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GEOPOLÍTICA APLICADA
CAPITULO II
I.- GENERALIDADES.
Lo que suele llamarse el "Cono Sur" de Sud América comprende los territorios de
seis países ubicados debajo del paralelo 20 de latitud Sud, o sea Chile, Argentina.
Paraguay y Uruguay en su totalidad o en su mayor parte, y Bolivia y Brasil en
menor extensión. Son los mismos países constitutivos del área de la Cuenca del
Plata menos Chile.
Por su extensión, ubicación y recursos naturales, esta región tiene una gran
importancia geopolítica, y algunos tratadistas creen que podrá ser un punto de
partida para la ulterior unidad de América Latina y un núcleo de poder regional
frente a los grandes centros del poder mundial" (J.E. Gulialmelli "Geopolítica del
Cono Sur", Buenos Aires, Argentina 1979).
En los últimos años, las relaciones entre Brasil y Argentina han experimentado un
acercamiento que puede ser la base de una integración económica en el Cono
Sur. En efecto, mediante el Tratado de Asunción de 26 de marzo de 1.991,
suscrito entre esos dos países, más Uruguay, se ha constituido el Mercado Común
del Cono Sur (MERCOSUR), que ha comenzado a aplicarse con degravaciones
arancelarias progresivas, y sobre el cual hablaremos al final de este capítulo. El 28
de noviembre de 1990 renunciaron oficialmente Brasil y Argentina a la fabricación
y adquisición de armas nucleares, declarando que la investigaciones en la materia
se harán con fines exclusivamente pacíficos", y que, para garantizar la efectividad
de tales propósitos, permitirán inspecciones reciprocas de la otra parte en sus
instalaciones.
Si el espíritu de cooperación que motiva a MERCOSUR se consolida y avanza con
la incorporación de Bolivia, y eventualmente, de Chile y Perú, el CONO SUR
puede transformarse en la zona de mayor poder en América Latina, dado el
conjunto de su población y recursos, los más cuantiosos del sub continente.
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Oeste y Sur de las Islas Azores y del Cabo Verde. Con esa línea, Portugal
obtenía una estrecha faja en América del Sur. en la parte más oriental, donde
ahora se ubica la ciudad de Recite. Portugal no se conformó con esa Bula y a
raíz de sus exigencias se firmó el 7 de junio de 1.494 el Tratado de
Tordesillas, por el que la línea demarcatoria avanzó 270 leguas hacia d Oeste
y quedó fijada a 370 leguas al occidente de las Islas de Cabo Verde. H Papa
Julio .U aprobó el Tratado en 1.506. 'Por obra de Tordesillas - ha dicho un
autor - Portugal sentó sus reales en América del Sur. sin que ningún
portugués hubiera pisado, a la sazón, ni avistado siquiera, las tierras del
Nuevo Mundo".
Sin embargo de esto, Portugal no tenía acceso, con esa línea geodésica, a
ninguna de las tres grandes cuencas hidrográficas de la región: Amazonas,
del Plata y Orinoco. No conforme con esta graciosa concesión, las
"bandeiras", que eran incursiones pacíficas y violentas de sus colonizadores
portugueses, siguieron avanzando de hecho hacia el Oeste, a la caza de
esclavos indígenas y en busca de oro. Estas ocupaciones fueron reconocidas
por los Tratados de Utrecht (1.713) y de Madrid (1.750), de suerte que Portu-
gal, primero, y Brasil después, llegaron a colocarse a casi 800 leguas de la
primitiva demarcación.
Se dice que el autor del Tratado de 1.750 fue Alexandre de Gusmao,
consejero de la corona portuguesa en Lisboa que había nacido en Brasil.
Astuto, sagaz e inteligente, Gusmao es considerado el primer diplomático
brasileño, pues fue uno de los forjadores del expansionismo brasileño, mucho
antes de la independencia del Brasil.
Conseguida la independencia en 1.822, Brasil se erigió en imperio y continuó
su política expansionista principalmente bajo la égida de Pedro II, cuyo
prolongado gobierno aseguró desarrollo y prosperidad a su país. Proclamada
la república el 15 de noviembre de 1.889, los estadistas brasileños no
abandonaron sus designios imperialistas. Uno de éstos, José María da Silva
Paranhos. Barón de Río Branco, nacido en Río de Janeiro el 20 de abril de
1.845 y muerto en la misma ciudad el 9 de febrero de 1.912, concibió y
ejecutó en los primeros años del presente siglo una serie de conquistas
territoriales consumadas contra sus vecinos de manera pacífica unas veces, y
conflictiva otras. Siendo Canciller de su país. Río Branco suscribió en 1.904
con su colega ecuatoriano Tobar Donoso un curioso tratado por el que los
dos países se unían "en alianza defensiva para evitar toda agresión de parte
de Perú y oponerse a que el gobierno de aquel país ocupe militar y
administrativamente territorios a que aquellos países creen tener derecho y
que no fueron poseídos por Perú a la fecha de su separación de España". Lo
más grave de dicho Tratado, para Ecuador, fue que éste cedió a Brasil las
partes bajas del Caquetá y del Putumayu, perdiendo su contacto con el río
Amazonas.
Con motivo del conflicto provocado en el territorio boliviano del Acre por
filibusteros brasileños, el 18 de enero de 1.903 Río Branco comunicó al
gobierno boliviano que Brasil definía como su frontera el paralelo 10° 25’ y
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IV.- CHILE.
El territorio de Chile tiene ana superficie de 741.767 kms.cuadrados que sé
extiende en el extremo Sudoeste de Sudamérica. de Norte a Sur, en una angosta
faja de 4.270kms.de longitud y solo 190 kms. de anchura media. Dos cordilleras
paralelas lo recorren longitudinalmente: la de los Andes y la de la Costa, cuya
elevación disminuye de Norte a Sur. Entre ambas existe una depresión que al
Norte ocupan los desiertos de Tamarugal y Atacama; más abajo una serie de
valles transversales y desde Santiago a Chiloé, un angosto valle longitudinal. Su
territorio registra una intensa actividad sísmica y a pesar de su longitud ofrece un
clima templado casi uniforme, debido principalmente a la corriente de Humboldt
Su población es homogénea, la mayor parte urbana distribuida con mayor
densidad en y alrededor del núcleo central que es la capital Santiago.
Pese a las condiciones adversas de la geografía chilena, en la que sólo apuntan
dos factores positivos (clima y población), el país ha logrado estructurarse a
expensas de sus vecinos principalmente Bolivia y Perú. Al disponer de una
extensa costa* desarrolló su marina mercante y de guerra al punto de que la
Guerra del Pacífico (1.879) la ganó principalmente desde el mar, por la
superioridad de sus fuerzas.
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que dispuso la construcción por Chile, en Arica, de un muelle de atraque así como
de almacenes para Perú.
Con Bolivia, Chile mantiene un intercambio comercial que le es ampliamente
favorable y se dispone a firmar acuerdos de "complementación económica"; pero
se niega a considerar el reclamo histórico de una salida propia y soberana para
Bolivia en el Océano pacifico.
