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interculturales
Hacia la consolidación de los
estudios de consumo cultural
en Latinoamérica
Carlos Enrique Guzmán Cárdenas
(Ininco, Universidad Central de Venezuela, Venezuela)
Recibido: 26/8/2015
Aprobado: 25/9/2015
A
unque en la tradición nortea- y septiembre de 1988; y en Ciudad de
mericana y en algunos países México en septiembre y octubre de
de Europa (particularmente 1989. El segundo estudio fue elabora-
Reino Unido, Francia y Alemania) los do por la Sociedad General de Autores
estudios de públicos, consumo cultu- y Editores de España (SGAE) intitula-
ral y economía de la cultura tienen una do Informe SGAE sobre hábitos de con-
larga tradición, en el espacio cultural sumo cultural. 1997-19982, dirigido por
1 De los mismos autores (1980), Consumo cultural en Chile: la elite, lo masivo y lo popular.
Documento de trabajo Flacso. N.° 455. Chile. Recomendamos leer como texto fundacio-
nal de los estudios de consumo cultural en Chile, Brunner, J. J., Barrios, A., y Catalán,
C. (1989). Chile: Transformaciones culturales y modernidad. Santiago de Chile: Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales/Flacso.
2 El objetivo del estudio fue presentar información sobre los patrones de consumo y perfil
de los consumidores de bienes culturales, que sirva de apoyo a la toma de decisiones de
política cultural y de inversión privada en el sector. La técnica e instrumento de inves-
tigación fue la aplicación de cuestionarios estructurados con entrevistas personales en
el domicilio de los entrevistados. Encuestas realizadas en cuatro olas anuales en los 15
días posteriores a la conclusión de cada trimestre. La muestra fue de 24 000 entrevistas
a la población española de más de 14 años residentes en la Península e Islas Baleares y
Canarias y, estratificadas por comunidades autónomas y hábitat en cada una de las olas.
Con continuidad, hasta la fecha se han realizado las siguientes: Ministerio de Cultura de
España, División de Estadísticas Culturales (2011). Encuesta de hábitos y prácticas cultu-
rales en España 2010-2011. España. Secretaría General Técnica. Subdirección General de
Publicaciones, Información y Documentación; Ministerio de Cultura de España, División
de Estadísticas Culturales (2007). Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España
2006-2007. España. Secretaría General Técnica. Subdirección General de Publicaciones,
Información y Documentación; Ministerio de Cultura de España. Encuesta de hábitos y
prácticas culturales en España 2002-2003. España. Ministerio de Cultura y la Fundación
Autor (del Grupo SGAE).
3 “El universo de las actividades culturales es muy grande; dentro de lo que consideramos
como sector cultural están distintos tipos de actividades culturales: desde expresiones
del folclor, la cultura popular y la cultura mediática, hasta manifestaciones de la cultura
de ‘élite’ o ‘bellas artes’ y el patrimonio histórico. Las manifestaciones económicas que
se hallan dentro de esta tipología también son variadas. Algunas se desarrollan en los
mercados, otras son subvencionadas por el Estado o por mecenas; en muchos casos, las
motivaciones de la creación residen en ámbitos distintos al de obtener ganancias y no
necesariamente participan en dinámicas económicas de oferta y demanda, donde el valor
económico se vea reflejado en un precio. Ingreses o no al mercado, tienen dimensiones
económicas, pues para su realización se necesitan recursos como en cualquier otra activi-
dad económica” (Ministerio de Cultura de Colombia, 2003, pp. 20-21).
