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SUMARIO
A fondo
Crecer “jugándosela” // 12
Razones psicológicas de la pasión por vivir peligrosamente
Por Alejandro Rocamora
Rozar el límite // 20
¿Los jóvenes buscan el peligro? ¿Qué deportes extremos y
actividades peligrosas?
Por José Luis Rozalén
Entrevista // 34
Con Sebastián Álvaro, director del
programa Al filo de lo imposible Director: Colaboradores:
Por Gloria Díez Pedro Miguel Lamet Herminio Otero
Alejandro Rocamora
Redactor jefe: José Luis Rozalén
Cine // 44 Fernando Alberca José Mª Jiménez
“Sufrir” desde la butaca Gloria Díez
Por Norberto Alcover Dirección de Arte: Norberto Alcover
Cristina Bezanilla Antonio Saugar
Dirección, redacción
Comunicando // 54 y administración:
El Teléfono de Oviedo estrena sede Francos Rodríguez, 51
(Chalet, 25)
28039 Madrid
Tel.: 91 459 00 62
Fax: 91 459 04 50
e-mail: asites@telefonodelaesperanza.org
Me contaron en una universidad madrileña que los alumnos se rifaban la posibilidad de ir como voluntarios en
las ambulancias del SAMUR, que atienden a los accidentados de carretera. No era evidentemente por altruis-
mo, sino por “el morbo de ver heridos y sangre”. Otra manera de segregar como sea adrenalina, de salir del
aburrimiento, de experimentar algo nuevo, de rozar la sima.
Un fenómeno que no encontraremos ni en los países que pasan hambre o en vías de desarrollo, ni en los que
están en guerra como Irak o Afganistán, ni en donde las necesidades primarias están aún sin cubrir. Ellos, en
cambio, buscan garantías de supervivencia, mínimos de seguridad. Tal pasión por vivir situaciones de riesgo,
claro, se reduce a Occidente y a los países desarrollados.
Es cierto que atravesar las fronteras y rozar los límites han sido siempre facetas de la vida humana. Viven en el
corazón del explorador y el aventurero. Sin esa pasión no se habrían descubierto territorios ignotos, ni se habría
navegado a otros mundos, ni se habría cruzado la barrera del sonido o pisado otros planetas. Pero estos son
riesgos justificados por su fin. En este número de AVIVIR nos ocupamos de un matiz diferente: la necesidad de
experimentar el riesgo por el riego, sin objetivo fuera de él.
El niño se arriesga a subir por primera vez un escalón o a enredar en la cocina por un instinto de crecimiento,
igual que el primer día que nos fuimos a la ciudad en bicicleta o dimos la primera brazada “sin pie” en el mar o
la piscina. Pero éstos son pasos que la vida nos exige para crecer. El amor al peligro al que nos referimos raya
en lo patológico y debemos preguntarnos a qué se debe, qué revela en profundidad.
A bote pronto parece, como hemos dicho, que podría ser una forma de droga, de liberación de la rutina, de hui-
da del hartazgo. Si mañana estallara una guerra cerca de nosotros, o faltara drásticamente el agua, seguro que
nadie se dedicaría a hacer puenting o caída libre en paracaídas. Profundizando más, nos encontraríamos con la
fascinación inconsciente del “más allá”. Decimos huir de la muerte, sí, pero la muerte está en el subconsciente
colectivo y encierra el gran misterio de la vida, que no es otro que la transcendencia. El riesgo es un modo de
rozar con la punta de los dedos a Thanatos, bien cercano por cierto a la seducción de Eros.
Esperemos que este número nos ayude en el análisis de una tentación que quizás muchos lectores pueden no
sentir en sí mismos, pero que seguramente debe preocuparles como evidencia en la gente joven que les rodea,
sus hijos o amigos. Sobre todo cuando este desafío -exclusivo antaño de pilotos de carreras, navegantes, toreros
o escaladores, profesionales del riesgo que al fin y al cabo conocen sus reglas y límites-, ha pasado a ser una
actividad de fin de semana y hasta un peligro para los demás, como son los kamikazes que conducen en direc-
ción contraria por las carreteras.
No defendemos la huida de todo peligro ni la actitud timorata de “la pata quebrada y en casa”, pues con dicha
filosofía ni el hombre ni la humanidad habrían progresado a lo largo de la historia. Estamos en contra del riesgo
como vicio, droga, huida, alienación; puesto que, como asegura Cervantes en Persiles y Segismunda: “En los
apretados peligros toda razón se atropella”.
LA SEDUCCION
DEL PRECIPICIO
LA SOCIEDAD ACTUAL
INCITA A DAR “RIENDA
SUELTA” AL INSTINTO
NATURAL DE LOS JÓVENES
POR VIVIR EXPERIENCIAS
“AL LÍMITE”
Por Herminio Otero
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Desde hace millones de años el sol ilumina este Eso ha sido así durante millones de años, aunque
planeta, que gira sin cesar separando el día de las personas que vivimos en los países desarro-
la noche. Por eso todos nosotros anclamos nues- llados nos hemos desnaturalizado hasta el extre-
tras raíces en la noche de los tiempos, una larga mo de no necesitar la violencia para comer o para
noche de peligros superados, a veces con sangre evitar ser comidos. Pero nos queda la memoria en
derramada y siempre con la violencia a flor de los genes: este instinto de violencia y de muerte
piel como recurso de supervivencia. Una noche, permanece activo en nosotros y necesita ser ali-
a la vez, alternada con el día que nos lleva a es- mentado de vez en cuando. Y continúa vigente en
perar un futuro de luz. nuestra sociedad la “ley del más fuerte”.
vacío depresivo– y el rechazo de la norma so- aunque a veces son controladas por ellas, pues
cial se mostraron como factores que favorecían es imposible vivir en la frontera del peligro sin
la tendencia a correr riesgos ante la ausencia de caer, de vez en cuando, en él. Cuando salen airo-
batallas mayores. sas, las ganancias son importantes, pero cuando
fracasan, las pérdidas suelen ser desastrosas.
