporáneo». Caballo Rojo 3 (segunda época),
suplemento de La Razón. Lima: 12 de octubre de 1986.pp.10-11.
MIRÓ QUESADA, Roberto
1986. «Arte urbano: Lo popular que viene del futuro». Socialismo y Participación 36. Lima:
diciembre de 1986. pp. [57]-62.
1987
BUNTINX, Gustavo
1987. «La utopía perdida: Imágenes de la revolución bajo el segundo belaundismo». Márgenes 1.
Lima: SUR, marzo de 1987. pp. 52-98.
SANT1VÁÑEZ, Róger
1987. «La influencia de Huayco: En la pintura joven». El Diario. Lima: 10 de mayo de 1987. pp. 8-9.
1988
MALCA, Óscar
1988. «Post Huayco: Herbert Rodríguez, desde las fronteras del circuito comercial». Caretas 1026.
Lima: 3 de octubre de 1988. p. 65.
1989
FRISANCHO, Jorge
1989. «Quique Polanco: La pintura peruana ha sido estéril». El Nacional. Lima: 1 de octubre de
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BUNTINX, Gustavo
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136
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1989. (Sobre el taller N.N y E.P.S. Huayco).
1990
BUNTINX, Gustavo
1990. Sueños húmedos. Lima: 4 de marzo de 1990. (Afiche-catálogo de Parece que va’ llover,
exposición individual de Juan Javier Salazar).
ÁNGELES, César
1990. « Tenemos ídolos de barro’: Juan Javier Salazar y la lluvia». La República. Lima: 11 de marzo
de 1990. p. 21. (Entrevista).
VILLACORTA, Jorge
1990. «El fabuloso animal peludo». Lima: Página Libre. 18 de marzo de 1990. p. C14. (Entrevista a
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SANTIVÁÑEZ, Róger
1990. «‘Juanito’: La moda no incomoda». Página Libre. Lima: 5 de abril de 1990. p. 30. (Breve
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SOTO, Mary
1991. «Charo Noriega: ‘La aventura entre la tela y yo’». El Peruano. Lima: 1 de febrero de 1991. p.
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SANTIVÁÑEZ, Róger
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BUNTINX, Gustavo
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BUNTINX, Gustavo
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(versión ampliada). (Sobre la evolución de la iconografía de Sarita Colonia, con alusiones a E.P.S.
Huayco. Primera versión presentada en 1991 en el simposio internacional Identidade artistica e
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2001b. «Los signos mesiánicos: Fardos y banderas en la obra de Eduardo Tokeshi durante la
República de Weimar peruana (1980-1992). (Más dos postdatas)». En: Micromuseo 1. Lima: abril de
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2001. ¿El ojo de la navaja o el filo de la tormenta? Lima: Universidad Ricardo Palma, 2001.
(Recopilación de artículos que omite su único escrito sobre E.P.S. Huayco [Castrillón 1980] pero
incluye textos alusivos a otras experiencias vinculadas).
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2001. «¿Menos o más?: Pobreza y ética visual. La interesante propuesta del colectivo Piensa».
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2002. Franquicias imaginarias: Las opciones estéticas en las artes plásticas en el Perú de fin de siglo. Lima:
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2004a. E.P.S. Huayco: Una retrospectiva. Lima: abril de 2004. (Carpeta de textos e imágenes impresos
digitalmente para la difusión de los contenidos y sentidos de la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
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2004. «Huayco E.P.S.: Una retrospectiva». Orbe 3, 23. Lima: abril de 2004. (Reproduce, con
variantes, la nota de prensa).
MÉNDEZ, Juan Carlos
2004. «Avalancha plástica». Caretas 1825. Lima: 7 de abril de 2004. pp. 62-63. (Entrevista a Gustavo
Buntinx, a propósito de la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
TRIVELLI, Cario
2004. «Lo que el Huayco nos dejó». El Comercio. Lima: 19 de abril de 2004. (Sobre la retrospectiva
de E.P.S. Huayco).
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2004. «Huayco E.P.S.: La revolución del arte». Expreso. Lima: 20 de abril de 2004. (Entrevista a
Francisco Mariotti y Gustavo Buntinx -aunque se omite mencionar a este último— a propósito de
la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
EL PERUANO
2004. «El regreso de Huayco: Una mirada al pop ‘achorado’». El Peruano. Lima: 20 de abril de 2004.
(Entrevista a Gustavo Buntinx, a propósito de la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
LAMA, Luis
2004a. «B.O.X.» Caretas. Lima: 22 de abril de 2004. p. 43. (Columna «Artes & ensartes»). (Sobre la
retrospectiva de E.P.S. Huayco y otras exposiciones).
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200.4 «Temporada de Huayco». Somos 907, suplemento de El Comercio. Lima: 24 de abril de 2004.
pp. [80]-[83]. (Sobre la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
ROMÁN, Elida
2004. «Historia viva». El Comercio. Lima: 2 de mayo de 2004. p. C22. (Sobre la retrospectiva de
E.P.S. Huayco).
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2004. «Taller de Huayco E.P.S. (1980-1983) [sic]: El progresismo politico y estético». Expreso. Lima:
11 de mayo de 2004. (Sobre la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
CHUECA, José Gabriel
2004. «Francisco Mariotti: Pienso que aquí el arte ‘achorado’ ya es obsoleto». Perú 21. Lima: 12 de
mayo de 2004. (Entrevista, a propósito de la retrospectiva de E.P.S. Huayco).
LAMA, Luis
2004b. «El foco». Caretas 1825. Lima: 27 de mayo de 2004. (Columna «Artes & ensartes»). (Sobre la
retrospectiva de E.P.S. Huayco y otras actividades realizadas en el Centro Cultural de España).
141
CASTRILLÓN, Alfonso
2004. La generación del ochenta: Los años de la violencia. Lima: Instituto Cultural Peruano
Norteamericano, julio de 2004. (Catálogo de la exposición de mismo nombre).
BUNTINX, Gustavo
2004b. País del mañana: Utopía y ruina en la guerra civil peruana (1980-2000). Lima: Museo de Arte del
Centro Cultural de San Marcos, agosto de 2004. (Catálogo de la exposición de mismo nombre).
BUNTINX, Gustavo
2004c. «La inteligencia visual de Polanco». En: Varios. Polanco: Muestra antológica 1980-2004. Lima:
Banco Sudamericano e Instituto Cultural Peruano Norteamericano, setiembre 2004. pp. 14-29.
142
Documentos. E. P. S. Huayco y
antecedentes
143
LA REFORMA DE LA ENBA
CONCEPCIÓN Y DESARROLLO DE PROYECTOS DE ARTE Y COMUNICACIÓN i
Francisco Mariotti
ANTECEDENTES Y OBJETIVOS
3 En un trabajo de investigación racional y objetivo dentro de las artes plásticas, la
producción de obras de arte puramente estéticas no se justifica. La estética debe
considerarse como un componente esencial dentro de la compleja estructura de las
ciencias de la comunicación visual.
4 Por otro lado, la creación de obras de arte como manifestaciones subjetivas de
liberación individual, no se justifica dentro del desarrollo politico-cultural, intelectual y
científico del hombre, ya que la sociedad nos demuestra claramente que la aparente
libertad en la creación artística ha llevado a un distanciamiento siempre mayor entre el
artista y la sociedad. En muchos casos, la obra de arte se ha convertido en un tabú, que
sólo llega a ser descifrado por una elite cultural; en un signo de distinción, mecanismo
de poder y producto de especulación comercial.
5 Es conveniente transformar esta libertad tolerada del arte y del artista, en una libertad
conscientemente aceptada por la sociedad. Para esto es indispensable una
objetivización del trabajo artístico, con la finalidad de evitar que por falta de
objetividad y de trabajo científico, la obra de arte resulte incomprensible y
prácticamente inútil para la sociedad.
6 El arte concebido como ciencia de comunicación visual deduce sus medidas y criterios
entre otros de la sociología, antropología y cibernética y puede estar íntimamente
145
METODOLOGIA
7 Dentro de este trabajo de análisis de fenómenos visuales y estéticos con la finalidad de
transformarlos en elementos de comunicación e información, se generan
composiciones, dibujos, modelos y maquetas que por su concepción creativa y original
así como por su contenido y belleza son comprendidos como obras de arte y pueden ser
presentados al público ya sea en museos, galerías, ferias, etc.
8 Los alumnos interesados en seguir el curso en mención se constituirán en grupos de
trabajo, concebirán y desarrollarán sus propios proyectos, elaborando tanto la parte
teórica como la práctica en forma de textos, dibujos, modelos y maquetas, catálogos,
afiches y otros.
9 Las clases se realizarán los días martes y jueves de 11 a 13 horas.
Francisco Mariotti
16 agosto 1976
NOTAS FINALES
i. Francisco Mariotti. Concepción y desarrollo de proyectos de arte y comunicación. Lima: agosto de
1976. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Sumilla del curso ofrecido por
Mariotti en la Escuela Nacional de Bellas Artes durante la frustrada reforma de esa academia
ensayada bajo la Dirección de José Bracamonte Vera).
146
PARÉNTESIS: MECENAS
DECLARACIONES
TRES AVISOS
PARENTESIS
1 Plásticos buscan: / MECENAS / Mecenas: Persona influ- / yente que protege a los/
artistas. Teléf. 67-5912.1
2 PLÁSTICOS BUSCAN: / MECENAS/ Sujeto Sensible, / Interesado en financiar / proyectos
de Arte / Pedro de Osma 112 / Telf. 67-5912 - Barranco. 2
3 N° 3 Plásticos Buscan: / MECENAS I Persona sensible, interesa- / da en apoyar proyectos
de / ARTE - Grupo de Arte ( ) / Pedro de Osma 112 - / Barranco - Telf. 67-5912. 3
ellos han estado o estarán presentando en las últimas semanas, sus primeras
exposiciones individuales en diferentes galerías limeñas.
17 A diferencia de los grupos o movimientos artísticos a los que estamos acostumbrados,
«Paréntesis» es un equipo que no se mueve en grupo, «porque perderíamos nuestra
concepción individual», afirma [sic]. De ahí quizá –y esto es lo que más destaca de estos
artistas- que todos posean un singular talento. Ya sea[n] los dibujos con pintura
asfáltica de «Cuco» Morales, o el arte neo-figurativo de Lucy Angulo, o los enormes
cuadros conceptualistas de Juan Javier, las obras de estos jóvenes tienen un sello
artístico indiscutible.
18 «Paréntesis», entre otras cosas, ha decidido que «la experiencia artística sobrepasa al
exponer en galenas, pues un artista tiene la necesidad de participar activamente con su
arte». «Queremos despertar la sensibilidad de la gente», dice Lucy, «ya que este tipo de
sociedad de concreto invade tanto que vuelve maquinal a las personas».
19 En cuanto al aviso solicitando mecenas, el grupo recibió muchas llamadas de personas
aparentemente influyentes o que presumían de gran chequera; sin embargo todo hasta
ahora ha sido puro bluf.
20 [Ilustrado con cuatro fotografías:
• Angulo, Morales, Noriega y Salazar exhibiendo un letrero con la palabra «MECENAS» entre paréntesis.
Epígrafe: «‘Grupo Paréntesis’: ‘En este país todo el mundo considera que le está haciendo un favor al
artista cuando le compra un cuadro’».
• Obra de Angulo. Epígrafe: «Lucy: ‘He dejado un poco el elemento formal para lograr algo más
vivencial. La soledad colectiva, por ejemplo’».
• Obra de Bedoya. Epígrafe: «Fernando: ‘Un planteamiento de la humanización de ¡a naturaleza’».
• Obra de Morales. Epígrafe: «Cuco: ‘El dibujo debe resumir y poder dar lo máximo en un mínimo de
líneas’»].
27 Salazar– Primero, entablar una comunicación con la gente más relacionada con el arte-
vida.
28 Lucy–Específicamente, ya hemos empezado este trabajo. Estamos buscando un Mecenas,
pero no con la concepción tradicional del Mecenas: como lo entendemos, los Mecenas
pueden ser personas o instituciones que apoyen proyectos colectivos de investigación
de Arte y Comunicación, y estimular el trabajo.
29 Salazar– Es importante centralizar toda la información sobre Estética, que está
desperdigada. La idea es que el arte lo están manejando sólo como un sistema
comercial, donde el artista es dependiente. Hemos pedido permiso a la Municipalidad
de Miraflores para hacer un espectáculo en la calle. El permiso ha sido negado.
30 Lucy – La actividad de un artista no sólo debe comenzar y terminar en una galena. La
galería es una parte del desarrollo, es un soporte más.
31 Bedoya – Estamos tratando todos los medios. Vamos a intentar realizar un concurso. Lo
cual, es una respuesta real. Por lo menos, un intento de mostrar la realidad más amplia.
