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Rol del kinesiólogo en la rehabilitación
del senescente
Antes de entrar en la materia específica
de este artículo, creemos necesario aclarar que
"kinesiólogo" es un profesional que se de-
dica al estudio y/o aplicación de la kinesio-
logía * y agentes físicos como medios preven-
tivos y/o terapéuticos, y que cumple con fun-
ciones asistenciales, de investigación, de do-
cencia y de extensión comunitaria.
Para realizar su labor asistencial debe con-
tar con el diagnóstico médico completo y la
historia clínica del paciente. Utiliza funda-
mentalmente el movimiento como medio te-
rapéutico y una serie de elementos y agentes
ffsicos.
Característicasdel movimiento en el anciano
Regularmente, en la vida humana, comien-
zan a producirse un retardo progresivo en la
velocidad de conducción de las fibras motoras,
una reducción de la intensidad de los reflejos
(lentitud y disminución), una reducción de
la sensibilidad cutánea y modificaciones del
metabolismo cerebral (menos consumo de oxí-
geno y menor resistencia vascular cerebral).
Sin embargo, el electroencefalograma y la me-
dición de la excitabilidad neuromuscular no
han revelado diferencias significativas con el
devenir de los años, lo que indicaría la con-
tinuación de una funcionalidad normal.
En el individuo mayor de 60 años encon-
tramos, generalmente, procesos degenerativos
de huesos y articulaciones (iniciados entre los
(*) Kinoalotogía: ciencia que estudia el movimiento como
elemento aicoblofíslco y las funciones del aparato locomo-
tor, en cuanto a la vida de relación, así como las alteracio-
nes y cambios que puedan producirsa en estas funciones.
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GLADYS CATALAN
Kinesióloga
40 y 45 años), las articulaciones se tornan
más rígidas y consiguientemente se limita el
movimiento (especialmente el de extensión),
disminuye el tono postural, produciéndose al-
teraciones en la mecánica y dinámica de la
marcha.
Así, pues, podemos comprobar que el indi-
viduo de edad avanzada mantiene su cabeza
inclinada anteriormente, presenta cifosis dor-
sal marcada y mantiene rodillas y caderas en
semiflexión. Debido a la actitud general de
flexión, la marcha del anciano tiene las ca-
racterísticas de un proceso involucional: la
línea de gravedad no cae dentro de la base de
sustentación, por lo que fallan el equilibrio y
la estabilidad, los pasos son cortos y existe
tendencia a arrastrar los pies. Por otra parte,
se pierde el movimiento de oscilación de los
brazos que debe acompañar a una marcha
normal.
En general, los ancianos se mantienen muy
tensos, y debido a la posición de su tronco,
la respiración y la circulación se tornan difi-
cultosas. Todo esto aumenta la mala postura
y, entonces, se establece un circulo vicioso.
Debemos saber también que en el anciano
existe la lentitud perceptiva y asociativa, lo
que produce una limitación en los intereses
y una rigidez en los hábitos: así, reducen el
campo de atención y captación de estímulos.
Por último, disminuye la sensibilidad gene-
ral, lo que sumado a la disminución de la
amplitud de percepción sensorial, provoca una
alteración de la imagen corporal, lo que se
traduce en una información errónea a los
centros superiores del sistema nervioso cen-
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tral y, consecuentemente, a respuestas moto-
ras erróneas.
El anciano incapacitado y la rehabilitación
Incapacitado es aquel individuo que tiene
impedimentos o físicos o sociales o mentales
para realizar las actividades de la vida diaria
y las actividades sociales propias de su edad,
sexo y nivel sociocultural.
El incapacitado no sólo pierde la función
de un órgano determinado, sino que pierde su
independencia funcional (en el desplazamien-
to, en la higiene, en la comunicación, en la
alimentación) y su actividad social.
En general, todo incapacitado tiende a ais-
larse; en el anciano esta tendencia es mayor,
pues se desencadenan en ellos sentimientos de
inferioridad y frustración. El anciano puede
ser considerado como portador de una inca-
pacidad latente y basta un pequeño stress fí-
sico, social o mental para desencadenar dicha
incapacidad y actualizaría.
