Los números ayudan a medir, cuantificar ,diferenciar y relacionar cantidades ,es el centro de cada acción realizada día a día en nuestra vida como por ejemplo para comprar ,para saber cuántos años tenemos ,cuanto gastamos en el mes o hacer una operación matemática básica como Cuanto es 2+8 =10 es así como el hombre desde su inicio en la matemática utilizaba recursos como contar con piedras, palos o como lo hacen Los niños mayores quienes utilizan sus dedos para realizar operaciones matemáticas como sumar o restar para poder así realizar una operación. Nadie nace con la capacidad innata para reconocer los números, el uso del número es un invento al que nuestras neuronas se han tenido que adaptar, pero esto no quiere decir que el ser humano no posee un sentido numérico, denominado por Tobias Dantzing (citado por Padrón, 2002) a la capacidad que le permite reconocer que algo ha cambiado, cuando eliminan o integran un objeto a un conjunto de cosas. Stanislas Dehaene (citado por Padrón, 2002) un matemático convertido en neuropsicólogo sustenta que ciertas facultades numéricas se encuentran genéticamente impresas en nuestro cerebro , como nuestra facultad para distinguir colores, son el resultado de un proceso evolutivo de adaptación por selección natural. Nuestro cerebro utiliza al menos dos formatos para representar los números. Un formato simbólico, sustentado en nuestras facultades de lenguaje, para la manipulación exacta de signos y algoritmos numéricos; y un tipo de representación independiente del lenguaje, localizado en los circuitos del cerebro asociados con lo visual y espacial, que es usado para el cálculo aproximado de cantidades numéricas. Nuestras habilidades en las matemáticas serian el resultado de una integración dinámica de estos dos tipos de representación. Dehaene (citado por Padrón, 2002) distingue los siguientes estadios en el desarrollo del sentido numérico del niño: 1. Los recién nacidos rápidamente distinguen dos objetos de tres y quizás tres de cuatro, mientras que sus oídos notan la diferencia entre dos y tres sonidos. 2. Los bebes de al menos seis meses de edad son capaces de reconocer números pequeños de objetos o sonidos y combinarlos en operaciones elementales de sumas y restas. 3. A los quince meses los bebes empiezan a seleccionar espontáneamente el mayor entre dos conjuntos de juguetes, mostrando los primeros rudimentos de comparación numérica. Estos son solamente los primeros pasos en la construcción de un “´órgano cerebral”, ubicado en el lóbulo parietal inferior de nuestro cerebro, que Dehaene llama “acumulador numérico”. Butterworth (citado por Radford, 2009) en su libro The mathematical brain, menciona el caso de un paciente italiano quien a raíz de un ataque cardiaco comenzó a tener dificultades para efectuar cálculos aritméticos simples, el ataque cardiaco trajo como consecuencia que le afectara el lóbulo parietal izquierdo, el cual se conoce que está relacionado con los cálculos numéricos, también se relaciona con la somestesia (visual, táctil y auditiva) la atención, la comprensión del lenguaje y la parte espacial. Cuando el paciente presenta discalculia , la región que se encuentra con una lesión es el lóbulo parietal izquierdo, la discalculia es el caso en que las personas no puede reconocer los dígitos y signos aritméticos y muestra dificultades para efectuar cálculos elementales, tienen dificultades para distinguir el número más grande entre dos números escritos de manera simbólica; por ejemplo, 24 y 28. También presentan dificultades en orientación en el espacio, control de sus propias acciones y representación de su cuerpo (especialmente los dedos), estos tres dominios están relacionados con la discalculia, pues se observa que cuando un niño comienza a contar, toca o indica con sus dedos los objetos contados, las acciones suponen una orientación en el espacio, cuando el niño pierde la cuenta es a causa de la falta de orientación espacial, entre lo que ya ha sido tocado o indicado con los dedos o un gesto y lo que falta por contar. Pacientes que presentan deficiencias en actividades cognitivas, pero siguen funcionando adecuadamente en actividades numéricas, parecen tener el lóbulo parietal izquierdo sano, esto muestra el papel innegable que desempeña el lóbulo parietal izquierdo en la aritmética, sin embargo, ciertas tareas, como la comparación y la aproximación de números, pueden ser efectuadas por el hemisferio derecho. En el caso de que no exista ninguna lesión o alteración es muy probable que, durante la resolución de problemas aritméticos, los hemisferios cerebrales interactúen al enviarse información mutuamente, y que el concepto de número en sus varias dimensiones (cuantitativa, cualitativa, perceptual, simbólica) resulte de esas interacciones. Para Bravo la teoría del localizacionismo cerebral dice que la actividad matemática se presenta en los lóbulos parietal y frontal que son las partes del cerebro asociadas con el conteo donde la región inferior de parietal controla el pensamiento matemático y la capacidad cognitiva visual-espacial.
