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Teoria e historia de la imagen Fatima Gil Francisco Segado (eds.) EDITORIAL SINTESIS (Ub4ai2 INDICE RELACION DE AUTORES 7 maemo 18 PROLOGO, — — 15 CAPITULO 1. EL LENGUAJE VISUAL... —ie oT ‘Noemi Avila Valdés LL Qué esa semitica.. ee 0 12. Quéesel lenguaje visual » 13, Una imagen noes una realidad... a 1.4, Los diferentes tipos de discursos audiovisuales, 4 6 2 Resa nds dhe. st poi, bajo Jastweines pesjlesardnien ci pein ot as yes repre, reptar ani eta fi pobleatn, cg opurcnent or talger CAPITULO 2. HERRAMIENTAS DEL LENGUAJE VISUAL. » Shea de evap y por alge medi. ea Maria Acaso Lipez-Bosch i in eis foxy por cnr oo, na a 21. Concepto de h a del lenguaje visu » es pores de Era Sins, ‘onceplo de herramienta del lenguaje visual eee 22. Herramientas de configuracion 30 © Fim Gi 221. Eltamano 9 Francisen Sega (eds) 2.22, La forma, 31 © EDITORIALSINTESISS.A 223, Bl color 3 Verma, 42908 Mad 224, Lailuminacién 36 ee 01) 315.2008, 225. Latextura . 37 23, Herramientas de organizacion.. » Depésito Log M. 264762011 ISBN: TS. 975673.5.§ | Mh Loe i ~ 2 32. La ret6rica visual... Impress en Espa Prntedin Spin 23.3, Figuras bisicas dela ret6rica visual 0 TA Teoria iri de a imagen semvintcas y expresivas por medio de la y1xtaposicion de los planos. Per Paolo Pasolini jndicé la erucial importancia que tiene el montaje en cuanto a la creacién de signifi- ‘ado dentro de una obra cinematogréfica cuando senal6 que ésteactia de forma seme- jantea la muerte: trnsformando un presente infinito, inestable einciertoen un past- do concreto, estable y definitivo. El montaje es un arte temporal, narzativo, expresivo y de ereaciOn de sentido, Es cel pulso de una narracin” y debe conseguir que el flujo de acontecimientos sea caps {de reflejar y obtener la emocidn del espectador. El montaje es como el verso en ka poesfa: por medio del orden, I duracin y la frecuencia de sus elementas crea ritmo yemocién, aleanzando el alma humana, 69. Bibliogratia Balirs, B, (1972): Teore de lm, Ineluido en Stam, R., (2001): Teorias del cine, Poids ‘Comunicacién. Barcelona. Bordbell D. (1999: El cine de Eisenstein, Paids. Barcelona. Garefa, F (2006): Naratva Audiovisual. Laberinto. Madrid Dancyger, K. (1999): Téenicus deed en cine y video. Gals. Bareclona, Del Rey, P. QIN2): Montje, ana profesiinde cine, Avie. Bareelona isenstin, $M. (1929: El principio cinematogrifco ye ideograma. Ensayo incuido en Teoria técnica cinemarorificas (3989): Rialp. Madrid, isenstein, S. M. (1970: Reflexiones de un cineasa incuide en Teoria y técnica cinematogri fis, (199): Rialp. Madi. Histon 5. (1973: Cristian Science Monit, 11 agosto de 1973. Entrevista realzada por Louise ‘Sweeney. ; Montero, 1y Paz. M.A. (1999): Creando la realidad. Et cine informativa 1895-1945, Ariel Madrid. Murch, W. (2003): Ef momento del parpadeo. Ocho y Medio, Libros de cine. Madrid Stamm, R200) Teorias del cine. Paidos Comunicacién, Barcelona, Pasolini, P,P. (1988): Observations on the Sequence Shut Hermetical empiricism, Louise K Barnett. Indiana Pudovkin, V.1. (1929): Film Technique. Newnes. Londres. VV. A.A (1995): El cine soidtco visto por sus creaores. Sfgueme, Salamanca 7 DELA PREHISTORIA A LA ANTIGUEDAD ‘Durante gran parte de nuestra historia las manifestaciones atsticas han constituido ‘un vebiculo de comunicacién habitual y dnico para la distintas culturas. Un joven imberbe con un cordero sobre sus hombros ofrecia alos prinieros crstianos que se reunfan clandestinamente en las catacumbas la confianza y sewuridad en la nueva rei- {i6n cristiana. Asf mismo, un busto escultsrico coronado por las alas de un haleon ‘eayendo por sus hiombros era una de las seas ce identidad de un faradn egipeio,ele- do por el propio Horus. Otro caso similar es el de Santa Lucia, una mujer com amplias ‘vestiduras y con una bandeja entre sus manos sobre la que se muestran dos ojos que cn la actualidad harian pensar en