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DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Seudodemencia depresiva: implicaciones


clinicoterapéuticas 40.700

José Manuel Barjau Romero, Delio Guerro-Prado y Miguel Vega Piñero


Servicio de Psiquiatría. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.

Introducción Aproximación conceptual


No es infrecuente en la práctica clínica diaria encontrar un Desde que en 1880 Wernicke empleara por primera vez el
tipo de pacientes que dan la impresión de padecer una de- término de seudodemencia al referirse a cuadros histéricos
mencia primaria cuando en realidad presentan un trastorno crónicos que aparentaban debilitamiento o deterioro men-
afectivo, una depresión. Es importante reconocer las sutiles tal, se han empleado diversos términos para denominar las
diferencias clínicas entre estos pacientes y los que padecen diferentes alteraciones cognoscitivas que surgen en los
verdaderamente una demencia. El solapamiento de sínto- trastornos psiquiátricos: «melancolía atónica», «depresión
mas demenciales y depresivos dificulta la discriminación estúpida», «demencia melancólica» o «demencia vesáni-
entre depresiones asociadas a demencia y la sintomatología ca», entre otros5. El término «demencia melancólica» fue
afectiva propia de la demencia de una entidad clínica que acuñado por Albert Mairet en su célebre monografía publi-
se sitúa entre la depresión y la demencia, a caballo entre la cada en 1883 con el título Dèmence mélancolique5 para
psiquiatría y la neurología, y de difícil ubicación nosológica definir lo que hoy entendemos por seudodemencia depre-
(no se refleja en las clasificaciones diagnósticas actuales, siva, si bien no fue hasta los trabajos de Kiloch en 1961 y
CIE 10 y DSM-IV), que consideramos continúa vigente en la Wells en 1979 cuando el término seudodemencia depresi-
práctica clínica habitual: la seudodemencia depresiva. Se va comenzó a generalizarse y se hizo habitual en la prácti-
trata de un cuadro clínico que habitualmente pasa inadver- ca clínica6. Desde entonces la seudodemencia depresiva
tido en las consultas de atención primaria, neurología y, se ha visto inmersa en una continua controversia, vigente
¿por qué no?, en muchas consultas psiquiátricas. Situación aún en la actualidad.
que inevitablemente deriva en una serie de complicaciones En la aproximación conceptual que pretendemos realizar,
para el paciente al privarle de un tratamiento adecuado y debemos diferenciar lo que entendemos por «seudodemen-
efectivo en la mayoría de los casos. Así, está demostrado cia» (sin el calificativo de depresiva), que se reserva para
que la asociación de sintomatología depresiva y deterioro aquellos cuadros clínicos que semejan, mimetizan o carica-
cognitivo tiene en la tercera edad de la vida una repercusión turizan una demencia de carácter reversible que se presen-
negativa sobre la esperanza y calidad de vida, una mayor ta en el contexto de un trastorno psiquiátrico primario o fun-
morbimortalidad médica y psiquiátrica, un mayor deterioro cional, donde el prefijo «pseudo» implica una alteración
funcional, una carga superior sobre los familiares, un mayor cognitiva que no es real, del concepto de seudodemencia
uso de los servicios y gastos sanitarios, etc.1-4. depresiva que podemos considerar un síndrome clínico que
La dificultad diagnóstica obedece a la presencia de sínto- caracteriza a un trastorno depresivo, de aparición habitual-
mas afectivos en los estados demenciales y de síntomas mente en el final de la vida adulta y tercera edad de la vida,
cognitivos que se presentan en los estados depresivos, al donde la existencia de importantes alteraciones cognitivas
tiempo que no es infrecuente que en los ancianos la depre- tiene la suficiente entidad clínica para presentarse en pri-
sión se manifieste con la apariencia de una demencia. Por mer plano e inducir a confundirla con una demencia. Se
tanto, la primera dificultad estriba en poder realizar un diag- podría decir que serían cuadros clínicos de colorido demen-
nóstico diferencial correcto y en qué datos clínicos debemos cial y subfondo etiológico fundamentalmente depresivo,
apoyarnos para realizarlo. En segundo lugar, qué instru- aunque los límites no son siempre nítidos, pudiendo coexis-
mentos diagnósticos, si existen, pueden emplearse para lle- tir clínica afectiva y déficit involutivos cognitivos7.
gar al diagnóstico correcto. Y por último, qué tratamiento es El concepto de seudodemencia depresiva, como ya hemos
el más adecuado, qué respuesta podemos esperar de él y indicado, no está exento de controversias, constituyendo
cuál puede ser la evolución a largo plazo. Actualmente el para unos autores una categoría diagnóstica independiente,
diagnóstico de seudodemencia depresiva se fundamenta en mientras que para otros designa un síndrome clínico carac-
las manifestaciones clínicas y en una buena respuesta al terizado por lesión cognitiva en la depresión senil; estos últi-
tratamiento antidepresivo con una remisión parcial o total mos consideran el término inadecuado y proponen distintas
de la sintomatología tanto depresiva como cognitiva. denominaciones, tales como «síndrome demencial de la de-
En el presente trabajo intentaremos aproximarnos al concep- presión»8, «demencia de la depresión»9 o «trastorno cogni-
to, clínica, diagnóstico, evolución y tratamiento de la seudo- tivo de la depresión senil»10,11. En la misma línea, algunos
demencia depresiva. Como observaremos, implica un cam- autores identifican la alteración cognitiva de la seudode-
bio de actitud frente a la depresión en la edad tardía. mencia depresiva con la demencia subcortical8,12, mientras
que otros afirman que es claramente diferente tanto de la
demencia cortical como subcortical13. Por tanto, para unos
autores posee entidad suficiente para considerarla una ca-
Correspondencia: Dr. J.M. Barjau Romero. tegoría diagnóstica independiente, mientras que para otros
Servicio de Psiquiatría. Hospital Ramón y Cajal. se trataría de cuadros de deterioro orgánico cerebral sobre
Ctra. de Colmenar, km 9,100. 28034 Madrid. los que se instauraría una depresión, o bien un cuadro clíni-
Recibido el 23-5-2001; aceptado para su publicación el 17-7-2001. co caracterizado por una lesión cognitiva en el seno de una
Med Clin (Barc) 2001; 117: 703-708 depresión acaecida en la tercera edad de la vida. Incluso al-

