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Con el argumento de que los bancos deberían hacer negocios con su propio capital
y no con el de sus clientes, como lo hacen el resto de empresas, una economista
de Stanford tiene en vilo a Wall Street.
Se trata de Anat Admati, una de las 100 personas que Time eligió este
año como las más influyentes del mundo, quien escribió un libro con
propuestas que tienen en vilo a Wall Street y al sistema financiero del
mundo desarrollado.
En su obra The Banker’s New Clothes: What’s Wrong With Banking and
What to Do About It (El traje nuevo del banquero: qué ocurre con la
banca y qué hacer con ella, según una traducción digital que se vende
en internet) hace un análisis muy sencillo: ¿por qué los bancos, incluso
después de las crisis financieras, hacen 95% de sus negocios con dinero
de sus clientes y no arriesgan el propio? Muchas otras industrias
quisieran poder hacer lo mismo, pero no pueden y tienen que poner su
propio capital, vendiendo acciones o endeudándose. ¿Es que los
banqueros tienen corona? Se pregunta la economista y su respuesta es
un tajante no. Agrega que las reformas financieras deberían buscar que
los bancos trabajen con más capital propio y menos con el de sus
clientes, para que así, cuando tengan problemas, no se lleven por
delante las economías de sus países.
Eso llevó a Admati a sugerir que los bancos sean obligados a ampliar
hasta 30% su financiación a través de la venta de acciones, seis veces
más que la media actual de los grandes bancos estadounidenses. Esto,
según un análisis de The New York Times, no afectaría sus fuentes de
financiación pero sí limitaría en gran medida su capacidad para pagar
dividendos, uno de los principales atractivos para los accionistas de los
bancos.
Aunque sus ideas han sido calificadas por sus críticos como poco
prácticas y dañinas para la economía estadounidense, figuras
destacadas como el vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley
Fischer, destacaron su campaña pues desde 2008, tras la crisis
financiera, ella viene criticando la forma como se regula la banca.
Así las cosas, parecería que el traje de los banqueros seguirá siendo
visible solo para unos pocos..