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ROMANOS 8
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
a. Ahora, pues, ninguna condenación hay: La simple declaración
de ninguna condenación viene a aquellos que están en Cristo Jesús. Ya
que el Padre no condena a Jesús, tampoco Él condenará a aquellos que
están en Él. Ellos no están para ser condenados, y ellos no pueden ser
condenados.
i. El Ahora, pues de Pablo es importante. Dice que lo que él habla viene de un
argumento lógico. Es como si Pablo comenzara, “Puedo probar lo que digo
aquí.” Esto es lo que él prueba: si somos uno en Jesús y Él es nuestra cabeza,
nosotros no podemos ser condenados. No puedes absolver a la cabeza y
condenar la mano. No puedes ahogar al pie mientras la cabeza permanezca
fuera del agua. Únete a Él, y escuchamos el veredicto: “ninguna
condenación.”
ii. En Cristo: “Esta frase trata sobre que hay una unión mística y espiritual
entre Cristo y los creyentes. Esto es expresado algunas veces como Cristo
estando en ellos … y aquí al estar ellos en Cristo. Cristo esta en los creyentes
por Su Espíritu, y los creyentes están en Cristo por fe.” (Poole)
iii. El veredicto no es “menos condenación.” Ese es el lugar en donde muchos
de nosotros estamos – pensamos que nuestra posición a mejorado en Jesús.
No ha mejorado, ha sido transformada completamente, cambiada a ninguna
condenación.
iv. Quizás debiéramos de considerar el otro lado de la moneda: Si no estás en
Cristo Jesús, entonces para ti hay condenación. “No es una tarea placentera
que debamos hablar de este asunto; ¿pero quiénes somos nosotros para pedir
tareas placenteras? Lo que Dios ha atestiguado en la Escritura es la suma y
substancia de lo que los siervos del Señor deben de testificar a las personas. Si
no estás en Cristo Jesús, y estás caminando en pos de la carne, no has
escapado de la condenación.” (Spurgeon)
b. Ninguna condenación: Este lugar de confianza y paz vienen después de la
confusión y conflicto marcados en Romanos 7. Ahora Pablo ver a Jesús y el
encuentra su permanencia en Él. Pero este capítulo es mucho más que la
respuesta de Romanos 7; une pensamientos desde el comienzo de este libro.
i. Romanos 8 comienza con ninguna condenación; termina con ninguna
separación, y en medio no hay derrota.
c. Los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu: Estas
palabras no se encuentran en los manuscritos primitivos del Libro de los
Romanos y estas no están de acuerdo con el flujo del contexto de Pablo.
Quizás fueron añadidas por un escribiente el cual lo colocó por error o quizás
pensó que él podría “ayudar” a Pablo al traer estas palabras de Romanos 8:4.
i. Ya que es cierto que aquellos que están en Cristono deberían y
no andarían consistentemente, conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu, y esta no es una condición para su estatus de ninguna
condenación. Su posición en Jesús es la razón de su posición de ninguna
condenación.
ii. “Los hombres más eruditos nos aseguran que no es parte del texto original.
Ahora yo no puedo adentrarme en las razones de esta conclusión, pero son
razones muy buenas y sólidas. Las copias más antiguas no la contienen, las
versiones no la sostienen, y los padres que citaron abundantemente la
Escritura no citan esta oración.” (Spurgeon)
d. Nosotros recibimos esta gloriosa declaración desde la corte de Dios:
“ninguna condenación.” No la recibimos debido a que no merezcamos la
condenación. La recibimos porque Jesús llevó la condenación que
merecíamos, y nuestra identidad ahora se encuentra en Él. Ya que Él no es
condenado otra vez, tampoco nosotros.
2. (Romanos 8:2-4) El contraste entre la vida en el Espíritu y la vida en la
carne.
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la
carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto
los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la
carne no pueden agradar a Dios.
a. Piensan en las cosas de la carne: Pablo nos da una manera fácil de saber
si caminamos en el Espíritu o caminamos en la carne – el ver simplemente en
que cosas piensan nuestras mentes. La mente es el campo de batalla
estratégico en donde la carne y el Espíritu pelean.
i. No debemos de pensar que aquellos que piensan en las cosas de la
carne sean pecadores notorios. Podrían ser personas nobles las cuales tienen
buenas intenciones. Pedro tenía una buena intención al decirle a Jesús que
evitara la cruz. Jesús le respondió a Pedro con estas palabras fuertes: no
pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. (Matthew
16:23)
b. Porque el ocuparse de la carne es muerte: Cuando nuestras mentes están
puestas (piensan) en las cosas de la carne (ocuparse de la carne)
traemos muerte a nuestras vidas. Pero el andar en el Espíritu trae vida y paz.
i. Debemos, en cambio, guardarnos de una espiritualidad falsa para ver que
Pablo esta hablando de la carne hasta este punto como un instrumento de
rebelión en contra de Dios. Pablo no esta hablando de las necesidades
normales físicas y emocionales de las cuales podemos pensar, solamente en la
gratificación pecaminosa de esas necesidades.
