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Revista de Filosofía / Notas bibliográficas

M. Heidegger. DER SATZ VOM GRUND (EL Pero, a esta acepción vulgar agregó ya
PRINCIPIO DEL FUNDAMENTO). G. Neske, el propio Leibniz la más conocida y ri­
Pfullingen, 1957 (211 págs.). gurosa: Principium reddenda rationis
sufficientis. Se lo traduce: Principio que
La obra nos presenta las 13 lecciones de-vuelve la razón suficiente. Rationem
del semestre de invierno 1955/1956 leí­ reddere significa para Heidegger de-vol­
das por Heidegger en la Universidad de ver el fundamento. Pero, cabe pregun�ar­
Friburgo, junto a una conferencia sobre se ¿por qué debe el fundamento de-vol­
el mismo tema dictada en· mayo y octu­ ver razón y para qué debe en _cada caso
bre de 1956. el fundamento ser de-volvedor? Leibniz
Ya en esta última se explicita el prin­ responde diciendo que el fundamento es
cipio en su versión latina: nihil est sine devolvedor "quod omnis veritatis reddi
ratione. Corrientemente se lo traduce ratio potest'', porque una verdad sólo es
así: Nada es sin fundamento. Lo que verdad cuando a ella puede ser de-vuelto
dice la frase podría resumirse también su fundamento. ¿Y hacia dónde es de­
en la siguiente forma: Todo tiene su vuelto el fundamento? Hacia el hombre,
fundamento, es decir, todo aquello que que en el modo del enjuiciar re-presen­
de algún modo es. (=Omne ens habet tando, determina a los objetos como obje­
rationem). Lo cada vez Real, tiene un tos. Re-presentar significa aquí en su
fundamento para su Realidad. Lo cada versión más original, hacer presente (ac­
vez posible tiene un fundamento para tual) algo al hombre.
su posibilidad. Lo cada vez necesario En la proposición "Nada es sin funda­
tiene un fundamento para su necesidad. mento" podemos también acentuar el es
Nada es sin fundamento. y en tal caso tendremos ya patente la
cercanía de Ser y Fundamento. Tenemos
entonces que Ser significa también Fun- ·
<lamento. Pero, Fundamento significa
asimismo Ser, y en verdad frente a este
círculo dialéctico queda perplejo nuestro
pensar ya que realmente no sabemos to­
davía lo que es Ser y lo que es Funda­
mento. Y a la investigación de esto últi­
mo dedica Heidegger sus 13 lecciones,
que constituyen para adelantarlo desde
ya, una verdadera "muestra" de su que­
hacer filosófico.
En la Lección I se nos introduce al
problema haciendo ver este largo "pe-­
ríodo de incubación" (de 2 .300 años!)
que debió experimentar el principio,
hasta que fuera genialmente "re-descu­
bierto" por Leibniz en pleno s. XVII. Al
relacionarle con otros principios básicos
(v. g. el ·de identidad, el de contradicción,
el del tercero excluido, etc. ) ll�ga a afir­
mar que es el fundamento de todos ·1os
fundamentos, mostrando que práctica-

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mente todos los otros derivan de él. Agre­ ción de contradicciones y al aseguramien­
ga luego, y para continuar su análisis, to en contra de ellas.
que no sabemos verdaderamente lo que Leibniz llamó también al principio del
son estos principios básicos (=Grundsiit­ Fundamento principium grande. Esta
ze), y aun cuando en nuestro quehacer y grandeza se refiere a que tal vez incluya
en nuestro "dejar" estamos siempre fun­ en su esfera de acción al principio de
dando (=ergründen) y fundamentando causalidad (que fue abordado asimismo
(=begründen), no hay clarid�d en estos por el autor de la Monadología).
términos. En el §32 de esta última se le llamó
Todo aquello que de algún modo es también "principium reddendae rationis
tiene necesariamente su fundamento. Se sufficientis y Heidegger se preocupa en
pregunta luego Heidegger (Lección II) reiteradas ocasiones de destacar el carác­
si el principio del fundamento tiene ter de de-volvedor y co-locador (co-loca
también necesariamente su fundamento, en verdad una exigencia, la exigencia del
sería algo así como "el fundamento del fundamento) del principio citado. Leib­
fundamento" (p. 28). El problema que­ niz nos adentra con ello en el modo de
da abierto. pensar de la época moderna y presiente de
Ch. Wolff (§70 de su Ontología) pro­ un modo históricamente oculto toda la
pone traducir mejor el principium ra­ evolución de la Lógica moderna a la
tionis (leibniziano) como principio bási­ Logística y aun a los cerebros electróni­
co del fundamento ("Principio es aquello cos.
que contiene en sí la razón para otra En autocita de su antiguo opúsculo
cosa"), lo que de todas maneras es mala ( Vom Wesen des Grundes de 1929), re­
traducción. conoce Heidegger que esas reflexiones le
Bastante dudoso aparece al lector lo aclararon algo sobre la esencia, pero le
que se afirma en p. 34 de que los griegos condujeron al error de creer que el prin­
no conocieran ya la representación y el cipio del fundamento no decía de un
concepto de valor. modo inmediato algo sobre el ente, cosa
Se intenta a esta altura definir axioma que ahora afirma expresamente (p. 85) .
y diferenciarla de proposiciones básicas La culminación de estas meditaciones
o principios. Los axiomas son proposicio­ la encontramos a juicio del comentador
nes que son sostenidas abiertamente por cuando Heidegger afirma (p. 90 ss.) que
todos, y las cuales -atentamente contem­ "el Ser es fundamentante (=grundartig)
pladas- consisten en conceptos límites. y fundamentador (=grundhaft).
Tienen por tanto, el carácter de propo­ Cinco puntos "fundamentales" resumen
siciones, y de proposiciones superiores esta nutrida obra, y su propio autor los
( en relación a otras proposiciones por destaca (p. 96) :
debajo de ellas). Los principios, en cam­ l Q El período de incubación de 2.300
bio, son aquello que está en primer lu­ años del Principio del Fundamento, que
gar, en la primera fila, por así decir. según H. se deben en parte al período
Ellos están pues referidos a una seria­ de olvido del Ser.
ción y ordenación. Parecen ser más bien 2Q La nueva época iniciada por Leibniz
cosa de la razón, a diferencia de los y la concepción rigurosa del principium
Grundsiitze que lo serían del entendi­ reddendae rationis sufficientis que en su
miento. Heidegger recalca aquí que el versión de principio superior (más gran­
carácter axiomático de los axiomas se de, más noble) termina con la 1� etapa.
refiere sobre todo a su papel de elimina- 3Q Aclaración de por qué a este princi-