Algunos jóvenes mantuvieron la lucha queriendo
cambiar el mundo en los sesenta, pero era una
lucha acomodada y se gastaban su dinero en dis- Personas adictas al riesgo
cos y transistores para terminar no sólo perdidos
sino rodeados y sin metas por las que luchar. Al- Las situaciones de riesgo atraen de tal forma a
gunos, entonces, faltos de enemigos verdaderos, estas personas que les lleva a experimentar sen-
iniciaron conductas de riesgo (ingestión de sus- saciones fuertes y a vivir aventuras intensas en
tancias químicas, relaciones sin prevención...). las que el peligro es la mayor atracción. Se con-
De alguna forma eran fieles a la memoria gra- vierten de alguna forma en personas adictas al
bada en los genes que les había llevado, durante riesgo y tienen más tendencia a ‘jugársela’ en
centenares de miles de años, a luchar y arriesgar algunos aspectos importantes de la vida: eligen
hasta la vida, precisamente para conservarla... la práctica de deportes de riesgo o siguen otras
conductas temerarias que implican riesgos afec-
Ahora también hay adultos –cada vez más– que, tivos o profesionales.
a falta de auténticas batallas, se sienten atraídos
por las situaciones límite y buscan actividades • Riesgo corporal: Algunas personas con pocos
que les hagan sentir sensaciones nuevas. Sólo el recursos psicológicos para reaccionar correcta-
riesgo cumple sus expectativas. mente ante los conflictos anímicos, corren ries-
gos que dañan su cuerpo, de modo que el cuer-
En este caso, la atracción por el riesgo se desarro- po se hace cargo de los sollozos que vienen del
lla paulatinamente: las personas excesivamente alma. Son personas, por ejemplo, que tienen
atrevidas en sus conductas van sobrepasando accidentes con frecuencia. De este modo, es el
poco a poco el límite de la cuerpo el que sufre y el que grita y, por lo tanto,
prudencia hasta llegar el dolor corporal se hace cargo de un sufrimien-
a poner en riesgo sus to psicológico que no se siente o cuyo reconoci-
vidas. Después pro- miento provocaría una angustia excesiva.
vocan con demasiada
frecuencia situaciones • El riesgo profesional: No todas las personas
que ponen en peli- tienen capacidades para emprender un nego-
gro su trabajo, su cio ni para desempeñar cargos de responsabili-
salud o sus re- dad dentro de las empresas, pues han de estar
laciones afecti- preparadas para afrontar riesgos ante situacio-
vas. Se sienten nes difíciles y tomar decisiones que afectarán
tan atraídas tanto a su futuro profesional como al de la em-
por las sen- presa. Algunas personas tienen un miedo tan
saciones fuer- exagerado al fracaso profesional que son inca-
tes, que de- paces de correr el más mínimo riesgo, y otras
sarrollan una tienden a poner en continuo riesgo su propio
curiosa adic- mundo profesional: ponen el puesto de trabajo
ción al ries- en peligro por malas actuaciones, falta de res-
go: les gusta ponsabilidad, descuidos reiterados o dejadez...
controlar las Según los expertos, esta tendencia surge, en
situacio- ocasiones, para calmar una culpa inconsciente
nes di- asociada a ciertas situaciones de éxito laboral.
fíciles, “Cuando una persona está realmente conven-
En casos extremos, la
atracción por el riesgo puede
estar relacionada con un deseo
inconsciente de morir: no
tienen apego a la vida y les
resulta indiferente vivir o morir
cida de que no se merece ese puesto o que el Cuando los jóvenes acuden al alcohol y a las dro-
cargo que ostenta es demasiado para él, apa- gas, lo hacen en parte por evadirse de la mo-
rece la idea de que se lo está quitando a otra nótona realidad de sus hábitos gregarios, pero
persona de su entorno laboral.” también por experimentar nuevos riesgos, aun-
que resulta paradójico que, a la vez, la juventud
• El riesgo afectivo: Hay personas que no están sea cada vez más reacia al compromiso.
seguras de lo que sienten y tienen dificultades El proceso de juvenilización de la sociedad hace
para amar. A veces necesitan que su pareja les que muchos adultos queden contagiados por es-
reafirme su afecto. En consecuencia, a veces tas mismas actitudes. He aquí dos situaciones en
ponen en riesgo su relación de pareja llegando que quedan patentes:
incluso a disfrutar del riesgo que eso conlleva,
pues sólo la valoran cuando creen que la pueden • Los deportes de riesgo están en auge: Jó-
perder. En el fondo son personas inseguras y venes ejecutivos, muy deportistas y amantes
dependientes, que se disfrazan de conquistado- de la naturaleza, descienden sobre una balsa
res para esconder sus verdaderos temores. Éste por aguas bravas de un río (rafting) o saltan
es el caso de algunas parejas con una relación desde un puente sujetos con un arnés especial
estable, que podrían vivir una vida plácida y sin (puenting) o se sumergen en lo más profundo
sobresaltos en este terreno y, sin embargo, po- de mares o lagos (submarinismo) o vuelan a
nen en peligro constantemente su relación. Les merced del viento (parapente) o cabalgan a lo-
gusta tentar a la suerte, probar hasta dónde es mos de un minimoto (quads)... Y otros acuden
capaz de aguantar su pareja. Hacen y dicen co- los fines de semana a disparar pólvora en ba-
sas que podrían hacer que su pareja se alejara. tallas sonoras de campos de guerra ficticios.
Disfrutan provocando situaciones límite y con la
incertidumbre de cómo reaccionará el otro. • Riesgo al volante: Muchos jóvenes y algu-
nos adultos se sienten atraídos por una de las
conductas de riesgo que más muertes causa:
Algunos riesgos específicos la que se practica al volante del coche. Desean
tener experiencias nuevas y probarse a sí mis-
Los jóvenes siempre se han sentido atraídos por mos. Como no miden, en ocasiones les cuesta
el riesgo, pero nunca como ahora: se eleva cada la vida.
vez más el nivel de dificultad y riesgo de las com-
peticiones, se inventan nuevos deportes para Véanse en el recuadro algunos factores que deter-
practicar en solitario la aventura del peligro, la minan la atracción por el riesgo, aunque cada per-
velocidad se cobra cada día nuevas vidas jóvenes sona tendrá sus razones subjetivas, generalmente
en las carreteras... inconscientes, para sucumbir a sus encantos.
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• Interés por la aventura. Nos atrae la vivencia del riesgo como una aventura que sobre-
pasa el límite de lo consciente. Así probamos hasta dónde somos capaces de llegar, y lo
recordamos como una hazaña que fuimos capaces de realizar (“¡Lo hice!”)... La búsqueda
de peligro y aventura se concreta en actividades que impliquen velocidad, desafío a la
gravedad, violencia...
• Reacción ante la pérdida. Algunas personas valoran lo que tienen sólo cuando se puede
perder, por lo que sólo ante la idea de la pérdida son capaces de reaccionar seriamente. De
ahí que se pongan continuamente a prueba: necesitan saber dónde están sus límites.
• Búsqueda de sensaciones fuertes. Nos atrae el riesgo porque provoca unas sensacio-
nes nuevas e intensas que nos hacen vivir ese momento como único e irrepetible. Algunas
personas encuentran en ellas una salida ante una vida rutinaria y aburrida. Sienten la
necesidad de vivir emociones intensas, como si estuvieran dominadas por una especie de
aburrimiento interno, de anestesia psíquica, que sólo se pudiera combatir a base de estí-
mulos exagerados. Algunos individuos adictos al riesgo tienen anestesiados afectos como
la ternura y el placer y necesitan sensaciones fuertes porque no pueden disfrutar de los
pequeños placeres de la vida.
