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~ he — fa DENIS SULMONT. viene estudiando el movisnien- to obrero peruano dlosde 1967. Ese alto, viviendo er. las barriadas de Chimbote, cornpertié con José Maria Arquedas el interés para captar la realidad popular ur- bana del pafs, Desde 1969, ensefia en Ciencias Socia- les de 13 Univ: ima, donde impu'se un estiic de trebajo que conibina la docencia, investi gacién y proyeccién social. En ia actualidac Gcupa el cargo de Director de Progrartu. jonera en la sistematizacion de la historia del movimiento obrero y la problemética laboral, y sus nunerosas publicacio- nes, despiertan un crecien?e interés en el movimiento. obrero y popular, Su incansabl / : un gran impulso a la capa cién popular. En 1979 funda jo y Gultura, que forenta apoya los cursillos y la prensa blioteca que constituye un fo ral del proletariado, cuyo ejeny merosas organizaciones popular: :. DENIS SULMONT, docic: en sos pa en varias revistas nacionai:s ¢ in‘ cido en Francia en 1943; adept !a 4 ruana en 1973. Bin) FO) DE FUMANIDADES EL MOVIMIENTO OBRERO PERUANO | (1890-1989) resefia historic: sus Primera edicion: Octubre de 1979, 2000 ejemplares. Segunda edici6n, corregida y aumentada: Julio de 1980, 5000 ejemplares. Primera reimpresion de la segunda edicién: Jutio de 1981, 2000 ejemplares. Tercera edicién: Noviembre de 1982, 2000 ejemplares. Cuarta Edicién: Marzo 1984, 2000 ejemplares Quinta edici6n: Julio 1985, 3000 ejemplares. DENIS SULMONT Derechos pare la presente edicién: TAREA Asaciacién de Publicaciones Educativas Horacio Urteaga 976, Jesus Marfa - Lima Apartado 2234. Lima 100. PerG. - Teléfono 230935. ——— Denis Sul iw... El MOVINIERTS CBRERO PERUANO (1890-1980) resefia histdrica a los amautas obreros “La historia es duracién. No vale el grito aislaco, por muy largo que sea su eco; va~ le la prédica constante, continua, persis- tente. No vale Ia idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y mévil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento”, José Carlos Maridtegui Aniversario y Balance, Amauta no. 17, setiembre de 1928. Presentacién Las nuevas ediciones del libro “El Movimiento Obrero Peruano” sen muestra del interés, actualidad y vigencia. La exposicion global y concisa de nuestra historia popular contempordnea ~a partir de su nu- cleo proletario— y ef exigente andlisis de su dindmica social y politica, han hecho de este libro una herra- mienta indispensable de estudio, en especial para los trabajadores, quiénes lo usan crecientemente en su /a- bor de capacitacién y auto-educacion, La vigencia de este {jbro reside en que su andlisis del desarrollo del protetariado, del avance y limites de su organizacion y direccién conciente, y de la dialécti- ¢a de la lucha de clases que protagoniza, nos da el hilo conductor para entender mejor el presente y pertilar nuestro futuro histérico. y repliegues del pueblo no base de las iuerzas revolucionarias en et pais. En segundo lugar, AG {participar en los frenies de todas las fuerzas democia Teas, Y en especial la pequeiia burguesia que pugna contra el imperialismo, la aristocracia terrateniente y fa gran burguesia. Pero en estos frentes, el proteta Fiado debe reinvindicar la més amplia libertad de britica, de aecién y organizacion, tratando de afirmar Su hegemonia programatica sobre las mayorias. En este sentido es importante para Mariétegul distinguir él partido, que asegura ai proletariado su capacidac de Gesarrollo politico propio, y el frente, que lo liga con las fuarzas demoerSticds ue pueden participar en la revolucion, El esquema pol/tico mariateguista puede graficarse de la siguiente manera: SOCIALISMO Realizar las tareas naciona les (iquidacién del Jatifury dismo y__servidumbre, emancipacién y desarrollo de la economia) por la ac on de las masas proleta: hias y campesinas indige nas asi como. todas la: fuerzas democraticas, soli darias con la lucha anti imperialista mundial Tareas e Intereses HistOricos | Alianza Principal ZAMPESINADO. POU ER Vawos a eae So PEQUENA ‘4 & -BURGUESIA ORGANIZAC | 4.3. La organizecion del’Partido Socialista y Comur Sin embargo, a partir de 1928, la Tercera Interna- nista y cel Partido Aprista, cional adopté una politica que exigia a los peruanos Gin alineamiento més estricto con sus directivas, entre Una vez consumada ta rupture con la posicién de otras, la adopcién dol nombre de “Comunista” y Haya de la Torre, el “Grupo, de Lima” se asigné 1a Ore tactica de “clase contra clase”, excluyendo ta de tarea de constituir el partido ae permitiera a la Mfunte dnico’’. En la seccién tatinoamericana ce la cares obrera contar con st! propia direccion pol Tercera Internacional, Mariétegui fue criticado como fica, impulsar ta allanza con ¢} campesinado y dirigit Teopulista’” por su énfasis en la cuestion Indigena, v el conjunto de las fuerzas revolucionarias. En este ser otros aspectos que no encuadraban bien con ta tac- fido, el 7 de octubre de 1928, quedd constituide el Cite de "clase contra clase” (15). Sin’ embargo Partido Socialista de! Pert. Mariétegui redacté sus estas criticas no alcanzaron a desvincular e Maridte- principios programaticos. Fiel 4 tut principios de soli guide la Tercera Internacional, @ la cual se afilid su Fiiided del proletariado a nivel internacional y de- Tati, uelie Agidecimerzo = de i:1830...poce. an: Falgor de ta revolucion sovietica, fue partidario de la Dartde cu muerte, ocurrida el. 16 de abril, Dicho Far rereetgn a la Internacional Comunists, Pero consi 193 Gdopté el nombre de Partido Comunista Peruano alurd cue tacticamente conventa él nombre de “Socia- 1 20 de mayo de 1930. feta”, dada la intense propaganda anti-comunista que wetstia entonces en et Pert. Mas importante para él ‘Al definirse el Partido Comunista, un peauefio gra juntar fuerzas que hacer distinciones que corres: grupo, encabezado por Luciano Castillo, se separd, pondfan a Ja polémica entre reformistas y revolucio- geimando un nuevo Partido Socialista, afiliado # ray pore tean otras partes del mundo (14). Segunda Internacional. Este partido tuvo clerta in. fluencia en la region de Piura, pero no alcanz6 mayor desarrollo a nivel nacional. (14) La preferencia coyuntural de Maridtegui por ol Por su parte el Apra perdié influencia entre 1928 y Haribre de Partido Socialista no fue compartida 1930, como consecuencia del fracaso de! plan insu- por todos los adeptos peruano’ do la Illa. Inte: freegional de México. Sin embargo, al caer Legufa Ractonal. En mayo de 1928, tras romper con las e°4930, varios apristas exilados pudieron reactivar posiciones de Haya de la Torr’, la célula aprista porlGuzoo se constituyd en Célula Camunista, ee ee Gfiliandose directamente 2 la Internacional a : infundfan una cierta desconfianza hacia Marié- través del Burd Latinoamericano de Buenos tegui por sus felaciones con personalidades de- través sosteriormente, esta célula envio Ana Sor tooul pore ontrovertidas. En 1930, al transfor- ta a Mariategui, en la que acue da no afiliarse @ marse el Partido Socialista en Partido Comunis- qu Partido Socialista. Mariategul murid sin po- ta, se integraron los comunistas cusquefios B der contestar esta carta. La discr epancia se de- : pid a estos problemas de omunicacion. El gr (15) Sobre esta palémica, ver José Aricé (seteccién po del Cusco tenia més relacion con los dirigen- prélogo), Mariategut y los origenes de! eae be comunistes de Buenos Aires, aulengs critica- mo latinoamericai i790, Cuaderno Pasado y Presen- fon ta politica de Frente Amplio de Anauta e ‘te No. 60, Siglo XX. Ed., México, 1968. 