Mendoza, 13 de abril de 2020

A la comunidad mendocina

Ante la acuciante situación que viven muchos contadores en el marco del aislamiento
obligatorio por la pandemia de COVID-19, el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas de Mendoza tiene algo para decir:

En cuarentena, el contador debe cobrar sus honorarios, de los cuales depende

para vivir él y su familia.

El contador público nacional es imprescindible para el funcionamiento saludable de las

empresas, sean micro, pymes o grandes, como así también para otras organizaciones,
y para cualquier contribuyente que emplee sus servicios.

Es un especialista en mantener la economía de sus clientes. Y es el único profesional

habilitado por Ley para generar informes y balances que den fe de la salud económica
y financiera del negocio.

El contador siempre está listo para hacer el planeamiento tributario y para aprovechar
los beneficios que la legislación ordena. Pero además, puede trabajar de forma “on line”.
Es por ello que no ha detenido sus tareas en esta cuarentena impuesta por el Gobierno
nacional en pos de la salubridad de la población.

Sin embargo, durante este aislamiento obligatorio, muchos contadores se han visto con
problemas para hacer las presentaciones de la declaraciones juradas, ya que esta
actividad no ha sido incluida entre las excepciones.

Tampoco se han prorrogado los vencimientos de las DDJJ. La combinación de ambas

situaciones ha provocado, en muchos casos, una seria dificultad para que las empresas
transmitan a su asesor tributario (el contador) la información necesaria.

Aún en este difícil contexto, muchos contadores liquidaron los sueldos de marzo desde
sus casas, en forma remota, incluso después de marchas y contramarchas de los entes
gubernamentales ante la emergente situación.

En este marco de nuevas normas y de alta volatilidad financiera, el profesional de las

ciencias económicas se transformó así en piloto de tormentas, dedicando buena
parte de su esfuerzo a informar, a asesorar y a acompañar a clientes y empresas, a fin
de atravesar este tiempo de incertidumbre, contribuyendo a que esas organizaciones
se mantengan abiertas y se preserven los empleos.

El Consejo por su lado, no ha cesado en la ayuda a sus matriculados, a través del

asesoramiento técnico, con beneficios excepcionales y entrenamientos para el manejo
del estrés en esta situación desafiante.

Con el fin de ayudar a las empresas en el acceso a créditos especiales y facilitar la labor
de los matriculados, el CPCE Mza. ha acelerado la digitalización de sus procesos,
implementando Legalizaciones Electrónicas y generando capacitaciones en Internet.
Además, trabaja en la exención del pago de la solicitud y en el prorrateo de las cuotas
de la Caja previsional para profesionales de Cs. Económicas. Ha intercedido a favor de
los contadores ante el Gobierno provincial, pidiendo prórrogas en presentaciones
contables, en el pago de impuestos y en plan Cero Deudas. También ha promovido
acciones similares a nivel nacional, a través de FACPCE (Federación Argentina de
Consejos Profesionales de Ciencias Económicas).

Por todo esto, el CPCE Mza. le solicita a empresas y contribuyentes, los mayores
esfuerzos para proporcionar la información a sus contadores, sin poner en riesgo su
salud ni incumplir la cuarentena obligatoria.

Pero también les recuerda que el contador público nacional matriculado, debe
cobrar sus honorarios, de los cuales depende para vivir él y su familia.

No se trata de montos onerosos si se tienen en cuenta sus responsabilidades. Y existen

distintas formas de hacerlo. Él mismo puede guiar a sus clientes en esa acción, y de esa
forma, seguir cumpliendo con su tarea profesional.

Como siempre lo hace.

Evelina García Druetta

Presidenta

Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Mendoza

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