Por ello, todo paciente geriátrico, sea cual
sea su condición mórbida, debe ser sometido
a proceso de rehabilitación.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que
a las personas de edad les es más difícil acep-
tar su situación de incapacidad; que la limi-
tación es mayor y la recuperación más lenta;
y que las deficiencias sensoriales y patoló-
gicas (diabetes, cardiopatías, etc.) complican
seriamente el proceso terapéutico.
La rehabilitación es un proceso continuo,
progresivo e integral, que partiendo de las
capacidades remanentes del individuo, intenta
lograr niveles de eficiencia conjugando la sa-
tisfacción personal con la utilidad social.
El objetivo de la rehabilitación es lograr
el máximo de restauración funcional; no se
trata de recuperar una sola función, sino de
explotar todas las capacidades remanentes pa-
ra poner al individuo en la barrera mínima
de su incapacidad y en el límite máximo de
sus posibilidades.
La labor específica del kinesiólogo está
orientada a las actividades físicas (restaurar
al máximo las funciones físicas), pero debe
estar consciente que a ella debe acompañar
una rehabilitación sicológica (combatir la de-
presión y la soledad), una rehabilitación so-
cial y una rehabilitación laboral.
Rehabilitación en la ancianidad fisiológica
Considerando que el senescente posee un
organismo deficitario y su rol en la sociedad
es limitado o nulo, el kinesiólogo debe ela-
borar un plan de trabajo coordinado con todo
el equipo de rehabilitación. Si analizamos los
problemas intrínsecos de la vejez, tenemos
que pensar en un plan sistemático y progre-
sivo, que abarque todos los recursos existentes
en aquel cuerpo que está declinando sus fun-
ciones y dar, también, gran importancia al
factor emocional, evitando quebrantar esa fra-
gilidad característica que limita los intereses
y que mantiene una rigidez en los hábitos.
Es preciso comenzar por acaparar la aten-
ción y la confianza de cada componente del
grupo (grupo que debe ser homogéneo en
cuanto a hábitos, intereses, nivel cultural y
condiciones físicas y psicológicas), estimular
y motivar. Ahora bien, como el temor a una
probable invalidez es lo que agobia al anciano,
él puede ver en nuestro quehacer una posibi-
lidad de evitar problemas que lo incapaciten.
El trabajo debe realizarse en forma gradua-
da y progresiva hasta alcanzar la etapa que
engloba el movimiento como elemento inte-
gral en gu génesis biofísica y su proyección
sicosocial.
La ejecución de las actividades se realizará
en posiciones adecuadas, efectuando movi-
mientos que utilicen solamente los músculos
requeridos para evitar desgastes inútiles de
energía: hay que atenerse a una secuencia
graduada y cómoda de cambios de posiciones
y a una secuencia lógica de integración de
movimientos.
A continuación damos una pauta de activi-
dades, flexible según las circunstancias:
1) Relajación inicial para eliminar tensiones
y lograr concentración.
2) Ejercicios respiratorios para inducir a un
buen trabajo posterior.
3) Ejercicios analíticos y combinados de
cuello, coincidentes con las fases respira-
torias.
4) Ejercicios analíticos y combinados de
tronco superior enfatizando con respi-
ración.
5) Ejercicios para extremidades superiores y
cintura escapular.
 REVISTA TRABAJO
6) Ejercicios para extremidades inferiores.
7) Ejercicios combinados de extremidades
superiores e inferiores.
8) Ejercicios combinados de tronco y extre-
midades, enfatizando con respiración.
9) Ejercicios de coordinación.
10) Ejercicios de equilibrio en diferentes po-
siciones.
11) Desplazamientos, considerando también
coordinación y velocidad de reacción.
12) Juegos y otras actividades recreativas
(Ej.: trabajo con pelota).
13) Ejercicios circulatorios para extremidades
inferiores.
14) Ejercicios para los ojos.
15) Relajación final, para acumular energía
vital y eliminar tensiones.
16) Ejercicios respiratorios para finalizar.
17) Charla con el grupo.
