Enmarcando la problemática de la drogadicción dentro de las teorías psicológicas,
podemos decir que a través del tiempo se han venido desarrollando dos corrientes psicológicas: 1. La Organicista, cuya premisa fundamental afirma que es el organismo y el desarrollo de este como tal lo que facilita la asimilación del mundo, dando a entender que el mundo que percibimos es una construcción mental donde el ambiente facilita los insumos para que las estructuras orgánicas generen la percepción y comportamiento del individuo. 2. La corriente ambientalista, cuya premisa se fundamenta en el hecho de que es el ambiente el que predice la percepción y el comportamiento del sujeto. En este caso la mente, o el organismo como tal es una caja negra donde se responde al estímulo ambiental. Desde nuestra percepción podemos concluir, que ambas teorías son fundamentales y complementarias para una buena explicación del comportamiento del individuo ante las drogas, pues el adolescente en la fase de desarrollo formal en que se encuentra, según Piaget, el adolescente desarrolla su capacidad de abstracción y de desarrollo de su libre pensamiento lo que le permite tomar decisiones sobre sus circunstancias personales y de ámbito social. Partiendo de la base de que el ser humano es un ser social, acá es donde entra en juego el ambiente y esta interacción ambiente organismo es lo que va a determinar el comportamiento final del individuo. Es así, como ambientes sanos en cuanto al afecto y a la satisfacción de necesidades básicas facilitan en el individuo comportamientos sanos y de buen desarrollo psíquico – social. Igualmente ambientes de desnutrición y maltrato psicológico van a generar comportamientos malsanos para el individuo y la sociedad. Por los estudios en drogadicción se puede afirmar, desde la pirámide de necesidades de Abraham Maslow, si en el adolescente las necesidades básicas de alimentación y afecto que se dan en el hogar no están bien satisfechas, cuando el individuo se enfrenta al ambiente social y siguiendo la escala de Maslow, tratará de satisfacer en dicho contexto social la falencia de estas necesidades, es así, como se deja influenciar convirtiéndose en fácil presa de las buenas o malas influencias pretendiendo satisfacer las necesidades de reconocimiento y aceptación social. Todo esto buscando la integralidad de ese ser como tal.