Elaborada por:
Claudia Soraya Loaiza López
C.I. 24.880.397
Gabriel Rincón Salas
C.I. 13.763.716
Profesor Tutor:
Prof. Jorge Gómez Balza
Resumen
Se realiza una propuesta de acción y práctica formativa para la enseñanza del Arte y
Patrimonio en la Educación Media General, a través de un modelo constructivista y
cimentado sobre la base de obras pictóricas(DE QUIEN) que contienen en sí mismas,
valioso(A) ? información acerca de la ciudad, el tema de paisaje en la pintura y el valor
patrimonial que debe ser proyectado como un recurso palpable de la historia del arte
moderno de Mérida. El ejercicio docente, así como la adquisición de competencias en
la enseñanza del arte y la cultura se conjugan en una propuesta original que tiene
como principio la necesidad de hacer más versátil la enseñanza del arte y del
patrimonio para adolescentes. El modelo presentado se realiza como un estudio de
caso, es decir, apunta como una estructura para desarrollar, sin embargo como se verá
ya hay adelantos que pueden ser expuestos, lo cual garantiza la ejecución de la
propuesta y se espera por la medición de sus resultados.
Claudia te hago unas sugerencias a mi modo de ver la tesis. aunque en el primer
parrafo se lee la palabra arte 4 veces debemos tener cuidado en volverla repetitiva y
vacia.
cuando dices valioso. podria ser valiosa. digo, tu lee y me dices
la palabra como aparece muy seguida y eso es redaccion.
Palabras clave: arte, cultura, patrimonio, estructuras modernas, Mérida, Iván Belsky,
Catedral
Índice Pág.
Introducción 7
Capítulo I 11
I.7 Alcances 18
I.8 Delimitaciones 20
Capítulo II 23
Capítulo III 52
Conclusiones 78
Referencias Bibliohemerográficas 81
Esta tarea obtiene en nuestro caso una especie de valor agregado en tanto reto,
pues al no tener la profesión de educador como carrera inicial, esta “carencia” debe ser
suplida a través de la incursión de los distintos programas profesionales que están
concebidos para tal fin, yendo de la mano con la propia experiencia docente que no
detiene su curso y que, en buena medida, aporta mucho de lo que se debe perfilar
mientras se estudia educación. En ese sentido, los que venimos del campo de la
investigación de las artes, de la creatividad como manera de expresión, estamos
formados en la adecuación y lectura de ciertos lenguajes plásticos cuya intención es
justamente eso, comunicar. Si aceptamos esta premisa como válida, altamente
teorizada y estudiada, pues el camino para conjuntar la labor docente y el ejercicio de
traslación de los códigos visuales contenidos en el arte se hace mucho más expedito;
solo se trata de saber adecuar aquella primera profesión con ale apostolado de
enseñar.
La historia del arte es una disciplina humanística que tiene sus propios métodos
y protocolos para analizar las obras de arte, siendo lo correcto aplicar todas estas
competencias mayormente. no se si este de mas esta palabra en el análisis del arte, el
patrimonio y la cultura que sirve de entorno al ciudadano, al estudiante de Educación
Media General, al público que asiste diariamente al encuentro con la ciudad y las
opciones que ofrece. Esta acepción se crea en función de otras definiciones de cultura
urbana, las cueles coinciden en señalar como expondremos a lo largo de la presente
investigación, de todo aquello que la ciudad ofrece, incluso la posibilidad de
rechazarlas; pero lo que no podremos deslastrar es dejar de tenerlas en tanto
existentes (Almandoz, 2000). En ese sentido, estamos convencidos que una de las
tareas fundamentales en nuestra profesión como docentes de aula se centra en la
versatilidad, creatividad y experimentación de estrategias que puedan cumplir con
mayor eficacia nuestra labor, al tiempo que genere una adecuada aprehensión estética,
histórica de los valores y atributos artísticos que sirven de entorno a la ciudad, siendo
ésta el espacio que se vive y experimenta con mayor frecuencia.
Varios son los aspectos que se desprenden de la labor educativa vinculada con
el arte y específicamente, con la enseñanza de la historia del arte en los programas de
educación básica aplicados en nuestro país, no obstante, casi todos ellos coinciden en
indicar que existe una especie de desapego y desvaloración al ejercicio de la
enseñanza y consolidación de competencias cognitivas vinculadas con la expresión
estética, la creatividad plástica y sobre todo, con la valoración histórica y artística de los
recursos patrimoniales con los que cuenta el país. Esta apreciación puede tener un
fundamento teórico y práctico al mismo tiempo cuando, al revisar e implementar los
textos oficiales suministrados por el Ministerio de Educación, específicamente los
textos vinculados con la enseñanza del arte para estudiantes del Segundo Año de
Bachillerato, nos encontramos con una buena cantidad de datos erróneos y
construcciones culturales deficientes, que el docente debe manejar durante el proceso
de instrucción de forma muy responsable, pero sin la oportunidad cierta y concreta de
corregir el texto ante las instancias correspondientes; en otras palabras, debe
corresponder a su responsabilidad docente sobre la base del conocimiento que maneja
y del sentido de ética con que asume su labor en función de construir el conocimiento
artístico, cultural y patrimonial con los estudiantes dentro y fuera del aula de clases.
