Capítulo 1

ENFOQUE INCLUSIVO Y
APRENDIZAJE
SOSTENIBLE

Parte 1

EL ENFOQUE INCLUSIVO
Y EL APRENDIZAJE SOSTENIBLE
EN EL ECUADOR
 Introducción

Uno de los objetivos de la educación es responder a las necesidades de todos los estudiantes,
universalizando su participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este proceso busca que los
estudiantes desarrollen habilidades y conocimientos que les permitan crecer en autonomía e
independencia, trabajando con sus pares y con las demás personas que conforman su contexto (Araujo, y
Bramwell, 2015). Bajo esta línea, el curso en Inclusión Educativa y Aprendizaje Sostenible invita a los
docentes a participar de una nueva perspectiva de las prácticas de inclusión en los salones de clase del
siglo presente, para dar respuesta a los desafíos actuales que enfrentan los estudiantes y docentes.

En concordancia con la reforma curricular del año 2016 realizada en Ecuador, la propuesta del aprendizaje
sostenible expone que el currículo y las actividades educativas deben considerar las necesidades de todos
los estudiantes. Abordar este desafío puede ser complejo para el docente, puesto que cada estudiante es
único y hace parte de un colectivo diverso que requiere de un docente responsivo, activo, comprometido y
competente, que respete las fortalezas y necesidades de todos los estudiantes. El siguiente apartado
presentará los conceptos de inclusión educativa y aprendizaje sostenible desde el marco de las habilidades
para el siglo XXI, resaltando su importancia para alcanzar la inclusión educativa en Ecuador y valorando la
diversidad de cada estudiante al implementar estrategias que los haga partícipes del diseño y desarrollo de
su plan de vida.

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 Reconocimiento de la
diversidad en los
sistemas educativos
Las respuestas del sistema educativo han dado
cuenta progresivamente de una mayor conciencia
con respecto a la riqueza que hay en la diversidad.
Durante un largo periodo, las personas con
discapacidad eran segregadas en grupos que
buscaban ser integrados desde la marginalidad.
Esto generó una concepción asistencialista y
normalizante del abordaje de la discapacidad,
entendiendo que estas personas eran sujetos que
requerían ayuda para suplir sus carencias y
participar de la sociedad (Barnes, & Mercer,
2004).
En la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad
(ONU, 2006), se establece que todas ellas son
sujetos autónomos y libres que enfrentan barreras
que deben ser eliminadas para garantizar su plena
participación en la sociedad. De esta manera, la
mayoría de países adoptan, en sus políticas, los
principios de la Convención, superando enfoques
médicos y asistencialistas, avanzando en la
inclusión de las personas con discapacidad para
garantizar su participación efectiva en la
sociedad.Sin embargo, el acceso, la calidad y la
equidad son asuntos que el sistema educativo
debe ampliar, puesto que la inclusión va más allá
UNIDAD 1 - ABORDAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJE SOSTENIBLE.
sino que se refiere a la atención a las
necesidades de aprendizaje de todos los
estudiantes, proporcionando instalaciones,
recursos y currículo que les permita aprender y
desarrollar sus habilidades.
La inclusión educativa se fundamenta en la
justicia social para reducir o eliminar elementos
que generan exclusión y discriminación al
interior de la escuela, circunstancias que
impiden que la educación, como proceso,
responda a la diversidad de los estudiantes; por
ello, la inclusión educativa constituye una
oportunidad para que todos los estudiantes
sean parte de un proceso de
enseñanza-aprendizaje que perdure en el
tiempo y les permita asumir los retos del
presente y del futuro de manera exitosa,
incrementa la participación de los estudiantes,
favorece el desarrollo de sus habilidades y
destrezas; y reduce la discriminación (Blanco,
2009; Graham, Berman, & Bellert, 2015). La
escuela debe reconocer a las diferencias que
existen en el aula, para educar desde y para la
diversidad, creando principios que destaquen el
valor de cada estudiante en su contexto.
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 Inclusión
educativa