V.- URUGUAY.
No obstante su reducida extensión territorial (176.215 kms.2) y su pequeña
población (3.100.000 habitantes). Uruguay ofrece los siguientes factores positivos
para su desarrollo y para su inserción en el CONO SUR:
A.- Su ubicación entre los dos países mayores de América del Sur.
B.- Un territorio casi totalmente llano, cuyas mayores elevaciones no sobrepasan
los 500 Mts. s.n.m. al Norte, apto para la ganadería y la agricultura que son
sus principales actividades, con tierras muy fértiles, ricas en potasio.
C.- Una dilatada costa (en proporción a su territorio) sobre el Atlántico y el río de
La Plata.
D.- Una población homogénea sin analfabetos, asentada principalmente en las
ciudades (85% es urbana) y con reducido Índice de crecimiento (1% al año).
E- Un clima templado, con abundantes lluvias durante todo el año. que
favorecen a sus praderas naturales.
F.- Una extensa hidrografía, con 1.100 kms. de ríos navegables entre los cuales
están dos de los mas importantes de Sud América: los ríos Uruguay y de La
Plata.
- Definir la vocación marítima uruguaya.
Apoyar y fortalecer un La suma de estos factores positivos determinó que Uruguay
tuviese una sólida economía y el mayor desarrollo económico, social y político de
América Latina durante el siglo XIX y la primera mitad del presente siglo, a punto
de que por la estabilidad de sus instituciones y el avance de su cultura se le
llamaba la "Suiza americana". Por ello mismo se constituyó en un centro
geopolítico importante, pues, como lo anota Quagliotti de Bellis, "resulta obvio
señalar la relevancia ciertamente vital que tiene, más para Argentina, aunque
también para Brasil, la necesidad de contar con un Uruguay seguro de sí mismo,
sólido en el campo socioeconómico, claros sus singulares perfiles culturales y
políticos"
Estas favorables condiciones naturales y sociales de Uruguay han atraído las
ambiciones extranjeras, sobre las cuales uno de sus gobernantes prevenía a sus
compatriotas subrayando que, es nuestro país tan rico, está tan
estratégicamente colocado sobre el flanco Atlántico, habitado además por una
raza viril y unánimemente caucásica que siempre tendremos que estar en guardia
contra el peligro de pretensiones imperialistas”.
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El mismo autor citado en el penúltimo párrafo resume así las grandes líneas de la
geopolítica uruguaya:
importante polo de desarrollo en favor de la descentralización industrial (se
refiere a desarrollar el interior del territorio, pues casi toda la actividad industrial
se concentra ahora en el área metropolitana de Montevideo).
Fijar la presencia efectiva de Uruguay en el Atlántico Sur
Aprovechar y acentuar su estratégica posición en (a Cuenca del Plata y en el
sector Atlántico del Cono Sur americano.
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Paraguay. Perú y Uruguay, a través de una red de 16.000 kms.. con cuatro rutas o
corredores de este a oeste y norte a sur. El programa fue elaborado con la
cooperación de los Ferrocarriles españoles (RENFE), la Asociación
Latinoamericana de Ferrocarriles (ALAF), la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL) y el Instituto para la integración Ferroviaria de América Latina
(INFAL), y se propone habilitar el corredor transcontinental central (San Pablo - La
Paz - Arica); el de los Libertadores (Buenos aires - Villazón - La Paz - Guaqui -
Puno -Arequipa - Matarani);el del Atlántico (San Pablo - Asunción - Montevideo); y
el transandino central (Valparaíso - Santiago - Mendoza -Córdoba-Buenos Aires).
Siguiendo un modelo aplicado en la CEE. los cuatro países de MERCSUR
discutieron en Brasilia, en octubre de 1.990, procedimientos para dar fluidez al
transporte fronterizo, desregulándolo mediante la eliminación de controles
innecesarios, o su realización por maestreo. Con el mismo espíritu se reunieron en
Foz de Iguazú, en noviembre de 1.990, los Ministros de Agricultura de Argentina,
Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, para discutir un programa de integración
agropecuaria en el Cono Sur que facilite el comercio intraregional en esta materia.
CAPITULO II
GEOPOLITICA LATINOAMERICANA
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Neko, hacia el año 600 antes de nuestra era1, tardando en la travesía, cerca de
tres años. Todo este retroceso fue consecuencia de la adopción del cristianismo
que con sus ideas arcaicas acerca del mundo, creía que era plana y que
navegando en una sola dirección, más allá de lo conocido, se podía caer en el
vacio donde el diablo tenía su infierno.
Teniendo en cuenta estas ideas, ningún navegante quería adentrarse en el
Océano Atlántico, al que lo habían llamado mar Tenebroso. Pero a pesar de las
ideas anticientíficas predominantes, la humanidad progreso y en ese sentido, pese
a la llamada “santa inquisición de la Fe”. Institución terrorífica cristiana que se
declaro enemigo de la ciencia, surgieron científicos que haciendo a un lado la
religión o cuestionándolo gravemente, hicieron avanzar los conocimientos
científicos. En ese sentido, se volvió a la idea de la redondez del planeta Tierra
que había sido enunciado ya en la Grecia antigua y, entonces, fue posible imaginar
grandes viajes sin caer en el vacío. Cristóbal Colon, fue partidario de estas ideas,
por eso llego a redescubrir América, del que, sin embargo, jamás de imagino que
fuera un continente aparte y murió creyendo que había llegado a las Indias
Occidentales.
Dos circunstancias más hay que destacar como factores que posibilitaron el viaje
de Colon: primero, la invención del papel y la imprenta y, segundo, el invento de la
brújula que posibilitaba grandes viajes en alta mar. A esto, hay que añadir el
bloqueo de las rutas comerciales europeas con Asia, debido a la ocupación del
Imperio Bizantino por los turcos, lo que obligo a los europeos a buscar nuevas
rutas para abastecerse de diversos productos asiáticos desde las piedras
preciosas, la seda y hasta productos utilizados en la repostería y el arte culinario
como son los diversos conocimientos que no se producían en Europa: pero, este
último factor, aislado de los dos factores anteriores, sin esas dos condiciones
previas, jamás hubiera posibilitado el redescubrimiento de América.
II.- IMPERIOS COLONIALES EUROPEOS EN AMERICA LATINA.
Desde el año 1.492, la parte del continente americano que hoy se conoce con el
nombre de América Latina, fue conquistada y colonizada por España, Portugal y
Francia, países en los que el modo de producción feudal era la forma económica
predominante y, como tal, trajeron consigo ideas y formas de organización
feudales que se establecieron en América sobre la base de restos de organización
comunitaria como el ayllu, la mita, etc. En este sentido, “España volcó sobre
América los elementos de su régimen feudal descompuestos” 2 y, por lo mismo, “la
sociedad colonial asimismo las forma de producción indígenas acondicionándolos
a las relaciones de producción e intercambio impuestos por los conquistadores” 3.