Para quienes hemos sido formados en primera instancia como historiadores del
arte y posteriormente como docentes de aula, asumiendo la responsabilidad de
enseñar una de las áreas de instrucción más importantes en los procesos de
aprendizaje, es habitual encontrarse con episodios no muy amenos donde, por un lado,
el libro de texto impone una ruta de enseñanza que unidirecciona la visión del arte y la
cultura venezolana hacia un enfoque particular que merece al menos ser discutida con
bases teóricas, históricas y desde luego pedagógicas, y por el otro lado, cuando se
debe afinar las competencias formativas para no incurrir en errores de datación y
conceptualización de las obras de arte, imágenes y construcciones artísticas que son
referencia al momento de explicar el devenir del arte, pues entendemos abiertamente
que estos niños quizás no tengan la oportunidad de volver a mirar el arte como
estructura profunda del conocimiento humano, al menos que su vocación esté volcada
hacia esta disciplina humanística y termine por inclinarse a una opción profesional
vinculada con estudios humanísticos (arte, diseño, arquitectura, letras, historia, historia
del arte, sociología, comunicación social etc.)
Vale la pena señalar que esta iniciativa intenta cubrir dos de las carencias más
importantes que hemos detectado en nuestro actuar como docentes de EA, en tanto
que, dentro de los lineamientos que el Programa de Profesionalización Docente nos
invita a considerar, está la urgencia en mirar las manifestaciones inmediatas
patrimoniales que requieren no solo del estudio y de la conservación, sino de lo
perentorio que resulta mostrar a los alumnos esos objetos culturales y motivarlos desde
estrategias de validación y concientización de los valores estéticos, históricos y
artísticos que lo sustentan (Fernández Arenas, 1990: 44).
Es por esta razón que deseamos plantear como iniciativa proyectual y práctica
algunas consideraciones conceptuales acerca de la enseñanza del patrimonio artístico
inmediato de la ciudad de Mérida, específicamente aquél que desarrollado en los años
cincuenta del siglo pasado, determinó buena parte de la fisionomía arquitectónica y
urbana moderna, aplicado desde una adaptación pedagógica siguiendo los preceptos
de enseñanza del área de Arte y Patrimonio, en concordancia con lo planteado en el
área de en el libro texto. Todo ello en función de establecer una investigación – acción
que genere a su vez un caso estudio concreto posterior. Esta propuesta se
fundamentará como veremos, en la aplicación de valores históricos, estéticos y
artísticos y en función de estrategias pedagógicas pensadas en la estimulación
perceptual del entorno cultural, incentivación de las capacidades relacionales del
adolescente con el entorno y desde luego, con el contexto social.
I.2.- Pregunta Central
¿Podemos establecer una estrategia pedagógica cónsona que permita al estudiantado
de Educación Media General, área de Arte y Patrimonio, aprehender y comprender la
importancia del valor histórico y artístico patrimonial de la Catedral de Mérida como
estructura formativa indispensable?
I.6.- Justificación
Esta propuesta de investigación se origina de un proceso vivencial de
diagnóstico y precisión de falencias existentes en las programaciones de enseñanza en
los cursos Arte y Patrimonio de la Educación Media General. Como quiera que sea, la
determinación de estas carencias traen consigo casi de manera inmediata la
consecución de posibles soluciones a mediano y largo plazo dentro de la misma
experiencia docente, pues como hemos señalado, la formación como historiadora del
arte y como docente en educación básica sirven de marco personal para la puesta en
marcha de alternativas que busquen solventar en la medida de lo posible, tales
carencias en la enseñanza.
I.7. Alcances
Dentro de las posibilidades de sustentación y puesta en marcha de esta iniciativa de
investigación, podemos señalar que sus alcances se centra en la posibilidad de
transformarse a futuro en una línea de trabajo que a su vez, pudiera arrojar
experiencias variadas en los procesos de enseñanza del Arte y del Patrimonio en la
enseñanza básica. De este modo, la posibilidad de concentrar los principios didácticos
más elementales en la enseñanza de esta ciencia social como es el arte y su
consecución patrimonial, permitirá las siguientes directrices:
• Potenciará el contacto del alumnado con el medio que lo rodea, la experiencia
directa, los sentidos, la libertad y la formación ciudadana.
• Se articulará al mismo tiempo como estrategia apuntalada en principios
constructivistas, estudiando el medio fomentará la coparticipación del alumnado
a reflexionar sobre lo que se tiene, sus informaciones y desde luego, su valor en
el presente.
• Propondrá una vinculación entre el pasado y el presente, utilizado elementos
vinculados al arte, sus lenguajes y sus valores dentro de su contexto inmediato.
• Procurará crear ciudadanos activos, conscientes de su propio papel dentro de la
sociedad, al menos esto trazamos como experiencia, en función de estas
acciones formativas del devenir de la historia del arte y del patrimonio nacional.
• Determinará la carencia, propone una resolución inmediata y proyecta al menos
una experiencia que a todas luces es enriquecedora para los procesos de
enseñanza y aprendizaje del Arte y del Patrimonio.
