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Geografía U.

Externado
ANTECENTES
Antecedentes Esta iniciativa se remonta a los espacios compartidos en la Universidad
Nacional de Colombia entre algunos estudiantes y profesores.

En estos espacios académicos fueron surgiendo inquietudes que motivaron la conformación


de grupos de trabajo estudiantiles, como el caso del grupo Pangea, Geopraxis y otros, cuyos
integrantes, abordaron los debates de la geografía humana, la fenomenología, el
existencialismo, el realismo, la geografía de género, el post-estructuralismo, el análisis del
discurso, pero en especial la geografía radical, crítica y marxista. La obra de los geógrafos
brasileros Milton Santos, Robert Moraes y las enseñanzas de nuestro profesor Orlando Fals
Borda, fueron, entre otros, referentes importantes.

Las lecturas de estos autores y tendencias motivaron el reconocimiento de Suramérica y


ello conllevó a plantear la necesidad de organizar y realizar el Pre Encuentro de Estudiantes
de Geografía de América Latina y el Primer Encuentro Nacional de Estudiantes de
Geografía. Para el logro de este objetivo se realizó un recorrido por Suramérica, que se
inició con la participación del grupo Pangea en los Encuentros Latinoamericanos de
Estudiantes de Sociología (ELES) y Antropología (FELAA) realizados en Quito en el año
2002. El viaje continuó por Perú, Bolivia, Argentina y Chile, convocando a estudiantes de
geografía para la realización del encuentro de estudiantes de Latinoamérica; se socializó la
propuesta en distintas Universidades latinoamericanas. Todo el proyecto fue financiado y
apoyado por la Universidad Nacional de Colombia y en particular por el Departamento de
Geografía. En este viaje se encontraron múltiples iniciativas de estudiantes y ahí nació una
red de estudiantes de geografía desde Argentina y Chile en el sur, hasta México en el norte,
que se ha ido tejiendo con el tiempo.

Una vez hecha la convocatoria durante el viaje por Suramérica se realizó el Pre encuentro
de Estudiantes de Geografía de América Latina y el Primer Encuentro Nacional de
Estudiantes de Geografía de Colombia, en septiembre del 2002 en la Universidad Nacional
de Colombia. Esto se constituiría, junto a iniciativas de estudiantes de México, Cuba y
Argentina, la base para la realización del Primer Encuentro Latinoamericano de Estudiantes
de Geografía –ELEG, realizado en la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia
en el año 2004. Allí, los estudiantes del Departamento de Geografía de la Universidad
Nacional de Colombia participaron con ponencias y en las discusiones que sentaron los
principios de la Asociación Latinoamericana de Estudiantes de Geografía-ALEG. En el año
2005 se realizó el segundo Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Geografía –
ELEG- en Bogotá, y en el 2007 se realizó en la Universidad Nacional de San Marcos en
Lima. En el 2009 en la Universidad Nacional Autónoma de México, y en el 2010 en la
ciudad de Quito. Para el 2012 este encuentro tendrá como sede la ciudad de Caracas en
Venezuela. Estos encuentros han mantenido su interés por indagar en Latinoamérica desde
perspectivas críticas y son un escenario que nos permite avanzar, compartir y construir
juntos nuestra actual propuesta de Geografía Critica de Raíz Latinoamericana.

Todas esas experiencias han ido tejiendo lazos y vínculos con antropólogos, historiadores,
sociólogos y geógrafos de Latinoamérica, y el proceso ha seguido fortaleciéndose. Los
diversos encuentros han ido consolidando una Red de geógrafos/as latinoamericanos/as
preocupados y ocupados en seguir fortaleciendo la “Red de Geografía Crítica de Raíz
Latinoamericana”, a partir de diversas actividades, encuentros, seminarios, talleres,
investigaciones conjuntas que promuevan la discusión de una geografía crítica. Nuestra
participación en los últimos Encuentros de Geógraf@s de América Latina –EGAL-, en
especial en la doceava edición (Montevideo, abril de 2009), nos permitió identificar la
necesidad de consolidar esta red GeoRaizAL con el objetivo gestionar investigaciones y
encuentros académicos que promuevan los enfoques de la geografía crítica en América
Latina.

