La familia es un sistema abierto en constante interacción con los entornos histórico, social,
económico y cultural; no es una unidad homogénea en su conformación, lo cual indica que no
todas están integradas de igual manera.
Por tanto, hay una gran variedad de ellas; la prevalencia de los distintos tipos de familias, sus
características sociodemográficas y las formas de organización hogareña y familiar varían con el
tiempo y según las transformaciones económicas, demográficas y culturales del contexto social.
Familia: funcionalidad
Familias funcionales:
Son familias cuyas relaciones e interacciones hacen que su eficacia sea aceptable y armónica. La
principal característica de una familia funcional es que promueve un desarrollo favorable para
todos sus miembros, teniendo jerarquías claras, límites claros, roles claros y definidos,
comunicación abierta y explícita y capacidad de adaptación al cambio.
Las relaciones afectivas entre todas las personas pertenecientes a la familia se dan de manera
horizontal; sin embargo, se guarda la jerarquía entre las personas de autoridad y los hijos. En una
familia funcional NO todo es democrático.
Familias disfuncionales:
Las familias disfuncionales son simplemente aquellas que no cuentan con los recursos psicológicos
necesarios para hacerle frente a la convivencia de manera asertiva y desarrolladora para sus
miembros. Esto significa que, ante una crisis, cualquier familia funcional puede convertirse en
disfuncional ya que dependerá de los recursos de afrontamiento que ponga en marcha.
Crecer o vivir en un hogar disfuncional puede dejar heridas para toda la vida. De hecho, aumenta
el riesgo de padecer trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad y la adicción.
Características:
Se promueve una dependencia excesiva de algunos de sus miembros, lo cual limita su crecimiento
y desarrollo personal. Se trata de familias hiperprotectoras que generan en sus miembros
inseguridad y dependencia.
No existen reglas y límites claros, de manera que sus miembros no saben cuáles son sus deberes y
derechos. En estas familias disfuncionales lo usual es que algunos de sus miembros asuman roles
dominantes y otros se sometan, creando un peligroso desequilibrio de poder. Como resultado, un
miembro, generalmente la madre, suele verse sobrecargado por las exigencias desmedidas de los
demás.
En la base de los hogares disfuncionales suele haber problemas de comunicación. Sus miembros
no se sienten cómodos expresando sus sentimientos o ideas, de manera que los reprimen o
expresan a través de indirectas que activan comportamientos defensivos. De esta manera, los
mensajes no quedan claros y originan nuevos problemas familiares.
Tienen roles y patrones de comportamiento demasiado rígidos que les impiden adaptarse a los
cambios, de manera que, ante la menor crisis, sus miembros responden con rigidez y resistencia,
lo cual provoca que los problemas familiares se enquisten y afecten a sus miembros.
Sus miembros no son empáticos y sensibles hacia los demás, de manera que en la familia no se
satisfacen las necesidades básicas de aceptación y afecto. Algunos miembros pueden sentirse
incluso rechazados.
Rígida: Dificultad en asumir los cambios de los hijos/as. Los padres brindan un trato a los
niños como adultos. No admiten el crecimiento de sus hijos.
Flexible: es la capacidad de adaptarse rápidamente a las circunstancias, para lograr una
mejor convivencia y entendimiento con los demás.
Amalgamada: encuentran la felicidad en hacer todo juntos, lo que hace difícil el proceso
de independencia
Estable: la familia se muestra unida y existe una claridad total en el rol.
Sobreprotectora: preocupación excesiva por sobreproteger a los hijos lo que no les
permite un desarrollo y autonomía de ellos mismos.
Inestable: los hijos crecen inseguros, temerosos, desconfiados, gran dificultad al dar y
recibir el afecto, convirtiéndose en adultos pasivo-dependientes incapaces de expresar lo
que sienten.
Centrada en los hijos: Hay ocasiones en que los padres no saben enfrentar sus propios
conflictos y centran su atención en los hijos; así, en vez de tratar temas de la pareja, traen
siempre a la conversación temas acerca de los hijos, como si entre ellos fuera el único
tema de conversación. Este tipo de padres, busca la compañía de los hijos/as y depende
de estos para su satisfacción. En pocas palabras "viven para y por sus hijos".
Tipos de familia de acuerdo a la variable adaptabilidad.
b. Flexible. Se caracteriza por una disciplina democrática, liderazgo y roles compartidos, que
pueden variar cuando la familia considere necesario.
d. Rígida. Con un liderazgo autoritario, roles fijos, disciplina rígida sin opción de cambios.
Separada : Sus límites externos e internos son semi-abiertos, sus límites generacionales
son claros, cada individuo constituye un subsistema, sin embargo cuando lo requieren
pueden tomar decisiones familiares.
La tercera tipología utilizada se centra en las etapas del ciclo de vida de los hogares que poseen un
núcleo conyugal y/o miembros dependientes (CEPAL 2005). Esta tipología se compone de las
siguientes categorías: parejas jóvenes sin hijos (en donde la mujer tiene hasta 40 años); etapa
inicial (hogares con niños menores de 6 años); etapa de expansión (hogares con niños en los que el
mayor tiene entre 6 y 12 años); etapa de consolidación (hogares con algún niño de 13 a 18 años
con eventualmente niños menores de 13 y/o mayores de 18); etapa de salida (hogares donde los
hijos tienen 19 y más años); y parejas mayores sin hijos (en donde la mujer tiene más de 40 años).
