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Universidad Nacional Autónoma de

México
Escuela Nacional Preparatoria N° 8
“Miguel E. Schulz”

Literatura Mexicana e Iberoamericana

“La noche boca arriba”


Cuento de Julio Cortázar

Flores López María Fernanda

Prof. Julián Robles Madrigal

Grupo: 654

Fecha de entrega: 1 de Octubre de 2019

LA NOCHE BOCA ARRIBA


Es increíble como el autor toma dos historias y las enlaza magnífica y
simultáneamente. La primera historia nos cuenta sobre un suceso muy común en
las ciudades, se trata del percance de un hombre que viajaba en su motocicleta y
que en algún punto del viaje “su involuntario relajamiento” le impidió ver que una
mujer atravesaba la calle a pesar de que las luces no le permitían eso y no pudo
hacer nada para evitar el golpe. “Cuando vio que la mujer parada en la esquina se
lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones
fáciles. Frenó con el pie y la mano, desviándose a la izquierda; oyó el grito de la
mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.
Cuando despertó del breve desmayo, unos hombres jóvenes lo estaban auxiliando y
lo llevaban a la farmacia más cercana. Después, pasó lo eventual, llegó la
ambulancia y lo trasladaron en una camilla a un hospital donde posteriormente de
hacerle una radiografía fue llevado a la sala de operaciones donde un doctor se le
acercó con un bisturí y es así donde la segunda historia comienza durante su sueño,
un sueño plasmado de olores en el que él era un indígena “moteca” que escapa de
los aztecas durante la guerra florida, “Como sueño era curioso porque estaba lleno
de olores y él nunca soñaba olores. Primero un olor a pantano… Pero el olor cesó, y
en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la noche en que se movía
huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía que huir de los aztecas que
andaban a caza de hombre, y su única probabilidad era la de esconderse en lo más
denso de la selva, cuidando de no apartarse de la estrecha calzada que sólo ellos,
los motecas, conocían”.
Se despierta repetidas veces, al principio se encuentra aliviado por verse de nuevo
en la sala del hospital, pero también conflictuado y temeroso, porque cuando se
duerme vuelve a soñar, Los sueños le resultan insólitos para él ya que en todo
momento trata de buscar el porqué de esos sueños repetitivos que a su vez siguen
una secuencia y una coherencia. La “realidad” y el ”sueño” se intercalan cada vez
con más frecuencia, como si fueran solo uno. En este momento pasa lo inesperado,
el hombre vuelve a introducirse en el mundo del indígena pero esta vez es
capturado por sus enemigos. Cuando le quedaba poco tiempo de vida, intenta
volver a la realidad a toda costa, pero se da cuenta que al abrir los ojos sigue
estando en el supuesto sueño. “Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque
ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño
maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños… En la mentira de
ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había
acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con
los ojos cerrados entre las hogueras”.
En este punto al replantearse el cuento, es evidente que la realidad era la historia
del indígena y el sueño ha sido el chico que va por la ciudad y tiene un accidente, ya
que el narrador nos había proporcionado algunas pistas pues cuando era el
supuesto sueño las emociones, las sensaciones y los olores eran claros, vividos y
más fuertes:
- «Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le estaban hundiendo
despacio en el barro, y la espera en la oscuridad del chaparral desconocido
se le hacía insoportable».
- «Primero un olor a pantano, ya que a la izquierda de la calzada empezaban
las marismas, los tembladerales de donde no volvía nadie… Y todo era tan
natural, tenía que huir de los aztecas que andaban a caza de hombre, y su
única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva».
Mientras que en la supuesta realidad todo era borroso y el personaje no podía
identificar o especificar lo que le rodeaba:
- «Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo
alentaban con bromas y seguridades»
- «Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien
con guardapolvo dándole de beber un trago que lo alivió en la penumbra de
una pequeña farmacia de barrio»
Además de que coinciden hechos de las dos situaciones (paralelismo), como las
cuatro personas que lo elevan del suelo o alguien que se le acerca con un cuchillo
en la mano.
Es increíble como el autor cuestiona lo que definimos por realidad, y cómo mediante
el cuento rompe esa barrera de tiempo y espacio para que hagamos una
introspección de nuestra vida y que nosotros también cuestionemos lo que los
demás nos imponen como realidad.
Para finalizar quiero realizar una analogía con el sueño de Chuang Tzu: “Chuang
Tzu soñó que era una mariposa, y al despertar no sabía si era un hombre que había
soñado ser una mariposa, o una mariposa que soñaba ser un hombre”. Pues en
ambas la realidad es cuestionable y relativa.

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