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*Carrera: Historia

*Materia: Historia Social General “D”- Gresores/Spiguel


*Profesor: Claudio Spiguel
*Teórico-Práctico Nº 2: 17-04-2010

Unidad Nº 2
Profesor: Retomaremos de la clase anterior, el surgimiento de la explotación y la Revolución
Urbana. Habíamos dicho que el excedente sostenido de productos por encima del producto
necesario (del trabajo necesario para reproducir la vida) es la condición de posibilidad de un
modo de producción basado en la explotación del trabajo ajeno; y por tanto de la división en
clases de una sociedad, en la que la clase dirigente organizadora se apropia del plustrabajo de
la clase explotada.
Entonces tiene sentido analizar: ¿por qué ahora es posible la explotación de clase?, en
donde se produce una profundización de las diferencias: ciudad-campo; trabajo manual-trabajo
intelectual. A la vez habría que explicar: por qué fue así, dónde surgió, cómo fue posible, por
qué fue necesario. No simplemente diciendo que en los lugares donde surgen las condiciones y
las fuerzas productivas avanzadas, de un modo o de otro, la sociedad se dividió en clases.
Ya explicamos porque fue posible, ahora hay que explicar por qué se dio. Aquí viene un
aspecto contradictorio. Dijimos que hace falta un excedente sostenido para poder mantener a
una clase ociosa y al poder que las respalda, profundizar la división entre dirigentes y dirigidos,
entre trabajo manual-intelectual, entre ciudad y campo. Pero a la vez ese excedente sostenido
que existía, que al dividirse en clases la sociedad, fue reforzado por la clase explotadora
(porque la propia coacción, el dominio, hecho posible por las riquezas que obtienen y que
permiten armar una fuerza coactiva, es causa a su vez de un incremento del excedente). Si antes
en la banda elaboraba hasta donde alcanzaba o en épocas de siembra y cosecha, hacían los
bailes y festejos del carnaval para aumentar la producción, ahora que está el Inca. La propia
fuerza que activa va ser un instrumento de ampliación del excedente por encima del trabajo
necesario. Pero allí viene el aspecto contradictorio que hace Inevitable la explotación, allí donde
el cambio ocurre: si eso es así y el excedente hace posible esto, al mismo tiempo, ese trabajo
excedente o plustrabajo es aún insuficiente para hacer que todos trabajen en el campo y al
mismo tiempo estudien los astros, hagan arte, dirijan y sean dirigidos a la vez.
Ya había un excedente que permite la aparición de una clase explotadora, pero solo unos
pocos pueden ser divorciados del trabajo productivo para dedicarse a estudiar los astros, a
organizar las cosechas, dirigir la construcción de las cosas y apropiarse del plustrabajo de los
demás. ¿Por qué? Porque el excedente es al mismo tiempo insuficiente para superar esa
división del trabajo. Esto quiere decir que si la sociedad se divide en estas condiciones, el

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excedente sigue siendo aun insuficiente para que todos cambien de roles. En ese caso hay un
aspecto donde se abre paso a la explotación: sobre la base de funciones requeridas por el
incremento de la producción. Si crece la producción crece la población, y también el arte, la
escritura, la ciencia etc. Pero a costa de la mutilación de la mayoría de los individuos, a costa
del entronizamiento de una clase explotadora ¿por qué? Porque el excedente entonces ya era
suficiente para hacer posible esa división del trabajo, pero aún era insuficiente para superarla,
para que todos pueden realizar todos los roles; es decir ésta es la causa de ese momento de la
división en clases.
La causa que hoy perpetúa la división en clases en nuestra sociedad ya no es ésta. Ahora
bajo el capitalismo, y en el siglo XX aún más, se han engendrado fuerzas productivas sociales
de un tamaño gigantesco que permitiría a todas las personas del mundo comer, vivir
dignamente, vestirse, desarrollarse, educarse, etc. Ahora sí es suficiente y sin embargo respecto
a esas fuerzas productivas sociales, la inmensa mayoría de la gente no puede hacer eso y un
tercio de la humanidad vive con dos dólares por día, y una gran masa de trabajadores ni
siquiera tiene empleo, y a la vez sucede que en la época del Internet una quinta parte nunca
habló por teléfono. Esto no es porque el excedente es insuficiente hoy. Ahora hay otras causas
que perpetúan la explotación y la división en clases, que no son las mismas que las que las
hicieron surgir; del mismo modo que con el tema de la diferenciación de género. Hoy la no
socialización del trabajo doméstico cumple la función que las clases dominantes buscan
perpetuar: la familia como reproductora del orden ideológico y social, las que perpetúan las
bases materiales de la subordinación de la mujer, que no es la causa que la origina. Lo mismo
ocurre con la división en clases y la explotación.
Nada hay de inevitable en que la sociedad se divida en clases, salvo los poderes que la
perpetúan y para eso se apoyan no sólo en el sistema actual sino una larga historia de división,
de subordinación de la mujer, división del trabajo manual-intelectual, y división entre ciudad-
campo. Del mismo modo, con la división del trabajo manual-intelectual: si solo unos pocos
pudieron ser divorciados del trabajo productivo fue una condición para que se desarrollaran las
matemáticas, los astros, las escrituras, etc. Con la división en clases y la explotación: surge la
escritura, se desarrollan nuevos conocimientos y a la vez en la etapa ascensional de ese modo
de producción con explotación, se desarrollaron más las fuerzas productivas a costa de la
opresión de la mayoría.