• Inconsciencia. Algunas personas tienen una conducta temeraria: realizan actividades pe-
ligrosas sin pensar en los posibles riesgos; son inconscientes más que valientes. No domina
estos actos su “yo” consciente, sino un conjunto de impulsos que no pueden controlar y que
se producen porque, en verdad, tienen un cierto desconocimiento de sus límites. Conflictos
internos inconscientes les llevan a asumir riesgos innecesarios.
• Deseo inconsciente de morir. En casos extremos, la atracción por el riesgo puede estar
relacionada con un deseo inconsciente de morir. Algunas personas sienten desgana de vivir:
no tienen apego a la vida y les resulta indiferente vivir o morir. Se arriesgan al máximo de-
jando su vida en manos del destino.
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C R EC E R
JUGÁNDOSELA
PSICOLOGÍA DEL RIESGO Y VIDA
COTIDIANA
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El hombre actual vive en una “sociedad de ries- el objetivo; es pues, una posibilidad de fracaso,
go” (según Beck), donde ha superado los crite- pero también de éxito; las notas características
rios de producción de la sociedad industrial para del riesgo son: hace referencia a decisiones hu-
centrarse sobre todo en el “valor de la seguri- manas y por lo tanto son evitables (en esto se
dad”: Así se han multiplicado los seguros de vida, diferencian de los peligros), son cuantificables (y
seguro de accidente, seguridad de las relaciones por lo tanto se pueden valorar las posibilidades
sexuales para evitar el sida o la misma preocupa- de éxito y se pueden controlar) y además pue-
ción por la salud, como en un intento por evitar a den ser imputables si no se han puesto los me-
toda costa la enfermedad y la muerte. dios óptimos para evitar el fracaso. Sin embar-
go, el peligro implica una amenaza real sobre
Pero la seguridad absoluta no existe, por lo que la cual podemos actuar para evitar un desenla-
el ser humano debe aprender a vivir en la cuerda ce negativo; el peligro emerge en situaciones de
floja del riesgo, para no caer en la crisis y desli- incertidumbre y no depende de nuestras accio-
zarse hacia su propia destrucción. nes, ni decisiones y sólo nos podemos enfrentar
a él de forma defensiva.
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cohólico, por la situación de “bienestar” que ciden por ellos. En una situación extrema, la de-
esas conductas le producen, tienden a minimi- pendencia puede llevar al anquilosamiento de la
zar sus riesgos. persona y a actuar siempre en función del otro.
Son personas, quizás, que tienen tanto miedo
• Somos más sensibles con los riesgos de los a equivocarse a no acertar, que delegan en los
demás: hijos, esposo/a, padre/madre, etc.: demás, pues solamente el pensar que se pue-
ejemplo tipo es el caso del padre o de la ma- den equivocar les produce temor y angustia.
dre que no se vacunan contra la gripe, pero no
permiten que no lo hagan los hijos; o los pa- • Personalidad pasiva (“no sé qué hacer”):
dres que no permiten a sus hijos fumar pero no depende, pero tampoco avanza ni retroce-
ellos fuman, etc. de. Son personas que nunca se equivocan, pues
nunca deciden, pero tampoco sienten la felici-
dad del acierto. Es como si hubieran renunciado
Personalidad y riesgo a la ‘sal’ de la vida: decidir para poder avanzar o
sentir el fracaso para poder levantarse y seguir.
El factor subjetivo del riesgo, que hemos señalado
antes, está en relación con la personalidad del suje- • Personalidad arriesgada (“me la juego”):
to. Por este motivo, respecto al “valor riesgo” pode- es el ejemplo de la “huida hacia delante” de
mos clasificar a las personas de la siguiente forma: los inversores en bolsa: invierten más de lo
• Personalidad dependiente (“lo que tú di- que tienen. Esto también puede ocurrir a otros
gas”): son los sujetos que están tan pegados al niveles: escoger un trabajo para el que no es-
padre, la madre o pareja, que nunca sienten el tamos preparados, casarnos con una persona
vértigo del riesgo, ya que los otros siempre de- sin convencimiento de éxito, etc. Es pues el
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si elijo un camino me puedo equivocar pero tam- cadas a lo largo de la existencia. En muchas oca-
bién estoy consiguiendo ‘puntos’ para encontrar siones la angustia ante la decisión que se debe
la buena salida. Es cierto que el que no se decide tomar se produce porque se vive con tanta inten-
nunca se equivoca, pero desgraciadamente nun- sidad que parece el último acto que vamos a rea-
ca acierta. La pasividad ante el conflicto nunca lizar. La actitud adecuada ante el conflicto es con-
es beneficiosa. Es más, es un sufrimiento inútil. vencernos de su temporalidad: aunque me cueste
(dinero o energía) siempre puedo rectificar.
• Las precipitaciones no son buenas conseje-
ras: el dicho “lo pensaré con la almohada” nos
está indicado la necesidad de un plazo para deci- El riesgo como catalizador
dir. Eso sí, no darse tiempo es una precipitación,
pero dilatar la decisión pude dar lugar a cerrar El “riesgo fantasma”, presumir de cualidades per-
la herida en falso, y a que la situación se croni- sonales, económicas o laborales, que no se tie-
fique. Es lo que le ocurrió, según los historiado- nen, se hace no para crecer psicológicamente sino
res, al filósofo Kant: al parecer cuando tenía cin- para impresionar al otro, conseguir su aplauso o
cuenta años un vecino le ofreció en matrimonio compensar un gran sentimiento de inferioridad;
a su bella hija. El filosofo le contestó: “Déjeme este riesgo si es negativo para el individuo, pues
que lo piense”. Reflexionó sobre las ventajas e puede llevar a acciones que se vuelven contra él.
inconvenientes del matrimonio, sobre la respon- Sin embargo, el riesgo, dentro de un orden, pue-
sabilidad de los hijos, sobre la situación econó- de ayudar a ir progresando en el trabajo, en la
mica, etc. Cinco años más tarde dio por termi- convivencia o en la misma posición social y eco-
nadas sus deliberaciones y se presentó en casa nómica. El riesgo, pues, es como un catalizador.
del vecino para pedir a la hija en matrimonio. El
único problema fue que ésta se había casado y El catalizador, en una reacción química, es la sus-
tenía dos hijos. Está claro que Kant pospuso en tancia que puede acelerar o retrasar el proce-
exceso su tiempo de reflexión. so; en este sentido afirmamos que la vivencia de
riesgo, por si misma, implica una posibilidad de
• Pocas decisiones son absolutas y eternas: la crecimiento para el individuo, siempre que sepa
muerte es la única experiencia humana irrever- convertir ese riesgo en un nuevo escalón de as-
sible, el resto de alternativas pueden ser modifi- censo hacia la propia felicidad del sujeto.