• Ejecutará acciones dentro y fuera del aula de clases, todas ellas dirigidas a los
estudiantes donde se hace fundamental obtener toda la logística posible para
poder gestar esta experiencia de conocimientos. Todo esto luego de precisar las
condiciones didácticas que ayuden al alumnado a entender el porqué de la
acción, el método a desarrollar, los objetivos a lograr y sobre todo, las
enseñanzas que debe dejar en ellos.
• Intentará dejar una experiencia perdurable en los adolescentes participantes,
pues quizás esta sea la única experiencia vinculada con el arte y el patrimonio
dada los datos que arrojan las estadísticas, las cuales señalan una preferencia
posterior en los adolescentes a cursar carreras no vinculadas con disciplinas
humanísticas, no obstante, para quienes continúen su formación por esta senda,
encontraran un claro antecedente de parte del método y modelo de enseñanza
del arte, su historia, sus lenguajes y su consecución patrimonial.
Desde luego, todos estos apartados proyectados como alcances están supeditados a la
selección de los atributos artísticos y patrimoniales, así como también de las dinámicas
empleadas para proyectar el patrimonio artístico presente en el objeto cultural
seleccionado para tal fin (Catedral de Mérida, murales de Iván Belsky); asimismo,
consideramos importante enfatizar la importancia de este propuesta en tanto eje
formador de una conciencia histórica del alumnado que quizás encuentre por primera
vez la oportunidad de ir construyendo una visión de lo que tiene a su alrededor y del
valor que representa. Para ello, y en el desarrollo in extenso de la memoria de grado,
mostraremos las estrategias pedagógicas más adecuadas para reforzar este
planteamiento.
I.8.- Delimitaciones
Esta propuesta de investigación presenta como una opción delimitada para su
ejecución y puesta en práctica para fines consiguientes:
c.- Dentro de las actividades para lograr el ejercicio didáctico muchas de ellas se
centran en experiencias aprehensivas en el lugar, lo cual supone en primera instancia
una programación coordinada con la unidad educativa, así como también con las
personas encargadas de la programación de los horarios de la Catedral, desde luego,
sin interrumpir las actividades religiosas que se estén desarrollando en su interior.
Asimismo, es fundamental hacer coincidir las prácticas en salón de clases con las que
se desarrollarán en los espacios interiores de la Catedral de Mérida e incluso si es
necesario, lo ampliaremos al edificio central de la Gobernación del Estado Mérida, cuyo
hall principal exhibe un extraordinario fresco de Iván Belsky que también representa
parte importante del patrimonio artístico de la ciudad de Mérida; en consecuencia, las
actividades del salón irán acompañadas con sesiones de identificación básica de
reproducciones de obras pictóricas, sobre todo aquellas que tienen a simplificar las
temáticas más representativas de la pintura nacional y que se encuentra mostradas en
los murales en cuestión, tal es el caso de la pintura de paisaje, las pinturas de
advocación religiosa (mariana), las pinturas que representan fondos paisajísticos y
arquitectónicos, de manera que el alumnado pueda tener ideas claras acerca de esa
tradición en la pintura venezolana y las precise al momento de visitar los lugares
seleccionados para nuestra práctica.
d.- Asimismo, se propone como actividad la introducción de temas que deben ser
recreados en el imaginario del alumnado, es decir, a través de la creación de maquetas
con material reciclado, de dibujos y esbozos a lápiz que intenten recrear la visión que
los niños tienen de la ciudad, de la plaza, de su arquitectura, nos permitirá ir
decantando las opciones pedagógicas que refuerces sus intereses, gustos y otras
manifestaciones en la ciudad. Todo este andamiaje experimental estará pensado en
función de la creación efectiva de una relación entre las ideas, los valores y la identidad
de los niños con su entorno artístico y patrimonial. Otros elementos se irán sumando en
la adecuación de las actividades y serán explicitados en el texto in extenso de la
Memoria de Grado entregada al Programa de Profesionalización Docente de la
Universidad de Los Andes.
f.- Todas y cada una de estas actividades estarán dirigidas a los niños y niñas
cursantes del Segundo Año de Bachillerato de la Unidad Educativa de Talentos
Deportivos de Mérida, lo cual acentúa aún más nuestra propuesta por ser sin duda
alguna, el complemento vinculado con el arte, el patrimonio y la cultura a alumnos que
están siendo formados para el culto de las actividades físicas, recreativas y deportivas;
con ello nos acogemos al principio moderno de gestación en el individuo de valores
laborales, educativos, recreativos y culturales, todas ellas aristas de la formación
integral del individuo.