48 4g las células peruanas, y bajo el impulso de las de Tru- jillo principalmente, se constituyé el Partido Aprista Peruano (21 de setiembre de 1931). En 1931, en medio de una profunda crisis poli- tica, la Junta de Gobierno convocd a elecciones y Haya de la Torre, desde el exilio lanzé su candida- tura, dando un impulso decisivo a la organizacién de gu partido. El Apra logré adecuarse a las condiciones Ue legalidad del momento y ampliat su presencia po- ce En mayo de 1931 sallé el periédico aprista La Tribuna. El regreso de Haya de la Torre al Pera, Y su campafia electoral en los clepartamentos del norte transformé al Apra en partido de masas. 50 LEPRIDUNA | Le ee ea caaicada Past [Aisdamica de Edicidén clandestina de La Tribuna, 20 de Marzo de 1937, informando del asesinato del Ifder obrero Ma- nuel “Arévalo por la Dictadura det Gral. Oscar navides (Archivo Sabroso, Biblioteca de la Ponth Universidad Catélica, Lima). 9561-086) 10-4194 olog soup so7 BAP pe Durante los afios que van desde la crisis de 1930 hasta fines de la dictadura del General Odria, el pro ‘yecto de desarrollo sindical y politico del movimiento lobrero que impulsara el grupo de Maridtegui quedé aparentemente frustrado, La CGTP no resistié a los tres afios de intensa represién. El Partido Cornunista, inmediatamente perseguido y sometido a graves pro- blemas de direccién tras la muerte de Maridtogui en 1930, entré en un largo periodo de crisis organica. La organizacién y orientacién de los trabajadores Ppas6 a ser asumida principalmente por el Apra, Sin embargo, el intento aprista de tomar el poder y cons- tituir un gobierno democrético de tipo nacionalista no prosperé, Durante este periodo el movimiento obrero quedé limitado en sus bases por la recesién econdémica y la falta de dinamismo industrial en ef pais. Los obreros participaron activamente en las luchas contra el poder oligérquico, pero su organizacién, golpeada por la re- Ppresién, tuvo que seguir las vacilantes politicas de los sectores medios y los “‘virajes del partido aprista, hasta la conciliacién de ésta con la misma oligarquia a partir de 1956. 5S. @ 1. La crisis, auge del movimiento popular y represion La crisis del capitalisrno mundiai en 1929 tuvo dra- miticas consecuencias en el Perd. Durante. el Gobierno de Legufa, aumenté ta dependencia del capital financiero norteamericano. La crisis recorté bruscamente los eréditos y los ingresos det Estado. Gon la baja del comercio exterior, muchas empresas tuvieron que reducir o paralizar sus operaciones. Au- mento [a desocupacién. Los patronos Hlevaron una ofensiva contra las organizaciones sindicales y sus dirigentes, utilizando la amenaza del despido. La crisis, al mismo tiempo que impulsaba los conflic- tos laborales, colocé al proletariado obrero en una situacién vulnerable, La represién econémica fue acompafiada de una profunda crisis politica. Legufa fue derrocado por el golpe militar de. Sénchez Cerro en agosto de 1930. En pocos afios se sucedieron varios golpes de estado. Sanchez Cerro, apoyado por la burguesia agro-expor- tadora, encabezé un movimiento de pequeria burgue- sfa y sectores populares desorganizados, atrafdos por su figura de caudillo mestizo:y compitié con, Haya de la Torre en las elecciones de 1931. ‘Tras la frustracian de sus expectativas electorales, (1), et Partido Aprista fomenté varios intentos de insurreccién que fracasaron, En 1933, Sanchez Cerro fue asesinado y reemplazado por el General Benavi- des, quien aseguré la unidad de la Fuerza Armada-y ung politica represiva frente a las masas populares, fortaleciendo el poder de la burgues{a agro-exporta- (1) Las elecciones tuvieron lugar en octubre de 1931, dando 106,007 votos a Haya de la Torre, 452,062 a Sanchez Cerro y 41,547 a los demas candictatos ba - dora, y realizando algunas concesiones hacia {os empresarios industriales. Desde el inicio de Ia crisis, la represién alcanz6é a muchas organizaciones ligadas al movimiento obrero en particular ala GGTP y al Partido Comunista. Estos de reciente formacion, no hab/an tenido tiempo de consolidarse. La muerte de Mariétegui y el ascenso de Eudocio Ravines a la direccién del Partido Comunista en 1930, ahondaron el revés de dicho partido, En efecto, Ra- vines aplicd muy rigidamente fla tactica de “clase contra clase" acordado en estos afios por la Tercera Internacional, baséndose en el stupuesto de que la re- volucién proietaria estaba ‘’a la vuelta de la esquina’’. > Abandonando las tareas de consolidacién de las fuer- zas clasistas y rompiendo todas fas alianzas, la nueva direccién del Partido Comunista sobre valoré el alean- ce politico de fas luchas obreras y les impuso una linea insurreccionalista. Al constatar qite la represion desmantelaba las organizaciones clasistas y que el Apra tomaba la direccién politica de arnplios movi- mientos de masas, Ravines y otros dirigentes se des. moralizaron. Al pasar los afios, algunos abandonaron la politica, otros adoptaron una conduota oportunis: ta. Ravines pasé a colaborar activamente con la extre- ma derecha. Recién fue destituido de su cargo de Se- cretario General en el Primer Congreso del Partido Comunista realizado en) 1942. Le aguda crisis organica dé este Partide continud hasta mediados do tos afios 50, cuando se reantidé el impulso de los movimientos clasistas, El movimiento sindical salié también devastado de fa crisis. Los mineros de la sierra central, quienes re eién constituian sus primeros sindicatos en 1930, no uudieron realizar su Congreso convocado en La Oroya ‘al final de ese afio, por la intervencién do la represion. El Congreso Minero se inicié en La Ovoya el 8 de noviembre de 1930. Pero en la noche, el Gobierno apresé a todos los dirigentesy los trasladé a Lima, Los mineros se movilizaron inrnediatamente para exi- gir su liberacién, En Lima, la CGTP convocé-a un Paro general, que obligd al Gobierno a liberar a los Presos, quienes regresaron a La Oroya. Los obreros de construccién de Malpaso se trasladaron a pie para juntarse con la manifestacién de acogida de los diri gentes en La Oroya, pero estos obreros fueron inter- ceptados a balazos por un destacamento policial, resultando 23 muertos y numerosos heridos, Frente a ello, los trabajadores presentes en La Oroya toma- ron ja fundicién y otras instalaciones mineras, sin ‘ocasionar dafios. El Gobierno y la empresa Cerro de Pasco aprovecharon de todo ello para quebrar ef movimiento’ minero, golpear al movimiento sindical clasista a nivel nacional y reprimir al Partido Comu- nista. Los dirigentes fueron perseguidos nuevamente. La CGTP fue disuelta por Decreto Ley. Muchos co- munistas fueron encarcelados, El dirigente minero Gamaniel Blanco murié en el Frontén al afio siguien- te. La Cerro de Pasco despidié a sus trabajadores y luego contraté nuevo personal, en menor cantidad, obligéndolo a prescindir de toda organizacién y ac- tividad reivindicativa, La represién contra el Partido Cornunista y los sin- dicatos fue alentada por los gremios patronales y los érganos de