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MEDICINA CLÍNICA. VOL. 117. NÚM. 18. 2001

gunos autores opinan que se trata únicamente de un tras- trasfondo depresivo, y si éste verdaderamente existe como
torno depresivo al que, en ausencia de importantes déficit tal, en el supuesto de la seudodemencia depresiva.
cognitivos marcados típicos de la demencia, se le debe En muchas ocasiones, la confusión diagnóstica obedece
asignar simplemente el diagnóstico de depresión, no siendo más a una escasa finura psicopatológica por parte del obser-
necesario ningún otro14,15. En esta línea se expresa el re- vador que a una verdadera similitud clínica entre los diferen-
ciente Consenso Español sobre Demencia de la Sociedad tes cuadros, siendo el diagnóstico diferencial con la demen-
Española de Psiquiatría15, al afirmar que «se trata de verda- cia el que más relevancia pronóstica y terapéutica tiene.
deros trastornos afectivos que, pese a las quejas sintomáti- Creemos que en la mayoría de los casos se puede llegar al
cas del paciente y su familia, revelan sólo déficit mínimos diagnóstico clínico de seudodemencia depresiva sin recurrir
en la exploración neuropsicológica... El término seudode- a criterios de respuesta al tratamiento (ex juvantivus) o evo-
mencia depresiva ha hecho fortuna y se utiliza comúnmente lutivos, siempre que se realice una buena exploración psico-
para denominar estos casos, pensamos que puede inducir patológica y se recoja la información de las personas cerca-
a error». Creemos que esta postura no se ajusta a la reali- nas al paciente.
dad y tiende a minimizar el déficit cognitivo que se presenta Los datos clínicos sobre los cuales nos podemos apoyar
en la seudodemencia depresiva, lo que contribuye a que se para orientar el diagnóstico obedecen tanto al inicio y el cur-
subestime ésta, y favorece el diagnóstico de demencia en so de la sintomatología como a la clínica afectiva y las alte-
detrimento de la anterior cuando tales déficit cognitivos apa- raciones cognitivas que presente el paciente (tablas 1 y 2).
recen en primer plano o tienen mayor relevancia clínica, lle- Así, en el caso de la seudodemencia depresiva puede esta-
vando al error diagnóstico. blecerse con más precisión el inicio del cuadro, pues tanto
Por nuestra parte, creemos que la seudodemencia depresiva las alteraciones de carácter cognitivo como la sintomatología
tiene aún vigencia en la práctica clínica actual, por diversas afectiva llaman pronto la atención de la familia, por lo que
razones: a) se trata de un término de profundo arraigo, tanto puede establecerse su inicio con cierta precisión en un perí-
en la bibliografía médica como en el ejercicio de la práctica odo concreto de tiempo, siendo la familia consciente del
clínica; b) por el propio carácter descriptivo del término, el trastorno y de su gravedad ante la rápida progresión de los
cual indica que se refiere a un trastorno depresivo (seudode- síntomas y el inicio brusco, si bien no en todos los casos
mencia depresiva) que remeda, por el deterioro cognitivo que es así. En la demencia, el inicio del cuadro es lento, progre-
presenta, una demencia pero no lo es (seudodemencia de- sivo, por lo que resulta difícil determinar su comienzo, pa-
presiva); c) por el uso que se hace del mismo en la práctica sando frecuentemente inadvertido para la familia durante
clínica, especificando que se trata de un trastorno depresivo mucho tiempo. Cuando se trata de la seudodemencia de-
(y por tanto tratable y reversible) no refiriéndose a otros cua- presiva, los síntomas depresivos tienen, en general, un ini-
dros con una presentación clínica similar, y d) por el carácter cio previo al deterioro cognitivo cuya evolución transcurre
reversible y no progresivo de la sintomatología depresiva y las de forma paralela a la intensidad de lo afectivo, mientras
alteraciones cognitivas16. Si bien es cierto que en muchos ca- que en la demencia la depresión se presenta habitualmente
sos la evolución final es a una demencia, este hecho no inva- con posterioridad al mismo. Por otro lado, la alteración cogni-
lida el empleo del concepto de seudodemencia depresiva, tiva en la demencia es progresiva, lenta, insidiosa, mientras
pues será en estos casos donde su carácter provisional e in- que en la seudodemencia depresiva, por lo general, puede
cierto pronóstico nos ha de obligar a seguir investigando y vi- fluctuar.
gilando su evolución en el tiempo. En la anamnesis del paciente con seudodemencia depresi-
va, cuando se explora su capacidad cognitiva, típicamente
nos encontramos con respuestas del tipo «no lo sé», «no
Clínica
puedo», «no me acuerdo», «soy incapaz de» (menos fre-
En la práctica, cuando nos encontramos ante un paciente cuente en cuadros depresivos del adulto). El paciente pre-
que presenta síntomas depresivos y deterioro cognitivo, lo senta más a menudo quejas detalladas sobre su función
importante a la hora de la exploración clínica es establecer cognitiva, magnifica y exagera sus incapacidades y proble-
en qué medida los síntomas demenciales permiten ver el mas de memoria, se angustia significativamente ante sus