Capítulo II
Capítulo II
II.1.- Intención teórica y metodológica
En la revisión hemerobibliográfica realizada para esta propuesta, nos
encontramos con que existe un importante número de reflexiones teóricas acerca del
uso del Patrimonio como una vía para enseñar los valores históricos, estéticos y
artísticos de una región o espacio geográfico determinado donde su articulación con los
criterios didácticos y pedagógicos parecieran encontrar una armonía natural y una
consecución lógica al momento de mostrarlos ante el alumnado como temas de trabajo,
de reflexión, de recreación e incluso como valoración. En este sentido, según Joaquín
Prats el Patrimonio cultural de las regiones se ha transformado sin lugar a dudas en
una importante arista de trabajo en la formación de los jóvenes y adolescentes que se
inician en programas de apreciación estética y artística, por otra parte, y siguiendo
algunas de las pautas didácticas que conducen sus contenidos hacia la interrogación
de los recursos culturales que envuelven a los jóvenes en su proceso de formación,
esta vinculación no hace otra cosa sino consolidar efectivamente en ese proceso de
enseñanza, toda vez que: “permite el acceso y el aprendizaje de unas pautas que
facilitan al estudiante interrogarse sobre el entorno que le rodea, acercarse, reflexionar
y después llegar a conclusiones sobre cómo se construye el conocimiento social”
(Prats, 2002: 161)
Durante la primera mitad del siglo XX, se lo determinará como un “Bien común”,
como testimonio de identidad cultural propio de una comunidad y por tanto se integra
definitivamente al concepto de identidad e identificación social de una sociedad
determinada, ejerciendo incluso tramas de sentido que le dan significado simbólico
para quienes lo tienen y defienden. Finalmente, el patrimonio hoy en día ejerce más
una acción de orden económico, incluso como recurso de consumo, siendo parte
importante de las economías de países que han centrado su atención en esos atributos
del patrimonio; por otra parte y de manera bien significativa, el patrimonio, las artes, su
historia y su lenguaje se adhiere como opción didáctica y pedagógica en función de
formar ciudadanos que conscientes de lo que tienen y de lo que son, pueden fomentar
su camino en la historia sabiendo bien que existe algo que los une a otros, los educa y
los identifica.
Tal presupuesto legal enmarca claramente las intenciones y usos que Estado
considera debe prevalecer al momento de configurar el patrimonio nacional; más allá
de que se cumpla o no, esto es lo que la máxima Ley del país venezolano contempla
para el uso y usufructo legal del patrimonio, siendo parte fundamental la protección,
preservación enriquecimiento y difusión de éste. Por su parte, la Ley de Patrimonio
vigente en nuestro país, plantea en todo su articulado las consideraciones básicas,
lógicas y necesarias para la preservación del patrimonio, siendo una de ellas la
adopción desde las instituciones educativas de políticas y estrategias pedagógicas y
didácticas para su enseñanza en función de la formación de una ciudadanía consciente
de sus atributos patrimoniales, de su historia, de su pasado y desde luego de su arte.
Todos ellos fundamentales en la configuración ciudadana.
Ahora bien, más allá de la consabida presencia de este artista en la ciudad, los
trabajos que adelantó en la Catedral de Mérida son susceptibles de verlos como claros
ejemplo de un tipo de arte moderno aplicado y escogido pare esta ciudad, pues
además del emplazamiento arquitectónico, contó con la colaboración de un importante
pintor extranjero llamado Iván Belsky, cuyos murales recogen una buena parte de la
tradición pictórica paisajística moderna venezolana, teniendo como tema central, la
representación de valores patrimoniales de la ciudad de Mérida. Es por ello que
consideramos pertinente expresar y conceptualizar esos valores artísticos, estéticos e
históricos como conjunto patrimonial para proyectarlo como un estudio de caso de
nuestras acciones de formación en jóvenes cursantes del segundo año de Bachillerato.
Se trata de una conjunción de elementos didácticos vinculado con las ciencias sociales,
el patrimonio y la adecuación de la enseñanza de la historia del arte local en alumnos
de educación diversificada, atendiendo algunos elementos que no son incluidos en los
programas de enseñanza del arte en estas instancias educativas
Preguntas generadoras:
R- 1. Solo cinco estudiantes se acercaron a la definición de lo que significa patrimonio, sin embargo su respuesta no está clara, most
confusión en su respuesta.
R-2. Más de la mitad de los estudiantes mencionaron edificaciones populares o mayormente visitadas por el turismo de la ciudad.
R-3. Solo un estudiante manifestó nunca haber entrado a la catedral, sin embargo afirmo haberla visto desde afuera.
R-4. Solo tres estudiantes manifestaron haber visto algunas pinturas, sin embargo no recuerdan con claridad la temática de los fresc
resto de los estudiantes escribieron que han observado solo esculturas religiosas.
R-6. Solo cuatro estudiantes, manifestaron haber participado en actividades relacionadas con la música, visita a sitios históric
prácticas de habilidades manuales durante su proceso de formación académica.
R-7. Todos los estudiantes manifestaron desconocer la pintura del siglo XX.
Tal como lo demuestran las respuestas del grupo evaluado, podemos interpretar que existe un desconocimiento casi total de lo
significa el patrimonio urbanístico de la ciudad de Mérida y las pinturas representativas del patrimonio local, como son las obras de
Belsky. Motivo por el cual, consideramos propicio ahondar en estos temas y proponer a los estudiantes actividades que fortalezc
conocimiento y valoración del patrimonio artístico de la ciudad.
DOCENTE:
PLAN DE PROYECTO PLANIFICACION
ASIGNATURA: ARTE Y
PATRIMONIO
GRADO: 2 ° SECCIONES: “U” TOTAL DE CONTENIDOS
PLANIFICADOS: II
TITULO DEL PROYECTO
• Elaborar la informa
por medio de
analogías, imágen
ejemplos y pregun
• Hacer inferencias
el tema dado dent
fuera de clases.
• Repetir la informac
• Juzgar críticament
ideas y la credibilid
de la fuente de
información.
