A Lourdes se le ha inculcado desde pequeñ a una educació n muy conservadora, lo
que le hizo adquirir informació n sexual inadecuada y desarrollar expectativas y creencias incorrectas (mitos) respecto al sexo (p. ej.: “que dos personas se amen hace que las relaciones sexuales vayan a la perfecció n” o “es sucio tener relaciones sexuales fuera del matrimonio”). Esto favoreció que a los 18 añ os, en su primer intento de penetració n, sintiera mucho dolor y se reforzaran sus inseguridades y temores en cuanto al sexo. Probablemente experimentó vaginismo: una contracció n involuntaria de los mú sculos del suelo pélvico que impide la penetració n. Aunque con Manuel se siente mucho má s có moda, ello no fue suficiente para que sus temores y miedo al dolor se disiparan por completo y, dado que no se lo comunicó , no pudo este adaptarse a sus necesidades, cursando las relaciones con baja excitació n y dispareunia por parte de ella, y una insatisfacció n por ambas partes. Las experiencias negativas hicieron que el deseo sexual de Lourdes disminuyera y comenzara a evitar el sexo, utilizando el tiempo antes de dormir para hablar con su familia y reduciendo las muestras de afecto hacia Manuel, ya que muchas veces estas aumentaban el deseo sexual de él. Dada la pobre comunicació n que tenían en cuanto a este tema, y la gran importancia que para Manuel tiene el sexo en una relació n, este recibió el cambio de comportamiento de Lourdes con desá nimo, frustració n y enfado, y redujo las muestras de afecto hacia ella. Esto disminuye aú n má s el deseo sexual de Lourdes, al no percibir cariñ o por parte de su compañ ero, por lo que su evitació n se retroalimenta. Ambos está n experimentando una insatisfacció n afectiva y una afectació n de la visió n del otro como consecuencia de estos problemas.