Pero hoy ¿cuál es la causa que aún perpetua la división del trabajo manual-intelectual? Hoy
no existe ninguna necesidad en el sentido de inevitabilidad de que esto ocurra porque
potencialmente podría articularse en el obrero que manejan por medio de robots de alta
producción, en el que se requiere la integración de la producción con el trabajo intelectual. Sin
embargo, el trabajo intelectual sigue divorciado aún pero de un modo distinto del trabajo
manual; y eso es porque el trabajo intelectual ha pasado a ser patrimonio de las clases
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dominantes que con ello monopolizan la ciencia y la cultura. Hoy no es una necesidad sino una
traba para las fuerzas productivas que este dividido el trabajo manual del intelectual. Que los
trabajadores no posean los conocimientos científicos para integrarlos a la producción y que los
intelectuales están divorciados del trabajo manual y por lo tanto la ciencia se pierda de resumir
todos los descubrimientos empíricos que el trabajo productivo genera. Eso es un obstáculo al
desarrollo de la humanidad y de la ciencia misma, la división del trabajo intelectual y manual
hoy. Pero en ese entonces no fue un obstáculo, fue una condición del desarrollo (de la escritura,
del conocimiento, de la ciencia) porque solo unos pocos podían ser divorciados del trabajo
manual.
Hoy por el contrario estas relaciones sociales de explotación son una traba al desarrollo de
las relaciones de producción, se verifica en las crisis y en las guerras, con la destrucción de
fuerzas productivas gigantescas. Así también el desempleo mirado desde un punto de vista
económico, muestra una economía parasitaria que despilfarra fuerzas productivas que podrían
producir miles de cosas. Sin embargo, el desempleo, la desocupación, es un mecanismo de
funcionamiento del capitalismo (se amplía en ciertas épocas y se reduce en otras). Entonces,
esto es un despilfarro, es una traba del capitalismo y con él la división en clases. Con esto
volvemos a que lo que engendra ciertas cosas, no es lo que la perpetúa en nuevas condiciones.
El otro tema a discutir en relación a lo que venimos hablando: este proceso de
transformación radical de las relaciones no sólo de producción sino también social, abarcó toda
una época en la historia con estructuraciones y desestructuraciones; con avances en esa
dirección y retrocesos respecto de esa división. Es decir, hay causas determinantes de ese
proceso, que al mismo tiempo no están predeterminadas. No ocurre en todas partes, y en las
partes en que ocurre no es lineal, no es mecánico. Hablamos del Imperio Maya Antiguo y luego
su disolución que aparece años después en otra región, dejan las ciudades templo, y vuelven a
las comunidades en la selva. Otro ejemplo, en Historia Antigua I, ustedes vieron el Imperio
antiguo Egipcio que se derrumbó y dio lugar a un llamado Primer Período Intermedio; después
vino el Imperio Medio, y luego se derrumbó la centralización estatal y vino un Segundo Periodo
Intermedio, porque habían venido unos pueblos nómadas llamados los hicsos que habían
invadido. ¿Qué pasa en el primer período intermedio? ¿Eran invasiones? Parece que sí en el
Segundo Período Intermedio, pero no en el Primer Periodo Intermedio. Recuerdo una fuente: las
lamentaciones de un sabio de la VII u VIII dinastía que decía allá en una ciudad del Delta del
Nilo: “…los pobres asaltan la casa de los ricos….” En ciertas condiciones en que no se
consolidan las relaciones de dominación, se generan elementos contra esa dominación, contra
la explotación que hacen que desaparezca el poder central, el poder del faraón y entonces se
produce una vuelta a los “Nomos”, en las regiones de aldea.
O sea, un largo proceso de desarrollo contradictorio hasta que se consolidó la división en
clases, la explotación, la aparición de los poderes estatales y la división de la ciudad y el campo.
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Esto es importante pensarlo de ese modo: en un primer periodo, al mismo tiempo que se
produce la explotación y la división en clases, se genera un salto en el desarrollo de la
producción y de las técnicas, las ciencias, etc. A la vez, a costa no sólo de la opresión de la
mayoría sino de una subordinación, a la división del trabajo esclavizadora, donde además de
que convertir a esa mayoría en explotados y oprimidos, al mismo tiempo, fija sus roles, no
podrá salir de ellos. La división del trabajo se vuelve esclavizadora porque está perpetuada y
determinada por la dominación social de clase.
Ya no hay roles que cambian, como lo veíamos en la banda. Al mismo tiempo, el pueblo
pierde el control espontáneo sobre las condiciones sociales que tenían en la época de la banda.
En aquella época lo que no controlaban era la naturaleza, y las técnicas insuficientes eran
insuficientes para enfrentar sus inclemencias. También de las otras técnicas mentales: la magia,
representaciones simbólicas muy pegadas a las formas de representar las condiciones naturales
que no se controlan (este es el pensamiento mágico-mítico de todos los pueblos), donde a la
vez las cosas se transforman, los roles de las personas y las autoridades y héroes pierden sus
atributos.
Sin embargo ahora con la explotación y división en clases lo que la mayoría pierde es su
control sobre las condiciones sociales, no sobre las condiciones naturales. Está a merced de un
poder que le dice que siempre fue así. Eso es legitimado por la ideología dominante. El propio
desarrollo del intercambio y la producción mercantil refuerza esta pérdida de dominio sobre las
condiciones sociales, porque no sabe lo que va a pasar. Es el embrión de las crisis comerciales
que menciona Engels, si un artesano fabrica más cacharros que lo que puede vender, perdió, y
no sabe por qué, porque ese mercado es desconocido. Hay algo que está por encima del
conjunto de los individuos que los condiciona. Por lo tanto, esto nos introduce en un tema
teórico, también filosófico: ¿Cómo es el carácter contradictorio del progreso o lo que se llamaba
progreso en el siglo XIX? Del devenir hacia desarrollos más complejos, el carácter contradictorio
del progreso de la humanidad. Dice Engels: “…siendo la base de la civilización la explotación
de una clase por otra, su desarrollo se opera en una constante contradicción; cada progreso de
la producción implica al mismo tiempo un retroceso de la situación de la clase oprimida, es
decir de la inmensa mayoría, cada beneficio para unos pocos es el perjuicio para otros…”.
