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Mirian Barrios 8469742

“El sentido de lo humano y el accionar del Profesional de Bioanalisis, durante


un desastre Natural. Una realidad Psicosocial del Profesional de Bioanalisis”

La Federación Mundial para la salud mental (FMSM) y la Organización Mundial


para la Salud (OMS), ambas concentran la atención en reducir la vulnerabilidad y
agrupar la atención mundial e identificación, tratamiento, y prevención de los
trastornos emocionales o de la conducta, el propósito es de sensibilizar al equipo
multidisciplinario en especial a los profesionales en Bioanalisis.

Los profesionales en Bioanalisis necesitan más entrenamiento en relación a


pacientes con trastornos mentales y las intervenciones de los servicios de prevención,
promoción y tratamiento. En tal motivo la salud mental en desastres naturales, cada
vez es más importante debido a la reacción y afectación que esta ocasiona en la salud
mental, la angustia, la desesperanza, impotencia, enojo tristeza, ansiedad, que dejan
estos eventos.

De hecho reflexionar sobre la fragilidad que tiene el planeta tierra y las


posibilidades que tienen los seres humanos, mujeres y hombres, niños y niñas y la
juventud para organizarse para enfrentar las vicisitudes de la vida más que una
necesidad sea un deber ciudadano, pero también un derecho de cada persona de
conocer las causas de los problemas y de cómo prepararse para enfrentar estos
eventos.

Los fenómenos ocurren muchas veces, sin un aviso previo y por eso es importante
que, desde el nivel geográfico local, hasta el nivel nacional y regional, se procuren
espacios organizativos orientados a la prevención de riesgos y desastres pero también
la atención de situaciones ocasionadas pos este.
Significa entonces que las concepciones de desastres, han ido desarrollándose con
el tiempo dejando de lado la visión que enmarca a los desastres como fenómenos
naturales, hacia eventos en los que tienen una alta incidencia de diversos factores
sociales, económicos y ambientales, que vulneran a la población afectada reduciendo
su capacidad para hacer frente al fenómeno, tanto en el antes como en el después.

Un desastre es aquella situación o proceso social resultado de la manifestación de


un fenómeno de origen natural, tecnológico o antrópico que al interceptarse con
condiciones normales de funcionamiento de la comunidad (Torrico, Ortiz, salamanca
y Quiroga, 2008). También, el desastre es en “el momento en el cual se hacen
evidentes unas condiciones no sostenibles o de desequilibrio en la relación entre una
comunidad humana y el ambiente que este ocupa”.

Esta definición enfatiza el problema no resuelto del desarrollo sostenible, en el que


la sociedad en su afán de conquistar el ambiente ha desestabilizado las condiciones
naturales de forma que los fenómenos se convierten en eventos peligrosos o
amenazantes para las comunidades teniendo consecuencias perjudiciales para todos
los ecosistemas presentes.

La ley de la Organización Nacional de Protección Civil y Administración de


desastre, en ella, se resalta el establecimiento de estrategias dirigidas a la preparación,
integración y promoción de las acciones necesarias para enfrentarse a los peligros y
afianzar la participación y deberes ciudadanos en los casos de emergencias y
desastres, para lograr así la estabilidad necesaria tanto en el plano psicosocial como
cultural.

Ya que después de una emergencia, la restauración de las labores de rehabilitación


proporciona a la niñez, adolescencia y los mundos socioculturales afectados en
general una sensación de restablecimiento de la vida en comunidad, facilitando el
proceso de recuperación emocional y social de situaciones traumáticas producidas por
los eventos de origen natural y antrópico.
En relación con lo anterior cabe referir lo expresado por Marturana (1997), quien
afirma que “cada dominio explicativo de la realidad, que, como un dominio
explicativo de la praxis del vivir del observador, constituye un dominio de acciones
adecuadas para él”. (pág. 56)

Por otra parte, expertos en la materia de los desastres naturales aseguran su


conocimiento en manejo de las emociones y garantizan la salud mental de las
víctimas después de un desastre natural. La participación de los profesionales del
Bioanalisis, seria apropiada para estar dentro del equipo de salud y aún más en los
países en desarrollo.

Es por eso que la Asociación Mundial de psiquiatría se pronuncia sobre el papel


que desempeñan los profesionales de la salud, en cuanto a salud mental se refiere, y
las situaciones de desastre para atención optima de la salud mental en fenómenos
naturales, señalando que esta labor debe ser activa y continua ya que la angustia,
desesperanza, tristeza, ansiedad, que genera luego de los fenómenos naturales.

Desde la realidad al sentir humano es una etapa de más vigilancia y si se quiere la


más prolongada, después de los desastres naturales siendo los profesionales de
Bioanalisis parte importante del equipo de salud. Los referentes forman parte esencial
en el trabajo de investigación y es otro componente importante de la ruta teórica, para
el hecho investigativo, se dificultan las acciones en atender las emergencias.

Hasta los momentos se ha prestado escasa atención al impacto psicosocial que


produce este tipo de evento en la población y en el personal que trabaja labores de
rescate y atención de las víctimas, sobre todo en el ámbito de la realidad del
venezolano así como adquiere importancia la realización de estudios
multidisciplinarios.

Estos estudios permiten obtener una objetividad de aquellos factores de índole


psicológico y sociológico, que, dentro del contexto cultural venezolano, puedan
incidir en el comportamiento de diversos sectores de la población ante diversas
emergencias que potencialmente puedan afectarle. La experiencia del estado Vargas
(1999), sería útil como soporte para realizar un diagnóstico que establecen los
elementos más recurrentes.

Establecer un dialogo desde el sentido de lo humano y la acción del Bioanalista


durante la etapa de rehabilitación de un desastre natural desde una realidad
psicosocial en la comunidad y la cultura humana en un desafío en la salud mental,
cuya asimilación crítica y dialéctica el colectivo en general integrándolos, al
conocimiento de la gestión de riesgo.

La confianza en el bien ser y bien hacer en la formación de la personalidad,


incorporando el saber asimilando la actitud humanista en lo íntimo de su pensamiento
de la actitud general de la sociedad ante los fenómenos naturales y a la vida, dando
cimiento a las reflexiones de la investigación.

Significar que una de las bases humanistas y epistémicas en la salud mental de


cualquier individuo, es la autonomía de los ambientes de ocurrencia para el desarrollo
y formación de una cultura de prevención, mediante prácticas de trabajo permanente
con la eco educación preventiva de la salud mental ante los fenómenos naturales y
con las comunidades.

Nombre: Mirian Barrios de Galiano

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