4 No siempre resulta sencillo diferenciar la noción de bien (o mercancía) cultural respecto
al concepto de servicio cultural. De hecho, los problemas derivados de su definición son
motivo recurrente de debate a escala internacional, pues pese a una aparente claridad, no
hay consenso con respecto a qué incluye cada categoría. En términos generales se acepta
que los “productos culturales” abarcan tanto bienes como servicios.
dio desde la mirada de los públicos, Pero también desde la teoría eco-
audiencias o receptores es reciente nómica del consumo cultural surgirán
en América Latina y el Caribe. En los inquietudes fundamentales referidas
últimos veinticinco años, indudable- a los conceptos de demanda cultural
mente se ha generado un conjunto de y bienes culturales; ‘gasto cultural de
proposiciones teóricas con sustento los hogares; el precio del bien o servi-
empírico respecto a los modos en que cio cultural, el precio de bienes rela-
los públicos ven, escuchan y leen; a los cionados y el ingreso de las personas
usos que le dan a los bienes y servicios como variables explicativas; consumo
culturales; las maneras en que ellos re- cultural externo; consumo cultural
lacionan esos bienes con su vida coti- doméstico; elasticidades, ingreso de la
diana, hasta el conjunto de teorías más cultura’, entre otras. A la par, destacan
importantes sobre la ‘estratificación algunos autores influenciados por los
social’ en el consumo cultural, a saber: estudios culturales, la semiótica, la an-
‘el argumento de la homología (desa- tropología, la sociología de la cultura
rrollada por Pierre Bourdieu); el ar- y la economía política; ciertos nexos
gumento de la individualización; y el críticos que van desde los análisis de
argumento de la omnivoridad cultural los contenidos y mensajes producidos
(propuesta por Peterson y Simkus du- por los emisores (grandes medios de
rante los años noventa)’. comunicación e industrias culturales)
hasta lo que hoy puede referirse a un
En primer lugar, se encuentra el ar-
abordaje de las ‘prácticas e imagina-
gumento de la homología, que acha-
ca las razones implícitas para los rios culturales de los latinoamericanos
diferentes estilos de vida y consumos –lo que nos hace sentir más venezola-
culturales al factor estructural de las no, mexicano, chileno, argentino o pe-
clases sociales y/o el estatus. En se- ruano’– desde una compleja y amplia
gundo lugar, el argumento de la in- visión de lo que entreteje la comuni-
dividualización defiende que, gracias cación en este ejercicio de producción,
a la universalización del acceso a la circulación, apropiación de significa-
cultura en las sociedades contempo-
dos y sentidos que se liga a lo cultural.
ráneas, las diferencias en los estilos
de vida y consumos culturales están
únicamente sustentadas por la volun-
tad del individuo. En último lugar, Consumo e iniquidad cultural:
el argumento de la omnivoridad de- políticas culturales de fomento
fiende que los gustos no son casillas- a la demanda
estancos de propiedad exclusiva de
las diferentes clases sociales, sino que El consumo no es solo reproducción de
la diferencia fundamental reside en fuerzas sino también producción de sen-
cuanto del abanico de consumos cul- tidos: lugar de una lucha que no se agota
turales es capaz cada estrato de abar- en la posesión de los objetos, pues pasa aún
car. (Herrera-Usagre, 2011, p. 143) más decisivamente por los usos [negritas
añadidas] que les dan forma social y en los den encontrar distintos argumentos
que se inscriben demandas y dispositivos que hacen mención de circunstancias
de acción que provienen de diferentes com- educativas, geográficas, económicas
petencias culturales (…) las luchas contra
(como las elasticidades precio, precio
las formas de poder que atraviesan, discri-
minando o reprimiendo, la vida cotidiana
cruzada e ingreso), demográficas (aso-
y las luchas por la apropiación de bienes ciadas a la variable ciclo de vida, físi-
y servicios. (Martín-Barbero, 1987, p. 231) ca y sensorial), psicológicas así como
del entorno social, prestigio y muchas
Sin embargo, este disfrute de la cul- más. En algunos casos, como el acceso
tura y activación del consumo cultural a Internet y en general a las tecnolo-
no es igual para todos. Los más pobres, gías de la información y la comunica-
los habitantes de regiones, gobernacio- ción, la brecha entre ricos y pobres es
nes, departamentos, provincias, comu- literalmente insondable.
