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PEC1 INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA LITERARIA

1.- Señale y explique los conceptos e ideas fundamentales de la teoría aristotélica que
aparecen en este fragmento. (3 puntos)
Conceptos: poeta, imitación, tragedia, compasión, temor, hechos (fábula), verosimilitud,
placer, deleite.
El poeta es el creador que utiliza el lenguaje para imitar las acciones humanas. Acciones
humanas que si son nobles generan la tragedia.
La tragedia persigue despertar el temor y la compasión a través de una fábula bien
construida donde los hechos transcurren de forma sucesiva y comprenden una acción
completa.
Estos sentimientos de temor y compasión generan a su vez la catarsis en el espectador,
la purgación del alma y el placer de la liberación.
Todos estos conceptos forman una cadena cuyo primer eslabón es “el poeta”.
Siguiendo la traducción y comentarios de Valentín García Yebra, en el capítulo 1 de La
Poética, Aristóteles habla de “poesía” como cualquier imitación por el lenguaje y “poeta” al
autor de tal imitación prescindiendo de que lo hiciera en prosa o en verso.
¿Y que imita el poeta? Acciones humanas que pueden ser nobles o viles (de los mediocres
no habla nadie así que no merece la pena imitarlos). La tragedia surge de imitar acciones
nobles. Para desarrollarla el poeta debe construir una fábula, una sucesión de
acontecimientos que tengan un principio, un desarrollo y un final que narre actos con los
que se identifique el público (verosimilitud) y despierten en él sentimientos de temor y
compasión. Estos sentimientos deben de producir en el espectador el reconocimiento ya
que son sentimientos que tienen mucho que ver con nosotros, sobre nuestra vida misma,
sobre nuestra condición de humanos y el placer de la liberación ya que nos ayuda a
reconocerlos en nosotros mismos y canalizarlos de forma lógica y racional.

2.- Relacione el fragmento con lo estudiado sobre las funciones de la literatura. (3 puntos)

En este texto se puede apreciar claramente la intención de enseñanza; el uso de la


literatura como forma de conocimiento. Aristóteles hace un repaso de lo que ya ha
explicado anteriormente e incita a sus alumnos a reflexionar sobre un nuevo aspecto en la
elaboración de la fábula de una tragedia: lo que se debe y no debe hacer para despertar en
la acción de dicha tragedia los sentimientos de temor y compasión. En cómo el poeta debe
tejer las relaciones de los personajes de sus fábulas y resolver sus situaciones personales
para llevar al espectador al estado psicológico idóneo para que se produzca la catarsis, la
liberación, con el sentimiento de placer que supone. De aquí se deriva otra de las funciones
de la literatura: el deleite, la función placentera, liberadora de sentimientos.
También les ilustra sobre el respeto a las tradiciones y la importancia de utilizar las fábulas
tradicionales sin modificarlas, que sean una la fuente de inspiración para su propia
creatividad.
3.- ¿Por qué cree que Aristóteles considera que no es lícito alterar las fábulas tradicionales?
A partir de los contenidos trabajados hasta la fecha reflexione de manera argumentada
sobre esta cuestión. (4 puntos).
Las fábulas tradicionales ofrecen nombres, situaciones y actos que son conocidos ya que
son acontecimientos ocurridos a hombres socialmente reconocidos por su prestigio o a
familias tradicionales.
El reconocimiento del público de los personajes y de los acontecimientos suscriben el
concepto de verosímil y necesario [“...Pero en la tragedia se atienen a nombres que han
existido, y esto se debe a que lo posible es convincente; en efecto, lo que no ha sucedido,
no creemos sin más que sea posible; pero lo sucedido, está claro que es posible, pues no
habría sucedido si fuera imposible” (1451b-15)].
Y esta verosimilitud tiene que volver a darse en el transcurso de la acción, en el desarrollo
de los hechos.
La fábula desarrolla un hecho concreto, un hecho admirado y conocido por todos. La
creatividad del poeta no está en los hechos en sí sino en cómo los presenta y refleja. En
como construye la trama, la fábula, en la que una acción es consecuencia de otra y a su vez
la desencadenante de otra posterior, desarrolladas en sucesión verosímil o necesaria. Una
construcción en la que si una parte de la acción se obviara o se modificara cambiaría toda la
obra [“...si se traspone o suprime una parte, se altere y disloque el todo;” (1451a-33)], y
presentada de tal manera que, si se prescindiera de la representación, la tragedia
despertara en el público los mismos sentimientos [“...aun sin verlos, el que oiga el desarrollo
de los hechos se horrorice y se compadezca por lo que acontece;” (1453b-5)].
Pero Aristóteles reconoce, así mismo, que no es necesario atenerse siempre a las fábulas
tradicionales [“no se ha de buscar a toda costa atenerse a las fábulas tradicionales...”
(1451b-24)], sino utilizarlas a modo de ejemplo para crear otras nuevas.
En conclusión, las tragedias se basan en acontecimientos admirados, reconocidos y
aceptados por todos y perderá su esencia si los poetas las utilizan y cambian el transcurso
de esos hechos ya que no serán reconocidas y el público no se identificará ni con los
personajes ni con la acción que se desarrolla.

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Las citas son del libro Poética de Aristóteles, García Yebra Valentín.

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