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Unidad 4
Asociaciones Civiles
ÍNDICE
I.- Definición.
II.- Sinopsis histórica de las asociaciones civiles en Argentina.
III.- Características sobresalientes de las Asociaciones Civiles.
IV.- Asociaciones Civiles y Sociedades. Diferencias y similitudes.
V.- Marco normativo. Las Personas Jurídicas Privadas en el Código Civil y
Comercial de la Nación.
VI.- Asociaciones Civiles: Estructura y principales características legales.
VII.- Las asociaciones civiles y el “bien común”
VIII.- Las simples asociaciones.
IX.- Contralor estatal. La Inspección General de Justicia.
X.- Principales fuentes consultadas
I.- Definición
Se asume como asociación a “toda organización formal, de entrada y salida libre, producto de
una decisión de un grupo inicial de individuos de asociarse de manera duradera para compartir o
hacer juntos determinadas actividades, de acuerdo a reglas que ellos mismos se dan o a las que
1
se adhieren expresamente”
Por su parte, desde una visión más legalista, Taleva Salvat define a la asociación civil como
aquella “persona jurídica privada, constituida por un conjunto de personas llamadas asociados,
que no persigue un fin pecuniario y tiene como finalidad principal el bien común, posee
1
Di Stefano, Sabato, Romero y Moreno (2002).
1
Universidad Nacional de Tres de Febrero UNTREF Virtual
patrimonio propio y por sus estatutos puede adquirir bienes y no debe subsistir exclusivamente
por asignaciones del Estado” (1997).
La historia de las asociaciones civiles en Argentina encuentra numerosos puntos de contacto con
los orígenes de las mutuales (que son asociaciones), aspecto que ya ha sido oportunamente
estudiado, por lo que aquí haremos sólo algunas breves referencias al respecto 2.
En la segunda mitad del siglo XVIII, en el Virreinato del Río de la Plata tuvieron presencia las
Cofradías y las Terceras Órdenes. Las primeras reconocían finalidades devocionales
(veneración de la virgen), litúrgicas (alumbramiento de sagrario de una iglesia) y caritativas
(sepultura de los difuntos pobres). Requerían aprobación de la corona, las autoridades religiosas
locales y, en oportunidades, del Papa.
Por su parte, las Terceras Órdenes se denominaban así porque eran la orden laica (había una
masculina, una femenina y otras órdenes terciarias). Reconocían aportes más elevados por lo
que resultaban más exclusivas.
El fenómeno de la inmigración europea de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, dio
lugar a varios movimientos, apareciendo por un lado los gremiales y por el otro, las mutuales
de las nacionalidades (fundamentalmente españolas e italianas) que se incorporaban a la
nacionalidad argentina. En la misma época surgen las organizaciones territoriales barriales
2
A los fines de profundizar en la historia de las asociaciones en particular y del asociativismo en general en la Argentina
recomendamos la lectura de la obra De las Cofradías a las Organizaciones de la Sociedad Civil. Historia de la Iniciativa
Asociativa en Argentina 1776 – 1990, de Di Stefano, Sabato, Romero, y Moreno, Gadis / Grupo de Análisis y Desarrollo
Institucional y Social, Buenos Aires, 2002.
que dan lugar a los clubes de fútbol, que son un fenómeno casi único de movimiento asociativo
en ambos márgenes del Río de la Plata.
Para ejemplificar esa diversidad y complejidad ofrecemos una enumeración arbitraria que nos
permitirá mostrar la amplitud de instituciones y experiencias conformadas bajo la figura de
asociación civil:
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En razón de ello, tanto a las cooperadoras como a los clubes y a las bibliotecas populares les dedicamos una clase
especial.
Nissen (2008) destaca cinco diferencias sustanciales existentes entre las asociaciones civiles y
las sociedades 5, basadas en el fin, el régimen de capital, el destino del patrimonio en caso de
disolución, las votaciones y las características de los socios:
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Seguimos en este apartado la obra de Gecik y otros (2012)
5
Conforme la aprobación del Código Civil y Comercial del año 2015 y la consecuente reforma a la Ley N° 19.550 de
Sociedades Comerciales, ahora llamada “Ley General de Sociedades”, ya no existe la sociedad civil.