nas o municipios y los adultos mayores
Al problema de las oportunidades
suelen estar excluidos o marginados
económicas –la capacidad de gasto de
socialmente del consumo de la oferta
las personas, a partir de un cierto ni-
cultural, pública o privada, por barre-
vel, que determina la posibilidad de
ras o dificultades de acceso. En ese sen-
acceder a las propuestas culturales– o
tido, el punto central para el diseño de
de la participación política se suman,
unas políticas culturales genuinamente
en los países que integran el territorio
democráticas e incluyentes será: ‘¿Qué
latinoamericano, graves problemas de
diferencia a los hogares que gastan en
‘inequidad cultural’. La cultura, cierta-
cultura de los que no lo hacen? Entre
mente, no es uno de los ítems de mayor
los que gastan, ¿qué diferencia a los
peso en el gasto total de los hogares.
que gastan mucho y los que gastan
Los gastos en alimentos, vivienda y
poco? En otras palabras, ¿qué dificulta
otros (como salud y educación) tienen
la activación (o una mayor activación)
más importancia y frecuencia. Sin em-
de la demanda cultural?’.
bargo, aún existen penosas distincio-
Seguramente las respuestas son nes culturales generadas por el nivel
muy complejas, ya que la demanda socioeconómico, educativo y etario de
cultural tiene diversas dimensiones, las personas. Conocemos, por las re-
algunas cuantificables y otras no; ade- laciones estadísticas, que el promedio
más, la cultura y la demanda de cultura del gasto en cultura cambia notable-
no son fáciles de medir, debido, entre mente según el estrato socioeconómico
otras cosas, a que el consumo cultural y el nivel educativo. A pesar de ello, se
no implica necesariamente gastos mo- observan también nuevas y más dife-
netarios, medibles fácilmente (Bernat, renciadas formas de consumo cultural
Mora y Zuluaga, 2012, p. 173), pero ‘entre lo culto, lo popular y lo tecno-
en la literatura especializada y en la audiovisual’, las que se pueden iden-
práctica de la gestión cultural se pue- tificar y describir en atención a otras
8 Los agentes culturales se diferencian no solo por las distintas funciones que cumplen en
el proceso de producción, difusión, comercialización y consumo de los bienes y servicios
culturales. Se distinguen también por la posición económica que ocupan en dicho proceso
o, en otros términos, por las relaciones sociales bajo las que se inscriben en la economía
cultural. En el proceso de producción, difusión, comercialización y consumo de los bienes
y servicios culturales, interviene una multiplicidad de agentes, que cumplen diversas fun-
ciones. Esta diversificación de agentes es la expresión de una división social del trabajo en
la producción cultural.
9 “La cuenta satélite de cultura se define como un sistema de información estadística sobre
las actividades culturales que tiene como finalidad reunir en un cuadro contable coheren-
te el conjunto de flujos económicos relacionados y establecer los vínculos entre las dife-
rentes manifestaciones del campo cultural. La elaboración de la cuenta satélite se concibe
como el medio para estructurar el conjunto de informaciones relativas al tema de la cultu-
ra. Debe dar cuenta de la importancia económica de la actividad y de la riqueza cultural
de un país, incorporando indicadores monetarios y no monetarios” (DANE, Dirección de
Síntesis y Cuentas Nacionales, 2007, p. 10).
11 Según el economista cultural Frey (2000, pp. 15-16) las características que hacen del arte
y la cultura un “bien público” que produce “efectos externos positivos”, cuyos beneficios
no se agotan en las personas que los demandan y ofrecen como bien privado a través del
libre mercado, son: valor de existencia, valor de prestigio, valor de opción o elección, valor
de educación y un valor de legado.