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ROZAR EL
EL HECHIZO DEL RIESGO
EN LA GENTE JÓVEN
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EL LÍMITE
Anoche, en un informativo de televisión, lo pude ver y
me quedé admirado de tanta belleza, de tanto arrojo,
de tanto dominio del cuerpo, de tanta valentía: Tenien-
do como fondo grandioso y deslumbrante el paisaje ne-
vado de los Alpes austriacos, los esquiadores se lan-
zaban desde las cimas más elevadas de las montañas y,
con total pericia, a una velocidad que ‘quitaba el hipo’,
con una técnica depurada, con un peligro evidente para
su integridad física, descendían sobre la nieve ‘a tumba
abierta’ por desfiladeros, valles, faldas, sendas, cor-
tes en vertical superados limpiamente, y llegaban, por
fin, a la meta... ¡Realmente espectacular!
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El reto de lo imprevisible
Dosificar la aventura
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¿Valentía? La justa
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EL DESPERTAR
DEL ÁGUILA
LA VIDA COMO UN RETO
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Es cierto que los límites nos proporcionan seguri- En efecto, es una experiencia universalmente
dades, nos instalan en un ámbito de certezas en- compartida que la simple satisfacción de los de-
tre las que nos movemos con confianza y como- seos más triviales jamás ha logrado saciar nues-
didad. Pero no es menos verdad que en nuestra tra sed de absoluto, nuestros anhelos de infinitud.
más profunda intimidad brota un impulso que nos Perseguir la felicidad por las sendas del poder, la
empuja a explorar caminos no trillados y a ale- riqueza, el reconocimiento social o el consumo
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de sustancias que pueden transportar momen- para salvarla. Una vez en su hogar la tomó con
táneamente a efímeros paraísos, nos condena al delicadeza en sus manos, le dio agua con azúcar
vacío existencial y a la más absoluta frustración. para recuperarla de una deshidratación manifies-
Es otro el verdadero señuelo que llena de inquie- ta, le entablillo las extremidades dañadas y espe-
tud el alma humana: es la pasión por entenderse ró... Afortunadamente, al cabo de algún tiempo
a sí mismo, por descubrir la misión que cada uno se produjo el milagro: el aguilucho recuperó poco
tenemos en la vida, por descifrar su sentido y a poco su vitalidad, sus huesos rotos se fueron
seguirlo con fidelidad y honestidad. Como atina- soldando y todo pareció indicar que ya había des-
damente nos recuerda Viktor Frankl lo que toda aparecido el peligro.
persona quiere realmente no es la felicidad en sí,
la felicidad a cualquier precio o por no importa Sucedió entonces que aquel hombre al que le de-
qué caminos, sino un fundamento para ser feliz. bía la salud y, aún, la vida, le condenó, sin ser
consciente de ello, a una existencia impropia, a
Se trataría de encontrar los “porqués” fundamen- una existencia sin horizontes. Como le había to-
tales de la vida y comprometerse con ellos reco- mado un sincero afecto y le era muy doloroso
nociéndose en el horizonte de valores que consti- desprenderse de él, pensó que no era una mala
tuyen el verdadero objetivo, la meta a que tender idea criarlo en el corral junto a sus gallinas. Y fue
o el proyecto que realizar. La persona, toda per- así como aquel polluelo de águila real se habituó a
sona, tiene una vocación mucho más rica que la una vida que nada tenía que ver con su verdadero
de mantenerse sin más en la existencia, pasiva y destino y su auténtica naturaleza: escarbaba en
anodinamente, que la de acomodarse en la bu- el estiércol, agitaba estruendosamente sus alas
taca del gran teatro del mundo para contemplar sin ensayar ningún tipo de vuelo, picoteaba por
como mero espectador el transcurrir de una vida acá y por allá, se peleaba con las gallinas por un
mortecina, huérfana de alicientes. Su más genui- gusano o un insecto e, incluso, lo que resultaba
no destino no es otro que el de actuar de cuerdo absolutamente sorprendente, aprendió a cacarear
a su insuperable dignidad, el de ser protagonista y a piar como cacarean y pían las gallinas.
de la pieza teatral más compleja y apasionante: la
que tiene como guión el compromiso con el propio Pasado el tiempo aquel pollito enclenque y mo-
desarrollo y la disposición a trabajar sin desmayo ribundo creció y adquirió el porte y la prestancia
en el crecimiento personal. Quienes aturdidos por de una soberbia águila real. El problema era que
engañosos cantos de sirena acaban sucumbiendo no lo sabía. Después de tanto tiempo en el co-
a la tentación de la mediocridad, encorsetan su rral había llegado a convencerse de que ella era,
propio ser y se convierten en seres ajenos a su simplemente, una más de las gallinas con las
más propia, auténtica y genuina personalidad. que convivía...
Cuéntase que un modesto aldeano, al regreso de Quiso, no obstante, la fortuna que un buen día
una jornada de caza en la que no le había acom- pasara por aquellos pagos un naturalista que ini-
pañado el éxito, encontró, en un talud junto al ciaba un trabajo de investigación sobre la fauna
camino, una desvalida cría de águila. Su estado de la zona. Su sorpresa fue mayúscula cuando,
era deplorable y sólo el encuentro fortuito con paseando por la aldea, descubrió un magnífico
aquel buen hombre salvó al pobre animalillo de ejemplar de águila real en perfecta convivencia
una muerte segura. Tenía sus patas quebradas y con un nutrido grupo de pacíficas gallinas. No se
sus alas rotas y todo parecía indicar que estaba lo podía creer. Cuanto más trataba de analizar
dando sus últimas bocanadas. Conmovido ante aquella sorprendente situación con más fuerza
tan penosa situación, aquel compasivo labriego la deploraba el triste destino al que parecía haberse
recogió del suelo, la metió cuidadosamente en su habituado quien era, ni más ni menos, la reina in-
zurrón y se la llevó a casa por si podía hacer algo discutible de todas las aves. Algo tenía que hacer
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ERA
¡TERC A A
I C I Ó NY
E D TA!
