En estas épocas de dificultades, cuando muchos de nuestros hermanos
están pasando por una etapa difícil debido a la enfermedad, Jesús a través de esta Semana Santa, nos invita a reflexionar, a pensar en esos errores que hemos cometido, a mejorar esos aspectos negativos de nuestra vida, nos invita a compartir en familia, a estar más unidos a nuestros seres queridos, a cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a los seres que amamos, nos invita a solidarizarnos con aquellos que lo necesitan, a unirnos más que nunca en el amor de Dios, nos llama para darle un respiro a nuestro mundo y a pensar en el daño que a diario como humanos le causamos, a recuperar esa belleza de la naturaleza y preservar los recursos que nuestro mundo nos da disponibles. Además en estas épocas Jesús representa esa esperanza, que no debemos perder ante la adversidad, que es él quien ha resucitado para cuidarnos, protegernos y salvarnos, pero como hijos de Dios está en nosotros abrirle las puertas de nuestro corazón para salir de esto, que más allá de ser una crisis es un tiempo para vivir en paz y acercarnos día a día más a Dios, a recuperar esos valores en nuestra sociedad, Jesús nos permite creer y permite unir lazos cada vez más y más fuertes, porque con su ayuda y con el arrepentimiento y el amor a Dios y a nuestro prójimo vamos a superar la adversidad.