derecha, Durante los afios siguientes, la campafia contra el comunisrno y toda forma de organizacion y expresién pol/tica clasista de los traba- jadores se intensificd. En la region norte, /os obreros de la International Petroleum Company enfrentaron también represion, masacre y despidos masivos a fines de 1930. Al igual que los mineros, los petroleros quedaron sin organiza- cién sindical practicamente hasta 1946. El Gobierno Permitio ast al capital imperialista hacer recaer el peso de la crisis sobre los trabajadores, aprovechando de la coyuntura para liquidar fisicamente a los dirigentes y fa organizacion sindical. En abril de 1931, se realizé en Lima un importante para de los colectiveros, contra el monopolio de una empresa de transportes norteamericana. Este paro cont con un, amplio movimiento de solidaridad, con la participacién de los sindicatos, asociaciones de es- tudiantes y alumnos, gremios de propietarios de talle- res mecénicos, etc. El gobierno no pudo solucionar este problema con una simple masacre de obreros co- mo lo hizo en Malpaso y en Talara, Tuvo que transar. Pero al mismo tiempo seguia persiguiendo ala CGTP y a los dirigentes clasistas mas consecuentes. Unos dias despuds de! paro de los colectiveros en Lima, ocurrié un importante movimiento popular en Arequipa: También las masas populares arequipefias sufrfan el deterioro de la situacién econémica y cre- cientes persecusiones por parte de las autoridades, Los gremios y sindicatos obreros se habfan agrupado reciontemente en la Federacién Obrera Local de Are- quipa, (FOLA) formada en 1930, donde predomina- ban dirigentes anarco-sindicalistas pero también em- pezaba a influir el Partido Comunista. En mayo de 7931, la FOLA realiz6 un paro de protesta por el en- carcelamiento y tortura de un dirigente, Durante el paro, la policia traté de disolver una manifestacion V maté aun obrero, “ocasionando el repudio de las masas que destroz6 la prefectura y logré la destitu- cidén de! prefecto. Las nuevas autoridades acordaron la libertad de los presos y cedieron a las exigencias de Jos trabajadores. Sin embargo, inmediatamente después, la FOLA fue perseguida y practicamente disuelta, La destruccién det movimiento sindical se acen- tué cuando el Gobierno de Sanchez Cerro decreté la Ley de Emergencia, a principio de 1932, Esta B7 ley, que permitia al Gobierno arrestar y deportar personas, suspender'reuniones, clausurar periddicos! y locales, etc., sin ningtin trémite legal, origind Una respuesta popular muy fuerte. La CGTP* desde fa clandestinidad, llamé a una huelga general, apo- yada por la Federacién de Estudiantes. Pero la ley fue mantenida, El Gobierno logré desmantelar la CGTP. Las Universidades Populares y muchos lugares de reuniones y periédicos fueron clausura- dos. Los diputados apristas que habian sido elegi- dos fueron deportados y Haya de la Torre fue encarceledo, En un contexto de guerra civil y movilizaciones populares, el Partido Aprista se organizé clandesti- namente y preparé un plan insurreccional con el apoyo de un sector-de la Fuerza Armada, El_7 de julio-de 1932, empezé la insurreccién en Trujillo. Los obreros cafieros de Laredo, ence- bezados por el famoso “Btfalo” Manuel Barreto, atacaron el cuartel O'Donnovan y, el pueblo tomé el contro! de la ciudad, Se organizd un Comicio Popular y eligié apristas como autoridades locales. 'Sin embargo, la! insurreccién no Meg6 a. extenderse fuera de la fégidn, quedéndose aisiada. El mismo dia, el Gobierno ordend un ataque por tierra, mat y aire contra los insurrectos, Por primera vez en América Latina aviones sirvieron para reprimir una poblacién civil. La ciudad cayé el 11 de julio Inmediatamente después empezaron la persecucion y los fusilamientos en masas de los 1ebeldes (2) (2) Al ceer ta ciudad, algunos oficiales del Ejército que esiaban presos fueron ejecutados. Este frecho, junto con las ejecuciones masivas de rebeldes después, sirvié para alimentar una pro- funda enemisted entre la Fuerza Armada y el Apra en los afios posteriores. 58 ae | | | f Los cafdos a raiz de estos acontecimientos aleanza- ron varios miles. E! 13 de julio, un Mayor del Ejército, con ei apoyo aprista, se alz6 contra Sanchez Cerro en Huaraz. Esta insurreccion también fue aplastada. El movimiento popular salia derrotado de esta coyuntura revolucionaria. 2, Predominio del Estado oligérquico secucién de fos apristas y comunistas, de zaciones sindicales y de todas formas de democrasia se intensificd en tos afios siguientes, al amparo de la Ley de Emergencia. A pesar de alyunos otros movimientos rebeldes del Ejército, Sanchez Cerro logré Imponerse. Pero fue asesinado el 30 de abril de 1943 por un ipresunto aprista., Et Congreso eligié al General Oscar Benavides, entonces Jete de la Defensa Nacional, quien representaba la Gnica garantia de la unidad do la Fuerza Armada y también de la defensa de los intereses de la oligarqura frente a la presién popular La dictadura de Benavides (1933 @ 1939) manten- dr§ bdsicamente proscrita la organizacién sindical y politica de los trabajadores, Los dirigentes tuvieron que actuar clandestinamente. Las tinicas organizacio- nes toleradas debian tener el carécter de esociacionos culturales o mutuales (3), Luego de unos meses de amnistia politica, el Partido Aprista fue nuevamente perseguido y durante mas de diez afios actud “en las catacumbas”. El réyinen importé métodos dé repre. sin de tipo fascista, Al mismo tiempo recogiendo (3) Por ejemplo, la Federacién Obrera Departa- mental del Cuzco, creada en 1930, adopts el nornbre de Sociedades Unidas desie 1935 hasta 1942 en que pasd a Namarse Federacién de Trabaladorss del Cusco. 69 algunos de los planteamientos reformistas y tratando de quitar iniciativa politica al Apra y legitimarse fren- te a los trabajadores, el gobierno implementé algunas medidas de legislacién social y asistencialismo. En especial creé el Ministerio de Salud Publica, Trabajo y Previsién Social y el Seguro Social Obrero, de reduci- do alcance. En resumen, la dictadura de Benavides mantuvo aplastado al movimiento obrero y popular en general, permitiendo a las clases dominantes —especialmente a la burguesfa agro-exportadora— recuperarse de la crisis y.asentar su poder, EI Apra intenté sin éxito derrocar a Benavides, me- diante levantamientos populares y conspiraciones militares. Tras haber anulado las elecciones de 1936 que favorecian a un candidato apoyado por el Apra, Benavides dejd el mando en 1939 facilitando ta elec- ciénsde un representante de la oligarquia financiera, Manuél Prado. Este continud la represién sobre el movimiento obrero, pero su politica internacional dle apoyo a los paises aliados frente al eje fascista permitio una apertura democratica cuando finalizara la Segunda Guerra Mundial. 