V E N
LA
Prólogo de
José Antonio Marina
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ZA ES QUE VAMOS A
IVIR ES UN RIESGO”
SEBASTIÁN ÁLVARO,
DIRECTOR DE “AL FILO DE LO IMPOSIBLE”
Por Gloria Díez
Fotos: Cristina Bezanilla
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¿Quién le metió el gusanillo de explorar en tu madre, ese día te hubiera estrangulado”. Desde
el cuerpo? ¿Verne? ¿Salgari? entonces ella decía: “He tenido tres hijos normales
Fue mi madre. La parte exploradora y aventurera y otro que eres tú”. Sabina tiene una canción que
me viene por la sangre de mi madre, una astu- dice: “Yo lo primero que quise fue marcharme muy
riana. La familia de mi padre, que venían de Se- lejos”, pues mi vida siempre fue así y eso es as-
govia, es gente más prudente, más sensata; sin turiano cien por cien. Luego hay que decir que las
embargo, la sangre de mi madre era vehemente, lecturas infantiles que poblaron mi imaginación,
exploradora. Cuando yo tenía seis años, un día dis- (Salgari y Conrad vinieron después), fueron las
cutimos y me vino a decir que yo todavía no valía del Capitán Trueno, otro viajero impenitente, pero
para nada, que, con seis años, qué iba a hacer. Le mi imaginación tiene alas propias y no necesita de
dije: “Yo tengo dinero”. Ella me contestó: “Tienes grandes estímulos para revolotear.
dinero, pero es una cuenta que te hemos abierto tu
padre y yo”. “El otro día la abuela me dio un duro”, ¿Tuvo siempre claro lo que quería ser?
le respondí. Entonces mi madre me tiró un duro al No. Como buena parte de mi generación. Nosotros
suelo: “Ahí tienes, a ver qué haces con él”, y se me- éramos lo que podíamos ser. Mi padre era el leche-
tió en casa para cocinar. A la hora de la comida, no ro del barrio. Cuando yo estaba terminando el ba-
me encontraban y saltó la alarma: “¿Dónde está el chillerato, hubo una gran crisis en las lecherías de
niño?” Hubo que avisar a la Guardia Civil, que me Madrid y me tuve que poner a estudiar formación
pilló caminando por una carretera. Fue la primera profesional. Mi padre quería que estudiara mecáni-
vez que me fui de casa. Mi padre, que todavía vive, co, pero a mí me dio por la electrónica. Yo creo que
el otro día me comentaba: “Si le hubiera dejado a el azar determina buena parte de nuestras vidas,
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“En 1994
perdimos a un
compañero y a otro le
amputaron seis dedos.
Fue la primera vez que
pensé si merecía la pena
seguir. Y es una pregunta
tonta porque seguir
es lo único que
podemos hacer”
aunque nos demos cuenta mucho tiempo después. La juventud se cura, queda la experiencia
Cuando terminé formación profesional, la situa-
ción económica en mi casa había mejorado. Hice ¿Qué ha cambiado en veintisiete años al
el primer cursillo del Instituto de Radio y Televisión afrontar una nueva aventura?
y desde ahí entré en televisión. Luego, mientras La juventud (si te va bien la cosa, y en nuestro ne-
trabajaba, me di cuenta de que lo que me gustaba gociado necesitas suerte) es una enfermedad que
era la Historia, mi gran pasión. Debí estudiar Geo- se cura con el tiempo. Por un lado, se me ha ido
grafía e Historia, pero estudié Periodismo. parte de la vehemencia que tenía y probablemente
algo de las fuerzas (no se tienen las mismas a los
Ha escrito unos quince libros (*) y al frente 57 años que a los 30) y, por otro, supongo que algo
del programa Al filo de lo imposible, ¿cuán- de la experiencia y de la capacidad de reflexión me
tos años lleva? ha enriquecido. Yo he perdido a más de 25 ami-
Veintisiete. gos cercanos, que no eran más tontos que yo, ni
menos fuertes que yo, simplemente tuvieron peor
¿Es el programa que más ha durado en Tele- suerte que yo. Cuando uno lleva ciento cuarenta y
visión Española? tantas expediciones y ha sobrevivido (eso no quie-
Salvo la Santa Misa, pero dice mi guionista que re decir que no pueda morir en la siguiente), creo
ellos llevan con el mismo guión más de 2.000 que tiene que ver con que hemos hecho bien las
años. También está Informe Semanal, que man- cosas, supimos reflexionar y ser prudentes, supi-
tiene el nombre, aunque ha cambiado de forma- mos darnos la vuelta, y posponer proyectos que
to, de director y de equipo. acometimos cuando estábamos preparados.
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“Nunca se piensa
mejor que cuando
caminamos”
“Estar
colgando de una
cuerda en el
fondo de una
grieta a 25 metros,
absolutamente solo,
es muy aleccionador”
Cuando eres joven a veces te arriesgas por Vivir sin riesgo, una utopía
nada. ¿Es porque se ve muy lejana la muerte?
Supongo que es algo que tiene que ver con las En nuestra sociedad ya no hay “pruebas de
ganas de vivir, con la potencia. Nosotros, hasta valor”, los llamados “ritos de paso”, que
el año 1986, en buena medida, nos creíamos convertían al adolescente en hombre.
invulnerables. Es una sensación de que las co- Ahora ya no, pero hasta la supresión de la mili,
sas malas le pasan “a otra gente”, a ti no te probablemente sí. Nuestra sociedad camina por
puede pasar nada. Y no te pasa. Y las explica- una especie de sueño idílico en el que cree que
ciones que sueles darte son del tipo: “Los de- es posible el riesgo cero, la seguridad total, sin
más se equivocaron, yo no me equivoco”, pero saber que es justo todo lo contrario: desde que
luego te das cuenta de que no es así. En el nacemos recorremos un camino seguro hacia la
año 1987 tuvimos un accidente serio, aunque muerte.
no fue mortal, pero ese mismo año ya habían
muerto dos compañeros que habían estado Pero los chavales se juegan la vida en de-
con nosotros en la expedición anterior, uno de portes extremos, o corriendo por la carre-
ellos se mató volando en Somosierra con un tera.
parapente y otro desapareció en la cara sur del Necesitan una alternativa para sentirse vivos,
Aconcagua. Fue la primera vez que nos dimos para creer que la vida se puede vivir intensamen-
cuenta de que nos podía tocar también a noso- te. Ahora parece que se vuelve, en algunas comu-
tros. Y en el año 1994 nos tocó: perdimos a un nidades autónomas, a fomentar que la gente sal-
compañero y a otro le amputaron siete dedos ga a los campamentos, que viva en contacto con
de las manos. Fue una experiencia terrible, de- la naturaleza, que tenga la capacidad de poder
masiado dura, viviendo además un momento montar una tienda, hacerse la comida, sobrevivir
muy malo dentro de la tele, que nos dejó muy por ellos mismos. Me parece una utopía inalcan-
tocados anímicamente. Fue la primera vez que zable que se pueda vivir sin riesgo. Lo único que
pensé seriamente si merecía la pena seguir. Y sabemos con certeza es que vamos a morir, así
es una pregunta tonta, porque sólo se puede que vivir es vivir en riesgo. Vivir es vivir al límite,
seguir. Hay que seguir porque es lo único que buscando nuestros límites físicos y mentales, no
podemos hacer. hay otra alternativa.