Engels está hablando del momento máximo de expansión del capitalismo, del maquinismo que
transformó el mundo desde el punto de vista de las fuerzas productivas comparado con el
desarrollo anterior: la edad media, la edad antigua y dice: “la prueba más evidente de esto nos
la da la producción del maquinismo, que genera riquezas gigantescas pero a costa de una
esclavización de los trabajadores, de las mujeres, de los niños en la revolución industrial del
siglo XIX que era inimaginable para el siervo-campesino de la Edad Media.
Desarrollo contradictorio del progreso: eso también se refleja en otros aspectos, por ejemplo,
en aquel rol imprescriptible de la especie que es el proceso de enseñanza aprendizaje, ¿Qué se
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aprenderá? ¿Qué no se aprenderá? ¿Cómo se aprenderá? ¿Quién aprenderá? Esto pasa a estar
condicionado por la dominación de clase y la lucha contra ella. Esa función esencial pasa a estar
condicionada. El arte y otras manifestaciones del hombre expresivo-afectivas, que no están
divorciadas de la relación nuestra con la naturaleza, y de la relación de nosotros entre sí, (pero
que cumplen funciones que no son las mismas del conocimiento científico, aunque a través del
arte se conocen otros aspectos), también pasan a estar condicionadas, en relación a ¿qué arte,
qué formas, quién regula, qué formas? ¿Al servicio de quién? ¿Con qué cosmovisión? ¿Quién
no participa ni es protagonista, ni puede disponer? El arte pasa y necesita estar monopolizado
por la clase dominante, para generar no sólo una ideología filosófica, no sólo conocimiento
científico, sino formas expresivas que legitimen esa dominación. Desde ya, habrá un arte
popular porque es una función de nuestra especie también expresarse de ese modo. Así como
estará este arte desde arriba, pugnará por abrirse paso expresiones y formas de los pueblos
oprimidos y de las clases oprimidas. Pero a la vez a ellas se las tratará de despojar de las
técnicas y de las elaboraciones que permitirían que esos contenidos y formas de los pueblos
oprimidos se desarrollen en una etapa superior porque eso va estar monopolizado por unos
pocos.
El tema de la división en clases no es sólo económico, sino económico, político y también de
las formas de conciencia social a través de las cuales conocemos o desconocemos nuestro
mundo. En ese sentido se formaliza, en las formas de pensar lo que llamaremos el pensamiento
religioso, ya no como aquella magia ligada a la necesidad de cazar el bisonte, de representar
aquello que no se controla materialmente. Ahora hay algo que pasa a estar enajenado y por
encima del pueblo. Hay una fuerza creadora que se concibe por fuera, desde antes y por arriba
de la gente que transforma la naturaleza, que construyeron canales para las cosechas, etc. Eso
incluso cristalizado en el dominador, que pasa a ser el representante de los dioses en la tierra o
él mismo un dios, por ejemplo como el faraón que en la ceremonia de la crecida del Nilo, tocaba
con un palo el río y de esa manera crecía el Nilo. La vida en el Nilo se asociaba al faraón era
como el Inca, la expresión de todo, del sol, de la vida. Hay algo en estas fuerzas que se pone
por encima y se deposita por afuera de la sociedad, que es enajenado. Esto se formaliza en
instituciones: sacerdotes, reproducción del culto, etc., para demostrar que solo así se reproduce
la vida en la sociedad; y que esto es así y no puede ser de otro modo. Contra estos ritos y
mitos habrá una religiosidad popular que seguirá de dar cuenta de los fenómenos de la
naturaleza y que buscará también una forma de redención y salvación que a veces es negado en
la religión oficial. Pero eso es un elemento subordinado en el marco de una sociedad dividida
en clases con explotadores y explotados, con dominantes y dominados.
Hemos visto la otra dimensión de la práctica social, que es la dimensión simbólica, cultural,
etc. Al mismo tiempo con este tema hemos introducido el conflicto. La división en clases implica
automáticamente la lucha de clases. La propia dominación inducida por la explotación es una
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contradicción que implica una violencia real y simbólica, –pero no sólo cuando nos rebelamos o
cuando los campesinos de la Edad Media toman y queman los castillos– en el propio acto de
producción hay un ejercicio de dominio donde lo que producen son enajenados. Ahí ya hay una
contradicción en la economía misma, ahí está el conflicto: la contradicción social, que es la base
del conflicto en la política, en la actividad social y en las ideas (el arte de los dominadores y los
dominados o la religión de los dominadores y dominados, etc.). Se introduce una contradicción
social que recorre las tres instancias de la práctica social: la económica, la sociopolítica y las
ideológicas o formas de conciencia social.
En un prólogo famoso de Marx resume: “cuando las nuevas fuerzas productivas chocan con
las viejas relaciones de producción se abre una época de revolución social”; en el sentido de
lucha, conflicto por la transformación de estas relaciones sociales que o se mantienen las
antiguas y se traban las fuerzas productivas o se abren paso las fuerzas productivas y se
generan nuevas relaciones de producción. Eso es que Marx define como época de revolución
social. No es una revolución en el sentido moderno: una clase que toma el poder político, para
transformar la sociedad y la economía como las revoluciones burguesas o después en el siglo
XX las socialistas. Pero sí es una época de transformaciones cualitativas, no cuantitativas, no de
grados sino de calidad de las relaciones de producción y de las relaciones sociales.