3. El Frente Democrético 12 conflictiva escena internacional, con el ascenso del fascismo y la guerra, influy6 marcadamente sobre el curso politico nacional. El Apra abandoné su radicalismo contra el “impe- rialfsmo yanqui” y proclamé'su Iinea de “interamari- canismo democratico sin imperio”, que significaba la cooperacién con la politica norteamericana en con- tra del eje fascista y en pro de una institucionaliza- cién de la democracia y de! sindicalismo dentro de los moldes capitalistas, 60 Por su lado, el Partido Comunista también adop- to una politica de alianzas democréticas, en‘la linea de los Frentes anti-fascistas propiciadas desde 1936 por la Tercera Internacional, lo que Hevé a este parti- do a apoyar la candidatura de Prado en 1936 y obte- ner la eleccion de uno de sus més destacados dirigen: tes sindicales, Juan P. Luna, como diputado. En el te- rreno sindical, el Partido Comunista aplicé el “brow- derismo”, que pregonaba la colaboracién de clases y la paz laboral en aras del “esfuerzo de guerra’ contra el fascismo 44). Esta linea trajo problemas entre la igencia comunista y las bases obreras, problemas que se afiadieron a la crisis orgénica de su partido, y que fueron hébilmente utilizados por el Apra para ganar terreno en el movimiento obrero. Exaltando su activa resistencia a ta dictadura y la memoria de sus mértires, el Apra se promociond politicamente en importantes sectores de la clase obrera, logrando desplazar al Partido Comunista de los sindicatos de Lima y del Centro y afianzarse en el Norte y en la Federacién Textil, El Partido Comu- nista, por su parte, se asenté en los Departamentos del Sur, Tanto el crecimiento econémico, favorecido por la coyuntura dé la guerra mundial, como le apertura democratica~al término de ella, impulsaron {a reac vacién del movimiento sindical. £1 dinamismo de tas actividades extractivo-expor- tadoras y las-dificultades para importar, estimularon el desarrollo industrial. Consecuencia de ello, aumen- 16 el proletariado activo y su capacidad reivindicativa, ‘Ademis el alza del costo de vida registrada a! fin de {4) Esta pol(tica fue impulsada por Earl Browder, dirigente del Partido Comunista norteamerica no de entonces. 61 la guerra y la prolongada congelacién de los salarios, generaron una ola de conflictos y hueigas @ partir de 1944, Paralelamente, se reorganizaron los sindicatos: A pristas y Comunistas, tras el “Pacto Sindical de San- tiago”, realizado en 1943 y propiciado por ta Confe- deracién de Trabajadores de América Latina, coor dinaron esfuerzos para constituir un frente sindical nacional qlie se concreté e! To de Mayo de 1944 con la creacién de la Confederacién de Trabajadores ce! Perti (CTP). §\ Gobierno de Prado, presionado por los Estados Unidos y ta Confederacién de Trabaja- dores de América Latina, toleré la nueva central, La direceién de la CTP fue inicialmente comparti- da entre comunistas y apristas, pero los segundos tomaron plenamente control de ella a partir de 1945. (5). Bajo el impulso de la CTP, no tardaron en reorga- nizarse numerosas federaciones, como la de Mineros del Centro, de Trabajadores Azucareros, de Petroleros y otras. Se constiteyeron nuevas organizaciones como la Central de Empleedos Particulares y varias federaciones regionales. Empezé la organizacién propiamente sindieal en el campo, reconstituyéndose la Federacién de Yanaconas y Campesinos (1947). EI ntimero de sindicatos reconocidos aumenté consi- derablemente. La reorganizacién sindical dio un mayor impulso. (5) El primer Secretario General fue Juan P. Lu- na, dirigente de choferes, entonces comu ta que fue reemplazado en 1945 por Arturo Sabroso. El Secretario de Organizacién fue Luis Negreiros, dirigente de tranviarios, apris- ta. 62 y coordinacién a las luchas obreras. La CTP logrd dirigir un exitoso paro de tres dias en Lira, en octu- bre de 1944, Su base més fuerte, los textiles, obtuvo importantes conquistas, como el reajuste automatica por costo de vida El surgimiento de un Frente Democratico Nacio: nal, formado por una amplia gama de partidos y pe: sonalidades, al calor de la victoria del “mundo libre’ contra el fascismo en 1945, permitid la eleccién de un candidato centrista. José Lu/s Bustamante apo- yado por el Apra, El nuevo gobierno reconocié a humerosos sindicatos y permitid la accién de los partidos, El Apra salid de la clandestinidad, obtuvo casi la mayoria en ef Parlamento y desarrollé un amplio trabajo de .organizacién de los sectores populares. El Partido Comunista también impulsé su labor politica. La competencia entre ambos par. tidos se exacerb: La répida reorganizacion sindical, la multiplicacion de las huelgas y la creciente activacién politica de las Masas, provocaron una reaccién de la derecha encabe- zada por la burguesfa agro-exportadora, que impulsd una crecienté oposicién al Gobierno y al Apra. La oposicién logré paralizar al Parlamento mediante ef boicot. Los apristas trataron de contrarrestar la oposicién con una huelga general en Lima; pero se enfrenté al mismo Bustamante quien adopté medidas represivas y se distancié del Apra. Mientras tanto a derecha preparaba un golpe militar. En este contexto, es importante, tener en cuenta que en el Partido Aprista, existfa bésicamente dos Ii- neas de accién: una, que correspondia a la “cabeza” det Partido, y que apuntaba a negociar con la derecha o-tograrGna salida a la crisis politica mediante un arreglo con algunos sectores politicos y militares clo- minantes; otra Ifnea, més ligada al “cuerpo” apris © sea principalmenie la organizaclén sindieal y_ para 63 militar de sus masas populares y jévenes militantes, consideraba que, frente al boicot parlamentario y los preparativos golpistas de la derecha, el camino era la toma del poder, mediante la Insurreccién popular. Durante un tiempo, Haya de la Torre logré concillar la linea negociadora con la Iinea insurreccional de masas, llevando a cabo una politica de “zig-zag’’., Sin embargo, los insurrecctonalistas, a la cabeza.cle! los “comandes’ de defense”, tomaron la iniciative, iniciando un levantamlento de sus fuerzas coordina- damente con un sector de la Marina, en el Callao, el 3 de Octubre de 1948, Este levantamiento fue desa- probado por la direccién del Partido y répidamente sofocado, Poco después, el Generel Odria concretaba un golpe militar. 4, La Dictadura de Odria Odrfe fue apoyade sobre todo por los exportado- res. Representaba también la “solucién militar” que requerian los distintos sectores de las clases propieta- rias para bloquear la accién revolucionaria del sector més combativo de! Apra y domesticar al movimiento obrero que se habfa fortalecido desde los afios 1940. El nuevo régimen combiné fa represion con cl clientelaje politico, Impuso una Ley de Seguridad. Interior, considerada como una de las mas represivas del continente en su época. El Apra en su conjunto fue implacablemente perseguido, La represi6n se ensafié en desmantelar los Comandos de Defensa y, los dirigentes sindicales més activos que daban fuer: za a) “cuerpo” aprista. La CTP fue proscrita y su principal Ifder en ta clandestinidad, Luis Negreiros, fue abatido por la policfa que lo persegura, El Partido Comunista y elementos trotskistas surgidos poco antes, también fueron perseguidos. El soplo- naje, la tortura y la provocacién matonesca estuvie- ron a la orden del dia. 64 Paralelamente el Gobierno reforz6 los mecanismos institucionales para regular Jas relaciones laboreles. En 1949 fue creado el Ministerio de Trabajo y Asun- tos Inclfgenas. Asimismo el Gobierno intenté manipular la divi sién politica del movimiento sindica!, utilizando tide. res desplazados, como Juan P. Luna, expulsado det Partido Comunista en 1947 y elegido senador de la lista Gnica pro-Odrfa en tas elecciones de 1950. El régimen intent6, sin mayores