• Aplicar lo aprendid
tareas diferentes.
Evaluar los
conocimientos
aprendidos
• acceder al
conocimiento prev
el acercamiento a
obra de arte en sí
patrimonio urbanís
de la ciudad de Mé
• Biografía -Demuestra
del artista dominio de
Ivan las normas
Belsky. Su de
relación disciplina y
en la comportami
construcci ento básico.
ón de la
catedral
de Mérida.
•
• Selección
Produccio
nes
pictóricas
de Ivan
Belsky.
• Temáticas
e
iconografí
a de las
produccio
nes
pictóricas
de Ivan
Belsky.
se
m
an
a
• Concepto -Clase diagnostica al grupo.
-Patrimonio de • conocimiento
arquitectónico patrimonio. -Definición de objetivos del aprendizaje. previo y
del casco Incluyendo. acercamiento a la
urbano de la obra de arte en sí
ciudad de • Evolución de -Conceptos sobre patrimonio y pintura. y al patrimonio
Mérida. la palabra Uso de resúmenes. urbanístico de la
patrimonio. ciudad de Mérida.
usos en el - Orientación con guías de acción.
• Dirigir la atención
tiempo
de los estudiantes
(siglos XVIII -Turnos de preguntas intercaladas para
en forma grupal o
– XX). conservar la atención.
individual.
-Empleo de referencias discursivas. • Seleccionar las
ideas principales.
-Establecimiento de analogías.
• Concepto de • Apreciar el valor
identidad y -Presentación de estructuras de texto. intrínseco del
ciudadano: conocimiento del
Relación arte.
entre ciudad
estado. • Organizar y
estructurar la
información.
• Casco
- Patrimonio histórico de
urbanístico y la ciudad de • Analizar y
pictórico de la Mérida: sintetizar la Visitas
ciudad de Identidad información. guiadas
Mérida. urbana;
Proyección • Conseguir
de Expectativas de
costumbres adquirir nuevos
ciudadanas, conocimientos
concentració sobre patrimonio
n del poder artístico
cultural y merideño.
artístico de la
ciudad. • Elaborar la
información por
• Característic medio de
a referencial analogías, imágen
de las es, ejemplos y
construccion preguntas.
es
Patrimoniale • Hacer inferencias
s de la sobre el tema
ciudad. dado dentro y
fuera de clases.
• Catedral de
Mérida. Su • Repetir la
construcción: información.
Monseñor
Acacio • Juzgar
Chacón y críticamente las
arquitecto ideas y la
español credibilidad de la
Manuel fuente de
Mujica información.
Millán:
proyección • Aplicar lo
de la obra. aprendido a
tareas diferentes.
• Biografía del Evaluar los
artista Ivan conocimientos
Belsky. Su aprendidos
relación en la
construcción • acceder al
de la catedral conocimiento
de Mérida. previo y el
acercamiento a la
• Selección obra de arte en sí
Produccione y al patrimonio
s pictóricas urbanístico de la
de Ivan ciudad de Mérida.
Belsky.
• Temáticas e
iconografía
de las
producciones
pictóricas
de Ivan
Belsky.
En ese sentido, una razón de orden didáctico y metodológico pasa primero que
nada por tratar de desentrañar algunas interrogantes previas, por ejemplo: ¿qué pasa y
por qué pasa, cuando se enseñan y se aprenden contenidos estéticos, históricos,
artísticos y patrimoniales en alumnos de secundaria?, esta premisa aun cuando se
puede dar por sentada, es algo que debe alentar la exploración desde distintas aristas
de trabajo. Una de éstas se centra en determinar qué es patrimonio y cuál es el devenir
o destino crítico de esta palabra, así como también precisar su uso en la enseñanza en
la educación media, alternativas de mostrarlo y acciones para instaurarlo como una
alternativa promedio de enseñanza, ya sea como modelo o en su defecto como un
Proyecto de Aprendizaje (PA)
Sin duda alguna, uno de los aportes más sólidos suministrado por las Ciencias
Sociales a los procesos de enseñanza se centra mayormente en el precepto de
creación de las bases de una individuo crítico y analítico de la realidad que sirve de
entorno; es por esto que, el propósito de imbricación entre el modelo de pensamiento y
los procesos de enseñanza y educación van de la mano como guía de instrucción, de
recreación y representación de situaciones simuladas que requieren de un
comportamiento y proceso analítico que permita sustentar una respuesta cónsona de
esa realidad. Desde los procesos de socialización más elementales en la propia niñez,
el individuo experimenta esa necesidad de encontrar respuesta a la realidad que le
circunda, sin embargo, cuando ese mismo sujeto se inserta en los procesos educativos
se le provee de una serie de herramientas centradas en el uso de la razón, del
intelecto, de la curiosidad, pero al mismo tiempo, de la decantación de un proceso de
pensamiento que le lleva a emplear formas de racionalización para encontrar
respuesta, soluciones o al menos explicaciones claras del porqué se dan esos
fenómenos, desde luego, en su propia existencia.