El 2000 a.C. en los Andes fue una época de revolución social que dio lugar a la Revolución
Urbana. No sólo es una revolución técnica sino que es un cambio cualitativo de las relaciones
sociales. Una revolución para eternizar a la clase explotadora. Hay un aspecto general que
empieza ahí, que tiñe toda la historia humana; aunque no podemos derivar mecánicamente de
la división en clases las formas que adquiere esto en la época antigua, en la medieval, en la
época moderna. Tenemos que estudiar los distintos modos de producción sobre todo para
entender lo actual; es decir, ¿qué hay en el presente que pueda albergar un posible futuro
distinto? En esta época fue para consolidar una explotación y se desarrollaron todos estos
fenómenos a costa de todos los otros. Un autor marxista, Walter Benjamín, dijo: “…todo
documento de cultura es al mismo tiempo un documento de barbarie”; esto es en relación al
poema de Brecht que cité: ¿qué es lo que está detrás de las pirámides? ¿Qué está detrás de
todo ese arte sofisticado? De las épocas de explotación de trabajo. En ese sentido encontré
otro poema de Brecht que se refiere a la literatura y dice:

Aquellos que se sentaron en sillas de oro para escribir


serán interrogados por quienes les tejieron sus vestidos.
No por sus pensamientos sublimes
serán analizados sus libros,
sino por cualquier frase casual que trasluzca
alguna característica de quienes tejían los vestidos;
y esta frase será leída con interés porque pudiera contener
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los rasgos de antepasados famosos.

Literaturas enteras,
escritas en selectas expresiones,
serán investigadas para encontrar indicios
de que también vivieron rebeldes donde había opresión.
Invocaciones de súplica a seres ultraterrenales
probarán que seres terrenales se alzaban sobre seres terrenales.

Y finalmente dice el poema:

Pero a la vez serán ensalzados


los que en el suelo se sentaban para escribir,
los que se unieron a los de abajo,
los que se unieron a los combatientes,
los que informaron de los sufrimientos de los de abajo,
los que informaron de los hechos de los combatientes,
con arte, con el noble lenguaje
antes reservado a la glorificaron de los reyes,
su descripción de situaciones dolientes,
sus llamamientos llevaran todavía la huella digital de los de abajo,
porque a estos fueron transmitidos,
y ellos bajo la camisa sudada
los pasaron a través de los cordones policíacos a sus hermanos,
Sí, un tiempo vendrá en que estos sabios y amables
llenos de ira y de esperanza,
que se sentaron en el suelo para escribir
y estaban rodeados del pueblo y combatientes,
públicamente serán ensalzados.

Es decir, todo un programa para una nueva intelectualidad en relación al futuro. Pero este
tema de qué es lo que está detrás de la producción cultural: el origen del conflicto, la
contradicción de clase. Toda expresión artística desde entonces lleva un sello que es ese
contenido que trasunta. La obra de arte no se reduce a esa huella digital, no se reduce a ese
contenido, pero lo conlleva, no se puede analizar al margen de eso. Pero a la vez no es sólo el
contenido del dominador sino también la huella de la lucha de los dominados. Entonces, el
problema fundamental de la historia social de la humanidad es el tema de la explotación y la
división en clases que condiciona toda la actividad humana.

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Hasta ahora vimos un modo de producción comunal originario, basado en la caza y
recolección, que tiene una forma de propiedad individual de los utensilios y la apropiación
colectiva de los bienes y de distribución de acuerdo a las necesidades de los integrantes, el
niño, el anciano, etc. Luego vimos otra fase de esa sociedad sin clases donde existe la
propiedad común del suelo, y ya hay divisiones del trabajo en relaciones de reciprocidad y
cooperación, que son dos partes de un modo de producción pre-clasista y sin explotación.
Al resumirlo acabo de simplificar un contenido complejo del concepto relación de
producción. Un primer aspecto de la relación de producción es la relación de propiedad, ¿Quién
posee y quién no posee los medios de producción? ¿Qué relación determina eso con los demás
hombres? Eso se llama relaciones de propiedad, y es un aspecto de las relaciones de
producción: todos poseen la tierra, pero ya es una ficción porque solo usan la tierra inmediata
para su comida porque todo lo que antes era de ellos ahora es del Inca, él se queda con todo.
Una relación a través de los medios de producción que es entre los hombres, entre el Inca, la
nobleza incaica y de los productores. La primera dimensión de la relación de producción
entonces es: la propiedad.
La segunda dimensión es: el papel en la organización social del trabajo. ¿Quién dirige y
quién es dirigido? ¿Quién decide lo que se produce y cómo? Esto es importante porque hace a
las funciones de las clases. Eso lo volveremos a ver en el feudalismo y en el capitalismo. En el
interior de un mismo modo de producción cambia la organización social del trabajo y las
relaciones entre los hombres, las relaciones humanas que hacen al proceso de trabajo son otra
dimensión.
El último elemento clave son las relaciones de distribución ¿Cómo y cuánto recibe cada
integrante? Antes todos recibían el bisonte según sus necesidades, en la comunidad aldeana
cada uno recibe de acuerdo a su trabajo, según la tierra que le tocó, si tiene más o menos hijos
de acuerdo a esas desigualdades. Ahora en la comunidad del ayllu recibe lo que cosecha y el
Inca recibe lo que esa comunidad tributa en trabajo o en especie en otra tierra. Ahí cambio la
relación de distribución porque hay apropiación del plustrabajo por parte de la clase
explotadora. Esa es la forma de apropiación que no es la misma en la esclavitud, en la Edad
Media o en el capitalismo Ahora, por ejemplo, recibimos un sueldo, no tenemos un ayllu, en ese
sueldo está la parte de lo que necesitamos y también la que se queda el capital. Eso lo
seguiremos viendo a lo largo de la historia: trabajo necesario y plus trabajo, relaciones de
propiedad en el proceso de trabajo y relaciones de distribución.