una pelicula de terror. Se trata, sin embargo de un personaje importante de la Edad Media, cuyas iméigenes podian, sen la mentalidad popular, obrar milagros. El poeta Paul Valery afirmaba que todas las imagenes dicen mis de lo que repre sentan a simple vista y estén cargadas de signticacion a partir de un campo sims ‘60 que asociamos con ellas. Panolsky las lama imdgenes-laberinto. “Actualmente el espectador de una obra de arte se muestra un tanto inerédao res- pecto al simbolismo de estas antiguas imégenes. Probablemente se deba a que se han {quedado obsoletas. Sin embargo, a pesar de esta acttud de entrada, quien observa cste tipo de representacionessiente, casi sin querelo, cl poder embaueador dela imagen, ‘Las obras de arte tienen sts propios elementos, formales, estéticos y simbdlicos, por ello una buena lectura esti fundamentada en la necesidad de descirar sus e6di- 0s: culturales, sociales yreligiosos. ‘Los dos eapitulos dedicados al estudio de os usos de Ia imagen através de Ia his- toria del arte tienen como objetivo aprender a ver y leer pinturas, esculturas y dis- 116 Teor hore de ta imasen tintas obras de arquitectura: asf como comprender el uso para el cual fueron creadas cen su momento, Una cuestion relevante, que quiza haya contribuido a crear esta actitud escépti- ca en el observador contemporéneo, es la férrea vinculacién del arte con la idea de belleza, Es cierto que durante muchas épocas ~fundamentalmente a partit del Renacimiento~el arte y la belleza han constituido un binomio indisoluble. La repre: sentacién artistica debia expresara la perfeccién la idea de Ia belleza, No obstante, ‘aunque hoy todavia pervive parte de esta idea, por otro lado, este concepto ha sido continuamente cuestionado desde comienzos del siglo XX. ‘A pesar de esta asoctacton, el arte 20 s6lo ha cummplido funciones estéticas, sino ue su fuerte poder comunicador y eatalizador ha hecho que se dirija a otros cami- nos: la expresion de poder, tanto religioso como real, la transmisiGn de emociones, la cexperimentacién y libertad creativa, 7.1. La Prehistoria La Prehistoria enmarca un muy amplio abanico eronol6gico, que en relacin a la apa- riciGn de las primeras manifestaciones crtistcas, abarcaria desde el Paleolitico supe- rior hasta el Neolitico: momento en el que surge la escritura y se puede, precisamen- te por ello, comenzar a hablar de Historia 7.11. Las pinturas rupestres. Enre la realidad y la magia Cuando el hombre del Paleolitico pinté y grabé en las profundidades de sus euevas bisontes,ciervos, mamutes, especies todas ellas habituales en un territorio marcado por los friosy las laciaciones, seguramente no pens6 que muchos siglos después sus obras serian motivo de estudio y piezas fundamentales para conocer algo mas sobre su existencia, sus preocupaciones. su forma de organizarse El conocimiento que tenemos de la ®rehistoria es muy limitado. La no existencia de textos eseritos ha Ilevado a los arquedlogos a analizare interpretar los diversos restos materiales encontrados, entre los cuales se encuentran las manifestaciones artis- ticas Durante el Paleolitico el hombre vive en un entorno hostil, es némada. Uno de ‘sus motores vitales es la bsqueda de al mento a través de la caza, ayudados por una industria iticaefieaz pero muy rudimertaria, Las primeras manifestaciones atisticas encontradas se localizan en el Paleolitico superior, coneretamente en un periodo conocido como Magdaleniense, y se sitian en 1 entorno del norte peninsular y oecidente. Los principales ejemplos artisticos con- servados son pinturas murales asf como pequefios objetos y estatuilla rtuales. Alguinos de los primeros ejemplos censervados son ls pinturas de manos en posi- tivo y negativo, aparecidas de forma simultinea en diferentes puntos de Occidente. Dela Prchsunia w vantigiedad ANT Capit Visualmente resutan una curiesa forma firme y entusiasta a juzgar por el trazo, de ‘manifestar la