Destino del El destino del remanente se orienta Una vez realizado el activo,
patrimonio en necesariamente hacia un fin de bien cancelado el pasivo y reintegrado
caso de común o al Estado. el capital aportado por los socios,
disolución el remanente se entrega a los
mismos, según como fuera
convenido en el contrato social.
Por su parte, Gecik señala como similitudes entre las asociaciones civiles y las empresas
lucrativas las siguientes:
• Autoridad de Control
• Órgano de Administración
• Libros Rubricados
• Presentación de Libros Contables
• Estructura Organizativa
• Procedimientos
• Información Operativa y Gerencial
• Sistemas operativos computarizados
• Profesionalización
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Veremos luego que en las asociaciones civiles también existen distintas categorías de asociados.
a) Constitución Nacional.
La Constitución Argentina reconoce (desde su primera redacción) en su artículo 14 a todos los
habitantes de la Nación el goce del derecho de “asociarse con fines útiles”. Este derecho se
encuentra únicamente sujeto “a las leyes que reglamenten su ejercicio”.
A su vez, es importante destacar dos aspectos introducidos por la última reforma constitucional
del año 1994: por un lado el reconocimiento de jerarquía constitucional a un grupo de tratados
internacionales a los que Argentina adhirió, en varios de los cuales se reconoce el derecho a la
libertad de asociación.
Por otro lado es necesario destacar la relevancia que el párrafo segundo del artículo 42 de la
Constitución Nacional otorga a un grupo de asociaciones como son las que aglutinan a los
consumidores y usuarios: “Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la
educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de
los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los
servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios”.
Pese a la existencia de numerosos proyectos de ley, el panorama legal de las asociaciones civiles
El Título II del Libro Primero (Parte General) del nuevo Código trata lo referente a las
personas jurídicas (arts. 141 a 224), destinándose el Capítulo 2 del mismo al
tratamiento específico de los asociaciones civiles y simples asociaciones (arts.
168 a 192).
A continuación analizaremos el tratamiento que el Código hace de las personas jurídicas privadas
en general y de las asociaciones civiles en particular.
En el Código se hace previamente la distinción entre Personas Humanas (ya no más “persona
física”) y Personas Jurídicas, definiendo a estas últimas como “todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación” (art. 141).
Posteriormente se hace la diferenciación entre las Personas Jurídicas Públicas y las Personas
Jurídicas Privadas. Conforme lo previsto en el artículo 146, son personas jurídicas públicas:
“a) el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios, las
entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la República a las que el
ordenamiento jurídico atribuya ese carácter; b) los Estados extranjeros, las organizaciones a las
que el derecho internacional público reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica
constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable; c) la Iglesia
Católica”.
Por su parte, el artículo 148 establece que son Personas Jurídicas Privadas:
a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades
religiosas;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo
carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.
Por su parte, el art. 143 señala que la persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de
sus miembros, no respondiendo estos por las obligaciones de la persona jurídica, “excepto en los
supuestos que expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial”.
Un aspecto sustancial sobre la regulación de las personas jurídicas privadas es la extensión del
principio de “inoponibilidad de la personalidad jurídica” que hasta antes de la aprobación del
nuevo Código sólo estaba previsto para las sociedades comerciales. Dicho principio señala que la
actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica,
constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos
de cualquier persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o
controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes deberán responder solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados. Se aclara que esta disposición se aplica “sin
afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades
personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por los perjuicios
causados” (art. 144).
• Objeto
Conforme lo previsto en el art. 68 del CCyC la asociación civil debe tener un objeto que no sea
contrario al interés general o al bien común. El interés general se interpreta dentro del
respeto a las diversas identidades, creencias y tradiciones, sean culturales, religiosas, artísticas,
literarias, sociales, políticas o étnicas que no vulneren los valores constitucionales.
No puede perseguir el lucro como fin principal, ni puede tener por fin el lucro para sus
miembros o terceros.
• Acto Constitutivo
El acto constitutivo de la asociación civil debe ser otorgado por instrumento público y ser
inscripto en el registro correspondiente una vez otorgada la autorización estatal para funcionar.
Hasta la inscripción se aplican las normas de la simple asociación.
• Administradores
Al igual que la mayoría de las personas jurídicas privadas, las asociaciones civiles cuentan con
tres órganos:
• Asamblea,
• Comisión Directiva y
• Órgano de Fiscalización.