En el año 2010 desarrollamos las Jornadas GeoRaizAL colombianas. En ese mismo año
inscribimos el proyecto de la “Red de Geografía Crítica de Raíz Latinoamericana –
GeoRaizAL”, en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado
de Colombia, donde trabajamos como docentes-investigadores algunos de los impulsores
de esta propuesta. Con este apoyo institucional y en compañía del grupo de investigación
Estepa del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia, ganamos
un concurso de proyectos dentro de la Universidad Nacional de Colombia, que nos
permitió, pensar y construir el seminario “Geografía crítica: territorialidad, espacio y poder
en América Latina” en el cual proponemos seguir consolidando la “Red de Geografía
Critica de Raíz Latinoamericana –GeoRaizAL”. Esta actividad la realizaremos en Bogotá,
entre el 27 y 30 de septiembre del 2011.
En estas jornadas GeoRaizal, el programa de la Universidad Externado de Colombia, en
asocio con la Comisión de La Verdad, pretenden construir una reflexión interdisciplinar
sobre PATRONES Y CONTEXTOS EXPLICATIVOS GEOGRÁFICOS DE LA
CONFLICTIVIDAD EN COLOMBIA. Más allá de considerar la espacialidad del
conflicto armado colombiano como la mera distribución de fenómenos asociados a actos
violentos (con su consiguiente expresión cartográfica), las jornadas pretenden avanzar hacia
el entendimiento complejo y estructural de la espacialidad del conflicto sociopolítico que se
ja desarrollado en Colombia, al menos, en el último medio siglo. Considerando las
dinámicas espaciales desde la perspectiva de las causas, factores de persistencia, así como
efecto o impactos del mismo conflicto en Colombia. Atendiendo a corrientes
contemporáneas de que pensamiento que pugnan por matizar el antropocentrismo y por la
reivindicación de los derechos de la naturaleza, las presentes jornadas proponen darle para
el entendimiento amplio de la espacialidad del conflicto armado en el país. Lo anterior se
hace aún más pertinente y se refuerza con el reciente reconocimiento por parte de la Justicia
Especial para la Paz (JEP) de la naturaleza como víctima del conflicto en el marco de caso
específicos en el Suroccidente colombiano. Les invitamos a participar de esta reflexión.

1) Medio ambiente, economía y conflicto en Colombia: Relaciones y dinámicas


espaciales. 5 de marzo de 2020.
2) Patrones Geográficos y contextos explicativos del desplazamiento, el despojo
territorial y el despojo histórico. 26 de marzo de 2020.
3) Territorios Hídricos: La conflictividad en torno al agua en Colombia. 30 de abril de
2020.

EVENTOS GEORAIZAL
La Red de Geografía Crítica de Raíz Latinoamericana –GeoRaizAL- se propone contribuir
en la promoción y articulación de iniciativas de investigación-acción que diferentes redes
de estudio y de trabajo vienen desarrollando en Colombia y en América Latina sobre temas
relacionados con:  las geografías críticas en y de latinoamericana; los movimientos sociales
y la construcción de alternativas políticas; los conflictos derivados de las lógicas de
acumulación capitalista con los sectores populares y la sociedad civil; la diversidad de
formas de territorialidad y las relaciones de poder; los conflictos por el acceso y
distribución de los recursos; los SIG participativos, las cartografías críticas y alternativas; la
gestión y ordenamiento territorial; la fragilidad de las seguridades y derechos de las
comunidades y personas; la profundización de las desigualdades; los conflictos armados e
iniciativas de construcción de paz, entre otros.
Debido a que gran parte de la geografía latinoamericana deja a un lado estas problemáticas,
haciéndolas invisible tanto académica como políticamente, la Red de Geografía Crítica de
Raíz Latinoamericana –GeoRaizAL- considera que es oportuno que la geografía elabore
opciones e iniciativas que contribuyan, por un lado, a una más profunda comprensión de
realidades sociales y ambientales de Latinoamérica y, por otro, que ayuden a transformar el
papel que geógrafos y geógrafas juegan en la transformación de la sociedad.
Tiene como objetivo promover e incentivar la investigación geográfica desde una postura
crítica y decolonial. GeoRaízAL cuestiona la producción de conocimiento a partir de
nuestra realidad como latinoamericanos para llegar al reconocimiento de la geografía de
nuestros pueblos.

