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ppodemes, no debemos desecharlas, a menos que se demuestre ‘gue ya no nos siren para nad, Los humanos poseen una aaa, una faculiad que se encuentra tambiga en los animales inferiores, y nosotros ddeberns utilizar esta azén, No debemos ser como Ios nitos y aceptar ks condiciones o las circunstancias por meros motivos de fe; debemos pesarlas. El hombre o Is mujer que ao emplea su poder de razonamiento, no ha adelantad todavia mas allé de la edad de diez afes. En realidad podemos decir que tales personas no han adelantado més alki del chimpancé, que eacciona instinivamente al medio ambiente, como lo harfa un nino pequeno, sin saber por qué lo hace, © sin preocuparse siquiera de la causa motivadora En nuestras comsideraciones de la vida mistica debemos ccomenzar con el hombre. sencilumente porque no hay nada ‘mds forimo, na con lo cual estemos rekionados més cstrechamente, nada que podamos sentir tan intensamente, 0 analizar tan cuiadosamente como su propio ser. ;Por qué ‘comenzar con un anilsis © examen del universo circundante? {Con bs planctas en el cel, los otros cuerpos eésmicos, con fas leyes universales, o con la realidad en general? Todas lax cosas fuera de nosotros mismos, después de todo, estin ‘medidas o valoradas on términos de au valor 9 relacién con nosotros. Las cosas que uno ve, oye, siente, prucba y hue, ppueden tenor una existencia ajona a lx nuestra, pero la forma en due uno as comprende y ki manera en que se reacciona ante ells, depende de la intzepretacion de las mismas, y de las cualidades. sensoriaes propiss. Asi pues, ya que el hombre ‘mide las cosas que estan ftera de él en términos de st propia persona, sei mejor que comencemas con ethombre mismo. ‘Alcomenzar com el hombre, es preciso comprender que mo solamente el hombre ex divina. Es en cierto sentido una ddesdicha que casi todas las relgiones y fibsofias hayan creado a impresién de la Naturalera Divina del hombre tan fuertemente en la mente de muchas personas, que las cosas que tno forman parte de lo denominado alma del hombre, son declaadas vulgures y apenas dignas de mis comsileracién que {a tilidad que pueden tener para nosotros. Tal concepto es una injusticia hacia la InfintaInveligencia que lo concibis todo. En primer lugar, es preciso que razonemos_y comprendamos que la multtud de cosas que existen spare de Ja denominala alma del hombre, no cs una crcactin del hombre, ni tampoco el resutado del esfuerzo de su mente. Por consecuencia, ene necesariamente que haber emanado de b misma fuente, esa Fuente Infinita de 1a cual salen todas las cosas. Ast, pues. todas las cosas de las cuales tenemos ‘conocimiento proceden, segin este ruzonainiento, de una Fuente Divina Es también lamentable que algunas personas se referan los actos de los animales y alos de cierto tipo de seres hhumanos, romo perversidades. En cada cosa que tiene una ‘exstencia, ha sido justificada una juncién, y mientras tenga, ‘ste tipo particlar de existencia en su proceso de desarrollo, tal funcidn seré natural y. por tanto, no pecaminosa. ;Podemos ccondenar un pichlo barbara al olvtlo porque se comporte ¥ viyn de acuerdo eon la inteligencia que I es propia’ {Debemos considerarlos de una nafurakza menos Divina, porgue no poscen fn suficinte eapacitad para distinguir entre el bien y cl ‘mal que nosouos emos concebido gracias a una mayor imteligencia y a un estado més adclantado? ;Nos gustaria ser considerados profanos, vulgares e impfos por una eiviizacién mil aos mis adelantada, pongic mucstros actos de hoy no alcanzaran los éxitos obtenidos por ella? ;No nos Justificariamos dickendo que liemos actuado de acuerdo con lo Imejor de nuestra naturaeza y con bb que constiuye muestra imteligencia intema? Ningin ser es impio a menos que pueda

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