éxitos, fomentar un sindicalismo odrifsta y “reorganizar” la CTP en este sentido. A pesar de ello, el sindicalismo apris ta segura activo, especialmente a travis ce la Fede n Textil y las Uniones de Lima y Callao. Odria tuvo mayor éxito con los migrantes urbarios recién Hegados, las poblaciones de las barriaclas, la nueva empleocracia y pequefia burguesia emergente. Estos sectores no habsan sido penetracos profunda- mente por los partidos y sus reivindicaciones no esta- ban articuladas, Con una politica agresiva de gastos puiblicos y de asistencialismo, la creacién del Seguro Social del Empleado, la implementacién de obras para la educacién y la salud, el auspicio de invasiones cle terrenos urbanos y el reconocimiento de barriadas, asf como una distribucién marcadamente clientelisti ca de “favores”, el régimen pudo ganarse un clerto apoyo popular para legitimar la represién de los movimientos sociales mds polltizados, especialmente el movimiento obrero El clientelismo de Ocirfa descansaba en una coyuntura econémica expansionista, Al iniciarse, el régimen restablecié el liberalismo econémico favorable @ los exportadores, y abrié las puertas al capital extranjero, especialmente en la mineréa, dando paso a la entrada de nuevas empresas nartea mericanas como la Marcona y Southern en la gran mineria del Sur, Bajo ol impulso dei capital nortea 65 por un importante viraje politico de! Partido Aprista y su pacto de convivencia con el Gobierno. La repre sidn odrlfsta afecté particularmente a los “brazos"* del cuerpo aprista, que habien dado fuerza a los que propugnaban una Ifnea de Insurreceién popular: les dirigentes sindicales mds combativos y los militantes de los Comandos de Defensa, Una vez aniquilacos es- tos “brazos”, se torné més factible la negociecién entre la cabeza del Partido y Ia derecha, Esta negociacién se realiz6 primero con el mismo Odrfa, quien enfrentaba un creciente aislamiento politico y el avance de nuevos movimientos, sociales. El Gobierno empez6 a establecer relaciones discretas con algunos dirigentes apristas para Hegar 2 une tran- saccion politica, La CTP, encabezada por un dirigente mds transigenite, Arturo Sabroso, goz6 de mayor libertad. Los Iideres apristas encontraban asf el cami- no pata sacar su partido cle fa clandestinidad, compar- tir ef poder sin tener que recurrir a la insurreccién popular y obtener una serie de concesiones que tes permitiera rnantener su influencia sobre los trabajado- res y Jas masas populares. Por parte del bloque en el poder, en especial la burguesfa agro-exportadora y financiera y las empresas extranjeras, ef pacto con el Apra signifleaba, a costa de algunas concesiones demoerdticas, obtener un amplio apoyo electoral, y mayor cepacidad para resistir a la ofensiva del nuevo feformismo y de los movimientos populares ue amenazaban sus intereses. Sin embargo, el] pacto con el Apra no pudo reali- zarse con Odrfa, demasiado comprometido con la represion y afectado polfticarnente por la_ crisis econdémica y la corrupeién en los Uitimos aftos de su gobierno. El Apre cubrié su retirada y apoyé finalmente a Manuel Prado quien fue elegido Pre- sidente en las elecciones de 1956, Empezé la lama da "convivencia”’. 68 El viraje aprista se manifesté también a nivel sindical con la promocién del “Sindicalisme Libre y Democrético”, Desde que tomaron el control de la CTP en 1945, tos apristas la desafiliaron de la Confederacién de Trabajadores de América Latina, por ser demasiado comprometida con la linea de los Partidos Gomunistas, Posteriormente la CTP se lo afltidé a ta Confederacién Internacional de Trabajadores a cuya creacién participd, en un Congreso realizado en Lima en 1948, La CTP sera luego una de las bases mas destacadas de la Or ganizacin Regional Interamericana de Trabajo {ORIT), cooperando activamente con el Gobierno de los Estados Unidos y los lYderes de la Federacién del Trabajo pata \mpulsar un sindicalismo clara- mente anti-comunista, enmareado en la politica de guerra frfa y las teorias neo-capitelistas de integra- cién social, La ORIT y el Embajador Norteamerica- no reaiizaron gastiones para obtener del gobierno de Odria la tiberacion de su politica frente a ta CTP y el apoyo al sindicalismo libre, Este sindicalismo recibio también ol aval de tas principales empresas norteamericanas. 69 rae = ‘fesualg 27 oniyauy) 2229 Aluand [2 ua upIseiday “soo/Bspsopys sezopefeqen so] ap ebjany “og6) ap olune ‘aoquiyz) (esuadg 87 onyouy) cuesteweayou 4p Jesaued olsejaloag ‘ososges ounuiy 19 8} ap uojunoy | auqyy oussieo}pUIs fap Seruetuasesdas soy @ o108 un ua “44. ef Out \ a0 Ni aan ee bs 8961-9961 osjnclut oASNU 5 aHDd pf Los altos que corresponden at segundo gobierno de Manuel Prado (1956-1952), 2 la Junta Militar de 1962 1963 y el Gobierno de Belatinde hasta el golpe militar de 1968 constituyen una etepa de ascenso en la lucha de las masas populares confrontadas a los efectos de sucesivas crisis econdmicas en los que s¢ ahonda el deteriore politico del estado oligirquico. El progresi- vo avance de la organizacién sindical y politica de los trabajadores, y la acumulacién de experiencias de jucha van afirmarido una miayor autonoméa de clase del movimiento obrero y la quisbra de los poitticos clientelistas, conciliadores y reformistas que dominaban en su seno, Hevando al desplaza- miento de la hegemonta aprista y af resurgimiento de un “movirniento clasista”’ riadlo 1, Desarrolle y diversificacién del prolet 1.1, Nueva Industrializacién. El nuevo proceso de expansion y diversificacion capitalista iniciado durante el periodo de Odria con tinué en los afios siguientes, tomando creciente im- portancia le piesencia de las corporaciones multina- cionales. La Ley de Promocién Industrial de 1959 estimulé la instalacién de una serie de plantas de ensamblaje, especialmente en las ramas automotriz, 72 aitefactos eléctricos domésticus y farmacéuticos. Cre cid la industrial metal-mecdniea y quimica. Surgio of “poom" de la pesca para la produccién de hari de pescado, propiciando e! desarrollo industrial de los puertos de la costa. Se inicié 1a siderdrgia y algunos parques industriales en provincia. Parelelamente se expandieron las actividades de canstruccién civil, comercios, de transporte, finanzas, y servicios urba. nos. Se desarrollé asi en torno a los centro urbano- industriales y @ nivel nacional un tejido de activida des més interrelacionadas, requiriendo mayor canti dad de mano de obra asalariada inserta en la organi- zacion capitalista del trabajo. El nuimero de trabajadores fabrifes (o soa de esta- blecimientos de 5 6 més personas ocupadas) alcanzd 200,000 a fines de los afios GO, lo ctial es bastante reducide en relacién a las inversiones de capital y el aumento de la productividad de! sector industrial. E sector no fabiil o artesanal (establecimientos de me- nos de 5 personas ocupadas) empiea casi ei doble de trabajadores que el fabril, La reparticién de trabajadores por ramas indus triales puede apreciarse en el cuadro adjunto. Se cons- tate una fuerte expansién de la industria quitnica, petroquimica y metaliirgica principalmente, En estos sectores se formaron nuevas organizaciones sir dicales en especial la Federacién de Trebajadores Me talirgicos del Peri en 1987, la Federacién de Traba jadores Je las Industrias Quimieas