32 – Concursos se han hecho y se hacen. Ésa no es ninguna novedad. Bedoya – Pero no en
términos de florecimiento critico, sin las restricciones formales (Pintura, Escultura). No
hay aquí ninguna revista de Arte, no hay críticos, no hay un Museo Moderno. Lo que
queremos es generar una integración entre los artistas, las instituciones y los sectores
populares.
33 – ¿Cómo han logrado ya esta integración los seis miembros de vuestro grupo? Bedoya - Cada
uno en forma independiente, al mismo tiempo que colectivamente, en base a problemas
comunes, relacionados con el hombre y el ambiente.
34 Salazar – Mi campo específico es la Investigación. Lo que muestro en «Trapecio» es un
estudio basado en investigaciones de semántica sobre los símbolos y las relaciones
conceptuales. El tema es Lima, y dentro de eso, el flujo creativo de los sectores
populares que le han dado un carácter por lo cual me atrevería a decir que Lima es un
Turrón de Doña Pepa visto desde la Luna.
35 Lucy – Yo también enfoco un problema urbano. He tratado a la gente y su peripecia
dentro de los microbuses, enfocado desde el punto de vista existencial.
NOTAS
1. Paréntesis. «Plásticos buscan mecenas.» El Comercio. Lima: sábado 10 de marzo de 1979. (Aviso
económico en la sección «Cultural»).
2. Paréntesis. «Plásticos buscan: Mecenas». El Comercio. Lima: domingo 18 de marzo de 1979. p. 31.
(Aviso económico en la sección «Avisos»).
3. Paréntesis. « № 3 Plásticos buscan: Mecenas». El Comercio. Lima: domingo 25 de marzo de 1979.
p. 39. (Aviso económico en la sección «Cultural»).
150
NOTAS FINALES
i. [Luis Freiré]. L. F. «Pintores buscan mecenas con aviso en un diario: Tienen ya varias llamadas».
La Prensa. Lima: 4 de abril de 1979. p. 17. (Comentario y entrevista al grupo Paréntesis).
ii. «Pintores peruanos buscan mecenas». Mujer 37. Lima: abril de 1979. (Sección «Estrellas»).
(Comentario y entrevista al grupo Paréntesis).
iii. [Alfonso La Torre] Seymour. «Lucy Angulo y [Juanl Javier Salazar». Dominical, suplemento de
El Comercio. Lima: 15 de abril de 1979. pp. 23-24. (Sección «Diálogo con el arte»). (Entrevista, con la
intervención adicional de Fernando Bedoya).
151
SIGNO X SIGNO
Giuseppe Manigrasso, Patricia López Merino, Hugo Salazar del Alcázar y
Armando Williams
1 «Lima: ¿qué significado puede adquirir en estas cuatro paredes?». (Patricia López-
Merino).
2 «Antes que una propuesta terminada y/o terminante, los trabajos que presentamos
configuran para nosotros un universo de referencias a signos y señales de la escena
urbana, a la percepción de la ciudad, de sus obradores, a las incongruencias entre la
ciudad soñada y la ciudad realizada por generaciones y generaciones que se alzaron
sobre las utopías de las anteriores: como un sueño aplastado por otro sueño». (Hugo
Salazar del Alcázar).
3 «Lugares tomados, los parques en Lima, centro de verdaderas manifestaciones
populares. Islas y pequeños continentes, corazones de la ciudad, pulsos y relojes, ser de
provincias, ser de Lima, trasmutaciones, plaga». (Armando Williams).
NOTAS FINALES
i. Patricia López Merino, Hugo Salazar del Alcázar, Armando Williams. [Tres textos inéditos]. Lima:
julio de 1979. (Ms., archivo Micromuseo [«al fondo hay sitio»]). (Textos preparados para el
catálogo de la exposición Signo x signo, pero no incluidos en él).
ii. Giuseppe Manigrasso. «Signo x signo». En: Signo x signo. Lima: Instituto Italiano de Cultura,
julio de 1979. (Catálogo de la exposición de mismo nombre).
153
CONTACTA 79
Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar
VOLANTE-MANIFIESTO
CONTACTA 79. 27-30/ 7i
Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar
Declaración
1 Contacta 79 es un Festival de Arte Total que incorpora a las artes tradicionales conocidas
como la pintura, la escultura, música, teatro, danza y literatura, la riqueza tradicional y
la evolución permanente de nuestras expresiones artísticas populares, las nuevas
técnicas y sus posibilidades materiales de masificación. La fotografía, el cine, la cinética,
la cibernética, la música electrónica, el vídeo arte, la poligrafía, etc. Las artes aplicadas
de estrecha relación con lo cotidiano, la arquitectura, el diseño gráfico, el diseño
industrial y el periodismo, así como los procesos rituales de la vida diaria en sus
posibilidades creativas, dándose así mismo una importancia especial al trabajo
experimental de grupos desarrollado en los últimos tiempos.
2 Como consecuencia del desarrollo tecnológico, científico y social se precisan soluciones
innovadoras que se opongan a la neutralización de la cultura. La creación de una
cultura que responda a las necesidades, intereses y aspiraciones de nuestra sociedad,
plantea exigencias de calidad y masividad que sólo pueden resolverse si se crean las
condiciones mínimas para la producción artística a gran escala.
3 Contacta como movimiento plantea colaborar activamente con la tarea de crear la base
material indispensable para nuestro desarrollo cultural para dar paso a un avance
artístico masivo basado en nuestras raíces nacionales y de afirmación de la identidad
común latinoamericana y con posibilidades de proyección internacional conscientes de
que el arte como proceso de aprehensión y conocimiento de la realidad desempeña
destacado papel ideológico, educativo e informativo.
154
Contacta propone:
AFICHE-MANIFIESTO
CONTACTA 79ii
Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar
Manifiesto:
Contacta propone:
Lucila Li
Julio Eduardo Becerra
Carolina Cervantes
Valeriano Paselo
José Carlos Ramos
Javier Cano
Juan Gómez
Jannecke Christianes
Juan Colmenares
Hilda Reinoso More
Perci Poppe
Lucy Angulo Laffose [Lafosse]
Rubén Darío Abaría
Martha Vértiz
Fortunato Torres
Willy Niquen
Dolores Cuba de Zevallos
Fernando Bedoya
Pilar Lanao
Iris Arregui
CENECAPE Carlos Cueto Fernandini
Herbert Rodriguez
Humberto Tripe
Javier Schiaffino
César More
Federico Morón
Juan Manuel Reyes
Maria del Carmen Herrera
Elsa Bartra
Inés Elejalde
Ana María Rivas
Jonchi Pinzas
Nancy Maya
Pedro Espinoza Crovetto
María Luisa Checca [Checa]
Victor Delfin
Fernando Castro
Maria Luy Mariotti
Jorge García
Carmen Rosa Gonzales
Adi Barandiarán
Alicia Pardo F.
Jorge Volkerts
Bernardo Chavez de la Torre
Alberto Durant
Rony Alhalel Lender
Kurt Rosenthal
Luis La Hoz
Universidad de Lima
Giovanni Ormasabal
Nora de Izcue
Roberto La Madrid
CCOMUNAL
Peña Amador
Karin Rannenberg
Grupo WARI
Azucena Rodrigues
Primitivo Evanan
Ricardo Alayo
Grupo Pucará
Luis Zevallos
Luis Meneses
Hugo Alegre
Óscar Mercado
Javier Peñalosa Hernani
Walter La Madrid
Eduardo Ayala
Carlos Vega
Constantino Bayén
Ciro de la Vega
Franco Vella
Maria Pereira
Carlos Salazar
Hernán Vega
Augusta Vella
Hugo Galdos
Manuel Zebrián [Cebrián]
Norberto Tejada
Jorge Arana
Luis Gutiérrez
Ana Regazzoli
Moisés Irribarren
Jorge Merina
Juan Chinchay
José Torres
Luis Segura
Italo Torres
Raúl Avellaneda
Juanina Velásquez
Amelia de Durand
Lone Lotte Jans
Félix Flores
Guillermo Bravo
Beatriz Quinteros
Roberto Cores
157
NOTAS FINALES
i. [Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar]. Contacta 79: 27-30 / 7. Lima: 20 de
julio de 1979. 2 pp. (Volante-manifiesto redactado sobre la base de documentos de la Revolución
Cubana).
ii. [Fernando Bedoya, Francisco Mariotti y Juan Javier Salazar]. Contacta 79. Lima: 27-30 de julio de
1979. (Afiche-manifiesto. Incluye manifiesto redactado sobre la base de documentos de la
Revolución Cubana. También listas de participantes y auspiciadores). Diseño gráfico: Eliseo
Guzmán.
158
VOLANTE-MANIFIESTO
ARTE AL PASO: TOME UNOi
MIRKO LAUER
DECLARACIONES
¿ES ARTE POPULAR O «POP ART»?: LA ALFOMBRA DE LATAS DE
«FÓRUM»ii
LUIS FREIRE
8 Cinco artistas han tejido una alfombra con centenares de latas de Gloria, a la manera de
un mosaico en la Galería «Fórum» de Miraflores. Pero lo que la alfombra dibuja no es el
escudo nacional ni la imagen de una virgen, sino las formas afichescas de una cajita de
salchipapas, esa semi-inmunda mescolanza de salchichas de quien sabe qué animal, con
papas mal fritas y mostaza, que se ha convertido en la otra Nicovita popular.
9 No se trata de artistas populares ni de arte popular, aunque sí de artistas con vocación
crítica y una dirección popular, demasiado teñida quizás del Pop Art de hace muchos
años y de un conceptualismo aplicado a objetos y realidades locales. La muestra se
titula «Arte al Paso» y comprende cinco afiches, la «alfombra» (desarmable y
transportable) y textos de crítica de arte.
10 - ¿La alfombra de latas tiene vinculación deliberada con las alfombras de flores campesinas?
11 Teníamos conciencia de eso. En Lima no hay flores, pero sí muchas latas. La gente que
vino a la inauguración no se atrevía a pisarla, hasta que alguien pasó por encima y el
resto se animó. Es arte para pasar.
12 - ¿Las latas tienen además un significado muy preciso, que Uds. han conservado al mantenerlas
tal y como las encontramos en el basural?
13 Tal como las encontramos no, fueron desinfectadas una por una. ¡Olían...! La lata de
leche tiene un contenido conceptual muy claro. Es un desecho que nos permite
mantener toda una relación con la miseria. Y conste que no estamos estetizando la
miseria, como lo podría[n] hacer Bill Caro y algunos otros.
14 - Que Uds. puedan utilizar estas latas para una obra de arte, con todo su contenido crítico, es al
fin y al cabo, una posibilidad burguesa. Son las mismas latas que otros necesitan recoger para
revenderlas.
15 Cierto, hay todo un mercado del desecho, especialmente en estos tiempos. Pero no es
cierto que seamos los únicos en utilizarlas así. Encontramos en medio del basural, un
perrito construido con latas y chapitas. Y esas canastillas que venden es La Parada,
fabricadas con latas de leche...
16 - Siempre la industria de la miseria, el juguete de la miseria...
17 Pero también son expresiones de la creatividad popular. Hoy, no se puede decir que
haya muchas cosas nuevas, todo se reutiliza.
18 - El catálogo habla de «crítica a las galerías, en el intento de salvarlas de su condición de meros
escaparates para la fugaz transacción comercial...» ¿Quiere salvar [a] «Fórum»?
19 Es un canal importante que no podemos dejar de utilizar. No nos interesa salvar a
ninguna galería, en todo caso, es ella la que tiene que salvarse a sí misma. Sin embargo,
ha habido de parte de «Fórum» una apertura hacia nuestra proposición.
20 Estamos haciendo «arte moderno», pero partiendo de una base social y popular. No
formamos parte de una moda de vanguardia más. Hay, por otro lado, una metodología y
un trabajo de grupo riguroso. Tendemos hacia la integración con nuestra realidad. En el
161
arte popular, el artista está integrado con su medio. Todavía se puede salvar aquí esta
situación.
21 - ¡¿Integrarse?! Pero si ¡o que Uds. hacen es en buena parte extraño a nuestra cultura popular, y
se conecta con preocupaciones muy del arte de los países industrializados... ¿Qué los separa del
Pop Art norteamericano de los 60, del arte conceptual?
22 La preocupación por la desmitificación de las obras de arte es netamente europeo-
americana. Nos hemos cuidado de que no se trate netamente de Pop Art.
23 - ¿De qué manera?
24 Bueno... es difícil de decir... tomamos mucho del arte de una sociedad de consumo. En
cierta forma sí estamos utilizando cosas del Pop Art, pero lo nuestro es mucho más
conceptual.