ESTUDIA
El programa capacita conceptual y técnicamente para entender la dinámica espacial y
territorial como resultado de las relaciones que se constituyen entre los humanos y el resto
de la naturaleza con la mediación de de la cultura, la estructura económica y social, la
política y la dinámica demográfica en las escalas internacional, nacional, regional y local.
La intensificación de los procesos de globalización económica, tecnológica, cultural y
política, así como la creciente crisis ambiental han fortalecido la necesidad del análisis  
geográfico   de  las problemáticas y de los retos de las relaciones entre los humanos y de
ellos con el resto de la naturaleza, como medio para comprender y encontrar alternativas a
los problemas  cruciales de las sociedades en sus territorios.
Formarse como geógrafo o geógrafa es desarrollar capacidades conceptuales y habilidades
instrumentales para la indagación y comprensión de la dinámica espacial y territorial de las
relaciones que se construyen entre las sociedades humanas y el resto de la naturaleza, con la
mediación activa y cambiante de la cultura.

CONSTRUCCIONES DIVERSAS DE UN MISMO TERRITORIO: UNA PARTE DE


LA ORINOQUÍA COLOMBIANA RELATORÍA REUNIÓN VEREDA PÍO XII
La participación del grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas,
de la Universidad Externado de Colombia, en la reunión de la vereda Pío XII, del
municipio de Guamal, Meta, en abril de 2017, se dio en el marco de un recorrido más
amplio por una parte de la Región Orinoquía, que fue realizado con el fin de hacer unas
clases de geografía en terreno: geografía física, geografía cultural y Colombia y sus
desigualdades. Todas ellas conformaron en ese momento una salida de campo regional
integrada, no sólo por la confluencia de distintas materias sino por la diversidad de
disciplinas que convocaba el grupo de estudiantes y profesores, a saber: geografía, historia,
sociología y antropología. A partir de esta dinámica aprendimos, a través de ejercicios
prácticos, algunas herramientas de la geografía para la comprensión de la sociedad en tanto
su relación con el espacio que habita.
De modo que, durante el viaje estuvimos en diálogo permanente con el territorio, con las
expresiones sociales y culturales que lo habitan y que, de alguna manera, lo constituyen,
además de estar en diálogo con su composición geográfica. Esto lo fuimos aprendiendo de
camino mediante herramientas como la lectura del paisaje, ejercicios de zonificación,
lectura de mapas, comprensión de las dinámicas físicas y geológicas de la conformación del
espacio, ejercicios de geografía urbana, hidrografía y realización de una cartografía social.
Como también, fueron importantes las conversaciones que se abrieron durante el recorrido,
es decir, hubo paradas en determinados lugares pero también explicaciones de lo que
observábamos y conocíamos del territorio colombiano, mientras íbamos dentro del bus,
andando por la carretera. Esto nos permitió, entonces, relacionar las lecturas consultadas y
trabajadas en los salones de clases en Bogotá, con lo que íbamos observando a medida que
avanzábamos; con las preguntas e intereses que cada uno llevaba de su proceso de
aprendizaje; y con la curiosidad emergente sobre lo que íbamos conociendo.

Por tanto, a lo largo de nuestro recorrido nos fuimos encontrando con una amplia
diversidad paisajística, pues bajamos desde la cordillera oriental, caracterizada por la
majestuosidad montañosa, con riqueza hídrica y vegetal; hasta llegar a la zona contrastante
del piedemonte llanero, que resulta siendo una parte intermedia o de tránsito entre el relieve
de la cordillera y los extensos llanos orientales. De manera que, previo a nuestra llegada a
la vereda Pío XII, visitamos la Asociación de Becarios del Casanare (ABC), quienes nos
contaron su proceso de conformación, que fue en el marco de la relación de la comunidad
de Yopal con una empresa de extracción de petróleo; razón por la cual en un inicio su
trabajo consistió en la mediación de la relación entre la empresa, el gobierno local y la
comunidad. No obstante, su naturaleza ha ido cambiando en el proceso debido a que la
mayoría de sus fundadores dejaron de pertenecer a la Asociación, renovando así sus
integrantes, pero también sus intereses investigativos y de trabajos comunitarios, que ahora
giran en torno a la pedagogía en conocimiento y cuidado de la naturaleza y el ambiente que
habitan, o en torno a investigaciones sobre las dinámicas del ciclo del agua para la parte del
piedemonte, entre otros.

Con estas labores que han desarrollado hasta el momento, la organización ABC es
partidaria de que los proyectos extractivos como el petróleo son posibles, pero mejorando
las relaciones entre los actores involucrados, pretendiendo que se basen en un mejor
aprovechamiento de las regalías que las empresas presentes en el territorio dejen al
municipio, por un lado. Y, por otro, desde la parte investigativa relacionada con los ciclos
del agua, en el marco del estudio de una candidata a doctorado, pretenden generar un
argumento basado en datos científicos sobre los efectos que puede o no generar las
actividades de extracción de petróleo en Yopal sobre el ecosistema, teniendo en cuenta
que este espacio por ser piedemonte, tiene unas dinámicas y funciones ecosistémicas
distintas a las de la cordillera y los llanos orientales.