c. Los designios de la carne son enemistad contra Dios: La carne batalla en
contra de Dios, debido a que no quiere ser crucificado ni se quiere rendir al
Señor Jesucristo. No quiere vivir Gálatas 5:24: Pero los que son de Cristo han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos. En esta batalla para domar la
carne, la ley no tiene poder.
i. Pablo no dijo que la mente carnal esta en enemistad con Dios – él hizo un
énfasis aún más fuerte. Los designios de la carne son enemistad contra
Dios. “No es negro, sino oscuridad; no esta en enemistad, pero en si mismo
es enemistad; no esta corrompida, es corrupción; no esta rebelde, es la
rebelión; no es malo, es maldad en si misma. El corazón, a pesar que es
engañoso, es positivamente engañoso; es maldad en concreto, pecado en
esencia, es la destilación, la quintaesencia de todas las cosas que son viles; no
tiene envidia en contra de Dios, es envidia; no es un enemigo, es enemistad
real.” (Spurgeon)
d. Porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden: Podemos
intentar hacer bien en la vida sin estar sujetosa la ley de Dios. Podemos
esperar poner a Dion “en deuda” hacia nosotros a través de hacer buenas
obras, poniendo a Dios bajo una obligación para nosotros. Según la carne no
pueden agradar a Dios, aun cuando la carne este haciendo cosas religiosas
las cuales sean admiradas por los hombres.
i. Newell en Romanos 8:7: “Quizás ningún otro texto de la Escritura expresa de
una forma más completa el horrendo estado de perdición del hombre en pos de
la carne.”
4. (Romanos 8:9-11) Los Cristianos tienen autoridad para vivir en el
Espíritu.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!
a. Es adecuado que los hijos de Dios deban ser guiados por el Espíritu de
Dios. Sin embargo, no debemos de pensar que el ser guiados por el
Espíritu es una condición previa a ser un hijo de Dios. En lugar de eso, nos
volvemos hijos primero y luego el Espíritu de Dios nos guía.
i. Pablo no dijo, “Cómo muchos de los que van a la iglesia, estos son los hijos
de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos de los que leen la Biblia, estos son los hijos
de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos que son patrióticos Americanos, estos son
los hijos de Dios.” Él no dijo, “Cómo muchos de los que participan en la
comunión, estos son los hijos de Dios.” En este texto, la prueba para ver si eres
hijo es la que una persona sea o no guiada por el Espíritu de Dios.
ii. ¿Cómo nos guía el Espíritu Santo?
· Somos guiados con dirección
· Somos guiados al acercarnos
· Somos guiados por un gobierno de autoridad
· No somos guiados para cooperar con el líder. “No dice, ‘Cómo muchos que
son conducidos por el Espíritu de Dios.’ No, el diablo es alguien que conduce, y
cuando el entra, en los hombres o perros, él los conduce con violencia.
Recuerden como todo el ato corrió violentamente hacia el barranco que daba al
mar. Cuando veas a un hombre fanático y salvaje, sea cual fuere el espíritu que
este en él, no es el Espíritu de Cristo.” (Spurgeon)
iii. ¿A dónde nos conduce el Espíritu Santo?
· Nos lleva al arrepentimiento
· Nos lleva a pensar poco en nosotros y mucho en Jesús
· Nos lleva a la verdad
· Nos lleva al amor
· Nos lleva a la santidad
· Nos lleva a ser útiles
b. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción: El vivir como un
hijo de Dios significa que se tiene una relación íntima, de gozo, con Dios, no
como la esclavitud y temor los cuales son demostrados por la ley. Un hijo de
Dios tiene una relación con Dios, de una manera tan cercana, que ellos pueden
clamar, ¡Abba, Padre! (¡Papi!).
c. clamamos: ¡Abba, Padre! Es fácil para nosotros ver a Jesús relacionándose
con el Padre con esta confianza bienaventurada, pero podemos vernos a
nosotros mismos como indignos para hacerlo. Sin embargo, recuerde que
estamos en Cristo – tenemos el privilegio de relacionarnos con el Padre de la
manera que Cristo Jesús lo hace.
i. “En el mundo Romano del primer siglo D.C., un hijo adoptado era un hijo
adoptado de forma deliberada por su padre adoptivo para perpetuar su nombre
y heredar sus bienes; no era inferior en estatus en comparación con la de un
hijo que le nacía de manera natural.” (Bruce)
ii. Bajo la adopción Romana, la vida y posición del hijo adoptado cambiaba
completamente. El hijo adoptado perdía todos sus derechos en su familia
anterior y ganaba todos los nuevos derechos de su nueva familia; la vieja vida
del hijo adoptado era borrada completamente, con todas las deudas
canceladas, con nada de su pasado que pudiera contársele en su contra.