Entonces, en estas sociedades antiguas, que Godelier analiza para el caso de los Incas, ¿cuál
es el modo de producción dominante? Aparece que existe una vieja relación de producción que
es la comunidad aldeana y sobrevive. Pero ya no es la principal, está subsumida y determinada
por otra que es la fundamental, según Godelier es la relación ayllu que produce en su tierra el
producto necesario y luego tributa en trabajo o especie en la tierra del Estado o del Inca. Ese es
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el excedente (en trabajo, en productos, movilización de la mano de obra) del que se apropia la
casta o clase o pueblo dominante. Esa es la forma de relación de dominación que aparece bajo
la forma de tributación y con una consagración ideológica que dice: “es igual que antes”, pero
ya no lo es.
A partir de ahí lo del común es del Inca, que se disfraza como relaciones de reciprocidad
algo que encubre algo nuevo que es la explotación. Además hay otras figuras que son
secundarias –que no son las comunidades unidas por relaciones de parentesco y reciprocidad y
que tributan al Inca– son los yanas, en tierra ajena, del templo, de la nobleza Incaica, los
cuidadores de las tumbas reales, de los jefes militares que adquieren pedazos de territorios.
Adentro de esas tierras vive gente que no está dentro de las relaciones de parentesco, que no
se puede ir, que trabaja ahí y come lo que le dan, lo demás les queda a los cuidadores de las
tumbas reales, a la nobleza Incaica o al Inca. Lo mismo las acllas, mujeres que tejen y que están
fuera del parentesco y de la comunidad, esclavas domésticas, tejedoras. Lo mismo sucede con
poblaciones conquistadas y llevadas a otros lados como fuerza de trabajo, los mitmaes, trabajo
obligado de desarraigado. ¿Qué hay detrás de esto? Esas no son las relaciones principales de
producción, es algo secundario pero que se va abriendo paso. Hay que decir también que el
yanacona –siguiendo a Godelier y a mi juicio– es un protoesclavo, en relación a la producción
esclavista, que aún no predomina sino que es secundaria en las relaciones de explotación
existentes. Godelier lo llama modo de producción asiático. Pero está definiendo que en toda
sociedad concreta en su estructura económica no hay una sola relación de producción pura sino
que hay una que predominan, coexistiendo con otras, que vienen de antes o que se están
abriendo paso, o resabio de épocas viejas, vinculado a la historicidad concreta de esa sociedad.
Lo que describe Godelier para hablar de las relaciones de producción, es una madeja de
relaciones, con el predominio de una, porque el Inca y el Estado perpetúa esa, ahí viene el papel
del poder. Eso es lo que se llama una formación económico-social concreta que nunca está
determinada por un único modo de producción: hay un modo de producción dominante y
formas de relaciones de producción que son secundarias, que vienen de antes o son
embrionarias dentro de este desarrollo posible. Es un concepto útil, porque hoy hay
formaciones económicas sociales diferentes aunque un solo modo de producción dominante, y
no es lo mismo Francia, que la Argentina, que Haití. Hay que estudiar sus estructuras
económicas, pero todas son sociedades capitalistas. Lo quiere decir que predomina el modo de
producción capitalista, y nada más. Después hay que estudiar lo concreto, cómo es cómo se
transforma, qué lugar ocupa. Ese concepto es muy importante para estudiar la base económica
de toda sociedad.
En aquel Prólogo que mencionamos, Marx da una rápida enumeración de los grandes modos
de producción observables en la historia humana: el modo comunista primitivo, el asiático, el
antiguo que sería el esclavista, el feudal, y el moderno burgués, es decir el capitalismo. El
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“Asiático”, ¿de dónde viene este concepto?, él se refería –cuando se estaba conociendo como
era la estructura de la producción en partes de la India (que colonizaron a sangre y fuego los
ingleses en el siglo XIX)– a que había aldeas con relaciones de reciprocidad y cooperación
relativamente autosuficientes, donde había agricultura y artesanías juntas y que parecían haber
sido así desde mucho tiempo antes. Aunque habían pasado varias dominaciones esas aldeas se
mantenían. Se refiere a un modo de producción asiático en relación a el Estado vive de las
tributaciones de aldeas en donde aún se mantiene la propiedad común del suelo, pero sin
embargo hay tributación y explotación.
Esto se vinculaba con un eurocentrismo de la burguesía que hablaba del despotismo oriental,
el déspota y por encima, el sultán de Turquía, estas monarquías feudales imperiales
precapitalistas, que los capitalistas buscaban subordinar en la expansión colonial en el siglo
XVIII y XIX. Entonces se habla de este despotismo oriental, del déspota, el sultán es como fue el
faraón, los babilónicos. Detrás había una idea de ellos déspotas, mientras que los demócratas
estaban eran la Europa burguesa. Esto se proyectaba hacia el pasado desde algo que tenía una
base bilateral, que era como los griegos se representaron las invasiones de Persas: “vienen los
bárbaros”; en cambio la polis están los ciudadanos los que votan y deciden (sobre la base de
diferenciaciones de clases). Entonces el despotismo oriental estaba vinculado a ese concepto,
posteriormente se buscó una explicación, que surgió por la necesidad de trabajo hidráulicos
organizados. Allí habría surgido una casta dominante para la organización de los trabajos
hidráulicos del Nilo, etc. Pero como ustedes habrán leído, esta hipótesis era unilateral porque
en otros lugares no hubo trabajos hidráulicos y sí hubo urbes, déspotas, dioses gobernantes, y
movilización de los recursos pero no trabajos hidráulicos. Era una hipótesis unilateral. Terrazas
podía haber, había pequeñas ciudades o sea que las formas no están vinculadas solo a las
fuerzas productivas, sino a las condiciones en que se abren paso, nuevas relaciones de
producción.