TABLA 1
Características diferenciales entre seudodemencia depresiva y demencia: inicio, curso y sintomatología afectiva
Seudodemencia depresiva Demencia
Inicio en semanas Inicio lento, en meses o años
El inicio puede ser establecido con cierta precisión (período concreto) Inicio establecido con amplio margen (inicio impreciso)
Recibe atención sanitaria poco después de la aparición del cuadro Larga duración de los síntomas hasta que se busca ayuda
La familia es consciente del trastorno y su gravedad La familia lo desconoce durante mucho tiempo
Rápida progresión de los síntomas Curso lento progresivo
Duración breve Duración indeterminada
Antecedentes de depresión Antecedentes menos frecuentes
Tristeza implícita Quejas de tristeza
Quejas de la función cognitiva vagas y escasas Quejas frecuentes y precisas de la función cognitiva
Angustia ante el fracaso, tendencia a magnificarlo y búsqueda de ayuda Indiferencia al fracaso, con tendencia a minimizarlo y sin búsqueda
de ayuda (oculta sus incapacidades)
El paciente comunica un sentimiento de sufrimiento intenso Parece no estar interesado o preocupado
Afectividad depresiva continua y estable (sintomatología afectiva estable) Afectividad superficial y lábil (sintomatología afectiva fluctuante)
La conducta es a menudo incongruente con la escasa gravedad del trastorno Conducta compatible con el grado de deterioro
Pérdida temprana de las relaciones sociales Mantenimiento relativo de habilidades sociales, sobre todo en los
estadios iniciales
Más frecuentes la letargia, la apatía y la disminución de las actividades Menos frecuentes
Acentuación nocturna infrecuente Intensificación nocturna de los trastornos
Insomnio tardío Ritmo sueño-vigilia invertido
Respuesta a antidepresivos y TEC Falta de respuesta
Modificada y ampliada de las referencias 6, 14, 17-19. TEC: terapia electroconvulsiva.

