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Sartori – Partidos y sistemas de partidos

Origen etimológico

La palabra partido empezó a emplearse gradualmente en reemplazo del término derogatorio facción, aceptando la idea
de que un partido no es necesariamente una facción, que no es necesariamente algo malo y que no necesariamente
perjudica al bien común. La transición de facción a partido fue ciertamente lenta y tortuosa –tanto en el campo de las
ideas como de los hechos. Facción, que es un término mucho más antiguo, deriva del latín facere (hacer o actuar) y
factio pronto se empleó para indicar a un grupo político inclinado a perjudicar al bien común, lleva el significado de
comportamiento dañino. Partido también proviene del latín, de la palabra partire (partir/dividir); y no es en sí mismo un
término derogatorio, sino un constructo analítico. . La diferencia entre facción y partido consiste en que el termino
facción se aplica a un grupo concreto mientras que el partido constituye una participación analítica en lugar de una
identidad concreta. La facción es el grupo concreto y el partido es la agrupación abstracta. Los fines requieren medios y,
los partidos son los medios adecuados para permitir a esos hombres ejecutar sus planes comunes. Burke coloca al
partido dentro de la esfera del gobierno y lo concebía como una partición que ya no era entre súbditos y soberano, sino
entre soberanos. Burke dice que un partido es “un cuerpo unido de personas, con el objetivo de promover el interés
nacional gracias a su empresa conjunta al cobijo de un principio sobre el que están todos de acuerdo”. Por el contrario,
las facciones representan una lucha dañina e interesada por ocupar un puesto y cobrar un salario. Además, Sartori
propone tres premisas que separan a los partidos de las facciones:

1) Las facciones valoran el yo y desprecian al público. En cambio los partidos son instrumentos para lograr
beneficios colectivos. Los partidos vinculan al pueblo con el gobierno. Se suele decir que los partidos son una
necesidad, las facciones no son una necesidad, simplemente existen. Los partidos son agencias funcionales,
cumplen propósitos y roles, mientras que las facciones no lo son.
2) Un partido es una parte de un todo: partido comunica la idea de parte, esto señala el vínculo existente entre una
parte y su todo. Si bien un todo puede concebirse orgánicamente, como si no estuviera compuesto por partes
aquí nos interesan las partes que son partidos, entonces pasamos a estudiar un todo pluralista. Un partido debe
ser una parte capaz de gobernar en aras del todo. Sería incorrecto pensar en un partido como algo sin relación
con el todo. Si un partido no es capaz de gobernar en aras del todo, es decir, en vista al interés general, entonces
no es diferente de una facción.
3) Los partidos son conductos de expresión: Los partidos pertenecen a los medios de representación. Los partidos
son un instrumento para representar a un pueblo al expresar sus exigencias ante las autoridades. Esto no
significa en ningún sentido que todos los partidos siempre se expresen y representen; sino que lo que Sartori
quiere decir es que esos partidos son partes que encuentran su razón de ser esencial y su rol irremplazable en la
implementación del gobierno representativo y receptivo.

Pluralismo

Sartori distingue tres tipos de pluralismos.

El cultural: señala hacia una visión del mundo en que la creencia de la diferencia y la no semejanza, el cambio y la no
inmutabilidad, son las cosas que llevan a una vida agradable. Puede decirse que es un pluralismo filosófico o una teoría
filosófica del pluralismo.

El societal: debe distinguirse el pluralismo societal de la diferenciación societal, ya que si bien toda sociedad compleja
esta diferenciada, no implica que todas las sociedades estén diferenciadas pluralísticamente.

El político: señala hacia una diversificación del poder, es decir, hacia la existencia de una pluralidad de grupos que son
tan independientes como no inclusivos.
Ningún partido vs un solo partido

Estados de un solo partido se materializaron solo después de la Primera Guerra Mundial, hasta entonces la expresión
“sistema de un solo partido” parecía una contradicción de términos. No tenía más sentido que decir “cuadrúpedo sin
extremidades”. Según la lógica del pluralismo de partidos, si un partido no es una parte, es un pseudopartido; y si el
todo se identifica con solo un partido, entonces es un pseudotodo. La noción de ningún partido comprende dos casos
diferentes: (a) carencia de partidos y Estados pre-partidos (como Arabia Saudita, Yemen, Jordania, Afganistán, Nepal
durante los años 80), en este caso se encuentran los Estados que se han resistido o han escapado a la modernización; y
(b) Estados anti partidos, es decir, regímenes que han suprimido los partidos pre-existentes, toman una posición anti
partidos o profesan una doctrina anti partidos, estos son Estados por lo general con regímenes militares que se
relacionan a países subdesarrollados y que por lo general alegan un estado de contingencia de emergencia.