Esta herencia colonial, durara hasta los mediados de la segunda mitad del siglo
XIX y, a partir de esa época, se articulara lentamente a las diversas formas de
1
Véase Walter Wallbank, historia universal, tomo I. Pag. 53 Cfr. A- V- Mishulin. Historia de la antigüedad. Pags. 32-
33 y Manuel Marin Correa. Historia Universal Marin. Vol. I. Pag. 120.
2
Rodolfo Puiggros. Ob. Cit. Pag. 16.
3
Idem. Pag. 26.
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Las rebeliones de la primera y la segunda década del siglo XIX, que han cavado
con el colonialismo español, tienen una tónica diferente; no solo se rebelan los
pueblos aborígenes, sino también los mestizos y criollos pobres. Rebeliones que
encuentran la férrea oposición de os sectores oligárquico-feudales. A pesar de
todo, la independencia se iba a lograr, aun a costa del exterminio de la mayoría de
los jefes rebeldes a manos de los realistas, dejando vacios inevitables, que al ser
ya inminente la victoria, fueron llenados por los “patriotas flamantes”6, como bien
los caracterizo el guerrilleo “Moto” Méndez. A los realistas cínicos y oportunistas
que habiendo combatido a los auténticos patriotas hasta casi exterminarlos por
cumple, se pasaron en la última etapa de la guerra de la independencia, cuando el
triunfo ya era inevitable, hacia las filas patriotas, usurpando el lugar que les
correspondía a los jefes guerrilleros a los que ellos mismos habían combatido con
tanta seña y crueldad.
En Bolivia, es conocida la trayectoria oportunista que han tenido realistas como
Casimiro Olañeta, Manuel Mari Urcullo, Mariono Serrano, José María Velasco y
otros. Por lo mismo, la independencia lograda a costa de tanto sacrificio y tantas
muertes, solo beneficio a esa oligarquía burocrática y feudal que se apropio del
sacrificio de los patriotas. Así, las repúblicas latinoamericanas burguesas, se
establecieron sobre bases económicas feudales. De ahí que la desarticulación
latinoamericana fuera inevitable. El feudalismo como modo de producción no
unifica: al contrario, estando basado en feudos de producción para el
autoconsumo, su característica principal es el aislamiento.
En ese sentido, la desarticulación latinoamericana era un fenómeno inevitable al
sobrevenir la independencia: es más, las colonias españolas jamás han estado
unidas como para constituirse en una sola república: si algo de comunicación
tenían era el de ser colonia española y nada más. No habiendo un sistema
económico que unificara las diversas regiones coloniales en una sola unidad
política, no se podía esperar que, una vez libres, permanecieran unidas. El
capitalismo, que unifica las regiones en torno a un mercado, creando las bases de
la unidad nacional, no estaba desarrollada todavía en la época en que se logró la
independencia de la mayoría de las colonias españolas de América.
patria, no puedo persuadirme que el nuevo mundo sea por el momento regido por
una gran república”8.
Las ideas de Bolívar son más claras aun cuando escribe que “es una idea
grandiosa pretender tomar de todo es Nuevo Mundo una sola nación con un solo
vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una
lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguientes, tener un solo
gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse: mas no
es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos,
caracteres desemejantes dividen a la América”9.
Como se podrá notar, Bolívar desea la unidad latinoamericana, pero se da cuenta
que “no es posible”; Bolívar no era partidario de la unidad a ultranza como
tendenciosamente algunos pretenden hacerlos aparecer, sin embargo, como
hombre integro que era, lucho para que esa unidad fuera posible, a pesar de las
dificultades existentes; pero, en ese intento grandioso, Bolívar fue víctima de las
oligarquías locales que mezquinamente se le opusieron valiéndose, inclusive, de
los antiguos compañeros de armas del Libertador, como fue el caso de Venezuela
y Ecuador que a la aveza de José Antonio Páez y Juan José Flores,
respectivamente, deshicieron la Gran Colombia formada por las actuales
repúblicas de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
El Congreso anfictiónico, llevada a cabo en Panamá, en 1826, fue el último intento
de Bolívar para unificar a América Latina, las oligarquías, una vez más le
sabotearon; preferían ser jefes de sus pequeñas repúblicas que figuras
secundarias de una gran república y entonces, al libertador solo le quedaron
amarguras que en su lecho de muerte le hicieron exclamar con desengaño: “He
arado en el mar”.
En la actualidad, para las oligarquías y los cirulos gobernantes de América Latina,
el legado unitario de Bolívar, sigue siendo tan poco importante como fue antes;
solo el pueblo, y las clases populares han recogido su legado unitario para luchar
contra el dominio imperialista y contra las oligarquías locales que históricamente
han traicionado al libertador Simón Bolívar.
Inglaterra tenía que romper ese monopolio que, dicho sea de paso era de opresión
y desventaja para las colonias españolas.
En ese sentido, Inglaterra protagonizo la invasión de Buenos Aires en los años de
1.806 - 1.807, imponiendo el libre comercio que beneficio a Buenos Aires en dos
sentidos: por una parte, los productos ingleses, libres de los impuestos de la casa
de contratación de Sevilla, se abarataron y: por otra parte, los productos del Rio de
la Plata, eran comprados por los ingleses a precios altos, dejándolos, de esa
forma, bunas ganancias. De todas formas, la invasión inglesa de Buenos Aires,
fracaso, pero ya nadie odia borrar las hondas consecuencias políticas del libre
comercio. De esa forma, los rioplatenses fueron impulsados, aunque
indirectamente, a la lucha por la consecución de la independencia que le
garantizaría el libre comercio.
VER GRAFICO (1).
Una vez iniciaba la guerra de la independencia, por parte de los americanos en
contra de España, Inglaterra no solo ayudo a los insurgentes con armas y
recursos, sino que también envió a muchos militares para ayudar a los americanos
en la lucha contra España, ya que la independencia de dichas colonias favorecería
a la expansión del capitalismo ingles al que “le eran necesarios como mercados,
en modo alguno como territorios a conquistar” 10, si no quería morder de nuevo el
polvo de la derrota, en ese radica la mentada “generosidad” del Imperio Británico
tan apologizado por las oligarquías de ayer y de hoy. En ese sentido, los nuevos
países latinoamericanos no serian más colonia de la España ni de ninguna otra
potencia: pero, económica y aun políticamente, serán dependencias del
imperialismo Ingles.
Las vías mediante las cuales imperialismo ingles consiguió someter a las nuevas
repúblicas latinoamericanas, son variadas, Así, por ejemplo, una vez lograda la
independencia, se dedico a financiar a los nuevos gobiernos latinoamericanos a
cambio de intereses que si bien no eran altos, sin embargo, comprometían la
explotación de recursos naturales que le servían de materia prima para sus
industrias. Por eso, el intelectual argentino, Jorge Abelardo Ramos, con justa
razón afirma que “allí donde los criollos tomaban el poder y controlaban el
territorio, se abrían las puertas al comercio ingles y al cónsul del Imperio: Dos
razones habían al principio para esta política: la primera eran las necesidades
fiscales de los nuevos estados, que el comercio libre de las trabas españolas
satisfacía con cierta abundancia. La segunda, y no la última, se funda en que Gran
Bretaña, en virtud de sus intereses comerciales, aparecía como el principal
obstáculo a la concertación de una Santa Alianza de la Europa reaccionaria contra
las colonias españolas”11. De esta forma, el imperialismo inglés, logro la pacifica
penetración económica y política de América Latina.