presencia humana, Estas representaciones han sido interpretadas como parte de un ritual y no como bisqueda de identidad, Frente a este caso excepciona, donde el hombre se convierte en protagonists a través de una parte del cuerpo, lo habitual es que las pinturas rupestes, como en el caso de las conservadas en Altamira o las de Lascaux en Francia, representen animales con formas naturalists y variados colores trabajados con materias orgénicas y minerales para conseguir un mayor rea- lismo, La funcién de estas imagenes ha sido muy discutida. La superposicién de unas figuras sobre otras el lugar estratégico elegido para ubicarlas hace pensar en un eentorno privitegiado, una especie de santuarioreligioso. Estas pinturas tendrian, por tanto, una dimensin simblico-religiosa Las pequetas estatuillas femeninas encontradas durante este periodo tendrfan un significado parecido, aunque, en este caso, asociado a la fertilidad, La clara exagera- cin y deformacin de os raszos sexuales (especialmente caderas y pechos),eviden- ciarfa el deseo de propiciar la procreacién y multiplicacin de la especie. El ejemplo ms conocido de este tipo es la Venus de Willendorf. 7.12. ELNeoltico. Bailes, riwales y primeros poblados La mejora de las condiciones cimstieas, en torno al $000 a. C., supone un cambio raklical. Primero el homtbre del Mesoitico, periodo intermedi, y luego el del Neoltco comienzan a busear y articular los primeros asentamientos urbanos. Ast, fos prime +105 pobladas surgen a partir del finde las glaciaciones, alo que se une el desarrollo dela ganaderfa, la agricultura, la industria tia y la ceric, Las pinturas ya no aparecen en el interior de euevas, sino en abrigos rocasos, des tacindose de forma especial las encontradas en ef arco levantino de la Pennsla Ibética. En ellasaparecen grupos humanos de cardeter esquematizado con una dite- renciacin clara entre géneros basada en criterios eromaticos y geomeétrieos. Estos ‘grupos presentan ya una cierta organizacion jerérquica y espacial. Como podemos apreciar en el caso de los ejemplos de la Cueva de Cogull y Valltorta, el hombre del Neolitico tiene una clara necesidad de narra. No se trata de la representacién de una idea simbélica para ganar el favor de fa dvinidad como ocurra en les ejemplos ante riores, sino de la representacién del ser humano realizando acciones cotidianas: una escena de caza, una ceremonia ritual o la recogida de la miel unto a estas manifestaciones pictérieas destacan, por el efecto de sorpresa y misterio que atin hoy transmiten, las formas de arquitectura asociadas a las pie dras monumentales. La forma mas simple es el Menhir, una gran losa de piedra vertical anclada en el suelo, la mis compleja el Cromlech, alineamiento circular de este tipo de estelas semejante a Stonehenge. Este tipo dé monumentos podrian estar relacionados con alin ritual relacionado con los eultos solares y el solsticio de verano. 18 via historia de a inagen 7.2. Las grandes civilizacioness Mesopotamia y Bgipto A partir del IV milenio se desarrollan en Oriente las dos primeras grandes cultures, de nueste historia la cvilizacion mesopotamica y Egipto. “Ambas evolucionan de forma rida y presentan una sociedad agricola y gana- deta, organizada en complejas jerarquis, A esto se une el incipiente desarrollo de Ciencias como las matemiticas y a astronom(a, gracias en gran parte al nacimieato de a eseritura ‘La escritura, junto ala imagen, seri un elemento fundamental para la transmi- sign de los mensajes que en estas civilizaciones se vinculan por un lado con la idea de la muerte y el cuto alo funerario y, por otro con el poder real asociado a la divi nidad, 7.2.1. Mesopotamia: paratsos con jardines colgantes En la zona conocida como el Crecente fri bafiada por ls cauces del rio Tigris y rates, se desarrollé durante aproximadamente tres mil aiios a cultura mesopotmica, Esta civilizacin se articula en funcién de la sucesin de una serie