La UNESCO (2005) expone que la inclusión
educativa como respuesta a la diversidad,
promueve la participación de todos los
estudiantes y minimiza la exclusión que se
puede presentar en los diferentes contextos de
la sociedad. Asimismo, la inclusión educativa se
presenta como una respuesta para
Latinoamérica donde la proporción de
estudiantes con menos oportunidades
educativas ha aumentado y, por lo tanto, su
participación a nivel social también se ha visto
afectada. En este sentido, la inclusión educativa
permite avanzar hacia una sociedad más justa y
democrática, que busca que todos los
estudiantes sean parte de un colectivo que
construya y haga sostenible la educación a
futuro (Blanco, 2009).
Actualmente, Ecuador se encuentra
desarrollando el abordaje de la diversidad en la
escuela, visibilizando la coexistencia de
estudiantes de diversos grupos
socioeconómicos, orígenes étnicos, personas
con discapacidad, migrantes, familias diversas,
entre otros; lo cual influye en la dinámica de
aprendizaje y participación educativa (Mediavilla,
2012). Es en este sentido, como la inclusión
educativa hace referencia a una pedagogía en
donde profesores y estudiantes se relacionan
desde la complejidad y diversidad que atañe al
siglo XXI. Manteniendo al estudiante en el
centro del proceso de aprendizaje, el rol del
profesor es esencial para que los estudiantes
desarrollen aprendizajes sostenibles, es decir,
aprendizajes que se mantengan en el tiempo,
sin agotar los recursos y sin impactar de forma
negativa el contexto en que se desenvuelven.
Es así como el profesor se centra en modificar y
mejorar su práctica dentro del aula, desde su
conocimiento y habilidad, para transmitir una
enseñanza que facilite el aprendizaje sostenible
dentro del contexto, reconociendo las
limitaciones y oportunidades que este ofrece, a
la vez, haciéndose cargo de lo que cada docente
puede resolver en su campo de acción: el aula
de clase.

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 Aprendizaje
sostenible

El aprendizaje sostenible se define por medio de la
ética del cuidado y su objetivo es desarrollar en los
estudiantes y los docentes la capacidad de
transformarse a sí mismos y a los demás teniendo en
cuenta el bienestar de sus pares y de los espacios
que habita. Esta mirada a las prácticas inclusivas
efectivas en las aulas de clase, genera una nueva
manera de pensar el proceso de
Graham, Berman y Bellert (2015) presentan el
aprendizaje sostenible como aprendizaje para todos,
enseñanza significativa y aprendizaje perdurable, tres
dimensiones que se relacionan en una dinámica
interdependiente e interactuante basados en los
principios de equidad, relevancia y sostenibilidad.
Figura 1. Dimensiones de aprendizaje sostenible

enseñanza-aprendizaje destacando la necesidad de

promover aprendices independientes capaces de
a
enfrentar los desafíos que se presenten a lo largo de icativ
nif
la vida (Graham et al., 2015). ig
eñanza s

El aprendizaje sostenible guarda estrecha relación

con los postulados de la Convención sobre los
Ens

derechos del niño (UNICEF, 2006), la Convención

le

sobre los derechos de las personas con discapacidad pr

A

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en
diz
ur

(2006) y los Objetivos del Desarrollo Sostenible

aje p erd Aprendizaje
(ONU, 2015) que se alinean con el propósito de
favorecer el acceso a la educación bajo los principios
pa
ra

de equidad, relevancia y sostenibilidad.

tod

El aprendizaje sostenible se basa en los conceptos

os

relacionados con la educación para la sostenibilidad,

los cuales son “justicia social, un énfasis en el
aprendizaje más que en la enseñanza, la utilización de
métodos apropiados de evaluación, reconocimiento
de las perspectivas de los pueblos indígenas en el Fuente: Adaptado de Graham, Berman y Bellert, 2015.
conocimiento, las TIC como herramientas de
aprendizaje, resolución de problemas, el aprendizaje
para el futuro y la toma de decisiones colaborativa”
(Sterling 2001; Van den Branden 2012 citado en
Graham et al., p. 12, 2015).

