POR

Mónica Lowick-Russell
 GUÍA DE PREPARACIÓN

Asegúrate de contar con, por lo menos, una hora de silencio sin interrupciones. Siéntate
en un lugar cómodo, con la espalda apoyada y las manos relajadas sobre tus piernas.

Empieza a hacer respiraciones profundas, inhalando por la nariz y botando por la boca.
En cada inhalación, permite que el aire vaya hacia tu estómago, expandiéndolo y luego
viajando hacia el pecho lentamente. Al exhalar, que sean tus pulmones los primeros en
contraerse, y tu estómago el último en liberar el aire.

Continúa con esta respiración, mientras escaneas tu cuerpo físico, identificando

cualquier tensión y relajando todos los músculos, desde la corona, hasta los pies.

Vuelve a tu respiración natural y en este estado de relajación, invita tus recuerdos de

adolescencia, entre los 12 y los 21 años aproximadamente. Desde la perspectiva de ese
niñ@/adolescente que fuiste, ábrete a recibir sus recuerdos, imágenes, ideas, palabras,
sonidos y/o emociones que quieran hacerse presentes.

También puedes imaginarte viéndote cuando eras adolescente y observar a esa persona
en la que te estabas convirtiendo; dónde está, qué hace, quién l@ acompaña, qué está
pensando, qué está sintiendo, etc.

Mantente en este estado de conexión por el tiempo que sea necesario, hasta que te
sientas complet@. Luego, lentamente empieza a mover tu cuerpo y abre tus ojos.

Ya puedes empezar a escribir, guiad@ por las preguntas de este ejercicio de journaling...
 REVISIÓN DE MI ADOLESCENCIA

¿Cuáles eran mis intereses, hábitos?

¿Cómo era mi entorno familiar? ¿Cómo era mi vida social fuera de mi casa? ¿Cuánta libertad tenía?
¿Cuánta confianza sentía con mi mamá y papá?

¿Cómo fueron mis primeros deseos y encuentros sexuales? ¿Cómo me sentí? ¿Con quién lo compartí?

¿Qué me gustaba hacer cuando era adolescente? ¿Qué disfrutaba? ¿Recibí apoyo o guía?
 Termina tu sesión
cerrando los ojos y
poniendo tus manos
sobre tu corazón.

Date las gracias por

el tiempo que te
regalaste y el
compromiso que
estás haciendo
contigo mism@.

Pon atención a cómo

te sientes.

Reconoce e integra
lo gratificante que es
darte un espacio,
solo para ti y tu
exploración interior.