25 En Estados Unidos, lo popular es el producto industrial por excelencia. Aquí no, aquí lo
popular es intrínsecamente revolucionario. Uno de nuestros propósitos es realizar una
encuesta tipo Av. Abancay sobre nuestras obras.
26 [Ilustrado con una fotografía de Guillermo Orbegoso donde se registra el armado callejero del
mosaico de latas pintadas con ¡a imagen gigantesca de una porción de salchipapas].
NOTAS FINALES
i. Mirko Lauer. «Arte al paso: Tome uno». Lima: s.f. [mayo de 1980]. 1 p. (Volante circulado en la
exposición Arte al paso).
ii. [Luis Freire!. «¿Es arte popular o ‘Pop Art’?: La alfombra de latas de ‘Fórum’». El Diario de Мarka.
Lima: 18 de mayo de 1980. p. 19. (Comentario a la exposición Arle al paso y entrevista a los
artistas).
162
1 La Escuela Nacional de Bellas Artes se encuentra desde hace un tiempo en una profunda
crisis, que es parte de la crisis general del sistema de enseñanza superior en este país.
Le esencia de esa crisis general pivota sobre dos puntos: la clara hegemonía de sectores
reaccionarios en la conducción de las instituciones de enseñanza y el recorte de los
recursos económicos por parte del gobierno central. En el caso específico de la ENBA, a
aspectos generales viene a añadirse el carácter contradictorio de lo que la escuela
misma es: de un lado una corporación de estudiantes instintivamente vinculados a los
aspectos revolucionarios de la vida cultural y de otro un sistema de enseñanza montado
desde 1919 para convertir a esos mismos estudiantes en decoradores de casas y locales
públicos de la burguesía.
2 Es así que el estudiantado de la ENBA mira hacia adelante y se ve enfrentado a dos
situaciones de suma gravedad: por una parte las contradicciones entre las
características de su formación y las posibilidades reales de desempeño de su profesión
una vez fuera de la escuela; y por otra las contradicciones entre una visión del arte y de
su práctica, que se ven obligados a asimilar por obra de un profesorado reaccionario
(artística y políticamente) y la realidad de un arte vinculado a los sectores populares
que cuestiona y desdice el precario sistema de «arte culto» montado en torno del
circuito de las galerías de arte, su público y las instituciones estatales. Es así que la
ENBA resulta a la postre una escuela de desempleados y una barrera para la integración
a los universos y las tareas artísticas del pueblo peruano.
3 Tal situación constituye la perspectiva estratégica de los estudiantes de la ENBA que
hoy vuelven a movilizarse en la lucha por reivindicaciones inmediatas, en un camino en
el que lo inmediato debe ser constantemente articulado con lo que viene después en
163
NOTAS FINALES
i. Mirko Lauer, Armando Williams y Taller de Arte Experimental de Barranco. Sin título [Contra el
oscurantismo y la reacción]. Lima: 15 de junio de 1980. 2 pp. (Mímeo). (Manifiesto al estudiantado de
la Escuela Nacional de Bellas Artes).
165
RICARDO FALLA
El grabado es mucho más masivo que un cuadro, y también el afiche, el que hemos estado
haciendo en grupo. En la actualidad estoy buscando elementos populares».- Mariela
Zevallos.
• «Teorizar sobre mi trabajo, es difícil. No sé qué decir».- María Luy.
• «Nosotros trabajamos más los elementos mágico-religiosos del mundo de la cultura andina,
como necesidad de expresión. Es algo que cada cual desarrolla particularmente, pero
también está presente en todos. El elemento mágico-religioso está en todos nosotros, nos
vincula, pero nos individualiza porque cada cual tiene su forma de tratarlo».- Herbert
Rodríguez.
• «En nuestros trabajos individuales hay similitud evidentemente, en todos nosotros, sobre
todo la búsqueda de elementos populares, mágicos, míticos, cosas de ese tipo. Pero, hay
proyectos concretos como Taller. Por ejemplo, se ha hecho un festival de arte total, con un
manifiesto muy importante donde se aprecia nuestro propósito».-Armando Williams.
3 El Taller de creación plástica «Huayco» EPS, verdadera unidad de autogestión artística,
se encuentra abierto a todo aquél que se defina –al parecer- con lo que parece una
ortodoxia, cual es: el rescatar los más altos valores de nuestra ancestral cultura, luchar
contra todas las formas de alineación que nos impone la sociedad de consumo, y
entregarse de lleno a las formas colectivas del trabajo, sin que ello suponga renunciar a
las manifestaciones particulares de sus integrantes.
4 Bajo un régimen de autofinanciación (sus integrantes cotizan tres mil soles), el Taller
ha realizado una gran exposición en el Parque Universitario, otra en la Galería «Fórum»
y en proyecto está la encuesta sobre cultura con exposición simultánea con los
estudiantes de CC.CC. de la Universidad de Lima y San Marcos. En la actualidad, vienen
laborando un mural, pintado en tarros de leche, de «Sarita Colonia», debido a que su
imagen es –en la definición de sus autores–un claro ejemplo de lo «mágico-religioso» de
nuestra realidad; y, por ello, va a ser colocado en un cerro de la carretera norte.
5 [Ilustrado con fotografías donde se registran la exhibición de grabados en el Centro Histórico de
Lima y el lavado de latas en el taller de Barranco].
NOTAS
1. Falla confunde la radicación de los artistas en Barranco tras la toma y receso de la Escuela
Nacional de Bellas Artes (diciembre 1977) con la consolidación de los proyectos colectivos de
Paréntesis y Huayco (1979-1980).
167
NOTAS FINALES
i. Ricardo Falla. «El artista y la época: Un ‘huayco’ de creación colectiva». Crónica Cultural 4,
suplemento de La Crónica. Lima: 21 de setiembre de 1980. p. VI. (Comentario y entrevista al taller
E.P.S. Huayco).
168
algunos otros artistas quienes venimos desarrollando trabajos plásticos que implican la
investigación concreta de sistemas ideológicos formales en un proceso de creación
biunívoca en el que actúan la colectividad y el profesional de arte más como compositor
que como «creador». Escogimos el Parque Universitario tratando de abarcar a un
público heterogéneo pero mayormente popular. A partir de esta selección, que implica
una opción ideológica y cultural de quienes organizamos el evento, tratamos de
presentar una amplia gama de la producción visual (pintura de galería, de la Av. La
Colmena, afiches, etc.) y realizar una encuesta entre los transeúntes, y posteriormente
entre los participantes, para recabar una información, que si bien tiene un valor de uso
inmediato para nosotros los artistas plásticos, tiene asimismo la importancia de un
trabajo de investigación cultural actualizado y urbano que, sobre la realidad cultural,
pueden llevar a cabo Uds.
3 Para los efectos de esta colaboración nos interesaría ponernos en contacto con
profesores y alumnos de su programa (sobre todo de cursos que impliquen trabajos de
encuesta) a fin de comenzar a coordinar los esfuerzos que sean necesarios para llevar a
cabo este importante proyecto. Nos despedimos en la seguridad de contar con su
colaboración.
Francisco Mariotti
E.P.S. Huayco
Francisco Mariotti
22 Por la importancia social y teórica de este proyecto, descontamos el que usted aceptará
la invitación que por la presente le formulamos, prestando para la realización del
proyecto sus obras más representativas.
23 Por motivos de catalogación de los trabajos se ha fijado como fecha límite de entrega de
las obras, el día jueves 13 de noviembre, en Pedro de Osma № 112, Barranco. Las obras
serán debidamente resguardadas en un ambiente adecuado.
Atentamente.
Dr. Francisco Stastny
Dr. Desiderio Blanco
Sr. Francisco Mariotti
P.S.- El horario de recepción: todos los días, hasta el 13 de noviembre, de 10 am. a 8 pm.
24 [Lista de presuntos destinatarios manuscrita al dorso:
25 1. José Carlos Ramos; 2. Juan Pastorelli; 3. Milner Cajahuaringa; 4. Ciro Palacios; 5. Jorge Oka; 6.
Ramiro Liona; 7. Lucho Zevallos; 8. Pilar Castañeda; 9. Hugo [sic¡ Camandona; 10. Taller E.P.S.
Huayco: - Francisco Mariotti; - Charo Noriega; - Herbert Rodríguez; - María Luy; - Armando
Williams; - Mariela Zevallos].
NOTAS FINALES
i. Carta institucional de Francisco Mariotti dirigida a Desiderio Blanco López, director del
programa académico de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Lima. Lima: 8 de agosto
de 1980. 1 p. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Membrete: E.P.S. Huayco).
ii. Borrador de carta de Óscar Luna Victoria, et al., dirigida a funcionarios de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Lima: segunda mitad de agosto de 1980. 2 pp. (Documento
mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti).
En el registro de la reunión sostenida el 16 de agosto de 1980, el libro de actas del taller
literalmente consigna: «O.L.V. [Óscar Luna Victoria] plantea que carta a la UNMSM parta de los 3
grupos interesados con redacción distinta de la U. LIMA. La carta será redactada por los
estudiantes de S.M. y firmada por representantes de la U. de Lima, de S.M. y del taller. Original y
5 copias para ser entregadas al Vicerrector, a Stastny, a la Dra. Saco y U. Lima para ganar tiempo
debido al paro de la USM.»
iii. Carta institucional de Francisco Mariotti dirigida a Ilse Wisotzki, rector de la Universidad de
Lima. Lima: 1 de setiembre de 1980. 1 p. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti).
(Membrete: e.p.s. Huayco).
iv. Carta institucional de Desiderio Blanco, Francisco Mariotti y Francisco Stastny, dirigida al
Taller E.P.S. Huayco. Lima: 6 de noviembre de 1980. 2 pp. (Documento mecanografiado. Archivo
Luy / Mariotti). (Membrete: Universidad de Lima.).
173
Óscar Luna Victoria, Merli Costa, Caridad Hidalgo, Óscar Jaimes, Rodrigo
Orellana y Francisco Stastny
TAREAS
1. El Grupo Huayco, se plantea como uno de sus trabajos sobre [sic] la relevancia del Código
Popular, nos referimos a la «alfombra» de Sarita Colonia; trabajo que implica una grata
experiencia y un amplio marco receptivo.
2. El grupo Huayco con la U.N.M.S.M. y la Universidad de Lima, tomando en cuenta las
inquietudes teórico-prácticas de los integrantes de dicho grupo, están tratando de abordar
conjuntamente una exposición abierta, que comprende lo siguiente:
A. Buscar un mínimo de acuerdo o concordancia sobre criterios teóricos que se implementarán
en la elaboración de la encuesta.
B. EXPOSICIÓN - ENCUESTA: Exposición que será abierta en el Parque Universitario y la Encuesta
elaborada con criterios que representan el sentir del Grupo Huayco, con respecto a su
experiencia y a la asimilación de lo popular; la implementación técnica a cargo de
estudiantes de la Universidad de Lima, la elaboración de las preguntas con los aportes de los
estudiantes del programa de Arte, además del ordenamiento de la exposición.
C. El baseado de los datos de la encuesta corre a cargo de la Universidad de Lima, que senaria
para prefijar no una crítica individual sobre la plástica Peruana, sino un espectro de la
receptabilidad del sujeto encuestado.
10 Los aportes como Quijano, Bailón, Respaldiza, etc., serían de gran importancia, dado el
carácter único de este trabajo, que se ofrece rico en perspectivas no sólo ideológicas,
artísticas y culturales, sino también sociales.
OBJETIVOS
Consideraciones previas
17 Para que tenga validez científica una encuesta diseñada con el propósito de conducir un
sondeo de opinión en un sector de la población se requiere cumplir con ciertas
condiciones.
1. Las alternativas que se planteen deben ser lo más claras y definidas posible. Si no lo son, las
respuestas serán confusas y las conclusiones serán engañosas.
2. Las alternativas propuestas deben ser limitadas. Mientras mayor sea el número [de]
cuestiones que se desee investigar, mayor será el número de piezas que deberán ser puestas
a la consideración de los sujetos y mayor será el número de preguntas que extenderán
considerablemente el cuestionario. De otro modo los resultados estarán confundidos,
cruzados entre sí, y no habrá manera de saber cuál factor se está midiendo, ni a qué se deben
las respuestas obtenidas.
3. El público a que se dirija la encuesta debe ser definido de la manera más clara posible y los
sujetos identificados según los criterios que se desee explorar.
4. Es necesario contar con un grupo de control a fin de que los resultados de la encuesta
puedan comparase con otros considerados como «standard».
5. La encuesta debe cubrir un número suficiente de sujetos para tener valor estadístico en
relación al conjunto de la población de la cual se ha extraído el muestreo.
¿qué prefiere Ud.: un Tiziano o una cerámica Mochica?; ¿un Rafael o un Leonardo?, no
hay respuestas sencillas. Y si se es obligado a darlas, las conclusiones que se pueden
extraer de ellas serán muy efímeras.