En ese sentido, “el poder de penetración británica en América del Sur era tan
irresistible como la fuerza marítima e industrial sobre la que se apoyaba. La gran
potencia europea era formalmente indiferente a la suerte de las recién liberadas
10
Jorge Abelardo Ramos, Historia de la Nación Latinoamericana. Pag. 241.
11
Idem. Pag. 241.
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12
Idem. Pag. 244.
13
ídem, pan 242
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latinoamericanos, han tratado de formular una geopolítica nacional propia que les
permita enfrentar los problemas del desarrollo nacional: sin embarco, la
formulación de una geopolítica nacional, propia, no depende de buen deseo de los
teóricos ni de un adecuado conocimiento de la geopolítica y los principios en los
que se basa dicha corriente teórica reaccionaria.
En primer lugar, la formulación de una geopolítica nacional propia depende, ante
todo, de la realidad objetiva, material, expresada en la realidad histórica
expansionista y la actual capacidad expansionista de los diferente países y, en ese
sentido, en América Latina, sólo los países expansionistas han logrado formular
una geopolítica propia y no todos los países latinoamericano que quisieron
hacerlo, a pesar de ser potencialmente propicios para ello y a pesar del profundo
conocimiento de la geopolítica y la capacidad teórica de sus intelectuales.
En segundo lugar, lo que ha contribuido a la formulación de una geopolítica
nacional propia, es la presencia de las hegemonías imperialistas que han
generado, en su accionamiento de dominio político, diferentes contradicciones
interimperialista en las diversas regiones y que, para mantener su hegemonía
política, han influenciado en el mantenimiento de ciertos principios de política
exterior que unidos al expansionismo, se han expresado en una política exterior
con cierta coherencia que ha dado lugar a la formación de una geopolítica propia.
En las regiones en las que no existe esta lucha por el dominio hegemónico de las
grandes potencias, no se han logrado formar una geopolítica nacional propia, a
pesar de reunir ciertas condiciones naturales e históricas favorables para ello.
Así, por ejemplo, México no pudo llegar a formular una geopolítica propia, debido a
la presencia dominante de Estados Unidos en el Mar Caribe y el Pacifico Norte, sin
dejar ningún campo de acción para las luchas interimperialistas con otra potencia y
sin dejar tampoco ningún campo de acción propia para el estado mejicano, a pesar
de que México, podría cumplir una función hegemónica adecuada en la región de
América Central y el Caribe y a pesar de los esfuerzos teóricos de Jorge A. Vivó
que pretendió Formular una geopolítica mejicana, de raíces latinoamericanas y
basada, fundamentalmente, en la unidad de los países centroamericanos y del
Caribe en torno a México, para poder contraponer la hegemonía mejicana y
centroamericana frente a los Estados Unidos en la región del mar Caribe 14.
El planteamiento de la Confederación del Caribe que formuló Jorge A. Vivó para
México y los diferentes países que viven a orillas del Mar Caribe, incluyendo a
Colombia y Venezuela, basada en la unidad de lengua, religión, historia común y
los planteamientos políticos de unidad dejadas por Simón Bolívar, se quedo sin
poder llevarse a cabo y México, a pesar de sus excelentes condiciones
geográficas, sus potencialidades económicas y políticas y del esfuerzo de sus
intelectuales en el conocimiento de la geopolítica, no pudo desarrollar ninguna
geopolítica nacional, propia, que le permita contener la hegemonía estadounidense
en el Pacifico Norte y el mar Caribe.
Así, en la región del Caribe, ningún país latinoamericano ha podido formular una
geopolítica nacional, propia, por el hecho de que la presencia norteamericana, en
14
Véase Jorge A. Vivo. La geopolítica. Pag. 57 y siguientes.
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16
Mario Travassos y Everardo Backheuse: Proyección continental del Brasil, Pag. 23 y siguientes.
17
Golbery do Couto e Silva. Geopolítica del Brasil, Pag. 74 y siguientes.
18
Hay que tomar en cuenta que Couto e Silva escribió esta propuesta en los años 50 y 60 del siglo XIX.
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toda la ayuda necesaria para que el Brasil cumpla a cabalidad esa función
hegemónica en el Atlántico Sur. A cambio de dicha ayuda, expresada en todos los
campos desde lo económico a lo militar, el Brasil se mantendría leal a la política
exterior de los Estados Unidos. A esta política exterior brasileña de sometimiento
incondicional al imperialismo norteamericano, Couto e Silva ha llamado la
"barganha leal", es decir, el "canje leal" de la independencia brasileña por el papel
de potencia subimperialista delegada por los Estados Unidos en el Cono Sur y el
Atlántico Sur.
Desde este punto de vista, la geopolítica nacional brasileña, en su esencia, no es
una expresión independiente de sus intereses nacionales sino que más bien es la
expresión del papel de gendarme menor, de capataz, que Estados Unidos le ha
asignado en su esquema imperialista de dominio continental sobre América Latina.
Así, la geopolítica brasileña quiere convertir a ese país en un vergonzoso
instrumento de sometimiento y dominación de los países del Cono Sur a favor de
los Estados Unidos.
Aquí, hay que tomar en cuenta que la función de gendarme menor, de capataz del
imperialismo norteamericano, también puede cumplirlo la Argentina, por lo que el
Brasil trata de evitar ese cometido argentino desplegando todas sus
potencialidades en la disputa por la hegemonía subimperialista en el Atlántico Sur.
A partir de esto se explica la sempiterna rivalidad brasileño-argentino en la región
del Río de la Placa y el Atlántico Sur. A la larga, es evidente que las mayores
potencialidades brasileñas, tanto en diversos recursos, en extensión geográfica
como en una envidiable posición geográfica, le darán el liderazgo en el Cono Sur.
VER GRAFICOS (2 – 3)
En la actualidad, después del sometimiento de la economía latinoamericana al
imperialismo norteamericano, en especial de las economías brasileña y argentina
en contexto de la globalización y del dominio político neoliberal, pareciera que ya
no queda rivalidad alguna entre el Brasil y la Argentina y mas bien, junto a
Paraguay y Uruguay, han conformado el llamado Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), la misma que se encamina a una acelerada integración regional
bajo el dominio de las transnacionales norteamericanas y la evidente hegemonía
política del Brasil, aunque asignándole un amplio papel a la Argentina que luce
como su mayor potencialidad, una economía saneada y de baja inflación. En ese
sentido, pareciera que se está estructurando una forma de dominio conjunto entre
el Brasil y la Argentina en el Cono Sur y el Atlántico Sur, bajo el evidente dominio,
control y hegemonía política de los Estados Unidos, aunque con cierta hegemonía
y predominio del Brasil.
III.- GEOPOLÍTICA DE LA ARGENTINA.