Luego, nos encontramos con una organización que trabaja por la defensa de los derechos
humanos que tiene sede en Villavicencio, MUCAPOC. Y aprendimos a partir de los relatos
de uno de sus integrantes, algunas formas de organización de la comunidad por la defensa
de la vida en el oriente colombiano. Ellos surgen como respuesta y acción comunitaria
frente a las violaciones de derechos humanos, las persecuciones y los asesinatos de muchas
personas en la región, en el marco del conflicto armado, los atropellos del Ejército y la
inexistencia del Estado en esos territorios que abarcan departamentos como Arauca,
Casanare, Guanía, Vaupés, Meta, Guaviare, oriente de Boyacá y una parte de
Cundinamarca. Un hecho histórico que nos compartieron fue la negociación que
MUCAPOC, junto a la población del bajo Ariari, tuvo que hacer con el Ejército, en la que
surgió un pacto de lo que éste debía y no debía hacer en la zona y las formas de proceder,
pues acusaban y exponían a la comunidad a la estigmatización y con ello a situaciones muy
difíciles que comprometían la vida misma. De hecho sucedió. Diez defensores de derechos
humanos fueron asesinados por los paramilitares que controlaban una zona aledaña al Río
Guayabero. Además de otros atropellos e incautaciones que hacían de los animales que los
campesinos tenían en sus fincas. Cabe mencionar entonces, que el bajo Ariari, que
comprende la extensión territorial entre el Río Ariari y el Río Guayabero, históricamente ha
estado disputada por el Ejército, los paramilitares y las guerrillas; sindicando de
colaboradores de uno y otro bando a la comunidad.

Todas las experiencias de vida que han conformado esta organización, muchos de ellos
campesinos, la han llevado a constituirse de una forma determinada para darle continuidad
a sus luchas por la vida y las formas de vida que tienen en la región, pasando por procesos
reflexivos y de re-pensarse a sí mismos en su relación con el territorio habitado y cómo
proyectan sus vidas en éste. Reconocen, entonces, la diversidad poblacional de la
Orinoquía, conformada por campesinos, indígenas, afrodescendientes y mestizos, lo que los
ha llevado a preguntarse por cuáles serían unas formas de convivencia posible,
reconociendo esta diversidad que existe y cómo los integran a sus proyectos de lucha por la
vida y la defensa del territorio. A partir de allí, nos contaron que fueron creados algunos
comités que se encargan de dialogar con estas poblaciones.

Estrategias como la fuerza de una comunidad que presiona por un pacto de convivencia y
unos límites de acción de las fuerzas armadas sobre la vida de la comunidad y el territorio,
han sido acciones que han marcado la diferencia y han demostrado la capacidad de agencia
que tiene y logra alcanzar una comunidad unida que se fortalece desde sus experiencias de
vida. Estas estrategias resultan muy importantes dentro del contexto que actualmente
vivimos de implementación de los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las FARC
porque, en últimas, lo que se ha puesto en juego aquí es la posibilidad de construir un país
distinto a la Colombia que ha sido hasta hoy, en la base de un enfoque territorial, es decir,
desde el reconocimiento de las propuestas de vida socioeconómicas y culturales de la gente
desde sus territorios. Al menos en teoría. Razón por la cual, la organización de derechos
humanos trabaja actualmente en la socialización y creación de pactos con las entidades
territoriales para el conocimiento, la apropiación e implementación de los acuerdos de paz.

Con todo lo anterior, en lo que llevábamos del viaje hasta ese momento, ya teníamos algún
conocimiento de las formas de vida en algunas partes de la región del oriente colombiano,
especialmente en lo relacionado con los conflictos territoriales, las tensiones entre las
instituciones gubernamentales, las poblaciones y las empresas que tienen intereses en los
recursos naturales. Así mismo, teníamos cierto conocimiento de las formas en que se ha
visto parte de la región como escenario donde ha ocurrido históricamente el conflicto
armado, con sus distintas expresiones, relacionados con la bonanza marimbera y, luego,
cocalera, y sus dramáticas consecuencias por las muertes y las injusticias que ha traído
consigo.

