Después de consultar la bibliografía señalada y otras fuentes
de Al terminar de consultar la bibliografía señalada (Libro básico: Terapia de Juego de O’Connor y Scheffer) y otras fuentes de interés científico para la temática objeto de estudio, se sugiere que realices las siguientes actividades: 1. Responde la siguiente guía de preguntas:
¿Cuáles poderes terapéuticos tiene el juego según
la terapia de juego familiar?
Es posible que el principal poder terapéutico del juego descrito en la
literatura sea su poder de comunicación. En el juego los niños pueden expresar mejor sus pensamientos y sentimientos conscientes que solamente con palabras; se sienten naturalmente cómodos con la expresión a través de actividades de juego con materiales concretos.
¿Cuál es el papel del terapeuta en este tipo de terapia
de juego?
Mediante el juego acompañado y observado el terapeuta establece
una relación de confianza con el niño, analiza sus actos y reacciones y le ayuda a comprender sus vivencias, proporcionándole nuevas herramientas para relacionarse con él mismo y su entorno
¿Qué tipos de problemáticas puede atender la TJ
familiar?
Los problemas frecuentes en una familia son: peleas entre
hermanos, problemas de adolescente, diferencia de opiniones y desacuerdos en la pareja, pérdida de la tranquilidad debido a conflictos entre padres, problemas de educación, problemas financieros, pérdida de trabajo, divorcio, adicción enfermedad mental o física.
Lista algunos juegos/juguetes/actividades que puedan
realizarse en una sesión de TJ familiar. Saltar a la cuerda o comba. Individualmente o en grupo, al balanceo o en alto… Yo cada vez que entro con el coche en una rotonda pienso en el turno de entrar a la comba Jugar al escondite. Para jugar en casa o en la calle… Peonza. Aunque a mí nunca se me dio bien!, tendré que seguir practicando! Rayuela.
2. Realiza un diario de doble entrada respecto a la terapia de
juego fenomenológica considerando:
Constructos, metas y técnicas básicas de la terapia
fenomenológica
El constructo principal de este modelo terapéutico sebosa en la dinámica
interna del proceso de relación y descubrimiento que hace el niño quién en un proceso de maduración busca la transformación. La premisa principal es que el pequeño puede crecer y curarse cuando se le proporciona un clima que genere crecimiento. Los constructos fundamentales son: la persona, el campo fenomenológico y el Sí mismo. La persona constituye todo lo que es el niño: autopercepciones, pensamientos, sentimientos y conductas. El campo fenomenológico lo componen todas las experiencias del niño: percepciones, pensamientos, sentimientos y comportamientos. Por último, el Si mismo sería el auto concepto del niño. La formación del concepto del niño estará ligado fuertemente cola forma de reaccionar de este frente a su campo fenomenológico que se desarrolla apartide las interacciones del menor con los demás y la consecuencia de cómo los demás perciban la actividad del niño.
Rol de los padres de la terapia fenomenológica
El problema central es la transferencia en la dinámica niño-padres-analista y
tiene varias vertientes. La posible interferencia ejercida por la relación de los padres con el analista en la alianza terapéutica con el niño (Green, 2003);la transferencia por parte de los padres al analista de representaciones propias que pueden complejizar el trabajo hasta el punto de no hacerlo viable (Guillaume, 2003); también la interferencia derivada del difícil manejo de la contratransferencia del terapeuta al trabajar simultáneamente con ambos pudiéndosecontraidentificar con el niño, responsabilizando a los padres de los problemas y rivalizando con ellos, suscitando entonces las resistencias de éstos. Por último, la consideración de que la relación con el analista es una reproducción transferencial de otros vínculos por parte del niño está desmentida por las evidencias clínicas que muestran que no todo se reproduce en el vínculo terapéutico, ya que la relación con el terapeuta es una relación también nueva y diferente que se enmarca en una visión relacional del desarrollo
Aplicaciones clínicas de la terapia fenomenológica.
Una persona llega a mi consulta referida por un colega. Es un nuevo
consultante, un nuevo paciente. Lo que trae como su “motivo de consulta” me resulta conocido. Casi tengo ya una buena hipótesis, basada en una gran cantidad de procesos terapéuticos, muchos de ellos satisfactorios. El momento es una suerte de invitación a completar su experiencia con lo que yo ya sé. Me entran unas tremendas ganas de sacar el manual para el tratamiento de las obsesiones que guardo en la biblioteca y encaminar la terapia desde donde creo y hacia donde creo debe ir. Siento también ganas de explicarle al otro lo que le acontece. Todo esto me hace sentir una cómoda seguridad.