En la Argentina, no existe propiamente una escuela geopolítica nacional
claramente definida: sin embargo, la lucha por la hegemonía y el dominio del Río
de la Plata, le ha dado claros indicios de posiciones de política exterior en
enfrentamiento con el Brasil, aspecto éste que se remonta a la etapa de formación
de la República Argentina, como es la lucha por la conservación de la provincia
oriental del Uruguay que, finalmente, constituirá una república independiente,
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calificada por sus propios habitantes de estado tapón o estado amortiguador entre
las fuerzas expansivas brasileña y argentina.
La necesidad argentina del dominio y hegemonía en el Río de la Plata, sin
embargo, no es una posición nacional eminentemente argentina, sino que más
bien es la expresión de la necesidad que el imperialismo inglés tiene de dominio y
control sobre el Rio de la Plata y el Atlántico Sur. Con esa finalidad, el
imperialismo inglés, ha hecho ingentes inversiones de capital que se han
expresado en el dominio económico de la Argentina, lo que a su vez, ha hecho
que este país, en su política exterior, sea claramente proinglesa en la lucha
hegemónica interimperialista librada entre Estados Unidos y el Reino Unido.
La necesidad de dominio inglés del Atlántico Sur, sin embargo, no pudo ser
confiada íntegramente a la Argentina, ante todo, debido a la inestabilidad política
que atravesaba este país en las primeras décadas de su independencia. En ese
sentido, Gran Bretaña, para garantizar la libre navegación de los canales
interoceánicos australes así como para aprovisionar libremente a sus naves, ha
tomado las Islas Malvinas, de soberanía argentina, en 1833, mediante una
invasión y ocupación que dura hasta hoy, garantizando para sí la libre navegación
de los canales interoceánicos australes que unen al Atlántico y el Pacifico. Esta
situación, ha debilitado enormemente la posición geopolítica de la Argentina en el
Pacífico Sur y el control de los canales interoceánicos australes, ante todo, frente
al Brasil y Chile.
A pesar de ello, no se puede negar la importancia geopolítica de la Argentina
sobre el Atlántico Sur y los canales australes, así sea en una situación debilitada;
sin embargo, no le ha permitido formular una geopolítica nacional claramente
definida como se ha dado en el Brasil y Chile. Si a esto agregamos la falta de una
tradición histórica expansionista, se comprende que la Argentina no haya podido
formular una geopolítica de claros contenidos nacionales. Sin embargo, esto no
significa que falten algunas posiciones geopolíticas claramente expresadas, más
bien, lo que falta es una posición geopolítica que pueda ser considerada oficial,
por la adopción que pueda realizar de sus principios y postulados, la clase
dominante argentina.
A falta de la vocación de dominio continental de la clase dominante argentina, sin
embargo, no han faltado las posiciones de dominio continental de las clases
progresistas y de la izquierda argentina. Así, una de las posiciones geopolíticas
claramente expresadas en función de la liberación nacional del dominio
imperialista que la Argentina debe encabezar en América Latina, con
características continentales, es la de Norberto Ceresole en su obra denominada
Geopolítica de liberación, publicada en I 972.
En dicha obra. Norberto Ceresole afirma que la proyección estratégica continental
de la Argentina, solamente puede ser rescatada desde una posición revolucionaria
y en el sentido que le ha dado el Libertador José de San Martín en el proceso de
la guerra de la independencia en contra de España. Para Ceresole, la posición
subimperialista del Brasil está basada en la alianza de la oligarquía burguesa con
los terratenientes brasileños y éstos, a su vez, están aliados con el imperialismo
norteamericano, con la finalidad de garantizar la vigencia de los intereses
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19
Norberto Ceresole Geopolítica de liberación. Pag. 22 a Siguientes.
20
Las ideas Geopolíticas acerca del proyecto patagónico han sido acumuladas por Gustavo Cirighano. Véase
Norberto Ceresole Ob. Pag. 23.
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permite formular una política exterior independiente que permita definir los
intereses nacionales de los diferentes países latinoamericanos y, por otra parte se
debe también al hecho de que la mayoría de ellos, carece de una tradición
expansionista que le proporcione las bases histórico-políticas como para formular
una geopolítica nacional definida.
De todas formas, algunos países como el Ecuador, a pesar de ello, han tratado de
formular una geopolítica propia. El mayor interés geopolítico de Ecuador radicaba
en el logro de un acceso territorial que le permita la libre navegación del río
Amazonas, lo que le ha llevado a mantener un conflicto permanente de fronteras
con el Perú en la región de la cordillera del Cóndor, la misma que ha terminado en
1998, con la firma de un Acuerdo por el que el Perú se compromete a otorgar al
Ecuador una propiedad privada inmueble de soberanía peruana por tiempo
indefinido para la libre navegación del rio Amazonas. A cambio de ello, el Ecuador
se compromete a respetar los límites fronterizos acordados por el Protocolo de Río
de Janeiro de 1942 y que, según los ecuatorianos, es lesivo a su soberanía
nacional, puesto que le habría privado de su acceso libre al Rio Amazonas y de un
tercio de su territorio nacional.
El Perú es otro de los países que ha tratado de desarrollar una geopolítica
nacional coherente en base al dominio del océano Pacífico, sin embargo, esas
ideas no han logrado formular una geopolítica nacional digna de mención. En su
política exterior, el estado peruano antes que desarrollar una política agresiva, ha
adoptado una política defensiva, ante todo Frente al peligro permanente que
representa el estado chileno desde la guerra del Pacifico de 1879 y cuya política
anexionista podría repetirse. Para evitar ello, el estado peruano ha adoptado el
mantenimiento de una moderna fuerzas armadas capaz de disuadir al enemigo y
hacerle pagar caro sus agresiones.
En los países restantes de América Latina, apenas si se estudia la geopolítica
como parte de los programas académicos de los institutos militares y de algunas
universidades, de tal forma que no se puede hablar propiamente de una
geopolítica nacional propia y definida.
Sin embargo, hay que destacar aquí la notable excepción de México que desde la
Revolución Mexicana de 1910, ha mantenido una política exterior independiente
de los Estados Unidos, expresando siempre la independencia nacional mexicana y
la dignidad que debe caracterizar a un estado independiente.
Finalmente, desde la Revolución de 1959. Cuba ha mantenido una política exterior
independiente, contrapuesto al imperialismo norteamericano, expresando la
vitalidad de un pueblo que ha elegido vivir con dignidad y sin ningún tipo de
tutelaje imperialista. La altivez y la dignidad del pueblo cubano, no sólo es la
expresión de su política socialista, sino que más bien es la expresión de la rica
herencia antiimperialista que ha dejado José Martí a los patriotas cubanos. Así, la
política exterior cubana, a pesar que pudiera caer el socialismo, sé mantendrá
intacto y libre de la hegemonía imperialista.
32 - 59
DOSSIER
CAPÍTULO III
GEOPOLÍTICA BOLIVIANA
24
Rodolfo Puiggros. ob. cit. pág; 28-29
25
Idem. pag. 28.
34 - 59
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36 - 59
DOSSIER
26
René Zavaleta Mercado estado nacional o pueblos de pastores. Pag. 5.