Por último, en el siglo XX muchos historiadores también marxistas, utilizaron este concepto
para dar cuenta de sociedades que habrían surgido en el proceso de la disolución de la
propiedad común del suelo, pero que no eran como los casos de Grecia y de Roma basados en
el trabajo esclavo. Sociedades que todavía eran sociedades palaciegas en la época Creto-
Micénica, antes del año 1.000 a.C., en la antigua Grecia, sociedades palaciegas y aldeas que
tributan. Entonces podemos encontrar en el Incario algo parecido. Unos dicen que esto es un
modo de producción específico pero a la vez dentro de él se puede abrir paso el comercio, la
especialización, el trabajo esclavo, los yanas.
Efectivamente, no sólo el yana prefigura otra cosa, sino que además esa tierra teóricamente
colectiva la domina el Inca, ya es de los explotadores. También hay parte de propiedad privada
de la tierra pero por arriba, no dentro de cada ayllu, sobre los que cuidan las tumbas, los jefes
militares a los que dan grandes territorios o tierras de las que se alimenta la nobleza. Son
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procesos en los que se van abriendo paso la gran propiedad de la tierra, en manos no
colectivas del pueblo, sino de individuos. Así dentro de esas tierras hay yanas que no son los
que trabajan bajo formas de reciprocidad y cooperación del ayllu. Entonces uno puede ir viendo
como en esta sociedad está embrionariamente el modo de producción esclavista del cual vamos
hablar a continuación. Por eso estas relaciones de producción existen en forma previa o
coexiste y se transforma en feudalismo sin pasar por esclavitud en distintos lugares del mundo.
Otros historiadores soviéticos de los años `30 dijeron, “no, es un estadio de esclavitud
colectiva, de los pueblos de esclavización progresiva, hasta que se desarrolle el mercado, la
propiedad privada de la tierra, la herencia“. Otros dijeron “es un larguísimo proceso de
transición de las sociedades sin clases a las sociedades de clases ”. Como todavía no hay
propiedad privada individual, ellos lo pensaron como el socialismo Incaico, idealizando al Inca,
no viendo las relaciones de explotación que ya había. La hipótesis de la larguísima transición es
insuficiente porque no dan cuenta de qué es lo determinante, puede dar lugar a una idea
ecléctica o a una idea evolutiva. Hay que ver que hay desarrollos y conflictos contradictorios
pero no una evolución.
Entonces, Godelier lo llama modo de producción tributario aldeano, el tema propiedad
común del suelo por debajo, pero por encina relaciones de explotación bajo una forma que
parece perpetuar las viejas formas de producción, pero donde ya hay una clase dominante que
se apropia del plusproducto de diversas formas. O sea va habiendo propiedad privada por
arriba.
Es importante esto para nuestra historia porque el desarrollo de las sociedades americanas
es interrumpido por la conquista española violentamente (tema que verán en los prácticos). Por
lo tanto, los desarrollos que tenía en su seno no afloraron, se impuso la invasión y la conquista
europea. La forma de la conquista tuvo que ver con las sociedades que había: no fue lo mismo
con los mapuches que no fueron dominados nunca por los españoles, que el imperio Inca que
fue unos de los primeros que dominaron, y eso se debe a cómo estaba estructurado el imperio
Inca.
Es importante porque en la literatura, la violencia de la conquista, que interrumpió ese
desarrollo propio, endógeno de las sociedades tan diversas que existían, engendró una forma
de mirar ese pasado pre-colonial, por parte de los críticos del dominio colonial, que buscaban
una inspiración en el retorno a aquellas raíces. En el marco de esa inspiración, de ese retorno,
que puede ser un retorno pero en nuevas condiciones. Porque lo que proclaman los pueblos
originarios no es retornar hacía el pasado, sino buscan su autodeterminación, su asiento, su
territorio, en las condiciones de este presente. Pero hubo toda una literatura que para eso
proyectaba hacia el pasado todas las aspiraciones del futuro, que sería la idealización del
Incario. Literatura que no ve cómo en esa sociedad se abría paso a un sistema de explotación y
dominio que incluso padecían muchos pueblos que hoy vivían en el territorio actual de la
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Argentina, dominados por los Incas, como antes también habían sufrido la influencia de los
señores Tiawanacotas. Estos son consideraciones sobre el modo de producción tributario.
A través de los yanaconas, llegamos al tema de las relaciones de producción esclavistas. Es
preciso decir, que la esclavitud como relación social de producción, (surge de un cierto derecho
de despojo de la libertad absoluta de la persona, eso quiere decir esclavo) ha coexistido no
como dominante sino como secundaria con muchos modos de producción. Por ejemplo, los
yanas dentro de este modo asiático. En la Edad Media feudal sigue habiendo esclavos aunque
lo principal de la producción ya no es con esclavos. En los albores del capitalismo, en la etapa
de la acumulación originaria del capital en Inglaterra, el tráfico de esclavos de África a América
fue un factor de acumulación fundamental de los comerciantes de Liverpool, que engrosó las
arcas de los burgueses ingleses. Coexistió la esclavitud en las plantaciones de algodón del sur
de los EE.UU. con la manufactura de los pioneros en el norte de los EE. UU. Aún hoy en la trata
de personas, el cuerpo de las mujeres, en la venta de niños, hay un tráfico de personas como si
fueran objetos, aunque no necesariamente en la producción como aspecto principal, aunque a
veces haya condiciones que se asemejaba al esclavismo.