y Afines y la Fede racién de Trabajadores en Laboratorios, Droguerias y Afines, en 1862. Junto con la fuerza taboral industrial, debe men cionarse ef crecimiento ce los pescadores (20,000), los trabajadores de construccién civil (150,006), los bancarios (30,000), los maestros (100,000), etc. FI empleo en ef sector terciario registré el mayor aumen debiclo al desarrollo de las actividades de comereio 73 {unos 400,000 trabajacores), la empleocracia estatal (260,000 trabajadores), el servicio doméstico, y otros servicios que ocupan Una gran cantidad de trabajado- res, y junto con ei pequerio comercio, sirve de refugio a parte de la sobre-poblacién relativa del proletariado urbano DISTRIBUCION DE LA FUERZA LABO- RAL INDUSTRIAL POR RAMAS (establecimientos de 5 o més trabajadores) iNo. de RAMA Trabajadores 1955 1970 Inet, alimenticias 39,800 41,000 Ind. de bebidas 7,200 9,400 Ind. de tabaco ‘800 700 Ind, textit 23,600 24,000 Ind. de caizado y corfecciones 8,190 16,400 | Ind. de maderas y muebles 4,900 12,500 ind. de papel y deriv, 2,100 4,100 Ind. grafica 3/600 9,100 ind. de cuero y pieles 2,400 2,700 Incl. de caucho 800 2,400 Ind, quimica 5,000 17,100 Ind, darivados del petrdleo 200 2,000 Ind, minerales no metélicos (materiales de construccion) 7,600 12,300 Ind. metdlica basica 2,700 7,300 Ind. metal mecénicas 8,860 32,000 Ind, manufactureras 3,900 10,000 121,500 203,000 EPAL, El desarrollo industrial en el Peri, México, 1959; y Minister! de Industria y Turismo, Estad(st cas industriales. 74 permecnennscnCae NS ANG ASA AE ERAN Bajo distintas modalidades, esta fuerza laboral ur- bana en expansién desarrolld su organizacion sindical. Los pescadores constituyeron sindicatos por puertos, y su Federaci6n a nivel nacional en 1962. Los tréba Jadores de construccién multipticaron sus sindicatos por provincia o departamento, agrupados en dos fe: deraciones naclonales, una pro-aprista y otra pro- comunista. Mientras los bancarios consolidaron su Fe- deracidn, el mayisterio que antes s6lo tenta asociacio nes de tipo mutual, umpezé a organizarse sindical- mente, constituyendo en 1959 una Federacién Nacio- nal de Educadores del Perd. igual ocurrié con otras suctores de trabajadores estatales, a pesar de la legis- lacion que 1o prohibe (1), tales como los trabajadores de Correos y Comunicaciones y los de hospitaies. Los maestros, tras largas luchas, conquistaron su derecho ala sindicalizacion en 1964, Junto con la expansion del asalariado y de la sindi- calizacién en torno-al desarrollo urbano-industrial, se fortalecieron los nticleos obreros mineros y petrole- ros. En efecto, si bien las Inversiones capitalistas se diversificaron hacia la industria y sucitaron un incre: mento de las actividades. urbanias, el interés del gran capital, especialmente norteamesicano, siguid centra- do en la-extraccién de materias primas estratégicas, el petrdleo, el cobre, y otros minerales, A fines de los aiios 60 empezaron a producir las grandes minas de tajo abierto de hierro y cobre del sur en Marcona y Toquepala. La Cerro de Pasco amplié y modernizd sus operaciones, al igual que ia International Petro- loum Company.La racionalizacién y tecnificacidn le- (1) ~La ley 11377 de 1945 estipula que los servi- dorés ptiblicos no pueden constituir sindica- tos y no tienen derecho de huelga, Sélo pue- den formar asociaciones de tipo deportivo, cultural y mutual y presentar sus peticiones por via administrativa, vada a cabo en dichas empresas incidieron sobre el empleo de mano de obra mas estable y calificada. En 1968, la mineria empleaba unos 80,000 trabajadores (30%0/o de la gran mineria, 50 o/c de le mediana y 20 o/o. de la pequefia), y el sector petrdleo unos 7,000 trabajadores. Los mineros, a través de duras y largas luchas, consolidaron sus organizaciones sindica- les, En 1959, formaron la Federacién Nacional de Trabajadores Mineros, Mezalirgicos y Similares. Los petioleros tenfan dos federaciones paralelas, una a prista y otra socialista. 1,2 Proletarizacion y pauperizacion en el campo En el campo, junto con el mantenimiento de am- plios sectores de explotacién semi-servil y feuclel, ) avanz6 muy desigualmente {a modernizacién y capi: | ralizacion de las unidades de producclén agricola. Al- gunas haciendas se tecnificaron y se instalaron nueves empresas capitalistas en el agro. En la costa, los com- plejos agro-industriales introcujeron’ maquinarias, nuevos métodos de riego, de transporte, ete Los centros agro-industriales tendieron a emplear una mano de obra asalariada estable, consolidande asf | nticleos de protetariado agricola. Por otro lado, los hacendados que antes utilizaban sistemas tradicione- les de locacién de tierra y prestacién de servicios {arrendamiento, yanaconaje, aparcerfa, colonato, etc.) presionaron para etradicar estos sistemas y ex- pulsar a los campesinos, proletarizdndolos. Por ejem- plo, muchos de los yanaconas que habfan contribuido a la prosperidad de las haciendas algodoneras fueron, desplazados cuando el nivel de capitalizacion de éstas hicieron obsoleto el sisterna de yanaconaje. En le sierra central, las haciendas ganaderas trataron de mo- dernizar su explotacion expulsando a los ““huacchille- fos’, pastores que tenéan sus propios rebafios al mis- imo tiempo que cuidaban el ganado de! hacendedo. La 76 empresa Cerro de Pasco, para ampliar su explotacién ganadera, cercé con alambres de ptias las tierras de Pastoreo que usaban tradicionalmente las comunida: des, quitandoles su fuente de subsistencia y_repri- miendo a los campesinos que se resistfan, En algunos valles de la Ceja de selva, donde el cultivo de café y té empoz6 a transformarse en gran negocio debido a su comereializacién hacia el exterior, los hacendados presionaron para cancelar las concesiones a los arren- dires y asumir directamente el cultivo con peones asa- lariados, Tal fue el caso del valle de La Convencion y Lares, en el Departamento del Cusco, donde los arren- dires ‘con sts allegados, organizadds sindicalmente se movilizaron bajo la bandera de “tierra o muerte”, consiguiendo la primera reforma agrarta en la zona Hay que recalear que el proceso de capitalizacion y modernizacién en el campo fue tan sdlo parcial. Los excedentes generados en el campo fueron trasladacos gensralmente a los sectores no agricolas. La mayorfa de los latifundios continuaron sobre-explotando a los campesinos mediante sistemas serviles. Ademds, tanto las haciendas en. proceso de modernizacién capitalista, como las tradiciona- les, buscaron defender ia gran propiedad. torra- teniente y oponerse a la creciente movilizacion de los campesinos para recuperar sus tierras.y erradicar las formas semi-feudales de dominasion a los cuales estaban todavia sujetos. (2) El movimiento campesino de la zona de la region de Cerro de Pasco fue asesorado por ei abogado Genaro Ledesma, quien. formd alli un Frente Obrero Campesino Estudian. BH (FOCE). El movimiento del valle de La fonvencién. fue Gonvencién fle animedo por Hugo Blanco, 7 La continua descapitalizacién del agro y el_Inter- cambio desigusl entre la ciudad y el campo, afiadido ‘al proceso de modernizacién y monopolizacién de ciertas unidacles productivas, contribuyeron a la pau- perizacién’ de una masa ereciente de campesinos, a- centuado por la explosion demogréfica que