Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿POR QUÉ LOS BIENES DE USO PUBLICO NO PUEDEN SER OBJETO DE ARRENDAMIENTO?
Las sentencias que ha expedido el Consejo de Estado en este sentido, se han fundamentado en que:
a. El contenido obligacional se ubicó en contravía de la regulación de uso legalmente definida para el respectivo
bien, casos en los cuales se encontró la violación a una norma específica de afectación del uso del bien.
b. El contrato realmente constituyó un contrato de concesión que como tal habría requerido el procedimiento de
licitación pública para su adjudicación, el cual no fue respetado en la respectiva contratación.
De acuerdo con lo anterior, la tendencia de la jurisprudencia indica que “el contrato de arrendamiento sobre el
bien de uso público que se rige por la Ley 80 de 1993, tiene objeto ilícito en la medida en que se evidencie la
violación del régimen legal del respectivo bien”.
Sin embargo, ADVIERTE EL CONSEJO DE ESTADO, “es importante observar que la jurisprudencia del
Consejo de Estado no permite construir una subregla acerca del concepto único del bien de uso público ni del
contrato de arrendamiento prohibido en razón del bien, puesto que los pronunciamientos se han
Es decir, cada acuerdo contractual tiene un marco legal diferente en lo específico y el contrato de arrendamiento
es un ejemplo típico de la diversidad en la regulación del contrato estatal dentro de un mismo tipo contractual.
Por lo anterior, y con la legislación actual, es “prácticamente imposible unificar una regla general y abstracta para
todos los contratos de arrendamiento estatal sobre bienes de la propiedad del Estado”.
Lo anterior se demuestra en algunos de los casos que la sentencia nos muestra, en los que se han estudiado casos
relacionados con el contrato de arrendamiento:
Esta colección de sentencias permite concluir que la Jurisprudencia sobre el contrato de arrendamiento de los
bienes inmuebles denominados de uso público es difusa.
La jurisprudencia del Consejo de Estado se encuentra orientada por diferentes variantes y por tanto, es necesario
que en cada caso se estudien las particularidades de cada negocio jurídico, la determinación del uso, la afectación
y destinación del bien, los aspectos concretos sobre las partes y el contenido negocial.