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“Yo he visto
arder el cielo por
encima de las montañas,
en el Annapurna y he
sentido lo pequeños y
vulnerables que
somos”
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La mente siempre tiene que mandar; si no es Al filo de lo imposible, ¿ha creado escuela?
así, probablemente te estás muriendo. Yo he No sé si habrá otro programa así, creo que no,
visto la muerte muy de cerca cinco o seis veces, porque “Al filo” fue el hijo de unas circunstancias
e incluso, en esos momentos, la mente ha sido determinadas y un equipo determinado. Cuan-
capaz de contarme lo que estaba pasando, de do Félix Rodríguez de la Fuente muere, mueren
analizar la situación, incluso con extrema frial- sólo dos personas de su equipo y sin embargo
dad. No digo que suceda siempre, pero en algún hemos sido incapaces de volver a reproducir El
caso, no es dramático y no te invita al desaso- hombre y la tierra. Lo que sí creo que hemos
siego, más que por la gente que te quiere y que creado escuela, y es lo más importante, es de
va a sufrir. una parte de la cultura de la aventura y de la
protección de la naturaleza en la gente de este
La soledad, la mala, la que te hace sentirte país. Ése es uno de los muchos efectos positivos
desvalido, ¿la ha sentido? de “Al filo”.
Yo siempre he creído que no hay peor soledad
que la del desamor. Luego he sentido la otra so- ¿Proyectos?
ledad, la de estar solo en sitios que me hubiera ¡Ah, muchos! A pesar de que me estén pre-jubi-
gustado estar acompañado, porque el momento lando en la tele, tengo un montón de cosas en la
era muy duro. De todas las formas, la soledad cabeza, de entrada continuar con la cadena de
es necesaria, incluso esa soledad mala debería ochomiles con Edurne Pasaban,(en este momento
pasarla todo el mundo, porque tarde o tempra- va a intentar el décimo) pero también me gustaría
no nos moriremos solos. Estar colgando de una cruzar el K-2 en globo, el último gran vuelo que
cuerda en el fondo de una grieta a 25 metros, queda en la Tierra pendiente de hacer, tenemos
absolutamente solo, es muy aleccionador. un proyecto de ayuda humanitaria en una aldea
“Las montañas
son los últimos
espacios vírgenes que
nos quedan, los últimos
lugares donde poder ir a
sentir la soledad, a mirar
el horizonte desde
lo más alto”
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perdida del Karakórum y de por medio, libros, ar- bablemente mucho más grande que nosotros) y se
tículos, programas de radio y televisión... quedó allí. Así que ¿de qué forma vas a hacerlo? Yo
creo que se hace a base de muchísima inteligencia y
muchísima reflexión, aunque por supuesto hay que
La montaña: ¿lugar de razón o lugar sagrado? estar fuerte o no pasas del primer campamento.
Hay una frase de Apsley Cherry-Garrard, uno de los
Las montañas se han cobrado siempre un compañeros más jóvenes de la expedición de Scott
alto tributo en vidas, lo que ocurre es que al Polo Sur, que escribió un libro magnífico, que es
ahora ya no se cruzan por necesidad. ¿Me- éste: El peor viaje del mundo. (Sebastián se vuel-
rece la pena? ve y lo coge de su biblioteca). Cherry-Garrad tiene
Lo que yo creo es que merece la pena vivir la vida, una frase, al final del libro, que dice: “Si necesitas
lo que no quiere decir que vale la pena ser impru- elegir un compañero para una expedición polar, sólo
dente o hacer tonterías. Las montañas, desde fina- tienes que pedir dos cosas: una persona que tenga
les del siglo XVIII, son el símbolo de la razón, el al- un buen tono físico y la cabeza agarrada con cables
pinismo nace de la Ilustración, de gente que quiere de acero. Y como no vas a encontrar nunca las dos
hacer experimentos científicos. Los primeros alpi- cosas, quédate siempre con la segunda”. Luego dice
nistas van con un piolet y un barómetro. Por cier- también una frase que resume mi forma de pensar
to, las montañas son los últimos espacios vírgenes al respecto de lo que hacemos: “La exploración es la
que nos quedan, los últimos lugares donde poder ir expresión física de una pasión intelectual”.
a sentir la soledad, a respirar aire sin contaminar, a
mirar el horizonte desde lo más alto. Hay una anécdota curiosa en uno de los li-
bros de Carlos Castaneda. El antropólogo
Lo de subir a la montaña es también una de viaja con su maestro. Es de noche y parece
las metáforas favoritas de los místicos. que les sigue un coche. Don Juan dice que lo
Es que las montañas siempre han sido lugares que Carlos ve no son faros, sino las luces de
sagrados, y lo ha sido para todas las culturas, la muerte: “Ella se las pone como sobrero y
nuestras cumbres están llenas de cruces y San se lanza al galope”. Al rato las luces despare-
Juan habla de la subida al Monte Carmelo. Pero cen. Castaneda piensa que el auto se ha pa-
antes lo hizo Milarepa en el monte Kailash, la rado. Don Juan se ríe: “La muerte nunca se
montaña sagrada para budistas e hinduistas. para: a veces apaga las luces, eso es todo”.
Tú ya la has visto cerca. ¿Sentirás miedo?
¿Usted ha visto arder alguna zarza por ahí Probablemente, porque lo único que he aprendido
arriba? es que, cada una de las veces que me rozó, me
(Vuelve a reír) No, no, yo he visto arder el cielo comporté de una forma diferente. Me di cuenta
por encima de las montañas, en el desierto líbico que es sórdida, que es una ‘putada’, pero que no
o en el Annapurna, y he sentido lo pequeños y queda más remedio que cruzar por ahí. Así que
vulnerables que somos. pase lo que pase, intentaré enfrentarme a ella
con dignidad. Hay que vivir con dignidad y saber
¿Pensó usted en Mallory en el Everest? morir con dignidad. Toda nuestra vida sólo tiene
He recordado a Mallory en el Everest, a Hermann sentido por este aprendizaje.
Buhl en el Nanga Parbat y a todos los amigos que
he perdido en alguna de esas montañas. Cuando ------------------------------------------------------
uno va al Nanga Parbat, sabe que se enfrenta a (*) Uno de los últimos libros de Sebastián Álvaro, Ro-
un lugar que en dos expediciones mató a treinta y bando tiempo a la muerte, ganó el IV Certamen del libro
tantas personas. Cuando vas al Everest, recuerdas Deportivo Marca en 2006 y va por la segunda edición.