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que han quedado atrás, ya no pueden alcanzarlas sino por la vía socialista”. Es
decir, que el estado, mediante una planificación económica y social, logre el
desarrollo nacional en poco tiempo y sobre la base del desarrollo de la economía
estatal, que quizá no forzosamente tenga que ver con el socialismo, pero cuyas
modalidades de protección a los desposeídos y la implementación de una política
de igualdad social, no pueden ser ignoradas si se quiere salir del atraso y la
dependencia un que se encuentra Bolivia.
Bolivia, merece un lugar de grandeza, eso nadie lo pueda negar: pero, esa
grandeza sólo se podrá alcanzar rompiendo los vínculos de dependencia con el
imperialismo que nos oprime y saquea diariamente. Sólo después de esa ruptura
con el imperialismo, como totalidad social impuesta sobre las naciones atrasadas,
será posible rodo desarrollo nacional, autónomo y soberano. Por tanto, la primera
tarea del pueblo boliviano para desarrollar el país, es el desplazamiento de la
burguesía de las funciones de gobierno para siempre. Las modalidades de este
desplazamiento de la burguesía, pueden variar, pero su necesidad de expulsión
del poder es única.
39 - 59
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CAPITULO IV
27
Charles W. Amade. La dramática in urgencia de Bolivia. pág. 215.
28
Idem. Pag. 218.
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34
René Zavaleta Mercado, ob. cit. pag. 32.
35
Idem. pág. 31.
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Por todo lo expuesto, cabe decir que no hay “despoblamiento boliviano de las
fronteras y zonas periféricas”, lo que se ha dado desde la creación de Bolivia
hasta hoy, es la incapacidad de la clase dominante, de los gobernantes de este
país, para poblar y desarrollar las zonas periféricas y fronterizas. Es debido a esa
incapacidad de la clase dominante, de construir una nación moderna, que se han
perdido extensos territorios con todos los países vecinos.
La oligarquía feudal, al igual que la oligarquía feudal-burguesa formada después
de la Guerra del Pacífico, han pretendido conservar la antigua superficie territorial
de Charcas, sobre la que se ha creado Bolivia, en base a papeles, en base a
documentos coloniales que en la práctica no han tenido validez alguna. Para la
antigua clase dominante, como para la actual oligarquía burguesa, ha sido más
cómodo conservar papeles, darse carnavales con documentos en la mano que
crear poblaciones y polos de desarrollo fronterizos que son, en última instancia,
los que definen los litigios fronterizos. La historia de las pérdidas territoriales de
Bolivia, precisamente demuestra la ausencia de esos polos de desarrollo
fronterizo, y con mucha elocuencia.
IV.- LA DESVERTEBRACIÓN GEOGRÁFICA.
La desvertebración geográfica de las diferentes regiones de Bolivia, es un
fenómeno permanente que se viene arrastrando desde la colonia hasta la
actualidad. Propiamente hablando, no hay desvertebración geográfica, lo que
existe es la escasa vertebración geográfica, Bolivia es un país extenso, pero con
una deficiente red de vías de comunicación y transporte desde la época de la
colonia: la etapa republicana, no ha hecho mayores esfuerzos para resolve r esta
situación de virtual incomunicación vial entre el oriente y el occidente, entre el
Norte y el Sur del país. Las actuales vías troncales se reducen a las carreteras
entre La Paz-Oruro-Cochabamba-Santa Cruz, las mismas que junto a pequeños
ramales adyacentes y la carretero Sucre-Potosí, son las únicas carreteras
pavimentadas. Las demás carreteras que vinculan las ciudades como Potosí-
Tarija-Sucre. Potosí-Oruro, son de tierra y la mayor parte de estas ciudades entre
si y sus provincias, están vinculadas por carreteras de tierra o, en el mejor de los
casos, por carreteras de ripio. Las ciudades de Cobija y Trinidad, no cuentan con
carreteras que lo vinculen a las grandes ciudades. La carretera La Paz-Trinidad,
apenas es transitable en la época seca y en la época de lluvias, es imposible
transitarlo.
La geografía cordillerana- es uno de los obstáculos que el estado boliviano tiene
que vencer para lograr una vertebración caminera efectiva: se tiene que tener
capacidad para construir grandes carreteras asfaltadas que vinculen, por lo
menos, todas las capitales de departamento, lo que efectivamente reactivará el
desarrollo económico y político de estas regiones alejadas. Sin embargo,
pareciera que la burguesía boliviana, con una visión tan sólo urbana y despojada
de una visión nacional de largo alcance, pareciera que sólo tiene capacidad para
construir autopistas urbanas que, a la vuelta de algunos años, están ya
malogradas. Respecto a las vías ferroviarias, si gran desafío consiste todavía en
unir la red oriental y la occidental, siendo éste casi un sueño centenario, lo mismo
que el de crear una red ferroviaria en la región Norte del país.
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36
Cfr. Agustín Barcelli. Medio siglo de luchas sindicales, en Bolivia. pag. 246 y siguientes.
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Aparte de varios conflictos menores provocados por sus vecinos. Bolivia conoce
desde su creación, tres grandes guerras internacionales que han causado graves
distorsionamientos en su desarrollo económico-social. Es así que su superficie
territorial se ha reducido hasta hoy, a menos de la mitad, territorio en la que vive
una población diezmada por los efectos funestos de los golpes de estado, el
hambre y las masacres que la clase dominante dirige en contra del pueblo.
Por otra parte, Bolivia no solo ha perdido extensos territorios como efecto de las
guerras con sus vecinos, sino que también ha perdido, mediante la diplomacia,
grandes extensiones de territorio, lo que demuestra la incapacidad histórica de la
oligarquía boliviana canto en el campo militar como en el campo diplomático. En
ese sentido. “la pérdida del Pacifico, del Acre y del Chaco son las muestras más
elocuentes de que nuestra organización social [oligárquica] no responde a las
exigencias de la vida moderna nacional, estatal, unitaria” 37, afirma Roberto Al
varado.
A. La Guerra del Pacífico.
La Guerra del Pacifico que Chile desencadenó en contra de Solivia y Perú,
fue consecuencia de la crisis económica mundial que ocasionó la guerra
franco-prusiana de 1870-1871, en todo el sistema capitalista y cuyo punto
culminante más alto se sintió en el mundo hacia 1.874. Las primeras
manifestaciones de esta crisis económica mundial, se hicieron sentir en Chile
hacia 1.874, alcanzando su punto culminante en 1.878” 38, de tal forma que la
crisis cíclica del sistema capitalista, sacudió desde sus cimientos la estructura
económica y social de Chile, la catástrofe general, estaba a la vista. Para
remediar esta situación, el gobierno chileno, sacando fuerzas de la crisis,
inició la última fase de su larga preparación de la conquista del Litoral, de tal
forma que la crisis "encontró un terreno inesperado con la Guerra del Pacifico
a principios de 1879. Y decimos que encontró un término inesperado -dice el
historiador chileno Daniel Martner-, porque ésta puso al país en posesión
inmediata de inmensos recursos”39 que, según el historiador chileno Hernán
Ramírez Necochea. “fue una vigorosa inyección intencionadamente buscada,
que permitió salvar la grave crisis que le venía afectando -a la economía
chilena- y que había alcanzado su punto culminante en 1.878” 40.