3. (Romanos 8:16) La evidencia de que somos hijos de Dios: el testimonio
del Espíritu Santo.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
a. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables: Pablo no estaba ajeno o ciego a las aflicciones de la existencia
humana; él experimentó muchas más que la mayoría de nosotros pueda
experimentar hoy. Pero él aún consideraba que la gloria futura sobrepasaba
por mucho a las presentes aflicciones.
b. La gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse: Sin una
esperanza celestial, Pablo consideraba a la vida Cristiana como necia y trágica
(1 Corintios 15:19). Pero a la luz de la eternidad, es más sabio y es la mejor
elección que alguien pueda hacer.
c. Que en nosotros a de manifestarse: Esta gloria que viene no solamente
será revelada a nosotros, pero en realidad será manifestadaen nosotros.
i. Dios ha puesto esta gloria en el creyente desde ahora mismo. Cuando
estemos en el cielo, la gloria simplemente será manifestada. “La gloria
será manifestada, no creada. Esto implica que ya esta en existencia, pero que
no es aparente.” (Morris)
2. (Romanos 8:19-22) Toda la creación esta en espera y anticipando esta
gloria venidera.
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las
primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque
en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es
esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos
lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
a. Nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, se nos ha dado a probar
esa gloria que vendrá. ¿Se nos puede culpar si anhelamos el cumplimiento de
lo que hemos recibido en las primicias?
b. Esperando la adopción: Estamos esperando nuestra adopción; aunque ya
hay un sentido en el cual nosotros ya somos adoptados (Romanos 8:15),
también esta el sentido en el cual nosotros esperamos por la consumación de
esa adopción – la redención de nuestro cuerpo.
i. Dios no ignora a nuestros cuerpos físicos en Su plan de redención. Su plan
para estos cuerpos es llamado resurrección, porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (1
Corintios 15:53)
ii. El cuidado de Dios sobre nuestros cuerpos físicos aquí y ahora son
reflejados en pasajes como 1 Corintios 6:19-20: ¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de
Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son
de Dios.
c. Con paciencia lo aguardamos: El cumplimiento de nuestra redención es
algo que todavía está distante, pero nosotros esperamos por ello con fe
y paciencia, confiando en que Dios es fiel a Su palabra y la gloria prometida
será una realidad.
i. Morris en paciencia: “Es la actitud del soldado el cual en lo duro de la batalla
no desmaya pero pelea con firmeza sin importar las dificultades.”
4. (Romanos 8:26-27) Las ayuda de Dios por el Espíritu esta disponible
para nosotros el día de hoy.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los
que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los
que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también
glorificó.
a. Y sabemos que … todas las cosas les ayudan a bien: La soberanía y
capacidad de Dios de manejar cada aspecto de nuestras vidas es demostrada
por el hecho de que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, aunque debemos de enfrentarnos a las aflicciones del tiempo
presente (Romanos 8:18). Dios es capaz de incluso hacer de esas aflicciones
que obren para bien para nuestro bien y para Su bien.
b. Dios es capaz de obrar todas las cosas, no algunas cosas. Él las obra para
bien, y no obra de manera aislada. Esta promesa es para aquellos que aman a
Dios dentro del marco del entendimiento Bíblico del amor, y Dios maneja los
asuntos de nuestra vida debido a que somos llamadosconforme a su
propósito.
c. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo: La cadena eterna de la
obra de Dios es vista en la conexión entre los que antes
conoció, predestinó, llamó, justificó, y glorificó. Dios no comenzó una obra
en los Romanos simplemente para abandonarlos en medio de su presente
aflicción.
i. “Pablo esta diciendo que Dios es el autor de nuestra salvación, y eso desde
el principio hasta el fin. No debemos de pensar que Dios puede tomar acción
solamente cuando nosotros le damos permiso para obrar.” (Morris)
ii. “Claro que creo en la predestinación, ya que es claramente enseñada en las
Escrituras. La doctrina puede asumirse, aún cuando la palabra no hubiera sido
utilizada explícitamente. Es una verdad estremecedora el cual no altera para
nada. El hecho de que Él me eligió a mí y que comenzó la buena obra en mí
prueba que Él continuará en hacerla. Él no me traería hasta aquí para
deshacerse de mi.” (Smith)
d. Para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo: Sin embargo,
nuestra participación en este plan eterno es esencial, reflejado en su meta: que
nosotros podamos ser conformes ala imagen de su Hijo; y este es el proceso
que Dios hace con nuestra cooperación, no solamente algo que Él “hace” a
nosotros.
e. La razón para este plan esta expresado en que él sea el primogénito entre
muchos hermanos. Dios nos ha adoptado en Su familia (Romanos 8:15) para
el propósito de hacernos como Cristo Jesús, similares a Él en la perfección de
Su humanidad.
D. La victoria triunfante de la vida en el Espíritu
1. (Romanos 8:31) Pablo comienza su conclusión en esta sección: Si Dios
es por nosotros, ¿quién contra nosotros?