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CINE
EL MISTERIO
DE LA BUTACA
OSCURECIDA
ESE REGUSTO
POR LOS
APOCALIPSIS
CINEMATOGRAFICOS
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todo cuando comencé a estudiar el cine como “imá- Formas y modos de apocalipsis cinemato-
genes para la imaginación”, según Villegas López, gráficos
caí en la cuenta de lo sucedido y lo llamé “el re-
gusto por el apocalipsis”, la urgencia que tenemos Puede que el cine negro estrictamente dicho (Es-
los ciudadanos normales de un estallido existencial tados Unidos 1940-1960), constituya la matriz
que todo lo rompe hasta provocarnos una especie primera de esta dimensión apocalíptica que es-
de misteriosa catarsis siempre mezclada con una tamos analizando, con extensiones magníficas al
desolación quietante, casi la pasividad tras la dro- cine británico: por ejemplo, El tercer hombre
ga. Y supe con absoluta claridad que, todavía más (Carol Redd, 1949) que nos lleva de la mano por
allá o más acá de todo esto, se encontraba, el mis- los suburbios morales de Viena de una Guerra
terio de la butaca oscurecida, esa capacidad del Fría implacable, acompañados además por la cí-
cine para sumergidos en una realidad omnipoten- tara puntillosa de Anton Karas y la fotografía en
te y dominante en función de la situación en que blanco y negro de Robert Krasker. Pero también
lo contemplamos: cada uno en su butaca pero ro- es cierto que el descenso a los abismos del lími-
deado de una multitud y cada uno miembro de la te transgredido habían comenzado a provocarlo
misma oscuridad como magma donde las imáge- los realizadores alemanes y austriacos exiliados
nes cobran vida. Un misterio que ha desaparecido en Estados Unidos cuando el nazismo comenza-
con “el cine en casa” y los DVD correspondientes o ba a hacer estragos en la libertad de expresión.
las infinitas películas televisivas. Cito, sin más, a Fritz Lang, a Friedrich Murnau y
a Josep Von Stemberg entre tantos, con películas
Y he sacado una conclusión definitiva: el cine, en respectivas como Los verdugos también mue-
el cine. Multitud y oscuridad, condiciones para ren (1943), Amanecer (1927) y El ángel azul
que se produzca la sensación casi física del mis- (1930). Estos dos referentes fundamentan todas
terio, del abismo, del límite, tal vez de ese apoca- las formas y modos de una serie de géneros que,
lipsis indescriptible. Siempre, sin lugar a dudas, en sus mejores obras, podemos denominar “cine
Rebeca, con Joan Fontaine y Judith Anderson, del apocalipsis”, ese cine que tanto excita/sere-
en el cine Rialto de Palma de Mallorca y, por su- na al espectador de forma semejante a lo que me
puesto, detalle todavía no escrito, en un blanco y sucediera con Rebeca. Y que enumeramos de
negro portentoso, como acabaría por llevar al pa- forma muy elemental, añadiendo, en cada caso
roxismo Orson Wells en Sed de mal, años más algún film significativo que seguramente los lec-
tarde, en 1958. tores/as actuales recordarán con facilidad.
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A PIE
DE CALLE
SOBREVIVIR, Hay quien se arriesga
para salvar su
ADRENALINA, salud, otros para ser
TELEVISIÓN vistos en programas
de vídeos o en páginas
E INTERNET ‘webs’ como “Youtube”
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El riesgo necesario
‘Kamikazes’ al volante
En la vida podemos encontrarnos situaciones lí-
mite, no porque las busquemos, sino porque la Respecto a quienes arriesgan la vida alegremen-
realidad es dura, en ocasiones. Natalia tuvo que te en acciones como carreras de coches en la vía
enfrentarse al riesgo, “cuando en el año 93 decidí pública, que pueden costarles la vida no sólo a
entrar en un quirófano para salvar la visión de mi ellos sino a otras personas, Natalia dice que “Esta
único ojo sano, me arriesgué, pero en aquel mo- ‘especie humana’ me parece terrorista; gente
mento era todo o nada. En aquella ocasión perdí”. aburrida de su vida y sus circunstancias; cobar-
des que necesitan demostrar no sé qué, carentes
Natalia afirma que nunca ha buscado el riesgo, de afectos y de arraigo en la vida y lo que es más
“pero puede ser que las circunstancias de la vida importante, sin respeto a la vida de los demás”.
me lo hayan acercado. En caso de que haya arries-
gado algo, no soy consciente de haberlo hecho. “No hay que olvidar –añade-, que, cuando un su-
Probablemente, en mis 40 años, haya arriesgado jeto decide ir en dirección contraria por una carre-
mucho más de lo que creo; quizá deberían ser tera por la que circulan personas que sí aprecian
otros quienes opinaran sobre esto”. su vida, el más perjudicado es aquél que tiene
una familia esperando y sabe abrir esa cajita en
Ante ciertas situaciones no se mide el riesgo. la que todos guardamos las cosas buenas”.
Cuando alguien cercano corre peligro no se miran
las posibles consecuencias negativas de realizar Sobre qué puede llevar a estas personas a jugar
una acción muy osada. “Responder a por quién con su vida y con la de los demás, Natalia se pre-
correría riesgos es muy difícil de contestar. Si gunta: “¿Qué le lleva al drogadicto a seguir con la
tuviera hijos sería sencillo, arriesgaría cualquier droga? ¿Qué hay en la cabeza del que golpea a su
cosa por ellos”, señala Natalia, quien añade: pareja hasta matarla? Creo que son los profesiona-
“como no es el caso, estoy segura que arriesga- les de la psicología los que tienen la respuesta”.
ría mi vida por cualquier persona, si tan sólo tu-
viera un segundo para reaccionar; pero si tuviera Para Natalia, quienes realizan este tipo de accio-
tiempo para pensarlo, probablemente lo analiza- nes “pueden sufrir una falta de valores, quizá ex-
ría bastante. Los años te hacen selectiva y, según perimentan cobardía o han probado todo y están
van pasando, arriesgo más en unos aspectos y en una continua búsqueda de nuevas sensaciones
me cuido mucho de jugármela con determinadas o en una prueba continua de autoestima”.
personas”, afirma.
Como se puede ver, hay quien se arriesga para
Hay personas a las que les atrae el riesgo. So- mejorar su estado de salud, en este caso, para
bre esto señala que, “en la vida hay que arriesgar tratar de salvar su visión, pero hay personas que
porque si no, puede que no avancemos. No todo toman el riesgo como una cosa normal, como una
riesgo lleva implícito un daño físico, la cosa puede forma de vivir.
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Hilario Paz y Beatriz Menéndez, presidente y vicepresidenta Público asistente a la presentación de la nueva sede con la
del Teléfono de Asturias, coordinando el acto de presentación presencia de un nutrido grupo de voluntarios.
de la nueva sede. Fotografía: Jimena Agois. Fotografía: Jimena Agois.
EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA
EL NUEVO CENTRO, QUE DISPONE DE
MÁS DEL DOBLE DE ESPACIO QUE EL En 2007, los voluntarios
ANTERIOR LOCAL, ES FRUTO DE LA del Teléfono en Asturias
COLABORACIÓN ENTRE ADMINISTRA- atendieron 4.326 consultas
CIONES, INSTITUCIONES, EMPRESAS de asistencia psicológica a
Y PARTICULARES. personas en situación de
crisis emocional (3.921
telefónicas y 405 presenciales)
César Menéndez, director de Relaciones Institucionales y Entrega de los laureles por parte de los voluntarios a algunas
Asuntos Sociales de la Caja de Ahorros de Asturias (CajAstur). de las personas que han colaborado para acondicionar el nue-
Fotografía: Jimena Agois. vo local. Fotografía: Jimena Agois.
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Belén Fernández, concejala de Servicios Sociales de Oviedo. José Ramón Quirós, consejero de Salud del Principado de As-
Fotografía: Jimena Agois. turias, respondiendo a la prensa. Fotografía: Jimena Agois.
mucho y bueno, lo mejor de vosotros. Nos habéis largo del pasado año 30 talleres, cursos o gru-
aportado también ilusión y esperanza. Os prometo pos terapéuticos para promover una mejor salud
que éste será un local lleno de calor y calidez para emocional en la población.
recibir a las personas que lo necesitan”.
Belén Fernández, concejala de Servicios Sociales
Arte del bien escuchar del Ayuntamiento de Oviedo, encomió “el trabajo
del Teléfono de la Esperanza en favor del arte del
En su intervención, el consejero de Salud del bien escuchar” porque “se trata de una asociación
Principado, José Ramón Quirós, destacó que “dis- que proporciona de manera altruista un servicio
poner de una red social de la que echar mano permanente de ayuda a aquellas personas que se
cuando la vida aprieta es muy importante. Por encuentran en situación límite”. Además destacó
tanto, hay que decir que el Teléfono de la Espe- en su alocución que el Teléfono “cuenta en gran
ranza es un recurso social realmente potente”. medida con el valor más valioso para cualquier
organización, que son los voluntarios”, a los que
El acto de inauguración continuó con las pala- felicitó por “el rigor y la seriedad que han demos-
bras de César Menéndez, director de Relaciones trado a la sociedad”.
Institucionales y Asuntos Sociales de la Caja de
Ahorros de Asturias (CajAstur), quien expresó Al servicio de la palabra
su “alegría por saber que con el nuevo local los
voluntarios van a poder seguir desarrollando su El acto de presentación de la nueva sede prosi-
actividad en mejores condiciones y de una ma- guió con la intervención de Teresa Ordiz, vice-
nera más eficiente”. Asimismo, explicó: “Quienes consejera de Centros, Familia, Infancia y Mayores
tenemos la responsabilidad de administrar fon- del Principado, quien alabó la labor que realizan
dos de Obra Social, que en definitiva son el fruto los orientadores y profesionales del Teléfono “al
del esfuerzo de muchas personas que confían en servicio de la palabra” en esta sociedad que “tan
nosotros, y dedicamos partidas a proyectos como aprisa camina y en la que a veces se pierde la
el del Teléfono, sentimos una gran satisfacción comunicación entre los más próximos”, por lo que
cuando conocemos vuestro trabajo y sabemos en ocasiones se hace necesario paliar esta caren-
que hemos hecho bien las cosas”. cia con “la comunicación con quienes no cono-
cemos, con aquellos que nos ofrecen una mano
Así, en 2007, los voluntarios del Teléfono de la amiga que no pide nada y lo da todo en un mo-
Esperanza en Asturias atendieron 4.326 consul- mento difícil”. Por otra parte, Teresa Ordiz se con-
tas de asistencia psicológica en situación de crisis gratuló que el nuevo local sea un “ejemplo de lo
(3.921 telefónicas y 405 presenciales). Además, que se consigue con la colaboración e implicación
el Centro asturiano del Teléfono organizó a lo de toda una sociedad”.
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Ayuntamiento de Oviedo
Principado de Asturias
Caja de Ahorros de Asturias (CajAstur)
Constructora Los Álamos
Electricidad Llano
Entorno Asturiano
Impact 5
Encofrados Lena
Construcciones Fresno Desarrollos Urbanos S.A.
Teresa Ordiz, viceconsejera de Centros, Familia, Infancia y
Mayores del Principado de Asturias. Fotografía: Jimena Agois. Jovellanos XXI
SACEJO Construcciones y Promociones SAU
El Corte Inglés
Cerró el acto Jesús Madrid, presidente de la Aso- Hijos de Luis Rodríguez
ciación Internacional del Teléfono de la Esperan- Construcciones y Promociones COPROSA
Tratamientos Inmobiliarios S.A.
za, quien reivindicó “los dos valores que inspiran
IMES API
al Teléfono: la solidaridad y la visión positiva de la
ASTURCASA
persona”. “Por una parte –explicó Jesús Madrid-
Emilio Llano
, creemos en la solidaridad y en el voluntariado CEYD
comprometido como la mejor forma de vivencia Puertas Yunque
de esa solidaridad. De hecho, de día y de noche, GEIMSA
en días laborables y en festivos, en invierno y en Asturmármol
verano, hay personas dispuestas a escuchar, pre- INCOAS
paradas para tender una mano. Por otra parte, Don Papel
tenemos una visión positiva de la persona. Eso Álvarez Beltrán
significa que creemos en primer lugar en noso- Talleres Asipo S.L.
tros y que creemos también en las personas de Gómez Oviedo
nuestro entorno, de modo que sabemos que hay Jesús Rodríguez
Artemisa
problemas pero que las personas tenemos la ca-
Aqualia
pacidad de enfrentarlos para crear una sociedad
Gramma Formularios
mejor y que las personas cuando colaboramos en
Rufino Martínez del Río
ello nos sentimos felices y satisfechas”. Pioneer
Hotel AC Forum
Asimismo, el presidente internacional del Teléfono Borja Bordiú Cienfuegos
de la Esperanza recalcó que “para canalizara esos Andamios FM
valores es fundamental la formación y la prepa- SONIMEDIA
ración. Para comenzar a colaborar con nosotros MASTERCAFÉ
es necesario más de un año de preparación seria, Víctor Tresguerres Fernández
incluso aunque seamos previamente profesiona- SFIME S.L.
les de la psicología, porque para poder ayudar en GALFER Floristas S.L.
una situación de crisis hace falta poner lo mejor Alfredo Menchaca
Ana Fernández
de nosotros al servicio de los demás”.
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