No estamos hablando de grados: podemos decir “trabaja como un esclavo pero no es un
esclavo, es un obrero”, y tenemos ese esclavo que es esclavo más o menos, en proceso de
manumisión, porque sale a trabajar afuera y debe pagar; por eso decimos que hay grados de
esclavización variable. Por ejemplo, los esclavos que todavía poseen el estatus jurídico de
esclavo pero ya no son esclavos, se establecen en una parcela de tierra de un latifundio, en el
siglo V d. C. siguen siendo esclavos en el terreno de la ley, pero al mismo tiempo son siervo-
campesinos subordinados de la futura época feudal. El problema es la legalidad en la que se
cristaliza una relación real, es preciso distinguir la relación real de producción de cómo es su
cristalización jurídica, que puede sobrevivir o todavía no haber cristalizado en el tiempo con
respecto a lo que efectivamente ocurrió.
Entonces, vemos la esclavitud como una relación muy universal, pero que se convirtió en la
relación dominante, es decir, en modo de producción dominante en el Mediterráneo después de
la edad del Hierro. Luego, con el desarrollo de las polis, el comercio, donde a la vieja relación
palaciega aldea-campesino le sucede una sociedad de pobres y de ricos, con un campesinado
libre todavía y producción mercantil, pero que crecientemente se va basando en el trabajo
esclavo, no sólo en la tierra sino en las artesanías, etc. Coexiste el trabajo libre con el trabajo
esclavo. Eso llega a su máxima expresión con el Imperio Romano donde es una economía ultra
mercantil, con latifundios gigantescos en Sicilia producen trigo con trabajo esclavo, van los
barcos, los llevan al norte de África y lo llevan a Roma. A tal punto domina el trabajo esclavo,
que la relación de trabajo libre pasa a ser el trabajador de Roma que viven de lo que los
esclavistas y senadores ricos les dan. Hay una evolución de las contradicciones entre ricos y

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pobres, plebeyos y patricios y otra evolución de las contradicciones esclavistas y esclavos que
pasa a ser la dominante en todo el Imperio Romano que conquistó todo el Mediterráneo.
En la relación de producción del trabajo esclavo, éste no posee ningún medio de producción
ni tampoco su propia persona. Es como el ganado “tengo tantos bueyes, tengo tantos
esclavos”. La relación es tal que en cuanto propiedad no posee nada. Todo cuanto produce (lo
necesario para su reproducción y el excedente) es del amo; recibe su parte en el proceso de
producción, en la olla en la comida (ahí no se ve que una parte del trabajo va para él). Lo
aparente es que todo le va al amo y el esclavo es desposeído de todo su trabajo, porque lo que
él recibe es lo que el amo le da bajo la forma de reproducción de su vida (la comida). Eso tiene
que ver con la forma de distribución, lo que le va al productor y lo que le va al apropiador.
Desde ya que para que haya esclavos hace falta que existan los medios de producción, la
propiedad privada, y hay un mecanismo que cuanto más se desarrolla más se escpula con la
producción mercantil; el esclavista hace producir a los esclavos para vender en el mercado de
allí que sobre una base tan estrecha se constituye esta sociedad: comercio, capital mercantil,
moneda, el imperio Romano. Pero el límite a la expansión de mercado es la propia esclavitud, es
la propia expansión del modo de producción dominante. Es el modo de producción el que
determina, expande los límites, los alcances el modo de cambio de esto que llamamos mercado.
El otro elemento importante son las características de las relaciones de producción que
implican en el terreno material e ideológico una negación de la condición de persona del
trabajador. Es decir el explotador y la sociedad debe considerarlo no persona y eso ocurre dos
veces: cuando es capturado y esclavizado, y cuando es vendido y comprado en forma sucesiva,
esto lo analiza en la esclavitud del África negra el antropólogo Meillassoux. El esclavo es
arrancado por conquistas, capturado y despersonalizado, es divorciado de sus vínculos sociales,
y luego es convertido en mercancía, no como la capacidad de trabajar de los obreros sino como
persona misma. Hay una doble despersonalización no solo en cuanto a cómo representa esa
sociedad a ese ser, sino materialmente porque somos personas que nos basamos en nuestros
vínculos y el hecho de que por captura seamos arrancados de ellos, nos despersonalizan en un
aspecto de nuestra materialidad (es como el yanacona que ya no está en el ayllu).