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J.M. BARJAU ROMERO ET AL.– SEUDODEMENCIA DEPRESIVA: IMPLICACIONES CLINICOTERAPÉUTICAS

TABLA 2
Características diferenciales entre seudodemencia depresiva y demencia: trastornos de memoria,
cognitivos e intelectuales
Seudodemencia depresiva Demencia
Atención y concentración bien conservadas Deterioro en atención y concentración
Respuestas típicas «no lo sé», «no puedo», «soy incapaz de» Responden algo aproximado o erróneo
Pérdida de memoria para hechos recientes y remotos Alteración más grave de la memoria reciente
Frecuentes lagunas de memoria para períodos o hechos específicos Lagunas poco frecuentes, salvo si hay delirium, traumatismo o convulsiones
Marcada variabilidad al realizar tareas de similar dificultad Dificultades consistentes en la realización de tareas similares
(patrón de déficit cognitivo incongruente) (patrón de déficit congruente)
Respuestas displicentes antes de iniciar las pruebas Respuestas intentando disimular el déficit
WAIS con fracaso en pruebas verbales y manipulativas WAIS con fracaso en pruebas manipulativas y mejores rendimientos en
pruebas verbales
Déficit cognitivo variable en el tiempo Estabilidad en la progresión del déficit cognitivo
Conducta incongruente con la disfunción cognitiva Conducta congruente con la disfunción cognitiva
Modificada y ampliada de las referencias 6,14,17-19. WAIS: escala de inteligencia de Wechsler para adultos.

fracasos, y son esta angustia y la sobrevaloración de la sin- tristeza, mientras que en otras, más que verbalizar un senti-
tomatología lo que lleva al paciente con seudodemencia a miento de tristeza, muestra apatía, falta de estímulo y que-
acudir de forma espontánea a la consulta, a diferencia del jas somáticas vagas e imprecisas. Predomina un pensa-
sujeto con demencia, ajeno a la enfermedad, que es llevado miento lentificado con ideas de ruina, culpa e hipocondría
por sus familiares20. Por el contrario, los pacientes con de- (más característico de la depresión en la tercera edad). Se
mencia senil tienden de forma característica, al menos en muestra típicamente mucho más abatido y expresa sus défi-
los estadios iniciales, a minimizar sus alteraciones y fallos cit intelectuales y personales de forma más inculpatoria y
cognitivos, al igual que las quejas sobre su función cognitiva monótona, por lo que la impresión es de apatía más que de
suelen ser menos frecuentes y más imprecisas, mostrándo- incapacidad. La sintomatología afectiva es más continua y
se en ocasiones indiferentes a sus fracasos o tendiendo a estable en el tiempo. Suele presentar habitualmente desper-
minimizarlos. Por este motivo la merma cognitiva suele pa- tar prematuro, disminución de la libido, y es más frecuente
sar inadvertida a la familia durante bastante tiempo. la pérdida temprana de las habilidades sociales, con una
En relación con los fallos de memoria en la seudodemencia mala capacidad del paciente para afrontar los déficit que
depresiva, se centran más en aspectos del pasado, con fre- presenta. En el caso de la demencia, la afectividad es más
cuentes lagunas de memoria para períodos o hechos espe- fluctuante y superficial, el ritmo sueño-vigilia está invertido,
cíficos, los cuales no se manifestaban antes del inicio del con intensificación nocturna de los trastornos cognitivos, el
cuadro afectivo. En el caso de la demencia, la alteración de deterioro social es más tardío, se mantiene la apariencia de
la memoria suele ser más grave para hechos recientes y normalidad, al menos en los estadios iniciales, hasta que la
menos habituales los olvidos de períodos o acontecimientos pérdida de memoria y el deterioro intelectual son tan evi-
significativos para el paciente. dentes que ya no pueden pasarse por alto.
Por otra parte, es bastante característico que tanto en la rea- Por último, en la seudodemencia depresiva el estado afecti-
lización de tests psicológicos como en la exploración neu- vo es más duradero y encontramos buena respuesta al tra-
ropsicológica los pacientes con seudodemencia depresiva tamiento con antidepresivos y terapia electroconvulsiva
se muestren poco cooperativos, con escaso esfuerzo por re- (TEC), en contraposición a la demencia, donde es escasa o
cordar o rendir bien, remarcando sus fracasos, o por el con- nula la respuesta al tratamiento.
trario negándose a dicha evaluación, lo cual contrasta con
sus respuestas detalladas y claras cuando se les pregunta
Evolución
sobre aspectos de la vida personal presente y pasada. Por
todo ello, así como por el desinterés con que realizan las Los estudios evolutivos sobre seudodemencia depresiva in-
pruebas, no es infrecuente encontrar en los resultados una dican que, al menos en una parte de ellos, se trataría de es-
afección cognitiva superior a la esperada. Hallamos, de la tados preclínicos de demencia. Bulbena21, en una revisión
misma forma, una importante variabilidad al llevar a cabo sobre el tema, encuentra que el 35,5% de los casos presen-
tareas de similar dificultad, siendo el déficit cognitivo varia- taban una evolución hacia la demencia. Hay autores que
ble en el tiempo, y la conducta a menudo incongruente con establecen porcentajes de evolución a demencia por enci-
la escasa gravedad del trastorno, por lo que da la impresión, ma del 50%22,23, mientras que en otros no supera el 10%24.
al igual que en la exploración clínica, de que la incapacidad En estos y otros estudios relacionados, debemos considerar
o quejas que presenta son sobrevaloradas y excesivas res- al menos dos aspectos que pueden llevarnos a estos resul-
pecto al trastorno cognitivo que se objetiva. Por el contrario, tados tan dispares y a una interpretación errónea de los
en los cuadros demenciales existe una mayor cooperación mismos. En primer lugar, la posibilidad de establecer un
en la realización de los tests neuropsicológicos, el enfermo diagnóstico inicial erróneo de seudodemencia depresiva, ya
se esfuerza por rendir bien, subraya logros triviales y existe que delimitar y definir esta enfermedad es una empresa di-
una disminución homogénea del rendimiento. En la seudo- fícil al no existir consenso al respecto y carecer de criterios
demencia depresiva, las alteraciones cognitivas son varia- fiables para la investigación. En segundo lugar, observamos
bles, obteniéndose fluctuaciones si se aplican tests cogniti- que en la mayoría de las revisiones y estudios sobre el tema
vos a lo largo del tiempo17, mientras que en la demencia el se pasa por alto la edad de inicio de seguimiento de los pa-
déficit cognitivo es más homogéneo y estable en el tiempo. cientes, por lo que podríamos entrar en intervalos de edad
Con relación a la sintomatología depresiva, en el caso de la donde el riesgo de demencia aumenta considerablemente.
seudodemencia depresiva, son más frecuentes los antece- Así, el factor edad en las seudodemencias depresivas siem-
dentes de depresión en la historia personal del paciente18, y pre estaría más cerca de las demencias que de las depre-
ésta se manifiesta, en unas ocasiones mediante quejas de siones en la edad adulta.