Los integrantes de la comisión directiva deben ser asociados. El derecho de los asociados a
participar en la comisión directiva no puede ser restringido abusivamente.
El estatuto debe prever los siguientes cargos y, sin perjuicio de la actuación colegiada en el
órgano, definir las funciones de cada uno de ellos: presidente, secretario y tesorero. Los
demás miembros de la comisión directiva tienen carácter de vocales. En el acto constitutivo se
debe designar a los integrantes de la primera comisión directiva.
• Fiscalización
El estatuto puede prever que la designación de los integrantes del órgano de fiscalización
recaiga en personas no asociadas (aunque es muy poco habitual). En el acto constitutivo de debe
consignar a los integrantes del primer órgano de fiscalización.
Los integrantes del órgano de fiscalización no pueden ser al mismo tiempo integrantes
de la comisión, ni certificantes de los estados contables de la asociación. Estas
incompatibilidades se extienden a los cónyuges, convivientes, parientes, aun por afinidad, en
línea recta en todos los grados, y colaterales dentro del cuarto grado.
En las asociaciones civiles que establezcan la necesidad de una profesión u oficio específico
para adquirir la calidad de socio, los integrantes del órgano de fiscalización no
necesariamente deben contar con título habilitante. En tales supuestos la comisión
fiscalizadora debe contratar profesionales independientes para su asesoramiento.
• Asociados
Como se señaló previamente, la calidad de asociado es intransmisible. El pago de las cuotas y
contribuciones correspondientes al mes inmediato anterior es necesario para participar en las
asambleas. En ningún caso puede impedirse la participación del asociado que purgue la mora con
antelación al inicio de la asamblea.
Los asociados no responden en forma directa ni subsidiaria por las deudas de la asociación civil.
Su responsabilidad se limita al cumplimiento de los aportes comprometidos al constituirla o
posteriormente y al de las cuotas y contribuciones a que estén obligados.
Los asociados sólo pueden ser excluidos por causas graves previstas en el estatuto. El
procedimiento debe asegurar el derecho de defensa del afectado. Si la decisión de exclusión
es adoptada por la comisión directiva, el asociado tiene derecho a la revisión por la asamblea
que debe convocarse en el menor plazo legal o estatutariamente posible. El incumplimiento de
estos requisitos compromete la responsabilidad de la comisión directiva (art. 180).
Es común establecer una categoría de asociados activos o plenos (que son aquellos que
tienen voz y voto y, por ende, pueden elegir y ser elegidos), diferenciándolo de otra categoría,
los asociados adherentes (que son los que tienen voz pero no voto).
A su vez, puede preverse una categoría de asociados cadete (los clubes deportivos suelen
adoptarla para incorporar a los menores de 18 años a las actividades de la entidad); también, es
posible establecer la categoría de asociados vitalicios, que habitualmente se utiliza como
reconocimiento a aquellos socios que alcanzan una determinada antigüedad, durante un lapso
ininterrumpido de tiempo, para eximirlos del pago de la cuota social, o de ciertos aranceles, o
reducirles su monto.
Los asociados honorarios son una categoría honorífica, normalmente utilizada para agradecer
o distinguir a aquellos socios que hayan prestados importantes servicios a la asociación o que se
destaquen por ciertas cualidades personales.
Por último, puede incorporarse la categoría de asociados benefactores, que serán aquellos que
hayan aportado, por su propia voluntad, una determinada contribución anual extraordinaria.
No es indispensable que cada asociación contemple todas las categorías mencionadas sino que
ello dependerá de las características de la entidad y, en definitiva, de lo que decidan los socios
fundadores.
• Disolución y Liquidación
En líneas generales las personas jurídicas se disuelven por:
a) la decisión de sus miembros adoptada por unanimidad o por la mayoría establecida por el
estatuto o disposición especial;
b) el cumplimiento de la condición resolutoria a la que el acto constitutivo subordinó su
existencia;
c) la consecución del objeto para el cual la persona jurídica se formó, o la imposibilidad
sobreviviente de cumplirlo;
d) el vencimiento del plazo;
e) la declaración de quiebra; la disolución queda sin efecto si la quiebra concluye por
avenimiento o se dispone la conversión del trámite en concurso preventivo, o si la ley especial
prevé un régimen distinto;
f) la fusión respecto de las personas jurídicas que se fusionan o la persona o personas jurídicas
cuyo patrimonio es absorbido; y la escisión respecto de la persona jurídica que se divide y
destina todo su patrimonio;
g) la reducción a uno del número de miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos y ésta
no es restablecida dentro de los tres meses;
h) la denegatoria o revocación firmes de la autorización estatal para funcionar, cuando ésta sea
requerida;
i) el agotamiento de los bienes destinados a sostenerla;
j) cualquier otra causa prevista en el estatuto o en otras disposiciones del Título del CCyC o de
ley especial.
