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MARtíN ZuBIRIA*
universidad Nacional de Cuyo, Conicet
Palabras clave: Idealismo alemán; saber civil; Key words: German Idealism; Civil Cons-
Rousseau; schiller; Hölderlin. ciousness; Rousseau; schiller; Hölderlin.
Martín Zubiria
tenía sentido eso de reducir la obra histórica ciarse respecto de su impronta tanto natu-
de la Metafísica occidental a un monumen- ral como mundanal, responda en sus po-
tum en memoria del “olvido del ser”; sólo siciones fundamentales a la sapientia
si se aceptaba la identificación tradicional christiana, esto es, a la σοφία que alienta
de la “Metafísica” con la “Ontología”, que en la Revelación Neotestamentaria, tal
vino a tergiversar del modo más grave el como esta, reducida a sus momentos in-
sentido propio del saber de la “filosofía dispensables, se vincula con los nombres
primera”. en cuanto a la relación que aque- de Lucas, de Pablo y de Juan.
lla misma meditación descubre entre el en cuanto a la Época Última, ya no
pensar y el poetizar, como dos modos su- cabe considerarla con Hegel como un “Re-
premos del habitar humano a la luz del se- sultado”, puesto que tampoco la inteligi-
ñorío originario del Lenguaje, ello también bilidad de la historia del “amor sapien-
pone al descubierto las barreras de la Mo- tiae” es la de un todo bipartito que refleja
dernidad en sentido singular, porque el in- la distinción de lo absoluto en “sustan-
terés puesto en esa relación encubre otra so- cia” y “sujeto”;2 su autonomía respecto
bre la que descansa, en rigor, el despliegue de las dos Épocas anteriores y lo que la
histórico de la Metafísica: la de la razón pone en un pie de igualdad con ellas, es
concipiente o “filo-sófica” y un saber ini- una nueva figura de la σοφία, cuya verdad
cial acerca del destino del hombre, una se ve amparada por un nuevo movimiento
σοφία epocal comunicada mediante un len- de la especulación “filo-sófica”.
guaje siempre ajeno al de la conciencia co- en un escrito aparecido hace ya más
tidiana y con la gratuidad de un don, en la de dos décadas, en un volumen de las “Di-
forma elemental del mandato que mueve al sertaciones de la sociedad Científica de
hombre a diferenciarse respecto de sí Brunswick”,3 Heribert Boeder ofreció a
mismo. la comunidad académica, sin que ella pa-
No puede asombrar que, una vez di- rezca haberse anoticiado hasta el presente
suelta la representación de la historia de la de tal cosa, algo que representa a nuestro
Metafísica como la serie “libre” y destinal juicio una novedad infinita: la exposición,
de las respuestas a la pregunta única por nunca antes intentada, de la σοφία de la
“el ser del ente”, su saber se presente Época Última, el “saber Civil”, tal como
como un todo articulado en tres Épocas este se configura de un modo lógico,
autónomas. en la primera de ellas, la puesto que “racional”, a lo largo de las po-
σοφία mentada es la de las Musas, cuyos siciones de Rousseau, de schiller y de
portavoces – Homero, Hesíodo y solón – Hölderlin.
fueron para los mismos griegos, desde un Boeder expone en ese mismo escrito
comienzo, los sabios y maestros de su cómo la razón concipiente se hizo cargo
pueblo, antes que simples “poetas”. de tal “saber”, amparando su verdad de
tampoco puede asombrar que, en la manera “científica”, mediante el trabajo
Época Media, el saber filosófico sensu mancomunado de una reflexión filo-só-
stricto, esto es, el de una razón que se de- fica que principia con Kant, se prolonga en
termina como “concipiente” al diferen- Fichte y llega a su remate con Hegel.
Martín Zubiria
el caso del comportamiento regulado por 1. el bien de la vida. esto es, inicial-
la prudencia (III 165). Él hace valer su hu- mente, algo compartido por todos, puesto
manidad sólo en cuanto ser “moral”, pero que obrado por la Naturaleza. Ante el
según una moral que, sin combatir los hombre originario esta se muestra, por un
sentimientos de simpatía por los demás se- lado, como “benefactora”, pues le ofrece,
res vivos y por sus semejantes, es la del siendo un ser físico, cuanto precisa para su
solitario; pues la libertad según la natu- conservación; pero, por otro, es lo libre, el
raleza consiste siempre en la preferencia ámbito donde aquél aprende a compren-
de la elección individual. derse en orden a su “perfectibilité”.