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Opinamos que en la seudodemencia depresiva el criterio merma cognitiva, o por el contrario presentar una sintoma-
evolutivo constituye un elemento diagnóstico, y debemos tología afectiva previa al tratamiento, apareciendo posterior-
evitar el diagnóstico de seudodemencia depresiva o demen- mente un deterioro cognitivo inducido por fármacos. En la
cia hasta ver la evolución del cuadro clínico. Consideramos, misma línea, numerosos fármacos y sustancias pueden in-
de forma arbitraria, que debe ser un año como mínimo el ducir sintomatología depresiva cuando se administran a pa-
tiempo a tener en cuenta antes de emitir el diagnóstico. cientes dementes.
A pesar de los avances técnicos, en la práctica siguen sien-
do las manifestaciones clínicas, evolutivas y de respuesta al
Diagnóstico
tratamiento antidepresivo los criterios más utilizados para di-
«Descubrir» la sintomatología depresiva en la tercera edad ferenciar ambas entidades, ya que los resultados obtenidos
de la vida es en muchas ocasiones una empresa difícil, en los numerosos estudios publicados que versan sobre la
pues se difuminan las fronteras que delimitan las diversas utilidad de los diferentes instrumentos diagnósticos emplea-
presentaciones clínicas, sobre todo en aquellas situaciones dos para el diagnóstico diferencial entre depresión, demen-
en que se solapa con alteraciones cognitivas. Así, por un cia y seudodemencia depresiva no son definitivos (tabla 3).
lado debemos considerar las circunstancias específicas de Por lo que respecta a los tests neuropsicológicos y las esca-
la edad, tanto desde un punto de vista psicosocial (pérdidas las de depresión, para unos autores pueden ser útiles con
continuas, disminución del soporte social, pérdida de esta- objeto de establecer la sospecha de un cuadro afectivo
tus económico y social, deterioro físico y la discapacidad cuando existe una disociación en las puntuaciones, es decir
que supone la mayor frecuencia de enfermedades físicas), cuando la puntuación obtenida para valorar la depresión
como biológico (deterioro neurovegetativo y enfermedades está por encima del punto de corte y la neuropsicológica
físicas) que pueden producir sintomatología depresiva25. De por debajo, hablando esta situación a favor de un cuadro
la misma forma, tanto la sintomatología afectiva en la terce- depresivo y ocurriendo lo contrario en caso de demencia20,
ra edad de la vida como en la demencia pueden tener su mientras que para otros se mantendrían las dificultades
origen en las dificultades de adaptación a sus limitaciones diagnósticas29, o no permitirían distinguir con claridad el de-
físicas, la falta de recursos, los cambios de estilo de vida, la terioro cognitivo social del deterioro clínico30.
concurrencia de determinadas enfermedades médicas o los Los marcadores biológicos de la depresión, como la prueba
efectos secundarios de las medicaciones. de supresión con dexametasona y el test de estimulación
Debemos tener en cuenta aquellos casos en que los pacien- con TRH, parecen no ser eficaces para este fin. Lo mismo
tes con demencia primaria manifiestan un trastorno depre- ocurre con las técnicas de neuroimagen como la tomografía
sivo en algún momento de su evolución, no siendo en mu- computarizada (TC) y la resonancia magnética nuclear
chas ocasiones tan fácil delimitar el inicio de uno u otro, (RMN); en el primer caso, la presencia de atrofia cortical y
sobre todo cuando se realiza una aproximación diagnóstica dilatación ventricular no es útil para el diagnóstico diferen-
transversal más que longitudinal. Del mismo modo, hay que cial entre seudodemencia depresiva y enfermedad de Alz-
tener presente la sintomatología depresiva que aparece heimer, mientras que en el segundo se observa que la pre-
como primera manifestación, o como «diagnóstico» de cua- sencia de lesiones hiperintensas subcorticales es mayor en
dro demencial21 (síntomas afectivos que para algunos auto- la depresión y en la seudodemencia depresiva (ganglios ba-
res serían parte del estado preclínico de la demencia, y no sales izquierdos y área subfrontal derecha) que en el Alzhei-
meramente reactivos a las dificultades iniciales de adapta- mer. En esta última es más frecuente la presencia de lesio-
ción26,27), así como a las demencias subcorticales28, ante la nes hiperintensas periventriculares31, pero los hallazgos no
similitud de la presentación clínica, siendo ésta la situación son concluyentes.
que induce con más frecuencia a errores diagnósticos. En la actualidad, parece que el registro electroencefalográfi-
Igualmente nos encontramos a pacientes con trastornos de- co y las pruebas de neuroimagen funcional (tomografía por
presivos que presentan deterioro cognitivo durante la evolu- emisión de positrones –PET– y tomografía computarizada
ción, o al inicio del mismo, y por tanto es factible que pue- por emisión de fotón único –SPECT–), son los instrumentos
dan llegar a interpretarse las alteraciones cognitivas como de mayor utilidad para el diagnóstico diferencial entre seu-
demenciales, desatendiendo el trasfondo depresivo del cua- dodemencia depresiva y demencia. El electroencefalograma
dro clínico, lo que abocaría a un diagnóstico erróneo. Por (EEG) puede ser útil, sobre todo si encontramos alteracio-
otra parte, se presentan situaciones donde el trastorno cog- nes que orientan al diagnóstico de demencia, puesto que el
nitivo puede ser debido a fármacos u otras sustancias, y la EEG es habitualmente normal en la seudodemencia32-34. Se
sintomatología afectiva se manifiesta de forma reactiva a la ha encontrado que la enfermedad de Alzheimer presenta