19 Y segundo, porque la obra de arte es, por naturaleza, un objeto extremadamente
complejo compuesto de múltiples factores los cuales ejercen efectos afectivos e
intelectuales muy variables sobre diferentes sujetos. A eso se debe que será siempre
muy difícil conocer la causa real por la cual un individuo o un grupo de personas
responde positivamente a ciertos estímulos artísticos.
20 La idea inicial fue organizar una exposición al aire libre en un lugar populoso con el
objeto de procurar interesar en el arte contemporáneo a un público de nivel popular, y
simultáneamente se propuso medir las reacciones del público por medio de una
encuesta que revelara las preferencias estéticas de aquellos sectores sociales y que
permitiera explorar el lenguaje visual de los espectadores.
Opciones
Comentarios a la opción A
22 Ésta es sin duda la manera más simple y rápida de enfocar el problema. Pero para que
tenga algún valor tendrían que limitarse las propuestas a no más de tres estilos y
presentar en cada uno de ellos un número igual de obras (unas 10 a lo menos) con
características semejantes en cuanto a temas, formatos, tratamiento cromático. De esa
manera quedaría variable tan sólo el factor del estilo y el efecto de éste sería el que se
mediría en la encuesta.
23 Sino se hiciera con ese rigor, no habría ninguna seguridad de qué factor es el que
determina las preferencias del público y no se podría extraer ninguna conclusión útil
de valor general. Tan sólo se sabría que un porcentaje del público ha preferido tal o cual
obra, pero no habría ningún indicio del por qué de esas preferencias.
Comentarios a la opción Β
Para establecer estas hipótesis acerca de las preferencias de los sectores populares, se podría
recurrir al análisis de obras de arte popular actuales o del pasado, como Pancho Fierro,
Martínez Compañón, decoración de mates, de tejidos, retablos, cerámica, las tablas de
Sarhua, pinturas cuzqueñas campesinas del siglo XIX, etc.
2. Seleccionar algunos temas de interés universal que servirían de inspiración para todas las
obras de la muestra. Deberían ser tan sólo dos o tres temas. De esa manera, al establecer
como común denominador los contenidos se aseguraría que no fue simplemente la
preferencia por lo anecdótico lo que guió al espectador en su selección.
Se sugirieron los siguientes temas para escoger: amor (Eros), religión-magia (los misterios),
muerte (Tanatos), política y lo social (Polis), comida (lo crudo y lo cocido).
Es necesario recordar aquí que para un público «no preparado» el tema es determinante en
una obra de arte. Es una expectativa perfectamente lógica y correcta que el espectador se
pregunta primero «¿esto qué significa». En el arte popular campesino los objetos tienen
básicamente valores y contenidos («temas») mágico-religiosos. Incluso el mero ornamento
de un objeto utilitario (flores, arabescos, diseños geométricos) tiene casi siempre un sentido
propiciatorio. El arte popular urbano también es, por lo común, anecdótico o simbólico.
3. Preparar las obras según los criterios establecidos en el punto 1 o.
4. Para establecer una alternativa, se podría invitar a algunos artistas que trabajen en otros
estilos para que preparen obras sobre algunos de los temas predeterminados.
5. La encuesta debería estar formulada de tal manera que se procure medir si las obras fueron
entendidas, además de gustadas. O sea comprobar si se había logrado establecer alguna
forma de comunicación real con los espectadores, ya que el establecimiento de simples
prioridades en las preferencias no es necesariamente un indicio significativo. Una persona
puede, si se le exige, establecer prioridades de preferencias puramente caprichosas acerca
de objetos que en el fondo le son totalmente indiferentes.
6. Antes o después del experimento en el Parque Universitario habría que hacer la misma
experiencia en Miraflores con un público habituado a concurrir a exposiciones del arte
actual a fin de que se puedan comparar los datos y medir si los resultados reflejan algunos
rasgos peculiares al público popular.
Lima, 9 de noviembre de 1980
Francisco Stastny
NOTAS FINALES
i. [Óscar Luna Victoria, Merli Costa, Caridad Hidalgo Óscar Jaimes, Rodrigo Orellana]. Cohesión
ideológica: Unificación del grupo. Lima: s.f. [noviembre - diciembre de 19801. 3 pp. (Documento
mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti).
ii. Francisco Stastny. Recomendaciones para el proyecto de: Una exploración del gusto artístico de la
población transeúnte del Parque Universitario de Lima. Lima: 9 de noviembre de 1980. 6 pp.
(Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Membrete: Museo de Arte e Historia,
Dirección Universitaria de Proyección Social, Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
178
NOTAS FINALES
i. Oficio N° 057-ΜΑΗ-80 de Francisco Stastny a los «alumnos del Programa de Arte, Grupo Huayco
y Organizadores del Proyecto de la Exposición-Encuesta del Parque Universitario». Lima: 10 de
noviembre de 1980. 1 p. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Membrete: Museo
180
1 «¡Señorita!, ¡señorita!». Alguien me tira la falda; es otra vez y todavía el chiquillo con el
pelo abundante y parado de unos cinco años que insiste en que le dé un «cuadro».
«María, mira, tantas cuadras nos siguió». «¿Cuál quieres?» y estrecha la mano,
entusiasta: «Un diosito, señorita». María le alcanza un Cristo serrano.
2 Fue un día antes que todo emocionante. Pero creo que además nos enseñó a todos cosas
útiles. Lo que me llamó fuertemente la atención, lo comentamos y estuvimos de
acuerdo, [es] que la gente sabe lo que quiere. Algunos no lo saben expresar con
palabras, el por qué, pero saben casi todos –sin dudar- que les gusta una determinada
combinación de colores y que rechazan terminantemente las formas «desordenadas»
del Picasso. O que cabalmente este mismo Picasso les deja libre albedrío a la fantasía y
por eso lo escogen como su preferido. Curiosean con seriedad, muchos muchachos,
hombres maduros también, pero casi no hay mujeres y las que se acercan son tímidas o
acaso desconfiadas. Una niña de unos quince años observa, mira, saca un pañuelo y se
seca el sudor de la cara y trata de ocultarse detrás de su pelo largo, negro y liso. No
quiere hablar, pero de pronto apunta decididamente al Cristo serrano: «éste me gusta»
–y punto.
3 En el momento de levantar los paneles en la mañana a las 10:30 allá en el Parque
Universitario, ya se nos acercan unos chicos curiosos y cuando pega Óscar las tarjetas
con chinches en los paneles la gente comienza a amontonarse en un instante. Comienza
la encuesta por ellos: ¿por qué, para quién hacen esto? Y ya estamos en medio del baile
de las preguntas y respuestas, ida y vuelta y de nuevo.
4 Sobre el papel habíamos puesto tres a cuatro horas de trabajo, pero tanta organización
teórica sirvió para poco. A pesar de haber tropezado en los últimos meses con las
preguntas: si hacerlo así o hacerlo asá, y en el vaivén de la elaboración teórica
desechamos una» exactitud teórica» tras otra y el grupo se decidió a hacer la encuesta
«como no es debido». Todo eso después que en las reuniones los expertos en encuestas
nos habían hecho trizas por la forma puramente empírica de nuestro enfoque y después
de cada reunión el grupo se quedaba por un momento destrozado, pero siguió la cosa.
Expertos proponen sistemas científicos, proponen su apoyo pero todo se queda en nada.
Y viene otro y sigue el mismo camino y finalmente, enriquecidos –eso sí– por todas
estas charlas y discusiones y desmoralizaciones, ayudados por pocos nos zambullimos
al mar de nuestra inexperiencia con las ansias de aprender y HACER.
5 Claro, vemos que ha sido una aventura, pero rescatamos el valor que tiene el contacto
con la gente, rozando piel desconocida, reacciones inesperadas nos llenan, no de
satisfacción o simple alegría, pero de vida. Y cómo se «chupaban» [intimidaban] todos
con las preguntas. «¿Estudio?, ¿música?, ¿domicilio?» Se sentía claramente que ahí
venía la mentirita. Es tan difícil enfrentar a unos cuantos [des]conocidos admitiendo
que ni terminó primaria y que el huayno tal vez le guste más que la música clásica o el
rock. Casi toda la gente de hoy aquí en el Parque [Universitario] era de provincias. «Soy
185
comerciante» y claro que era vendedor ambulante. Otro olía a Pueblo Joven [barriada] y
afirmaba que venía de Trujillo. Y así nos enseñábamos mutuamente.
6 Es de esperar que para el último, para el chiquillo de apenas cinco años, haya sido una
experiencia que queda: preguntando, comunicando y osando a veces se llega a
comprender lo palpitante que es la vida.
NOTAS FINALES
i. E.P.S. Huayco. Cuestionario utilizado en la encuesta sobre preferencias estéticas de un público
urbano, realizada en el Parque Universitario del Centro Histórico de Lima y el Parque Central de
Miraflores. Lima: s.f. [enero de 1981]. 2 pp. (Mimeo. Archivo Luy / Mariotti).
ii. E.P.S. Huayco. Cuestionario utilizado en la encuesta sobre Sarita Colonia y preferencias
estéticas de un público urbano, realizada en el Óvalo Balta de El Callao. Lima: s.f. [febrero de
1981]. (Mimeo. Archivo Micromuseo [«al fondo hay sitio»]).
iii. Marianne Ryzek. Parque Universitario Encuesta. Lima: 12 de enero de 1981. 2 pp. (Documento
mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Testimonio de los preparativos para la encuesta sobre
preferencias estéticas de un público urbano y la experiencia de su realización en el Parque
Universitario el 11 de enero de 1981).
186
ARTE AL PASOi
E.P.S. HUAYCO
****************
[Catálogo, p. 1]
187
****************
[Catálogo, p. 2]
TRANSNACIONALES Y ALIMENTACIÓN EN EL PERÚ: EL CASO DE LA LECHE 2
MANUEL LAJO L.
4 La producción de leche en el Perú es insuficiente para atender los requerimientos de
lácteos de la población (aún considerando que la dieta de la mayoría de los peruanos es
deficitaria en productos lácteos). En la actual década, cada año se ha importado entre
33 y 40 por ciento de los productos lácteos consumidos en el Perú.
5 Prácticamente el total de los productos lácteos importados llega en forma de insumos
para la industria, principalmente grasa anhidra de leche y leche en polvo descremada.
6 Leche Gloria absorbe casi el 50 % de esos insumos provenientes principalmente de
Nueva Zelandia.
7 En 1943, a poco de iniciada la producción de las plantas procesadoras de Carnation y
Nestlé, la importación cubría penas el 3 % del consumo nacional de leche. Como puede
observarse en el cuadro, de 1943 a 1974 la producción nacional de leche aumentó 2.5
veces pero la importación 60.3 veces. De allí que el índice de dependencia alimentaria 3
(importación / consumo) haya saltado de 3 a 40 por ciento. Se debe profundizar en las
causas de este deterioro. No basta comprobar el estancamiento de la ganadería y de la
agricultura, el acelerado crecimiento poblacional y la rápida expansión del mercado de
la leche. Es todo un estilo de desarrollo agrario e industrial lo que explica la
profundización de la dependencia alimentaria. La agroindustria de lácteos orientada
por las Empresas Trasnacionales expande aceleradamente el consumo de leche
elaborada, acostumbrando a la población urbana a consumir productos antieconómicos
para el país, como la leche evaporada y los productos maternizados.
8 Las políticas gubernamentales, obviamente, están influidas por las empresas de la
industria de lácteos, especialmente por las filiales de la Carnation y Nestlé.
188
****************
[Catálogo, p. 3]
11 [Cuadro estadístico sobre la «evolución de la producción y consumo de leche en el Perú
1943-1974», superpuesto a una fotografía reticulada del lavado de latas].
12 EVITAR EL BLOQUEO DE LAS MULTINACIONALES EN EL MERCADO DE ARTE Y LA
COLONIZACIÓN QUE IMPONEN LAS GRANDES MUESTRAS INTERNACIONALES. SOMOS
LOS BÁRBAROS DE UNA ÉPOCA FUTURA.
13 Federico Morais.
****************
16 He mencionado, pues, cinco o seis elementos diferentes que tuvo el primer intento de
Arte al paso, y a partir de ellos he mencionado cómo el encuentro de esos distintos
elementos iba en busca de distintas cosas: un cuestionamiento del circuito de galerías,
una revalorización del arte de los marginados, una búsqueda de oxígeno en medio del
provincialismo.
17 A éstas cabría añadir una más: el genuino deseo en ese momento de realizar un trabajo
de equipo, lo cual no es una experiencia inédita en la plástica peruana, pero siempre
será una experiencia importante, y tengo entendido que este trabajo de equipo se sigue
manteniendo y eso me parece realmente excelente y supongo que es lo que ha
permitido la realización de toda la segunda parte del trabajo.