Como se aprecia, no debe existir entonces una separación entre los procesos de
enseñanza de la educación media y la constante formulación de interrogantes,
preguntas e inquietudes por parte de los alumnos, sin embargo, el alumno debe ser
instruido en las distintas maneras de saber informarse, de recabar la información
necesaria, de formularse interrogantes sobre el porqué de las cosas. Esta condición
debe estar presente en la aplicación de fórmulas didácticas sobre las temáticas
relacionadas con el arte y el patrimonio, pues una de las premisas fundamentales se
centra en crear modelos de sistematización de la presencia del patrimonio cultural, se
sus ámbitos y desde luego, del uso que se le da a sus valores. Tales propuestas deben
venir desde los centros educativos (en primera instancia), así como desde la propia
ciudad, pues es la ciudad la que ofrece con sus variantes la cultura urbana que
contiene el patrimonio, el arte y sus opciones de aprehensión; se trata por tanto de
acercar el pasado al alumnado a través de un estudio del medio, de lo inmediato.
Estamos convencidos que esta modalidad de trabajo alentará a los alumnos hacia otros
derroteros dentro de la comprensión del arte y de sus opciones, sin dejar a un lado la
necesaria complementariedad de las temáticas que integran los textos rectores para
ello.
El concepto de patrimonio es una tarea que aun hoy en día tiene aristas que no
han sido resultas del todo, sin embargo, existe un buen número de convenciones que
coinciden en señalar algunos de sus más connotados atributos, especificidades y
conexiones con el entorno que lo acercan del mismo modo, a los niveles de enseñanza
educativa. Hemos señalado la vinculación de la palabra patrimonio con algo que se
hereda y que se valora de acuerdo a los atributos que posea y de su vínculo con un
estado del tiempo generalmente pasado; para los españoles Josep Ballart y Jordi
Tresserras, la palabra patrimonio:
Cada vez que un elemento patrimonial se asocia con la identidad y con otros
valores e ideas se “sacralizan” y adquieren un sentido inmutable, es decir, se
convierten en símbolos. De este modo, la selección de los elementos patrimoniales es
el producto de discursos identitarios existentes; por consiguiente, está cargado de
valores que deben formar parte de los procesos de enseñanza en todos los niveles de
la educación, pues además de ser una opción para la enseñanza, a partir de él, de su
definición y selección se pueden establecer estrategias para aprehenderlo, enseñarlo y
conservarlo, con lo cual se accede a varios niveles relacionados con su valoración y
proyección en el tiempo; así pues, como se puede apreciar en el siguiente cuadro la
distinción del patrimonio ha experimentado distintas acepciones a través del tiempo,
obteniendo incluso hoy en día, atributos relaciones con su sustentabilidad económica;
sin embargo, todas sus variantes proceden del hecho concreto de que es algo que nos
identifica y del cual debemos al menos como intención, conocer.
Imagen 1 Mapa conceptual del término patrimonio. Fuente: González Monfort (2013: 13)
Tal y como se puede apreciar, en los distintos momentos de la historia, la palabra
patrimonio adquiere variadas connotaciones, siendo fundamental apreciar que es justo
a partir del siglo XVIII cuando se lo aprecia como un bien, como un tesoro y que debe
ser conservado y valorizado por lo que significa y representa. Ahora bien, existe en el
cuadro otro aspecto fundamental para nuestra propuesta y que no es otro que la
articulación de una serie de palabras que en sí mismas, remiten a elementos del
entorno, de la realidad del individuo, en fin, de todo aquello que acompaña al
ciudadano dentro de los procesos de relacionamiento, así como también los distintos
niveles de enseñanza: se puede notar como patrimonio es o fue sinónimo de: tesoro,
coleccionismo, documento histórico, bien cultural, significado inmaterial, bien común,
revalorización social, recurso social, cultural y económico, incluso de rentabilidad
económica. Todas estas acepciones están intrínsecamente relacionadas con las
ciencias sociales y por tanto, con la necesidad de aprehenderlas, valorarlas y
proyectarlas; solo resta que se enseñe y modele el criterio de enseñanza en niños y
adolescente para crear al menos una programación educativa acerca de lo que se
tiene, se debe resguardar y se debe apreciar como suyo, como su identidad, como su
identificación, en fin, con lo que se es como ciudadano. Es por ello que consideramos
muy importante adelantar una propuesta como esta, donde el patrimonio y la historia
del arte se conviertan en hilos conductores de análisis de la realidad y el entorno en
niños, niñas y adolescentes.
Capítulo III
Capítulo III
III.1.- La ciudad como territorio que educa / Mérida Arte y Cultura
La singularidad más denotada en la construcción de una relación entre el
individuo y el espacio urbano inmediato es sin lugar a dudas, el concepto o la noción de
ciudadanía. Para encuadrar mejor esta idea, así como su relacionamiento con los
procesos de enseñanza, se debe partir de una noción preliminar y si se quiere básica,
pero muy útil para efectos del presente texto y que no es otra que la de observación y
asimilación a partir de la tolerancia de todo aquello que rodea al sujeto; en ese sentido,
para el urbanista venezolano Alberto Scharffeenorth, el sentido de lo urbano:
Como se aprecia, para el autor la esencia misma de lo urbano hunde sus raíces
a lo interno de un proceso de relaciones, de asimilación de todo lo que le rodea, siendo
fundamental entender que tal vinculación lleva al sujeto a apreciar lo físico construido
(materialidad) y la representación (lo simbólico) en proporciones similares, es decir, la
relación o vinculación con el entorno se traza a partir de una asimilación de lo que
existe, de lo representa, de lo que me significa y desde luego, del valor que se le
asigna a esos mismo objetos. Todo lo anterior refuerza entonces el planteo inicial,
donde el patrimonio artístico no solo forma parte de lo que se tiene, sino también es
susceptible de estudiarlo y conservarlo, al tiempo que necesaria es también la
transformación de su legado en material de enseñanza, de recurso pedagógico pues
allí se encuentra parte de una identidad que nos califica, cualifica y hace causa común:
nuestra historia y cultura.