Científicos de medicina de la Universidad de Stanford han encontrado que parte
del cerebro se ocupa de visualizar los números escritos en cifras (4, 25, 46), se trata de una zona de la corteza, el giro temporal inferior, una región superficial de la corteza externa en el cerebro, que mide sólo 0,5 centímetros de ancho, esa misma zona no reacciona cuando lo que se ve es un número escrito con letras (“veintiocho"), ni cuando el número está escrito en un sistema desconocido para el observador.
El cerebro su organización y función
El cerebro en el órgano que permite sentir, pensar y actuar. Permite realizar acciones tanto consientes como no consientes para responder a las necesidades de cada ser humano y al mundo que lo rodea, que siempre se encuentra en continuo cambio. El cerebro está dividido en dos mitades o hemisferios, cada uno de ellos conformado por lóbulos cerebrales, delimitados por grandes surcos, cada lóbulo cumple una función diferente. El lóbulo frontal está encargado de decidir la conducta motora apropiada en cada caso, también se encarga de tareas como planificación de la conducta, el control de nuestras emociones, el razonamiento y juicio, lo que se conoce como funciones ejecutivas. El lóbulo parietal está involucrado con ubicación espacial y se le atribuye también funciones sensitivas, tanto interoceptiva (internas del cuerpo) y exteroceptiva (del exterior). El lóbulo occipital se encarga de la visión, el lóbulo temporal se encarga del procesamiento auditivo, en él se encuentran importantes estructuras como el hipocampo (relacionado con la memoria) y el sistema límbico (sistema emotivo inconsciente). Pero los dos hemisferios cerebrales no hacen lo mismo, se especializan con el manejo de diferentes tipos de información a esto se le nombra asimetría cerebral, hay diferentes tipos de asimetría anatómica (forma) y bioquímica (neurotransmisores), tienen diferente forma el hemisferio izquierdo es ligeramente mayor que el derecho en los humanos, cada hemisferio participa de forma diferente en la organización de distintas funciones cognoscitivas. El hemisferio izquierdo maneja el lado derecho del cuerpo y el hemisferio derecho maneja el lado izquierdo del cuerpo esto quiere decir que maneja información contralateral. Para el lenguaje el hemisferio que contribuye en su producción y comprensión es el hemisferio izquierda, destacando las siguientes áreas: la porción inferior del lóbulo frontal (área de Broca), la región del lóbulo temporal lateral y superior (área de Wernicke). La mayor parte de la población es diestra, lo que significa que su mano más hábil es la derecha, y el hemisferio encargado de esta en el izquierdo que también domina la mayoría de aspectos del lenguaje. Se dice que los zurdos, manejan el hemisferio izquierdo y derecho más que una persona diestra. El hemisferio izquierdo es más apto para el lenguaje, las matemáticas, las operaciones lógicas y el proceso de secuencias seriadas de información. También existe una tendencia hacia las actividades motoras y el proceso de detalles visuales. El hemisferio derecho es más fuerte en el reconocimiento de patrones de caras, de relaciones espaciales, la ideación no verbal, el estrés y los componentes emocionales del lenguaje, así como el proceso en paralelo de muchos tipos de información, también se relaciona con la gestalf, especializado en la percepción figura-fondo, mientras que el izquierdo es mejor en la percepción focalizada. El hemisferio derecho también se involucra con la percepción musical, un compositor que tuvo un derrame cerebral en el hemisferio izquierdo, quedo incapacitado para el habla, pero no le afecto en nada la composición musical. Se conoce que el hemisferio derecho procesa la información de forma global, holística, más extensa, mientras que el izquierdo lo hace de una forma local, más detallada. En conclusión el hemisferio izquierdo en lo que más se especializa es en el lenguaje verbal, símbolos, letras, en las matemáticas (cantidades numéricas, análisis, comprender, generar y examinar detalles, el hemisferio derecho en lo que más se especializa es en el lenguaje no verbal, la parte emocional, colores, la gestalf, habilidades espaciales, reconocimiento de rostros conocidos, identificación de dirección de líneas, manejo de reconocimiento del tiempo, formas no asociadas al lenguaje verbal y sonidos onomatopéyicos ( sonidos de la naturaleza). Pero el cerebro pese a dividirse el trabajo entre lóbulos y hemisferios, funciona como una unidad, como un complejo funcional, logrando en tiempo real una respuesta coordinada y precisa.