TABLA 3
Hallazgos más significativos en las pruebas complementarias
Seudodemencia depresiva Demencia
EEG normal EEG retardado y disminución de ritmos delta, pérdida de complejos K
EEG de sueño con acortamiento de latencia REM, aumento de EEG de sueño con ondas fusiformes en el sueño no REM
la proporción sueño REM y primer sueño REM más prolongado, y pérdida progresiva de los movimientos fásicos oculares
los movimientos fásicos oculares se mantienen durante el sueño REM
TC normal TC con atrofia cortical
RM con lesiones hiperintensas subcorticales (ganglios basales RM con lesiones hiperintensas periventriculares
izquierdos y área subfrontal derecha)
SPECT y PET con anomalías en la corteza prefrontal anterior SPECT y PETcon anomalías en regiones temporoparietales bilaterales
medial izquierda y tardíamente prefrontales
Títulos anormalmente altos de proteína tau en líquido cefalorraquídeo
en la enfermedad de Alzheimer
Apo E4 tres veces más frecuente en la enfermedad de Alzheimer
TC: tomografía computarizada; RM: resonancia magnética; PET: tomografía por emisión de positrones; SPECT: tomografía computarizada por emisión de fotón único; EEG: electroencefa-
lograma. REM: rapid eye movement.

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J.M. BARJAU ROMERO ET AL.– SEUDODEMENCIA DEPRESIVA: IMPLICACIONES CLINICOTERAPÉUTICAS

un EEG lentificado con disminución de ritmos delta, pérdida Consideramos antidepresivos de referencia en la seudode-
de los complejos K y ondas fusiformes en el sueño no REM, mencia depresiva leve o moderada los inhibidores selectivos
así como pérdida progresiva de los movimientos fásicos de la recaptación de serotonina (ISRS), tanto por la carencia
oculares dentro del sueño REM. En cambio, la seudode- de efectos secundarios significativos de tipo cardiovascular
mencia presenta un acortamiento de la latencia REM, el pri- o anticolinérgico, su perfil no sedante, menos riesgo en caso
mer sueño REM es más prolongado, hay aumento de la pro- de sobredosis, así como el empleo, generalmente, de una
porción del sueño REM y aumento en la densidad de los única toma diaria. Dentro de este grupo, por la menor pre-
movimientos fásicos oculares en el EEG de sueño, llegándo- sencia de interacciones farmacológicas, los ISRS de elec-
se a afirmar que estas diferencias encontradas en el sueño ción serían la sertralina (dosis de 50-100 mg/día) y el citalo-
REM permiten identificar correctamente al 88,5% de los pa- pram (dosis de 20-40 mg/día).
cientes35. En casos de seudodemencia grave, de ausencia de res-
Tanto con técnicas de SPECT como con PET, se ha compro- puesta o intolerancia a los ISRS, estarían indicados los anti-
bado en la depresión un hipometabolismo del córtex prefron- depresivos tricíclicos, pero deberemos evitar aquellos con
tal, cuya intensidad guardaría relación con la gravedad de la elevada potencia anticolinérgica, puesto que pueden au-
depresión36. Igualmente, en la seudodemencia depresiva se mentar el deterioro cognitivo, producir síntomas confusiona-
observa una reducción del flujo sanguíneo cerebral en la les, delirio, retención urinaria, constipación, etc. Así, serían
corteza prefrontal medial anterior izquierda, anomalías que de elección por su bajo potencial anticolinérgico la nortripti-
se superponen a la reducción metabólica en la corteza lina (dosis de 75-150 mg/día) y la maprotilina (dosis de 75-
prefrontal dorsolateral izquierda, característica de la depre- 150 mg/día). En el caso de los antidepresivos tricíclicos, su
sión mayor37. Ambas situaciones son diferentes de la de- administración debe ser progresiva, en dosis múltiples re-
mencia tipo Alzheimer, donde se observa un hipometabolis- partidas en tres tomas al día, iniciando el tratamiento con
mo de inicio en regiones temporoparietales que se extiende dosis bajas (empezar con dosis equivalente a 50 mg de imi-
bilateralmente a regiones bifrontales tardíamente38. Tampoco pramina) e ir subiendo cada tres a 5 días hasta llegar a do-
resultan útiles para el diagnóstico diferencial los títulos anor- sis óptimas a los 15-20 días41.
malmente altos de proteína tau en el líquido cefalorraquídeo, Otro antidepresivo que puede ser una buena alternativa a
que despertaron cierto optimismo inicial como posible mar- los ISRS si éstos fracasan y antes que los antidepresivos tri-
cador preclínico de Alzheimer39. cíclicos, o emplearse de primera elección tanto en leves,