Durante los siglos XVIII y XIX, la condición de ciudadano la dictaba además del
relacionamiento con lo urbano y sus condiciones, lo esencialmente jurídico y político
que imponía la “ciudad-Estado”, el espacio y las leyes que determinaban su condición
de ciudadano de un lugar determinado, entendiendo este momento como el
surgimiento de las primeras “naciones” modernas que determinaron la ciudadanía con
un sentido mayor de pertenencia. Allí priva justamente uno de los preceptos que
deseamos establecer como premisa, pues la ciudadanía además de ser una condición
legal e identitaria, asigna unos deber de consustancialización con ese entorno, un
conocimiento de lo que se tiene, del valor que posee, de la realidad que lo impone y
sobre todo, del legado cultural que sustenta esa misma condición.
Con ello, se asiste también a ciertos afanes de competencias entre las ciudades-
Estados, aquellas que buscaban distinguirse de otras a través de la proyección de
ciertas costumbres ciudadanas, en ocasiones de la imposición por la fuerza; sin
embargo, uno de esos afanes lo distingue la concentración de un poder cultural,
artístico, donde la concentración del arte se transformaba en un rasgo distinguible
referencial de la ciudad; en otras palabras, se transformaba en una condición de
deseable, en un atributo por modelar y conseguir. Se precisa entonces un elemento
extraordinario a considerar en nuestra propuesta, la cualidad deseable de una ciudad,
la concentración de los atributos que le hace referencial y distinguible de otras,
explotando siempre los valores culturales, referenciales, naturales, ideológicos y que,
conjuntados con el arte, se transforman en referentes extraordinarios para estudiarlas,
diferenciarlas y mostrarlas como reservorios culturales que deben ser enseñados a los
ciudadanos desde sus etapas iniciales de educación.
Una de éstas: ¿qué sucede cuando existen ciudades cuyo desarrollo urbano y
complejidad en su conformación hacen que la tarea de determinar los patrimonios sea
una apuesta mucho más arriesgada? Sin lugar a dudas que ciudades denominadas
megalópolis (Mogin, 2006: 45-57), como São Paulo, Buenos Aires, Ciudad de México
etc., sea más difícil determinarlas como productoras de sentido de vida ciudadana y de
conocimiento exhaustivo de su patrimonio, es una tarea muy compleja, no obstante
ello, existe suficiente producción científica y literatura técnica que sustenta propuesta
realizadas desde las ciencias sociales para lograrlo, pues ante cualquier reto o
dificultad, ya se da por sentado que esta es una tarea ineludible si la intención es
generar ciudadanía y compenetración entre los habitantes de la ciudad y la ciudad
misma, tema recurrente cuando desde los entes encargados de administrar esta
función se precisa como objetivo transformar a las ciudades como verdaderos
observatorios de ciudadanía.
Todo lo anterior marca un rumbo claro acerca de lo que se puede tener presente
al memento de establecer estrategias de trabajo y procesos de enseñanza en niños y
adolescentes. Sus primeras experiencias dentro de la orientación de acciones de
carácter estéticos, de fomentación de la sensibilidad hacia el arte, se transforman
también en una bonita oportunidad de mostrar parte de la esencia de ellos como
habitantes y ciudadanos. Para ello, hemos considerado la explotación de un recurso
propio de la historia del arte como disciplina humanística, el uso de la imagen, o mejor
la aplicación de los preceptos devenidos de la nueva cultura visual, donde el estudio y
aplicación de la enseñanza de las ciencias sociales encuentra un extraordinario aliado
en todo lo que se genera como opción visual, en palabras del especialista francés
Nicholas Mirzoeff:
Sin lugar a dudas, la examinación del patrimonio y la manera en que éste influye
en la formación ciudadana tiene un importante aliado en la configuración de la cultura
visual, pues a través de ésta se registra el comportamiento ciudadano en torno de las
obras consideradas patrimoniales, así como también, se puede cuantificar el carácter
de uso, asimilación, reconocimiento de tales producciones por parte de la colectividad.