López Sintas, Ercilia García Álvarez, Para el año 2014 se incorporó la Re-
Luis Enrique Alonso, Aniano Hernán- pública Dominicana a la lista de paí-
dez Guerra, Manuel Cuadrado y José ses de América Latina y el Caribe que
Luis Piñuel Raigada (España); Néstor realizan estudios de consumo cultu-
García Canclini, Ana Rosas Mantecón, ral para la evaluación de sus políticas
Mabel Piccini, Eduardo Nivón Bolán, culturales, con los resultados de su
Guillermo Orozco, María Rebeca Padi- primera Encuesta Nacional de Consu-
lla de la Torre, Graciela Schmilchuk, Jo- mo Cultural (en adelante, ENCC-RD
sé Carlos Lozano, Lorena Frankenberg 2014). La ENCC-RD 2014 fue realizada
y José Antonio Meyer Rodríguez (Mé- por un equipo multidisciplinario del
xico); Hugo Achugar, Sandra Rapetti, Ministerio de Cultura y el Banco Cen-
Susana Dominzain, José Mourelle, Luis tral de la República Dominicana como
Stolovich, Graciela Lescano, Rosario Módulo de la Encuesta Nacional de
Radakovich, Debora Duarte, Luisina Fuerza de Trabajo (en adelante, ENFT)
Castelli Rodríguez y Rosario Sánchez –aplicada de manera semestral en
Vilela (Uruguay); Marcelino Bisbal, los meses de abril y octubre de cada
Pasquale Nicodemo, Jesús María Agui- año– para dar apoyo al proyecto Cuen-
rre, Tulio Hernández, Carlos Guzmán ta Satélite de Cultura de la República
Cárdenas, Emilia Bermúdez, Natalia Dominicana (en adelante, CSC-RD). De
Sánchez, Gustavo Hernández Díaz y allí que la República Dominicana, jun-
Carlos Delgado Flores (Venezuela). to a otras naciones como Argentina12,
Enfoques estadísticos. Cultura y tiempo libre. Boletín Informativo del Instituto Nacional de
Estadísticas. Santiago de Chile. Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. INE Chile.
Enero; (2006) Enfoques estadísticos. Los chilenos y la cultura. Boletín Informativo del
Instituto Nacional de Estadísticas. Santiago de Chile. Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes. INE Chile; (2006a) Enfoques estadísticos. Los chilenos y la cultura. Boletín
Informativo del Instituto Nacional de Estadísticas. Santiago, Chile. Diciembre. Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes. INE Chile. Véase Gobierno de Chile (2007) Encuesta de
consumo cultural 2004-2005. Valparaíso, Chile. Programa Encuesta de Consumo Cultural.
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Departamento de Planificación y Estudios.
Unidad de Estudios y Documentación; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2009)
Segunda ENPCC. Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural. Santiago, Chile.
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Ediciones Cultura; Consejo Nacional de la
Cultura y las Artes (2009). Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural.
Síntesis descriptiva. Estudios. Santiago de Chile. Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes. Unidad de Estudios y Documentación, Departamento de Planificación y Estudios;
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2013) Encuesta Nacional de Participación y
Consumo Cultural. Análisis descriptivo. ENPCC 2012. Estudios. Santiago, Chile. Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes. Publicaciones Cultura; Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes (2014) Análisis y levantamiento cualitativo: Participación y prácticas de consumo cul-
tural. Informe final. Santiago de Chile. Sección Observatorio Cultural del Departamento de
Estudios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
14 Consultar y evaluar: Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (2008) En
cuesta de Consumo Cultural 2007. Informe de Resultados. Bogotá, Colombia. Dirección de
Regulación, Planeación, Estandarización y Normalización (Dirpen), abril; Departamento
Administrativo Nacional de Estadísticas (2009) Encuesta de Consumo Cultural 2008. Informe
de Resultados. Bogotá, Colombia. Dirección de Regulación, Planeación, Estandarización y
Normalización (Dirpen), marzo; Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas
(2010) Encuesta de Consumo Cultural 2010. Informe de Resultados. Bogotá, Colombia. Direc
ción de Regulación, Planeación, Estandarización y Normalización (Dirpen). Todos los
datos son expandidos con proyecciones de población, con base en los resultados del
Censo de Población 2005; Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (2013)
Encuesta de Consumo Cultural 2012. Informe de Resultados. Bogotá, Colombia. Dirección de
Regulación, Planeación, Estandarización y Normalización (Dirpen), abril. Todos los datos
son expandidos con proyecciones de población, con base en los resultados del Censo de
Población 2005; Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (2014) Encuesta de
Consumo Cultural 2014. Informe de Resultados. Bogotá, Colombia. Dirección de Regulación,
Planeación, Estandarización y Normalización (Dirpen), diciembre. Periodo de recolección
agosto-septiembre 2014.