Las asociaciones civiles se disuelven por las causales generales de disolución de las personas
jurídicas privadas (previstas en el art. 163 del CCyC) y también por la reducción de su
cantidad de asociados a un número inferior al total de miembros titulares y suplentes
de su comisión directiva y órgano de fiscalización, si dentro de los seis meses no se
restablece ese mínimo (art. 183).
En caso de liquidación de una asociación civil, el liquidador debe ser designado por la asamblea
extraordinaria y de acuerdo a lo establecido en el estatuto, excepto en casos especiales en que
procede la designación judicial o por la autoridad de contralor. Puede designarse más de uno,
estableciéndose su actuación conjunta o como órgano colegiado. La disolución y el nombramiento
del liquidador deben inscribirse y publicarse.
El procedimiento de liquidación se rige por las disposiciones del estatuto y se lleva a cabo
bajo la vigilancia del órgano de fiscalización. Cualquiera sea la causal de disolución, el
En todos los casos debe darse el destino previsto en el estatuto y, a falta de previsión, el
remanente debe destinarse a otra asociación civil domiciliada en la República de objeto
igual o similar a la liquidada.
• Aspectos impositivos
Las asociaciones civiles pueden solicitar exenciones respecto a impuestos como el IVA,
Ganancia, e Ingresos Brutos. Ahora bien, esas exenciones de tributar se mantendrán vigentes
siempre y cuando los ingresos que perciba la entidad sean destinados al objeto previsto en el
estatuto y en ningún caso se distribuyan, directa o indirectamente, entre los socios.
Como se señaló precedentemente, el objeto de la asociación civil nunca puede ser contrario al
interés general o al bien común. Esta cuestión ha sido largamente debatida tanto en los ámbitos
doctrinarios como en los judiciales, originando polémicas que a la vez dieron lugar a avances y
retrocesos en el reconocimiento de los derechos sociales de la comunidad.
cuando la Corte Suprema de Justicia de la nación, por mayoría, dictó un fallo muy criticado
por sus fundamentos, confirmando la sentencia que denegaba la personería jurídica a la
asociación: “No teniendo la Comunidad Homosexual Argentina por objeto principal el bien
común, sino la protección de las personas homosexuales frente a discriminaciones
arbitrarias, y, esencialmente, la pública defensa de la homosexualidad en sí considerada
con vistas a su aceptación social, resulta razonable la decisión de la Inspección General de
Justicia en cuanto a denegar la personería jurídica que oportunamente solicitara La
autoridad de aplicación pudo razonablemente considerar que la Comunidad Homosexual
no cumple con las condiciones exigidas por la ley para su otorgamiento. En la decisión
cuestionada no se niega la autorización en razón de la homosexualidad que se atribuye a
los miembros de la asociación proyectada, sino con prescindencia de ello, en la
descalificación del objeto de dicha asociación, en tanto incluye la pública defensa de la
homosexualidad, pues no otra cosa ha de entenderse por el término difundirla (dellatín
"diffundere": extender, derramar, divulgar, propagar.”
Quince años después, en el año 2006 la Corte Suprema (con otra conformación) sentó un
criterio totalmente distinto en el fallo A.L.I.T.T.: La Cámara había confirmado la
resolución de la Inspección General de Justicia que denegó a una asociación (Asociación
Lucha por la Identidad Travesti - Transexual), que tiene como fin luchar para que el
Estado y la sociedad no discriminen al travestismo como una identidad propia, la
autorización para funcionar como persona jurídica, en el marco del art. 33, segunda parte,
ap. 1° del Cód. Civil. Contra dicha decisión la asociación peticionaria interpuso un recurso
extraordinario, cuya desestimación dio lugar a la presentación directa.
El nuevo Código hace referencia a las “Simples Asociaciones” en sus artículos arts. 187 a 192.