En lo referente al diagnóstico de seudodemencia depresiva moderados o graves, es la venlafaxina, fármaco de perfil de
podemos concluir, por tanto, que se sustenta en tres pila- acción similar a los antidepresivos tricíclicos. Es convenien-
res fundamentales: la clínica, la respuesta al tratamiento te utilizar dosis de 75-150 mg/día en su formulación retard,
antidepresivo y la evolución en el tiempo, donde las prue- ya que facilitan una sola toma diaria. Deberá utilizase con
bas complementarias carecen de peso diagnóstico en el precaución en pacientes hipertensos (controlar la presión
momento actual. Esto implica necesariamente un cambio arterial).
de actitud a la hora de valorar la sintomatología afectiva y Si no existe respuesta farmacológica en un período de 4 a 6
las alteraciones cognitivas en el anciano, pues no sólo de- semanas, debemos tener en cuenta que los ancianos pue-
bemos realizar un buen análisis semiológico del caso, sino den necesitar más tiempo para alcanzar una mejoría clínica,
que al mismo tiempo la evolución del cuadro clínico y la precisando en ocasiones de 7 a 11 semanas42, por lo que
respuesta al tratamiento antidepresivo nos darán, en mu- podría ser útil prolongar el período de observación. De no
chas ocasiones, las claves para el diagnóstico correcto. Son obtenerse respuesta, si de entrada se usaron fármacos se-
estas implicaciones clinicoterapéuticas las que hacen de la rotoninérgicos, el cambio o potenciación con uno más nora-
seudodemencia depresiva una entidad de características drenérgicos sería la norma; si por el contrario se inició con
especiales, que difícilmente encaja en los restrictivos crite- fármacos noradrenérgicos, deberemos considerar un au-
rios diagnósticos actuales y está sujeta a una controversia mento de dosis de forma gradual hasta que aparezca intole-
permanente. rancia o efectos secundarios graves, cambio a otro antide-
presivo o búsqueda de otra molécula farmacológicamente
diferente o complementaria, como venlafaxina a dosis de
Tratamiento
150 mg/día41. Por último, ante la ausencia de respuesta
La diferenciación entre demencia y seudodemencia depre- farmacológica a dosis adecuadas y durante el tiempo sufi-
siva tiene implicaciones terapéuticas importantes. Así, los ciente, presencia de sintomatología depresiva con síntomas
pacientes con seudodemencia depresiva suelen responder psicóticos, situación somática grave o ante cuadros demen-
bien al tratamiento de la depresión, con la restauración del ciales atípicos, debemos considerar la aplicación de TEC.
estado de ánimo previo y desaparición del déficit cognitivo Hay que tener en cuenta que el tratamiento no facilitará
(aunque no siempre), no siendo así en los pacientes con siempre el diagnóstico diferencial, pues no siempre la res-
demencia. Este aspecto terapéutico se utiliza en la práctica puesta a antidepresivos o TEC es la remisión, quedando sín-
clínica como prueba diagnóstica de confirmación cuando tomas residuales de merma. Cabe recordar que este tipo de
existe una clara respuesta al tratamiento, situación que ya pacientes «olvida» con más frecuencia la toma de medica-
hemos indicado anteriormente. ción, lo que también puede influir en la respuesta al trata-
La elección del fármaco antidepresivo se fundamenta en el miento.
conocimiento de su farmacodinámica y farmacocinética, la Consideramos que, independientemente de que el cuadro
experiencia y familiaridad del clínico, el cálculo benefi- clínico oriente claramente hacia un trastorno depresivo, o
cio/riesgo, el perfil de efectos secundarios, las interacciones bien existan dudas razonables de que pueda coexistir una
con otros fármacos y, en el caso de ancianos, en el conoci- demencia, debe iniciarse un tratamiento antidepresivo lo
miento de que metabolizan de una forma más lenta que los antes posible, máxime cuando se ha demostrado la ventaja
jóvenes, por lo que es conveniente comenzar con dosis infe- del tratamiento antidepresivo, incluso en casos mixtos, esto
riores e ir aumentándolas progresivamente hasta alcanzar el es, depresión más demencia43. Es más, la mejoría no siem-
efecto terapéutico, siendo la dosis en cualquier caso un ter- pre es esperable de acuerdo con la presencia de sintomato-
cio o la mitad de la dosis del adulto39. logía afectiva, y a veces, nos encontramos con respuestas al

