DEL ESTRUCTURALISMO AL FORMALISMO

Control de lectura

Daniela Fuentes Chab

La postura estructuralista tiende a ver a la obra como un universo cerrado, dejando fuera el

contexto; deja fuera al receptor y se centra en la decodificación (limitada) que el autor ha

dejado. En el formalismo, teóricos como Tinianov dan una apertura mayor a la obra,

considerando otros elementos dentro del proceso de la interpretación, estos son los

fenómenos sociales y lo literario desde una perspectiva histórica.

En el Círculo de Praga destaca Mukarovskij, quien afirma que en la recepción intervienen,

no solo el autor con su respectiva sociedad, sino también el receptor con la suya desde una

postura crítica individual. Desde esta perspectiva, la recepción se vuelve un proceso de

doble vía. De manera que Mukarovskij sitúa al “lector variable” en una “trama temporal”

que lo condiciona.

Por otro lado, en la perspectiva histórica que ofrece R. Ingarden, la semiótica juega un

papel más importante, puesto que destaca la intencionalidad del arte y el papel crucial del

receptor en completar los valores que el arte postula. Esto es, un proceso de interpretación

“ideal y abstracto”.

El trinomio lenguaje-cultura-sociedad se encuentra en constante intercambio, aportando

nuevos elementos semióticos que a su vez participan dentro y fuera de toda obra literaria.

Para ambos teóricos, el receptor juega un papel activo dentro de la interpretación, pero ¿qué

funciones posee?, y ¿de qué manera interviene lo histórico?