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La importancia de las mutaciones

genéticas que podemos observar en


nuestra vida diaria
Algunas de las mutaciones en nuestra vida cotidiana que yo
conozco son: Tolerancia al frío, Menos horas de sueño y Huesos
más densos

Tolerancia al frio: Nuestro cuerpo tiene la capacidad de resistir a


bajas temperatura. Las Tribus Inuits, que habitan en el Ártico, o
los Nenet, que viven en el norte de Rusia, como es un lugar muy
frio sus cuerpos han generado mutaciones para resistir
temperaturas heladas.

Por ejemplo, ellos no tiemblan de frío, tienen menos glándulas


sudoríparas, su piel es mucho más calurosa de lo normal y sus
metabolismos tienen tasas mucho más altas.

Menos horas de sueño: Varios estudios han demostrado que la


mayoría de las personas necesitan dormir entre 7 y 9 horas para
poder sentirse descansados.

Sin embargo, un estudio realizado con mellizos en 2014 llevó a la


Academia Estadounidense de Medicina del Sueño a descubrir
que existe una mutación genética que permite que algunas
personas necesiten menos horas de sueño.

Las personas con el gen DEC2 mutado tienen la capacidad de


tener un sueño REM más intenso, lo que hace que su descanso
sea más efectivo.

Con 6 horas de sueño o menos se sienten completamente


descansados y listos para encarar el día. Sin embargo, los
expertos aclaran que esta mutación afecta a una proporción
extremadamente pequeña de personas -menos del 1% de quienes
reportan dormir poco.
Huesos más densos: Algunas personas no pierden masa a
medida que envejecen.

Sus huesos continúan acumulando densidad y masa con el paso


del tiempo, dándoles el esqueleto de una persona mucho más
joven.

Esta mutación fue hallada en algunas personas de origen


afrikaner, como se conoce a las poblaciones de origen holandés
que viven en Sudáfrica.

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