Plantón de la vereda Pío XII

5 de abril de 2017

Cuando llegamos al plantón de la vereda Pío XII, nos encontramos con otra expresión de un
conflicto territorial, con una apuesta distinta a las que habíamos conocido. A la entrada de
la vereda, un poco antes de llegar a la finca donde estaban ubicados, tenían a lado y lado de
la carretera, colgadas en las cercas, varios pliegos de cartulina que mostraban una clara
oposición y rechazo a la presencia de Ecopetrol en la finca del frente de donde estaba el
plantón. Aquí la gente estaba desde hacía tres meses en una casa improvisada con sillas
plásticas y carpas que hacían las veces de techo y paredes, materializando el espacio del
plantón, con una cocina rudimentaria, donde preparaban los alimentos para las personas que
estaban quedándose allí, y también para quienes llegamos a conocer su situación.

Empezaron a explicarnos las razones de su plantón, contextualizando a grandes rasgos la


vereda Pío XII, en donde viven campesinos dedicados a la agricultura, con cultivos de
mandarina, plátano y cacao, entre otros, además de ser una tierra rica por sus fuentes
hídricas. También mencionaron que la vereda ha sido un territorio con presencia de
guerrillas y paramilitares. Dentro de los presentes allí, estaban señoras con niños pequeños
y hombres habitantes de la vereda, entre ellos campesinos mayores y un abogado, un
presidente de una JAC cercana, un sindicalista de la USO y una presidenta de otra JAC, la
señora María Helena, quienes tomaron la palabra para explicarnos que no estaban de
acuerdo con el proyecto de explotación petrolera que está por comenzar, pues ya tienen la
licencia de la ANLA. Se oponen completamente debido a las problemáticas que ellos han
visto trae consigo para las comunidades y para sus territorios en términos sociales y
ambientales, los proyectos de extracción de petróleo.

En los casos que ellos conocen, estos proyectos han generado más desigualdad social,
prostitución, ruptura del tejido social en todos los niveles, especulación económica en el
costo de vida de la población, lo cual lo encarece, al igual que genera corrupción en sus
entes de gobierno local, desde las JAC hasta la alcaldía y la gobernación, entre quienes se
distribuyen tajadas de dinero a cambio de favores. Es decir, se genera clientelismo o
chantaje, que también se materializa con el otorgamiento de puestos de trabajo a familiares
y amigos y no mediante convocatoria abierta. Así mismo, exponían ellos el gran impacto
ambiental que generan, sobre todo en las fuentes hídricas que usan para su vida diaria y el
riego de sus cultivos. El agua se va cuando hacen estas explotaciones porque al fragmentar
las capas del subsuelo, explicaban ellos, se generan en éste aberturas por donde el agua se
va, sin mantenerse en las superficies. Por consiguiente, se verían afectados ellos, sus
cultivos y el ambiente del espacio que habitan.

Aparte de esto, otro de los grandes disgustos de la población era la manera en que
Ecopetrol había entrado a la vereda. Nos contaron que hace cinco años, aproximadamente,
hicieron una sísmica a unos metros de donde nos encontrábamos, sin dar a la comunidad un
conocimiento sincero de lo que iban a hacer, además la ANLA no da licencias ambientales
para eso porque argumenta que no hay una afectación al ambiente, a la naturaleza. La
comunidad nos expuso cómo es el procedimiento técnico de realización de una sísmica, que
consiste en dinamitar una capa profunda de la tierra, llamada lutita (placa de la tierra que
impermeabiliza), donde se encuentra el petróleo, mediante la inserción de un líquido a
presión que genera una imagen mediante ondas de sonido, captadas por unos sensores, que
al finalizar el registro muestran los sitios exactos donde se encuentra el petróleo. Esta
fragmentación del suelo es lo que hace que los jabueyes se sequen, que haya inestabilidad
en el suelo y la fauna se vea seriamente afectada.

Actualmente, el proyecto al que se oponen es el CP9 de Ecopetrol. Para este proyecto, la


entrada a la vereda la lograron mediante la compraventa del predio al que, según la licencia,
le corresponde siete

pozos de petróleo. Los campesinos asocian la dinámica de cambio de propietarios del


predio como parte de una estrategia de Ecopetrol para que su proyecto tuviera ingreso a la
zona. Primero, el propietario que al parecer era conocido en la vereda, vendió el predio a
otra persona que mencionó estar interesada en esa tierra para ejecutar un proyecto de casas
de interés social. Sin embargo, con el tiempo la propietaria no apareció más, pero Ecopetrol
empezó a hacer presencia con camionetas blancas y así fue que se dieron cuenta de que
algo pasaba con la finca. Es decir, ellos identificaron como una estrategia administrativa de
las empresas la compra de tierras por personas que no son de la vereda para cambiar el uso
del suelo, de rural a urbano, y así valorizar el terreno mediante un tercero que nadie conoce,
quien compra la tierra y luego desaparece. Por otro lado, la comunidad acusa de
responsable a la empresa por la quema de árboles que sucedió en el predio, la asocian como
parte de la intervención para la extracción.