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pio se le llamó (por Leibniz), princi­ mostrar su idea de la vida humana sor­
pium grande, principium magnun, prin­ prendiéndola, entrando en ella por con­
cipium nobillisimun. ductos diversos que nacen en su trato ha­
4Q El Fundamento como "porqué" y bitual con la pintura, la sociología y las
como "en razón de". El warum y el ciencias en general, lo que otorga a los
weil en Angelus Silesius, el contempo­ desarrollos enorme amplitud de conte­
ráneo de Leibniz. nido. A pesar de utilizar apoyaturas apa­
5Q El qesarrollo de estas ideas lleva a rentemente dispares, alcanzaba siempre
las 2 acepciones, a los 2 tonos posibles su objeto; entraba en la filosofía por
para el Principio del Fundamento (aquél cualquier puerta. Todo servía: unas bi­
en que se explicita la versión vulgar, y la cicletas holandesas, un libro de caza, un
en que se reafirma el es y el carácter on­ cambio de frente en la ciencia física, un
tológico del principio) . libro sobre Roma ...
Heidegger nos agrega todavía algunas Manifestaciones tan heterogéneas como
importantes consideraciones históricas. so­ las señaladas se dan en el vivir humano,
bre la relación de Leibniz con Kant (pp. esa realidad inquietante y radical que
123-128) y apunta a una nueva interpre­ para Ortega es lo único dado al hombre,
tación del método trascendental kantiano lo indubitable, lo que, andando el tiem­
(pp. 133 ss.). po, segó el estilo originalmente frondoso,
¿En qué medida corresponden Funda­ el natural hedonismo y la brillantez com­
mento y razón (ratio) por un lado, y Ser parativa de su primera época. El pensa­
por otro? ¿Por qué resulta a la postre que dor de tan vasto registro llegó, a conse­
el Ser como fundante no tiene funda­ cuencia de los reiterados asedios, a fami­
mento? ¿Será, pues, su suerte (=Geschick) liarizarse con una inmersión cada vez más
la de un simple jugueteo como trasfondo rápida en la idea fundamental, con mer­
de aquel juego más serio al que colabo­ ma evidente del nutrido acarreo concep­
ran Ser y Fundamento? tual que realizaba con brillo y soltura;
Hasta aquí, por ahora, la problemática llegó a no tener más que un solo tema
y la dialéctica heideggerianas en la que en su horizonte de pensador: la vida hu­
vislumbramos nuevos horizontes en el mana, sus atributos, evidencias y contra­
siempre renovado enigma del Ser. dicciones, su drama.
Seduce profundamente el hecho de que
Dr. BRENIO ONEITO BACHLER. Ortega no anuncie el resultado de su
meditación. Meditar es para él -a me­
nudo lo dice- marinear, singlar entre
José Ortega y Gasset. ¿QUÉ ES FILO­ problemas, algo como una aventura que
SOFÍA? Revista de Occidente, Madrid, vive con el tema.
1958. 264 páginas. "Si al irlo manipulando -advierte en
este segundo inédito- resulta que trope­
En los últimos tiempos del filósofo es­ zamos con temas más sugestivos y huma­
pañol llama la atención el achicamiento nos, si súbitamente en la rigorosa pesqui­
del vasto horizonte de, problemas que el sa de qué sea la filosofía, por tanto, qué
meditador acostumbraba a manipular. El sea la ocupación particular y privada de
origen de esta contracción temática debe los filósofos, caemos por escotillón en lo
achacarse al acercamiento, verificado en más humano de lo humano, en la entra­
forma de lento y reiterado acoso, al punto ña palpitante de la vida y allí nos acosan
básico de su doctrina. Ortega ensayaba deleitablemente problemas de la calle y

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