18 Sin embargo lo que a mí me queda como recuerdo es: al planteamiento le falta
radicalidad tanto en lo estético, como en lo político. Arte al paso, pudo y debió ser más
radical. Quizás si hubiera sido más radical, hubiera tenido una trascendencia mayor de
la que ha tenido desde ese año en el que se inició su trabajo. Porque volviendo a los
objetivos que yo le adjudiqué a la iniciativa de Arte al paso, pienso que su grado de
vanguardismo fue –y eso se demostró perfectamente- asimilable por el
ESTABLISHMENT de la plástica peruana. Ese ESTABLISHMENT se permitió incluso
recibirlo con indiferencia o elogiarlo con complacencia, e incluso comprenderlo.
Cuando un medio comprende una iniciativa vanguardista, ésta tiene una vida
relativamente corta. ¿Por qué? Porque en el momento que Arte al paso se ha dado en el
circuito de galerías, el medio de las galerías que se cuestionaba estaba, y está, en
condición de asimilar cosas muchísimo más radicales.
19 La posición de Arte al paso es un poco limeña, es un poco complaciente, le ha faltado
realmente algún filo duro para plantear las cosas. Y ésa es una pregunta que habrá que
plantear: ¿Por qué no es más agresivo?
20 La diferencia con el vanguardismo europeo de hoy es que en Arte al paso hay una clara y
decidida vocación popular. Éste sería un motivo para que fuera más radical, mucho más
radical. Porque en cuanto nuestro tema es la lata sucia de la barriada y el vendedor de
salchipapas y el comprador de salchipapas, el viajero de microbús o todos estos otros
personajes de los grabados, nuestra obligación mínima es de ser por lo menos tan
radical como la situación frente a la cual nos encontramos. Y entonces, claro, frente a
las experiencias del microbús, ¿qué cosa son los desnudos de los afiches?
21 Frente a la experiencia de una situación de salchipapas ¿Qué cosa es su representación
figurativa?
22 Creo que Luis Freire lo llamó POP en un periódico...
23 Hay definitivamente una falta de radicalidad en todo el planteamiento que permitió
semejante malentendido.
24 Viendo Sarita Colonia, que es un mural derribado por tierra, que me parece realmente
muy bello, inclusive mucho más hermoso que el salchipapas, pienso que es una
experiencia más avanzada: se puede ya cuestionar, si Sarita Colonia es algo que está
dentro o fuera de la galería, casi se podría pensar que ya estaría fuera de la galería, que
su público son los choferes de la Panamericana Sur.
25 Sin embargo también hay una pregunta: ¿Por qué Sarita Colonial ¿Por qué es un mito
popular?
190
26 ¿Hay cierta sonrisa taimada frente a un fenómeno como lo de Sarita? ¿O habrá una
cierta cucufatería frente a Sarita? ¿O respecto a lo popular? ¿O de los mitos populares?
Por otro lado, ¿los mitos populares son mitos de la liberación popular? ¿No hay también
mitos de la alienación popular?
27 ¿No se podría hacer una tarea pedagógica, de desmitificación? ¿De irreverencia al
menos?
28 Son preguntas que para mi quedan en el aire... Recuerdo lo que decía Hemingway: que
todo creador lo primero que tenía que tener era un buen detector de mierda, y
realmente para navegar por el mundo de los valores populares urbanos yo creo que un
detector así es indispensable. ¿Cuál cultura es efectivamente popular?
****************
[Catálogo, p. 5]
29 [Fotografía reticulada del mosaico de latas configurando una porción de salchipapas].
30 LAS MÚLTIPLES ARTES DE LA PLÁSTICA PERUANA REQUIEREN SER OBSERVADAS
ARTICULADAMENTE PUES ES ARTICULADAMENTE CÓMO SE DA LA COEXISTENCIA DE
LOS FENÓMENOS EN UNA SOCIEDAD DE DOMINADOS Y DOMINADORES.
31 Mirko Lauer.
****************
[Catálogo, p. 7]
32 [Fotografía reticulada de la exhibición de los grabados de Arte al paso en las calles del
Centro de Lima].
33 NI LA HISTORIA NI LA TEORÍA DEL ARTE ESTARÁN EN CONDICIONES DE ABASTECER
IDEAS ORIGINALES MIENTRAS CONTINÚEN LIMITADAS A LAS OBRAS DE ARTE Y
DEPENDIENDO DE ELLAS.
34 Juan Acha.
****************
[Catálogo, p. 8]
ENCUESTA SOBRE PREFERENCIAS ESTÉTICAS DE UN PÚBLICO URBANO
35 Realizada en la ciudad de Lima, con la colaboración del programa de Historia del Arte
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y el Programa de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad de Lima, en los meses de diciembre de 1980 [sic] y
enero de 19818.
36 En el Parque Universitario9, el público encuestado, constituido principalmente por
provincianos inmigrantes, obreros, estudiantes, trabajadores manuales, trabajadores
domésticos, ambulantes y desocupados, en su mayoría con educación secundaria en
colegio nacional, manifestó su preferencia por la música folclórica y la salsa, así como
por la lectura de los periódicos el Diario de Marka y Expreso.
37 Confrontado con tres imágenes de arte nativo y tres imágenes de arte foráneo,
subdivididas en tres grupos, expresó una preferencia evidente por el tema religioso,
191
****************
[Catálogo, p. 9]
51 [Reproducciones de los seis grabados utilizados en la encuesta, con identificación de los
motivos respectivos].
52 PODEMOS SUSTITUIR LA ANTIGUA CONSIGNA BURGUESA, «LA HISTORIA DEL ARTE ES
LA HISTORIA DE LOS ESTILOS», POR LA CONSIGNA SIGUIENTE: «LA HISTORIA DE LA
PRODUCCIÓN DE IMÁGENES ES LA HISTORIA DE LAS IDEOLOGÍAS EN IMÁGENES».
53 Nicos Hadjinicolaou.
****************
64 Desde enero del presente año [sic],11 Sarita Colonia mira el cielo y los caminos del sur,
día y noche. El rostro de la santa ha sido representando allí como una aparición onírica.
Es una obra de «Arte al paso», compuesta con cerca de 12,000 latas de leche, por un
conjunto de artistas jóvenes reunidos en el Taller de Estética de Proyección Social
HUAYCO. Ellos son Francisco Mariotti, María Luy, Herbert Rodríguez, Armando
Willliams, Mariela Zevallos y Charo Noriega, quienes uniendo sus esfuerzos en el
trabajo colectivo, recogieron la significación probada de Sarita Colonia en su carácter
sociocultural,12 para ofrecer a un público tan amplio y diverso como pueden ser los
viajeros y los peregrinos, la exposición permanente de esa imagen, en pos de promover
el encuentro del arte y del público masivo en una dimensión estética nueva en la que se
integran el árido paisaje, el tamaño enorme de la obra, la soledad de las distancias y la
inusitada identificación plástica de aquel misterio cotidiano.
****************
[Catálogo, p. 11]
65 [Fotografía reticulada del mosaico de latas configurando la imagen de Sarita Colonia en
una loma de la carretera panamericana sur].
66 EL PROBLEMA DEL ARTE ESTÁ LIGADO ÍNTIMAMENTE AL FENÓMENO DE LA DIVISIÓN
DE CLASES Y PARA EXPLICARLO HAY QUE PARTIR DE ESAS OPOSICIONES SINO
QUEREMOS CAER EN LA ARBITRARIEDAD.
67 Alfonso Castrillón.
****************
****************
[Catálogo, Contracarátula]
71 Un proyecto de E.P.S. Huayco
Francisco Mariotti, María Luy, Rosario Noriega, Mariela Zevallos, Juan Javier Salazar,
Herbert Rodríguez, Armando Williams
72 Documentado en Vídeo en los talleres de Media Studio Creatio en Octubre de 1981
73 Documentación fotográfica
Marianne Ryzek, Guillermo Orbegoso
74 Encuesta
Programa de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Programa de
Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Lima, Javier Gallegos
194
75 Realización Video
Lorenzo Bianda, María Baracca, René Candolfi, María Luy, Francisco Mariotti
Dirección
Francisco Mariotti, Lorenzo Bianda
Locución
Miguel Cienfuegos, María Luy
Duración: 28 min.
Tape: U-Matic
Producción Ejecutiva
Media studio CREATIO
Video, Cinema, Gráfica, Fotografía
Via Varenna 45 / 47
Ch-6600 Locamo
Tel. 093 31 22 08-09
Telex 84 60 40 Facs
NOTAS
1. Fragmentos del manifiesto publicado enel afiche de Contacta 79 y reproducido íntegramente en
este mismo anexo documental.
2. Fragmentos del articulo originalmente publicado en Comercio Exterior 29, N° 10. México:
octubre de 1999. pp. 1094-1099
3. Énfasis del autor.
4. Fragmentos de entrevista realizada a Mirko Lauer por Marianne Ryzek. Lima: s.f. [enero-
febrero de 1981]. 6 pp. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (El catálogo
prescinde de una reflexión preliminar sobre la historia de la vanguardia en el Perú y algunos de
los comentarios específicos a la experiencia de Huayco. Estos últimos aparecen aquí reproducidos
entre corchetes.)
5. Colónida fue la revista de 1916 que dio nombre a un fugaz movimiento de renovación
modernista en la escena cultural limeña.
6. Los grabados expuestos en Arte al paso fueron en realidad cinco.
7. Énfasis de los editores de Arte al paso.
8. En realidad la encuesta se realizó el 11 y el 18 de enero de 1981.
9. Énfasis de los editores de Arte al paso, en todo el articulo.
10. Tomado del artículo que la publicación indica. (El catálogo prescinde de un subítulo y de los
tres párrafos iniciales de ese artículo, aquí reproducidos entre corchetes).
11. En realidad la imagen fue ubicada cerca de la carretera Panamericana Sur el 26 de octubre de
1980.
12. Énfasis en el original.
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NOTAS FINALES
i. E.P.S. Huayco. Arte al Paso. Locarno: Edizioni Flaviana, octubre de 1981. s.p. [12 pp.]. (Catàlogo
que acompaña al video de mismo nombre, dirigido por Francisco Mariotti y Lorenzo Bianda:
recopilación en veintiocho minutos de los principales proyectos de E.P.S. Huayco). (Edición
bilingüe: no se reproducen aquí las versiones en alemán de los textos en castellano).
196
ALCALDE
NOTAS FINALES
i. Carta institucional del alcalde distrital de Ate-Vitarte, Franklin Acosta del Pozo, y del Concejal
de Cultura de la misma municipalidad, dirigida a «Srs. Huayco». Vitarte, Lima: 2 de octubre de
1981. 1 p. (Membrete: Concejo distrital de Ate-Vitarte).
198
7 Lamentamos que esté mal informado, o que su información sólo abarque los límites de
la galería miraflorina; de ahí nos explicamos su falta de esperanza en las nuevas
generaciones y su ignorancia acerca de las actividades culturales que se realizan fuera
del circuito comercial.
8 No creemos, ni que la galería, ni que la crítica oficial sea la culminación de todo trabajo
creativo.
9 Si su escepticismo no le quita demasiadas energías y puede alejarse por un momento de
«ellos & ellas» pase por la Municipalidad de Vitarte y verá que el trabajo continúa.
Guillermo Bolaños L.E. 3827045
Mariela Zevallos L.E. 6750356
Armando Williams L.E. 4270614
Carlos Polanco L.E. 3702094
Charo Noriega L.E.3544696
María Luy L.E. 3922410
Herbert Rodríguez L.E.6015283
[Sello de E.P.S. Huayco]
16 Lama sigue opinando, no obstante la cercanía de Vitarte al Río Rímac, su Huayco no arrasa con
nada. [Comentario de Caretas].
NOTAS FINALES
i. E.P.S. Huayco. Carta al Director de Caretas. Lima: 2 de diciembre de 1981. (Documento
mecanografiado. 1 p. Archivo Luy / Mariotti). (En su comentario a la exposición Propuestas Π –
anunciada como un espacio alternativo- Luis Lama criticó a algunos artistas individuales por
«participar con obras similares a las ya conocidas en galerías, sin hacer ningún aporte». «A esta
actitud irresponsable», agregaba, «se sumaron otros, como el taller Huayco, que presentó un
antiguo trabajo sobre Sarita Colonia, aparentemente lo único bueno que han hecho. Con esto
demuestran que sin Mariotti, que bien los supo orientar, el grupo parece haberse diluido y sin un
líder que los guíe, este huayco, ahora bastante endeble, fácilmente puede terminar sepultándose
a sí mismo» (Lama 1981b). La respuesta del taller, firmada el 2 de diciembre, fue publicada el 21
de ese mes con varias modificaciones. Aquí recogemos ambas versiones. (La referencia a «ellos &
ellas» alude a la sección de notas sociales de la revista, entonces publicada en páginas cercanas a
la sección de noticias y comentarios culturales).
ii. E.P.S. Huayco. «Carta al Director». Caretas 678. Lima: 21 de diciembre de 1981. pp. 17, 81. (Ver
documento y nota anteriores.)