Por otra parte, la crisis económica mundial, también se inició en Bolivia hacia
1.874 y alcanzó su punto culminante en 1.878. Además, esta crisis
económica, fue acompañada de una intensa crisis agrícola que se produjo
ese mismo año, como consecuencia de una grave sequía que afectó a los
ingresos del fisco, de tal forma que el Congreso Nacional vio como una salida
a la crisis, la aplicación del impuesto de 10 centavo a cada quintal de salitre
que se exportaba por el puerto de Antofagasta. Ante cata medida, la
“Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta”, integrado por
empresarios chilenos, recurrió al gobierno chileno, pidiendo protección; es
37
Roberto Alvarado Daza. Ob. cit. pags. 121-122. En cursivas en el original.
38
Véase Hernán Ramírez Necochea. Historia del movimiento obrero en Chile. pag. 178.
39
Citado por Hernán Ramírez Necochea. ob. cit. pág. 58.
40
Hernán Ramírez Necochea. ob. cit. Pág. 177-178.
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41
Idem. pag. 39.
42
Cfs. Néstor Taboada Terán. Historia de la Indias socialistas, en Bolivia 2 Pags. 105-106.
47 - 59
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43
Anónimo UMSA. Historia de Bolivia. pag. 47
44
Roberto Alvarado Daza, Ob. Cts. Pag. 77.
45
Cfr. Hernán Ramírez Necochea. Ob. cit. págs. 39—0. 59 y siguientes.
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efectos prácticos”46 y. en ese sentido, más pronto que tarde, el Litoral iba a
pasar inevitablemente a la soberanía chilena, “por la razón o la fuerza”, tal
como prescribe el lema del escudo nacional de Chile.
Desde ese punto de vista, el historiador José Fellmann Velarde. Considera
que "la ocupación de Antofagasta y Caracoles había sido, por parte de Chile y
desde el punto de vista de sus relaciones económicas con Solivia, una suerte
de expedición contra una semicolonia en rebeldía” 47, y la rebeldía de Bolivia,
consistía en insistir en el cobro de un impuesto de 10 centavos por quintal de
salitre exportado, desde el Litoral, por la empresa anglochilena “Compañía de
Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta”.
Por todo lo expuesto, se llega a establecer con claridad, que “el
desplazamiento de las masas obreras de Chile hasta las guaneras y salitreras
bolivianas realizó la conquista pacifica del Litoral mucho antes de que los
políticos de la Moneda -casa de gobierno chileno- emprendieran la conquista
militar”48. La vigencia del feudalismo en Bolivia, estaba determinando la
pérdida del único contacto que poseía con el mar. "la punición contra una
dependencia rebelde se había convertido en una guerra imperialista de
despojo”49 y. con ello, “los chilenos llevaron a la práctica su plan larga y
cuidadosamente preparado”50.
En ese sentido. Chile se lanzó a la ocupación de todo el Litoral boliviano,
desde Antofagasta y Calama hasta la quebrada de Ollagüe, donde se detuvo
en su avance, puesto que sus intenciones no eran cruzar los Andes, sino
continuar la conquista hacia el Norte, con la ocupación de territorios
peruanos. Por su parte. Solivia no tenía “fuerzas suficientes como para
intentar, por sí sola, una recuperación, la guerra entre ambos países, para
lodos los efectos prácticos, había concluido” 51 solamente en dos meses desde
la invasión de Antofagasta- sin que todavía Chile declarara oficialmente la
guerra a Bolivia.
En realidad. Bolivia no era el rival de Chile, sino el Perú que podía
constituirse en un rival serio y poderoso del Pacifico Sur, gracias a los
mayores recursos naturales que tenia. Por tanto, Chile necesitaba liquidar al
Perú igual que a Bolivia: de ahí que “a las pocas horas de haberle declarado
oficialmente la guerra ya bloqueara los puertos peruanos del sur” 52.
Así, mediante la Guerra del Pacifico, “Chile pasó a ser el dueño efectivo de
toda la heredad costera de Bolivia: 158.000 kilómetros cuadrados, cuatro
46
Herbert S. Klein. Historia general de Bolivia, pag. 185.
47
José Fellmann Velarde. Ob. cit. tomo II. pag. 272.
48
Roberto Alvarado Daza. ob. cit. Pag. 77.
49
José Fellmann Velarde. ob. cit. tomo II. pag. 274.
50
Herbert S. Klein. ob. cit. pág. 186.
51
José Fellmann Velarde. ob. cit. tomo II. pag. 276.
52
Herbert S. Klein. ob. cit. pág. 186.
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60
José Fellmann Velarde. Ob. tomo III. Pag. 40.
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DOSSIER
significaba que se habían abierto las puertas para la victoria del pueblo al
interior de la sociedad. Es así que los excombatientes, tanto obreros como
campesinos, juntamente con otros sectores populares de izquierda, se
hermanaron en una lucha abierta en contra de la oligarquía minero-feudal,
hasta que le depusieron del poder político, mediante la victoria popular que
tuvo su expresión en la Revolución Nacional del 9 de abril de 1952.
En ese sentido, la pérdida de tantas vidas en el Chaco, por lo menos sirvió
para despertar la conciencia social adormecida de los campesinos, quienes
rompieron definitivamente con su relativo aislamiento de la vida política
nacional. Este hecho, fue consecuencia de la participación del campesinado
en la guerra del Chaco donde, como siempre, habían sido confinados por la
oligarquía a un lugar terciario y. sin embargo, habían sido los que con más
valentía combatieron y, por lo mismo, los que más bajas Tuvieron.
La oligarquía burguesa, hasta en el frente de batalla había mantenido la
estructura social de la caduca sociedad oligárquico feudal-burguesa: por lo
mismo, en la guerra del Chaco, "los blancos eran los oficiales: los cholos, los
suboficiales y los campesinos indios, la tropa” 61. En ese sentido, es justo
afirmar que la guerra del Chaco se perdió a causa del caduco sistema social
oligárquico burgués vigente que en ningún modo se había preocupado por
desarrollar dichos territorios y menos por vincularlo al resto del país.
VIII.- CONSECUENCIAS GEOPOLÍTICAS DE ESTOS CONFLICTOS.
Las consecuencias inmediatas de las tres grandes guerras que Solivia ha
sostenido con sus vecinos, son, en primer lugar, la pérdida de inmensos recursos
naturales como el guano, el salitre, el cobre y la plata del Litoral: la goma, la
castaña y los bosques maderables del Acre; y sin en la guerra del Chaco no
perdimos ningún recurso natural inmediatamente aprovechable, no es menos que
perdimos extensas llanuras que, a base de riego, podían haber sido excelentes
campos ganaderos en la región sudoriental de Bolivia.