15 Consultar Montilla, A. C. y Ávalos, C. (2012). Análisis de la encuesta de prácticas y hábitos cultu-
rales de Costa Rica 2010-2011. San José de Costa Rica: Ministerio de Cultura y Juventud.
16 Véanse Linares, C., Rivero, Y., y Moras, P. E. (2008). Participación y consumo cultural en
Cuba. La Habana: Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello; Linares, C.,
Rivero, Y., Moras, P. E., y Mendoza, Y. (2010). El consumo cultural y sus prácticas en Cuba. La
Habana: Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.
17 Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2004). Encuesta nacional de prácticas y con-
sumo culturales. México, D. F.: Conaculta; Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(2010). Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales. México, D. F.: Conaculta;
Goldin, D. (Ed.) (2006). Encuesta nacional de lectura. Informes y evaluaciones. México, D. F.:
UNAM‐Conaculta; Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2009). Encuesta a públi-
cos de bibliotecas 2008. Informe de resultados. México, D. F.: Conaculta; Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes (2008). Encuesta a públicos de librerías 2007-2008. Informe de re-
sultados. México, D. F.: Conaculta; Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2009).
Encuesta a públicos de la Orquesta Sinfónica Nacional 2009. Informe de resultados. México, D. F.:
Conaculta; Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2009). Encuesta a públicos de tea-
tros 2009. Informe de resultados. México, D.F.: Conaculta; Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes (2009). Encuesta a públicos de museos 2008-2009. Informe de resultados. México,
D. F.: Conaculta; Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2012). Encuesta
nacional de consumo cultural de México. México, D. F.: Instituto Nacional de Estadística y
Geografía/Conaculta.
18 Achugar, H., Rapetti, S., Dominzain, S., y Radakovich, R. (2003). Imaginarios y consumo
cultural. Primer informe sobre consumo y comportamiento cultural. Uruguay 2002. Montevideo:
Universidad de la República Uruguay/CEIL/Ediciones Trilce; Dominzain, S., Rapetti, S.,
y Radakovich, R. (2009). Imaginarios y consumo cultural. Segundo informe nacional sobre con-
sumo y comportamiento cultural. Uruguay 2009. Montevideo: Universidad de la República
Uruguay/Ministerio de Educación y Cultura; Dominzain, S., Radakovich, R., Duarte, D.,
y Castelli Rodríguez, L. (2014). Imaginarios y consumo cultural. Tercer informe nacional sobre
consumo y comportamiento cultural. Uruguay 2014. Montevideo: Universidad de la República
Uruguay/Ministerio de Educación y Cultura.
19 Consúltese: Bisbal, M., Nicodemo, P., Aguirre, J. M., Guzmán Cárdenas, C. E., Pellegrino,
F., y Pilato, E. (1998). El consumo cultural del venezolano. Caracas: Fundación Centro Gumilla
y Consejo Nacional de la Cultura (Conac); Bisbal, M., y Nicodemo, P. (2007). Nuevos me-
dios para ¿nuevas prácticas? Revista Comunicación. Estudios Venezolanos de Comunicación,
138, pp. 38-54. Caracas: Centro Gumilla; Bisbal, M., Nicodemo, P. (1997). El valor de la cul-
tura. El consumo cultural del venezolano. En Demoscopio Venezuela. Tendencias y perspecti-
vas 1996-1997, pp. 43-48. Caracas: COSAR Grupo Comunicacional; Bisbal, M., y Nicodemo,
P. (2010).El consumo del venezolano en la comunicación y la cultura. Internet avanza pero
la TV no cede. Revista SIC, 725. Dosier, 211-222.