2. [Negatividad] esta libertad del hom- 2. [Negatividad] en un segundo mo-
bre entregado enteramente a sí mismo se mento, el bien es algo procurado por el
pierde en la arbitrariedad del hombre so- hombre mismo mediante una producción
cializado y sujeto, por lo mismo, a otros. de carácter social en la que la naturaleza se
Condicionada por las relaciones de poder, vuelve material de trabajo, o bien un ob-
por el señorío y la servidumbre, ella es en jeto sometido al poder del conocimiento;
cada caso una libertad particular ante así ocurre, sobre todo, con la tierra de cul-
cualquiera otra forma de arbitrariedad. el tivo. el bien deja de ser concedido de ma-
vínculo social no la cancela, pero la so- nera general, porque ahora depende de la
mete a relaciones de derecho que procuran singularidad excluyente, determinada por
volver compatibles entre sí las decisiones la posesión de productos y medios de pro-
propias en lo que tienen de arbitrario. ducción; se ha vuelto “privado”. en su
3. La libertad sin embargo, según su singularización este bien fundado en cosas
determinación cabal o plena, es la poseída exteriores está supeditado al estado de
en común, la de la voluntad general; una li- derecho y a la autoridad pública de la que
bertad debida, en rigor, no a la naturaleza, no puede prescindir.
sino a la libertad, puesto que a una posición 3. el bien del hombre es, por último, el
(Setzung): la del contrato social como fun- bien particular, pero no en el sentido del
damento de todas las relaciones de derecho. concepto; particular, no por hallarse sub-
en tal fundación de lo comunitario, cada sumido bajo lo universal, sino por corres-
cual recupera la libertad individual, en la ponderse con la “esencia” que, como su li-
medida en que cierra el contrato con los de- bertad, el hombre siempre debe comenzar
más a la par que consigo mismo y se com- por ganar, haciendo suya, de intento, la li-
promete como legislador. bertad que le ha sido dada, y ello al traba-
esta secuencia de los momentos de la jar en pro de su diferenciación respecto de
libertad revela que ya la destinación es un sí mismo, vale decir, al entregarse a la
término mediado, cuyos extremos remiten propia “formación”. ella aparta al hombre
a un momento central signado por la ne- del afán por la posesión exterior y mues-
gatividad o la separación. tra la naturaleza humana en el desarrollo
¿Cuál es la cosa (B) en la que se hace de su propia humanidad; en lo siempre
valer de manera inmediata la destinación separado de una moralidad fundada en la
rousseauniana? libertad y por ella.
¿Y cómo se determina el pensar (C) tinción del amor aprende a amar la huma-
para corresponder a una cosa diferenciada nidad y a negar el amor propio en el amor
de tal modo? a la patria. se trata de un aprender en el
1. Primero, al apartarse de la asistencia dolor y el sacrificio. sólo así se aprende
benéfica de la Naturaleza, se vuelve pre- aquel pensar que asume el sentimiento de
ocupación (Sorge), la del individuo por sí sí, el de la “honnêteté” originaria, en el
mismo, debido al sentimiento de las ne- respeto de sí mismo; respeto fundado en el
cesidades naturales que son, en cada caso, yo diferenciado del alma pura. su pensar
las propias (particularización). tal senti- ha alcanzado la singularidad que pone el
miento descansa en el amor de sí mismo, amor en la relación de amistad: no entre
origen de todas las pasiones; quien vela yo y tú, sino entre yo y yo. sin reflexionar
por él es una “razón” que ni lo rechaza ni sobre lo uno y lo otro, ese pensar perma-
lo reprime; razón de una vida que rebosa nece vuelto hacia la destinación que es,
de alma. inicialmente, la libertad fundada en la Na-
2. [Negatividad] este pensar se pierde turaleza y, por último, la libertad fundada
en lo comunitario de la reflexión que en la libertad. el pensar del yo puro,
irrumpe con la socialización. La comuni- puesto que purificado, puesto que dife-
dad no verdadera se constituye a partir renciado, se concentra en la visión de la
del pensar separado, allí donde cada cual Naturaleza primigenia e intocada, visible,
se ve movido a comparar lo suyo con lo por un lado, en la majestad de las monta-
poseído por los demás, hallándose en esa ñas y, por otro, en la virtud del alma sim-
relación siempre fuera de sí. Aquí el amor ple. Yo y yo se vinculan en el “entu-
por sí mismo, el amor “absoluto”, se siasmo” de un amor que piensa en el culto
vuelve “relativo” en la forma del amor de la humanidad del hombre o de la divi-
propio. este rebaja la razón originaria ha- nidad que habita en su interior. Y este pen-
ciendo de ella un instrumento sofístico sar se vuelve finalmente productivo en la
que llega a descomponer el mismo sentido imaginación del “único país digno de ser
moral, el saber acerca de la virtud y la eti- habitado” (II 693). esto, habiendo reci-
cidad simple de la familia. bido la imaginación, a causa de la libertad,
3. Del interés general compartido que una dignidad hasta entonces ignorada.
mueve la mentada reflexión, esto es, del Los términos de la ratio rousseauniana
reflejo del propio bienestar exterior en el así edificada se despliegan en cada caso a
de todos los demás, se separa finalmente partir de la negatividad característica de su
el pensar por sí mismo, esencialmente sin- momento central.