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 Aprendizaje
sostenible

La primera dimensión denominada Aprendizaje para todos se refiere al reconocimiento de las

diferencias, dignificando a los seres humanos para eliminar barreras que generan prejuicios,
fortaleciendo ambientes de equidad y evitando separar y clasificar a las personas (Graham et al.,
2015). En esta dimensión el uso del lenguaje es importante, centrándose en ver al estudiante en
función de sus capacidades, para evitar caer en ideas limitantes frente a los resultados de los
estudiantes quienes presentan discapacidad o necesidades de aprendizaje.

La segunda dimensión denominada Enseñanza significativa se refiere a la práctica docente como

factor clave para generar aprendizaje sostenible en el aula de clase. Brindando oportunidades de
enseñanza responsiva, los docentes ayudan a los estudiantes a desarrollar las habilidades que
necesitan para alcanzar sus metas y para regular su propio aprendizaje. Por lo tanto, el papel que tiene
el docente responsivo es ser flexible y adaptable a fin de satisfacer las cambiantes necesidades de los
estudiantes y su entorno.

La tercera dimensión denominada Aprendizaje perdurable es aquella que permite que el estudiante
pueda dominar el conocimiento adquirido y las habilidades necesarias para hacer frente a los desafíos
que se le presenten, de forma significativa, intencional y orientada hacia el futuro. En otras palabras,
el aprendizaje perdurable permite a los estudiantes la aplicación de sus habilidades en la solución de
problemas en distintos contextos a lo largo de su vida.

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 Contexto
ecuatoriano
Una vez definidas la inclusión educativa y el
aprendizaje sostenible es importante mencionar
que el marco normativo de la inclusión educativa en
Ecuador busca garantizar a todos los niños, niñas y
adolescentes una educación de calidad que
promueva oportunidades de aprendizaje durante
toda la vida (Ley Orgánica de Educación
Intercultural, 2011). Esta meta será alcanzada sólo
si la pedagogía se fundamenta en la equidad,
empleando la diferenciación en los métodos de
enseñanza del contenido curricular para ofrecer
espacios de aprendizaje para todos. Además, la
habilidad y conocimiento del docente deben ser
relevantes y significativos con respecto a los
intereses de los estudiantes, para así dar respuesta
a la diversidad de necesidades que se presentan
en el contexto educativo. De esta forma, la práctica
del docente del magisterio ecuatoriano debe ser
versátil, al punto de llevar a sus estudiantes a
aplicar un nuevo conocimiento para resolver
problemas, dando respuesta a las necesidades de
su contexto (Ministerio de Educación, 2016).
La inclusión educativa permite que los estudiantes
sean parte de un aprendizaje que perdura, el cual
reconoce el principio de la sostenibilidad, para
ajustarse a las necesidades del contexto
respondiendo de forma práctica y acertada con los
aprendizajes obtenidos. De esta manera, crea una
relación bilateral enseñanza–aprendizaje en la que
el docente asume el desafío de aplicar una
enseñanza responsiva y el estudiante encuentra la
posibilidad del pleno desarrollo de su plan de vida.
UNIDAD 1 - ABORDAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJE SOSTENIBLE.
Es así como la inclusión educativa responde a
características particulares de los estudiantes,
permitiéndoles asumir su rol como ciudadanos del
siglo XXI, reconociendo y valorando la diferencia
individual y colectiva, permitiendo la participación y
el logro de todos los estudiantes (Ainscow, 2017).
Por lo tanto, al reconocer estos procesos como
una oportunidad para responder a las demandas
del presente siglo, el enfoque del aprendizaje
sostenible es un medio para facilitar la inclusión
educativa desde el reconocimiento y valoración de
la diversidad; este plantea que el proceso de
enseñanza-aprendizaje debe abordarse con
acciones concretas en el aula, las cuales deben ser
diseñadas para facilitar la consolidación del
aprendizaje para la vida (Graham et al., 2015).
La reforma curricular del 2016 del sistema
educativo ecuatoriano establece como ejes
rectores de la formación de los estudiantes la
justicia, la innovación y la solidaridad (Ministerio de
Educación, 2016). Estos pilares responden a un
contexto global cambiante e interconectado.
Teniendo en cuenta estos tres conceptos, el
sistema educativo ecuatoriano busca formar a los
estudiantes como ciudadanos preparados para la
vida y para el trabajo en el mundo de hoy y del
mañana.
La figura 2, ilustra cómo el enfoque del aprendizaje
sostenible acoge los ejes rectores de la formación
de los estudiantes para generar procesos de
inclusión eficaces y sostenibles. La justicia alude a
la construcción de una sociedad democrática, la
innovación implica que esta refleje un aprendizaje
auténtico y la solidaridad es la respuesta a la
diversidad que acogen los contextos del siglo XXI.
Pag 6
 Contexto
ecuatoriano