empezd a partir de los afios 50, y la sequra que hubo en el sur en los afios 1955-58, 2. La movilizacién campesine Frente a su pauperizaci6n, el campesinado no tenia més salica que la migracién hacia las ciudades, 0 la re cuperacién de tierras. Se agiganté la avalancha de migrantes rurales hacia los centros urbanos en busca de trabajo. La pobla- cién rural disminuyé en relacién a la urbana, Lima metropolitana, donde se concentraba el 70 o/o de las inversiones industriales, crecié en forma acelerada (3). Junto a la migragién, los movimlentos campesinos por la tierra tuvieron un desarrollo sin precedente, en especial entre 1957 y 1965, con importantes reper- cusiones en la escena politica nacional, Con la expansién de los medios de comunicaci {3) Segiin los censos nacionales, la evolucién de la poblacién urbana en relacién a la pobla- total fue ast eal SawLrole Pobla Lima 0/0 bor Urb, | Metropo. | Lima jetro. Afios P. Total P, Url Pear 1940} 6'208,000 | 35 o/o 623,200 | 10 o/o 4961| 9°907,000 | 47 o/o | 1'766,700 | 18 o/o 1972 14'122,000 | 60 o/o | 3'302,500 | 23 o/o 78 : y de las relaciones comerciales y el mayor contacto con las ciudades, los campesinos salieron de su aista- miento y compartieron sus propias tradiciones de or. ganizacién y lucha con la de los sectores urbanos, Se rstracharon lazos de solidaridad a través de los clubes provinciales. y .diversas organizaciones gremiales y politicas, Ademds, el servicio militar obligatorio contribuyé @ despertar nuevas capacidades de accién en los jévenes serranos, algunos de los cuales, al li cenciarse y regrésar a su tierra, se convirtieron en If deres campesinos. Las comunidades indfgenas se reactivaron, impu sendo la lucha por la recuperacién de tierras en tigio. La sindicalizacién campesina, interrumpida por la dictadura de Odrfa, se reinicié a partir de 1956, in volucrando por un lado al proletariado agricola de los complejos agro-industriales y por otro lado a tos co- lonos © arrendires de las haciendas tradicionalas. La imposicién de los sindicatos frente a hacendados acostumbrados a ejercer un poder de tipo feudal exi- gid duras y prolongadas luchas. Sobre 1a base de la Federacién de Yanaconas y Campesinos, se organiz6 en 196 la Confederacién Campesina del Pert (CCP), bajo el liderazgo del Par- tido Comunista. Dicha Federacién ostuvo vinculada a fa organizacién y las luchas campesinas de Ja sierra, en especial las de la regién del Cuzco. En 1960, los apris- tas crearon la Federacién Nacional de Campesinos def Pert, sobre la base de ta Federacién de Azucareros, principalmente, El mismo ajo, bajo los auspicios del Partido Demécrata Cristiano se constituyé en el De- partamento de Puno un Frente Sindlical Campesino, el cual fue acaudillado por los hermanos Caceres, comer: jgiantes y politicos de Juliaca que impulsaron este fremte en apoyo a las reivindicaciones regionales de di cha ciudad. 79 La reaccién de los hacendaclos, gamonales y au- toridades locales al despertar campesino clesencadend represiones y luchas cada vez mas amplias. Ocurrieron matanzas de campesinos en varias haciendas y comu- nidades (en especial ta de Rancas) por el desalojo de los comuneros de sus tierras de pastoreo por la Cerro de Pasco, las que, afiadidas a la matanza de mineros en Toquepala, Ilevé a la GTP a realizar un paro nacio- nal de protesta (13 de mayo de 1960). Por razones similares, se realizé otro paro nacional el 2 de setiem bre de 1963. Las luchas campesinas se desarrollaron general } mente en forma pacrfica, utilizando los medios Irqa les, Pero, al chocar con Jos abusos y la represion def gamonalismo, los campesinos iniciaron las tomas de tierra, que se multiplicaron a partir de 1960 y sobre todo en 1963. Muchas tierras de las haciendas tract cionales fueron as/ recuperadias, La amplitud de la movilizacién campesina obligé ‘a lag clases dominantes a tomar algunes medidas de refarma agraria, no sin previamente reprimir a los sec- tores més activos de dicha movilizacién, ‘En 1962, durante el Gobierno Militar de Pérez Goday, se dio una primera reforma, circunscrita a los valles de La Convencion y Lares y la sierra central, donde se ha- bian dado las mayores luchas. La segunda reforma fue dada en 1964 por el Gobierno de Belatinde y se limité a expropiar tierras de las haciendas tradicio- nales mas pobres, sin afectar a los grandes terratenien- tes. El problema agrario quecaba latente en 1968. Pero dicho problema alcanzé gran repercusién nacional. Los movimientos campesinos desgastaron el poder oligérquico ‘tradicional. Tuvo un amplio carécter democrdtico, recogiendo la simpatia de las clases medias y populares, y ligdndose a otras reivin- dicaciones nacionales, como la recuperacién del petroleo, la nacionalizacién de la gran minerfa, etc. 80 La nueva izquierda que surgié en estos afios elaborard bdsicamente su estrategia-a partir del campo, consi deréndolo como el eslabén mds débil del sistema, te- vantando nuevamente la consigna de Ia alianza obrero campesina. Pero, si bien se dieron numerosas pruebas de solidaridad del proletariado con las luchas campesi- nas, esta alianza no Head a desarrollarse polrticamen- te, siendo asumida principalmente por organizaciones de reciente formacién, y sin arraigo en las masas obre- ras y con una penetracién muy incipiente en el cam- po. La liquidacién de las guerrillas levadas a cabo en el campo en 1965 y el simultdneo repliegue del movi- miento campesino debido a fa represién y las expec- tativas de reforma agraria, Ilevé a la nueva izquierda a concentrar mayores fuerzas’en el movimiento obre- dejar de asentarse en el campo, 3. Capitalismo dependiente y-crisis El problema agrario y las movilizaciones campesi- nas se ubican en un contexto mds amplio de crisis y respuestas populares que tiene que ver con las frus- traciones de las expectativas-nacionalistas y desarro- listas que se fundaban ‘en la expansion capitalista en América Latina en los afios 50 y:60. La industrializacién, estrechamente figada a te estrategia de las empresas extractivo-exportacoras por un lado, y la de las firmas multinacionales por otro lado, no disminuyé la dependencia hacia el exterior. Aumentaron mis bien las importaciones clo maquinaria e insumos, y los pagos de utilidades © intereses al extranjero, lo cual significd una necesidad creciente de divisas, y por lo tanto el incremento de la venta de productos de éxportacién, La bonanza econémica y los ingresos del estado estuvieron a la merced de las variaciones ‘de los precios ‘de.estas pro. ductos, especialmente de los minerales. 