Sin embargo, consideramos supremamente importante gestionar las estrategias que
permitan acceder a este universo representacional del patrimonio a través estrategias
didácticas. En ese sentido, la cultura visual solo tiene efectividad si se la puede
implementar como una manifestación de culto o reconocimiento de legados culturales,
es decir, de aceptación de patrimonio fomentado desde las bellas artes. La razón
radica en que, los objetos seleccionados son el producto de un proyecto con
intenciones estéticas, claramente delimitados y que pertenecen a un contexto histórico
preciso (Mérida, su arquitectura y pintura en la década de 1950), ahora bien, lo que sí
podemos precisar para efectos de nuestra intención laboral, es el poder o efectividad
de esas las imágenes patrimoniales seleccionadas como contenedoras de tradiciones
artísticas, estilos pictóricos determinados, estilos arquitectónicos representativos de
alguna etapa extraordinaria de la historia del arte nacional, en otras palabras, que en
ellas se pueda concentrar lo que pretendemos mostrar como parte de las temáticas a
orientar, así como en la creación de una estrategia que busca concientizar los primeros
atisbos de una identidad patrimonial en estos niños y adolescentes. Como quiera que
sea, el interés se centra en generar una especie de pedagogía patrimonial en los
cursos que dictamos, pues somos conscientes que:
La simple información sobre el patrimonio de la ciudad y
su fisonomía, la mirada a lo que contiene, la observación
de su riqueza cultural y artística, la reseña de las gentes
que la habitan y de las instituciones que la integran, es
insuficiente para caracterizar una epistemología y una
práctica transformadora que soporte la Pedagogía de la
ciudad. (Aranguren, 2006: 199, negritas de la autora)
En síntesis, no solo se asiste a una tradición plástica importante, sino que forma parte
del patrimonio nacional y se tranforma en un importante insumo cultural al momento de
desarrollar estrategias de enseñanza en la educación básica y media de los procesos
educativos, pues como se logra demostrar, tienen una importante connotación si lo que
se busca es modelar un sentido de ciudadanía relacionándose con el entorno, con su
cultura, con el patrimonio y desde la cercanía que supone apreciar estos referentes
como una actividad escolar y como una manifestación estética.
La lectura ensayada de las obras en función de afianzar el proceso de
enseñanza del arte, la cultura y la ciudad, encuentra una especie de colofón
extraordinario dentro de la misma búsqueda de insumos visuales para la enseñanza,
pues los recorridos cotidianos al casco urbano fomentan la exploración de referentes
que se entrelazan con los objetivos de este tipo de proceso educativo. Afinando la
mirada y deteniéndose en lo que sirve de estímulo visual, el investigador puede volcar
en un gran objetivo las inquietudes trazadas como norma, así como la labor docente en
educación básica: ambas encuentran asidero en obras paradigmáticas presentes en la
propia ciudad. Es el caso de la pintura mural elaborada para la Catedral de Mérida del
ucraniano Iván Belsky titulada “Inmaculada Concepción”, obra que según Olaechea
(2018), viene a sintetizar los atributos visuales y urbanos modernos de la ciudad de
Mérida, construidos en función de un cambio en la imagen de la ciudad. Al observar la
imagen 1, se puede aprecisar al menos tres aspectos fundamentales que se traducen
asimismo en notas y apuntes complementarios para la enseñanza artística, aquella
contemplada en las temáticas de los libros de textos y que encuentran asidero en la
necesidad de una formación ciudadana, a partir de la valoración, una vez que se
complementa la aprehensión estética; 1. Se accede a la importancia del paisaje como
tema en el arte venezolano, siendo esta imponente obra, una de las manifestaciones
que aunque poco conocida, forma parte de ese cúmulo patrimonial y plástico en
Venezuela; 2. Se toma como ejercicio iconográfico una vez que se han enseñado los
antecedentes pictóricos que sin lugar a dudas integran la obra; 3. Forma parte del
patrimonio artístico de la ciudad, aquél elaborado en tiempos de modernidad
arquitectónica para la ciudad, de momento de cambios, pero que aún así, se mantiene
de manera recurrente en el imaginario (Gómez; 2014)
Capitulo IV
Capítulo IV
IV.1.- Inter aprendizaje. Patrimonio, cultura urbana y paisaje. Consideraciones
finales
Alderoqui, Silvia (2006) “Enseñar a pensar la ciudad”, en: Alderoqui, Silvia y Penchasky,
Pompi (Comps.) Ciudad y ciudadanos. Aportes para la enseñanza del mundo urbano.
Buenos Aires: Paidós.
Almandoz Marte, Arturo (2000) Ensayos de cultura urbana. (Prólogo de Marco Negrón)
Caracas: Fundarte.
Burke, Peter (2005) Visto y no visto. El uso de la imagen como documento histórico.
Barcelona: Crítica.
Calderón Trejo, Eligia (2002). “La imagen de la ciudad de Mérida a finales del siglo
XIX”, Edificar, (9-10), ago: 64-75.
Calderón Trejo, Eligia (2012a) Mérida, 1870-1920. Historia, memoria e imagen. Mérida:
Vicerrectorado Administrativo de la Universidad de Los Andes.
Calderón Trejo, Eligia y Robinson, David (2012b) Mérida: encuentro con su patrimonio
arquitectónico. Mérida: Talleres Gráficos de la ULA.
Goering, Christian Antón (1993) Venezuela el más bello país del Trópico. Caracas:
Playco, (Traducción Nora López y Verónica Jaffé, primera edición 1907).
González Monfort, Neus (2007) “El valor educativo y el uso didáctico del patrimonio
cultural”, [Disponible,
http://pagines.uab.cat/neus.gonzalez/sites/pagines.uab.cat.neus.gonzalez/files/praxis_n
eusgonzalez.pdf] Consulta, julio 2018.