Desde esta perspectiva, lo más sobresaliente es el aumento de los hogares que se encuentran en
la etapa de salida (de 19,0 a 29,2 por ciento) y del porcentaje de parejas mayores sin hijos (de 6,7
a 10,3). Esto último se relaciona con el aumento en la esperanza de vida, el envejecimiento de la
población, y la tendencia de los adultos mayores a vivir solos y/o independientemente de sus
hijos.
El aumento en los hogares en la etapa de salida, donde los hijos tienen 19 y más, puede estar
asociado con la postergación de la emancipación entre generaciones más jóvenes, debido a
tiempos más alargados de estudio, escasez de viviendas asequibles y las dificultades de los jóvenes
para entrar al mercado laboral. También es notable del gráfico I.3 la caída de los porcentajes
correspondientes a hogares en las etapas inicial (de 14,9 a 10,1), de expansión (de 21,0 a 16,2 por
ciento) y de consolidación (de 33,6 a 29,2). Esta tendencia habla de una proporción decreciente de
hogares con niños dependientes en edades tempranas, reflejando el constante descenso en la
fecundidad que ha experimentado la región al transcurrir de las últimas décadas.
Crisis familiar
Una crisis familiar es un evento de la vida, presente y pasado, que ocasiona cambios en la
funcionalidad de los miembros de la familia
Algo ocurre generalmente de manera súbita que afecta al individuo o la familia profundamente,
sin poder evitarlo o superarlo de la manera habitual en que hace frente a otros problemas. Junto
al estrés propio de la situación se añaden sentimientos de confusión e impotencia.
Desorganización critica
En esta fase fallan todas las estrategias habituales de afrontamiento y resolución de problemas, la
tensión emocional aumenta hasta niveles insoportables.
Es posible que se manifiesten conductas psicopáticas o “fuera de carácter”, diversos tipos y grados
de abuso de tóxicos, conductas autodestructivas y episodios emocionales bruscos. Es posible que
también se busque ayuda las cuales pueden ser programadas y bien estructuradas o ser “gritos de
socorro” ineficaces y atropellados.
Resolución
Entre las múltiples actividades que el sujeto despliega ante el impacto inmediato de la situación,
alguna puede tener éxito y la crisis se resuelve casi sin llegar a plantearse. Pero en el desarrollo
típico de una crisis, los primeros intentos de contraataque suelen fallar, y el individuo permanece
con presión interna por hallar una solución:
b) Encontrar nuevas fuentes de ayuda, formar nuevas relaciones o trabajar con profesionales o
consejeros varios
Retirada Final
Si la crisis no se resuelve, bien o mal, en las fases anteriores, se llega a la fase final: la retirada
puede ser tota, como a través del suicidio o separación de la familia, o parcial que puede ser
interna, como a través de una desorganización psicótica o una estructura delirante o externa como
un cambio radical de entorno, relaciones, actividad y hasta de nombre. En cualquiera de estos
casos, la crisis termina, sea por la muerte, sea por la negación de sí mismo que supone la psicosis,
sea por la renuncia a todo lo vivido hasta el momento de la crisis y el inicio de una nueva vida.
4.5.3 Las familias entran en crisis por una desgracia inesperada, por la desaparición de uno de los
cuidadores, por problemas estructurales o por cambios en el ciclo vital.
- Los progenitores que no actúan como padres asumiendo la responsabilidad de establecer las
normas o que son permisivos, llevan a sus hijos a hacer de padres.
- cuando a un niño no se le deja actuar como tal, se siente abrumado por un exceso de
responsabilidad: se le sobrecarga pronto de tareas adultas y se enfrenta a un complejo dilema por
su lealtad a los padres; por satisfacer la necesidad de éstos reprime sus propias necesidades de
niño
4.5.3.2 Demandas tensiones: La tensión es una condición de presión, asociada a una necesidad o
deseo de cambiar algo. Las tensiones no aparecen en un momento específico sino en forma
insidiosa.
• Tensiones que surgen cuando el desempeño de un rol dentro de la familia no llena las
expectativas que tienen los demás o uno mismo.
• Tensiones no resueltas, como cuando la familia no logra superar totalmente una crisis.
4.5.4 CLASIFICACION DE CRISIS NORMATIVAS: están relacionadas con las etapas del ciclo vital de
la familia y son definidas como situaciones esperadas, forman parte de la evolución de la vida
familiar.
Etapa de dispersión: separación de los hijos por causas escolares y/laborales, independencia y
matrimonio de los hijos.
Etapa familiar final: padres nuevamente solos, síndrome del nido vacío, jubilación y retiro,
climaterio y muerte de los cónyuges, viudez.
LAS CRISIS NO NORMATIVAS: son consideradas las experiencias adversas o inesperadas, son
eventos provenientes del exterior, son frecuentes e impredecibles para la familia
4.5.5.1 1. Eventos de desmembramiento: son aquellos eventos vitales familiares, que constituyen
separación de algún miembro y que provocan crisis por esta pérdida familiar (hospitalización,
separación, divorcio, muerte).
4.5.5.2 Eventos de incremento: son aquellos, que provocan crisis por incremento a causa de la
incorporación de miembros en la familia (adopciones, llegadas de familiares).
4.5.5.3 Eventos de desmoralización: son los que ocasionan crisis de este tipo por constituir hechos
que rompen con las normas y valores de la familia (alcoholismo, infidelidad, farmacodependencia,
delincuencia, encarcelamiento, actos deshonrosos).
4.5.5.4 Eventos de desorganización: son aquellos hechos que obstaculizan la dinámica familiar, y
que por su naturaleza y repercusión facilitan las crisis familiares por desorganización (pareja
infértil, divorcio, accidentes, enfermedades psiquiátricas, graves y retraso mental).