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Protección de los derechos humanos en el ámbito interno

En Venezuela, ante una violación de derechos humanos, el afectado puede acudir,


utilizando los mecanismos adecuados, ante instituciones del estado que tienen el deber de
protegerlo. De esta manera la denuncia, la acción de amparo (entre ellas el habeas corpus y
habeas data) y el recurso de inconstitucionalidad son herramientas que tiene a la mano
cualquier persona que sea víctima de una violación de sus derechos fundamentales. El
estado venezolano, por su parte, cuenta con instancias como el Tribunal Supremo de
Justicia, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y los Juzgados Nacionales donde
puede hacerse uso de estos mecanismos.

De igual manera, la población venezolana se encuentra protegida por los pactos, tratados y
convenios internacionales que en materia de Derechos Humanos haya suscrito el estado, los
cuales, según mandato expreso de la Constitución de 1999, tienen jerarquía constitucional y
prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y
ejercicio más favorables a las establecidas en la propia Carta Magna. Asimismo, el derecho
a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho
a la información y los demás derechos humanos intangibles conservan su vigencia aún en
los casos de restricción de garantías constitucionales, según lo establece la Constitución
Venezolana.

El tema de los derechos humanos es muy importante. La atención continua y permanente


sobre la necesidad de que los mismos se respeten, ha sido uno de los mayores avances que
se ha logrado en las ultimas décadas dentro del conjunto de las naciones. Los Derechos
Humanos no es solo un tema de los estados, sino que esta en el corazón mismo del sistema
internacional. No es casual que el preámbulo del texto que da origen a las Naciones Unidas
se refiera a los derechos humanos como una de las vocaciones principales de la
organización al «reafirmar la Fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad
y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las
naciones grandes y pequeñas».

Venezuela ha hecho siempre un esfuerzo para destacarse como nación del mundo
consciente de la importancia que tiene para una sociedad abierta como la nuestra respetar
los derechos humanos, los de sus ciudadanos y que el mundo se perfile cada vez mas hacia
conductas dignas en esa materia. Para Venezuela, la promoción y defensa de los Derechos
Humanos forma parte fundamental de su política exterior.
TITULO III