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MEDICINA CLÍNICA. VOL. 117. NÚM. 18. 2001

TABLA 4 9. Downhil JE, Robinson RG. Longitudinal assessment of depression and


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seudodemencia depresiva siempre estará más cerca de la demencia 528-533.
que de la depresión en la edad adulta 19. Kiloh LG. Pseudo-dementia. Acta Psychiatry Scand 1961; 37: 336-351.
Ante la más leve sospecha de seudodemencia depresiva en un enfermo 20. Valera de Seijas E. Diagnóstico diferencial de las demencias. En: Alberca
aparentemente demenciado, debe iniciarse el tratamiento R, López-Pousa S, editores. Enfermedad de Alzheimer y otras demen-
El tratamiento antidepresivo debe ser enérgico, en dosis y tiempo cias. Madrid: IM & C, 1988; 87-112.
adecuados, y no meramente tentativo 21. Bulbena A. Seudodemencia depresiva. En: Vallejo Ruiloba J, Gastó Fe-
Emplear como referencia rrer G, editores. Trastornos afectivos: ansiedad y depresión (2.a ed.).
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Si no hay respuesta, cambiar o potenciar con fármaco de perfil diferente 23. Kral VA, Emery VOB. Long-term follow-up of depressive pseudodementia
Si no hay respuesta farmacológica o aparece intolerancia, situación of the aged. Can J Psychiatry 1989; 34: 445-447.
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Si hay efectos secundarios tempranos a los antidepresivos, el pronóstico 26. Chen P, Ganguli M, Mulsant BH, Dekosky ST. The temporal relationship
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si el enfermo padece un cuadro depresivo de fondo mejora- 33. Hegerl U, Moller HJ. Electroencephalography as a diagnostic instrument
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