Resumen Ensayo 6

Los primeros intentos de construir un discurso jurídico igual a la ciencia moderna

se dieron en el siglo XVI con la teoría del iusnaturalismo racionalista, este quería
hacer de la filosofía del derecho una ciencia natural del derecho, intento conocer el
derecho justo asumiendo el modelo de conocimiento de las ciencias que nacían en
aquel entonces. El iusnaturalismo racionalista nunca se interrogo por la
cientificidad de la labor del jurista, sino que, dio por cierto que existía una ciencia
natural del derecho, bajo la influencia del positivismo formalista.

Con la mentalidad positivista en el siglo XIX, se da el problema de si es posible o

no hacer de la tarea del juez o jurista una ciencia como la matemática, o que
pueda funcionar con los mismos niveles de certeza de las ciencias naturales.

De igual forma, la teoría del derecho que surgió en el siglo XIXI, quiso apoyado en
la lógica tradicional, construir una ciencia jurídica formal que reemplazase a la
llamada dogmática jurídica. Hoy día, se admite que la teoría del derecho no se da
cuenta de la naturaleza de la actividad del jurista, quedando reducida a una forma
de análisis filosófico.

Como reacción a la tendencia formalista nace al interior de la corriente positivista

una postura que quiso asemejar la labor del juez y el jurista a la del sociólogo que
se regía por las ciencias sociales o culturales. Esto trajo consigo varios
inconvenientes, uno de ellos es que con la igualación no se da la naturaleza
misma de la actividad concreta del jurista. Identificar la actividad del jurista con la
del sociólogo es desnaturalizar la actividad o dar cuenta de una actividad que no
es la del jurista si no la del sociólogo del derecho.

La razón por la cual la importancia de la actividad del jurista sea científica se

encuentra en la modernidad misma, época en la cual la ciencia emerger como
modelo de conocimiento cierto y valido. La idea de ciencia moderna surge ligada
de que ella produce conocimiento un conocimiento objetivo y necesario y sus
juicios tienen carácter concluyente y convincente.

El positivismo redujo lo racional a lo científico, esto es, redujo la racionalidad

humana a la de la matemática, de manera que discutir los problemas relativos a
los valores era adentrarse a lo subjetivo, y por consiguiente a lo irracional.