De los Deberes, Derechos Humanos y Garantías


Capítulo I Disposiciones Generales
Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de
progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía
son obligatorios para los órganos del Poder Público de conformidad con la
Constitución, los tratos sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la
República y las leyes que los desarrollen.
Este artículo está determinado a garantizar el goce y el ejercicio de los derechos humanos, y
establece que el respeto y la garantía de los mismos, es obligatorio para todos los órganos del
Poder Público, conforme a lo establecido en la constitución, tratos suscritos y ratificados por la
República y las leyes que se desarrollen en el futuro, para esos fines.
Artículo 20. Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de
su personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las
demás y del orden público y social.
Este artículo defiende el derecho que tiene toda persona a desarrollar libremente su
personalidad, sin más limitaciones que las que tienen por finalidad garantizar el derecho de los
demás ciudadanos, y del orden público y social.
Artículo 21. Todas las personas son iguales ante la ley, y en consecuencia:
 No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la
condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado
anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de
igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.
 La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la
igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de
personas o grupos que puedan ser discriminados, marginados o vulnerables;
protegerá especialmente a aquellas personas que por alguna de las condiciones
antes especificadas, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y
sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.
 Sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana; salvo las fórmulas
diplomáticas.
 No se reconocen títulos nobiliarios ni distinciones hereditarias.
  Esta ley tiene como fin fundamental, garantizar la igualdad entre todos los ciudadanos de la
Nación; evitando la discriminación racial, o de algunos otros aspectos tales como, sexo, credo, o
condición social.
También establece que la ley, se encargara de hacer efectiva la defensa de la igualdad,
adoptando medidas a favor de personas o grupos que puedan ser discriminados, y además
sancionará los abusos o maltratos cometidos en contra de ellos.
Establece también que se le dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana, de acuerdo a las
fórmulas diplomáticas, y además establece que no se concederán títulos nobiliarios ni
distinciones hereditarias.
Artículo 22. La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta
Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos no
debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona, no
figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no
menoscaba el ejercicio de los mismos.
Esta ley, garantiza, que todos los derechos humanos serán garantizados, aun cuando no estén
citados textualmente en la ley, ya que el hecho de que no estén referidos en la ley, no anula su
garantía.
Artículo 23. Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos,
suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y
prevalecen en el orden interno, en la media en que contengan normas sobre su
goce y ejercicio más favorable a las establecidas por esta Constitución y la ley de la
República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás
órganos del Poder Público.
Este artículo confiere una significación especial a los tratados, pactos, y convenios suscritos y
ratificados por Venezuela, en materia de Derechos humanos, y les otorga validación de
jerarquía constitucional, y prevalencia en el ordenamiento interno, cuando contenga normas
referentes a su goce y ejercicio, que sean más favorables en comparación a las referidas en la
Constitución, y estas deberán ser aplicadas inmediata y directamente por los tribunales y
demás órganos del Poder Público.
Artículo 24. Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto
cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el
momento mismo de entrada en vigencia aun en los procesos que se hallaren en
curso; pero en los procesos penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en
cuanto beneficien al reo o rea, conforme a la ley vigente para la fecha en que se
promovieron.
Cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o rea.
Esta ley está orientada a garantizar un trato digno a los reos, referidas a las entradas en
vigencia de las leyes de procedimiento aun en los procesos que se hallen en curso, y durante los
procesos penales, las pruebas ya evacuadas, se estimaran en cuanto sean de beneficios para el
reo. Además, establece que ninguna ley, tendrá efecto retroactivo, sobre otra, a menos que sean
para imponer menor pena.
Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o
menoscabe los deberes garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los
funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren
en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirva
de excusa órdenes superiores.
Este artículo establece sanciones a los funcionarios públicos, que mediante un acto dictado
violen o menoscaben los deberes garantizados por la Constitución y la ley, incurriendo en
responsabilidad penal, civil y administrativa, sin que sirva de excusa el que haya
sido producto de ejecutar acciones mediante órdenes superiores.
Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los
colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la
decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.
Este artículo le garantiza a todo ciudadano que pueda acceder a los órganos de administración
de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, y a obtener con prontitud la decisión
correspondiente.
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el
goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos
inherentes a la persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en
los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
El procedimiento de la acción de amparo constitucional será oral, público, breve,
gratuito y no sujeto a formalidad, y la autoridad judicial competente tendrá
potestad para restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida o la
situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo será hábil y el tribunal lo
tramitará con preferencia a cualquier otro asunto.
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta por cualquier
persona, y el detenido o detenida será puesto bajo la custodia del tribunal de
manera inmediata, sin dilación alguna
El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la
declaración del estado de excepción o de la restricción de garantías
constitucionales.
Este artículo defiende los derechos a todo ciudadano, de poder ser amparado ante los
tribunales, en el goce de sus derechos y garantías constitucionales. También refiere que el
amparo constitucional deberá ser oral público, breve, gratuito y no estar sujeto a formalidad.
Además, establece que la acción de amparo podrá ser interpuesta por cualquier persona, y el
detenido será puesto bajo la custodia del tribunal de manera inmediata. Establece también que
el ejercicio de este derecho no puede ser afectado en ninguna manera, por la declaración del
estado de excepción o restricción de garantías constitucionales.
Artículo 28. Toda persona tiene derecho de acceder a la información y a
los datos que sobre si misma o sobre bienes consten en registros oficiales o
privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso
que se haga de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal competente
la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuese erróneos o
afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder
a documentos de cualquier naturaleza que contengan información
cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas. Queda
a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones
que determine la ley.
Este artículo le otorga el derecho a todo ciudadano, de acceder a la información y datos que
sobre sí mismo o sobre bienes conste en registros oficiales o privados, conocer el uso que se
haga de los mismos, su finalidad; y además podrá solicitar ante el tribunal competente la
actualización, rectificación, y destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen
ilegalmente sus derechos. Sin embargo, regula algunas excepciones.
Artículo 29. El Estado estará obligado a investigar y sancionar legalmente
los delitos contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades.
Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a
los derechos humanos y los crímenes de guerra son imprescriptibles. Las
violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa humanidad serán
investigados y juzgados por los tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan
excluidos de los beneficios que puedan conllevar su impunidad, incluidos el
indulto y la amnistía.
Este artículo, obliga al Estado a investigar y sancionar legalmente los delitos contra los
derechos humanos, cometidos por sus autoridades. Declara como imprescriptibles las acciones
para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a derechos humanos y
crímenes de guerra. Estos delitos deberán ser investigados y juzgados por los tribunales
ordinarios, y quedar incluidos de los beneficios que puedan conllevar a su impunidad, indulto o
amnistía.
Artículo 30. El Estado tendrá la obligación de indemnizar integralmente a las
víctimas de violaciones a los derechos humanos que le sean imputables, y a sus
derechohabientes, incluido el pago de daños y perjuicios.
El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra naturaleza, para hacer
efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo.
El Estado protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los
culpables reparen los daños causados.
Este artículo establece la obligación que deberá tener el estado de indemnizar integralmente a
las víctimas de violaciones a sus derechos humanos, incluso el pago de daños y perjuicios.
Igualmente, protegerá a las víctimas de delitos comunes, y procurará que los culpables reparen
los daños por ellos causados.
Artículo 31. Toda persona tiene derecho, en los términos establecidos por los
tratados, pactos y convenciones sobre derechos humanos ratificados por la
República, a dirigir peticiones o quejas ante los órganos internacionales creados
para tales fines, con el objeto de solicitar el amparo a sus derechos humanos.
El Estado adoptará, conforme a procedimientos establecidos en esta Constitución
y la ley, las medidas que sean necesarias para dar cumplimiento a las decisiones
emanadas de los órganos internacionales previstos en este artículo.
 Este artículo, le garantiza el derecho a todo ciudadano de la República a dirigir peticiones o
quejas ante los órganos internacionales, creados para tal fin, con el objeto de solicitar amparo a
sus derechos. Según este artículo, El Estado, adoptará las medidas que sean necesarias para dar
cumplimiento a las decisiones emanadas de los órganos internacionales previstos en la este
artículo.

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