Al mismo tiempo, las funciones básicas de los vínculos primarios (filiación, paternidad), son
despojados por los esclavistas, nuestros hijos no son nuestros hijos. Hay esclavos adultos y
esclavos niños, pero no hay relación de filiación con el chico, más allá de la biología porque el
chico es concebido como una mercancía. Por eso mismo estaba prohibida la relación sexual de
la mujer libre con el esclavo porque entonces el niño que nace, es libre pero es producto de
una relación con un esclavo y eso lo personaliza al esclavo. En cambio era permitida la relación
del amo con la esclava, porque el niño esclavo es una pieza. Hay una despersonalización
material y simbólica, propio de la relación dominante. Cuando el esclavo se rebela como con
Espartaco, ahí se personalizan ahí está la contradicción. Eso implica hay un envión de desarrollo
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de las fuerzas productivas, pero más allá de un cierto umbral la relación de producción
esclavista se convierte en una enorme traba para el desarrollo productivo de la sociedad. En
primer lugar, porque es una sociedad donde los inventos y las técnicas, son todavía deficientes
y por eso se usa al hombre para el trabajo; pero después que se desarrolla la economía
también la propia esclavitud genera una orientación de la propia ciencia que se desarrolla más
hacia la razón, la racionalidad, y no en función del trabajo manual, no tanto la matemática, de la
física. Hay una orientación del propio conocimiento y a la vez hay una sociedad que no valora el
trabajo manual. Este queda signado como cosa de los esclavos y por lo tanto eso condiciona el
arte, la ciencia, el conocimiento, la vida de los propios esclavistas, del ocio. Eso se convierte en
un freno terrible al desarrollo productivo ulterior y por tanto genera una base económica que
alcanzado cierto límite, se hace endeble para sostener la sociedad, el intercambio. A la vez
condiciona en modo favorable la presencia de las rebeliones; cuando la esclavitud avanzaba
sobre las relaciones productivas siembra la lucha. Cuando el modo de producción esclavista
muestra sus límites, las condiciones económicas son los elementos favorables del desarrollo
más agudo de la lucha de clases y de las rebeliones, que van erosionando el poder de los
latifundistas, los esclavistas y del propio poder militar de Roma. Porque para que un modo
esclavista sea dominante hace falta un gran poder de coerción para mantener dominados a los
esclavos; y si la economía no rinde se genera el problema de mantener una centralización de la
coacción sobre los esclavos que son la fuente de trabajo dominante. Esto genera los problemas
del bajo imperio en el siglo II-III. Estas relaciones de producción esclavista que en un principio
son el factor del progreso, pasan a ser el factor dominante para acumular fuerzas para que este
modo de producción sea destruido, o se vuelva secundario, y ello lleva a la propia libertad de
los esclavos.
Este modo de producción no lo vemos en América. Lo vemos en forma secundaria en los
yanaconas, en las acllas y mitmaes, pero todavía falta para el desarrollo de la propiedad privada
de la tierra, de la nobleza y dentro del ayllu, falta un desarrollo mayor de la producción
mercantil para que pase a ser dominante la esclavitud mercantil. Lo tenemos en Atenas que era
una sociedad más democrática, porque todos los libres, y podían tener esclavos, hasta los
campesinos no solo los ricos. Es en el texto de Anderson donde aparece un buen resume de
esas características que no podemos seguir profundizando, por las clases son para
introducirnos es esos temas. En el continente americano encontraremos una sociedad basada en
el trabajo esclavo hasta la conquista española y Portuguesa, que en ciertas áreas si tendrá
trabajo esclavo, aunque no en conjunto.
El último tema es el tema del poder y del Estado. El hecho mismo de que haya explotación,
obliga y se hace posible porque hay diferencias; obliga porque hay explotación, y eso es una
contradicción, y ya hay instrumentos de coacción. ¿Es en esta relación de liderazgo, de las
bandas, de las jefaturas que está el embrión del estado? No se puede negar que ciertas
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jefaturas se convirtieron en monarquías, y esas clases dominantes, dominaron sobre otros. Pero
eso puede ser la forma, el elemento aparente de algo que ha cambiando en calidad: ya no hay
jefatura sino teocracia. Esta forma de gobierno, es la expresión de un instrumento coactivo por
encima de la mayoría popular que monopoliza la fuerza. Ese poder se compone de la fuerza, la
tropa, sus jefes militares y sus sacerdotes y sus funcionarios que administran los graneros. Es
un aparato especial que ahora cuenta con la coacción, porque si no no puede mantener sujetos
a los ayllus, sino los pueblos se rebelan y se tratan de liberar. Cuando los españoles
conquistaron el Cuzco, por ejemplo, en el norte de Argentina los pueblos calchaquíes
obtuvieran libertad del Inca, y después vinieron los españoles.
Entonces el aparato de coacción es la esencia de todo poder estatal. Aparato coactivo por
encima y separado de la masa mayoritaria de la población, que lo que hace es reproducir el
orden vigente, a los intereses de la reproducción de la clase dominante, y para mantener ese
modo de producción dominante.
Toda dominación, todo poder implica coacción y también consenso, es decir, funciones de
hegemonía. Que no sólo obedezca porque está el arma sino que piense que es lo adecuado,
que debe ser así y no de otro modo. Las funciones de consenso y hegemonía son las funciones
ideológicas, que en ese momento están vinculadas al culto, a una consagración religiosa del
dominio Incaico, (Viracocha, Mana Ocllo: “nos trajeron los inventos”). Coacción e instrumentos
ideológicos de dominio es lo que domina.
La ideología dominante en cada sociedad, en cada época, es la de la clase dominante porque
la clase que tiene el poder material, suele tener los medios del poder espiritual. De eso
hablamos, cuando hablamos de poder y estado. En estas sociedades antiguas, tributarias, clase
dominante y estado parece coincidir, el excedente apropiado por los explotadores, e ingresos
fiscales son lo mismo. Acá hay una unidad, luego se va divorciando; una cosa es los
funcionarios y otra el conjunto de la clase dominante. Pero en el origen hay una unidad.
No es lo mismo una monarquía de Macedonia, que la aristocracia espartana, que domina
sobre los ilotas; a la vez no es lo mismo que la polis ateniense que de la tiranía se pasó a la
democracia y en el ágora todos los ciudadanos votan. Las formas de gobierno son distintas:
democracia, aristocracia, monarquía, diarquía, pero el estado es función de una clase. Entonces
el estado como instrumento, como poder coactivo, es un instrumento de la clase dominante. Las
formas de gobierno varían, teniendo en cuenta las contradicciones dentro de la clase de poder y
con las clases populares que somete. Pero nunca hay que confundir las formas con el contenido.
Las primeras formas de estado serán las teocracias donde parece coincidir la clase dominante y
el estado (función de explotación y función de coacción).

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