Dicho brevemente, exponían que los colombianos que invierten dinero en acciones de estas
empresas como Ecopetrol, son quienes, en últimas, financian inversiones en los terrenos y a
partir de allí inicia un juego de especulación del mercado: vivienda, comercio, alimentos,
que hace que todo suba de precio y se aumente el costo de vida y que se den casos de
corrupción dentro de las instituciones, por ejemplo, recibiendo pagos o chantajes de los
contratos que tienen a cambio de que los dejen entrar a los territorios con sus proyectos.

Otro de los problemas a los que se han enfrentado hasta el momento es a la tensión
constante que existe entre el Estado y los gobiernos locales por el manejo y uso del suelo y
del subsuelo: éste le pertenece al Estado y es considerado de uso prioritario para los
intereses de la nación; y al suelo que es de los propietarios que lo habitan, como los
campesinos, pueden darle el uso que quieran. Al menos en teoría. Cuando estas dos
visiones e intereses distintos sobre los usos del suelo y el subsuelo se encuentran, generan
conflictos porque los propietarios quieren realizar unos proyectos muchas veces distintos y
contrapuestos a los que el Estado le interesa ejecutar. Los del Estado son afines al plan
nacional de desarrollo, es decir, relacionado con la locomotora minero-energética y la de
agroindustria, consideradas las principales fuentes de ingresos económicos para la nación.
Entonces, el Estado siempre decide, cuando le es conveniente, que territorios sobre los que
hay posibilidad de explotación con agroindustria o, sobre todo, sector minero-energético,
resulta imponiendo el interés nacional por encima de los intereses individuales. Surgen
tensiones entre comunidades y gobiernos locales con el Estado; o también entre el plan
nacional de desarrollo (PND) con el plan de ordenamiento territorial (POT).

Con respecto a la experiencia de la persona que fue de la USO, fue compartida con la
intensión de que la comunidad de la vereda Pío XII aprendiera de lo vivido en otros
procesos como el de campo rubiales en San Martín, Meta. Él recomendaba usar
mecanismos de participación ciudadana a favor de la comunidad ante procuradurías para
abrir investigaciones a alcaldías y administrativos del departamento, municipio o vereda
que estuvieran recibiendo dineros de las empresas a cambio de permitir la ejecución de sus
proyectos. Pero recomendaba que lo hicieran a nombre de una organización comunitaria y
no de una persona natural (individual) para no poner en riesgo su vida. Igualmente,
recomendaba que estuvieran atentos a lo que sucedía coyunturalmente en el ámbito
nacional y lo contrastaran con lo que sucedía en sus ámbitos locales, pues las decisiones del
gobierno nacional como la anulación pública que hizo el presidente Santos, de una licencia
por ejecutarse sobre la Serranía de la Macarena, no fue más que a favor de su popularidad.
En la actualidad la Serranía tiene otras 11 licencias por ejecutarse, relacionadas con la
extracción de petróleo.

Del mismo modo, el representante de la USO les advirtió de las estrategias que las
compañías utilizan para beneficiarse, como la ruptura de la unidad comunitaria o
generación de enemigos internos para dañar o romper los procesos de resistencia y
desacuerdo de la comunidad frente a las petroleras, como los presidentes de las JAC. Otra
de las estrategias que les advirtió, fue la de abstenerse de firmar

documentos como actas de reunión o listas de asistencia o recepción de refrigerios, puesto


que los encargados de la parte social de las empresas cambian los encabezados de estas
actas por otros relacionados con tomas de decisión unánime sobre los predios y así logran
manipular la información para entrar con el proyecto.