Figura 2. El aprendizaje sostenible en el sistema educativo ecuatoriano.

cl u sión Educativ
In a
Fuente: Equipo Académico ALATA, 2017 a partir del Ministerio de Educación, 2016.

UNIDAD 1 - ABORDAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJE SOSTENIBLE. Pag 7

 Educación en el
siglo XXI
Hoy en día, la educación tiene matices que la
diferencian de la educación del siglo XX. Los
ciudadanos de un mundo crecientemente
globalizado tienen necesidades de tipo práctico,
ya que las tecnologías de la información y la
comunicación permiten que el conocimiento esté
al alcance de todos. Por ello, los estudiantes del
siglo XXI están motivados para resolver
problemas reales del mundo que habitan, cuando
antes la educación estaba basada en la
transmisión del conocimiento académico, que
estaba al alcance sólo de aquellos que se
encontraban calificados para impartirlo o
comunicarlo (Lombardi, 2007).
Este acceso a la información exige que los
estudiantes desarrollen una disciplina para
pertenecer y sacar provecho de las comunidades
de “investigación en línea”. Estas construyen una
cultura que les permite ver, interpretar y participar
del mundo de una forma diferente a como se vivía
antes. Los estudiantes participan de
comunidades donde el aprendizaje se concibe
desde lo social y a su vez desde lo cognitivo,
desde lo concreto y desde lo abstracto, y se
entreteje con el juicio y la exploración.
En el siglo pasado los estudiantes aprendían
sobre y hoy día necesitan aprender para. Son
estos matices los que diferencian a la educación
del siglo XX de la educación del siglo XXI.Por
esta razón, para el estudiante de esta generación
el conocimiento aislado de su contexto no es
relevante, a menos que este les permita descubrir
herramientas que tengan una utilidad práctica al
relacionarse con los procesos dinámicos de su
vida y de la de los que lo rodean (Bartholomaeus,
Gregoric, & Krieg, 2016).
UNIDAD 1 - ABORDAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJE SOSTENIBLE.
El aprendizaje significativo establece conexiones
entre los intereses, inquietudes y preguntas del
estudiante, los que poco a poco van a ir creando
una estructura de pensamiento que perdurará a lo
largo de su vida, afirmando el desarrollo de su
proyecto de vida. Para esto, la educación debe
proporcionar al estudiante el espacio para que
pueda reconocer, fortalecer y poner en práctica
habilidades y herramientas, respondiendo las
demandas de un contexto altamente cambiante
como el del siglo XXI. Estas habilidades responden
a las nuevas formas de contacto que el estudiante
tiene con el aprendizaje, y a este respecto vale la
pena que el profesor se pregunte si ha
transformado su pedagogía de manera tal que el
estudiante logre desarrollar un pensamiento
complejo, pueda resolver problemas, trabajar de
manera colaborativa, y obtenga habilidades para
comunicarse con el fin de tener un proceso exitoso
a lo largo de su plan de vida (Griffin, & Care,
2014). En este sentido, hablar de
aprendizaje sostenible hace referencia a un
aprendizaje significativo en el que todos caben, ya
que este ofrece oportunidades para que todos los
estudiantes desarrollen habilidades que les
permitan desempeñarse en cualquier contexto
llevando a cabo su plan vida, considerando que las
demandas del mundo actual aluden a elementos
que trascienden los contenidos de la propuesta
curricular.
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 Educación en el
siglo XXI
La propuesta curricular del Ecuador, dentro del
marco propuesto por la UNESCO (Araujo, y
Bramwell, 2015), sugiere el desarrollo integral de
las personas, resguardando los derechos
humanos, la democracia y la naturaleza. La
educación conforma un eje estratégico para el
desarrollo de la nación (Asamblea Constituyente,
2008) y debe responder a las características
propias de un país multicultural, diverso,
respetuoso de los derechos humanos, democrático
e incluyente. La propuesta educativa nacional se
concentra en el desarrollo de la equidad de género,
la paz, la solidaridad y la justicia, lo que significa
que en el marco educativo ecuatoriano todos los
estudiantes deben tener la oportunidad de ampliar
su sentido crítico, desarrollar el arte, el sentido de
colectividad, las habilidades para crear y trabajar y
el desarrollo deportivo, la educación física y la
recreación.
El Ministerio de Educación (2016) con la finalidad
de garantizar el acceso al sistema educativo a los
niños, niñas y adolescentes ha implementado una
serie de acciones para lograrlo, tales como:
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Fortalecimiento de los Departamentos de
Consejería Estudiantil (DECE), el cual es un
organismo dentro de las instituciones educativas
que apoya y acompaña la actividad educativa
mediante la promoción de habilidades para la
vida y la prevención de problemáticas
psico-sociales, fomenta la convivencia armónica
entre los actores de la comunidad educativa y
promueve el desarrollo humano integral de los
estudiantes bajo los principios de la LOEI. Este
organismo no puede realizar evaluaciones ni
diagnósticos para determinar si el estudiante
tiene o no alguna necesidad educativa, sino que
debe remitir el caso a la entidad correspondiente
(UDAI o Ministerio de Salud Pública).
Implementación de las Unidades de Apoyo a la
Inclusión (UDAI), es un servicio educativo que
cuenta con un equipo de profesionales para
garantizar el acceso, permanencia, participación y
aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes
con necesidades educativas mediante la
realización de evaluaciones psicopedagógicas,
emisión de informes con recomendaciones,
ayuda en la realización, seguimiento e
implementación de las adaptaciones curriculares
con el apoyo de los profesionales de apoyo a los
DECE distrital.
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 Educación en el
siglo XXI