Partido único. Cuando se concibió o implantó al partido único, las democracias occidentales había alcanzado un estado
de desarrollo caracterizado por: (a) ampliación o universalización del sufragio; y (b) la emergencia de sistemas de
partidos estructurados que pivotaban alrededor de los partidos de masas. Las dos causas están estrechamente
relacionadas, ya que los partidos adquieren fuerza organizacional y consolidación en respuesta a la extensión del
sufragio. Con el sufragio universal, entonces, el sistema de partidos adquiere una nueva propiedad. En tanto y en cuanto
la sociedad politizada permanezca conformada por una elite relativamente pequeña, el sistema de partidos se puede
mantener en un estado de flujo. Pero cuando la gran masa social se politiza, las reglas de tránsito que conectan a la
sociedad con el estado, y viceversa, se establecen de acuerdo a la forma en la que se estructura el sistema de partidos.
En este punto, los partidos se transforman en agencias de canalización y el sistema de partidos se transforma en el
sistema de canalización política de la sociedad. Los Estados de partido único se materializan ya que una solución sin
partidos dejaría a la sociedad desconectada, fuera de control y ningún régimen moderno puede permitirse, a la larga,
sentar sus bases en una solución insegura e improductiva. La sociedad moderna no puede perder los canales de
comunicación. Los Estados de partido único necesitan una sociedad penetrantemente politizada mucho más que los
Estados con sistemas pluralistas.

Variables

Las variables que se deben considerar a la hora de caracterizar los diversos sistemas de partidos son:

 A) El número efectivo de partidos que conforman el sistema


 B) El grado de polarización ideológica existente en el mismo
 C) El grado de institucionalización

A la configuración y relaciones entre los partidos importantes de un sistema político determinado se le suele denominar
“sistema de partidos”. Se suele considerar parte del enfoque institucional. Para conocer un sistema de partidos es
necesario determinar qué partidos forman parte del mismo. Como señala Sartori (1980), es necesario “aprender de
nuevo a contar”. Es decir, no todos los partidos que existen en un país son importantes desde el punto de vista de su
influencia política. Muchos de ellos no llegan a sobrevivir más que un corto período de tiempo, sin alcanzar jamás
representación política. Otros muchos consiguen representación política en unos niveles territoriales, pero no en otros,
de modo que pueden tener influencia en algunos municipios, pero no en el país en su conjunto. Finalmente, incluso
algunos de los que están representados en el Parlamento pueden no tener una gran influencia sobre el proceso político.
Para determinar cuáles son los partidos relevantes de un sistema de partidos, dice Sartori, habrá que considerar
únicamente los partidos cuya representación política cumple cualquiera de los siguientes criterios:
1) Posibilidad de formar gobierno
2) Capacidad de chantaje
3) Capacidad de coalición

Tipología de sistemas de partidos


1. Sistema de partido único: en el partido único no hay competencia por antonomasia, se veta el pluralismo. El
partidismo es totalitario y altamente ideológico. El pragmatismo no es competitivo. Al no haber diferencias ideológicas
se destruyen las autonomías. Un partidismo totalitario se maneja por ideología. Desaparece la división entre lo público y
lo privado. El autoritarismo no necesariamente se basa en estos aparatos ni posee un gran apoyo popular. Característico
de los totalitarismos (la profesora hizo un repaso de las características del totalitarismo: partido único, fuertemente
ideológico, estado policíaco, no permite organizaciones por fuera del estado, etc.). Los tipos de partido único pueden
ser: totalitario (mayor nivel de ideología, la cual es muy marcada. Necesita un partido para movilizar a las masas. Emplea
medio nos tradicionales de coacción como el terrorismo de Estado), autoritario (ideología menos fuerte que el
totalitario, pero con una fuerte exclusión ideológica. Solo los grupos políticos tienen independencia), pragmático (poca
ideología, coacción más baja, se toleran ciertos subgrupos, se permiten ciertas autonomías. Autoritarismo de baja
intensidad).

2. Sistema de partido hegemónico: admiten la existencia de otros partidos pero sólo como “satélites” o partidos
subordinados al partido principal. En este caso no existe la competencia, gobierna uno solo. Es un tipo de sistema
unipolar. El partido gobernante posee los medios represivos. Simulan una lógica de mercado de partidos para ganar
legitimidad y para alcanzar una salida psicológica.

3. Sistema de partido predominante:  es aquel donde existe un partido que gobierna solo gracias a que obtiene la
mayoría absoluta de los escaños durante varios períodos consecutivos; aunque la única razón para ello yace en que
vence de modo legítimo cada vez, puesto que las elecciones son competitivas (pero no existe competitividad). No existe
alternancia en el poder (en la práctica), sin embargo, un sistema de partido predominante podría dejar de serlo en
cualquier momento (es un sistema subcompetitivo). La estructura de poder aquí es de concentración unimodal. En los
sistemas de partido predominante, un partido es fuerte en el gobierno pero solo en la medida que el partido se vea
apoyado por la mayoría de votos. Puede haber más partidos pero sin grandes efectos. Sartori da un número operatorio,
aunque arbitrario: cuando un partido gana 3 mayorías absolutas consecutivas.