Por estas múltiples razones, uno de los propósitos de la comunidad de la vereda Pío XII, es
sensibilizar al municipio de Guamal a partir de situaciones que ya han ocurrido en su
territorio para encontrar apoyo a su lucha. Aparte de esto, como resultado de su
experiencia, la comunidad ha empezado a cuestionar fuertemente la noción de desarrollo,
de sostenibilidad industrial y protección del territorio, como conceptos que hacen parte del
discurso con que llegan estos proyectos desarrollistas, generalmente contrarios a las formas
de vida socioeconómica que han tenido las personas. Razón por la cual, los expositores
hacían un llamado a la comunidad a reconocer sus experiencias de vida como experiencias
válidas, generadoras de conocimiento propio que les daría herramientas para sus procesos
sociales; e igualmente, señalaron la importancia de reconocer los imaginarios sociales
dentro de las luchas sociales y las formas de argumentar los impactos socio-ambientales
desde ahí.

Cabe mencionar que la comunidad resaltó como parte importante del proceso, la
participación y el apoyo de la academia en la visibilidad a nivel local, regional y nacional
sobre estas problemáticas que enfrentan, como también en el fortalecimiento de sus
procesos sociales y jurídicos que realizan actualmente para evitar la entrada de Ecopetrol.
Además, recibieron el consejo, por parte del representante de la USO, de generar alianzas
con algunos sectores políticos que les servirán de apoyo en el proceso jurídico, para los
esquemas de seguridad y defensa de la vida y los derechos humanos, pues la realidad vivida
es que las amenazas y falsas acusaciones hacen parte del contexto de lucha en que se
encuentran.

A modo de reflexión, contribución y conversación constante con la vida…

Frente a estas acertadas recomendaciones, hay varias cosas que me surgen alrededor de la
experiencia de lucha que llevan actualmente, claro, teniendo en cuenta que no tuvimos
mucho tiempo más para compartir y es probable que las cosas que escriba en adelante ya
las hayan pensado o las están trabajando y resulten redundantes para su proceso; pues la
comunidad de la vereda Pío XII ha tenido una importante experiencia y sus procesos de
defensa del territorio van avanzados. Y cabe aclarar que estas ideas, preguntas y propuestas
no tienen el ánimo, ni intención, ni esencia de ser la verdad absoluta, sino que hacen parte
de una conversación constante y profunda con el territorio y sus formas geológicas,
geográficas y sus expresiones sociales, como lo mencioné al principio de este relato, que
quieren más contribuir a una reflexión y a una conversación con las diversas realidades del
país y que aquí comparto.

En primer lugar, les recomendaría que hicieran una lectura de la región en la que viven
identificando las tensiones territoriales que se han manifestado desde hace muchos años y
las que surgen recientemente. Con ello es importante también la identificación de las
diversas organizaciones sociales que existen y sus perspectivas sobre el territorio, los
gobiernos locales y nacionales y las empresas con intereses en los recursos naturales de la
región, las que están presentes y las que están en proceso de entrar. Este reconocimiento de
perspectivas les permitirá conocer cuáles son los puntos de confluencia y de diferencia
entre todas las organizaciones que están realizando acciones sobre el territorio y, también,
conocer de todas esas experiencias qué puede contribuir de alguna manera para el proceso
de lucha que llevan localmente. Algunas podrán contribuir en conocimiento y estrategias

de defensa de la vida y los derechos humanos, otras podrían contribuir en el conocimiento


de procesos investigativos científicos que se están adelantando en la región y que están
directamente relacionados con la actividad petrolera en el piedemonte llanero, de manera
que les permita fortalecer sus argumentos de lucha desde información específicamente
relacionada con el ecosistema que habitan. Además de apoyarse en la experiencia y los
procesos de otras comunidades que han vivido estas mismas luchas, a lo largo de los llanos
orientales, como bien lo mencionada el representante de la USO.

Al respecto, sólo me quedó una inquietud que aún no he resuelto pero les comparto porque
me parece muy pertinente hacerse ese tipo de preguntas dentro de estos procesos ¿Cuál es
la naturaleza actual de la USO? ¿Por qué hay sindicalistas oponiéndose a petroleras, desde
una organización que surge a partir del trabajo en las petroleras? ¿Qué hacen? ¿En qué
trabajan estas personas actualmente? Lo resalto porque algo que podría debilitar el proceso
de lucha que llevan a cabo es precisamente la posibilidad de una incoherencia entre la
situación que la comunidad vive actualmente y las organizaciones de las que se apoyan para
los procesos jurídicos y administrativos que han enfrentado hasta el momento.