de pueblos y ‘culturas que se van ubicando en esta zona a lo largo del tiempo: los sumerios (2900: 2330 aC.) aadios (330-2150 a C.),neosumerios (2150-2015 a, C.), babilinicos (1950- 1400 a. C),asris (1340-612 a, C.), neobabilinicos (625-539 a. C.),y por iim et impe- rio persa (539-330 a. C.). “Todas estas culturas se organizan ea ciudades, con sus nicleos eentralesdefinidos a través del palacio, residencia del monarea y aparato burocritico, y el zigurat tipo de templo mis habitual del mundo mesopotdmico, cuya forma imita a una montaia simbélica para ascender a la divinidad. Los zigurats son todav‘a un enigma, Realizados en materiales pobres como el ado- be y revestidos de cerdimica vidrinda de colores, no resistieron al paso del tiempo, se ces{umaron por el fuerte viento del desierto. El zigurat es quiaé el primer gran ele mento transmisor y comunicador de pader de la cultura mesopotmica. Cercanos al palacio det Rey y eon su gran desarrollo vertical y monumentalidad, debfan ser los tedificios ms altos de las ciudades, emblemas tinicos de In presencia de los dioses y de la vinculaeién del Rey con la via esiritual. El arte se convierte asi en el vehicwlo, para transmitir el poder y la autoridac politco-religiosa Entre las legendarias ciudades dela antigua Mesopotamia, destacan las de Ur y ‘orsabad, con sus tecintos fortficados y sus palacios. Pero la que se consolida como tuna de las ciudades mas bellas de la antigiedad es, sin duda, la Babilonia de [Nabucodonosor. Baiiada por el ro Eifrates, contaba con espectaculares palacios y jardines colgantes, doble muralla, grandes avenidas y puertas monumentales como la dedicada a la diosa Ishtar. Estas ciudades presentan sociedades jerarquizadas: los Reyes y lideres espiti tuales ostentan el rango mis elevadoy cercano a los dioses, los burdcratas Ia scala Capitulo 7 Dela Prbisoria a laantigiedad M19 intermedia y el pueblo, dedicado a la ganaderfa y la agricultura, la base de todo el sistema, En las altas esferas destacan los Reyes y los lideres espirituales, que se convier~ ten en protagonistas de esculturas. Un ejemplo conocido son las cerca de treinta eseul- turas votivas del Patesi Gudea, gobernador de la ciudad de Lagash de época neosu- ‘mera realizadas en diorita negra, que representan al personaje de pie 0 sedente, con las manos en actitud devocional y con un esquemna claramente frontal a nivel com- positivo. Rigor, serenidad y poder son aspectos que se fusionan en esta obra. La Estela de Naram-Sim, de época acai, es un magnifico ejemplo det poder evo- ccador y simbolico de la imagen en el relieve escultorico, De clara vocacidn narrativa, tn la cispide de la montafia aparece Naram-Sim portando un faldellin yun casco con Ccuernos, atributos reservados a los poderosos, y ante él, un ejército de lulubitas cae tendido y pide clemencia, El criterio jerdrquico de este arte se observa en el papel estacado, tanto en altura como en tamafo, del lider militar frente a su ejécito y a Jos vencidos mostrando el cardcterjerarquico de este arte, ‘Junto a escenas de tipo bélico es habitual encontrar representadas a los reyes par- ticipando en cacerias y ceremonias de tipo ritual. Como ejemplo del primer tipo los relieves de las cacerlas del rey Asurbanipal, rey asrio, que mand grabar sobre la pie dra estos relieves en su palacio de Ninive 7.22. Egipto: dioses yfaraones Frente a la variedad de culturas que cohabitaron y se fueron sucediendo en Ia civili- zacibn mesopotimica, Egipto presenta una realidad hst6rica més uniforme y cons tante, Durante mas de tres mil ais faraones de diferentes dinastas, del Lmperio anti- ‘uo al nuevo se fueron sucediendo en el tiempo manteniendo una misma base cultura La agricultura, favorecida por ls crecidas anuales del Nilo, se consolidé como uno de los pilares fundamentales de Egipto. Y, junto a ella, una religion politeista basada en un gran nimero de dioses con diferentes atribuciones y formas