Estas entidades (que ya eran mencionadas en el art. 46 del derogado Código Civil) son
consideradas expresamente personas jurídicas privadas, siendo tratadas conjuntamente con las
asociaciones civiles.
El acto constitutivo de la simple asociación debe ser otorgado por instrumento público o por
instrumento privado con firma certificada por escribano público.
Comienza su existencia como persona jurídica a partir de la fecha del acto constitutivo. Las
que cuenten con menos de 20 asociados pueden prescindir del órgano de fiscalización; subsiste
la obligación de certificación de sus estados contables.
Conforme lo previsto en el art. 174 del CCyC, las asociaciones civiles requieren autorización para
funcionar y se encuentran sujetas a contralor permanente de la autoridad competente, nacional o
local, según corresponda.
formas asociativas no siendo menester una persona jurídica para trabajar colectivamente. Por
supuesto que la Justicia actúa como revisor de dichas decisiones, pudiendo revocar decisiones de
la administración (como hemos visto) por considerarlas violatorias de derechos como el de libre
asociación.
En el ejercicio de sus funciones registrales, la Inspección General de Justicia lleva los registros
nacionales de asociaciones y de fundaciones (art. 4°).
Entre otras funciones administrativas, la Inspección General de Justicia tiene a su cargo asesorar
a los organismos del Estado en materias relacionadas con las sociedades por acciones, las
asociaciones civiles y las fundaciones.
La Inspección General de Justicia puede aplicar sanciones a las asociaciones, a sus directores,
síndicos o administradores y a toda persona o entidad que no cumpla con su obligación de
proveer información, suministre datos falsos o que de cualquier manera, infrinja las obligaciones
que les impone la ley, el estatuto o los reglamentos, o dificulte el desempeño de sus funciones.
En este orden, las asociaciones civiles son pasibles de las siguientes sanciones:
a) apercibimiento;
b) apercibimiento con publicación a cargo del infractor;
c) multa, la que no puede exceder de TREINTA MILLONES DE PESOS ($ 30.000.000) por cada
infracción. Este monto debe ser actualizado semestralmente por el Poder Ejecutivo
El monto de la multa se debe graduar de acuerdo con la gravedad del hecho, con la comisión de
otras infracciones por el responsable y se tomará en cuenta el capital y el patrimonio de la
entidad. Cuando se trate de multas aplicadas a los directores, síndicos o administradores, la
entidad no podrá hacerse cargo de su pago.
Resolución General IGJ N° 7/2015: Entró en vigencia el 3 de agosto de 2015 para las
fundaciones y asociaciones civiles. Contiene pautas referidas a la autorización para
funcionar, el funcionamiento (libros, estados contables, cambio de sede, modificaciones
estatutarias, etc.), en retiro de personería, la disolución, liquidación y cancelación.
En uno de sus Considerandos se señala“que, como consecuencia de las nuevas
disposiciones especiales aplicables a las asociaciones civiles y fundaciones anteriormente
referidas del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, se procedió con la adaptación de
las normas contenidas en las Normas de esta INSPECCIÓN GENERAL DE JUSTICIA,
trasladando los artículos contenidos en el Libro VIII de la Resolución General I.G.J. N°
7/05 al Libro VI del nuevo cuerpo normativo que mediante el presente se aprueba.”
En cada provincia existe un registro público de personas jurídicas encargado de registrar a las
asociaciones civiles (al igual que las sociedades y las fundaciones).
• Di Stefano, Roberto, Sabato, Hilda, Romero, Luis Alberto Romero y Moreno, José Luis, De
las Cofradías a las Organizaciones de la Sociedad Civil. Historia de la Iniciativa Asociativa
en Argentina 1776-1990, Gadis / Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social,
Buenos Aires, 2002. Disponible en www.unsam.edu.ar
• Gecik, Pedro M., Calcagno, Luis, Vita, Osvaldo, Micko, Jorge y Serpa, Jorge Luis, Manual
de Asociaciones Civiles y Fundaciones, Editorial La Ley, Buenos Aires, 2012.
• Taleva Salvat, Orlando, Como hacer un Asociación Civil, Editorial Valletta, Buenos Aires,
1997.
• Nissen, Ricardo A., Curso de derecho societario, Editorial Ad Hoc, Buenos Aires, 2008.