Los hongos, también conocidos por la palabra latina que les dio
nombre, fungi, son unos organismos eucariotas que pertenecen
a un reino opuesto al del resto de criaturas del planeta. Su principal diferencia con respecto a las plantas radica en la nutrición heterótrofa que practican, es decir, los hongos requieren de otros seres vivos para alimentarse, no son capaces de producir su propio sustento. Mientras que, en relación con los animales, el reino fungi está formado de paredes celulares compuestas por quintina. Los hongos se pueden clasificar en cuatro grupos: saprofitos, liquenizados, micorrizógenos y parásitos. Entre los que se encuentran ejemplares tan conocidos como los mohos, las setas o las levaduras. Este índice de especies persigue un entorno igualmente variado, aunque la mayoría prefieren un ambiente húmedo, cálido y rico en materia orgánica que descomponer. ¿Quieres conocer más datos interesantes sobre este extraño género? Sigue leyendo y descubre sus características principales. Los hongos constituyen una familia de gran diversidad. Según han recogido los expertos en la materia a lo largo de los años, el reino fungi posee hasta un millón de especies en todo el mundo. Aunque muchas de ellas no han sido descritas ni analizadas todavía. Su alto contenido en vitaminas y proteínas, así como su total carencia de lípidos y carbohidratos convierten a los hongos en uno de los ingredientes más beneficiosos de nuestra dieta. Recordemos sino los champiñones, la levadura necesaria para elaborar el pan o aquellos hongos presentes en el queso Brie, Camembert y Roquefort.