201
1 ARTÍCULO UNO.- Por acuerdo unánime de la asamblea magna del quince de enero de
mil novecientos ochenta, se funda la Asociación Cultural Estética de Proyección Social
Huayco, entidad gremial y autónoma que agrupa y representa a artistas plásticos de
todas las especialidades.
203
2 ARTÍCULO DOS.- La razón social es: Estética de Proyección Social Huayco, con sede
oficial en el distrito de Barranco y domicilio legal en la Avenida Pedro de Osma ciento
doce, identificada como E.P.S. Huayco.
3 ARTÍCULO TRES.- Son fines de la E.P.S. Huayco:
a. Fortalecer y profundizar los vínculos que estrechan la actividad creadora del hombre en los
campos artísticos e intelectuales con el Pueblo, solidarizándose con su destino en amplia
armonía con la realidad en que se desenvuelve;
b. Promover el desarrollo consciente y planificado de las artes visuales y creativas a nivel
nacional e internacional, exaltando los valores propios y propiciando trabajos colectivos y
proyectos de investigación cultural relacionados, también, con otras disciplinas artísticas;
c. Propiciar la seguridad social de sus miembros y ejercer la defensa gremial de los mismos;
d. Servir de organismo asesor a entidades y particulares que lo soliciten, de igual modo ejercer
la defensa artística, cultural e histórica de nuestro patrimonio.
5 ARTÍCULO CINCO.- Son miembros de la E.P.S. Huayco los artistas que expresamente se
inscriben, previa aprobación de la Asamblea General.
6 ARTÍCULO SEIS.- Los miembros que se encuentren temporalmente fuera del país por un
período mínimo de seis (6) meses y máximo de un año, conservarán sus derechos de
asociados sin obligación a pago alguno.
7 ARTÍCULO SIETE.- Son deberes de los miembros de la E.P.S. Huayco:
a. Velar por el cumplimiento del presente Estatuto y denunciar las contravenciones
atentatorias al mismo;
b. Acatar los acuerdos de la E.P.S. Huayco tomadas por mayoría;
c. Cumplir con las comisiones o cargos que se les encomiende;
d. Asistir obligatoriamente a las asambleas y reuniones que convoque la Institución;
e. Pagar las cuotas correspondientes de arrendamiento y gastos.
19 ARTÍCULO DIECINUEVE.- Son bienes de la E.P.S. Huayco los muebles y materiales de uso
común de los asociados.
205
20 ARTÍCULO VEINTE.- Los bienes que se anotan en el artículo anterior estarán registrados
en el libro de inventarios.
21 ARTÍCULO VEINTIUNO.- El patrimonio de la E.P.S. Huayco está a cargo de la Tesorería.
22 ARTÍCULO VEINTIDÓS.- La renta de la E.P.S. Huayco está constituida por:
a. Las cuotas mensuales obligatorias de todos sus miembros;
b. Las asignaciones oficiales, donativos particulares y otros ingresos que hubiere; y
c. El resultado de las rifas y remates de arte que organice la asociación.
NOTAS FINALES
i. Taller E.P.S. Huayco. Reglamento para la utilización del taller de serigrafía. Lima: [agosto de 19801
junio de 1980. 1 p. (Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (He modificado la fecha
en función del momento en que el taller asume el nombre de E.P.S. Huayco).
ii. Estatuto de la Asociación Cultura! Estética de Proyección Social Huayco. Lima: 3 de abril de 1981. 5 pp.
(Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Proyecto de estatuto legal para la
inscripción en registros públicos del taller E.P.S. Huayco, trámite nunca concretado).
206
NOTAS FINALES
i. E.P.S. Huayco. Taller de artes plásticas. Lima: 3 de diciembre s.a. [1980]. 2 pp. (Documento
mecanografiado con correcciones manuscritas. Archivo Luy / Mariotti). (Programa para un taller
de promotores culturales organizado con la Universidad de Lima).
ii. E.P.S. Huayco. Taller de artes plasticas. Lima: 3 de diciembre s.a. [1980]. 2 pp. (Documento
mecanografiado con correcciones manuscritas. Archivo Luy / Mariotti). (Programa
para un taller de promotores culturales organizado con la Universidad de Lima).
209
MEMORIA 19801
FRANCISCO MARIOTTI
Arte al paso
1 [En Arte al paso planteamos algo] que no nos identifica como artistas ni
individualmente, y tampoco nos compromete con un arte burgués. [Evitamos lo] que
buscan las galenas, [...] que sean los chicos locos de Barranco que hacen su show para la
gente de Miraflores. Pensamos cuestionar un poco el asunto de la galería, [...] el
principio mercantilista de la galería. Bueno, en general, no tanto plantear el problema
del comercio sino plantear, más que todo, la situación del arte en general. Crear una
discusión alrededor de lo que es la finalidad del arte, y por eso queríamos evitar que la
gente vaya a la galería y vea lo que siempre espera.
2 Queríamos crear una cosa un poco distinta, y al mismo tiempo darle una información a
la gente. Por eso lo que hicimos fue llenar el piso de la galería con latas. Entonces la
gente no podía entrar como de costumbre. La idea era que la gente no haga lo que está
acostumbrada a hacer: entrar y mirar las paredes. Queríamos que la gente esté en las
paredes y tenga que mirar al centro, al piso. ]..P]usimos las latas en medio del piso y la
gente se sentía obligada a circular alrededor. Algunos pisaban las latas, pisaban el
mosaico. La mayoría entraba por la puerta y estaban chocados porque se encontraban,
pues, con que no había dónde caminar. Lo que sí habíamos puesto en las paredes eran
los textos sobre el arte en general. No eran textos de nosotros, [sino de] historiadores
del arte, de gente más o menos conocida. Textos un poco polémicos sobre la finalidad
del arte, sobre la función del artista, sobre la historia del arte.
3 La gente creo que entró y se dejó chocar, se llevó algo distinto a su casa. [...M]uchos me
lo han dicho. Claro que la gente que va a esta galería, [en su] mayor parte quedó
terriblemente decepcionada. Esperaban ver algo genial, algo dentro de su concepto de
lo que es el arte. [Encima todo] era acompañado de un texto que había escrito Mirko
210
Lauer, y además en las paredes [iban] textos fuertes [...] con sentido ideológico. Y
además habían unos afiches, [...] esos de la «buena concha», que [...] pese a que son a la
vez agradables a la vista, son desagradables. El Pedro Navaja, la calcamonia del
microbús [...].
4 No era una crítica llana, el problema más era que nosotros no queríamos entrar en el
juego de la galería. La agresividad, si la entienden, es en contra de todo el sistema y
posiblemente no es agresividad simple, que tiene la función de ser agresiva y querer
lastimar, sino de cuestionar ciertos esquemas de consumo del arte, la función del arte.
5 El otro día, [...] preparando una conferencia [...] hice una división de las artes plásticas
como ciencia y las artes plásticas como oficio. Las artes plásticas como ciencia es
cuando tienen una finalidad de investigación, de búsqueda, de crear y querer encontrar
algo que sea útil a la humanidad. Ya puede ser desde el punto de vista estético, como
puede ser –y así lo encuadro yo– más que todo en lo que es la ciencia de la
comunicación visual. Una ciencia que se complementa con otras ciencias, tipo
electrónico, físico pero también filosófico y de sociología, de psicoanálisis y psicología –
todo eso.
6 El arte como oficio [corresponde] más que todo [a lo que tiene] una finalidad de
consumo. Ahí metería del 90 al 95 % del arte que se difunde en galerías [...]. Es lo que
dice Freud, algo así como que es un adorno de los procesos materiales de la sociedad –
no la afecta necesariamente y por eso tampoco se le toma muy en serio. Hay artistas
que puden cubrir varias áreas. [...] Picasso ha manejado el arte científicamente por
momentos y por eso ha dejado tremenda huella. Él ha influenciado sobre toda la
estética y las ciencias de la comunicaciones sociales, pero seguramente muchos de sus
trabajos cumplen una finalidad de relleno. Y no digo que no sea aceptable el arte
plástico consumista: yo lo que estoy haciendo es clasificarlo para que quede establecida
la diferencia. [...] Y existe también el arte como hobby, que también sería valido [...].
7 La agresividad es un contenido necesario en una obra creativa y artística. La obra de
arte en sí tiene carácter renovador –si es obra de arte. Y toda renovación implica un
cambio, y para que haya un cambio debe haber una energía, una fuerza, [...] debe tener
agresividad, si quieres en un sentido muy abstracto, muy amplio [...]. No todo el arte,
pero el arte que cambia algo creo que sí. El arte que simplemente cumple una función
de decoración, no, no tiene por qué tenerla.
8 Hay mucha gente que quiere colgar en su casa algo que le dé una sensación de
bienestar, de placer, y que no le remueva mucho el cerebro. Yo también prefiero colgar
en mi casa cosas que sean más o menos, que no tengan mayor importancia. Ni mis
propias cosas cuelgo –¿qué cuelgo en mi casa? Y justamente por eso hay muchas obras
de arte que no se dejan comercializar fácil. Pueden funcionar a nivel de museo, es un
poco como pedirle a la gente que escuche todo el tiempo Stockhausen o Beethoven: no
puede, es preferible a veces poner los Beatles o Julio [Iglesias], que es simplemente
bonito, agradable, pero lógicamente yo quiero establecer estas diferencias.
9 El problema es que en el Perú, como no existen museos, entonces la galería –y
posiblemente esto es lo que a nosotros nos fastidia– la galería viene a reemplazar la
función del museo: ellas determinan cuál es la cultura que debe consumir el público. Se
encuentran entre dos frentes: entre que quieren determinar qué es el arte y por el otro
lado que tiene que ser una cosa vendible. Y no funcionan estas dos cosas juntas. Y
desgraciadamente y lógico que ha tenido mucha influencia sobre la formación de los
artistas, por eso yo considero que todo el arte que se hace acá –con excepción del arte
211
El arte popular
cuenta que su ideología es completamente válida y que no tiene nada que envidiarle a la
otra. Y que a través de buenas escuelas del arte él reciba la enseñanza técnica, la
información necesaria para poder desarrollar su ideología estética, precolombina tal
vez.
18 Lo que yo he hecho es [...] encontrar códigos visuales que fuesen definidos [...] y que son
usados en el arte popular de una manera tan repetida y tan lógica que [...] es un
elemento, es una forma de expresarse. No sé todavía expresarlo bien, es toda la visión
de la relación con la forma y el color y el contenido. Por ejemplo, una de las formas
populares que más o menos se pueden aceptar son los retablos. En ellos se da algo muy
de este tiempo. No son incaicos, es absolutamente de transición esta expresión, pero
[...] asimila algunos valores de la cultura española y contiene una ideología estética
propia. Ése es un enfoque desde el punto de vista formal y por ahí voy recibiendo
información. [...Cuando] hice mis últimos elementos no pensé nunca en un retablo, [sin
embargo] mucha gente me hizo ver que eso se parecía mucho a un retablo. Empecé
[entonces] a preocuparme más [...], porque yo no llegue a eso porque quería imitar un
retablo, sino que he buscado los códigos de una serie de otras soluciones con que me
tropezaba diariamente y al final me ha dado una solución parecida a la del retablo,
simplemente. Es decir, por otro camino he llegado al mismo resultado que se da como
muestrario de todos los símbolos. En el retablo siempre hay un mundo mágico, pero
también cristiano –en fin, es extraño. Ellos siempre tienen las tres divisiones: el
infierno, la tierra y el cielo, y aquí también tengo lo que llamo el ego, el superego y el
ante-ego, esas tres luces. Además hay un mundo interior y el mundo exterior. Veo como
tres pares de ojos, las caritas veo, con una mirada de abajo, del centro y una desde
arriba. Eso no lo he agarrado de los retablos, lo he agarrado de las estelas o de las
cabezas clavas, [donde] siempre hay el personaje que carga a su alter ego. Entonces
siempre arriba está el animal y en el elemento mío también están arriba las plumas, el
animal, el pájaro. [...] Y al mismo tiempo es el psicoanálisis moderno, pues es el yo, el
superyo y el suprayo: el consciente, el subconsciente y el supraconsciente.
