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6. Monitoreo y Control del proceso.

Esta etapa permite a la institución realizar un monitoreo y control sistemático de


todos los procesos que forman parte del mapa de procesos. Es una tarea conjunta
entre el responsable del proceso y la Dirección Nacional de Procesos, con el fin de
implementar acciones preventivas, correctivas o de mejora, si fuera el caso. A
continuación, se detallan las fases que se llevan a cabo:

6.1. Seguimiento y Medición de Procesos


Se basa en el análisis de los resultados obtenidos en los indicadores
establecidos para cada proceso. Se toma como fuente de información los
datos que reposen en el medio definido para el control de indicadores, en
caso de que los indicadores estén por debajo de las metas potenciales se
solicita al dueño de proceso establecer acciones correctivas o mejora que
permitan optimizar el desempeño de los procesos, bajo el asesoramiento de
la Dirección Nacional de Procesos.
Monitoreo y control se realizará verificando el cumplimiento de los documentos de gestión
por procesos aprobados; donde se medirá la información de los indicadores.

6.2. Evaluación de Procesos

La evaluación de procesos debe ser una actividad concebida para agregar valor y
mejorar la operación de la institución, se ejecuta bajo un enfoque sistémico,
disciplinado e independiente que permita verificar la correcta implementación de los
procesos en consonancia con las normas y documentos vigentes, bajo criterios de
independencia y objetividad. La evaluación de procesos se realiza bajo el liderazgo de
la Dirección Nacional de Procesos, una vez obtenidos los resultados, los dueños de
proceso establecen acciones correctivas, preventivas o mejora según sea el caso. Para
garantizar una efectiva evaluación de procesos se ejecuta como mínimo:

- Programación Anual de evaluaciones


- Detección de No conformidades menores o mayores según sea el caso.
- Elaboración de Informe de Resultados
- Definición de Acciones Preventivas, Correctivas o Mejora.

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