81 Esta situacién est4 a la rafz de las crisis que blo- quearon el crecimiento econémico en forma reitera- da desde los aiios 50, acentuando el “sub desarrollo” y la pauperizacion de las masas populares. En un primer momento, a principios del Gobierno de Prado, afluyeron los capitales extranjeros y au- mentaron las exportaciones, registrando la economia un notable crecimiento. El Estado puco aumentar los gastos ptiblicos y hacer concesiones a los sectores populares, lo cual sirvid de sustento a la politica de “convivencia’, Pero en un segundo momento, el estado empez6 a tener dificultad para pagar sus deu das. En 1958, los Estados Unidos redujeron drasti- camente’sus importaciones de zinc y plomo, y los pre- clos de estos productos cayeron, precipitando una cri- sis econémica, Ei Fondo Monetario Internacional y los exportadores presionaron para que el estado redujera sus gastos, congelara los salarios y cevaluara la moneda. Nombrado Primer Ministro, Pedro Bel- trén, ligado a la burgues‘a exportedora y el capital norteamericano, se encargé de aplicar estas medidas antipopulares. A partir de 1960, aumenteron nuovamente los ingresos del sector exportador y las inversiones ex- tranjeras, alentando otra ola de expectativas desarro Nistas. Sin embargo, las importactones y la remesas je utilidades se incrementaron de tal forma que la batonza de pagos ya estaba desequilibrada en 1965. Pera subrir sus obligaciones, ‘el estado tuvo que securrir @ préstamos cada vez més onerosos, endeu- lose criticamente hasta Ilegar a una devaluacién drastice en 1967, seguida de una grave crisis. A to largo de este proceso, las actividades producti- vas se désarrollaron en forma desarticulada, Aumentd el intercamblo desigual entre el campo y la ciudad, debido a la politica de bajos precios agricolas pagados a los campesinos, con la finalidad cle evitar el alza de 82 salarios de los trabajadores urbanos, En los contros urbano-industriales, la mayorfa de los trabajadores en- frentaron situaciones de Inestabilidad laboral, sub-ra- muneracién y sub-empleo. En ceda crisis, la agrava- cién de estas situaciones provocé importantes oleacias de luchas populares, que fueron hitos decisivos en el alejamiento del proletariado y de amplias capas me: dias de las prédicas cesarrollistas basadas en las bon: dades de las inversiones extranjeras. Esos afios signifl- can el recrudecimiento del sentimiento anti-Imperia- lista , y en particular anti-yanqui, en el sono de las masas populares 4. La convivencia Las expectativas, suscitadas por la entrada de capi- } tales extranjeros, de “desarrollo” y ‘'democracia”’ | constituyeron el contexto en el cual el Apra inicid su | estrategia de convivencia con el. Segundo Gobierno { de Prado en 1956, abandonando Ia perspsctiva insu. rreccional impulsada por sus militantes radicales y on- trando en et juego de la negociacién politica con ef poder, (4), _ Con la convivencia el Partido Aprista reinicié su vida publica, Obtuvo una fuerte presencia en ct po- der legislativo y empez6 a penetrar en la acministra- cién publica, Pudo fortalecer su aparato politico sindical ee La apertura democrdtica que representé la convi- vencia después de ocho afios de dictadura permitié también al. Partido Comunista reorganizarse @ in ciar un perfode de crecimiento, al igual que algunos Pequefos grupos trotskistas. Por Ultimo, se estructu- (4) “El Apra apoyé Ia eleccién de Prado, que obtuva at ne 0/o'de tos vatos (contra 35 0/0 a Belatin- ie), 83 raron fos nuevos partidos reformistas, en especial Accién Popular, al calor del sorpresivo éxito electo- ral del Arquitecto Belatinde Terry. La convivencia permitié 1a reorganizacién de nu- merosos sindicatos y la creacién de nuevos. En la mayor{a de los casos, los trabajadores tuvieron que Hevar adelante prolongadas luchas para imponer el reconocimiento de su sindicato, especialmente en las empresas agr(colas y los enclaves mineros donde predominaba el autoritarismo y paternalismo. Sin embargo, frente al empuje del proceso de sindicali- zacién y obligados a hacer concesiones, el Gobier- no reglament6é el derecho de asociacién y establecio las normas para el reconocimiento de los sindicatos. (5). El numero de sindicatos reconocidos pasé de 493 en 1955 a 1,093 en 1961 y 2,317 en 1968. A través de una serie de dispositivos legales, avanz6 la institu: jonalizacién de los conflictos laborales y de ta vida sindical, El Apra siguié ejerciendo un poderoso contro! so- e! movimiento sindical, particularmente en la CTP, al haberse clegido la lista encabezada por Sabro- so eh el Segundo Congreso de 1956. Sin embargo, co- mo pudo comprobarse en dicho Congreso, la CTP contaba con una fuerte oposicién, encabezada por el rtido Comunista (6). 'S) El Gobierno peruano suscribié el “Convenio 87" aprobado en 1948 por la OIT, que protege el clerecho de sindicalizacién. Este convenio re- :ién fue reglamentado en el pats con el Decreto 002 en 1961, que establece las normas para constituir sindicatos y su reconocimiento. Este Decreto 009 excluye a los trabajadores estata- les. Establece que los sindicatos deben contar con un mfinimo de 20 miembros, las Federa- ciones, § Sindicatos bases y las Confederaciones 10 Federaciones, 84 Si bien el Apra logré ampliar su clientela sindical tradicional, no pudo responder al ascenso do las reivindicaciones de ias masas pauperizadas del cam- po y fue perdiendo capacidad de direccidn de los principales movimientos sindicales urbanos, especial- mente en los momentos de crisis econdmica. Los nuevos sectores laborales en expansién durante estos afios, como “los metalurgicos y de construccién civil, los bancarios y maestros, radicalizaron sus métodos de lucha y se demostraron mds receptivos a la direc- cidn e ideologia de los partidos de izquierda, Gran parte de la actividad de los dirigentes sindi- cales apristas fue dedicada a contraponerse a este proceso, luchando contra los nuevos lideres clasistas de izquierda y tratando de difundir la iceologta anti-comunista del “‘Sindicalismo libre‘. La convi- vencia y la institucionalizacién de la CTP permitie ron al Apra utilizar la “negociacion politica” como principal método de accién sindical. Este método consistia en provocar una intervencién oficial del Go- bierno en favor de determinadas demandas de las bases, fevantando la amenaza de la agitacién y de la violencia contra la estabilidad institucional del. régi- men y el peligro de un golpe militar. Esta estrategia de prosién, que buscaba sacar partido de la fragilidad del bloque en el poder, permitia al Apra culpar de la agitacion a los “comunistas” y, apareciendo como. Ginica portadora de la “solucién’ de las reivindica- ciones, guardar el respaldo de las bases. Dicha estra- tegia sdlo fue viable en perfodo de bonanza econd- (6) En el mencionado Congreso, varias delegaciones se retiraron, acusando a los apristas de haber in- flado sus delegaciones. Se retiraron las federa- ciones de Arequipa, Puno, Cuzco y Huancayo, la Federacién de Yanaconas y Campesinos, el Sindicato de construccién Civil, y parte de los delegados mingros y bancarios, entre otros. 85 mica, cuando el gobierno estuvo en capacidad de ha cer concesiones, 5. Radicalizacién de Jas luchas obreras y populares La crisis econémica que se inicié en 1958 y la po- litica anti-popular de “‘recuperacién” implementada Por el nuevo Primer Ministro Pedro Beltrén, suscita- fon una radicalizacién bastante generalizads de las luchas obreras.y populares urbanas, asi como de los movimientos campesinos. Coincidid adernas el impul- 30 de movimlentos nacionalistas y populares en Amé- rica Latina, junto con la revolucién cubana. A principios de 1958, el alza del precio de la gaso- lina desencadend un conjunto de paros y moviliza- jones urbanas, Los choferes entraton en huelga en varias ciudades, creando las condiciones de un virtual paro general nacional, En {a ciudad del Cuzco, Ia re- presién origing un levantamiento popular, Seguida- mante se desarrollaron en

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