4. Bipartidismo: en el bipartidismo hay una alternancia de poder en donde: (a) dos partidos se hallan en condiciones de
competir por la mayoría absoluta de los escaños; (b) uno de los dos logra efectivamente esa mayoría parlamentaria; (c)
quien gana está dispuesto a gobernar solo; (d) existen expectativas de alternancia en el poder para que sea estable
porque la minoría es una parte importante de la sociedad; (d) El tipo de competencia es centrípeta y las posiciones
políticas se encuentran moderadas. Al igual que Duverger, Sartori considera que el bipartidismo no plantea mayores
problemas, ya que se trata de una “configuración transparente”. Se caracteriza porque los dos principales partidos
tienen posibilidad de formar gobierno y se alternan en el poder. Si gobernase uno, sería un sistema de partido
predominante (o hegemónico, si estuviese limitada a competitividad). Los candidatos se moderan y buscan el centro
(EEUU, Inglaterra en donde no se distinguen por cuestiones de fondo, sino por leves matices como cuestiones
económicas superficiales. La sociedad es homogénea.

5. Sistema de pluralismo limitado/moderado: no hay polarización o no es tan grande, pero sí hay fragmentación. Es una
configuración similar al bipartidismo donde preponderan las tendencias centrípetas, existen posibilidades de
alternancia, el estilo de política es responsable al tiempo que las posiciones políticas que están en los extremos no son
relevantes. La diferencia con los bipartidismos es que existe más de un clivaje o línea de división social. Se trata de una
estructura de poder con poca fragmentación o segmentación despolarizada. Se dan escasas características
desestabilizadoras del sistema de partidos: hay una distancia ideológica relativamente pequeña entre los partidos
importantes, una configuración de coalición bipolar (segmentación no-polarizada) y una competencia centrípeta. Se
pueden formar gobiernos de coalición (Irlanda, Suiza, Alemania, Dinamarca). Los partidos se orientan al gobierno, es
decir, no hay partidos antisistema, no hay superoferta, no habrá una oposición irresponsable. Se da en democracias
consociativas: existen mecanismos de ingeniería electoral que requiere la formación de coaliciones, es decir, ningún
partido puede por sí solo obtener la mayoría absoluta.

6. Sistema de pluralismo extremo: suele haber un partido de centro que favorece las dinámicas centrífugas. Presencia
de partidos antisistema importantes en ambos extremos ideológicos. Existencia de oposiciones bilaterales, dos
oposiciones irresponsables contrarias, excluyentes e incompatibles que dificultan el surgimiento de coaliciones de
gobierno alternativas. Los sistemas de pluralismo polarizado se caracterizan por la ubicación central de un partido que
está ocupado en relaciones triangulares con los extremos. Suelen tener un partido de centro que favorece las dinámicas
centrífugas. Un sistema político que tiene oposición antisistema bilaterales, desalienta la competencia, lleva a un
sistema polarizado a consensos escasos y acciones del sistema de baja legitimidad. Creciente distancia ideológica entre
los partidos situados en los extremos ideológicos del sistema. Probable prevalencia de impulsos centrífugos sobre los
centrípetos, pues las tensiones centrifugas parecen contrarrestar con éxito toda inversión decisiva de las tendencias.
Estructura ideológica congénita, como un conglomerado de partidos en desacuerdo acerca de los principios políticos,
una forma de “mentis” pues una comunidad política es ideológica porque la sociedad esta ideologizada. Suele haber una
política de superoferta, es decir, de promesas excesivas. Oposiciones irresponsables, el partido de centro no está
destinado a la alternancia gubernamental, si acaso una alternancia periférica con distintas composiciones en el centro,
entonces la oposición al no gobernar no requiere de responder a sus promesas, es oposición irresponsable. Dificultan el
surgimiento de coaliciones de gobierno alternativas.

7. Sistema de partidos atomizados: entra en la clasificación como una clase residual para indicar el punto en el cual no
se necesita un conteo preciso, es decir, el umbral más allá del cual el número de partidos –ya sea diez, veinte o más– no
hace mucho la diferencia. Los sistemas de partidos atomizados pueden definirse en la misma forma que la competencia
atomizada en la ciencia económica, es decir, “la situación en la que ninguna otra empresa tiene un efecto perceptible en
ninguna otra empresa”. Esto indica también que el criterio numérico se aplica solamente a los sistemas de partidos que
han entrado en una etapa de consolidación estructural. No hay predominio ni hegemonía y hay tendencia a la anarquía.
Así todos los partidos son relativamente pequeños de alto contenido ideológico.

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