19 La ciencia, en realidad, llega siempre a las mismas cosas. El arte popular, tratado
científicamente tiene todo el derecho de conocer la ciencia del psicoanálisis [...] y
entonces saber por qué hace algunas cosas, por qué usa ciertas formas y colores y una
simbología sexual muy suya y por qué hay una serie de personajes que el pueblo las
sigue usando pero en realidad ya no sabe por qué –simplemente se ha convertido en
una tradición. Y el artista si tiene que hacer una obra importante es bueno que sepa de
verdad por qué usa algunos símbolos y no otros. Eso podría hacer explotar todo ese
potencial creativo que se siente latente en Latinoamérica en general.
Sarita Colonia
20 Por eso escogimos a Sarita Colonia, precisamente. Ella es una figura urbana, un término
intermedio. No hemos querido tomar un código visual en el sentido andino, porque
hubiéramos podido tomar un tumi [un cuchillo ceremonial prehispánico], una ñor, una
cosa incaica, o un dios llorón [...], pero hemos escogido a Sarita porque lo que buscamos
era una imagen popular urbana para abrir otro frente. Porque nosotros, [...] como
taller, en este trabajo no queremos hacer un trabajo andino. Lo andino es donde llega la
idea de la alfombra y ahí se pude tocar el aspecto del arte popular andino de las
distintas culturas. Lo que interesa es cómo ese elemento andino, [...] cómo esa cultura
autóctona es agredida, en fin, consume leche evaporada y vive miserablemente. Se llega
214
El poder cholo
Antecedentes
30 La grabación, habíamos dicho, ésta que estoy haciendo, tiene más que todo la finalidad
de servirles a ustedes como pro-memoria, con algunas sugerencias mías para el texto de
introducción para un artículo sobre la encuesta que pudiera aparecer en Hueso Húmero.
Habíamos visto la conveniencia de hacerle una pequeña historia, una pequeña
introducción a esta encuesta, quién sabe para justificar la falta de «metodología»
aplicada en nuestra encuesta. Entonces vamos a hacer un poco de memoria: yo pienso
que si hablamos de Huayco, si hablamos de un taller colectivo, debemos empezar a citar
lo que era el grupo Paréntesis, que justamente surge hasta cierto punto como
alternativa al sistema oficial de formación artística de la Escuela [Nacional] de Bellas
Artes. Surge como grupo, lo que luego analizándolo se comprenderá que no es
conveniente, ya que el grupo es un asunto cerrado y elitista. Por eso, luego de la
situación de grupo, se cambiará a la propuesta de la creación de un taller.
31 Ahora, antes de hablarles del taller, creo que hay que recordar dos acciones
importantes y fundamentales en esta búsqueda de confrontación de un grupo de
artistas con la sociedad, que en primer alcance y todavía como grupo Paréntesis se
presenta o se manifiesta en esta acción llamada Mecenas. Esta acción podrán analizarla
más a fondo, pero es evidente que se trata de una acción original, hasta cierto punto,
pero con una ideología todavía muy reaccionaria y que en realidad lo que busca, es el
acercamiento al mercado convencional y clásico de la obra de arte en vista de que las
galerías no se preocupan lo suficientemente por la comercialización de las obras de
jóvenes artistas.
32 Veo ya un poco más claro, y como una especie de apertura, digamos social, si se retoma
la idea y se propone un festival de arte total y se le denomina Contacta 79. Yo creo que
allí se dan algunos aspectos interesantes de propuestas estéticas que ya no tienden a la
realización de la obra única, comercial, coleccionable, sino a la obra estética como
actitud, como acción del momento y que, en algunos casos, hasta involucra al
participante. Posiblemente en esta muestra de Contacta 79 se da una especie de pre-
217
encuesta en el trabajo realizado por [Juan] Javier [Salazar] en el que él ofrece al público
alternativas de decisión ante imágenes del mundo de la vida política.
33 Importante de Contacta 79 me parece el manifiesto que pienso que en algunos párrafos
se puede reproducir literalmente. Y de ahí se pueden extraer también los próximos
pasos dentro de la realidad que dará este grupo de artistas, ya que se plantea ahí en
forma muy clara la formación de talleres y también la búsqueda de lenguajes accesibles
a un público mayoritario, así como la integración de los problemas sociales en el
contenido de las obras.
Arte al paso
34 Luego viene la invitación al taller por parte de Fórum. Todavía, sino me equivoco, la
invitación de la galería va dirigida al grupo Paréntesis, que ya no existe. Yo diría que se
puede hablar ahora de que no existe, no porque había sufrido un golpe de estado, sino
porque no existió o no podría seguir existiendo por su propio peso, porque los
integrantes de este grupo habían entendido, habían tomado conciencia, de que era una
situación conceptualmente superada. Resulta, entonces, que se había, después de
Contacta 79, desarrollado la idea del Taller.
35 El Taller en cierta forma toma o hace suya la invitación de la galería Fórum para
presentar una exposición. Era evidente, y creo no cabe ninguna duda sobre este
aspecto, que en esos momentos la galería Fórum lo que solicitaba a este grupo de
jóvenes artistas era presentar obras individuales, ya que se pensaba que entre estos
jóvenes artistas había exponentes de una cierta calidad expresiva y que valía la pena
mostrar para estar al día y que, seguramente, en algún momento, hasta darían sus
frutos como inversión dentro del mercado de las artes plásticas. No sé si es conveniente
ahí retomar el libro de actas, ya que para esa época ya funcionaba el libro de actas y se
hacían reuniones con una cierta disciplina y regularidad. Lo que sí es evidente es que se
cuestiona como Taller la posibilidad de presentarse individualmente. Se descarta esa
posibilidad, se empieza a analizar recién, digamos en ese momento con un cierto
sentido crítico, cuáles son los mecanismos de manipulación cultural en el país y se
decide no caer en ese juego.
36 Se decide, también, de no pecar, digamos, de heroísmo y, por qué no, hacer uso de una
cierta libertad de especular y de penetrar el poder cultural utilizando un medio de
difusión a nivel de burguesía de clase media que es la que controla y sobre todo
consume y visita las exposiciones de la galería Fórum. Es, por lo tanto, que conscientes
de esto se idea una muestra dirigida a ese público. Dirigida directamente a ese público
pero con un mensaje agitador, con un mensaje de apertura hacia la cultura urbana,
renunciando hasta cierto punto a la especulación estética, descartando casi totalmente
la posibilidad de venta –efectivamente no se ha vendido nada en esta exposición.
37 El Taller tuvo en ese momento, por primera vez, que financiar un trabajo de cierta
envergadura. Y fue hasta cierto punto un primer contacto con un público determinado
a través de una propuesta estética que fue concebida colectivamente con muy pocos
aportes individuales. Incluso los trabajos individuales se apartaban grandemente de los
trabajos estéticos individuales. Estoy hablando de los afiches que, si bien mantienen
cierta personalidad, no se puede decir que se trataba del lenguaje estético usual e
individual de los integrantes. Se presentó una obra diseñada para un cierto tipo de
público con fines un poco de criticar sin entrar en el juego baboso de ser payasos, en el
218
Las críticas
40 Bueno, entonces nosotros, hasta cierto punto, hay que decirlo, en la medida que va
avanzando el trabajo se va definiendo también el público hacia el cual el Taller quiere
dirigirse y que en cierta forma lo define el manifiesto de Contacta –pero más que todo
como un acto Teórico [sic] contradictorio a la práctica. Y naturalmente entonces hay un
camino, hay una deducción, ese público se va definiendo, se va viendo con mucha
claridad que ese lenguaje no funciona ni con la burguesía dominante que controla esa
ideología estética dominante, y no funciona tampoco para el público urbano de la
ideología estética dominada.
41 Entonces llegamos a un punto que sentimos, efectivamente, que no estamos ni de uno
ni de otro lado. Entonces, hay hasta cierto punto una autocrítica, un autoanálisis y un
reconocimiento de que si se pretende efectivamente, honestamente, ir hacia este
público urbano, hacia este público cholo, entonces se debe desarrollar primero un
lenguaje más consecuente, más honesto, para lo cual reconocemos nuestras
«limitaciones de formación burguesa», nuestras limitaciones de códigos visuales. Y por
lo tanto nos proponemos hacer un trabajo de investigación sobre gustos, sobre
219
consumo de imágenes a nivel de ese público que nos hemos decidido para nosotros,
como el público para el cual pensamos producir nuestro trabajo. Me parece que esta
deducción es bastante clara y bastante comprensible.
42 Yo no sé si me he sabido expresar. Lo que no sé si será comprensible es esa
contradicción que hasta cierto punto existe, y que sobre todo choca tanto a Mirko Lauer
cuando él pone en duda todo esto en base a las acciones, actitudes individuales de
algunos integrantes de este Taller, que desarrollan paralelamente un arte para
consumo de la burguesía, para consumo del mercado del arte, del comercio del arte. Y
diría que ya la forma –cómo lo digo– es un poco radical. Yo pienso que ese trabajo
individual muchas veces permite practicar aplicaciones, soluciones estéticas. Quién
sabe son discusiones de tipo sofisticado, hasta cierto punto elitista, pero que permiten
un mejor manejo del lenguaje visual en general y que permiten adquirir también
dentro de esta sociedad un status, ¿no? Que es lo que siempre hemos hablado, un status
que después hace, quién sabe, al menos para algunos, más factible o más creíble otro
tipo de actitudes: abre puertas, permite que a uno lo reciban en algún sitio y tener
acceso quién sabe a un equipo, algún apoyo, algún auspicio. Y por último los mismos
intelectuales que luego entran a colaborar con nosotros en el Taller en alguna medida y
–porqué no, hay que ser honestos– también se dejan impresionar.
43 En fin, la formación todavía del individuo está hecha así, que fulano de tal ha publicado
un libro, y otro es un cojudo total porque nunca ha hecho nada. Entonces, el hecho de
publicar algo, el hecho de tener un curriculum, en fin, funciona. Es un arma, y sería
absurdo y creo hasta cierto punto que es casi reaccionario querer impedirnos a
nosotros desde el momento que tomamos conciencia de utilizar esos medios ¿no?
44 No tiene sentido asumir actitudes suicidas cuando se hace trabajo de penetración o de
Terrorismo Cultural [sic], si así queremos llamarlo. Yo repito que pienso que el trabajo
nuestro en ese sentido es mucho más moderno –y lo puedo constatar ahora en Europa–
que actitudes epatantes como el cortarse el sexo en público, como se hablaba antes de mi
salida. Efectivamente, creo que el sistema le teme más a un trabajo sistemático y serio
que a esas expresiones muy epatantes y que en el fondo no hacen más que satisfacer el
gusto del show-business y del público que busca situaciones extremas, y que esas
situaciones las digiere y las integra muy fácilmente en su historia de hechos
desconcertantes.
La encuesta
45 Bueno, lo que viene luego ustedes lo pueden reconstruir también y lo conocen. Cómo el
Taller decide salir con sus obras al Parque Universitario para ver una especie de sondaje
público: es en ese momento que aparece Óscar Luna Victoria, bueno todos esos
apellidos, entonces se decide integrar intereses de los compañeros de San Marcos, los
compañeros de la Universidad de Lima. Y, en fin, ustedes ya conocen todos los detalles,
la evolución, las muchas asambleas, las muchas reuniones. Forzamos un poco la
situación e hicimos la encuesta como se hizo. Luego eso lo habíamos visto en la
asamblea: no se trata de pretender que con ese trabajo se ha hecho un trabajo
científico, no necesariamente tampoco se pretende decir que los resultados alcanzados
sean resultados que fijen definitivamente algunas leyes sobre la producción, el
consumo de imágenes.
220
El taller
48 Yo ya con esto no tengo, en relación con esta encuesta, más que decirles. Lamento,
hasta el momento, no haber recibido más información de ustedes. Yo sé que estas cosas
son lentas. Espero que ustedes no dejen de trabajar con un cierto sistema y no pierdan
de vista la importancia que tiene este trabajo. Sinceramente creo que es más
importante que el trabajo individual que podamos estar haciendo cada uno de nosotros.
Naturalmente no me corresponde, quién sabe, a mí decirlo, ya que en cierta forma yo
me he quitado [ido] por asuntos personales. Pienso, quién sabe, [que para] la evolución
del Taller un cierto grado de alejamiento, bueno, permite una renovación –de parte del
Taller, también de parte individual mía.
49 Ya sabemos que hay realmente mucho que hacer. Yo realmente me siento –y pese a
estos proyectos que hemos realizado juntos– me siento todavía sumamente lejos de lo
que quisiera alcanzar. Hay naturalmente estas terribles contradicciones en uno entre la
formación que uno ha recibido, entre las metas que se ha trazado, [por un lado], y por
otro lado la conciencia de que hay que hacer otras cosas. Hay las presiones, presiones
subjetivas y presiones objetivas. Yo no quiero tampoco ser moralista, pienso que
necesitamos también de algunos momentos de relajo.