de repre sentaci6n en las que era, incluso, habitual a combinacién de formas humanas y ani- mates, Frente a todo este sistema se posiciona el faraén, gran lider politico y espiti- ‘ual, cuya existencia, al igual que la de los dioses, debe ser eterna. Ese desco de eternidad, vinculado al rito funerario, es una de las claves ms impor- tantes para entender la funcin del arte y ls imagenes del antiguo Egipto ‘Las pirdmides fueron los grandes referentes visuales, las moradas que garantiza- ban la perdurabitidad de la vida durante el imperio antiguo y medio. Construidas con grandes silares en el margen oeste del ro Nilo (all por dande se pone el sal y Osiris ios de ultratumba, comienza su viaje a través de la noche), fueron configuradas con sotprendente precisiin técnica y englobaron arapiosrecintos en torno a ells. El ejem- pla ms conocido lo constituirian el complejo funerario de Zoser, con su pride Escalonada, y las pirdmides de Giza, donde fueron enterrades los faraones Keops, Kefrén y Micerinos. 120 Teoria ehisria dels imagen Durante el imperio nuevo tas tumbas ceden protagonismo a los templos como los de Karnak o Luxor, construidos por Ramsés Ifo el de la Reina Hatshepsut. Son de {grandes proporciones: monumentales cnstrucciones excavadas en Ia roca a diferen- tes alturas La escultura comparte con la arquirectura esa bisqueda de eternidad y transmi- sin del poder a través de la imagen. Los faraones se convierten as en los protago- ristas de las principales eselturas de buito redondo, pudiendo parecer solos 0 acom- paiiados de distintas divinidades. Este es el caso de la escultura sedente de Kefrén 0 del grupo escultérico de Micerinos. Igual que en el caso de las pirmides y los tem plos, también la piedra labrada es el material escultrico més uilizado. La dureza de éta, combinada con la bisqueda de eternidad de estos solemnes retratos, da como resultado imagenes hieriticas, carentes de movimiento y expresin, reflejo de lo ater poral e inmutable. Los mismos criterios, tanto en temas como en bisquedas forma- les oestétics, estan presentes en el cas del relieve y la pintura mural Los faraones en distintascampafas militares o en diferentes momentos de su vida, acompafiados de los dioses ante ceremonias rtuales o disrutando de un banquete atendidos por sus sirvientes, configuraa los temas habituales para la decoracién de los muros de espacios funeratios y templos. Es importante en este sentido destacar c6mo la necesidad de traasmitir una idea determinada, que en el caso del arte egip- cio suete estar vinculada al faraén come miiximo poder politico yespritual, hace que los artistas se rjan por una serie de formulas y convencionalismos en la representa- cin, La ley de jerarquiay la ley dela frontalidad marcan la estética en este campo. La primera atribuye un determinado tamatio al personaje en relacién con su impor tancia social y spiritual, La segunda, por su parte, erea una forma de representacién ‘que ser seguida durante casi tres mil aos con personajes con la cabeza y piemas de perfil, torso y mirada de frente ‘Uncaso excepeional, por su contrapunto estético, lo constituyen las obras del perio- do de Amarna dentro dela herejia morotesta del faradn Amenofis IV. En las esc: tras y relieves de su corto reinado es habitual ver ala familia en aeciones cotidianas en su jardin recibiendo fos rayos solares de Atén. Sus formas huyen de lo rigido y estereotipado y jueyan con la deformacion y las lineas sensuales Junto a esta vertienteestétia, encontramos otro Esipto: el del pucblo. Las obras de estos artistas populares estén realizadas en materiales modestos y no han gozado de buena conservacién. Es el caso de eculturas como el grupo de Rahotep y st espo- sa Nefreto los singulares Oushebt, pequetias esculturas de adobe polieromadas que Tepresentan a personas del pueblo en aciones cotidianas y que acompaiarian al faraén

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