Por otro lado, es importante que la comunidad unida como estaba hasta ese instante, no sólo
se apoyen y se unan para fortalecer el plantón, sino también que abran espacios de reflexión
y pensamiento comunitario que les permita ser conscientes de las formas en que venían
viviendo el territorio hasta el tiempo de la llegada de la empresa a la vereda, y sobre ello se
pregunten ¿qué cambios se presentaron a partir de ese momento en la propia perspectiva del
territorio? ¿Cómo lo venían gestionando o viviendo? ¿Cómo lo viven ahora? y ¿cómo
quieren vivir o se proyectan como comunidad viviendo el territorio? Y no sólo en términos
sociales sino ambientales y territoriales, pues los seres humanos, al igual que la vida de la
naturaleza, la fauna, la flora, la biodiversidad, el agua, el viento, la tierra, la lluvia,
absolutamente todos los organismos y microorganismos que existen en el planeta, tienen
dinámicas de vida y funciones importantes en el ecosistema del que hacemos parte. Todas
las funciones de formas integradas, todas las formas de vida están interrelacionadas. Es
decir, los seres humanos no nacimos para dominar e intervenir autoritaria y arbitrariamente
en la naturaleza sino para ser parte de ella, al igual que todos los animales.

Menciono esto porque en otros procesos campesinos comunitarios de defensa por el


territorio, una de las cosas más bellas que ha sucedido en sus experiencias es la apertura a la
reflexión constante y el reconocimiento sobre las fallas que como comunidad han tenido en
su relación con la naturaleza y sobre ello han construido planes de vida sustentables,
acordados e implementados colectivamente, a partir de lo cual van cambiando también
formas de pensar y vivir el territorio de un modo más armónico, reconociendo que sus vidas
dependen de la naturaleza en que habitan. Y esto, ha fortalecido mucho sus procesos y su
vida cotidiana. Un ejemplo de ello son los campesinos de Inzá, Cauca.

Finalmente, es muy importante que nosotros conozcamos y comprendamos cómo es el


funcionamiento del Estado a nivel nacional y territorial, especialmente ahora que hay tantos
cambios debido al proceso de paz y los acuerdos firmados en la Habana. Conocer cómo
funcionan sus tres ramas del poder y todas sus instituciones; cómo son los procesos de
creación de normas, planes, programas, leyes que rigen los ámbitos político, económico,
cultural y ambiental, los planes de
desarrollo nacional y local; y cómo dialoga esto con el ámbito global, entre muchas otras
cuestiones. También identificar los impactos positivos y negativos que han tenido sobre
nuestras vidas. Todo esto hace parte de lo que regula y da forma a nuestra vida cotidiana en
el país, en los territorios, que tienen múltiples tensiones manifiestas o que emergen
continuamente como la que ustedes viven hoy. Sobre todo, teniendo en cuenta el contexto
actual de implementación de los acuerdos de paz con las FARC, lo cual ya ha tenido
cambios sustanciales en la conformación social, ambiental, económica y política del
territorio desde que iniciaron los acuerdos y, especialmente desde el establecimiento de las
ZVTN. Por ejemplo, la llegada de otros actores armados ilegales o legales donde antes
estaba las FARC, o los intereses económicos tan ansiados por varias empresas y sectores
políticos-económicos del país, como es el caso cercano de la Serranía de la Macarena. Este
conocimiento dará herramientas de lucha, que habrá que accionar como en un juego de
estrategias.

Agradezco mucho que la comunidad de la vereda Pío XII haya compartido su experiencia
con nosotros porque contribuyó al objetivo principal de la salida de campo, que en mi
compresión fue: hacer una clase integrada de geografía en terreno para conocer el país en
que vivimos y poco a poco ir encontrando el lugar donde cada uno elegirá, en algún
momento de la vida, construir país.

Lucía Torres Ariza


Antropóloga
Universidad Externado de Colombia
DINÁMICAS
La participación del grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas,
de la Universidad Externado de Colombia, en la reunión de la vereda Pío XII, del
municipio de Guamal, Meta, en abril de 2017, se dio en el marco de un recorrido más
amplio por una parte de la Región Orinoquía, que fue realizado con el fin de hacer unas
clases de geografía en terreno: geografía física, geografía cultural y Colombia y sus
desigualdades. Todas ellas conformaron en ese momento una salida de campo regional
integrada, no sólo por la confluencia de distintas materias sino por la diversidad de
disciplinas que convocaba el grupo de estudiantes y profesores, a saber: geografía, historia,
sociología y antropología. A partir de esta dinámica aprendimos, a través de ejercicios
prácticos, algunas herramientas de la geografía para la comprensión de la sociedad en tanto
su relación con el espacio que habita.

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