50 Así que espero que, dentro de estas fluctuaciones y estas dificultades a las cuales todos
estamos expuestos más o menos en igual forma, que pese a eso ustedes puedan llevar
adelante al Taller, puedan realizar trabajos artísticos importantes. Eso, quién sabe, a lo
mejor es todavía una inquietud que yo tengo y que [me] percato en forma todavía muy
vaga, que no llego a definirla. Pero, justamente, no es solamente el hacer un trabajo
científico, de tipo [sic] con una metodología científica. Lo que nosotros estamos
tratando de desarrollar es una alternativa de trabajo del artista –y sabemos que la
alternativa no es exactamente la de pintar cuadros populares o cuadros con contenidos
sociales. En fin, la historia nos ha demostrado que no es esto lo que estamos buscando.
221
Tenemos metas más importantes y buscamos cambiar el sistema y queremos que sea la
cosa totalmente distinta.
51 Queremos que, hasta cierto punto, la idea del artista se replantee, se reformule, y creo
que con estos trabajos estamos construyendo una nueva imagen del artista. Yo veo aquí
también, en el fondo, por más actitudes de vanguardia que tomen algunos artistas, se
mueven dentro del cual [sic], hacen un poco de barullo, hacen un poco de escándalo, lo
que se busca son actitudes, formas distintas de expresión, pero no se plantea un trabajo
tan integrado, un trabajo de taller –un trabajo casi anónimo como es el que nosotros
hemos empezado a plantear como Taller. A mí ahí me parece que está nuestro fuerte.
Naturalmente siempre habrá críticas justificadas, [pero] nosotros sabemos que lo que
estamos haciendo son esos pasos, intentos pequeños, aportes, trabajos más en base a la
intuición todavía que al conocimiento exacto.
52 Entonces, acá me quedo. Yo estoy trabajando en el taller de la galería Flaviana. Es
interesante, he comenzado con el trabajo de ilustración de César Calvo. Estoy
empezando a trabajar la serigrafía para la carpeta, espero que ustedes también hayan
avanzado bien en ese trabajo. Yo veré apenas tenga lista la serigrafía, veré cuál será la
mejor forma de hacerla llegar y con eso ojalá podamos también recoger fondos para el
Taller que, en fin, nos permitan, en fin a ustedes, el seguir realizando proyectos que no
tengan una finalidad de lucro pero si una finalidad de comunicación social.
53 Les mando muchos saludos, todo mi cariño, mi amistad. Realmente estos quince días
que estuve en Lima no hemos podido tener el contacto que a lo mejor hubiera sido
necesario. Yo tengo mucha fe en todos ustedes. Yo creo que con todas las deficiencias
que podamos tener cada uno de nosotros, tenemos también nuestras virtudes que
sumadas son mucho más valiosas, mucho más importantes que la suma de esas
deficiencias.
54 Bueno, así que ya saben: hagan del taller un verdadero centro de trabajo, traten que no
se convierta en un salsódromo, en un burdel, en un fornicódromo, en un tragódromo –y
tampoco en un vacilódromo o en esteticódromo. Realmente no perdamos de vista la
idea de que el Taller debe ser básicamente un lugar de trabajo colectivo, un centro de
información básicamente de asuntos relacionados con la comunicación visual.
55 Un beso fuerte, un abrazo cariñoso a todos desde Suiza. Les ha hablado, Pancho.
NOTAS
1. La transcripción se interrumpe en este punto
222
NOTAS FINALES
1. Francisco Mariotti. [Memoria 1980]. Lima: s.f. [diciembre de 1980]. 6 pp. (Documento
mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Transcripción incompleta realizada por Marianne
Ryzek de declaraciones registradas en audio. Se han corregido e interpretado varias porciones
confusamente recogidas. Los corchetes indican recortes o añadidos míos, incluyendo subtítulos
de acápites creados para una mejor comprensión).
2. Francisco Mariotti. [Balance interno de E.P.S. Huayco]. Locarno: s.f. [marzo de 1981]. 10 pp.
(Documento mecanografiado. Archivo Luy / Mariotti). (Trascripción de declaraciones registradas
en audio. Se han realizado pequeñas modificaciones de ordenamiento y puntuación para facilitar
la lectura, procurando sin embargo respetar la oralidad recogida por el texto. También se han
incorporado unas pocas correcciones que aparecen manuscritas en el documento. Los corchetes
indican añadidos míos, incluyendo subtítulos de acápites creados para una mejor comprensión).
223
Obras
224
1 Diciembre ’79
2 Este primer portafolio reproduce los seis grabados que inicialmente conformaban la
carpeta de transición producida bajo el título de Diciembre ’79 durante ese mismo mes.
Se han incluido también las dos serigrafías de Charo Noriega y Juan Javier Salazar que
se incorporaron a ese conjunto un mes después. A pesar de lo sostenido en otras
publicaciones, estas ocho obras no pueden ser consideradas parte de la producción
orgánica de E.P.S. Huayco por razones que se exponen en el estudio introductorio del
presente volumen.
225
Fernando Bedoya
Yan-ken-po, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 72 x 51 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
227
Charo Noriega
Conejillo de indias, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 52.5 x 43 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
228
Marida Zevallos
Glorieta, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 72 x 51 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
229
María Luy
Retrato de una joven dama, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 72 x 51 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
230
Herbert Rodríguez
Niño, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 72 x 51 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
231
Francisco Mariotti
Cuatro cilindros, diciembre 1979
Serigrafía sobre papel: 72 x 51 cm.
(De la carpeta Diciembre 79)
(Fotografía: DG)
233
2 PROYECTO VALLEJO
5 PROYECTO VITARTE
6 Este segundo portafolio reúne todas las obras específicamente atribuibles a E.P.S.
Huayco, identificando esa producción con los procesos documentados desde principios
de 1980 en el libro de actas cuyos registros dan inicio a la existencia orgánica del taller.
La objetividad de ese criterio permite incluir los trabajos realizados durante aquellos
primeros meses en que el taller no contaba todavía con un nombre distintivo. En
cambio no se incluyen aquí piezas vinculadas a iniciativas anteriores, como la carpeta
transicional de serigrafías realizada en diciembre de 1979 y erróneamente adjudicada a
E.P.S. Huayco por algunas publicaciones. Sin embargo, estas imágenes últimas y otras
de interés similar pueden encontrarse en el primer portafolio y en las ilustraciones que
acompañan al estudio introductorio de este volumen.
7 Para mejor orden, he organizado las obras en relación a los cinco proyectos que
concentran la producción de E.P.S. Huayco: la exposición Arte al paso, los grabados sobre
César Vallejo, la encuesta de preferencias estéticas urbanas, las exploraciones en torno
a la devoción popular por Sarita Colonia, y el mural en el barrio obrero de Vitarte. Las
fichas respectivas puntualizan los nombres de los participantes específicos en cada una
de esas propuestas colectivas. También he incluido fotografías que dan cuenta de
procesos diversos en la realización de los proyectos más ambiciosos. Casi todos estos
registros han sido tomados por colaboradores orgánicos de E.P.S. Huayco: Roberto
Cores, Guillermo Orbegoso, Marianne Ryzek.
E.P.S. Huayco
(María Luy, Francisco Mariotti, Charo Noriega, Juan Javier Salazar, Mariela Zevallos)
Arte al paso (Salchipapas), mayo 1980
Esmalte sobre hojalata: 52 m2, aprox. (Destruido)
(Fotografía: GO)
235
Registros de los procesos de Arte al paso expuestos en la galeria Fórum. (Fotografías: RC).
236
Lavado de las latas recicladas para Arte al paso en el taller de E.P.S. Huayco.
Marzo - mayo 1980. (Fotografías: GO).
237
Armado de Arte al paso en las calles de Barranco. Mayo 1980. (Fotografías: GO).
238
Arte al paso en la galería Fórum. Mayo 1980. Nótense los textos recortados sobre la
pared.
Las niñas son hijas de María Luy y Francisco Mariotti.
239
Charo Noriega y Francisco Mariotti frente a sus respectivas obras en la galena Fórum.
Mayo 1980. Nótese, al fondo de la primera imágen, la agrupación de fotografías de Roberto Cores
registrando el proceso de elaboración de Arte al paso.
240
E.P.S. Huayco
(María Luy)
Oh cultura, mayo 1980
Serigrafía sobre papel: 100 x 69.5 cm.
(De la carpeta Arte al paso). (Fotografía: DG)
241
E.P.S. Huayco
(Francisco Mariotti)
Qué buena concha, mayo 1980
Serigrafía sobre papel: 100 x 69.5 cm.
(De la carpeta Arte al paso). (Fotografía: DG)
242
E.P.S. Huayco
(Charo Noriega)
Sorpresas te da la vida
Mayo 1980
Serigrafía sobre papel: 69.5 x 100 cm.
(De la carpeta Arte al paso). (Fotografía: DG)
E.P.S. Huayco
(Mariela Zevallos)
¡Bajan en el Museo de Arte Moderno!, mayo 1980
Serigrafía sobre papel: 69.5 x 100 cm.
(De la carpeta Arte al paso). (Fotografía: DG)
243
E.P.S. Huayco
(Juan Javier Salazar)
Algo vaʼ pasar, mayo 1980
Serigrafía sobre papel: 69.5 x 100 cm.
(De la carpeta Arte al paso). (Fotografía: DG)
E.P.S. Huayco
(María Luy, Francisco Mariotti, Charo Noriega, Herbert Rodríguez, Juan Javier Salazar, Armando
Williams, Mariela Zevallos)
Vallejo I, octubre 1980
Serigrafía sobre papel: 66.5 x 49.5 cm., aprox. (Fotografía: DG)
245
E.P.S. Huayco
(María Luy, Francisco Mariotti, Charo Noriega, Herbert Rodríguez, Juan Javier Salazar, Armando
Williams, Mariela Zevallos)
Vallejo II, octubre 1980
Serigrafia sobre papel: 63 x 44 cm., aprox. (Fotografía: DG)
246
E.P.S. Huayco
(María Luy, Francisco Mariotti, Charo Noriega, Herbert Rodríguez, Juan Javier Salazar, Armando
Williams, Mariela Zevallos)
Cojudos, octubre 1980
Serigrafía sobre papel: 10.5 x 7 cm., aprox. (Fotografía: DG)
E.P.S. Huayco. Serigrafías impresas en diciembre 1980 para la encuesta de preferencias estéticas de
un público urbano, realizada entre enero y febrero de 1981.
Serigrafía sobre papel: 25 x 16.5 cm. aprox., cada una.
(1. María Luy. 2. Herbert Rodríguez. 3. Charo Noriega 4. Mariela Zevallos. 5. Francisco Mariotti. 6.
Armando Williams).
248
Estampa religiosa cuadriculada y numerada para su uso como boceto de Sarita Colonia.
Octubre 1980.
E.P.S. Huayco
(María Luy, Francisco Mariotti, Charo Noriega, Herbert Rodríguez, Armando Williams, Mariela Zevallos)
Sarita Colonia
Octubre 1980
Esmalte sobre hojalata: 60 m2, aprox.
(Virtualmente destruido). (Fotografía: MR)
251
Ofrendas anónimas a Sarita Colonia dejadas por manos populares. Nótense los estridentes repintes.
Registro realizado en 1999. (Fotografía: GB).
256
E.P.S. Huayco
(Herbert Rodríguez)
Sin título, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografía: DG)
257
E.P.S. Huayco
(Armando Williams)
Amuleto, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografia: DG)
258
E.P.S. Huayco
(Charo Noriega)
Sara da amor, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografía: DG)
259
E.P.S. Huayco
(Mariela Zevallos)
Sarita Colonia, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografía: DG)
260
E.P.S. Huayco
(María Luy)
Sarita Colonia, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografía: DG)
261
E.P.S. Huayco
(Francisco Mariotti)
TVoción, febrero-abril 1981
Serigrafía sobre papel: 65.5 x 49.5 cm.
(De la carpeta Sarita Colonia). (Fotografía: DG)
E.P.S. Huayco
(Guillermo Bolaños, Charo Noriega, Carlos Enrique Polanco, Herbert Rodríguez, Armando Williams,
Mariela Zevallos)
La toma de la fábrica Cromotex (lado izquierdo), noviembre-diciembre 1981
Esmalte sobre pared: sin medidas disponibles. (Inconcluso y destruido)
263
E.P.S. Huayco
(Guillermo Bolaños, Charo Noriega, Carlos Enrique Polanco, Herbert Rodríguez, Armando Williams,
Mariela Zevallos)
La toma de la fábrica Cromotex (lado derecho), noviembre-diciembre 1981
Esmalte sobre pared: sin medidas disponibles. (Inconcluso y destruido)