En cuanto a las consecuencias mediatas de las pérdidas territoriales, Bolivia sufrió
el total enclaustramiento entre sus montañas y selvas, Habiendo perdido el Litoral,
pudimos haber salido al océano Atlántico por el rio Amazonas y el rio Paraguay,
pero también perdimos esa posibilidad. Sin embargo, mediante la canalización de
los ríos que aún nos quedan, es todavía posible la salida al océano Atlántico. El
dragado del Canal Tamengo y la construcción de un puerto de embarque y de
descargue en las cercanías de Puerto Suárez, han dado por lo menos, un paliativo
a la carencia de una comunicación directa con el mar.
61
Herbert S. Klem. Ob. cit. Pag. 240.
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CAPITULO V
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Abundancia de tierras, por una parte, y escasez de tierras, por otra parte. He ahí el
problema paradójico de la cuestión agraria y campesina en Bolivia; problema
frente al cual la clase dominante y la clase explotada, adoptan posiciones
totalmente contrapuestas. Así, en la primera mitad de este siglo, la clase
dominante, la oligarquía feudal-burguesa, quería traer inmigrantes europeos para
que puedan desarrollar Bolivia. Según la oligarquía de entonces, el atraso de
Bolivia se debía a la abundancia del “indios” aymaras y quechuas que, según
ellos, no contribuían al progreso nacional; echaban la culpa de su propia
incapacidad histórica y su falta de visión nacional, a los campesinos y a los
pueblos aborígenes, los únicos sectores que con su trabajo silencioso y cotidiano,
han forjado la historia de este país, han mantenido a la oligarquía y han sostenido
con su trabajo diario, al estado feudal-burgués del que ningún beneficio recibían y
del que sólo la oligarquía se beneficiaba.
Es así como los problemas agrario-campesinos fueron convertidos por la
oligarquía en el supuesto “problema del indio”. Desde entonces, la política de la
clase dominante frente a los problemas, agrario-campesinos, ha cambiado poco:
por eso, desde Paz Estenssoro a Banzer, pasando por los Bedregal, los Sánchez
de Lozada y otros, siguen hablando de la migración de racistas sudafricanos,
chinos y japoneses, mientras la gran mayoría del campesinado boliviano padece
hambre y miseria por falta de tierras fértiles y por falta de ayuda gubernamental
para mejorar sus cultivos.
Frente a esa política reaccionaria, acerca de los problemas agrario-campesinos, la
posición de los bolivianos progresistas y revolucionarios es distinto. La clase
explotada, desde la Reforma Agraria de 1953 hasta hoy, propugna la política de
poblamiento y colonización de las tierras del oriente a cargo de los campesinos y
de los pobres, organizados en forma comunal o como expresa el proyecto de Ley
Agraria Fundamental, organizados en “unidades de producción con trabajo
asociado o comunitario”, aunque dicho sea de paso, ese documento elaborado por
la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), aún no haya sido considerado ni tomado en cuenta en el congreso
nacional ni mucho menos aprobado. De todos modos, la “conquista de Solivia”
debe ser realizado por los mismos bolivianos y no por sudafricanos, chinos ni
japoneses. En ese sentido, el Estado debe desplegar una actividad de intensa
ayuda a los grupos que emigran a las regiones orientales.
II.- POLÍTICA DE POBLAMIENTO Y COLONIZACIÓN.
La política de “conquista de Bolivia por los bolivianos", debe ser llevada a cabo
mediante una política de poblamiento y colonización, pero no mediante cualquier
poblamiento y colonización, sino mediante el poblamiento y la colonización
planificada por el estado, de tal forma que los colonizadores no pasen hambre, no
se vean privado de servicios médicos ni de vivienda y menos aún de luz, agua y
de medios de comunicación y transpone.
No podemos llamar política de colonización y poblamiento a la inmigración de los
campesinos del Altiplano y los valles hacia los yungas y el oriente o al envío de
"relocalizados” mineros hacia el Alto Beni sin asignarle siquiera tierras, por lo que
se ven obligados a regresar después de haber enterrado a sus compañeros que
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han muerto por falta de servicios y atención medica. Esos envíos de gente a las
regiones despobladas, sin ninguna planificación para establecerse
permanentemente, de ninguna manera constituyen una política de colonización y
menos aún de poblamiento, ya que van directamente al abandono, a la miseria y
hacia la muerte.
El estado boliviano. Jebe iniciar una política de poblamiento y colonización seria,
eficaz y, ante todo, planificada. En ese sentido, se deben abrir primero Las
carreteras y luego construir pequeñas ciudades equipadas con luz, agua,
alcantarillado, servicios módicos y medios de comunicación. Sólo así podrá ser
efectiva el poblamiento de esas inmensas regiones abandonabas. Claro que esta
política de poblamiento, no lo podrá llevar adelante el actual estado que sólo, sirve
para que la oligarquía gobernante se enriquezcan más.
Una política de poblamiento y colonización planificada, sólo puede efectivizarlo un
estado gobernado por todo el pueblo y en función de los intereses populares y
nacionales y no un estado capitalista dependiente y atrasado como nuestro actual
estado. La historia boliviana, nos está demostrando eso con mucha claridad.
III.- EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES Y DE LAS MATERIAS
PRIMAS.
Bolivia es un país con muchos recursos naturales que bien explotadas, podrían
ser la base del desarrollo y del potenciamiento nacional. Pero, hasta ahora,
algunos recursos naturales no renovables como el estaño y la minería en general,
sólo han servido para que algunos empresarios como Patino, Hoschild y Aramayo,
los Sánchez de Lozada, Mercado Vaca Guzmán y otros, se enriquezcan, mientras
las mayorías nacionales como tos campesinos y obreros, permanecen en la
pobreza y la miseria.
En ese sentido, si el estado boliviano quiere potenciarse, la empresa privada
ligada al imperialismo, tiene que desaparecer o ser fuertemente controlada: tienen
que desaparecer también esas empresas asociadas a las grandes transnacionales
porque son las organizaciones que permiten el saqueo de nuestros recursos
naturales a cambio de beneficios mezquinos, de grupo: de lo contrario. Bolivia
seguirá en la dependencia y el atraso. Los recursos naturales y tas materias
primas que se extraen, tienen que servir para lograr el desarrollo nacional y no
para enriquecer a un grupo minúsculo de personas a los que no les interesa el
destino nacional. Así, queda claramente establecido que la explotación del oro, de
los bosques maderables, de los minerales de la región occidental y del hierro del
Mutún y el litio del Salar de Uyuni, tienen que servir para desarrollar y potenciar
económicamente a este país: por lo mismo, el pueblo boliviano no debe permitir
más que las empresas privadas se encarguen de la explotación de dichos
recursos, puesto que esas empresas, en tantos años de explotación de esos
recursos, sólo han dejado en Solivia la miseria, el hambre, el atraso y la
ignorancia, mientras que ¡as riquezas obtenidas, han sido llevadas al extranjero,
produciéndose así la fuga de ingentes cantidades de capital que podían haber
servido para desarrollar una industria de vanguardia que permita desarrollar y
potenciar la economía y el poder nacional de este país.
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