Dentro de las actividades recreativas pue-
den realizarse juegos de salón, pantomima,
teatro, coro, deportes adaptados y actividades
artístico-culturales (discusiones en grupo so-
bre temas sugeridos por los propios ancianos,
concursos literarios simples, exposiciones).
Los objetivos generales de estas activida-
des son:
- Obtener la confianza y cooperación de
los gerontos.
- Mantener o restaurar la independencia en
actividades de la vida cotidiana.
- Prevenir invalidez.
- Estimular física, psicológica y socialmente;
mantener o crear intereses.
- Lograr una labor coordinada con todos
los profesionales del equipo técnico para
condicionar al senescente para una activi-
dad laboral y lograr su ubicación, meta
del proceso de rehabilitación.
SOCIAL
Los objetivos específicos, por su parte, se
pueden sintetizar en:
- Mantener rangos normales de movimiento.
- Mantener potencia muscular adecuada.
- Disminuir o controlar el trabajo cardio-
vascular y respiratorio.
- Aumentar la capacidad para el ejercicio
físico y la resistencia a la fatiga.
- Disminuir las tensiones.
- Crear una atmósfera optimista y favore-
cer las relaciones interpersonales.
- Mantener la agilidad mental y evitar tras-
tornos psicológicos y pérdida de iniciativa
o entusiasmo.
Rehabilitación del anciano
con cuadro patológico reversible.
Este tipo de paciente debe ser sometido a
terapia individual (no grupal como el anterior)
por todo el equipo de profesionales, con el
objeto de realizar una evaluación diagnóstica
y establecer pronóstico, ateniéndose a un cri-
terio terapéutico integral.
Rehabilitación del anciano
con cuadro patológico irreversible
También debe someterse a tratamiento indi-
vidual por parte de todo el equipo profesional,
realizando la evaluación diagnóstica, estable-
ciendo pronóstico y pauta de tratamiento, con-
siderando que se utilizarán las capacidades
remanentes. El objetivo es lograr el máximo
de recuperación funcional utilizando suplen-
cias (bastones, aparatos ortopédicos, silla de
ruedas).
Desde un comienzo, es primordial ganarse
la confianza del paciente, asegurarle que re-
cibirá un tratamiento minucioso y estimularlo
para que tome parte activa en él.
La primera meta es lograr que el paciente
se independice en sus actividades básicas ele-
mentales y cotidianas. Una vez que el anciano
ha logrado niveles de funcionalidad y es auto-
suficiente, se ha dado el primer paso para
realizar un trabajo que satisfaga personalmen-
te y que sea útil a la sociedad. La rehabilita-
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ción no se limita a la mera recuperación La educación juega en ello un papel im-

física, sino que abarca también lo sicosocial,
y ello implica una reubicación laboral.
Conclusión
La vida normal requiere el uso de las fa-
cultades físicas y mentales del hombre.
Quien ejercita ambas tiene las máximas po-
sibilidades de gozar de salud.
El niño se ejercita naturalmente en el juego
a que lo inclina su instinto. El hombre ma-
duro de profesión sedentaria practica depor-
tes. Lo importante es que el ser humano rea-
lice aquellas actividades físicas que den como
resultante un organismo equilibrado, muscu-
larmente armónico y donde todos los órganos
reciban la necesaria y suficiente nutrición.
portantísimo.
A grandes rasgos se puede afirmar que
tendrá una vejez sana y feliz aquel individuo
que ha aprendido el arte de respirar, que
ha adquirido el hábito de consumir una ali-
mentación adecuada, que ha aprendido el sa-
ludable ejercicio de los deportes, que ha ad-
quirido buenos hábitos posturales tanto de
trabajo como de reposo, que ha cultivado la
ciencia de la relajación y el reposo y, final-
mente, que haya profesado una actitud men-
tal de calma, paz y fortaleza.
Se debe comenzar en la niñez.
Si no es así, cualquier etapa es buena para
comenzar.

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El presente ejemplar de Revista Trabajo Social

ha sido editado con la gentil colaboración de:
EMPRESA CONSTRUCTORA
EDMUNDO PEREZ ZUJOVIC
Isidora Goyenechea 2971 - Santiago