Es importante recalcar que los resultados de las evaluaciones psicopedagógicas e informes

proveen información necesaria para coordinar el acceso a servicios e instituciones, pero no son
determinantes sobre la forma de cómo el docente puede trabajar con los estudiantes que tienen
alguna necesidad de aprendizaje, puesto que no siempre las recomendaciones emitidas responden
a la individualidad de los estudiantes; por ello, el aprendizaje sostenible promueve a que el docente
conozca a sus estudiantes para, en función de ello, atender a sus necesidades de aprendizaje
mediante la implementación del modelo de capacidades ATRIO, el cual se estudiará en capítulos
posteriores (Graham et al., 2015).

Como se muestra, en Ecuador se han desarrollado iniciativas que buscan mejorar la inclusión
educativa, sin embargo, se hace necesario el fortalecimiento de capacidades de los docentes
mediante el manejo de los principios del aprendizaje sostenible para tener una nueva mirada frente
a la inclusión, para dejar de ver a los estudiantes en base a etiquetas, sino reconociendo sus
capacidades de aprendizaje para desarrollar en ellos aquellas habilidades que se requieren para el
siglo XXI.

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 Habilidades del
siglo XXI para el
Ecuador
En concordancia con la reforma curricular del año
2016 (Ministerio de Educación, 2016), el
aprendizaje sostenible propone experiencias de
aprendizaje de calidad que sean comprensibles
para todos los estudiantes, entre tanto los
docentes se concentran en desarrollar en la
práctica una enseñanza que sea significativa, y de
esta manera ayudar a que los estudiantes
desarrollen independencia en su aprendizaje, lo
cual se reflejará en su capacidad para
desenvolverse en distintos contextos e impactar
positivamente al contexto a lo largo de su vida.Este
objetivo será posible mediante el desarrollo de las
habilidades necesarias para el siglo XXI, tanto las
habilidades individuales (responsabilidad,
creatividad y capacidad de asumir riesgos),
habilidades colectivas (trabajo colaborativo, trabajo
en red y empatía), y habilidades de aprendizaje
(organización, capacidades metacognitivas y
habilidad de convertir dificultades en
oportunidades) (Kugemann, Aceto, Dondi, &
Kastis, 2009). Este conjunto de habilidades, son
fundamentales para el desarrollo del proyecto de
vida de los estudiantes, y por esta razón han sido
abordados por distintos autores (Soffel, 2016;
University of Melbourne, 2012; Anderson, 2010).
Aunque cada uno de ellos organizan las habilidades
del siglo XXI de diferente manera, estas
comparten un mismo principio en cuanto a las
características del tipo de enseñanza y el objetivo
final del proceso: formar ciudadanos preparados
para contribuir a la construcción de una sociedad
más próspera y justa.
UNIDAD 1 - ABORDAJE INCLUSIVO Y APRENDIZAJE SOSTENIBLE.
En términos generales, se prioriza el desarrollo de
habilidades que permitan al ciudadano, a través de
la mentalidad de crecimiento, interactuar
favorablemente con la vertiginosa dinámica global
actual, que demanda personas con altos niveles de
inteligencia emocional, capacidades
interpersonales adecuadamente desarrolladas y
una especial aptitud para aprender y desaprender
