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Redescubrir la lógica de la persona

En este documento trata principalmente el cuidado de la vida humana, que se puede abordar

desde la ética del cuidado, asumiendo la vida responsablemente desde una posición ética,

con lleva a deducir que los tiempos futuros requerirá de una mayor importancia de la ética

en la vida de cada miembro del planeta, ya que es una herramienta poderosa.

La visión del personalismo es la principal corriente ética de inspiración cristiana, donde se

resalta a la persona, dándole nombre y usándolo como principal eje de estudio, ya que en la

persona es donde se presentan los valores, virtudes y actos. Se llegó al espacio de la

persona por la filosofía y el pensamiento, estos se preguntaban ¿Qué es el hombre?, sin

embargo, posteriormente se personalizo más la pregunta a ¿Quién es la persona? La

pregunta cambia de una realidad objetiva a una realidad personal, es decir de un objeto a

una persona, pero en la modernidad de descartes sustituye a la persona por sujeto pensante.

En la actualidad, los seres humanos parece que vivimos en base a lo que tenemos, viviendo

en la superficie y eso está muy lejos de nuestra identidad profunda, ya que los seres

humanos valoran a alguien por lo que tiene y no por lo que es, y esto se puede señalar a los

seres humanos que se relacionan desde una posición material, trae como consecuencia que

terminan trasformados solo como una materia o objeto, ya que solo se busca una

oportunidad por lo que tiene, y esto con llevaría a no encontrar nuestra identidad, ya que

somos un proyecto y para eso necesitamos ser personas, un ser humano con identidad.

Para ser personas necesitamos una lógica para pensar, razonar y discernir entre lo justo y lo

injusto, lo correcto y lo incorrecto, pero no es la única lógica ya que también necesitamos

descubrir una lógica para ser personas, centrada en la virtud, porque por esta virtud nos
permitiremos descubrir al otro como mi prójimo, es decir, una lógica que venga del

corazón, de la cercanía, del afecto y de la solidaridad, porque al quedarnos solo con la

lógica de razonamiento seriamos inhumanos, podemos ser crueles y hacer daño, por tanto

necesitamos una lógica de la persona, del corazón.

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