gular. Así el alma “bella” se distingue del La ratio de sCHILLeR, al prolongar el
mundo egoísta que la rodea. en la pasión movimiento iniciado por la de Rousseau, se
de su corazón preserva el sentimiento re- abre por el último término de la de este,
lativo a las necesidades naturales del hom- vale decir, por un pensar (C) predetermi-
bre y su racionalidad originaria reconoce nado por la libertad en cuanto destinación.
el carácter vinculante de los deberes que 1. Y así schiller exige ante todo liber-
son en cada caso los propios. Con la dis- tad de pensamiento (y no libertad de
Martín Zubiria
en una relación de comunidad y ello en or- como gracia. Manifiestan así la libertad en
den a la belleza, “que la naturaleza pro- una belleza que sólo puede ser la belleza
duce, si bien sólo en su libertad” (XX 280, separada “de algunos pocos círculos es-
35). esta belleza común al hombre y a las cogidos” (XX 412, 31).
cosas (universalidad) ha desaparecido. su Bajo esta destinación, la cosa (B) de la
presente no es el imaginado, el del estado ratio schilleriana ya no es el bien de las al-
originario de naturaleza, sino el presente mas y de sus pasiones, que hallan en la co-
recordado de un mundo histórico deter- rrespondencia su expresión adecuada, sino
minado: el del mundo griego. lo valioso del actuar en un mundo histó-
2. el segundo momento de la destina- rico representado en el drama. La cosa,
ción (singularidad) corresponde a la pues, no es la felicidad, sea cual fuere su
negación de la belleza, pero no como feal- género, ni una dicha merecida de tal o
dad. si la belleza, en su acepción funda- cual modo y ni siquiera el objeto trascen-
mental, ha de ser pensada en relación con dente y moral de la razón, sino sólo el ac-
la libertad, su negación es la necesidad o tuar, en cuanto puede ser bello y manifes-
la penuria [Not]. Ésta hace ver sólo una tar así la mentada libertad. ese actuar
pluralidad de urgencias insatisfechas que exterioriza también el juicio acerca de su
reclaman, por su parte, una pluralidad de verdad, de su bondad.
técnicas. en el mundo constituido según 1. según su determinación inmediata o
ellas, “toda Naturaleza acaba siendo natural, se trata del obrar desde siempre
devorada por el artificio”. La condición de separado (particularidad) de quien se afe-
la belleza como bien común cede a las rra a su libertad en cuanto dada y la hace
necesidades siempre aisladas. Y el aisla- valer frente a la indiferencia entronizada
miento del hombre mismo en el “estado por la costumbre.
de penuria” se ve agravado por la división 2. Luego el obrar se determina como
del trabajo en el proceso de producción y algo comunitario (universalidad), que ha
por el desarrollo unilateral de la capacidad cobrado el sentido de la villanía, y ello, en
de los individuos. una relación excluyente ante la libertad,
3. La belleza, en el último de sus mo- debida a una tradición tiránica en la fami-
mentos (particularidad), no es la dada en lia y el estado y también dentro de una
la apariencia, sino la libertad que ha de po- cultura facticia cuya moralidad es, en ri-
nerse en la apariencia misma. Y esto me- gor, mera hipocresía.
diante un producir que, de manera lúdica, 3. Bello, por último, es el actuar por el
armoniza el impulso material con el for- que uno (singularidad) hace suya la li-
mal. La belleza correspondiente no es sólo bertad de tal modo que vuelve visible,
la de las cosas, sino, ante todo, la de una hasta en la propia muerte (XXI 38, 26), la
sociabilidad fundada en la “comunicación distinción del hombre respecto de sí
bella” de los atentos a la belleza (XX 411, mismo (XX 151, 20), como un trabajo
3), esto es, de “personas” por las que ha- consigo mismo en su tránsito hacia el
bla la “formación humana” (XX 272) y en ideal. sólo éste concede a quien actúa
cuyo trato mutuo revelan tanto dignidad “una personalidad propia”, que se exte-
Martín Zubiria
Martín Zubiria
NOtAs
1
Friburgo/Múnich, Alber. der Braunschweigischen Wissenschaftlichen
2
Distinción que preside el despliegue de la Gesellschaft, Bd. XLIII, 1992, pp. 345-360.
Ciencia de la Lógica pero que Hegel ya no 4
Cf. Boeder, H., Die Vernunftgefüge der
mantiene en la exposición enciclopédica de la Moderne, Alber, Friburgo/Múnich 1988; véase
misma. nuestro artículo: “Marx, Nietzsche, Heideg-
3
“Die conceptuale Vernunft in der Letzten ger: la unidad de una meditación” en: Estudios
epoche der Metaphysik“ en: Abhandlungen Filosóficos 126 (1995), pp. 269-285.