constantemente. Al respecto Carol Dweck (2014)
realiza una diferenciación entre las actitudes y los
logros que existen entre mantener una mentalidad
fija y una mentalidad de crecimiento.
La autora menciona que para permitir que la
mentalidad de crecimiento se desarrolle y
prevalezca para enfrentar diferentes retos, debe
motivarse el compromiso con el aprendizaje, el
esfuerzo, el proceso, la capacidad para aprender
de los errores más que el resultado final. Por
ejemplo, si un estudiante menciona que la actividad
presentada es muy difícil para él y no va a lograr
desarrollarla, es fundamental que el docente guíe
al estudiante a comprender que puede ser difícil,
pero con la práctica y tiempo puede lograr
desarrollarla. De la misma manera en que el
estudiante presenta estos pensamientos como
resultado de una de mentalidad fija, opuesta a la
mentalidad de crecimiento, el docente también los
puede experimentar (Graham et al., 2015). Por lo
tanto, contar con los conocimientos esenciales,
habilidades, actitudes y valores que complementen
la integralidad del ciudadano y le permitan hacer
frente a retos imprevistos, es como el docente y el
estudiante tendrán la oportunidad de explorar en lo
que antes representaba una barrera y ahora se
entiende como una oportunidad de aprendizaje en
doble vía.
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 Habilidades del
siglo XXI para el
Ecuador

El aprendizaje sostenible es una nueva mirada a la inclusión educativa, que permite al docente
empoderarse para adaptar la manera en la que enseña considerando las capacidades y
necesidades de aprendizaje de todos y cada uno de los estudiantes, para que repliquen el
aprendizaje adquirido o las habilidades desarrolladas en contextos externos al aula de clase que
corresponde a la comunidad en la que se desenvuelven, adquiriendo aprendizajes que le serán
útiles toda su vida. Esta propuesta es viable de realizar en el contexto educativo ecuatoriano puesto
que favorece la creación de un ambiente seguro para todos los niños, niñas y adolescentes en su
manera de aprender y desarrollarse como ciudadanos. Además,debido a la magnitud e importancia
de esta propuesta,el reto debe ser asumido de manera colectiva por la comunidad educativa
sobretodo hoy día, cuando la globalización tiende a privilegiar la individualidad. Es importante que
los profesores, decidan formar una comunidad comprometida con la inclusión educativa y el
aprendizaje sostenible, tomando en cuenta a todos los miembros que conforman la comunidad. El
currículo es una guía que los docentes deben seguir para enseñar, pero es el docente el único
medio para dirigir a los estudiantes en su proceso de enseñanza-aprendizaje y de esta manera
procurar que ningún estudiante quede fuera de este proceso, la instrucción significativa debe ser
hecha a la medida de cada estudiante para favorecer su participación en el aula como una iniciativa
que se prolongue en espacios que conciernen a la comunidad.

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 Habilidades del
siglo XXI para el
Ecuador

Figura 3. Abordaje inclusivo para el reconocimiento de la diversidad en el sistema educativo.

Fuente: Equipo Académico ALATA, 2017.

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